Capitulo 14
Ambos se encontraban en una pequeña cafetería cerca de la escuela, estaban en silencio, solo esperaran a que les trajeran las bebidas que habían ordenado, y después de unos minutos, fue Ryosuke quien rompió con aquel silencio.
-Tu eres quien estaba con Chinen aquella vez ¿Cierto?-
Pregunto Ryosuke mientras miraba fijamente a Takaki.
-Si-
-¿Y ustedes son…-
-Chinen ahora esta conmigo, es todo lo que tienes que saber-
-De acuerdo…-
En ese momento Ryosuke suspiro un poco y bebió un poco de su jugo.
-¿De que querías hablar conmigo?-
Preguntó Takaki mientras se cruzaba de brazos.
-Supongo que te has de preguntar quien soy yo, ¿No es así?-
-En lo absoluto, Chinen me lo contó todo, y se que ahora has regresado para intentar estar a su lado-
Esta respuesta dejó a Ryosuke helado, no se esperaba que Takaki supiese tanto.
-Tienes razón, ese es el motivo por el que he regresado a buscarlo… pero ahora el me ha rechazado por completo, y no lo culpo, después de todo el que fallo fui yo-
-Al menos lo reconoces-
Le dijo Takaki conservando su fría actitud.
-Si… además de que el me ha dejado claro que jamás ha sentido algo por mi… por eso… considero que eres una persona realmente afortunada-
-¿Por qué lo dices?-
Ante la pregunta de Takaki, Ryosuke dejo salir una débil sonrisa mientras bajaba la mirada.
-Estoy seguro de que contigo es completamente honesto, a ti no te miente y he visto que a ti te sonríe con sinceridad, cosas que jamás haría con otras personas-
Takaki sabia que eso era verdad, y dentro de el se sintió realmente feliz por reconocer la verdad en aquellas palabras.
-Solo quiero que sepas que no pienso ver a Chinen nunca más, ha llegado el momento de despedirme de manera definitiva, así que antes de irme quiero pedirte un favor-
En ese momento la expresión de Ryosuke se volvió completamente seria y miro fijamente a Takaki, el cual le devolvió una mirada llena de curiosidad.
-Nunca lo hagas llorar, el no suele mostrar sus frustraciones y tristezas delante de la gente, eso siempre se lo guarda, lo se por que el mismo me lo dijo una vez, y cuando lo lastimes por algo que a ti te pueda parecer pequeño, para el se cerrara una puerta más, por eso te digo que no debes hacerlo sufrir-
Al terminar de hablar, Ryosuke siguió mirando fijamente a Takaki.
-Entiendo, no tienes de que preocuparte, lo ultimo que deseo hacer es lastimarlo, así que aquella petición es innecesaria-
Respondió Takaki con calma y serenidad.
-Me alegra escucharlo, por ultimo quiero pedirte que me dejes despedir de el, después de eso ya no volveré-
Esto lo dijo con una débil sonrisa de nuevo, a lo que Takaki desvió la mirada, bebió un poco de su jugo y después respondió.
-No tienes por que pedirme a mi ese tipo de cosas, después de todo quien tiene la decisión es el y no yo-
-Gracias de todas formas-
Le dijo Ryosuke con una sonrisa un poco más relajada.
-¿Y de que querías hablar conmigo?-
Pregunto a Takaki mirándolo con cierta curiosidad.
-Olvídalo, ya no tiene importancia-
Respondió mientras desviaba nuevamente la mirada.
-¿Acaso ibas a pedirme que me alejara de el? Y de seguro que si lo volvía a molestar ibas a matarme-
Ryosuke dijo esto en un tono de broma, puesto que se reía ligeramente, Takaki simplemente guardo silencio y terminó con su jugo de un solo trago.
-Si esto es todo ahora tengo que irme-
-De acuerdo, no olvides tu promesa-
Dijo Ryosuke en cuanto Takaki se puso de pie, este no respondió, tomo sus cosas, dejó unas monedas sobre la mesa y salió del lugar, Ryosuke aun se quedo un poco más, ahora lo ultimo que tenia que hacer era lograr ver a Chinen por ultima vez, tal y como lo había prometido.
