lunes, 12 de marzo de 2012

Obsess [Cap. 18]

Perdón!! asdasdasdasd
¿Cuanto tarde? La verdad no quiero ni contar los meses LOL fueron demasiados y cargo aún con esa culpabilidad en mi conciencia ;__;
De cualquier forma, después de años, aqui esta un capitulo más, intenté hacerlo un poco más largo pero tuve que dejarlo ahi o me iba a quedar sin capitulo 19 xD [el cual ya deje avanzadito para no tener problemas]
Espero y no haya incoherencias, tuve que volver a leer los capitulos anteriores para saber como había dejado las cosas [lo malo de no tener borradores para este fic LOL] y pues si por ahi hay algo hagan como que no lo vieron xD
Traté de poner a todos, con excepsión de TakaChii por que ya sabran~ cosas de la vida cruel y real XD y con el HikaTo asdasdasd es el primero que hago y creo que esta saliendo torpe y lento LOL espero y para el proximo darles algo mejor!!

Carol!! Perdon pero no pude resistirme a publicarlo ;___; de todas formas espero y en cuanto puedas lo leas y seas feliz *3*

De nuevo pido una disculpa por mi descarada tardanza ;O; y espero disfruten de este capitulo que fue hecho con amorsh~
Creo que ya no le queda taaanto a este fic, unos 6 o 7 capitulos mas creo~ no lo se, no me quiero adelantar tanto xD pero les aviso :D

Lean y perdonen mi tardanza ;O;

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Capitulo 18

El calor que podía sentir gracias al cuerpo de Yabu pegado al suyo era demasiado agradable, su mente estaba en blanco a excepción de lo que acababa de ocurrir, en su cabeza estaba solo aquel beso, deseaba preguntarle al mayor por qué lo había hecho, pero hacerlo significaba tener que separarse del cuerpo del mayor y tal vez podría decirle que fue una broma o algo que hizo sin pensar, de alguna forma le aterraba escuchar una respuesta como esa, así que decidió no decir nada y esperar la reacción del mayor.
Por otro lado, el tener el cuerpo de Daiki entre sus brazos después de haberlo besado de esa forma hacia que se sintiera de diferentes maneras, sentía felicidad, en total plenitud pero también había algo… algo que sabía perfectamente bien lo que era, esa incomodidad, aunque ahora fuese muy pequeña estaba presente como una pequeña sombra ente tanta luz, más sin embargo ya había tomado la decisión de no darle importancia a esas cosas, ya estaba cansado de pensar tanto, además lo que más le importaba ahora era que Daiki le había correspondido sin objeción alguna, algo le decía que el menor sentía lo mismo que él, ¿pero como decirlo? No deseaba romper con aquello, más sin embargo nada es eterno y momentos como esos menos lo son puesto que recordó que el menor había dormido toda la noche a la intemperie, ahora estaba preocupado nuevamente.
-Dime… ¿Por qué dormiste aquí?-
La suave voz de Yabu entro en sus oídos.
-Ya te había dicho-
Respondió Daiki con voz suave, aún sin separarse de Yabu.
-¿De verdad? Pues creo que no me ha quedado del todo claro-
-Bueno… es que no podía dormir cuando estaba en mi habitación así que pensé en dar un paseo para distraerme y lograr dormir, pero mis pasos me trajeron aquí y cuando me di cuenta ya estaba tan cansado que solo… me senté por ahí y me quedé dormido, eso fue todo, no tenía intensión de molestar a nadie-
Dijo Daiki, eso último con voz más tímida.
-Tu intensión es siempre no molestar a nadie pero siempre terminas preocupándome, en verdad no sé que voy a hacer contigo-
Esta vez era un Yabu completamente diferente al de hace un rato cuando lo encontró, su voz le decía que era totalmente el Yabu de antes, que después de regañarlo no hacia más que consentirlo y esto se reflejó en las palmaditas que sintió sobre su cabeza, aquella sensación tan nostálgica era agradable.
-Será mejor que llegues a tu casa antes de que tu mamá despierte, si no te encuentra en verdad se va a preocupar y no creo que quieras eso-
Le dijo Yabu, sin embargo no alejó a Daiki.
-¿Sabes algo? Ya no soy un niño, no tienes por que hablarme así-
Dijo Daiki con una torpe sonrisa separándose del cuerpo de Yabu.
-Entonces demuestra que ya no lo eres no haciendo esta clase de cosas-
Ambos se miraron fijamente y sonrieron.
-Esta bien, lo prometo-
Así, Yabu acarició la cabeza de Daiki.
-Te acompaño a tu casa, en cuanto llegues intenta descansar un poco, toma un baño caliente, no quiero que te enfermes-
-Si-
Respondió Daiki con una sonrisa, era tan agradable saber que el mayor se preocupaba tanto por el. Así pues ambos emprendieron el camino de regreso, no se tomaron de la mano como Daiki tal vez lo esperaba, más sin embargo la atmósfera que se había formado entre ambos era diferente, tal y como era en aquellos días en donde solo estaban ellos dos.

-Esto es extraño… estas demasiado a la defensiva, nunca te pones así a menos que quieras ocultarme algo, vamos Ryutaro soy tu amigo ¿no? Dime que es lo que me estas ocultando-
Insistió Ryosuke mientras observaba como el menor se servía un poco de leche.
-No te estoy ocultando nada-
Le respondió antes de comenzar a beber.
-¿Ah si? ¿Entonces por que tienes aún en la mano esa pijama que evidentemente es del joven Kei?-
La pregunta de Ryosuke provocaron que Ryutaro escupiera un poco la leche que tenía en la boca.
-Parece que dije algo que te delata-
Sonrió Ryosuke victorioso.
-¿Puedes dejarme en paz?-
Le dijo Ryutaro con tono molesto mientras limpiaba su boca con la manga de su camisa.
-No, estas actuando de una manera sospechosa y eso me intriga, así que no dejaré de interrogarte hasta que me digas lo que pasó-
-Ya te dije que no pasó nada-
Ryutaro continuo firme. Sin embargo esto lo hacia pensar a Ryosuke, que de manera traviesa soltó el siguiente comentario.
-¿Acaso pasaste la noche con él?-
De nueva cuenta Ryutaro escupió la leche que tenía en la boca al mismo tiempo que comenzaba a toser.
Esto sorprendió a Ryosuke, en verdad no se esperaba esa reacción tan delatadora.
-¡No puede ser! ¡¿Al fin le dijiste lo que sientes?!-
Grito Ryosuke, lo cual fastidió al menor.
-¡Por supuesto que no! ¿Puedes callarte y no decir esas cosas tan fuerte?-
Ryutaro estaba avergonzado, miraba nervioso a su alrededor esperando a que nadie anduviese por ahí y escuchara lo que Ryosuke acababa de gritar.
-¿Entonces por qué actúas de esa manera?-
-Solo dormí en su cama, eso es todo, traigo esto por que voy a lavarlo-
Respondió mientras se refería a la pijama que llevaba en la mano.
-¿Por qué dormiste en su cama? Es decir… ¿durmieron juntos?-
Las preguntas de Ryosuke ya eran demasiado incomodas, no deseaba responder más, sin embargo sabía bien que el mayor no se iba a dar por vencido y que seguiría preguntando hasta saber toda la verdad.
-Si, pero solo eso, no fue nada en especial así que no comiences con tus deducciones absurdas ¿De acuerdo?… solo… déjame en paz y vete a trabajar-
Así se dispuso a salir de la cocina para ir a lavar aquellas ropas.
-Eres tan transparente, dices que no fue nada especial pero tu sonrisa me dice que si hubo algo especial, solo deberías decirle lo que sientes y punto-
Ryutaro logró escuchar estas palabras pronunciadas por Ryosuke, sin embargo no dijo ni hizo nada al respecto, solo continuo con su camino a paso firme tratando de evitar sonreír mientras lo hacia, en el fondo estaba conciente de que esta felicidad podía ser relativa puesto que en cuanto el joven Daiki apareciese por ahí todo se vendría abajo, dándose cuenta una vez más que aquello que pudo haber sido especial para él, para el joven Kei no lo era en lo absoluto.

