miércoles, 31 de marzo de 2010

[OneShot] Chocolate



Titulo: "Chocolate"
Genero:
Shounen Ai
Pareja: Arioka Daiki / Kei Inoo
Capitulos: One Shot
Autora: Ayaa
Nota: Esto esta locamente inspirado en esta canción -AQUI- les recomiendo que la escuchen para que vean lo melosa que es xD y por que este oneshot puede ser algo meloso.


Chocolate

“Aquel dulce y suave aroma a chocolate,
Siempre que estas cerca de mi puedo percibirlo,
¿Desde cuando soy tan adicto al chocolate también?
He de decir que todo eso es tu culpa, pero da igual, por que ahora, gracias a ti, lo que más amo comer es el chocolate, y más estando a tu lado.”


-¿Escuchaste lo que acaba de ocurrir?-
-¿Qué ocurre?-
-Hay un chico nuevo, y parece ser que estará en nuestra clase-

Muy temprano esa mañana, como de costumbre, Daiki iba retrasado para llegar a la escuela.
-Hasta cuando lograras levantarte a tiempo Daiki!-
Le reprochaba su madre mientras le guardaba, como de costumbre, algo de almorzar en una bolsa.
-Tal vez sea algo hereditario-
Dijo Daiki sonriente mientras se atragantaba con un pedazo de pan.
-Es culpa de los genes de tu padre, no me mires así-
Respondió su madre en modo de reproche.
-Como sea, ya me voy, nos veremos en la noche-
-Esta noche no llegaré a casa, ¿lo olvidaste?-
-Cierto, tu viaje, bueno, cuídate y nos vemos luego, adiós-
Tomó su mochila y su almuerzo y salió a toda prisa de su casa.


Con un gran bostezo, Kei caminaba rumbo a su nueva escuela.
-Otra escuela… ¿y ahora que me espera?-
Se dijo mientras entraba a la que era ya su nueva escuela.
-¿Por qué todas son iguales?-
Estaba a punto de entrar cuando alguien tropezó con el de repente.

Corría lo más rápido que sus piernas se lo permitían, en cualquier momento las clases iban a comenzar, ya podía escuchar los gritos de el profesor.
Estaba a punto de entrar cuando, sin darse cuenta, chocó con alguien, cayendo al suelo.
-¿Estas bien?-
Ante el impacto, Daiki intento ponerse de pie.
-Lo siento-
Y sin siquiera mirar a la persona con la que había chocado, salió corriendo.

-¿Qué pasa con los estudiantes de esta escuela?-
Se preguntó Kei mientras se rascaba la cabeza y comenzaba a caminar.
Cuando llegó a la oficina de profesores, preguntó por el profesor que sería su tutor, este al verlo se presentó con el y le pidió que aguardará un poco en lo que preparaba lo necesario para la clase.

-¡Siento llegar tarde!-
Gritó Daiki mientras abría la puerta rápidamente.
-Dai-chan ¿De nuevo? No tienes remedio-
-¿Eh? Takaki… ¿Y el profesor?-
Le preguntó al chico que acababa de recibirlo.
-Si no lo vez es por que no esta, tonto!-
Dijo Takaki mientras le daba un pequeño golpe en la cabeza.
-Pero… si ya es tarde, ¿O llegue temprano?-
Preguntó Daiki mientras caminaba a su lugar, entonces, la puerta del salón se abrió y el profesor entró.
-Usted jamás llega temprano Arioka-kun, simplemente hoy tuvo un poco de suerte, así que tome asiento de una vez y permita que la clase comience-
Comentó el profesor con un tono sarcástico, Daiki se sintió ligeramente avergonzado al ver que sus compañeros se reían un poco y sin nada más que hacer o que decir, tomo asiento.
-Bien, es hora de comenzar pero-
-¿Y el estudiante nuevo?-
Lo interrumpió uno de los compañeros.
-A eso iba Yoshida-kun, ahora si me lo permiten, les presento a su nuevo compañero-
El profesor dejo sus libros sobre el escritorio y caminó hacía la puerta.
-Entra-
Todos estaban ligeramente ansiosos, en especial algunas chicas, puesto que se trataba de un chico nuevo.

El momento de entrar a su nuevo salón había llegado, así que juntando toda su energía, entró a la señal de profesor.
-Bien, el es Inoo Kei-kun, Inoo-kun preséntate-
Kei se giró para tomar la tiza que se encontraba en el pizarrón y comenzó a escribir su nombre.
-Soy Inoo Kei, mucho gusto-
Todos lo observaban, al mismo tiempo que el observaba a cada uno de los alumnos, de pronto uno de ellos llamó su atención.
“-Es el chico de hace rato-”
Se dijo mientras observaba a Daiki, el cuál conversaba con Takaki quien estaba junto a el.
-Muy bien, Inoo-kun estará con nosotros a partir de hoy así que si alguien le pudiese ayudar con los apuntes se lo agradecería mucho, mientras, toma asiento en…-
El profesor comenzó a observar por todo el salón en busca de algún lugar.
-Arioka, ¿Quién se sienta atrás de ti?-
Daiki miró al profesor y respondió tranquilamente.
-Nadie-
-Bien, te sentaras atrás de Arioka-kun-
Kei solo asintió y caminó hacia su nuevo lugar, a Daiki parecía no importarle en lo absoluto aquella decisión, pero justo cuando Kei pasó a su lado escuchó como este le dijo en voz baja.
-Espero y tengas más cuidado a partir de ahora, no es muy agradable que te reciban con un golpe a primera hora de la mañana-
Daiki levantó la cabeza para ver al chico, el cual lo miraba con una enorme sonrisa en el rostro, después tomo asiento y Daiki lo siguió con la mirada.
-¿Eres tu el-
-¿A quien casi asesinas por accidente hace rato mientras corrías? Si, soy yo-
Kei le sonrió de nuevo a Daiki, y este no pudo ocultar su cara llena de asombro, estaba realmente avergonzado.
-Lo siento-
Le dijo mientras inclinaba un poco la cabeza.
-Ya te habías disculpado, no hay ningún problema-
Daiki sonrió torpemente y se giró de nuevo, minutos después la clase dio inicio.

Las clases pasaron sin ningún acontecimiento importante, tan solo había algo en Daiki que llamaba en demasía la atención de Kei, la atmosfera que rodeaba al chico lo atraía bastante, era algo que no sabía explicar, y justo cuando estaban en el laboratorio, en clase de química, mientras intentaba realizar con éxito su experimento junto con su compañera, una risa llamó su atención.

Y es que Daiki y Takaki, como siempre, eran compañeros de laboratorio, y para colmo, Takaki se la pasaba haciendo bromas en clase, diciendo comentarios tontos, todo menos trabajar al cien por ciento en el trabajo.
Daiki trataba de controlarse, pero el comentario de Takaki acerca del nuevo peinado de la profesora, la cual tenía un peculiar estilo para arreglarse, hizo que dejara salir una gran carcajada.
-Solo trata verla de perfil, eso tiene forma de un trasero-
Dijo Takaki de nuevo, haciendo que Daiki se riera aún más.

A Kei le llamó bastante la atención ese hecho, aunque desconocía por completo el por que de la risa de Daiki, había algo en aquella sonrisa, algo, aunque sonara ridículo, había algo mágico en ella.
-Inoo-kun, debes anotarlo en la segunda columna-
Lo corrigió su compañera antes de que escribiera los datos en el lugar incorrecto, estaba tan perdido en aquella sonrisa que había perdido por completo la concentración.
-Es verdad, lo siento-
La chica solo lo miró tímidamente y continuo con el trabajo.
-Bien chicos, la clase ha terminado, que uno de cada mesa se quede para limpiar los instrumentos, los demás pueden irse-
Se escucharon protestas de algunos alumnos, Kei no sabía que hacer, no quería quedarse, pero entonces se dio cuenta de cómo Takaki le pedía a Daiki que se quedara esta vez.
-Se que también te quedaste la vez pasada, pero hoy prometí comprar el almuerzo para Chinen, ¡Por favor!-
Dijo el chico mientras se inclinaba en forma de suplica, Daiki suspiró profundo y puso los ojos en blanco.
-De acuerdo, pero para la próxima vez te quedarás tu-
Takaki sonrió alegremente.
-Gracias Dai-chan, te debo una-
-¡Ya son dos!-
Gritó Daiki, pero Takaki no le respondió, puesto que ya había tomado sus cosas y salido a toda prisa.

Kei observaba con extraña atención todo lo ocurrido.
-Inoo-kun, ¿Estas escuchando?-
De nuevo sus compañera interrumpiendo.
-¿Eh? ¿Decías algo?-
Pregunto torpemente.
-Si gustas puedes irte, yo me quedaré-
-Oh no! Seguro tus amigas te esperan, yo no tengo nada que hacer así que vete, terminare pronto, de verdad-
La chica pareció aliviada por la propuesta de Kei, y agradeciéndole con una enorme sonrisa, se despidió y salió del salón.
Al final solo quedaban ocho alumnos, contando a Daiki y a Kei. Sin saber bien el por que, Kei se acercó a Daiki para tratar de entablar conversación alguna.
-¿Así que te dicen “Dai-chan” cierto, Arioka-kun?-
Daiki se giró sorpresivo, no estaba acostumbrado a que la gente se acercara desde atrás.
-Inoo-kun! Ah… si, así me dicen-
-¿Y te dicen así por?-
-Es solo la abreviación de Daiki-
-Oh… ¿Yo también puedo llamarte así?-
Preguntó Kei con curiosidad. Ante la inesperada pregunta Daiki se ruborizó un poco, y es que había algo en Kei que no lo dejaba tranquilo, por alguna razón se sentía ligeramente nervioso cuando hablaba con el, pensaba que tal vez se debía a que chocó con el esa mañana y el lo tomaba como intento de asesinato.
-Cla… claro, no hay problema-
Kei sonrió victorioso.
-Bien Dai-chan, ¿Podrías decirme que es lo que hacemos aquí?-
-¿Eh?-
Daiki no había comprendido muy bien la pregunta, intentaba procesarla cuando Kei pareció darse cuenta, entonces tomo uno de los instrumentos, lo acercó a la cara de Daiki y preguntó de nuevo.
-Digo que, qué es lo que tenemos que hacer con esto, ¿lavarlos?-
Entonces fue cuando Daiki reacciono torpemente.
-Ah! Si, tenemos que lavarlos y acomodarlos en aquel estante, es fácil-
-Bien, pues comencemos, comienza a darme hambre y a la larga eso no es bueno, me pongo de mal humor-
Dijo Kei con una enorme sonrisa mientras le ponía a Daiki el tubo de ensayo en las manos, después se dio media vuelta y tomo unos cuantos de la mesa en donde había estado trabajando, los llevó a uno de los lavabos y comenzó con el trabajo.
Extrañamente Daiki tardo un poco en reaccionar, su mirada se había clavado en Kei, y así hubiese continuado de no ser por que este al parecer sintió su mirada y en su lugar le devolvió una agradable sonrisa, provocando que Daiki se sonrojara levemente y se diera cuenta que el también tenía trabajo por hacer.

No pasó mucho tiempo, y afortunadamente aún quedaba tiempo para el almuerzo.
Mientras terminaban de guardar todos los instrumentos, Kei no dejaba de intercambiar extrañas miradas con Daiki, el cuál comenzaba a ponerse cada vez más nervioso.
Cuando terminaron, Kei se dijo caer en una de las bancas, estirando sus pies y su brazos al mismo tiempo.
-¡Al fin! ¡Muero de hambre!-
Dicho esto, sacó una barra de chocolate del bolsillo del pantalón.
-Itadakimasu~-
Y comenzó a devorarla, Daiki simplemente lo observaba curioso.
-¿Quieres?-
Preguntó Kei sacando una barra nueva de su bolsillo, Daiki tenía hambre y si iba por su almuerzo no tendría tiempo para comer, así que no tenía más opción que aceptar.
-Gracias-
Respondió tímidamente mientras tomaba la barra de chocolate, pero accidentalmente rozó ligeramente la mano de Kei.
Aquel roce le provocó un extraño sentimiento, pero trato de no darle demasiada importancia, así que solo se sentó a un lado de Kei y comenzó a comer.
-¿Comes solo esto?-
Preguntó Daiki ingenuo mientras observaba como Kei sacaba una tercera barra de su bolsillo.
-Para el almuerzo esta bien, no pienses que solo sobrevivo comiendo chocolates-
-Eso pensé-
Dijo Daiki con una sonrisa algo aliviada mientras le daba una mordida a aquel chocolate, era realmente delicioso.
-Sabe delicioso-
Dijo en casi un grito de emoción.
-Lo sé, por eso los compro-
Mientras Daiki comía lentamente aquella barra de chocolate, Kei terminó la suya y sacó una cuarta barra.
-¿Cuántas traes exactamente?-
Kei lo miró iluso con un pedazo de chocolate en la boca, lo mastico y lo trago.
-Solo el suficiente para estar de buen humor-
-¿Eh?-
-El chocolate me pone de buen humor, aunque, ahora que lo pienso, todo lo que sea comestible es bueno para mi, aunque el chocolate es mucho más poderoso-
Daiki parecía no comprender del todo aquellas palabras, y sin poder evitarlo, dejo salir una pequeña risita, aquello le resultaba realmente interesante.
Al ver de nuevo la sonrisa de Daiki, Kei se quedo completamente perdido de nuevo, ¿Qué significaba aquella sensación al ver la sonrisa del chico?
Mientras Kei lo observaba, Daiki hacia lo mismo, ambos se observaban fijamente, ninguno de los entendía el por que, simplemente no podían despegar la mirada del otro.
La atmosfera comenzaba a tornarse diferente, de pronto era como si solo ellos dos existieran en toda la escuela y que el tiempo se había detenido. Daiki notaba algo en la mirada de Kei, algo que jamás había visto en otras personas, mientras más se perdía en aquellos ojos cafés en los que parecía haber visto un brillo bastante peculiar. Por otro lado, Kei estaba igualmente perdido en la mirada de Daiki, tan inocente y tierna, había algo en ese chico que le causaba sensaciones extrañas, nunca en su vida se había sentido así, y mucho menos por un chico al que apenas conocía, y que más sin embargo sentía que lo conocía de toda la vida, tal vez así era, tal vez no, eso no importaba, ahora lo que le preocupaba es que en su interior habían unas enormes ganas de acercarse más al chico y abrazarlo, pero no podía hacerlo, era algo extraño pensar de esa forma.
Ambos comenzaban a sentirse atraídos mutuamente, era como si cada uno tuviese un imán, el cual los juntaba lentamente, ninguno de los dos lograba darse cuenta de lo que estaba sucediendo, cada vez estaban un poco más cerca, mientras no podían dejar de verse.
De pronto, aquella atmosfera fue destrozada por el estruendoso ruido de la campana, el descanso había terminado.
Los dos se sorprendieron bastante, solo estaban separados a escasos diez centímetros de distancia, primero se miraron sorprendidos, pero fue Daiki quien al darse cuenta, se puso de pié rápidamente, estaba completamente nervioso y con una sensación extraña en el estomago, ¿mariposas?
Kei solo observó como Daiki se ponía de pie rápidamente e hizo lo mismo pero de una forma más lenta.
-El… el descaso ya termino…-
Dijo Daiki torpemente con una sonrisa nerviosa mientras miraba en otra dirección.
-Así parece, será mejor que vayamos a clase-
Respondió Kei con un poco de nerviosismo mientras se rascaba la cabeza.
-Vamos-
Le dijo a Daiki mientras caminaba hacia la puerta, pero este se quedó inmóvil unos segundos, después de todo no dejaba de sentirse extraño.
-Si llegamos tarde tendremos problemas-
Le dijo Kei, el cual ya estaba en la puerta y lo miraba con una enorme sonrisa. Daiki intentó reaccionar y asintió torpemente.