Por alguna razón, Yabu sintió que no quería volver a casa, no tenía ánimos de estar solo, debía distraerse, las palabras de Hikaru no salían de su cabeza, así que en cuanto guardo sus cosas, decidió ir a la biblioteca un rato antes de irse, con la esperanza de lograr distraerse con algún buen libro.
En el pasillo se encontró con Chinen, el cual conversaba con una chica, se hubiese seguido de largo de no ser por que algo llamó su atención.
Chinen debía quedarse después de clase para ayudar un poco en el comité de estudiantes, y mientras caminaba junto con una de sus compañeras platicando cosas tontas, algo extraño sucedió, la chica se detuvo de pronto y bajo la mirada.
-¿Qué ocurre Yoshida-san?-
La chica tartamudeo un poco y al fin logro hablar claramente.
-Chinen-kun… hay algo que quiero decirte… es que… yo-
Y sin terminar de hablar, la chica caminó de prisa solo para abrazarlo con fuerza. En cuanto Chinen sintió el abrazo de la chica no pudo evitar el pensar.
“-No otra vez… esto no es muy agradable…-“
Suspiró profundo e intento alejar un poco a la chica.
-Yoshida-san, yo no-
-¡Me gustas!-
Gritó la chica mientras se aferraba más a Chinen.
“-¿Por qué tienen que gritarlo siempre? Bien, aquí vamos…-“
Pensó de nueva cuenta mientras se preparaba para rechazar a la chica. Así, con un suspiro, logro alejar a la chica, la cual estaba completamente ruborizada y con los ojos ligeramente llorosos. Fue entonces cuando Chinen preparo su mejor expresión de comprensión y tristeza, después de todo quería rechazarla sin causarle tanto daño emocional.
-Yoshida-san, lo siento, de verdad, pero yo ya tengo a alguien a quien de verdad quiero demasiado, pero estoy seguro de que encontraras al chico ideal para ti, después de todo eres muy linda-
Ya estaba dicho, le agrego a la escena una deslumbrante sonrisa a la última frase, al parecer había dado resultado, pues la chica no rompió en llanto y le sonrió de vuelta.
-Sera mejor que nos demos prisa-
Chinen asintió con una sonrisa y ambos continuaron con su camino.
Yabu tuvo que esconderse un poco para no ser descubierto, estaba sorprendido por lo que acababa de observar.
“-Chinen-kun es demasiado amable…-“
Pensó mientras miraba como el chico se alejaba con la chica, ambos conversando como si nada hubiese ocurrido.
“-Ahora sé por que Takaki te eligió a ti… y ahora estoy convencido de que Chinen quiere a Takaki tanto como el, eso debe alegrarme ¿Cierto?-“
Mientras pensaba en esto, una débil sonrisa se dibujó en sus labios, pero de pronto, como si se tratase de una alarma programada en su cerebro, las palabras de Hikaru volvieron a pasar por su cabeza.
“-De acuerdo, hare lo que me pides, pero a cambio quiero que lo olvides de verdad, no importa cuanto tiempo te tome, yo estaré aquí esperándote-“
Y sin darse cuenta, se ruborizó ligeramente, y de inmediato la imagen de un Hikaru sonriente y lleno de ánimo apareció en su cabeza. Confundido, sacudió la cabeza y decidió continuar con su camino rumbo a la biblioteca, necesitaba urgentemente ocupar su mente en algo más o terminaría por volverse completamente loco e imaginar cosas que jamás hubiese pensado.
En cuanto llego a la biblioteca, se puso a pasear lentamente por cada uno de los pasillos, leyendo los títulos, buscando algo que despertara su interés, pensaba que tal vez una buena novela de misterio le ayudaría a pensar en muchas cosas menos en lo que no deseaba pensar. Y mientras se encontraba buscando algo interesante, escuchó un grito, esa voz era obviamente de Hikaru, y en automático Yabu dirigió su mirada hacia la ventana, entonces ahí estaba el, jugando futbol como siempre lo hacia, muchas veces había visto a Hikaru practicar futbol, no era algo nuevo para el, pero esta vez había algo diferente en el chico, algo que lo hacia mas… brillante. Sin darse cuenta, su mirada se clavo en Hikaru, en cada uno de sus movimientos, ni si quiera le prestaba atención al partido, lo único que podía ver era la figura de Hikaru correr de un lado a otro.
