[MiniFic] Usagui [Prólogo]

Título: “Usagui”
Parejas: Nakayama Yuma / Morimoto Shintaro [YumaShin] - Nakajima Yuto / Yuri Chinen [NakaChii] - Yabu Kota / Ryutaro Morimoto [YabuTaro]
Extensión: Minific
Capítulos: Prólogo + 3
Género: Yaoi / Shounen Ai - Respectivamente
Autora: Ayaa
Nota: Entrega especial para Carol~ que tiene como mil años que me lo pidió.

 Usagui

Prólogo.

“Antes de…”

“Tienes una misión importante, más que eso, es tu deber, la razón de tu existencia, encuentra a esa persona y hazla feliz, cuando al fin lo sea, solo hasta ese entonces, podrás volver a casa.”

Aquel pensamiento inundó su mente y aquel viaje llenó de luz y una suave ventisca lo hizo aterrizar en un extraño lugar.
Tímidamente miró a su alrededor, todo estaba obscuro y había muchas cosas amontonadas y para colmo todo era inmensamente grande para él.
“¿En dónde estoy?”
Se preguntó mientras caminaba un poco, olfateando así a su alrededor.
“¿Cómo voy a encontrar a esa persona en un lugar tan obscuro?”
Siguió avanzando poco a poco hasta lograr ver una franja de luz, al parecer estaba dirigiéndose a una puerta entreabierta, de pronto unos pasos lo hicieron detenerse y solo observar curioso.
-¿Estas seguro que lo dejaste aquí?-
Se escuchó la voz de un niño.
-Estoy seguro, debí haberlo puesto con los balones del gimnasio, es mi balón de la suerte, si no lo recupero no podré practicar para el torneo-
Aquellos pasos estaban cada vez más cerca, lo sabía, sus largas orejas escuchaban claramente aquellos pasos acercarse más y más, entonces su regordete cuerpo se movió para esconderse detrás de un estante.
“No deben verme así”
Tras haber hecho esto, alguien entró en aquel cuarto, encendió la luz y todo fue más claro, estaba en el almacén de algún gimnasio, ya antes los había visto.
-Tiene que estar aquí-
Dijo aquel chico, lo observo detenidamente, delgado, cabello negro, obviamente mucho más grande que él en tamaño, claro, todo en aquel lugar era más grande que el, a excepción de un balón que rodó hasta donde él se encontraba.
-Aquí esta-
Dijo el chico con tono feliz.
-Ahora solo debo ponerlos de nuevo en su lugar-
Así, aquel chico comenzó a recoger los balones que había dejado caer al suelo y al acercarse a uno se sorprendió mucho.
-¡Un conejo!-
Exclamó sorprendido.
“¡Oh no! Debo salir de aquí”
Se dijo aquel pequeño ser, era evidente que aquel niño no sería capaz de escucharlo, y antes de que se decidiera a tomarlo emprendió su huida velozmente.
-¡Ah! Escapa… debe ser de aquí de la escuela, debo tomarlo antes de que se pierda-
Estuvo a punto de salir detrás del conejo cuando su amigo lo llamó.
-¡Shintaro! ¿A dónde vas?-
Se detuvo repentinamente para ver a su amigo.
-Voy detrás de ese conejo, si se va más lejos se va a perder-
-¿De que conejo hablas?-
Preguntó el chico confundido.
-¿No lo viste? Acaba de salir un conejo de ahí justo ahora-
Respondió Shintaro señalando el almacén del gimnasio.
-Yo no ví nada, ¿no será que estás demasiado cansado y ya vez cosas? No es posible que un conejo salga de ahí, además los encargados de cuidar al conejo de la escuela siempre cierran bien la puerta, yo los vi-
Le dijo su amigo con un ligero fastidio en la voz.
-Pero ya te dije que yo vi a un conejo y justo ahora debe estar atravesando el patio de la escuela-
Insistió Shintaro con desesperación.
-Tu lo que necesitas es un poco de relajación, mejor vámonos ahora antes de que se haga más tarde, no quiero que mi mamá me regañe de nuevo por llegar tarde-
Dicho esto, aquel chico rodeo el cuello de Shintaro con un brazo y comenzó a caminar, llevándolo un poco en contra de su voluntad fuera del gimnasio.