Los rayos del sol que entraban por su ventana solo le hicieron notar que ya había amanecido, algo de lo que mas o menos ya tenía idea, era la primera noche que Yuri no estaba en casa y ya sentía que habían pasado siglos, debía soportarlo si deseaba continuar con esto.
Al salir de la cama se vistió y poco después ya estaba bajando para tomar el desayuno, el cual extrañamente aún no estaba servido.
Miró a su alrededor, no había nadie a la vista, ¿Acaso era demasiado temprano?… No, no era eso, a pesar de ser algo temprano no era normal que no hubiese nadie.
-Despertaste temprano, inusual en ti-
Esa voz, ¿En que momento había regresado?
-¿Qué haces aquí? Te dije claramente que te fueras-
-No tienes derecho a correrme, por si lo haz olvidado soy tu madre y hay algo llamado “respeto” niño mal criado-
Dicho esto su madre tomó asiento en el comedor mientras esbozaba una sonrisa burlona.
-No recuerdo haber sido educado para respetar a gente tan vulgar-
Estas palabras evidentemente enfurecieron a la orgullosa señora.
-¡Aunque te pese soy tu madre!-
-¡Tú no mereces si quiera pronunciar esa palabra! ¡Así que lárgate de aquí o yo mismo te echaré a patadas!-
No deseaba perder los estribos de esa manera, ni siquiera se creía capaz de hacerlo, pero necesitaba sonar lo suficientemente convincente para lograr que se fuera.
-No puedes echarme, te lo advierto-
-Esta no es tu casa, para eso tu pediste la tuya propia ¿no? Para no tener que verme ni cuidar de mi, así que solo lárgate-
-Se te olvida que soy aún la señora de esta casa aunque no viva aquí, aún estoy casada con tu padre-
-Deja de burlarte de mi padre-
Dijo Takaki en tono bastante serio, sabía bien que no era su padre biológico pero lo respetaba como tal.
-¿Cómo puedes respetar a alguien que se la pasa en el extranjero y no a mi que estoy aquí para ver que te encuentras bien?-
Preguntó la señora en tono pretencioso mientras esa burlona sonrisa volvía a hacerse presente en su rostro.
-El me cuida mucho mejor de lo que tu haz hecho y si el no esta aquí es por algo importante, no como tu que te la pasas revolcándote con cuanto hombre se te pone en frente solo para sacarles dinero, como toda una cualquiera, me das asco-
En ese mismo instante la señora se puso de pie y sin decir nada abofeteó a Yuya con rabia, incluso temblaba por el coraje ocasionado.
-¡No tienes el derecho de decir eso! ¡¡Que no se te olvide que por ti tuve que casarme con alguien a quien ni siquiera amaba!! ¡¡Por tu culpa mi vida se arruinó!!-
Estas palabras ya no eran hirientes para Yuya, sin embargo ya no se quedaría callado.
-¡¡Y tu fuiste quien le arruinó la vida a un hombre que de verdad te amo y por no dejarte desamparada, sabiendo que no lo amabas, se casó contigo, te dio un apellido digno y la vida que ahora tienes!! ¡¡¡No vengas a quejarte ahora conmigo y diciendo que todo es mi culpa cuando tienes todo lo que quieres!!-
Silencio, eso fue lo que siguió, ninguno de los dos volvió a decir nada, evidentemente la señora estaba exaltada pero no encontraba que más decir, por otro lado Yuya temblaba, estaba explotando y si la situación continuaba de verdad era capaz de ponerle una mano encima y sacarla de una buena vez.
-Aún así no es suficiente, y te vas a casar por que yo quiero que lo hagas y no habrá nada que puedas hacer para evitarlo ¿entendiste? Y hasta que no cambies de actitud absolutamente nadie te servirá en esta casa, así que si no quieres morir de hambre será mejor que me obedezcas-
Dicho esto, la señora salió del comedor y se dirigió al jardín en donde ya estaba servido su desayuno.
No era posible que su madre fuese capaz de ser tan extremista, ahora más que nunca se alegraba de que Chinen estuviese lejos de ahí.