Después de aquello, las siguientes clases estuvieron llenas de un sentimiento realmente extraño para Daiki, no podía dejar de sentirse nervioso, no podía controlar el impulso de querer ver a Kei, y utilizaba de pretexto a Takaki, pidiéndole cualquier cosa solo para mirar a Kei de reojo.
Obviamente Kei se daba cuenta, pero trataba de aparentar lo contrario sumergiéndose en sus apuntes, y en cuanto Daiki se volteaba de nuevo, el clavaba su mirada en el chico el cual trataba de volver a su trabajo.
Las horas pasaron con el mismo nerviosismo para Daiki y para Kei, hasta que las clases finalizaron.
Kei observaba como Daiki guardaba sus cosas, quería decirle algo, hablarle, pero no sabía ni que decir ni tampoco comprendía el por qué se sentía de esa manera.
Entonces, Takaki se acercó a Daiki.
-Nos vemos mañana, ¿no importa que vuelvas solo a casa hoy?-
Daiki dejo salir un suspiro de resignación.
-De cierta forma ya me estoy acostumbrando, anda ya vete no quiero quitarme más el tiempo-
Takaki se despidió de el con una sonrisa torpe y salió del salón. Mientras tanto Kei tomó su mochila y se puso de pié, instintivamente Daiki se giró para verlo, ahí fue cuando sus miradas se cruzaron nuevamente, pero fue Kei quien la desvió de inmediato.
-No vemos mañana… Dai-chan-
Logró decir sin quitarse ese extraño sentimiento.
-Oh… hasta mañana Inoo-kun-
Respondió Daiki igualmente nervioso y volviendo a sentir aquella sensación extraña en el estomago, y solo se quedó observando como Kei caminaba hacia la puerta, algo en su interior intentaba hacer algo para que no se fuera, y entonces, justo antes de salir, se detuvo, como si hubiese escuchado lo que deseaba.
-¿Tienes… algo que hacer? Digo, yo voy a la estación y me preguntaba si vas por ese rumbo-
Para su inesperada mala suerte, Daiki no tenía nada que hacer en la estación, ya que el vivía en dirección contraría, más sin embargo mintió, sin saber bien por que, lo hizo.
-Si… claro, voy hacia la estación-
Kei pareció aliviado.
-¿Vamos?-
Daiki se sintió extraño, más sin embargo aquella invitación lo alegró por completo.
-Si-
Respondió con una sonrisa, tomo su mochila y alcanzó a Kei en la puerta.

Ambos caminaban juntos por la calle, pero un incomodo silencio los invadía, Daiki quería hacer algo al respecto, pero no sabía de que hablar con Kei. De igual manera, Kei sabía que tenía que decir algo, cualquier cosa era buena, pero su mente estaba en blanco y se sentía ligeramente nervioso.
-¿Por qué chocolate?-
Preguntó Daiki en voz baja.
-¿Eh?-
-¿Por qué te gusta tanto el chocolate?-
-Buena pregunta Dai-chan… no lo se… me gusta lo dulce que es, sentir como se deshace en mi boca-
-Oh… yo me imaginaba un motivo diferente-
Dijo Daiki sonriendo torpemente.
-Eso suena interesante, ¿Qué es lo que imaginabas?-
-Una historia así como lo que comías con la chica que te gustaba o cosas así-
Kei no pudo evitarlo y comenzó a reírse, pero sin intensiones de burlarse.
-A decir verdad, nunca me ha gustado nadie, y la razón no es así como podrás darte cuenta, es un simple gusto, no tiene nada de maravilloso-
-Eso parece-
Respondió Daiki mientras se avergonzaba un poco por el comentario que había hecho.
-¿Por qué dices que nunca alguien te ha gustado? Eso es imposible-
-¿Eso crees?-
-Bueno… a todos nos ha gustado alguien alguna vez…-
-¿A ti te gusta alguien?-
Preguntó Kei en tono curioso mientras se detenía.
-No, ahora nadie-
-¿Y alguien te gustaba antes?-
-Hace mucho tiempo, creí que alguien me gustaba, pero después de verlo con la persona que a esa persona le gustaba comprendí que no debía meterme y lo olvide rápidamente-
-Hmm… con “esa persona” te refieres a… ¿Cómo se llama?… el chico que siempre esta contigo-
-Takaki-
-¿Así que es él?-
-Algo así… a decir verdad no creo que me haya gustado realmente, al menos lo suficiente para decírselo-
-Hmm…-
Kei lucía pensativo, Daiki lo observaba un poco intrigado.
-¿Piensas que soy raro cierto? Al pensar que un chico me gustara…-
-¡Para nada!-
Se apresuró a decir al ver como Daiki bajaba tímidamente la cabeza, después se inclinó un poco para tener el rostro de Daiki y le dijo con voz suave.
-A decir verdad, creo que a mi me gusta uno…-
-¿No me acabas de decir que jamás te ha gustado nadie?-
-Eso dije, antes… ahora… no estoy muy seguro de eso-
Dicho esto, clavo su mirada en los confundidos ojos de Daiki, después dejó salir una pequeña risita y se reincorporó para continuar caminando.
-Hasta aquí esta bien, no quiero que llegues tarde a tu casa solo por acompañarme hasta acá-
Daiki se sorprendió al escuchar este comentario.
-¿No tienes por que venir a la estación cierto?-
Preguntó Kei mientras lo miraba fijamente y con una sonrisa.
-¿Cómo lo supiste?-
-Eres como un libro abierto Dai-chan, tus ojos siempre me dirán la verdad aunque me digas lo contrario, así que hasta aquí esta bien, si continuas acompañándome llegaras realmente tarde a casa ¿cierto? No quiero que tengas problemas en casa por mi culpa-
-¿Te molesta que te acompañe?-
Preguntó Daiki tímidamente. Kei se acercó de nuevo a el de prisa y se apoyó en sus hombros, acercando sin querer demasiado su rostro al de Daiki.
-Para nada, me alegra que me hayas acompañado, pero ahora debes volver o será más tarde, no veremos mañana-
Mientras Kei hablaba, Daiki lo miraba fijamente y pensó.
“-Chocolate… huele a chocolate…-”
-¿De acuerdo?-
Le preguntó Kei mientras se acercaba un poco más a su rostro.
-Ah… no… no te preocupes, no hay nadie esperándome en casa, en verdad puedo acompañarte a la estación-
Kei miró a Daiki sorprendido, fue entonces cuando se dio cuenta de lo cerca que estaba del rostro del menor, y de nuevo comenzaba a acercarse a el, como si una fuerza extraña lo estuviese empujando suavemente.
Daiki pudo darse cuenta de cómo Kei se acercaba lentamente a su rostro, de pronto comenzó a sentirse nervioso, no sabía que hacer, cada vez mas el rostro de Kei estaba más cerca del suyo, y cuando al fin sintió la respiración de este sobre su rostro, lo único que logró hacer fue girar la cabeza.
Kei se dio cuenta, ¿Pero que era lo que estaba a punto de hacer?
-Lo siento-
Dijo con voz débil mientras agachaba un poco la cabeza y se elajaba de Daiki.
-Yo… me tengo que ir, nos veremos mañana-
Y así, se dio media vuelta y comenzó a caminar, Daiki solo pudo decir con voz débil.
-Hasta mañana-
No estaba seguro si Kei había sido capaz de escucharlo, pero no podía hablar más fuerte, ni siquiera podía moverse, estaba en un completo estado de shock, ¿acaso Kei había estado a punto de besarlo? Aquello era imposible, tal vez solo era su imaginación, si, debía ser eso, solo su imaginación, pero, ¿Por qué se había acercado tanto a el?
Estas y más preguntas rondaron en la mente de Daiki hasta que logro llegar a casa, exhausto, se encerró en su habitación y se tumbo en la cama, la mirada de Kei, su sonrisa y aquel agradable y suave aroma a chocolate no salían de su cabeza, y sin darse cuenta, se quedo completamente dormido.

A la mañana siguiente, Kei ya había tomado el autobús que lo llevaba a la estación del tren, no había podido dormir en casi toda la noche, así que por consecuencia iba luchando por no quedarse dormido, de igual forma le paso en el tren, no debía quedarse dormido, ya encontraría el momento adecuado para dormir en el descanso un poco.

Por otro lado, Daiki ya iba rumbo a la escuela, por primera vez iba caminando con calma, era increíblemente temprano, pero eso no le importaba, después de haberse quedado dormido la tarde anterior, no pudo dormir en toda la noche, y es que el pequeño sueño que había tenido era bastante vergonzoso, ahora se daba cuenta que no podía sacar a Kei de su cabeza.
Mientras caminaba paso frente a una pequeña tienda, la cual tenía en el mostrador los chocolates que tanto le gustaban a Kei, y por pura inercia, entró a la tienda y compro unos cuantos. Cuando salió de aquella tienda y retomaba su camino hacia la escuela se preguntaba.
-¿Para que rayos compre chocolates? Son demasiados, no me comeré todo esto-
Y un poco enojado por la supuesta mala compra que acababa de hacer, guardo la bolsa que la señora le había dado, la cual contenía no menos de veinte chocolates, en su mochila, si que había comprado demasiados.
Al llegar al salón de clases, casi la mitad de sus compañeros ya estaban ahí, incluyendo a Takaki, el cual lo miró sorprendido a verlo llegar temprano, y sin esperar más se acercó a el.
-Dai-chan… ¿Qué ha pasado? ¿Te quedaste a dormir aquí en la escuela?-
Daiki no respondió, en su lugar le dirigió una fría mirada a Takaki.
-Luces muy mal, de seguro estas enfermo-
Dijo Takaki aparentando estar preocupado mientras tocaba la frente de Daiki, el cual dijo tratando de conservar la calma.
-No es eso, solo me levanté temprano-
-Pues por lo que puedo ver, más bien no dormiste, en tu rostro esta la prueba de ella-
-No es nada-
Respondió Daiki mientras tomaba asiento, Takaki estuvo a punto de decir algo más cuando la puerta del salón se abrió y entonces Kei entró.
De inmediato Daiki clavo su mirada en el chico, y Kei hizo lo mismo en cuanto vio a Daiki, pero ninguno de los dos dijo nada, y cuando Kei comenzó a avanzar rumbo a su lugar, Daiki se sentó bien, mirando hacia el frente, estaba demasiado nervioso.
-Buenos días-
Saludo Kei con voz débil.
-Buenos días-
Dijo Daiki pero sin girarse para ver a Kei, Takaki pareció no darle demasiada importancia a lo que acababa de ocurrir y continuó conversando con Daiki de otras cosas completamente diferentes.
Rato después el profesor llego y la clase comenzó.

Cuatro horas después y el descanso llego, al fin era hora de
almorzar, Kei estaba realmente hambriento, mientras que Takaki se iba de nuevo dejando a Daiki solo otra vez.
-¡Demonios! ¿Y ahora que voy a hacer?-
Dijo Kei en voz alta, lucía ligeramente molesto, Daiki un poco preocupado se giró para verlo.
-¿Ocurre algo?-
-Olvidé mi almuerzo, salí tan rápido hoy temiendo llegar tarde que lo olvidé por completo-
De pronto, Daiki recordó que el llevaba consigo una bolsa llena de los chocolates preferidos de Kei.
-Oh… espera un segundo-
Le dijo mientras tomaba su mochila y sacaba la bolsa de chocolates.
-Creo que compre demasiados, ¿te parece si los compartimos?-
Kei estaba completamente sorprendido, jamás se esperó que Daiki fuese capaz de comprar tantos chocolates.
-Son… demasiados-
-Eso es lo que dije, ¿quieres?-
De pronto la mirada de Kei pareció iluminarse.
-Muchas gracias, ¿esta bien si comemos aquí? No tengo ánimos de buscar un lugar para comer-
-De acuerdo-
Dijo Daiki con una sonrisa, dejó la bolsa de chocolates sobre el pupitre de Kei, giró su silla y tomo asiento, segundos después Kei solo tomó asiento, ahora ambos estaban frente a frente y listos para comer.
Sin que ambos se dieran cuenta, la incomoda atmosfera que los había rodeado esa mañana había desaparecido por completo mientras comían chocolates, era como si el chocolate fuese una especie de comida mágica que lograba que ambos comenzaran a conversar sobre cualquier cosa sin aburrirse.