Todo iba bien hasta que observó como el chico era golpeado fuertemente por el balón seguido por uno de sus compañeros, todo fue un accidente, y sin pensarlo dos veces, Yabu salió corriendo de la biblioteca, haciendo caso omiso de los regaños de la encargada, puesto que no se podía correr dentro de la biblioteca.
Al llegar corriendo al lugar, hizo a un lado a los compañeros de Hikaru.
-¿Estas bien?-
Yabu estaba más que asustado, como era su costumbre, siempre preocupado por los demás, al verlo Hikaru se llevo una gran sorpresa.
-Yabu… ¿Qué-
Pero fue interrumpido, puesto que Yabu lo levanto suavemente, pasó el brazo de Hikaru por su cuello y lo tomo de la cintura.
-Te llevaré a la enfermería, no pienses cosas raras…-
Aclaró con un leve rubor en la mejillas, al verlo Hikaru no pudo evitar el sonreír ligeramente.
En cuanto llegaron a la enfermería, el doctor se encargo de revisar y atender a Hikaru, mientras Yabu solo observaba desde la puerta.
-Estarás bien, no es nada grave, solo se trata de un simple golpe-
Le dijo el doctor a Hikaru, este agradeció la atención, se puso de pie y se acerco a Yabu.
-Gracias por traerme-
-No… no es nada-
Por alguna razón se sentía ligeramente nervioso, quería pensar que tal vez era por lo ocurrido anteriormente, no deseaba darle mucha importancia a eso. Después ambos salieron de la enfermería, ahora Hikaru podía caminar por su cuenta solo que un poco más despacio.
-¿Y por que sigues aquí? Se supone que tu no tienes nada que hacer después de clase-
-Tenía que… ir a la biblioteca, eso es todo-
-Oh… bien, entonces supongo que regresaras para terminar con lo que estabas haciendo-
-No, ya no tengo nada que hacer ahí así que volveré a casa-
Respondió de prisa, todo el tiempo mirando hacia el frente, no tenía el valor de ver a Hikaru a la cara.
-Entonces volvamos juntos, solo tengo que cambiarme ¿De acuerdo?-
-¿Eh?-
Y sin dejar que Yabu respondiera algo más Hikaru se adelanto.
-Espérame en la entrada, no tardare-
Dicho esto, camino lo más rápido que pudo, dejando a Yabu atrás sin otra opción que esperarlo.
Al llegar a su departamento, lo primero que hizo fue dejar sus cosas en el sillón, entró a su recamara y se dejo caer, quedando boca arriba, mirando fijamente al techo. De pronto un sentimiento de vacio comenzó a inundarlo por completo, y es que en tan poco tiempo se había acostumbrado a estar con Chinen todo el tiempo, y ahora que el no estaba, se sentía demasiado solo.
-Es increíble lo que un pequeño embustero puede lograr…-
Se dijo en voz baja mientras sonreía torpemente, después comenzó a recordar todo lo vivido con el menor, desde el día uno en que se habían conocido hasta el día de hoy, entonces fue cuando noto lo mucho que había cambiado gracias a Chinen, y que extrañamente la sola presencia del chico lo hacia inmensamente feliz.
Así que sin muchas ganas de pensar demasiado, se puso de pie y caminó hacia la cocina, y sin pensar en nada se puso a preparar la cena, estaba seguro de que Chinen no tardaría demasiado en llegar y no quería escuchar sus quejas de hambre.
Después de un largo rato, al fin terminó de cocinar, salió de la cocina y miró el reloj, eran casi las siete de la tarde y Chinen no llegaba, aquello comenzaba a desesperarlo.
-Esta tardando demasiado…-
Se dijo mientras miraba hacia la puerta, de alguna forma comenzó a sentirse desesperado, no dejaba de dar vueltas por todo el departamento, hasta que se cansó y se dejo caer en el sillón, hasta que lentamente el sueño lo fue venciendo. Estaba a punto de perderse en el más profundo de los sueños cuando escucho el sonido del timbre, rápidamente abrió los ojos, se levantó lentamente y caminó hacia la puerta, después la abrió y ahí estaba Chinen, con esa expresión traviesa que tanto le gustaba ver.