-Joven Kei, ¿Desea que prepare el carruaje?-
Le preguntó el mayordomo mientras Kei tomaba lo último de su leche.
-Ah, es verdad, si por favor-
-Estará listo enseguida-
Así pues el mayordomo se marchó y Kei se puso de pie, enseguida las criadas comenzaron a limpiar la mesa.
-¿En donde esta Ryutaro?-
Le preguntó a uno de ellas.
-No lo sé joven…-
Respondió tímidamente con la cabeza baja.
-Debe estar trabajando-
Murmuró para sí mientras salía del comedor, era hora de ir al cementerio para visitar la tumba de su madre.
Era un día soleado, una buena señal tal vez, al menos eso deseaba creer, no quería deprimirse, como cada año iría mostrando su mejor sonrisa.
-Todo esta listo joven-
Le dijo el mayordomo desde la puerta.
-De acuerdo-
Dijo con un suspiro, se detuvo en el vestíbulo, cerró los ojos y salió al fin de la casa.
Antes de subir al carruaje recordó algo.
-Ah… olvidé las flores-
Se dijo, y como si de magia se tratase, Ryutaro apareció detrás de él, llevando consigo un gran ramo de lirios blancos, todos recién cortados.
-Aquí tiene, los acabo de cortar, sabía que los podría olvidar-
Sonrió el menor mientras le extendía aquellas hermosas flores.
-Ryutaro… ¿Cómo… tú…-
Estaba sorprendido, de alguna forma maravillado y también feliz, era tan evidente que era ese pequeño niño el único que lograba entenderlo y darle lo que necesitaba en el momento justo.
-Tome-
Le extendió de nueva cuenta Ryutaro a Kei aquellas flores.
-No-
Dijo el mayor mientras cerraba los ojos, esto inmediatamente sorprendió al menor.
-¿Por qué?-
Preguntó confundido.
-No voy a tomarlas-
¿Por qué? Había pensado que de verdad las necesitaba, cada año le llevaba flores y estaba seguro de haber cortado las indicadas… ¿Por qué de repente decía que no las quería?
Esto solo ocasionaba que una punzada terrible se manifestara por todo su pecho hasta llegar a la boca de su estomago, dejándolo sin aliento y sin palabras.
-No las tomaré, mejor ven conmigo y me ayudaras a cargarlas, son demasiadas y no creo que pueda yo solo con tanto-
Sonrió amablemente, aquello fue como ir al infierno y regresar al cielo en un segundo, así de radical, paso de estar deprimido a estar al borde de reír a carcajadas de tanta felicidad que estaba sintiendo en su interior, pero claro no iba a hacerlo ahora, solo se limitó a sonreír ampliamente y a asentir con la cabeza.
-Bien, entonces vámonos-
Así, ambos subieron al carruaje, el mayordomo cerró la puerta y le dio indicaciones al chofer de que ya podían irse. Se escuchó un grito seguido del movimiento de las riendas y los caballos galopando.

Tal y como Yabu le había indicado, al llegar a su casa se dirigió directo a su habitación, ignoró la voz de su madre por completo, no tenía ni siquiera la intensión de que ella arruinara aquel momento, así que al estar solo, se quito la ropa y se puso algo más cómodo acto seguido sacó las cobijas y entró en su cama, acomodándose y cerrando los ojos, al mismo tiempo que una sonrisa se dibujaba en sus labios, estaba feliz, como tal vez hace tanto tiempo no lo había estado y esto inevitablemente lo llevó a pensar en Kei una vez más, ¿Por qué la culpa tenía que ser tan dolorosa? ¿Por qué tenía que terminar con aquella felicidad tan deseada? ¿Acaso estaba mal? ¿Era tan malo darse cuenta de sus sentimientos?
Bueno, en el caso de Daiki no era del todo malo, evidentemente era algo que no estaba en sus planes, nunca imagino que esto llegase a suceder, cuando estaba con Kei ni siquera se había imaginado que el regreso de Yabu provocaría esas emociones dentro de él, ahora debía pensar que hacer, no tenía el valor suficiente de terminar su relación con Inoo, más sin embargo no deseaba renunciar a sus sentimientos por Yabu. ¿Qué hacer en una situación así?
Ahora sus ojos se habían abierto y lentamente se reincorporó hasta quedar sentado, clavó su mirada en la ventana y miró hacia el cielo.
¿Era justo hacerle esto a Kei? Por supuesto que no, la respuesta era más que lógica, sin embargo tampoco era justo oprimir sus sentimientos y actuar como si nada hubiese sucedido con Kota, ¿Pero entonces que hacer? ¿Acaso el tenía el derecho de romperle el corazón a esa persona que por tanto tiempo cuido de él y le dio todo su amor?
-Por supuesto que no-
Se dijo en voz baja mientras un doloroso nudo le provocaba dolor en la garganta.
La sonrisa de Inoo no podía salir de su cabeza, era doloroso recordarlo tan radiante, tan feliz y el solo saber que él era capaz de aplastar esa felicidad y convertirlo todo en dolor para el mayor lo hacia sentir el peor ser humano, pero tampoco quería mentirle, a pesar de todo Kei debía saber que sus sentimientos ahora eran otros, que su corazón ahora deseaba a otra persona con todas sus fuerzas.
Sería doloroso, si. Decepcionante para el mayor, si. Estaba por provocar una gran herida dentro del corazón de Kei, si. Pero no tenía alternativa, además no todo tenía que ser tan malo, tenía más que claro que la sinceridad y la honestidad eran lo más importante, y más en una relación, quería creer que a pesar de todo Kei lograse comprender y aceptar sus sentimientos por Yabu y entonces todo terminara ahí.
-Tengo que decírselo de frente y lo antes posible-
Volvió a murmurar para si, suspiró profundo y volvió a recostarse sobre su cama, tenía sueño, se sentía cansado, pero más que nada deseaba alejar todas las preocupaciones de su cabeza y concentrarse solo en la felicidad que había sentido, era tal vez egoísta de su parte pensar de esa manera, pero deseaba hacerlo así que lentamente comenzó a quedarse profundamente dormido, con la sensación de los brazos de Yabu rodeando su cuerpo y de aquel cálido beso sobre sus labios.