Después de un buen rato, Daiki notó que ya se había comido no menos de cinco chocolates, las envolturas que estaban cerca de el lo probaban, en cambio, no tenía ni las más minima idea de cuantos llevaba Kei, pero era evidente que había comido muchos más que el.
-Estoy lleno-
Dijo Kei mientras se recargaba en el respaldo de la silla y se frotaba el estomago.
-Igual yo, comí demasiados chocolates para este año-
-¿Lo dices en serio?-
Preguntó Kei sorprendido acercándose de golpe a Daiki, recargando ambos brazos en el pupitre.
-Ah… si, supongo que si-
Y por tercera ocasión, ambos, se perdieron, Kei no podía aparatar la mirada de Daiki, entonces descubrió algo que lo hizo actuar sin pensar.
-¿Acaso esto es…-
Preguntó mientras acercaba su mano al sorprendido rostro de Daiki, el cual no sabía como reaccionar. De pronto, solo pudo sentir el suave toque de los dedos de Kei sobre su mejilla, no se sentía nada mal.
-Lo sabía-
Dijo en tono victorioso mientras seguía frotando la mejilla de Daiki con suavidad.
-¿Qué…?-
Preguntó nervioso.
-Chocolate-
Y así, Kei dejo de frotar la mejilla de Daiki para después lamer un poco su dedo.
-Tenías un poco de chocolate en la mejilla-
Le dijo Kei mientras le sonreía.
-Ah…-
Daiki estaba más que avergonzado, y con un gran esfuerzo volvió a mirar a Kei, el cuál seguía demasiado cerca de su rostro, fue entonces cuando notó que el también tenía chocolate en la cara, solo que este estaba demasiado cerca de sus labios.
-Tu también tienes-
Dijo Daiki sonriente mientras levantaba su mano para acercarla al rostro de Kei, no sabía por qué hacía esto, simplemente se estaba dejando llevar por sus impulsos.
Al sentir uno de los dedos de Daiki muy cerca de sus labios, comenzó a sentirse muy extraño, sin embargo era un sentimiento agradable.
En cuanto Daiki termino de remover el chocolate del rostro de Kei, estaba a punto de alejar su mano cuando sintió que este lo detenía, y aprovechando la situación, jaló un poco a Daiki solo para acercarlo más a su rostro, esta vez si que estaban demasiado cerca.
Daiki comenzó a sentir como el corazón le latía rápidamente, mientras que a Kei no le importaba nada más, simplemente no podía detenerse, así que solo le susurro a Daiki.
-Veo que aquí también hay chocolate-
Y sin más, suavemente junto sus labios con los de Daiki en un suave y delicado beso.
Daiki no sabía como reaccionar, esto era demasiado, Kei lo estaba besando y no tenía idea del por qué, sin embargo, aquello no se sentía tan mal, y lentamente, al igual que Kei, cerró los ojos, y segundos después comenzó a responder a aquel beso.
Instantes después ambos se estaban besando tiernamente, a un ritmo lento y acompasado, deseando que el tiempo se detuviese.
Pero como no todo es como uno lo quiere, el estruendoso ruido de la campana los hizo reaccionar, pero a pesar de la sorpresa, se separaron lentamente, como si no quisieran hacerlo.
Ambos se miraron tímidamente, Daiki estaba completamente ruborizado, y esto le pareció lindo a Kei.
-Gracias por los chocolates-
Dijo Kei en voz baja sin dejar de mirar a Daiki, el cual también lo miraba tímidamente.
-Chocolate…-
-¿Eh?-
Expresó Kei confundido.
-Tu… sabes a… chocolate… incluso hueles a chocolate…-
Respondió Daiki mientras trataba de desviar la mirada, pero le era imposible, simplemente no podía despegar la mirada de Kei.
-¿En serio? Pues para mi el que sabe a chocolate eres tu-
Le dijo Kei muy sonriente mientras volvía a sentarse de nuevo en su silla, Daiki hubiese podido decir algo más pero poco a poco sus compañeros comenzaron a entrar al salón, así que no tuvo otra alternativa que girar su silla, dándole la espalda a Kei.

Esas últimas horas fueron demasiado lentas y llenas de ansiedad, por alguna razón Daiki deseaba volver a quedarse a solas con Kei, comenzaba a ser divertido lanzarse miradas a escondidas.
“-Creo que me gusta-”
Pensó Daiki mientras lo miraba y este le devolvía la mirada, al cruzar miradas con Kei, se giraba de inmediato para volver a la “platica” con Takaki.
Kei no podía evitar el sonreír cada vez que esto ocurría, y mientras escribía pensó.
“-Me gusta… al fin te encontré-”
Pensó Kei.

Rato después, al fin las clases terminaron, Daiki sentía que debía decirle a Kei que regresaran juntos, tenía que decirle lo que sentía, simplemente no podía esperar más, pero algo pareció intervenir en sus planes.
-Dai-chan, te esperaré afuera-
Le dijo Takaki con una sonrisa mientras le daba una palmadita en la espalda.
-¿Eh?-
-Hoy Chinen tiene que quedarse hasta tarde, así que podemos volver juntos-
-Ah… bueno… yo…-
-¿Pasa algo?-
Preguntó Takaki un poco preocupado, Daiki no sabía que decir, y sin saber que hacer solo se giró para ver a Kei, quien estaba escuchándolo todo mientras guardaba sus cosas. De pronto vio como Kei se ponía de pie, sin mirarlo, y se colgaba la mochila al hombro. Por un momento Daiki imaginó que se iría, pero lo que sucedió a continuación fue realmente sorprendente.
En lugar de caminar hacia la puerta, se puso de pie junto a Daiki, recargó su brazo en su hombro y le dijo a Takaki con una sonrisa.
-Lo siento, el ya quedó conmigo para ir a comprar unas cosas, ahora si me disculpas me lo llevo-
Y sin esperar la respuesta de Takaki, tomó las cosas de Daiki y se lo llevó fuera del salón.
Sorprendido, Takaki no pudo hacer o decir algo, simplemente se quedó observando.

Al salir de la escuela, Kei no le decía nada a Daiki, hasta que este no soportó más y rompió con aquel silencio.
-¿Cuándo quede contigo para comprar unas cosas?-
Kei se detuvo y se puso frente a el.
-Hace un rato, y como no objetaste nada doy por hecho que estas de acuerdo, ¿cierto?-
Daiki miró extrañado a Kei, y con un poco de sarcasmo se atrevió a preguntar.
-¿No querrás comprar más chocolates cierto?-
El se esperaba alguna respuesta defensiva, pero no hubo nada de eso, simplemente la sonriente expresión de Kei no había cambiado, aquella sonrisa que le decía que había acertado.
-Pero si ya comimos suficientes-
-Si, pero quiero más-
-¿Más?-
Preguntó Daiki un poco sobresaltado, y son poder decir nada más, sintió como Kei lo besaba de nuevo, igual que había ocurrido antes, dulce y suavemente.
-Pero definitivamente este chocolate es mi favorito-
Daiki trató de hacer una expresión de puchero.
-Yo no soy un chocolate-
-Para mí lo eres, aunque me gustas aún mas que los chocolates-
De pronto, Daiki sintió como se le subía el color a las mejillas.
-Supongo que… no importa si comienzo a hacerme un adicto al chocolate-
Dijo tímidamente, Kei solo sonrió felizmente.
-¿Quieres ser mi chocolate para siempre?-
Preguntó Kei.
-¿Chocolate?… Bueno… si así quieres llamarlo… quiero serlo-
Respondió Daiki con la misma sonrisa.
Y así, ambos se acercaron lentamente, Kei abrazó a Daiki, rodeando su cintura con ambos brazos, pegándolo más a su cuerpo, mientras que Daiki se aferraba suavemente a la espalda de Kei, y sin más, ambos se unieron en un suave y delicioso beso sabor chocolate.

F I N

viernes, 26 de marzo de 2010

Smile me... [Cap. 12]

Capitulo 12

En cuanto llegaron de regreso al departamento de Takaki, ambos tomaron asiento en el pequeño comedor.
-Quiero que solo escuches lo que voy a decirte-
Takaki solo afirmo con la cabeza, miró fijamente a Chinen, el cual cerró los ojos, suspiró profundo, los recuerdos comenzaron a llegar de nuevo a su cabeza, entonces, poco a poco, comenzó a contarlo todo.
Trato de no ser demasiado detallista, simplemente los hechos más importantes relacionados con Ryosuke, todo iba bien hasta que llego el momento de contar lo ocurrido esta tarde, lo cual no tenía la más minima idea de cómo decirlo, de cierta forma, tenía miedo de la reacción de Takaki.
-Y bueno, como podrás ver, volvió a buscarme y quiere que lo perdone…-
-¿Por eso lo golpeaste hoy?-
Preguntó Takaki un poco serio.
-No exactamente…-
Estaba nervioso, no estaba seguro si sería buena idea decirlo, después de todo no debe ser muy agradable escuchar que una persona se le declara a tu novio.
-Es que… me abrazo muy fuerte… y…-
-¿Te hizo algo?-
Ahora había un ligero tono de preocupación en la voz de Takaki.
-No… es solo que…-
Completamente nervioso y temeroso, bajo la cabeza, sabía que tenía que decirlo, pero no podía predecir como reaccionaría Takaki.
-Es que… el me dijo que… que…-
De pronto, como si Takaki supiera lo que Chinen intentaba decirle, se puso de pie, se detuvo justo a un lado de Chinen, se arrodilló para abrazarlo con fuerza y solo le dijo estas palabras al oído.
-No voy a permitir que nadie te aparte de mi lado-
Chinen estaba en un estado de shock, no estaba completamente seguro de si Takaki había comprendido la situación, había cierta posibilidad de que fuera cierto, así que solo lo abrazó de vuelta, escondiendo su rostro en el pecho del mayor y tratando de contener las lágrimas.
-Que te quede claro que yo jamás voy a dejarte solo, aunque seas un pequeño mentiroso y embustero, así te conocí y he descubierto poco a poco tu verdadero ser-
Era imposible de creer que el frío y casi inexpresivo Takaki estuviese diciendo estas palabras tan calidas, era la primera vez que Chinen sentía que era aceptado tal y como era, no cabía duda de que Takaki era exactamente la persona que el había estado esperando.

Después de un rato de estar abrazados, ambos se separaron, Chinen se quedó observando el rostro de Takaki, siempre se sentía absorbido por esa mirada tan intensa del mayor.
Sin decir nada, y observando de igual forma el rostro de Chinen, Takaki tomó el rostro del menor entre sus manos, acarició suavemente sus mejillas, limpiando el rastro de esas lagrimas que quedaban en sus ojos.
De pronto, Takaki comenzó a acercar su rostro al de Chinen, hasta juntar suavemente sus labios, uniéndolos así en un tierno beso.
Unos cuantos minutos después ambos se separaron, se volvieron a mirar fijamente, pero en esta ocasión lo que rompió con aquel silencio fue un ruido proveniente del estomago de Chinen, el cual al darse cuenta de que estaba completamente hambriento, no tuvo más opción que sonreír torpemente.
-Aliméntame-
Le dijo a Takaki conservando la misma sonrisa torpe.
-Suenas como una mascota exigiendo su comida-
Dijo con la misma mirada fría, pero era evidente que había algo diferente en su tono de voz, al menos Chinen podía sentirlo, a pesar de que se veía como siempre, el sabía que Takaki no era tan frío en realidad.
-No soy tu mascota, solo soy tu-
-Ya entendí, no lo digas de esa forma, ve a lavarte las manos mientras veo que hay de comer-
-Ahora sonaste como mi madre-
Dijo Chinen en tono de burla mientras se ponía de pie y caminaba rumbo al baño, Takaki solo dejó salir un suspiró de resignación, se dio media vuelta y se encontró con lo que había ido a comprar antes de que todo lo anterior ocurriera, así que sin más que hacer, comenzó a sacar todos los alimentos de las bolsas, había pensado en preparar un poco de curry, así que sin esperar más se puso manos a la obra.

Chinen se encontraba en el baño, tal y como Takaki se lo había ordenado, lavándose las manos, al mismo tiempo que aprovechó para lavarse la cara, necesitaba refrescarse un poco, no pudo evitar el recordar las palabras de Ryosuke, después de todo si le afectaban, no por que el sintiera lo mismo por el, solo por el hecho de que tal vez el había tenido ese sentimiento por el durante mucho tiempo y jamás logró notarlo.
Al verse en el espejo, con la cara mojada, pensó.
“-Trataré de hablar con el, las cosas no pueden quedarse así-”
Estaba decidido a decirle a Ryosuke que sentía mucho lo ocurrido, pero el que el ahora tenía a Takaki, y que por nada pensaba alejarse de el.

En casa de Hikaru, estaban el y Yabu en la habitación, acababan de llegar después de caminar en silencio por las calles, en si Hikaru se había decidido a acompañarlo aunque Yabu no quiciera, simplemente no podía abandonarlo en el estado emocional en el que se encontraba.
-¿Tienes hambre?-
Preguntó Hikaru amablemente, Yabu solo se quedó en silencio y negó con la cabeza.
-Debes comer… aunque sea algo pequeño…-
-Estaré bien, no tengo ganas de comer… será mejor que me vaya a casa-
Y poniéndose de pie, Yabu estaba dispuesto a salir de la habitación, pero ya era muy tarde y Hikaru no le iba a permitir regresar solo.
-¿No prefieres quedarte? Ya es tarde-
-Quiero estar solo, por favor-
Suplicó Yabu con un tono muy deprimente.
-Perdóname Yabu, pero no puedo dejarte solo, no más, ya has sufrido suficiente por alguien que no va a corresponderte jamás, no puedes deprimirte toda la vida-
-¡¡¡TU NO ENTIENDES NADA!!!-
Gritó Yabu mientras alejaba a Hikaru de un fuerte empujón, provocando que cayera al suelo.
Al darse cuenta de lo que había hecho, a su mejor amigo que tan solo deseaba ayudarlo, se sintió aún peor.
-Lo siento…-
Se disculpo en casi un murmullo y salió a toda prisa de la habitación, para después salir corriendo de la casa de Hikaru.
Sin embargo, Hikaru no iba a quedarse ahí, sabía que no podía dejarlo ir así, no podía, así que sin perder más tiempo, se puso de pie de un solo salto y salió tras el.
-¡¡¡Espera!!! ¡¡¡Yabu!!!-
Grito Hikaru mientras corría, pero este no se detuvo, así que no tuvo más opción que utilizar todas sus fuerzas para lograr darle alcance.
Cuando lo logró, lo jaló bruscamente del brazo y de un solo movimiento lo abrazó protectoramente, pegándolo a su cuerpo con un poco de fuerza.
-No puedo permitir que te vallas así-
Yabu estaba en un completo estado de shock, de alguna forma, los brazos de Hikaru eran protectores para el.
-Suéltame-
Pidió débilmente, pero no intentó zafarse de los brazos de Hikaru.
-No puedo hacer eso, por favor entiende que no puedes irte así, al menos deja que te acompañe a tu casa-
Era imposible que Hikaru le estuviese diciendo estas palabras, esto era algo realmente inesperado, absurdo, sencillamente Hikaru no era así, no el Hikaru que el conocía, el que solo sabía bromear y decir cosas estupidas todo el tiempo, el que solo lo molestaba en la primera oportunidad que tenía, era simplemente increíble que Hikaru pudiese hablarle con tanta seriedad y preocupación. Entonces reaccionó y junto las fuerzas necesarias para alejar a Hikaru.
-Te dije que me soltaras-
Le dijo con voz fría pero sin atreverse a mirarlo a la cara.
-Puedo regresar solo, en verdad no es necesario que estés conmigo-
Dicho esto, se alejó unos cuantos pasos de Hikaru, hasta que este le gritó unas palabras que lo hicieron detenerse.
-¡¿Por qué tienes que seguir así por alguien como el?!-
Completamente sorprendido por estas palabras, Yabu se giró para ver a Hikaru, y antes de poder decirle algo, este dijo.
-Solo espero y algún día seas capaz de abrir los ojos-
La mirada que Hikaru le lanzó a Yabu fue bastante fría, una mirada que jamás imaginó ver en su vida, y menos tratándose de Hikaru. Así pues, sin nada más por hacer, este se dio media vuelta y regreso a casa, dejando solo a Yabu completamente confundido.