Después de correr, logró refugiarse detrás de un gran árbol.
“Eso estuvo cerca”
Se dijo mientras miraba como aquellos chicos se marchaban. De pronto una voz apareció dentro de su cabeza.
“-No debiste haber huido, recuerda que la única persona que pueda verte es la persona elegida-”
La pequeña criatura miró al cielo confundido.
“¿Eh? Eso no  lo habías mencionado antes, de haberlo sabido no hubiese escapado”
“-Creo que olvidé ese detalle, de todas formas, debes cambiar tu forma si quieres acercarte a él, en tu forma natural no podrás hablar con él-”
Le indicó aquella voz.
“¿Cambiar mi forma? ¿Cómo puedo hacerlo?”
“-Eres una criatura mágica, debes saber cómo hacerlo. Ahora sabes bien lo que tienes que hacer, suerte-”
Así, aquella voz se desvaneció.
“¿Pero que forma debería de tomar?”
Se dijo mientras intentaba pensar en algo, pensó en tantas cosas pero todas lo llevaron a la misma conclusión.
“No importa que animal elija… con ninguno puedo comunicarme directamente con él… eso significa que solo hay una forma de hacer las cosas bien”
Así, con entusiasmo cerró los ojos y en su menté se dibujó la forma exacta que debía tomar.
Para el resto del mundo, el tiempo se detuvo, una nube de humo apareció alrededor de aquel conejo y de pronto su forma fue completamente diferente.
Tenía largas piernas, dos brazos, dedos en pies y manos, una cabeza sin largas orejas, ojos grandes y expresivos, dientes más pequeños y solo había pelo en su cabeza; ahora era un humano.
-Genial, así será mucho más fácil-
Se dijo alegre, justo estaba por emprender su camino cuando aquella voz apareció de nuevo en su mente.
“-Tu transformación tiene un pequeño error mi estimado Yuma-”
-¿Eh?-
Exclamó sorprendido mientras miraba al cielo.
“-Mira a tu alrededor, encuentra la gran diferencia que hay entre los demás humanos contigo-”
Aquella voz lo hizo mirar a dos chicos que jugaban béisbol no muy lejos de donde el se encontraba, los miró fijamente y después miró detenidamente su cuerpo. Estaba completamente desnudo.
-¡Olvidé que los humanos usan ropa!-
Exclamó avergonzado y de inmediato, usando la misma técnica, copió la vestimenta de aquellos chicos que jugaban béisbol.
“-Mucho mejor ¿No te parece?-”
-Es incómodo, pero voy a acostumbrarme-
Dijo mirando al cielo mientras sonreía torpemente.
“-Ahora debes darte prisa-”
Así, una vez más aquella voz desapareció, rápidamente miró en dirección hacia donde aquel chico que pudo verlo se había marchado.
-¿A dónde pudo haber ido?-
Se preguntó mientras se quitaba la gorra blanca y rascaba su cabeza.
-¡Hey! ¿Quién eres tu? ¿Por qué no estás practicando?-
Le gritó un humano de apariencia mayor.
-Eh… lo siento mucho, debo irme ahora-
Se disculpó con una pequeña reverencia y sin más salió corriendo para lograr alcanzar a aquel chico.

Mientras tanto, en aquel mágico lugar…

“-El primero de ustedes se ha marchado. Ya sabes que hacer, recuerda que deberás tomar una forma humana para poder hablar con esa persona, a pesar de que somos criaturas mágicas no podemos hacer que los humanos escuchen nuestra voz, espero y comprendas-”
“No quiero comprender, odio las formas humanas, ¿Acaso no puedo buscar la forma de que pueda escucharme sin tener que cambiar?”
Preguntó aquel pequeño conejo con preocupación.
“-No, por más que lo intentes, los humanos creen que no existimos, desconocen y se niegan aceptar nuestra magia, por lo que están completamente convencidos de que no hablamos, es por eso que debes hacerlo-”
Le dijo aquella voz que provenía de aquel gran árbol dorado.
El pequeño conejito respiró profundo.
“Esta bien, haré todo lo posible por cumplir bien mi misión”
Dicho esto, aquel gran árbol dorado dejó caer una de sus ramas sobre el pequeño conejo, apenas lo tocó un poco y este desapareció dejando en su lugar una suave brisa.
“Todos se han ido, ¿Es mi turno ahora?”
Preguntó un tercer conejo blanco que apenas salía de su madriguera.
“-Por supuesto, has escuchado todo con atención ¿cierto?-”
El conejito asintió con su pequeña cabeza y miró con ilusión como la rama de aquel árbol dorado volvía a descender, tocó suavemente su cabeza y todo se llenó de luz, su viaje también había comenzado.
“-Suerte, yo los estaré vigilando; saben que siempre que necesiten ayuda pueden llamarme-”

La misión había comenzado, uno de ellos ya había encontrado a esa persona, los otros dos estaban en camino, ahora solo es cuestión de tiempo para que los destinos comiencen a moverse…

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¿Qué tal? ¿Les gustó?
Espero que si, el resto ya lo tengo bien avanzado, probablemente este para el cumpleaños de Yuma ^^