-¿Es aquí?-
Preguntó aquel chico con un poco de ingenuidad y tal vez sorpresa, después de todo esa era la primera vez que visitaba una casa tan grande.
-Quita esa cara de tonto ignorante y camina, tienes trabajo, te dejaré en la entrada y te encargaras del resto así que más te vale hacerlo bien ¿Entendiste?-
Aquel chico de cabello castaño, tez ligeramente morena, tal vez un poco más por las marcas de mugre en su rostro y ropas sucias no hizo más que asentir con la cabeza, pero de alguna manera se sentía emocionado de poder entrar a esa gran casa y de que hubiese la posibilidad de volver a ver a aquel chico, le parecía algo interesante.
-¿Traes todo lo necesario?-
-¿Se refiere al barandal nuevo? Por supuesto, aquí esta-
Respondió Hikaru a su malhumorado jefe mientras le mostraba el evidente tubo de fierro bien forjado que llevaba consigo. Y es que un día antes el señor había ido a tomar las medidas para trabajar en el barandal así que ahora solo era cuestión de instalarlo como era debido.
-Claro, ¿y lo demás?-
-Todo esta aquí señor-
Dijo sonriente mostrando el bolso de tela que colgaba de su hombro, lucía pesado, y evidentemente lo estaba puesto que contenía las herramientas que necesitaba.
-Es probable que te tome todo el día, así que no te preocupes por regresar a la herrería, mañana te daré tu paga-
-¿Eh? ¿Hasta mañana? ¿No puede pagarme ahora?-
-No te pagare hasta que confirme que haz hecho bien tu trabajo, no voy a arriesgarme a que dejes todo y te lleves solo el dinero-
Ante este comentario Hikaru refunfuño diciendo.
-Claro, como si lo que me paga fuera suficiente para escapar y no pasar hambre-
-¡Pues si no te gusta puedes buscarte otro trabajo!-
Gritó el señor ligeramente molesto.
-Era una broma, por supuesto que aprecio lo que usted tan bondadosamente me paga, solo era una inocente broma, no tiene por que tomarse las cosas tan enserio-
Intentó de sonar convincente al mismo tiempo que reía torpemente, sin embargo el señor decidió ignorarlo y tocó a la puerta, de la cual de forma casi inmediata, un elegante mayordomo abrió.
-Hemos venido de la herrería del pueblo a colocar este barandal-
Dijo el señor antes de que el mayordomo preguntara algo.
-Espere un segundo-
Respondió el mayordomo con un poco de desconfianza, después de todo siempre debía confirmar con los señores de la casa si efectivamente habían solicitado a un herrero, pero antes de eso, un joven bien vestido, de porte elegante, piel clara y cabello negro apareció y al ver a Hikaru se sorprendió, quedando casi sin habla.
-Ah joven Keito, que bueno que esta aquí, estas personas dicen venir de la herrería de pueblo-
-Así es, fui personalmente a solicitar sus servicios así que déjalos pasar-
Ante la indicación clara de Keito, el mayordomo se hizo a un lado y le indico al par de herreros que podían entrar.
-Muchas gracias-
Agradeció el señor, tomó a Hikaru del hombro y le dijo al oído.
-Haz un buen trabajo ¿entendido?-
El chico solo asintió con la cabeza y sonrió débilmente.
Así pues, el señor se marchó, dejando a Hikaru solo, listo para hacer su trabajo lo mejor posible.
-Adelante-
Le indico el mayordomo, así que con cuidado Hikaru entro en aquella elegante mansión.
Keito observo curioso a Hikaru, la evidente admiración del mayor por la fachada de su casa lo hizo sonreír.
-Yo lo llevaré-
Dijo Keito con voz amable, el mayordomo asintió y los dejo solos.
-Es por aquí-
-Ah, sí-
Respondió Hikaru, estaba distraído, ¿Y como no estarlo? Era la primera vez que visitaba una casa tan elegante y grande así que era inevitable no observar cada detalle que estaba frente a él.
-¿Es la primera vez que visitas una casa así?-
Preguntó Keito con curiosidad mientras caminaba un par de pasos por delante de Hikaru.
-Si, la gente como yo no anda entrando y saliendo de mansiones como esta, normalmente vamos de nuestra humilde casa al trabajo y viceversa-
Keito sonrió y no dijo nada más, le agradaba la forma de hablar del chico.
-Es aquí-
Le indicó Keito deteniéndose al pie de las escaleras y mostrándole el barandal roto.
Hikaru dejó con cuidado el nuevo sobre el brillante piso y se acercó al barandal viejo.
-Esto es un mal trabajo, debió haber durado más, seguramente no lo mandaron a hacer con nosotros, eso es evidente-
-A decir verdad no tengo idea de quien lo hizo ni cuando lo pusieron, no tiene mucho que llegamos aquí-
Respondió Keito tranquilamente.
-Bueno, eso no importa, lo quitaré y pondré el nuevo que yo mismo he forjado-
Comentó Hikaru con orgullo mientras miraba a Keito con esa sonrisa confiada y segura.
-¿Tu mismo lo has hecho?-
Preguntó ingenuo.
-Por supuesto, necesito ganar más dinero y no hay más opción que trabajar más así que pase toda la noche haciéndolo, te puedo asegurar que durara muchos años-
Keito río un poco, pero sin intensión de burlarse.
-Te vez muy seguro de ello así que confiaré en tus palabras-
Hikaru sonrió victorioso y decidió comenzar de una buena vez con su trabajo, dejando aquella pesada bolsa en el suelo.
-¿Necesitas ayuda con algo?-
Le preguntó Keito al verlo tan concentrado buscando la herramienta indicada para quitar aquel viejo y roto barandal.
-Bueno, creo que necesitaré un poco de ayuda para sacarlo de aquí, así que puedes llamar a alguno de esos mayordomos o criados para que me ayuden con esto-
Respondió Hikaru sin dejar de trabajar.
-Te ayudaré-
Dijo Keito mientras se quitaba aquel elegante sacó y lo dejaba sobre una pequeña mesa de madera que estaba junto a la pared, la cual solo sostenía un elegante arreglo floral.
-¿Eh? No, no, no, no necesito que me ayudes con estas cosas, no quiero recibir reclamos de que el “joven“ esta haciendo el trdebajo de los plebleyos-
-No eres un plebeyo y no tiene nada de malo que yo te ayude, lo he decidido yo mismo y tomaré la responsabilidad si alguien se molesta-
-No quiero que me saquen de aquí por no saber mi lugar y hacerte trabajar-
Se formo el silencio, Keito ya no quiso decir nada más, estaba dispuesto a ayudar en lo que fuese necesario, tenía el deseo de permanecer cerca de Hikaru y no iba a alejarse por cosas tan triviales, estaba seguro de que sus padres no se molestarían por algo así.