Ryosuke se encontraba en su habitación, se sentía el ser más miserable del planeta, a pesar de haber podido confesar sus sentimientos, sentía que por mucho que se esforzara, Chinen ya estaba demasiado lejos para el, desde aquel día todo estaba perdido.
“-¿Por qué tengo que amarte tanto?-”
Pensó mientras se dejaba caer sobre la cama, tapándose los ojos con el brazo. Las imágenes de lo ocurrido esa tarde no dejaban de pasar por su mente.
“-Tengo que llamarlo, disculparme… y decirle que… no volveré a buscarlo…-”
Y después de pensar en esto, se puso de pié rápidamente, tomó el teléfono que estaba en su escritorio y marcó, primero a casa de Chinen, pero solo respondió su madre diciéndole que el chico no llegaría a casa esta noche, así que después de disculparse por la llamada tan tarde y colgar, buscó su teléfono celular y le marcó.

Ambos habían terminado ya de cenar, todo había regresado a la normalidad, Chinen comenzaba a bromear y a no parar de hablar como de costumbre, y muy a pesar de Takaki, esto era una buena señal de que ahora todo estaba bajo control.
De pronto, mientras recogían los platos su teléfono comenzó a sonar, lo sacó de su bolsillo y vio el nombre de Ryosuke en la pantalla, comenzó a dudar si sería buena idea contestar, pero después de unos cuantos segundos se decidió y presiono el botón para responder al mismo tiempo que se alejaba de la cocina mientras Takaki lavaba los platos.
-¿Si?-

Después de que esperara a que Chinen respondiera, al fin este lo hizo, no sabía que decirle.
-Chinen-kun?-
-¿Quién más va a ser?-
Respondió con un leve tono de molestia.


No podía creer que Ryosuke le hubiese llamado tan de repente, pero esta era su oportunidad para hablar un poco con el.
-Quiero disculparme contigo por haberte empujado de esa manera…-
Chinen esperaba un comentario inmediato, pero no hubo nada hasta después de unos segundos.
-Soy yo el que debe disculparse, se que mi comentario estuvo fuera de lugar, pero es que después de verte con ese chico, sentí que te perdía, y en realidad jamás te tuve…-
-No lo digas de esa forma…-
Le dijo Chinen tratando de sonar alentador.
-Es la verdad, siento que me precipité demasiado… solo quería disculparme, de verdad, por todo…-
Después escuchó como Ryosuke dejaba salir un suspiro.
-Todo esta bien… no tienes de que disculparte, yo también tengo parte de culpa por ser como soy, por ser un mentiroso-
Ryosuke estaba a punto de decirle algo cuando de pronto sintió como le quitaban el teléfono, era Takaki.
-Disculpa, mi nombre es Takaki, solo quiero que sepas que aunque Chinen sea un mentiroso para ti, para mi esta bien tal y como es, por que no todo en el son mentiras y eso es algo que descubriste demasiado tarde, ahora por favor déjalo en paz-
Y sin más, Takaki cortó la llamada, después de eso dejo el aparato sobre la mesita de centro y miro a Chinen con los ojos entrecerrados.
-No tenías que haberle respondido si no querrás hacerlo-
Chinen bajó la cabeza.
-Pero si quería hacerlo-
-¿A si?-
-No es lo que imaginas-
Aclaró con voz firme ante la duda de Takaki.
-Simplemente quería disculparme con el, después de todo nada hubiese ocurrido si yo le hubiese dicho la verdad desde un principio-
Takaki pareció molestarse con este comentario.
-Si hubieras hecho eso, tal vez ahora no estarías aquí-
Y sin decir más, caminó hacia el baño y cerró la puerta con fuerza, Chinen comprendió que tal vez había dicho algo mal, después de todo Takaki se había dado cuenta de que Ryosuke decía amarlo y eso no debía de ser algo muy satisfactorio para Takaki.
Lentamente, Chinen se acercó a la puerta del baño y se recargó en ella.
-Takaki… lo siento… de verdad no quise decir eso… entiende que después de todo, esto es por mi culpa-
Esperaba que hubiese algún tipo de respuesta por parte de Takaki, pero no fue así, solo hubo silencio, un silencio bastante incomodo.
-No quiero que pienses que me gustaría estar con el, aunque el supiera la verdad y se me hubiese declarado mucho antes, yo jamás hubiese podido aceptar sus sentimientos, yo nunca lo vi ni lo veré de esa forma, te lo juro-
De nuevo espero por un tipo de respuesta pero no hubo nada.
-¿Acaso tu tampoco vas a creerme?-
Inevitablemente un nudo volvió a hacerse en su garganta.

Takaki pudo escuchar como la voz de Chinen se quebraba con aquella pregunta, no podía soportarlo, sin embargo encontró el escape perfecto a la rabia que sentía por dentro al esconderse en el baño, pero comenzó a sentir que ya era tiempo de salir antes de que algo peor pudiese ocurrir.
Lentamente abrió la puerta y se encontró con Chinen de pié frente a el con una mirada llena de desesperación.
-Si te creo, es solo que no es muy agradable que sientas compasión por alguien que siente algo más que amistad por ti-
De inmediato Chinen entendió lo que sucedía con Takaki y como por arte de magia, una sonrisa picara se dibujó en su rostro, al mismo tiempo que se acercaba provocativamente a Takaki mientras que con uno de sus dedos dibujaba círculos sobre el pecho de este.
-Estas celoso… que interesante-
De inmediato Takaki reaccionó e intento ocultarlo.
-Por supuesto que no-
Dijo en tono fastidioso mientras se alejaba de Chinen y volvía a la cocina para terminar de lavar lo que quedaba.
Entonces Chinen lo siguió y lo abrazó por la espalda.
-Yo se que si, y no sabes como me gusta ver tu cara llena de celos-
-¿A si?-
Preguntó Takaki un poco indiferente.
-Te quiero-
Le dijo Chinen mientras lo abrazaba con un poco más de fuerza, Takaki solo sonrió ligeramente mientras enjuagaba una olla grande.
Sin embargo, por dentro no dejaba de pensar en Ryosuke.
“-No sería mala idea tener una pequeña conversación con ese sujeto-”
Pensó mientras cerraba la llave del agua.
-Hora de dormir-
Dijo Takaki mientras daba media vuelta haciendo que Chinen se soltará de el, y con paso firme me dirigió a su habitación.
-¿Acaso eres mi madre o mi-
-Ya te dije que no es necesario que digas esa palabra-
Takaki no terminaba de acostumbrarse a la palabra “novio” y aún le incomodaba un poco, mientras que a Chinen le divertía ver su rostro ligeramente ruborizado cada vez que intentaba decir “novio”.

martes, 23 de marzo de 2010

Smile me... [Cap. 11]

Capitulo 11

Takaki sabía perfectamente que aquella voz era la de Chinen, y por lo que había alcanzado a percibir aquello había sonado como un grito desesperado, estaba seguro de que algo no andaba bien. Así que lo primero que hizo fue correr hacia la ventana, desde ahí tenía la vista perfecta y lo que vio lo impresionó aún más, y sin pensarlo dos veces, sin decirle a Yabu nada más, salió corriendo del salón.

-Yo, de verdad te amo, por favor tienes que creerme-
Estas fueron las palabras que Ryosuke le dijo al mismo tiempo que lo abrazaba con fuerza, pero en lugar de despertar algún sentimiento dulce o emocionado, lo primero que lo invadió por completo fue la rabia, de inmediato las imágenes de aquel pasado comenzaron a pasar agresivamente por su cabeza una y otra vez.
-¿Te burlas de mi?-
Preguntó en voz baja, trataba de calmarse un poco.
-Por supuesto que no, esto es lo que siento por ti-
Respondió Ryosuke con cierto tono de desesperación en la voz. Esto a Chinen le pareció el colmo, comenzaba a sentirse realmente asqueado de tener a Ryosuke tan cerca, después de todo lo ocurrido y ahora le dice que lo ama, era por completo una estupidez muy grande, que por supuesto, no estaba dispuesto a seguir escuchando.
-¡¡¡NO ME TOQUES!!!-
Gritó con desesperación y con todas sus fuerzas, su voz resonó por toda la escuela, al mismo tiempo que empujaba a Ryosuke con todas sus fuerzas, haciéndolo caer inevitablemente al suelo.
Este, confundido, estaba a punto de intentar levantarse, cuando al ver el rostro de Chinen se quedó completamente en blanco.
La cara de Chinen reflejaba ahora demasiado rencor y furia, al mismo tiempo que sus ojos amenazaban con explotar en un mar de lagrimas. Entonces, de pronto, escucho unos pasos que corrían hacia el.
-¿Qué sucede?-
Chinen no podía moverse, no podía dejar de mirar a Ryosuke, pero sabía perfectamente que esa era la voz de Takaki.

Mientras más se acercaba, más se preocupaba, Chinen no se movía, y la expresión en su rostro era demasiado dolorosa, jamás lo había visto así.
En cuanto estuvo ahí, le preguntó a Chinen lo que ocurría, pero no obtuvo respuesta, después miró al chico que se encontraba tirado en el suelo, este tenía una expresión de tristeza y asombro.
-Por favor… no me mires así… no de nuevo… por favor-
Al parecer Chinen intentaba calmarse, puesto que cerro los ojos y rápidamente limpio sus ojos de las lagrimas que habían estado a punto de salir por completo, y desviando la mirada dijo con voz fría, una voz que Takaki jamás había escuchado.
-Solo vete, lárgate de aquí, ya te lo dije muchas veces, no te acerques a mi, y nunca me vuelvas a decir esas palabras-
Ryosuke comprendió que era el momento de retirarse, al parecer las cosas habían terminado peor de lo que imaginaba, y poniéndose torpemente de pie, se sacudió el pantalón y se marchó del lugar sin decir nada.

Chinen seguía sin moverse, Takaki trataba de comprender, quería preguntar, pero no sabía si sería buena idea ahora.
Así que lo único que pudo hacer fue abrazar a Chinen suavemente, pegándolo delicadamente a su cuerpo mientras le acariciaba la cabeza.
-Tranquilo, ya se fue-
Al sentir los protectores brazos de Takaki rodear su cuerpo, no pudo evitarlo más y todas aquellas lagrimas que había tratado de contener, salieron feroces, mojando rápidamente sus mejillas y el suéter de Takaki. Este sin poder hacer nada más, se dedico a acariciar tiernamente la nuca del menor para que se tranquilizara poco a poco, de alguna manera, el incesante y doloroso llanto de Chinen le causaban una punzada en el pecho que no lo dejaba respirar bien.
Minutos después Chinen logró calmarse y se separó un poco del cuerpo de Takaki, con la cabeza baja le dijo.
-Lo siento, he mojado tu suéter…-
-Eso no tiene importancia, será mejor que vayamos a casa-
-¿A casa?-
Preguntó Chinen ingenuo.
-Bueno… quiero decir… vayamos a mi departamento, anda-
Y abrazando de nueva cuenta al menor, esta vez por los hombros, se lo llevo a paso lento del lugar, caminando juntos rumbo a la estación.

Desde el salón de clase, Yabu pudo observarlo todo, mientras un tremendo dolor en el pecho lo mataba por dentro y una lágrima recorría su mejilla.
Rápidamente limpió su rostro, se dio media vuelta, tomo sus cosas y salió del salón, no había nada más que hacer ahí, así que ir a casa era lo mejor que podía hacer, pero de pronto, en el momento en el que abrió la puerta, se topó con su compañero de clase y mejor amigo, Hikaru Yaotome.
-¿De nuevo llorando?-
Le preguntó con una expresión preocupada mientras lo veía fijamente a la cara.
-No digas tonterias-
Respondió Yabu mientras fingía una sonrisa y hacía a un lado a Hikaru para poder pasar.
-¿Otra vez es por Takaki cierto? ¿Hasta cuando vas a entender que alguien como el-
-¿Puedes callarte? No quiero escuchar tus sermones ahora-
Hikaru comprendió la situación, Yabu no estaba de humor para escuchar lo que Hikaru siempre pensó de Takaki, así que solo se limitó a caminar a su lado sin decir nada más.