-Lo siento… había demasiado trabajo y-
De pronto Takaki lo interrumpió jalándolo del brazo para que entrara, cerró la puerta y entonces abrazó al menor con fuerza, como si hubiese pasado una eternidad sin verlo.
Sin embargo Chinen no comprendía del todo lo que estaba ocurriendo.
-¿Esta todo bien?-
Preguntó confundido.
-Ahora todo esta perfecto-
Respondió Takaki mientras abrazaba fuertemente a Chinen, eso hizo sonreír al menor y no tardo en corresponder aquel abrazo.
-No se lo que ocurre pero si esto va a ocurrir cada vez que tenga que quedarme en el comité comenzare a aceptar esos trabajos más seguido-
Al escuchar esto Takaki se alejo un poco de Chinen, pero aún sosteniéndolo de la cintura, lo miro fijamente a los ojos y con una tierna sonrisa le dijo.
-Eres un manipulador-
Para Chinen, el ver la radiante sonrisa de Takaki era algo que jamás dejaba de sorprenderlo, cada vez que lo veía sonreír sentía que el corazón le latía tan rápido que en cualquier momento este saltaría de su pecho y saldría corriendo. Así que siguiendo sus impulsos, Chinen fue ahora quien se aferro al cuerpo de Takaki, abrazándolo con fuerza para después, al separarse, besarlo dulcemente en los labios, beso al cual Takaki respondió enseguida con la misma ternura que Chinen lo había hecho.
Cuando se separaron, Chinen miró fijamente a Takaki, con los ojos iluminados, y le dijo.
-Takaki… yo…-
De pronto Takaki sintió como el corazón comenzaba a acelerarse poco a poco.
-Yo…-
Estaba impaciente por escucharlo.
-Muero de hambre-
Todo lo que pudo haber imaginado se vino abajo con esa simple frase, así que tratando de conservar la calma le dijo.
-Ya esta todo listo-
Y sin más, se dio media vuelta, caminaba rumbo a la cocina cuando Chinen lo abrazo con fuerza por la espalda, y con ternura logró decirle.
-Te quiero-
Esto provocó una sonrisa de satisfacción en el rostro de Takaki, y sin más entró a la cocina y comenzó a servir la cena. Mientras Chinen esperaba impaciente sentado en el comedor, un ruidito llamo la atención de ambos.
-Es mi teléfono, debe ser mi madre, no le he avisado que hoy tampoco llegaré-
-¿No tendrás problemas con eso?-
Preguntó Takaki preocupado mientras ponía la comida en la mesa.
-En lo absoluto, a mi madre le da igual si estoy o no, solo que quiero ir por ropa limpia, ¿Me acompañas después de cenar?-
Takaki solo asintió con la cabeza mientras Chinen sacaba el teléfono de su bolsillo, pero al ver quien llamaba dudo en responder, Takaki se dio cuenta y al ver la expresión del menor pudo darse cuenta de inmediato que no era su madre quien lo buscaba, así que solo le dijo.
-Será mejor que respondas, es algo importante-
Chinen observó confundido a Takaki, y antes de que la llamada se cortara, respondió.
-¿Si?-
-No vayas a colgar por favor-
Chinen suspiró profundo.
-¿Qué ocurre Yamada-kun?-
-Mañana partiré a Inglaterra, viviré ahí a partir de mañana, quería verte para despedirme correctamente, espero poder verte, mi vuelo sale a las tres de la tarde-
-¿Eh? ¿Por qué tan de repente?-
-Es algo largo de explicar, espero verte mañana-
Y sin más, fue Ryosuke quien colgó, dejando a Chinen en un estado de shock. En ese momento Takaki lo saco de aquel estado.
-Deberías ir, es importante que lo hagas-
Chinen miró extrañado a Takaki.
-¿Tu como sabes?-
-Hablé hoy con el, tan siquiera despídete de el como amigos que son-
Chinen bajo la mirada, después de todo Takaki tenía razón, así que con una sonrisa le dijo.
-De acuerdo, iré-
Takaki le devolvió la sonrisa y después ambos comenzaron a comer.
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