Tenía hambre, las criadas lo ignoraban e incluso la cocinera le negó la entrada a la cocina, esto era una verdadera locura, no podía ser posible que esa gente se prestara para complacer a esa mujer. Ahora más que nunca se alegraba de haber alejado a Chinen, de no haber sido así las cosas serían más difíciles.
-Si sigues con esa actitud no vas a llegar a ningún lado Yuya, te lo advierto-
Le dijo su madre desde la entrada de su habitación.
-No me importa lo que hagas, no voy a casarme-
Ya no deseaba discutir más, así que se levantó de aquel sillón y salió de su habitación a paso apresurado, deseaba salir de ahí, no quería seguir viendo el rostro de su madre, tenía que pensar como alejarla y dejarle bien en claro que no iba a casarse con nadie.
Al salir de su casa comenzó a caminar rumbo a la casa de Kota, necesitaba hablar con alguien y él era la persona indicada.
Cuando llegó a casa de Yabu, lo hicieron esperar en la sala, a la cual se acercó la madre del chico para saludar con una radiante sonrisa, como siempre.
-Yuya, que bueno verte, ¿Vienes a ver a Kota cierto?-
Takaki asintió.
-Ha estado en su habitación toda la mañana, espero y al fin se digne a salir-
-¿Le pasa algo malo?-
Preguntó preocupado.
-No lo se, no ha querido hablar conmigo, esta extraño, ¿Crees que tu puedas averiguar lo que le sucede?-
-Voy a intentarlo, en ese caso iré a su habitación-
-Claro, adelante, haré que les lleven un poco de té ¿Te apetece algo en especial?-
Yuya no tenía la sufriente confianza de pedir algo más de comer así que solo negó amablemente y emprendió el camino hacia la habitación de Kota.
Justo cuando una de las criadas estaba por tocar la puerta, Yuya la detuvo.
-Espera, yo lo haré, puedes irte-
Con una reverencia la criada se retiro sin decir nada. Así pues Takaki tocó a la puerta pero no obtuvo respuesta, espero un poco y volvió a tocar pero todo siguió igual, así que por curiosidad giró la perilla y afortunadamente estaba abierto, así que sin más abrió la puerta y entro en la habitación.
-No respondías así que entre-
Le dijo a un Kota que estaba recostado sobre su cama con la mirada perdida en el techo.
-¿Te pasa algo malo?-
Preguntó Yuya preocupado al notar que su amigo al parecer no reaccionaba.
-¿Eh?-
Fue como si de pronto lo trajeran de regreso a la realidad y lentamente se reincorporó para ver a Yuya de pie junto a su cama.
-Ah, eres tu-
Takaki lo miró extrañado.
-¿Te sientes mal?-
-No… creo que estoy perfectamente bien-
-Pues no lo parece, estas extraño, no es normal en ti, ¿Paso algo?-
Pregunto de nuevo preocupado, Yabu se quedó callado unos segundos para después responder.
-Si, ha pasado algo… y no sé que hacer-
-¿No sabes que hacer? Eso quiere decir que hiciste algo, ¿Qué fue lo que hiciste?-
Esta vez Takaki tomó asiento en una silla que se encontraba cerca de la cama de Yabu.
-Yo…-
Se quedó pensando, no sabía como decirlo, era algo tan sencillo de decir y sin embargo de tan solo pensarlo desataba aquel torrente de emociones dentro de él que resultaba algo difícil de expresar.
-Bien, creo que voy a tener que adivinar, ¿Es Daiki cierto?-
Yabu miró a Takaki con asombro, eso solo sirvió para saber que Yuya había acertado.
-¿Qué paso?-
Pregunto un poco intrigado, Yabu se quedó en silencio y después de un rato pudo soltarlo en voz baja.
-Lo besé…-
Takaki tuvo que hacer un gran esfuerzo para lograr escuchar esas palabras. Se sorprendió mucho ante semejante confesión.
-Vaya… pues… supongo que eso esta bien, pero no lo esta ¿cierto?-
En ese momento Yabu suspiró profundo y se cubrió el rostro con ambas manos.
-Lo sé… hice algo que no debía… pero no pude contenerme, además… ¡Ah!-
-Sabía que esto iba a suceder-
Suspiro Takaki al ver lo agobiado que estaba su amigo.
-Sé bien que las cosas no debieron darse así pero… no me arrepiento… creo que eso me convierte en la peor persona-
-Así es amigo, pero que le vamos a hacer, ya lo hiciste y estoy seguro de que Daiki te correspondió ¿no es así?-
Yabu solo asintió con la cabeza.
-Bueno, creo que ahora lo que sigue es que Daiki hablé con Kei, le rompa el corazón y corra a tus brazos, supongo que eso esta bien para ti ¿no?-
-¡Por supuesto que no!-
Exclamó Yabu de inmediato.
-¿Entonces que? ¿En verdad crees que eso no va a pasar?-
Le preguntó Takaki con cierta molestia. Yabu se quedó en silencio y bajó la cabeza nuevamente.
-Te lo dije, sabes bien lo que Daiki significa para Inoo y ahora… hiciste mal las cosas, y lo peor es que no te arrepientes-
Yabu estuvo por decir algo pero alguien tocó a la puerta.
-Debe ser el té que tu madre pidió para nosotros-
Dijo Takaki mientras se ponía de pie para abrir la puerta y efectivamente, una de las criadas entro con una jarra de té y otra más con una elegante charola de plata sobre la cual iban las tazas de porcelana y unas galletas.
Tras ponerlas en una elegante mesita de madera al centro de la habitación se retiraron con una reverencia.
Takaki regreso a aquella silla y respiró profundo.
-Sé que las cosas no van a cambiar por más que pueda regañarte o gritarte las cosas, a decir verdad ya no tengo ganas de discutir, he tenido suficiente por hoy de eso, así que solo espero y puedas manejarlo lo mejor posible, dijiste que no te arrepentías y espero así te mantengas hasta el final-
Yabu se sorprendió por las palabras de Takaki.
-Luces… cansado-
-Lo estoy, pero no debo demostrarlo o perderé-
-¿Tu madre de nuevo?-
-Sí, discutimos esta mañana y ahora tiene a todos los sirvientes en mi contra-
-No puedo creer que haya regresado, por suerte Chinen ya no esta ahí por ahora, ¿Qué piensas hacer mientras?-
-Alejarla… pero aún no se como…-
-¿Y si le dices a tu padre lo que esta ocurriendo?-
-No, prometí no darle molestias, sé que puedo con ella, solo necesito pensar…-
En ese momento se escuchó un ruidito proveniente del estomago de Takaki.
-Y también necesitas algo de comer, espera un segundo, pediré que te traigan algo, las galletas no van a ser suficientes-
Sonrió Kota ante lo cual Yuya mostró una sonrisa llena de agradecimiento.

Después de un largo camino al fin habían llegado al cementerio, en donde estaba la tumba de la madre de Kei.
-Déjame ayudarte con eso-
Le dijo Kei a Ryutaro, quien cargaba con aquel gran ramo de lirios blancos.
-Yo puedo, descuide-
Sin embargo Inoo ignoró por completo a Ryutaro y tomó un poco más de la mitad de aquellas flores. El menor ya no pudo objetar y siguió a su joven amo.
-Este es un lugar tan tranquilo-
Dijo Kei con voz suave.
-Sin embargo tiene algo que no es del todo agradable-
-Bueno, estar rodeado de gente muerta no puede ser agradable, al menos no para alguien normal-
Bromeó Inoo haciendo que Ryutaro riera un poco.
-Sin embargo hoy hace un buen día, esta soleado, me gusta-
Dijo Inoo nuevamente.
-Eso es porque su madre seguramente esta feliz de que venga a dejarle flores y de que ha vuelto a tocar el piano-
-Seguramente, me gustaría pensar que es así-
Ryutaro observó la sonrisa en el rostro de Kei y su pecho se inundó de una gran felicidad.
Así, llegaron hacía la tumba de la madre de Inoo, el primero en arrodillarse fue Kei, Ryutaro solo se reverenció y retrocedió un paso, esperando la indicación del mayor para poder poner las flores sobre la lápida.
Después de un rato de silencio, Kei habló.
-Madre, ¿Cómo esta todo allá arriba? Debe ser tan diferente… yo pienso en ti todos los días, quiero disculparme por haber abandonado el piano que tanto atesorabas… pero tenía miedo… no sabía que hacer y me sentí tan solo, pero gracias a alguien he recuperado mis ganas de tocar y puedo sentirte cada vez más cerca-
Ryutaro observó detenidamente como Kei hablaba frente a la tumba de su madre, como sonreía y su rostro se iluminaba, sus ojos se tornaron cristalinos por lo que metió su mano en el bolsillo de su pantalón para sacar un pañuelo blanco, justo al ver la primera lagrima del mayor recorrer su rostro, se acercó tímidamente y le dio aquel pañuelo.
Al principio, Kei se sorprendió, casi había olvidado que Ryutaro estaba justo detrás de él, pero esto no lo avergonzó, solo sonrió agradecido al menor y tomó aquel pañuelo, rozando sin querer los dedos de Ryutaro gentilmente.
-Gracias-
Ryutaro solo sonrió ante el agradecimiento de su joven amo.
-Iré por agua-
Dijo el menor mientras dejaba con cuidado las flores al pie de la lápida y se fue corriendo.
La sonrisa en el rostro de Kei demostraba una gran felicidad que incluso al darse cuenta de ello se sintió extraño, pero no quiso darle importancia ni pensarlo demasiado, solo deseaba que todo continuara así.