En todo el camino no se dirigieron la palabra, sin embargo Takaki nunca soltó a Chinen, aunque el vagón del tren iba lleno de gente, en lugar de soltarlo simplemente lo abrazaba con más fuerza.
Mientras que el menor llevaba una expresión vacía en su rostro, parecía ser una especie de zombi el que iba junto a Takaki, y esto preocupaba en demasía al mayor.
Cuando al fin hubieron llegado al departamento, Takaki sentó a Chinen en el pequeño sillón, después se dirigió a la cocina y regresó con un vaso con agua para el.
-Gracias-
Dijo con una sonrisa débil y comenzó a beber.
-Iré a comprar algunas cosas, no tardo-
-De acuerdo-
Respondió débilmente mientras volvía a tomar otro trago de agua, Takaki no quería dejarlo solo, pero no se atrevía a preguntarle nada aún, así que lo único que se le ocurrió fue ir a comprar los ingredientes necesarios para la cena.
Por otro lado, Chinen se encontraba en una especie de trance, en cuanto escuchó la puerta cerrarse, pudo darse cuenta de que estaba solo, Takaki se había ido, de pronto comenzó a sentir una desesperación y un vacío indescriptibles, y sin poder contenerse más, furiosas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, una tras otra, acompañadas de un sentimiento lleno de soledad que el mismo no lograba comprender, y de pronto, unos cuantos recuerdos del pasado se hicieron presentes en su mente.

-“Desde su primer día de escuela, Ryosuke se hizo su amigo con gran facilidad, aunque eso no era nada nuevo, Chinen tenía una facilidad enorme para hacer amigos en cualquier lugar, y cuando menos se dio cuenta, el y Ryosuke ya eran inseparables.
Toda su vida Chinen siempre había sido un mentiroso, siempre le mostraba a la gente una cara completamente distinta a la real, jamás decía verdaderamente lo que sentía o pensaba, todo eran siempre mentiras, no podía negar que con Ryosuke era así al principio, pero la amistad entre ambos comenzó a ser tan estrecha que Chinen no tenía necesidad de mentir, aunque este nunca notará su doble personalidad.
De pronto, una tarde todo cambio, fue tan rápido que no parecía real.
-No lo puedo creer de ti-
Escuchó decir a Ryosuke de pronto, no lograba comprender del todo el significado de aquel comentario.
-¿Qué quieres decir Yama-chan?-
Preguntó al mismo tiempo que se acercaba a el, pero este, con una mirada furiosa, lo alejó empujándolo lejos de el con fuerza.
Chinen se tambaleo un poco, miraba atónito la expresión fría de Ryosuke.
-¿Qué ocurre?-
-¿Cuánto tiempo pensabas burlarte de mi?-
Ahora lo comprendía todo, había sido descubierto, debía admitir que al principio de mostró totalmente falso ante el, pero eso había cambiado, ¿Acaso no lo había notado?
-Nunca quise burlarme de ti Yama-chan-
-¡¡¡Deja de llamarme así maldito mentiroso!!!-
Gritó Ryosuke lleno de rabia, Chinen no supo como reaccionar así que solo se quedó callado.
-Ahora se que solo deseabas jugar con mis sentimientos, eres una basura, no te quiero cerca de mi, me das asco-
En ese momento Ryosuke no midió el poder tan negativo en esas palabras, así que mirando a Chinen como si este fuese un delincuente al cual odiaba desde hace muchos años, se dio media vuelta y se fue, dejando al chico solo en aquella azotea.
-Creí que me conocías…-
Murmuró Chinen antes de que Ryosuke desapareciera detrás de aquella puerta.-"


Aquellos recuerdos eran dolorosos, ¿Cómo era posible que después de todo lo ocurrido ahora apareciera como si no hubiese ocurrido nada y le dijera que lo ama? Esto era una completa tontería.
Y sintiéndose aún peor, se llevo las manos a la cabeza y siguió llorando en silencio, por más que lo intentaba no podía dejar de llorar.

Minutos más tarde, Takaki entró al departamento, le había costado trabajo elegir los ingredientes adecuados para una cena capaz de levantarle el animo a cualquiera, se sentía un poco tonto, era la primera vez que pensaba así, pero el tan solo pensar en la cara inexpresiva de Chinen, se le oprimía el pecho, debía regresarle aquella sonrisa a como diera lugar.
Pero cual fue su gran sorpresa que al llegar, el departamento estaba vacío. Rápidamente entró, dejo las bolsas de compra sobre la mesa, corrió a su habitación y nada, buscó en el baño, la cocina, la pequeña terraza, y nada, Chinen se había ido.
Entrando de nuevo al departamento, cerrando la gran ventana que daba a la terraza, pudo ver una nota sobre la mesita de centro.

“Perdona, tuve que irme, no puedo estar contigo con esta cara, estaré bien.
Chinen”

“-¿Pero por que te vas?-”
Pensó Takaki mientras arrugaba aquel pedazo de papel y lo tiraba al suelo, resignado, decidió salir a tomar aire fresco a la terraza, deseaba saber lo que había sucedido con el otro chico y Chinen, no podía imaginarse lo ocurrido.
Justo le echaba un vistazo a la ciudad, cuando bajo la cabeza, ahí pudo ver a alguien tirado en el suelo, no muy lejos del edificio, agudizó un poco la vista, casi podía asegurar que se trataba de Chinen, pero no podía precipitarse, tenía que asegurarse primero, así que con calma, sacó su teléfono móvil del bolsillo del pantalón, buscó el número de Chinen, y marcó.
Sonó una, dos, tres veces y respondió.
-Takaki-
-¿Por qué te fuiste?-
“-Se que estas aquí-” Pensó.
Takaki podía observar como aquel chico que se veía no muy lejos respondía el teléfono al mismo tiempo que hablaba con Chinen, definitivamente era el.
-Lo siento-
-¿En dónde estas?-
Hubo un pequeño silencio y después respondió.
-En casa, no te preocupes-
Y sin decir nada más, Takaki colgó.

Cuando salió del departamento de Takaki no sabía a donde ir, no tenía ánimos de volver a casa, así que solo se dejó caer al suelo y se sentó recargándose en una pared.
Repentinamente su teléfono comenzó a sonar, tenía cierto temor de responder, pero al ver que era Takaki quien llamaba decidió responder.
Inesperadamente, después de mentir diciendo que estaba en casa, Takaki le colgó.
“-Tal vez se quedo sin batería-”
Pensó Chinen mientras volvía a guardar el aparato en su mochila.
Los minutos pasaron, no sabía a donde ir, no se atrevía a volver con Takaki, y mucho menos ir a casa. De pronto escuchó unos pasos acercarse, pero no les dio importancia, después de todo podría ser cualquier persona, pero una voz lo dejo completamente helado.
-¿A si que ahora esta es tu casa?-
Era la voz de Takaki sin duda, sorprendido levantó la mirada y efectivamente, ahí estaba el frente a el con su expresión de desagrado habitual.
-¿Por qué mientes? ¿Por qué te vas así?-
Chinen se quedó en silencio, no sabía que responder, entonces Takaki se puso en cuclillas para poder verlo de frente.
-¿No vas a responderme?-
Segundos después Chinen intentó hablar.
-Yo…-
No pudo decir nada más, todo el cuerpo comenzaba a temblarle, entonces, pudo ver como Takaki se ponía de pie nuevamente.
-Si vas a mentirme de nuevo mejor no respondas-
Y se dio media vuelta, dándole la espalda, de pronto, Chinen imaginó que se iría y lo dejaría solo, así de un solo movimiento, se puso de pie y abrazó fuertemente a Takaki por la espalda.
-Por favor no te vayas, no digas que soy un mentiroso… no me dejes solo-
Y aferrandose con fuerza a la cintura de Takaki, Chinen comenzó a sollozar débilmente.
Esta era la primera vez que Takaki escuchaba a Chinen suplicar tan desesperadamente, de pronto, algo le oprimió el pecho, sin saber porque comenzó a sentirse un poco culpable, tal vez había sido demasiado frío, así que tomó las manos de Chinen, se liberó de su agarre y giró lentamente, después lo abrazo gentilmente, pegándolo suavemente a su cuerpo y acariciando su cabeza con delicadeza.
-Tranquilo, no voy a dejarte, no te atrevas a imaginar ni a pensar algo así-
Le dijo Takaki con voz suave, Chinen solo movió la cabeza en forma afirmativa mientras se aferraba más al cuerpo de Takaki.
-¿No vas a preguntar?-
Logró decir Chinen con voz débil.
-Si no me lo quieres decir ahora esta bien, solo quiero que sepas que no me gusta verte así-
Escuchar estas palabras y la suave voz de Takaki era un alivio inmenso para Chinen, así que separándose un poco de el, le dijo con una sonrisa débil y con los ojos llorosos.
-Mejor regresemos, es una larga historia-
Takaki solo le dio unas palmaditas en la cabeza, tomó su mano y ambos caminaron de regreso al departamento, había mucho por contar y Chinen estaba dispuesto a decirlo todo, hasta lo ocurrido esa misma tarde

sábado, 20 de marzo de 2010

I'm Yours [Cap. 4]

Capitulo 4

Al terminar de desayunar, ambos salieron del lugar.
-¿Qué quieres hacer ahora?-
Preguntó Yuma con una sonrisa.
-No lo se, no podemos ir a muchos lugares ahora…-
-Yo no estaría tan seguro, sígueme-
Y sin importarle la demás gente, tomo a Chinen de la mano y se lo llevo, al principio este se sintió un poco extraño, pero después de unos segundos se acostumbro a aquella sensación y tomó más fuerte la mano de Yuma.
Ambos comenzaron a dar un pequeño paseo por las calles, iban disfrazados, así que no había problema, además era horario de clases y la mayoría de las fans deberían estar estudiando, así que no había tanto problema sobre eso.
Pasearon por algunas tiendas, corrieron y jugaron por las calles en donde no había gente, todo era perfecto, hasta que se cansaron y se detuvieron en un pequeño parque, por que cual no transitaba ni un alma.
-Es agotador tener que esconderse de la gente-
-¿No te gusta?-
Pregunto Yuma un poco curioso.
-Si te refieres a tener que esconderme, bueno, resulta ser algo desesperante, pero si te refieres al trabajo, me fascina, amo lo que hago-
-Eso lo se, como también sé tu obsesión por Ohno-san-
Dijo Yuma con un tono de burla.
-No es obsesión, es que nadie comprende que es el ser mas maravilloso y perfecto, además es muy amable conmigo, le alegra que yo sea su admirador-
Expresó Chinen con orgullo.
-¿Estas seguro de que eso no es obsesión?-
-¡Oye!-
Yuma comenzó a reír ante la expresión de berrinche de Chinen.
-Es realmente fácil hacerte enojar-
Dijo mientras se reía un poco.
-Yo no le encuentro lo divertido-
En ese momento Chinen le dio la espalda a Yuma, mientras que se cruzaba de brazos.
-¿Estas molesto cierto?-
Preguntó Yuma un poco preocupado.
-No lo estoy-
Pero Chinen seguía sin voltear a verlo, ante eso, Yuma pensó un poco, y sin decir nada, lenta y silenciosamente se acercó a el, entonces, tiernamente lo abrazo, rodeando su cuerpo con sus brazos y acercándolo a su cuerpo.
-Lo siento-
Chinen se quedó callado unos segundos, después disfrutó un poco más del cálido abrazo de Yuma, segundos después le dijo con una picara sonrisa.
-Te perdonaré con una condición-
-De acuerdo-
Respondió Yuma bastante serio y dispuesto a escuchar a Chinen.
-Primero, tienes que soltarme-
Yuma no comprendía muy bien, y aunque no quería hacerlo, finalmente soltó a Chinen-
-Bien, ahora tienes que cerrar los ojos-
Y sin decir ni preguntar nada, Yuma siguió las indicaciones de Chinen sin entender muy bien del todo lo que este quería.
-Muy bien, ahora no debes moverte-
Entonces, ya que tenía a Yuma por completo bajo su control, comenzó a acercarse lentamente a su rostro, tratando de respirar suavemente para que Yuma no se diera cuenta de que el se estaba acercando, entonces, lenta y suavemente, junto sus labios con los de Yuma, este deseaba abrir los ojos, pero sabía que no era buena idea, así que solo se dejo llevar por la situación, y los dos al mismo ritmo, comenzaron a besarse dulcemente, profundizando poco a poco aquel beso. Mientras el beso avanzaba, Chinen tomó entre sus manos el rostro de Yuma, y este rodeo con sus brazos la cintura de Chinen, ambos sentados aún en aquella banca del parque completamente solo.
Instantes después aquel beso termino, ambos se separaron y lentamente abrieron los ojos.
-Te quiero-
Susurro Chinen muy cerca del oído de Yuma y este hizo lo mismo.
-Yo te quiero aún más-
Ambos se sonrieron dulcemente y se abrazaron, Chinen se acurrucó en el pecho de Yuma y este lo abrazo tiernamente.
Para Chinen era increíble lo protegido que lograba sentirse al estar junto a Yuma, en esos momentos deseaba con todo su corazón que el tiempo se detuviera, que el no tuviera que volver a las grabaciones, que pudieran estar juntos mucho más tiempo, pero como las cosas no siempre son como uno las quiere, Chinen tuvo que regresar a la realidad, separándose lentamente del cuerpo de Yuma.
-¿Ocurre algo?-
-No, es solo que, quiero que hagamos más cosas juntos, el día se pasa muy rápido y quiero lo suficiente de ti para no extrañarte tanto cuando vuelvas a las grabaciones-
Yuma solo sonrió ante este comentario.
-De acuerdo, el día de hoy haremos todo lo que tu pidas, así que puedes comenzar-
-Bien, primero vayamos a otro lugar, no quiero quedarme en este parque más tiempo, comienza a asustarme lo desolado que esta-
Y es que realmente el lugar estaba completamente solo, como si la gente no supiera que ahí había un parque, y los únicos que habían logrado encontrarlo habían sido ellos.
-A mi me parece un buen lugar, al menos aquí nadie nos molesta-
Chinen pensó detenidamente las cosas, después de todo Yuma tenía razón.
-Pues… supongo que estas en lo cierto, después de todo nadie parece venir a este lugar ni por equivocación-
-¿Estará embrujado?-
-No lo creo, además si comienzas a querer asustarme sabes perfectamente que saldrás perdiendo, eres mucho más cobarde que yo-
-En eso tienes razón, mejor hablemos de otra cosa-
Dijo Yuma con un poco de nerviosismo en la voz. Entonces Chinen se puso de pie y extendió su mano.
-Vayamos a otro lugar ¿de acuerdo?-
Yuma sonrió y tomó la mano de Chinen al mismo tiempo que se ponía de pie.
-¿A dónde iremos?-
-No lo sé… no he pensado en un lugar en especifico-
-Bueno, en ese caso, solo caminemos un rato ¿de acuerdo-
Propuso Yuma, Chinen solo sonrió en forma de aprobación y ambos comenzaron a caminar tomados de la mano fuera del parque.

Caminaban y caminaban si un rumbo fijo por las calles de la ciudad, comenzaba a ser más tarde por lo que el número de gente por las calles iba en aumento, de pronto Chinen tuvo curiosidad por mirar su reloj.
-Ya son las tres, a esta hora las clases han terminado-
-¿Tienes que volver a casa?-
Chinen se quedó pensativo.
-Solo para dejar mis cosas, mi madre no debe saber que falte a clase-
-De acuerdo-
Le respondió Yuma con una sonrisa.
-¿No tienes trabajo?-
-Oh… lo olvidaba… a las cinco tengo ensayos…-
Para animar a Chinen, Yuma lo abrazó por el hombro y lo pego a su cuerpo.
-No te preocupes, puedo esperar a que termines, mientras puedo darme una vuelta por ahí, ¿en donde tienes los ensayos?-
-Por ahora son en la compañía, la próxima semana serán en el escenario-
-¿Tan pronto?-
-Tenemos que acostumbrarnos al espacio del lugar, tu sabes-
-Bien, pues entonces primero vayamos a tu casa-
Chinen asintió y abrazó de vuelta a Yuma rodeando su cintura con el brazo.

Después de un rato, ambos llegaron a casa de Chinen, entraron, al parecer no había nadie.
-¡Ya estoy en casa!-
Gritó Chinen, Yuma entró detrás de el cerrando la puerta.
-Mi madre no esta de nuevo, bien, vamos-
Y le hizo una señal a Yuma para que lo siguiera a su habitación. Al entrar Chinen dejó su mochila encima de su escritorio, se quitó el suéter de la escuela y lo dejó sobre la cama.
-Esta es la primera vez que entro aquí, es tal y como lo imaginaba-
Dijo Yuma mientras miraba detenidamente la habitación de Chinen, todo tan normal, y como lo esperaba, en una pequeña repisa se encontraban todos sus CDs y singles de Arashi, al parecer comenzaba a acostumbrarse a que amara tanto a ese grupo.
Mientras Yuma observaba los discos de Arashi, Chinen comenzó a desvestirse, Yuma no lo había notado y sin querer se giró para verlo y preguntarle algo acerca de uno de los discos.
-¿Este es el nuevo-
Pero se quedó completamente sorprendido al ver a Chinen solo en ropa interior, pero a este pareció no importarle, en cambio Yuma se sonrojó de inmediato y se giró en seco dándole la espalda.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó confundido al ver la expresión de Yuma.
-Nada… ehm… solo… quería saber si este es el nuevo-
Dijo levantando el disco para que Chinen lo viera, pero lo que Yuma no se esperaba era que este se acercara para verlo más de cerca.
-No, el nuevo es el que esta sobre el escritorio-
Chinen estaba extrañado, Yuma seguía dándole la espalda.
-¿Qué te ocurre?-
-Nada… solo… ¿podrías vestirte?-
En ese momento Chinen comprendió el por qué de la actitud tan extraña de Yuma, al mismo tiempo dejo salir una pequeña sonrisa traviesa.
-¿Te incomoda verme así?-
Al mismo tiempo que decía estas palabras se colgó del cuello de Yuma, pegando su cuerpo a la espalda del chico.
-Un poco…-
Admitió.
-Pero no tiene nada de malo, ¿o si?-
-No se trata de eso…-
Respondió Yuma aún nervioso.
-¿Entonces?-
Preguntó Chinen al mismo tiempo que le mordía la oreja a Yuma, haciendo que este se ruborizará por completo.
-¿Qué pretendes?-
Logró preguntar con mucho esfuerzo, pudo sentir como Chinen se reía un poco.
-¿Qué es lo que deseas que pretenda?-
-Nada…-
Respondió Yuma mientras tragaba saliva. Chinen hubiese continuado con esa actitud seductora de no ser por que la puerta de la casa se escuchó al mismo tiempo que la voz de su madre.
-Mejor me doy prisa, no quiero llegar tarde-
-De acuerdo-
Yuma siguió dándole la espalda, mientras que Chinen se dirigió al armario, de ahí sacó un poco de ropa y en unos minutos más estuvo listo, después metió unas pocas cosas en una maleta y se la colgó al hombro.
-Estoy listo-
Cuidadosamente Yuma se giró para ver a Chinen, al ver que este ya estaba completamente vestido dejo salir un pequeño suspiro de alivio.
-Bien, será mejor que nos vayamos ahora si queremos llegar a tiempo-
Y antes de que diera el primer paso hacia la puerta, Chinen lo tomó del brazo, deteniéndolo un poco, después caminó un poco, lo miró con una sonrisa algo traviesa y le dijo.
-Te salvaste, pero en la próxima ocasión no tendrás salvación-
Dicho esto le volvió a sonreír, lo soltó y caminó hacia la puerta, saliendo primero de la habitación, en cambio, Yuma se quedó unos segundo en un estado de shock, después rió torpemente mientras se llevaba la mano a la cabeza al mismo tiempo que también salía de la habitación.

En el camino rumbo a la compañía, ambos platicaban de tantas cosas, después de todo debían de recuperar el tiempo perdido, conversaban muy amenamente mientras iban en el tren. De pronto, justo una estación antes de llegar, Chinen se dio cuenta de que estaban casi solos en el vagón, solo había un par de señoras al final de vagón, y les estaban dando la espalda, de ahí no había nadie más.
-Yuma-
-¿Si?-
Respondió al mismo tiempo que se giraba un poco para ver a Chinen, pero este actuó de inmediato, y sin que Yuma pudiera reaccionar, rápidamente le planto un tierno beso en los labios.
Se quedó así por unos segundos esperando respuesta, la cuál llego un poco lenta. Ambos comenzaron a besarse tierna y dulcemente mientras el tren avanzaba, aquel beso les sabía tan bien, y justo antes de que el tren se detuviera, se separaron lentamente.
-¿Por qué siempre me tomas desprevenido?-
-¿Acaso tiene sentido que te avise lo que tengo en mente?-
Preguntó Chinen con un poco de sarcasmo mientras se reía.
-Al menos podrías intentarlo-
-Pero así ya no es divertido-
Y antes de que Yuma pudiese agregar algo más, Chinen se puso de pie, el tren se había detenido.
-Hemos llegado-
Yuma solo dejó salir un suspiro y en seguida se puso de pie.

Los dos entraron juntos en el gran edificio de la compañía, se fueron directamente hacia el elevador, ambos sabían perfectamente en donde se encontraba el salón de ensayos.
Como si nada, Yuma y Chinen seguían conversando durante todo el camino, aunque solo fueran cosas tontas, a ellos no les importaba, y no podían evitar el reírse de vez en cuando.
Cuando salieron del elevador, se encontraron con Ryutaro y Takaki, los cuales se encontraban platicando antes de entrar al salón de ensayos, ambos los saludaron y continuaron con su camino.
Pero la buena y tranquila atmosfera que había entre los dos cambió por completo cuando antes de entrar al salón, se encontraron con Ryosuke, el cual estaba solo, recargado en la pared con los ojos cerrados.
A Yuma le llamó la atención aquello, puesto que podía apostar que estaba conteniéndose lo mejor que podía para no llorar.
En cambio el único que parecía no darse cuenta de nada era Chinen, el cual se acercó como de costumbre a Ryosuke para saludarlo.
-Hola Yama-chan-
Lentamente Ryosuke abrió los ojos y miró a Chinen, pero de inmediato sus ojos se clavaron en Yuma, al cual le dirigió una fría mirada.
-Hola-
Respondió fríamente, después dio un paso al frente y se alejó de ellos.
-¿Qué le sucede?-
Preguntó Chinen mientras veía a Ryosuke entrar al salón y este comenzaba a practicar lo primero que se le había venido a la mente.
-Puede que este algo frustrado-
Respondió Yuma, no quería decirle aún a Chinen lo que sospechaba de Ryosuke, después de todo aún no estaba seguro de nada.
Justo después de esto, Yuto se acercó alegremente a ellos.
-Chinen-kun, Nakayama-kun, hola-
Como siempre, Yuto estaba sonriente, pero había algo en aquella sonrisa que a Yuma le pareció demasiado falsa.
-Nakajima-kun, cuanto tiempo sin verte-
Saludó Yuma.
-Iré a dejar mis cosas, puedes esperarme aquí si quieres-
Dijo Chinen dirigiéndose solo a Yuma.
-De acuerdo, suerte-
Le respondió con una sonrisa, y sonriendo de igual forma, Chinen entró al salón, dejó sus cosas en un pequeño rincón y junto con Yabu, comenzó a hacer sus ejercicios de estiramiento.

Mientras tanto, Yuma no pudo evitarlo más y aprovechando que estaba a solas con Yuto, se atrevió a decir.
-Luces mal… ¿Ocurre algo?-
Yuto miró sorprendido a Yuma, y sin poder evitarlo bajo un poco la cabeza.
-¿Se nota demasiado?-
-Un poco, aunque Chinen no pudo darse cuenta, yo sé que algo no anda bien, además de que primero vi a Yamada-kun, el también lucía mal, aunque el no puede ocultarlo en lo absoluto, al menos tu lo intentas-
Yuto solo dejo salir una débil sonrisa.
-Las cosas están peor de lo que esperaba, aún se niega rotundamente a escucharme, lo intento todo, pero todo parece indicar que de verdad me odia, comienzo a volverme loco-
La voz de Yuto comenzaba a quebrarse un poco.
-¿Seguro lo has intentado todo?-
-Siempre que me acerco a el me aleja, me ignora y se va, aunque delante de los demás no me trata así, cuando estamos a solas lo hace, ya no se que hacer para que me escuche-
Yuma solo dejo salir un suspiro y le dio a Yuto unas palmaditas en el hombro.
-Debes estar muy desesperado, pero no te rindas, el debe saber que todo fue un error, debes lograr que te escuche-
Con una débil sonrisa Yuto miró a Yuma.
-Ahora lo que más me preocupa es lo que intenta hacer con Chinen-
-Lo sé… bueno, solo tengo una ligera sospecha-
Dijo Yuma con voz seria.
-Dice que esta enamorado de el, pero yo se perfectamente bien que no es así, que solo quiere escaparse, y como malinterpreta las cosas contigo también, quiere alejarlo de ti, el cree que le estas haciendo daño a Chinen-
El tono de voz de Yuto era demasiado serio y lleno de preocupación, Yuma solo se quedó callado mientras miraba dentro del salón como Chinen ensayaba, de pronto pudo sentir la fría mirada de Ryosuke.
-Tengo que hablar con el-
Dijo Yuma mientras le devolvía la mirada a Ryosuke.

jueves, 18 de marzo de 2010

Smile me... [Cap. 10]

Capitulo 10

Al llegar a la escuela, todas las chicas se la pasaban murmurando, les parecía realmente impactante e interesante que Chinen estuviese tan cerca de Takaki, y por este simple hecho no se atrevían a acercarse a saludarlo.
En cuanto se separaron en el pasillo, ya que ambos tomaban caminos diferentes, Takaki notó que en cuanto estuvo a unos cuantos pasos lejos de Chinen, las chicas corrieron para acercarse a el.
-Chinen-kun, buenos días-
-Chinen-kun ¿acaso eres amigo de Takaki-kun?-
-Dinos Chinen-kun ¿por qué le hablas tanto a Takaki-kun?-

Sin embargo, Chinen solo les sonreía a estas chicas sin decirles nada, Takaki logró escuchar estas preguntas y no pudo evitar el molestarse ligeramente, pero tenía una idea, sin embargo lo haría después, ahora debía darse prisa o llegaría tarde a clase.
Cuando entró al salón, sorpresivamente, Yabu no lo saludó como de costumbre, pudo notar que este se encontraba con su grupo de amigos de siempre, platicando muy normalmente.
Takaki decidió no darle importancia y se fue directamente a su lugar, aunque no podía evitar el sentirse extraño, Yabu era el único que al menos le dirigía la palabra, y ahora parecía querer ignorarlo.
Y es que cuando escuchó la puerta abrirse, miró discretamente, era Takaki quien entraba, pero no tenía ánimos para hablarle, sintió una leve punzada en el pecho, pudo sentir como Takaki esperaba que lo saludara, pero no quería hacerlo.

Por otro lado, como de costumbre, Chinen estaba rodeado de chicas, había hecho todo lo posible por cambiarles el tema y hablar de otras cosas, de todo menos de Takaki, haciéndolas reír con comentarios tontos y haciendo sonrojar a alguna que otra chica con comentarios coquetos, al final la profesora entro al salón, obligando a todas las chicas a volver a sus respectivos lugares, causando el alivio de Chinen. “-¿Hasta cuando van a dejar de molestarme? Son tan tontas-”
Pensó mientras les lanzaba una fría mirada a las chicas que estaban acomodándose en sus lugares.
-Bien, hoy comenzaremos con la lección 23 de su libro de inglés-
Indicó la profesora, y de inmediato todos sacaron sus libros, pero para desgracia de Chinen, el lo había olvidado, enojado por eso, solo se limitó a sacar su cuaderno de notas, odiaba olvidar las cosas importantes.
De pronto, la profesora estuvo frente a el.
-¿Y su libro Chinen-kun?-
-Lo olvide-
Respondió con fastidio, entonces de inmediato la chica que estaba frente a el se giró y con su libro en la mano le dijo con voz chillante.
-Puedes usar el mío Chinen-kun-
Sin darse cuenta, Chinen miró a la chica de una forma muy fría, como si la odiara, y es que en realidad lo que más odiaba era ese tono de voz tan chillante y fastidioso, lo ponía de mal humor.
La chica al notar la fría mirada de Chinen miró al chico con asombro, entonces al ver la expresión de la chica se dio cuenta de que estaba actuando de una manera errónea, por lo que trato de remediarlo.
-No te preocupes, estaré bien, escucharé atentamente y tomaré mis notas, profesora, esto no volverá a ocurrir-
Dijo esto ultimo dirigiéndose muy sonriente a la profesora, después miró a la chica y le guiñó el ojo susurrándole un “Gracias” en tono coqueto que provocó de inmediato el sonrojo de la chica.
“-Son realmente fáciles de manipular-”
Dijo para sus adentros mientras la chica se giraba toda sonrojada, así la clase continuo sin mayor problema.