-¿Por qué estas tan callado?-
Preguntó Yuto con curiosidad mientras se sentaba sobre el suave pasto.
-No se, esta paz me gusta tanto que n sé que decir-
Respondió Ryosuke mientras suspiraba.
-¿Esta paz? ¿A que te refieres exactamente?-
Preguntó Yuto.
-¿Recuerdas que últimamente el joven Inoo y Ryutaro peleaban muy seguido?-
Yuto solo asintió con la cabeza.
-No sé, las cosas están cambiando, a veces me da el presentimiento que las cosas van mejorando y que tarde o temprano él se dará cuenta de los sentimientos de Ryutaro, y algo parece indicar que el joven podría corresponderle pero todo se esfuma cuando el joven Arioka aparece, es entonces cuando puedo ver claramente como el mundo de Ryutaro se viene abajo y toda ilusión desaparece-
-Déjame ver si estoy entendiendo, ¿tu crees que exista la posibilidad de que el joven Inoo sienta algo por Ryutaro? Pero en realidad es solo mientras el joven Arioka no esta presente ¿cierto?-
Ryosuke solo asintió con la cabeza.
-Bueno, yo pienso que deberías esperar y solo observar, no hay nada que puedas hacer, además… no sé… algo me dice que esto no va a seguir mucho tiempo así-
Dijo Yuto con voz seria.
-¿Por qué lo dices?-
-No puedo darte detalles, pero he notado cosas y no sé, creo que pronto algo grande va a ocurrir y esto puede significar una oportunidad para Ryutaro o solo… no sé-
Ryosuke no comprendía bien las palabras de Yuto.
-No estoy entendiendo nada, mejor hablemos de otra cosa-
Yuto río al ver el rostro confuso de Ryosuke.
-Tu fuiste quien comenzó con este tema-
-Bien, pues ahora soy yo quien lo termina-
Ryosuke se cruzó de brazos y giró la cabeza.
-¿Ahora estas molesto conmigo?-
-Nunca dije que estaba molesto-
-Pero parece-
Dijo Yuto tratando de sonar bromista.
-No me gusta que me ocultes cosas, no se supone que deban ser así las cosas-
-No lo hago con esa intensión, solo no puedo porque no estoy seguro, en cuando se aclaren más las situaciones te diré lo que pienso ¿Esta bien?-
-No tengo manera de hacerte cambiar de opinión así que dejémoslo así-
Se resignó Ryosuke y se recostó sobre el césped.
-Ryosuke-
Lo llamó repentinamente Yuto después de un corto silencio.
-¿Qué?-
Preguntó con los ojos cerrados, sintiendo la suave brisa sobre su rostro, de pronto sintió los húmedos labios de Yuto sobre los suyos, besándolo tiernamente.
Después de la repentina sorpresa, no dudó en responder, era tan adicto a aquellos labios, tenía que aceptar que le fascinaba ser besado tan repentinamente.
Al separarse lentamente, ambos se miraron a los ojos e inevitablemente sonrieron.
-Pronto estaremos solo tu y yo y nada más importará-
Le dijo Yuto con una sonrisa en el rostro. Inevitablemente esto hizo sonrojar a Ryosuke.
-Será divertido-
Dijo torpemente.
-¿Divertido? ¿Es todo lo que puedes decir?-
Se burló Yuto.
-Ah… bueno… y también será… ¿interesante?-
Sin poder evitarlo, Yuto soltó una carcajada.
-Estas tan avergonzado que no sabes como expresarte, pero déjalo así, no importa-
Dicho esto, se recostó junto a Ryosuke y tomó su mano, entrelazando los dedos y ambos miraban hacia el despejado cielo, soñando despiertos con aquel futuro que tanto ansiaban alcanzar.

-¡Listo! Ahora solo tengo que sacarlo de aquí-
Dijo Hikaru con una sonrisa victoriosa.
-Iré a abrir la puerta, espera-
Le dijo Keito mientras se iba a paso veloz, Hikaru intentó detenerlo pero fue incapaz de decir algo, el menor ya se había ido así que solo suspiró profundo y espero a que regresara.
-Ya esta abierto, espero tus instrucciones-
El entusiasmo en Keito era tan grande que Hikaru sonrió inevitablemente, ya no intentó detenerlo, al contrario, comenzó a disfrutar más de su ayuda y de su compañía.
-Bien, colócate en aquel extremo y cuando yo te diga lo levantaras con fuerza, después lo cargaremos hasta sacarlo, ¿listo?-
Keito asintió entusiasmado y Hikaru se dirigió al otro extremo.
-Bien… ¡Arriba!-
Así, ambos con todas sus fuerzas levantaron aquel barandal y con cuidado caminaron hacia la puerta para después lograr sacarlo de la casa.
-Ahora vamos a… dejarlo por… aquí-
Dijo Hikaru con un poco de dificultad, señalando con un movimiento de su cabeza hacia un gran árbol.
-¿Aquí?-
Preguntó Keito cuando ambos llegaron al lugar.
-Si, aquí no estorbara, más tarde me lo llevaré para reutilizar el metal, puede serme útil, bájalo con cuidado-
Así, con las claras indicaciones de Hikaru, Keito bajó con cuidado aquella pieza de metal.
-¡Vaya! No imaginé que pesara tanto-
Exclamó Keito mientras limpiaba su frente con la manga de su camisa.
-Es por eso que los niños bonitos como tu no están hechos para este trabajo-
Dijo Hikaru quien también respiraba con dificultad.
-Tú también estas cansado así que tu comentario esta fuera de lugar-
-Te equivocas, yo estoy acostumbrado a estar cansado y lleno de sudor, en cambio tu no lo estás-
Muy lejos de molestarse, de cierta forma a Keito lo gustaba la forma de hablar de Hikaru, quien se expresaba de una manera algo divertida y sin intensiones de molestarlo, solo era sincero y nada más.
-¿Ahora que sigue?-
Preguntó Keito mientras frotaba sus manos entusiasmado.
-Eres en verdad algo gracioso, te gusta el trabajo pesado-
-Creo que es interesante-
Respondió con tranquilidad, cuidó mucho sus palabras, pudo haber dicho que le resultaba divertido pero no deseaba ofender a Hikaru.
-Nunca voy a entender a las personas como tú, pero si quieres trabajar pues entonces hagamos esto hasta el final-
Sonrió Hikaru entusiasmado, era la primera vez que alguien como Keito se ofrecía a ayudarle, además, lo más increíble de todo era que a pesar de ser un joven de buena familia resultara ser tan sencillo y agradable, definitivamente le agradaba estar con él.