Takaki tomaba sus clases como de costumbre, aunque Yabu seguía sin dirigirle la palabra para nada, normalmente si este necesitaba algo, como goma o algo por el estilo, se lo pedía a Takaki, pero esta vez no era así y recurría a sus demás compañeros, esto comenzaba a ser muy extraño, y mientras lo observaba detenidamente pensó.
“-¿Será buena idea hablar con el?-”
Entonces, Yabu se sintió observado y automáticamente se giró para encontrarse con la fija mirada de Takaki, al principio se sorprendió un poco pero después desvió la mirada y se giró para continuar con sus apuntes.
“-Definitivamente tengo que hablar con el-”
Pensó, la actitud era muy extraña, pero hablaría con el después, ahora era la hora del descanso y tenía algo muy importante que hacer, así que guardó sus cosas lo más rápido que pudo y salió a toda prisa del salón, debía darse prisa.
Mientras tanto, Yabu solo observó como Takaki salía corriendo, podía imaginarse, e incluso asegurar, que iba a ver a Chinen, así que sintiéndose ligeramente lastimado, comenzó a guardar sus cosas y salió con un grupo de chicos rumbo a la cafetería.

Al fin el receso había llegado, necesitaba estirarse un poco, pero sobre todo, necesitaba ver a Takaki, estaba realmente ansioso, así que guardó sus cosas, estaba a punto de ponerse de pie cuando un grupo de chicas volvió a rodearlo.
“-¿Y ahora que quieren?-”
Pensó Chinen mientras las veía con un ligero fastidio casi imperceptible.
-Chinen-kun, ¿almorzaras con nosotras?-
-Esperamos que hoy no estés con Takaki-kun, no es que nos moleste, es solo que…-
-Pensamos que no es una buena idea estar cerca de alguien como el-
Chinen comenzaba a fastidiarse de esos comentarios, pero no podía decirles claramente todo lo que pensaba acerca de ellas, después de todo, aún tenía una imagen que cuidar.
-Aún no comprendo como es que puedes hablar con alguien como Takaki-kun-
-Es cierto-
Chinen estaba a punto de decirles, de una manera gentil, que lo dejaran en paz, de pronto, escuchó la voz de Takaki por detrás de aquellas chicas.
-Si me dirige o no la palabra es asunto de el ¿no lo creen?-
Asustadas, las chicas se giraron para encontrarse con Takaki, el cuál tenía una sonrisa burlona en el rostro.
-Si el esta o no conmigo no tiene nada que ver con ustedes ¿de acuerdo señoritas?-
Y abriéndose paso entre las chicas, se acercó a Chinen, se detuvo justo detrás de el y lo abrazó por la cintura, provocando una total expresión de sorpresa en todas las chicas.
-Ahora si me permiten, tengo hambre, hasta luego-
Entonces Takaki comenzó a empujar a Chinen, sin soltarlo, llevándoselo lentamente, obviamente el chico estaba ligeramente ruborizado, pero al mismo tiempo feliz, muy pocas veces Takaki actuaba así y era realmente cómodo ser llevado de esa forma por el, se sentía tan bien.
Mientras tanto, todas las chicas del salón estaban completamente en un estado de shock, no podían creer lo que había sucedido, hasta que una de ellas logro decir suavemente.
-¿Acaso dijo “Tengo hambre”?-
De pronto, todas se quedaron en silencio, al parecer analizaban la situación, después de unos segundos todas comenzaron a gritar como locas. Ahora había un gran misterio alrededor de Takaki y Chinen que hacia volar su imaginación, sin saber que tal vez todo eso fuese verdad.

-No tenías por que haber hecho eso-
Dijo Chinen mientras tomaba un poco de su jugo de uva y Takaki terminaba de comerse su último onigiri.
-¿Lo dices por que esto tal vez arruine tu imagen de niño conquistador?-
-No lo digo por eso, simplemente que las chicas y todos los demás ya hablan demasiado de ti, ahora habrá más motivos, será divertido ver tu cara cada vez murmuren algo pervertido cerca de nosotros-
De repente la expresión despreocupada de Takaki cambió por una de completo desagrado.
-No había pensado en eso-
Chinen comenzó a reírse muy fuerte, afortunadamente se encontraban aislados del resto de la escuela y nadie podía verlos ni mucho menos escucharlos.
-Todo esto es tu culpa-
-¿Por qué lo dices?-
Dijo Chinen aún riéndose entre palabras.
-Por tener a tantas niñas tontas a tu alrededor quejándose de que estas a mi lado, es realmente desesperante escucharlas-
-¿Así que las escuchaste?-
-Desde esta mañana-
-¿Y eso te afecta cierto?-
Takaki se quedó callado y solo suspiró un poco enfadado, de pronto, sin que se diera cuenta, Chinen lo abrazo del cuello y acerco su rostro demasiado al de el.
-Me encanta ver tu rostro molesto, eso me demuestra lo mucho que te preocupas por mi-
-Yo no-
Pero fue interrumpido por los labios de Chinen sobre los suyos, al principio se sorprendió un poco, pero solo pasaron un par de segundos para que respondiera a aquel beso.
Lentamente se besaban, era tan dulce y suave, ambos no tenían ninguna intensión de separarse, pero como todo lo que empieza debe terminar, tuvieron que terminar con el al escuchar la campana sonar, el descanso había terminado y debían volver a clase.
-No quiero volver-
Dijo Chinen sin soltar a Takaki.
-Anda, tenemos clase, nos veremos al terminar ¿de acuerdo?-
-No quiero-
-No me dejas opción-
Y poniéndose de pie, con Chinen aún colgando de su cuello, le dijo con voz amenazadora.
-Si continuas así, no me dejas más opción que-
Y sin terminar con la frase, junto sus fuerzas y cargó a Chinen.
-¿Qué pretendes Takaki?-
Preguntó este sorprendido.
-Te llevaré a tu salón.
-No puedes hacer eso-
Dijo Chinen completamente sonrojado y pataleando desesperado.
-No me dejas opción-
Y Takaki comenzó a caminar.
-¿A si? Pues si haces esto te besaré al llegar al salón frente a toda la clase-
Takaki se detuvo y miró fríamente a Chinen, acercó lentamente su rostro al del menor y le dijo con voz seductora.
-Quiero ver que te atrevas-
Pero Chinen no iba a ser derrotado tan fácilmente.
-No me retes Takaki-
Le dijo con el mismo tono seductor en la voz. Ambos estaban a punto de besarse de nuevo cuándo escucharon unas voces aproximarse, entonces Takaki bajó a Chinen rápidamente, esperaron a que no se escuchará nada, al parecer no habían sido descubiertos, y ante el repentino susto que acababan de experimentar, ambos se miraron y comenzaron a reírse torpemente.
-Será mejor volver, no quiero llegar tarde a mi clase-
-De acuerdo-
Respondió Chinen de mala gana, y ambos comenzaron a caminar rumbo al edificio, después ambos se separaron y cada uno partió rumbo a su salón.

En cuanto Chinen entro al salón, las miradas de todas las chicas que habían presenciado lo que Takaki había hecho, se clavaron en el como cuchillos, después comenzaban a cuchichear cosas a su espalda, pero Chinen pensó que no sería buena idea tratar de aclarar las cosas, después de todo lo que pensaran todas esas chicas no tenía importancia para Chinen.

Por otro lado, Takaki entró a su salón, como de costumbre nadie notó su presencia, pero eso no le importaba, lo que lo tenía realmente preocupado era la actitud tan distante de Yabu, así que antes de irse a su lugar lo localizó rápidamente, estaba muy cómodo conversando con una chica, pero eso no le importo, y antes de que el profesor llegará tenía que decirle algo.
-Perdón si interrumpo algo, ¿me permites un segundo?-
Dijo Takaki dirigiéndose a la chica para que se fuera, y eso hizo.
-Yabu, quiero hablar contigo, te espero al terminar las clases ¿de acuerdo?-
Y sin esperar respuesta, se dio media vuelta y se fue a su lugar, Yabu simplemente se quedó inmóvil, no sabía de que quería hablar Takaki pero no podía continuar ignorándolo de esa manera, así que decidió acceder a hablar con el más tarde.
Mientras tanto, en su lugar, Takaki sacó su teléfono celular de su bolsillo, lo abrió y comenzó a escribirle un mensaje a Chinen:

“Lo siento, tardaré un poco en salir de mi ultima clase,
Pero espérame en la entrada,
Ahí te veré ¿de acuerdo?”

Después presiono el botón -Enviar- y el mensaje se fue, a los poco segundos recibió una respuesta:

“De acuerdo,
Te esperaré, ¿acaso tienes algo
Importante por hacer?”

Takaki lo leyó y respondió cortamente.

“Así es,
Te explico luego”

Ya no hubo respuesta, y minutos después el profesor entro en el salón y la clase comenzó.

Todo el resto del día trascurrió sin más novedades, en cuanto el último profesor salió, Takaki guardó sus cosas y se acercó al lugar de Yabu, esperaron a que no hubiese nadie en el salón, fue cuestión de minutos para que se quedaran completamente solos.
-¿De que quieres hablar conmigo?-
Preguntó Yabu en un tono un poco frío.
-Tal vez sea mi imaginación, de todas formas si no me quieres dar tus razones yo lo entenderé, pero ¿Qué es lo que te esta pasando?-
-¿A que te refieres? No te entiendo-
Respondió Yabu tratando de mantener su misma frialdad.
-Me estas evitando, me ignoras, sin ninguna razón aparente, y eso es extraño, apenas ayer hablamos muy bien y hoy me ignoras por completo, eso es a lo que me refiero-
-Debe ser tu imaginación-
Dijo Yabu mientras desviaba la mirada y caminaba hacia una de las ventanas y sin querer pudo observar como Chinen estaba de pie en la entrada de la escuela, obviamente esperando a Takaki.
-De acuerdo, yo solo quiero que me digas claramente lo que te sucede, pero si vas a dejarme de hablar así de repente, de acuerdo, lo respeto-
Y sin decir más, Takaki se colgó la mochila al hombro, estaba a punto de partir, cuando Yabu vio algo por la ventana y de inmediato detuvo a Takaki.
-Espera-

Cuando Chinen salió de su clase, sabía en donde debía esperar a Takaki, puesto que el tenía algo importante que hacer, así que mientras todas las chicas se despedían con una extraña expresión en el rostro de el, tomo sus cosas, salió del salón y se dirigió a la entrada para esperar a Takaki.
Al llegar ahí se recargo en la pared.
“-Solo espero no tener que estar aquí mucho tiempo-”
Y es que a decir verdad Chinen odiaba esperar a la gente, era algo que nunca hacia, pero tratándose de Takaki estaba dispuesto a hacer una excepción.
Pero había algo que no esperaba que sucediera mientras esperaba, estaba tan concentrado pensando en muchas otras cosas, cuándo una voz muy familiar lo hizo reaccionar.
-Chinen, hasta que te encuentro-
-Te dije claramente que no quiero saber de ti-
-Por favor, no digas esas cosas-
-¿Qué quieres?-
-Solo vine a buscarte, pensé que sería una buena idea invitarte a tomar un helado, que dices-
-No puedo, espero a alguien importante-
-¿A alguien? ¿No será acaso el chico con el que estabas esta mañana?-
Chinen miró molesto a Ryosuke.
-Eso no te incumbe-
-¿Acaso estas…-
-Y si es así ¿Qué?-
-Pero… no puedes hacer eso-
Y sin dejar que Chinen dijese algo más, Ryosuke lo jaló del brazo y lo abrazo tiernamente, de momento Chinen no supo reaccionar, entonces escuchó como Ryosuke le decía al oído.
-Yo, de verdad te amo, por favor tienes que creerme-

Yabu vio esta pequeña escena, no podía permitir que Takaki presenciara algo así.
-Espera-
Entonces Takaki se giró para ver a Yabu.
-No estoy enojado ni molesto contigo si eso quieres saber, es solo que hoy no fue un buen día, no pienses cosas que no son ¿de acuerdo?-
En el rostro de Takaki se reflejo un poco de tranquilidad al escuchar estas palabras, pero de pronto ambos escucharon un grito que llamó su atención, y más la de Takaki, conocía perfectamente de quien era esa voz.

lunes, 15 de marzo de 2010

Beside You [Cap. 12 -FINAL-]

Capitulo 12

Sin decir nada, se quedó observando como Ryutaro acomodaba todo, extraordinariamente con un orden casi perfecto.
-Listo-
Dijo Ryutaro con una expresión de completa satisfacción en el rostro.
-¿Seguro que vas a dormir ahí?-
-Por supuesto, además no puedes quejarte, no dormirás solo, así que deja de quejarte y mejor ponte cómodo-
-Pero si no me estoy quejando, yo solo preguntaba, pero si tu insistes-
Y tratando de no demostrar demasiado interés, se sentó sobre la cama y cruzo los brazos.
-¿Quieres algo para dormir? Me refiero a ropa más cómoda-
-No, así estaré bien, gracias-
-Bien, entonces, ponte cómodo, yo iré a cambiarme, no tardo-
Chinen asintió y observó como Ryutaro salía de la habitación con lo que parecía su pijama en la mano.
El sólo se quitó el pantalón y lo dejó tirado a un costado del suelo, junto a su cinturón, después acomodó las sabanas y se recostó en la cama.
Instantes después entro Ryutaro con una pijama bastante seria, de una tela parecida a la seda, color azul marino con rayas blancas, el modelo era fresco, muy holgado, y la camisa era de botones, pero aún así dejaba ver un poco del pecho del chico.
-Nunca dejaras de sorprenderme ¿cierto?-
Preguntó Chinen desde la cama.
-¿Por qué la pregunta?-
Dijo Ryutaro un poco confundido, la mayoría de las veces no lograba entender los comentarios irónicos o sarcásticos de Chinen.
-No es nada, buenas noches-
Dijo este mientras se recostaba en la cama y se cubría con las cobijas.
-Buenas noches-
Respondió Ryutaro, después apagó la luz y aunque la habitación se encontraba completamente obscura, logró llegar hacia el futón con facilidad.
Solo transcurrieron unos minutos, obviamente Chinen no lograba conciliar el sueño, tal vez se debía a que sabía que Ryutaro estaba demasiado cerca, y más sin embargo deseaba un poco más de cercanía, no podía evitarlo, después de todo, ¿Qué tenía de malo?
Así que cuidadosamente rodó sobre la cama, hasta llegar a la orilla, ahí se asomo un poco, Ryutaro al parecer estaba dormido, o al menos tenía los ojos cerrados, eso era un hecho, al ver esto no pudo evitar el sonreír con una pizca de malicia, sabía perfectamente lo que debía hacer ahora.
Lenta y silenciosamente se bajó de la cama, camino muy cuidadosamente hacia el futón y se recostó junto a Ryutaro, acurrucándose en a su lado.

A decir verdad, Ryutaro tampoco podía dormir, sentía que era una especie de desperdicio que Chinen estuviese tan cerca de el y no pudiera hacer nada, intento solo mantener sus ojos cerrados, tal vez así el sueño llegaría pronto y se olvidaría de todo eso.
Hasta que de pronto, pudo sentir como alguien se acostaba a su lado, era más que evidente que no podía tratarse de nadie más que de Chinen.
-¿Qué haces?-
-Lo siento, pero no puedo dormir-
Cuidadosamente Ryutaro se giró para tener a Chinen enfrente, aunque no había luz podía estar seguro que lo miraba a los ojos.
-No dormirás bien aquí, anda, ve a la cama-
-No hables como si fueras mi madre, si vine aquí no fue para dormir en tu cama y tu en este futón-
-¿Entonces que es lo que esperas?-
Preguntó Ryutaro un poco ingenuo.
-No lo se, tal vez, solo… estar a tu lado-
Y antes de que Ryutaro pudiera decir algo más, lentamente se acurrucó en su pecho.
-Solo quiero estar realmente a tu lado-
La voz de Chinen había sonado tan suave y frágil, que Ryutaro no tuvo más opción que abrazarlo tiernamente, pegándolo un poco más a su cuerpo para después darle un tierno beso en la cabeza.
-Creo que ahora si podré dormir-
Dijo Chinen, pero después de decir estas palabras se alejó unos escasos centímetros del pecho de Ryutaro, después lo miró fijamente a los ojos y lo besó tiernamente en los labios, este respondió casi de inmediato a este beso, y como si ambos hubiesen dicho lo que deseaban con ese beso, lo alargaron un poco más.
Lentamente Ryutaro tomo el rostro de Chinen con ambas manos, acariciando su nuca suavemente, después este comenzó a infiltrar su manos por debajo de la camisa de Ryutaro, acariciando suavemente su pecho.
Poco a poco la temperatura corporal de ambos iba en aumento, aquellos suaves y tiernos besos comenzaban a llenarse de algo más, algo llamado pasión, jugando con sus lenguas, saboreándose en cada beso.
Hasta que ambos se separaron para tomar un poco de aire, entonces fue cuando Ryutaro dijo en un tono muy sarcástico.
-Creí que habías dicho que ahora si podrías dormir-
Y con una sonrisa bastante traviesa Chinen respondió.
-Ahora he cambiado de opinión-
Después de mirarse y sonreírse, volvieron a besarse con la misma intensidad de antes.
Poco a poco ambos chicos fueron tomando su ritmo, hasta que de pronto, y sin dejar de besar a Ryutaro, Chinen tomó un poco de impulso y de un solo movimiento se colocó encima del menor, realmente no le costó trabajo alguno, puesto que, como era evidente, era algo que simplemente debía ocurrir.
Al estar sobre Ryutaro, lentamente Chinen dejó de besar su labios, para comenzar a recorrer suavemente su cuello, y mientras lo hacía acariciaba su pecho por encima de la camisa de la pijama.
Enseguida dejó de devorar el cuello de Ryutaro y comenzó a desabotonar lentamente aquella camisa, mientras con una mano lo hacía, con la otra iba acariciando lo que iba quedando al descubierto del desnudo pecho de Ryutaro.
Cuando terminó de desabotonar aquella camisa, comenzó a besar el desnudo pecho del menor, después de saborear la suave piel de Ryutaro, en cuánto hubo llegado a la cintura, comenzó a bajarle el pantalón junto con su ropa interior, pero antes de que pudiera hacer lo siguiente, escuchó a Ryutaro decir.
-Espera… no… yo-
A decir verdad no sabía como decirlo, así que ya sin camisa, y con el pantalón a medio bajar, se incorporó un poco solo para tomar el rostro de Chinen con sus manos de nuevo y volverlo a besar tiernamente, este dejándose llevar solamente sintió como Ryutaro lentamente se acomodaba para intercambiar posiciones, aunque el trabajo que el debía hacer era un poco menos, puesto que Chinen solo llevaba encima una camisa y su ropa interior, así que ya teniendo al mayor debajo de el, comenzó a besar lentamente su cuello, al mismo tiempo que acariciaba su pierna con suavidad, hasta que de pronto, y sin dejar de besarlo, su mano llegó hacia su ya despierto miembro, entonces lentamente le quitó la ropa interior y comenzó a masajearlo, de arriba hacia abajo a un ritmo lento y suave.
Inevitablemente Chinen comenzó a dejar salir pequeños gemidos de placer, entonces de pronto, Ryutaro comenzó a masajearlo con más fuerza, provocando que los gemidos de Chinen fueran cada vez más intensos, fue cuestión de tiempo para que este se corriera por completo sobre la mano de Ryutaro, completamente agotado, respirando a un ritmo acelerado, pero deseoso de continuar.
Al mismo tiempo que terminaba de proporcionarle placer a Chinen, había dejado una pequeña marca en el cuello de este, después de todo lo había besado con demasiada insistencia sobre el mismo sitio.
Así que de pronto, Ryutaro le quitó a Chinen la camisa de un solo movimiento, dejando al chico completamente desnudo.
De inmediato Chinen notó esto, pero no iba a permitir que esta desigualdad permaneciera, así que mientras besaba a Ryutaro de nueva cuenta en los labios, le quitaba rápidamente el pantalón y su ropa interior, esta vez Ryutaro no lo detuvo, pero entonces este comenzó a besar el desnudo pecho de Chinen, aquellos besos eran tal delicados y tiernos, que pensaba que se volvería loco, pero como si ese un fuese placer suficiente, mientras Ryutaro no dejaba de besarlo, comenzó a introducir uno de sus dedos en la entrada de Chinen, provocando que este gimiera un poco más fuerte que antes, y arqueaba la cintura ligeramente, acostumbrándose poco a poco a aquella sensación, que en un principio era extraña, pero que después comenzaba a ser demasiado placentera.
Ryutaro comenzó a sentir que Chinen ya estaba listo para lo siguiente, puesto que comenzaba a mover su cuerpo al ritmo de sus dedos, entonces decidió sacarlos lentamente, y sin decir nada más, se colocó encima del mayor, ambos se miraron a los ojos, estaban completamente bañados en sudor, la respiración de Chinen era un poco agitada, pero como si estuviese deseando el siguiente paso, abrió ligeramente sus piernas, insinuando estar listo para recibir a Ryutaro, este comprendió el mensaje, se inclinó para besar a Chinen y cuando aquel beso fue más profundo, Ryutaro comenzó a penetrar lentamente a Chinen, este al sentir el miembro del menor en su interior, no pudo evitarlo, y aferrandose de inmediato al cuerpo de este, lo mordió ligeramente en el labio, separándose ambos de aquel intenso beso, para concentrarse en aquel exquisito placer que estaban experimentando en esos momentos.
En un principio las embestidas fueron lentas y cuidadosas, pero poco a poco estas comenzaron a aumentar hasta que llegaron a un ritmo realmente acelerado, al punto de que ambos comenzaron a dejar salir fuertes gemidos.
Y entonces el momento llegó, y con una fuerte embestida, Ryutaro dejó salir su blanco liquido en el interior de Chinen, dejándole a este la cálida sensación de este liquido recorrer su interior.
Completamente agotado y con la respiración muy agitada, salió muy despacio del interior de Chinen, y lo único que logró hacer fue dejarse caer bocabajo a su lado, después se giró para tomar a Chinen entre sus brazos y tomar un poco más de aire.
Ryutaro podía sentir la agitada respiración de Chinen sobre su desnudo pecho, pero eso no le importaba, después de todo era una sensación bastante agradable.
-Ryu-chan, esto fue-
-No lo digas-
Lo interrumpió.
-¿sabes algo? Te Quiero-
Logró decir antes de quedarse dormido.
-Bueno no, no te quiero-
-¿A no?-
Preguntó Ryutaro un poco sorprendido.
-No, no te quiero, más bien creo, no, estoy seguro de que Te Amo-
Ryutaro no pudo evitarlo y abrazó más fuerte a Chinen, después le susurró al oído.
-Igual yo Te Amo-
La suave voz de Ryutaro recorrió todo su ser, llenándolo de una alegría inmensa, y entonces fue así como ambos se quedaron profundamente dormidos.

Al día siguiente todos los JUMP tenían más trabajo, Yuto y Ryosuke llegaron juntos, y de muy buen humor.
-¿De nuevo juntos? ¿Pues ustedes que ya viven juntos?-
Preguntó Hikaru, Ryosuke miró de reojo a Yuto y respondió.
-No creo que sea una mala idea-
Y sin fijarse mucho en la expresión de sorpresa de Hikaru, ambos entraron al salón de ensayos.
Minutos después llegaron Chinen y Ryutaro, ambos tomados de la mano.
-Vaya, que cariñosos-
Dijo Hikaru al verlos, pero lo que llamo su atención fue la pequeña marca que lograba verse en el cuello de Chinen y una cicatriz que tenía Ryutaro en el labio.
-¿Una noche difícil chicos?-
Preguntó en tono de broma sin imaginarse la respuesta.
-Es culpa de Ryutaro que insiste en marcarme-
-Eso no es verdad-
Replicó este en su defensa, y sin hacerle más caso a Hikaru ambos entraron también al salón, por segunda ocasión Hikaru estaba completamente sorprendido, pero por si esto no fuera poco, enseguida, llegaron Daiki y Keito, ambos al parecer llegaron de lo más normal, a excepción de que Keito abrazaba a Daiki por el hombro y le susurraba cosas al oído causando que este dejara salir alguna que otra risita.
-¿Y ustedes que? ¿Apoco ya se decidieron?-
Ambos se miraron y Keito le dirigió una sonrisa a Hikaru.
-Vamos amigo, deja de envidiar a los demás y ya haz algo por ti-
Y con esto, ambos entraron al salón, por tercera ocasión Hikaru estaba totalmente en un estado de shock, ¿en que momento se habían juntado esas tres parejas?

Varias semanas después, la relación entre Daiki y Keito había progresado bastante, ya habían pasado su primera noche juntos, siempre trataban de buscar el momento de acompañarse mutuamente, ambos habían olvidado a sus primeros amores con facilidad, habían comprendido que lo que sentían el uno por el otro era mucho más fuerte que lo que habían sentido en el pasado por otras personas, aunque después de tanto tiempo, a Daiki aún le avergonzaba un poco tomarse de la mano con Keito, aunque este le dijera incontables veces que no había de que preocuparse y seguía insistiendo, pero no había mucho que hacer, Daiki era así y Keito estaba ya muy acostumbrado a el, pero disfrutaba verlo completamente apenado cuando el susurraba cosas cursis al oído con cierto tono de voz seductor, era divertido ver la expresión de Daiki, y más cuando había gente alrededor, pero aún así ambos eran completamente felices y pensaban permanecer así por mucho tiempo más.

Por otro lado, la relación de Ryutaro y Chinen subía de nivel más rápido, ya estaban a punto de comenzar a vivir juntos, solo faltaba consultarlo con sus padres, pero ambos ya habían estado a punto de ser descubiertos en ciertas situaciones en más de una ocasión en diferentes lugares.
Una vez Yuto los encontró en las regaderas, pero salió corriendo, y Chinen tranquilizó a Ryutaro diciéndole que Yuto no diría nada, que el no era así y que no había de que preocuparse.
Aunque después de esa experiencia, ambos seguían provocándose después del trabajo, aunque Chinen ya no aparecía con marcas en el cuello con tanta frecuencia como antes, y Ryutaro comenzaba acostumbrarse a llevar un curita en el labio al menos una vez por semana.
Pero aún así, ambos era completamente felices, pasaban todo el tiempo juntos, yendo de un lugar a otro, sin importarles caminar de la mano por las calles.

Y por ultimo, Ryosuke y Yuto, ambos estaban realmente satisfechos con su relación actual, aunque ellos intentaban ser un poco más discretos ante los demás, era evidente que todo el tiempo estaban juntos, y Ryosuke no dejaba de monopolizar a Yuto cada vez que alguien quería acercarse demasiado a el aunque solo fuese en un plan de amigos.
Las visitas de Ryosuke a casa de Yuto eran frecuentes, al igual que las de Yuto a la casa de Ryosuke, pero ante la mirada de sus padres, ambos no eran más que muy buenos amigos.
Una noche, antes de subir al escenario, Yuto y Ryosuke se encontraban juntos, extrañamente Yuto estaba más nervioso de lo normal y Ryosuke se dio cuenta de ello.
-¿Estas bien? Estas demasiado nervioso-
-Lo se… estaré bien-
-Tranquilo, todo saldrá bien-
Y sin más, jaló a Yuto de la corbata y lo beso dulcemente en los labios, ahora Yuto estaba ligeramente ruborizado.
-Yo estaré a tu lado, ¿Qué puede pasar?-
-Tienes razón-
Respondió ya mucho más relajado mientras sonreía.
-No olvides, que siempre estaré a tu lado-
Le dijo Ryosuke mientras tomaba la mano de Yuto.
-Eso lo sé-
-Bien, pues entonces, vayamos-
-De acuerdo-
Ambos se sonrieron y comenzaron a caminar rumbo a la plataforma que los subiría al escenario, y antes de que esto sucediera, Ryosuke volvió a besar a Yuto, esta vez fue un beso más profundo, pero lleno de ese sentimiento que los unía, y justo antes de subir al escenario, Yuto logro escuchar a Ryosuke decir.
-Siempre a tu lado-
Después la luz del escenario lo cegó un poco, y el espectáculo comenzó, esta vez el nerviosismo desapareció, dejando en su lugar una gran felicidad, con la seguridad de que Ryosuke siempre estaría ahí para el, y el siempre estaría para Ryosuke, siempre a su lado.

F I N