-¿Qué es lo que te pasa últimamente Daiki? Entras y sales, no dices nada, no tengo idea de lo que te esta pasando, ¿Acaso piensas ignorarme al igual que lo hace tu padre?-
Le reclamó su madre.
-Lo siento, esa no es mi intensión-
-¿Pues entonces cuál es? No te entiendo, ya casi no logro convivir contigo, ¿Qué es lo que tanto haces allá afuera?-
-Nada importante, solo estoy con mis amigos-
-Pues deberías estar pensando en hacer algo más productivo que solo estar con tus amigos, ¿Qué acaso no piensas en el futuro?-
Vaya pregunta, a decir verdad no, nunca se había puesto a pensar en ello, o tal vez si pero de una forma realmente vaga.
-Lo pensaré pronto ¿de acuerdo?-
-No quiero que seas como tu padre, tú tienes que regresarle el honor a esta familia-
-No lo digas así…-
-Es la verdad, si no fuera por tu padre y sus investigaciones no estaríamos así-
Se quejó la señora.
-¿Es que no sabes hacer otra cosa más que quejarte? Si no te gusta esta vida ¿Por qué no simplemente te vas de aquí y nos dejas en paz?-
Dijo Daiki muy serio, estaba fastidiado, siempre era la misma historia con su madre y esta vez ya había llegado a su limite.
-Ahora te vas a poner del lado de tu padre, ¡Lo que me faltaba!-
Daiki no deseaba seguir escuchando a su madre así que solo se dio media vuelta y salió del lugar, no le importo lo que su madre le gritaba, solo quería salir de ahí.
Al salir de la casa se encontró con su padre, quien se veía desvelado, sucio pero tranquilo.
-Daiki, que sorpresa verte-
-Hola padre-
Lo saludó con una leve sonrisa.
-¿Tu madre otra vez?-
Preguntó el señor, ante lo cual Daiki solo bajó la mirada y asintió.
-Siento mucho que por mi culpa tengan que pasar por todo esto, pero te prometo que pronto todo terminará, ya lo verás-
-¿Vas a dejar tus investigaciones?-
Preguntó Daiki con cierta preocupación.
-Algo así, digamos que estoy pensando en hacer otras cosas, pero no se lo digas a tu madre todavía, deja de preocuparte, no quiero volver a verte triste por culpa de mi trabajo-
El semblante preocupado de su padre le revolvió el estomago.
-Tu trabajo no me desagrada, lo que paso antes no fue tu culpa y ya esta en el pasado, ya casi ni me acuerdo, solo espero y lo nuevo que hagas ahora no te vuelva una persona infeliz, padre-
Daiki sonrió lo más natural posible.
-Gracias hijo, bueno, ¿Vas a algún lado?-
-Solo a caminar por ahí, no me tardo-
Así, un poco más tranquilo, continuo con su camino hasta alejarse de su casa.
Por un momento dudo que camino tomar, pero después de un rato decidió que lo más indicado era ir con Kei y hablar con él, no estaba seguro de cómo debía comenzar pero de alguna manera tenía que decirle la verdad.

El carruaje se detuvo frente a la gran mansión Inoo, al fin habían regresado.
Ryutaro fue el primero en bajar y corrió hacia la puerta de la casa y la abrió para que su joven amo entrara.
Kei bajó despacio y observó sonriente a Ryutaro.
-Hoy estas más servicial que de costumbre, ¿o es mi imaginación?-
Ryutaro sonrió un poco y bajó tímido la mirada.
-Es mi trabajo-
-Si claro, esta bien entonces-
Dicho esto, Kei le dio un par de palmaditas en la cabeza a Ryutaro.
-Gracias por haberme acompañado hoy, de verdad estoy muy agradecido contigo, haz hecho que este día fuese mejor de lo que esperaba-
Era increíble que estas palabras fuesen más que suficientes para hacerlo inmensamente feliz, tanto que no pudo reprimir esa gran sonrisa que se dibujo en automático en su rostro.
-No fue nada-
Respondió el menor. ¿Era su imaginación o Ryutaro lucía diferente? Era extraño, no podía explicárselo pero le agradaba esa expresión.
De pronto Kei noto un pétalo de lirio en el pantalón de Ryutaro y se lo quitó.
-Mira lo que se quedó contigo, muchas gracias por haber cortado esas hermosas flores para mi madre-
Así, Kei tomó una mano de Ryutaro y depositó aquel pétalo sobre esta con calidez y gentileza.
-Ah… no fue nada… yo-
Respondió torpemente.
-¿Qué?-
Preguntó curioso Kei.
-Yo… no quería verlo triste así que por eso lo hice, en verdad… me… me alegra mucho haber sido de ayuda para usted-
Era probable que sus sentimientos fueran más visibles que otras ocasiones, estaba temeroso por eso pero lo había dicho y ya no había marcha atrás.
-Si que lo fuiste pequeño-
Le dijo Kei con una tierna sonrisa y volvió a acariciar suavemente su cabeza.

¿Era su imaginación o aquella escena era demasiado tierna? Era tierna y al mismo tiempo… le desagradaba… ¿Por qué? ¿Celos? No podía ser posible… pero deseaba que Ryutaro se alejara ya mismo de Kei y que este dejase de sonreírle así.

15 comentarios:

Haruki-chan dijo...

*aun sin leerlo* MIO MIO MIOOOOOOOOOO *lo reclama antes que caro* YEY MIOOOOO ^O^/

mabelucome dijo...

Waaaaaaaaa!!!!! Me encanta!!!!!!
Daiki, sí, tienes que decírselo a Kei pero... mi pobre niño sufrirá T^T Aunque también es verdad que la sinceridad lo es todo, pero.... arrrrgggg!!!!! quiero saber qué pasa, estoy nerviosa hasta yo >///<
Yabu!!! claro que no se arrepiente, quién lo haría? XD
Pobre Takaki, su madre es realmente insoportable será... arrrggg!!!! que asco da!!! menos mal que Yuri no esta en la casa...
Awwwww, yamajima love love >///< pronto super Yuto se lo llevará *-* Creo que sospecha, nee?
Ryu, te ganas un sitio en su corazón!!!! Tu estarás ahí cuando Daiki le diga las cosas horribles T^T
Quiero conti (cuando puedas, yo espero lo que haga falta :D)

kia dijo...

waaaaaa mee encanto wiiii espero las ansias me he quedado sin palabras waaaaaa

Anónimo dijo...

geniall!!!!!
por fin me encanta

Hitomy-Chan dijo...

Hasta k pude leerlo me encanta!!!! Aya eres genialosa si que lo eres ;-) __Daiki tiene k se sincero debe decirle la verdad a Inoo Ryutaro tu puedes ;-) __debes quedarte con Inoo Daiki Baka :-P __ Yabu malo k yo se arrepiente de lo k hizo sabíendo bien k el ksufrirá más es Inoo __Odio a la madre de Yuya __Yamajima puro amor <3 meencanta ;-) __ para ser tu primer Hikato está muy bien yo escribo mucho sobre ellos me encantan pero amo más el yamajima <3___

Ánimo ayaa tu puedes y gracias por sacarme de la duda ;-) k tenía

AmiS dijo...

omg!! cada vez mas increible!!! esperare con ansias la conti!! *O*

Yuuna-Chan~ dijo...

OOOH! DIOS MÍO!!! MUCHO INOOTAROOO! -explota- Esperé con tantas ganas este fic's que no pude aguantar a terminar las clases para leerlo ;OOO; REALMENTE LO AMÉ! Me han regañado tantas veces para apagar el laptop, así que dejo algo completamente corto ;__; AME TU FIC'S Ayaa-chan~ SIGUE ASI! ESPERO EL SIGUIENTE! estoy muy emocionada ;OOO;! <3

Paoo Inoue dijo...

Oh por dios!!!!! no sabes como en estos momentos y mientras leia odiaba a Yabu!! (maldito plano!!!!)
no, no, no,no ;W; Daiki no le puedes hacer eso a Kei!!! si lo dejas seras infeliz por toda tu maldita y p***a vida! te uro que te haré sufrir y Kota te dejará para casarse con una chica

;w; pobre mi yuri no apareció como esta!!!

el Hikato awwww es loooveeee <3 malditos los adoro!! *OO*
Oh ayaa este capitulo me gusto!!!
:b quiero que el que quiera alejar a Ryu sea Daiki ¬¬ seee~~~siente celos maldito traidor!!

pero recuerda esto: si no cenaste hoy, mañana te mueres de hambre (?) xDDDD

miriacha dijo...

lindo capi y a la vez larguitooo...como me gusta..^^

la parte final es la de daichan verdad?..(de los celos)...esta parte me hace dudar con quien se quedará al final kei...si con dai o ryu...mmmm..quien será?...

me encantó el capi tuvo de todo y a las 5 parejas (inodai, yamajima, takachi, hikato, yabu y ryu...)

espero la conti ayaa!!....^^

Carol~ dijo...

Para Haruki: no vale!! no fue limpio, yo no estaba en la computadora a esas horas D:!!!

Para la autora: dices que está largo, pero yo lo sentí una nada

uyyy eso de amar a dos personas a la vez, está mero complicado, espero no estar nunca en la situación de Daiki

qué tipa tiene Takaki por madre, ushhh y esos sirvientes, cómo cambiaron su lealtad así como así, ni siquiera uno por debajo de agua le va a servir ;w;??

Yabu querido, ya quiero saber qué es lo que vas a hacer, y tú también Takaki, cómo vas a echar a tu madre, ella ya hizo su primera jugada -w-!!

quiero intervención de Chinen, fue el único que no salió, también quiero que se haga un lío, porque Takaki lo "echó" de su lado.

en cuanto al hikato, tranquila lo estas haciendo bien, va genial, solo que ya se terminó el trabajo de la baranda )= habrá que idear más formas de cómo podrán verse *3*

Yamajima!! mucha suerte con su sueño, que se haga realidad :DD

fue muy emotivo la ida al cementerio ;0;! o tal vez yo la siento emotiva porque conozco ese sentimiento y conozco lo que es observar las lágrimas, Ryutaro, peque, eres amorsh, te ganaste varias caricias en la cabeza y la bella sonrisa de Inoo y como bono, despertaste celos en Daiki!

ya quiero saber qué paso hace años con el trabajo del papá de Daiki, de eso, de lo que lo salvó yabu, tiene mucho que ver y me tienes esperando aún O:!!

y eso es todo, hasta el siguiente. Que ojalá si esté presente cuando sea publicado.

Vann,,* dijo...

ASDFGHJKLASDFGHJKLASDFGHJK!! FUE TAN BELLLLLLOOOOOOOOOOOOOOO~~!! demasiado tiernoo!! alguna vez he dicho que adoro el InooTaro?? ASDFGHJKLASDFGHJKL!!! *se murió*

Pinchi Daiki! primero anda engañando a Inoo con Yabu y después ya se pone celoso de Ryuu ¬¬ ayyyy carajo! quién lo entiende!! me dan ganas de darle una cachetada! LOOOL

Esperaré con ansias ansiosas lo que siguee ASDFGHJKLASDFGHJKLLLÑASDFGHJKLÑ!!!!! ;OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO;♥

d@nny dijo...

sabes cuanto desvario con este fic?
es que me encanta y me ha quedado con ganas de mas ^O^
al fin inoo de da cuenta un poquito que sea, y daiki celoso, mejor que se quede con yabu ewe
ojala que la mama de takaki se vaya luego, y el takachii tenga un final feliz ;D, que decir del yamajima, me encanta, y el hikato esta evolucionando bien~~
no me molestaria que siguiera por otros 6 capitulos *W*
muchas gracias ayaa por actualizar
me ha encantado!!!
sige asi, que tienes futuro de escritora ;D
saludos y ojala sigas
=)

Anónimo dijo...

neeeeeeeeee onegaiii actualizaloooo ya me lo se de memoria de tanto leerlo waaaa quiero contiii onegaiiii

yamiamai dijo...

Tenía desde el cap 12 sin leerlo -culpabilidad- pero ahora que ya me leí todo esto asdasd tiene un efecto lindo?!
Whyy estúpidas situasiones complicadas! La madre de Takaki apesta e.é!
Amo! el InooTaro; Inoo debería de amar a Ryu! y Daiki debería agradecer que Inoo quedará en buenas, cariñosas y hamster manos (?) en vez de tener celos, los que ni al caso, si lo está engañando~ en fin YamaJima es amor y el HikaTo antes no había leído nada de ello o.o pero me agrda -w- waaa Ayaa eres genial sigue con el fic owo
Atte Aoi-chan

Anónimo dijo...

gracias a la encuesta que hiciste me puse a leer este fic

lo lei en 1 dia ;o;

es hermosoooooooooo~
asdfghjjhgfd es la primera vez que leo un InooTaro .. y es taaan asdtyhgfds <3
Muchas gracias .... y aunque no haya ganado la encuesta ;o; espero que pronto haya continuación (=

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