Título: My world
Parejas: Inoo Kei – Chinen Yuri [InooChii]
Genero: Yaoi-Lemmon
Extensión: OneShot
Autora: Ayaa
My World
Gente, sonrisas, llanto, decepciones, triunfos,
amor… un mundo en su totalidad. Cada uno vive de estas y muchas más emociones,
experiencias. Todo aquello integra lo que somos y lo que tal vez queremos
llegar a ser. Lo que deseamos, lo que no podemos tener, lo que tenemos pero que
no somos capaces de apreciar, en fin.
Una persona es incapaz de saber lo que lo hace
verdaderamente feliz, puesto que muchas veces todo se confunde, pero se dice
que lo único claro y verdadero, es el amor, esa persona amada, ese sentimiento
que es doloroso, es triste cuando no es correspondido y lleno de luz cuando es
mutuo.
Observar a la persona amaba, admirar cada pequeño
detalle, cada pequeña cosa, todo, absolutamente todo, tal vez sea lo más
adorable de estar enamorado. Cuando sabes bien que esos sentimientos no serán
correspondidos, y aún así decides permanecer a su lado, con una sonrisa, es lo
más triste, pero sin duda, lo más valiente, porque huir es tan fácil.
Todas estas cosas, son solo un humilde punto de
vista, un pensamiento, una ocurrencia, que puede resultar una mentira, o una
realidad escondida en el interior de mi mente.
Era un elegante lugar, la ventana abierta dejaba
entrar una cálida luz solar que bañaba con esta un par de plantas. El sonido de
las manecillas del reloj era a veces el único sonido dentro de aquella
habitación, hasta que se cuestionaba algo y se obtenía una respuesta.
-Lo quiero-
-¿A quien?-
-A él-
-¿Y quien es él?-
-Un amigo, solo eso-
-¿Lo quieres como amigo?-
-No-
-¿Entonces?-
-No lo sé. Solo lo quiero-
-¿Es amor?-
-No lo sé-
-¿Por qué no lo sabes?-
Hubo un silencio.
Fue entonces que abrió los ojos y respiró profundo. Se reincorporó de
aquel cómodo sillón y miró a aquella mujer.
-¿Ya me puedo ir?-
-Aún quedan quince minutos, Chinen-kun-
Respiró con fastidio y volvió a recostarse.
-Hicimos un trato, ¿Lo olvidas?-
-Ya sé. Pero ya no tengo más que decir-
Aquella mujer que vestía una bata blanca y que hacia
anotaciones en una pequeña libreta, observó a Chinen por unos segundos.
-Vienes cada semana, esta es la primera vez que me
cuentas algo que parece importante y ya quieres irte. ¿No te parece cruel de tu
parte?-
Chinen sonrió de lado, con cierta burla.
-Doctora, ¿Quiere decir que solo le interesa
inmiscuirse en mi vida privada? ¿En dónde queda su labor como psicóloga?-
Aquella mujer sonrió y dijo.
-No quiero inmiscuirme, es solo parte de mi trabajo
saber más. Sabes que has mostrado un avance lento y este parece ser un gran
paso-
Chinen volvió a reincorporarse y la miró fijamente.
-¿Qué quiere decir con un gran paso?-
La doctora lo miró fijamente, suspiró y le dijo.
-Te has enamorado-
-Eso es absurdo-
Sonrió Chinen mientras se ponía de pie, tomaba su
chaqueta y se la ponía.
-¿Te vas a ir ya?-
-No tengo porque seguir aquí, estoy cansado, de todas
formas ya pague mi consulta, por salirme diez minutos antes no pasa nada-
-Como quieras-
Dijo la doctora. Fue así como Chinen salió del
consultorio, cerrando con suavidad la puerta tras de si.
Estando en la calle, tomó su teléfono móvil.
-¿Yama-chan? ¿Estás ocupado?-
Atravesó con cuidado la calle mientras se colocaba
bien sus lentes obscuros.
-Nada, solo creo que llegaré tarde. Pero descuida,
ya voy en camino. Nos vemos-
Fue así como colgó y continuó caminando hacia la
estación del metro.
Estando en el vagón, miraba a la gente discretamente
a través de sus gafas obscuras. Miró cerca de él a una pareja de novios, la
chica miró a su novio y le dijo con discreción. “Te quiero”
Para él fue perfectamente entendible la articulación
de sus labios.
“-Así que eso debe ser querer…-“
Miró un poco más hasta que notó que debía bajar en
la siguiente estación.
-¡Llegas tarde!-
Le gritó un chico alto, de cabello negro el cual
respondía al nombre de Nakajima Yuto.
-Le llame a Yama-chan para decirle que iba a llegar
tarde-
Respondió sin ganas de dar más explicaciones.
-Bueno, igual no han llegado todos, puedes ir a
cambiarte mientras, faltan treinta minutos para comenzar-
Fue así como decidió dirigirse hacia uno de los
camerinos, debía cambiarse, pero no solo de ropa si no también de personalidad.
Ese, en pocas palabras, era su trabajo, fingir algo que no era, con todos los
que lo rodeaban y ante las cámaras; una celebridad.
Fue así como comenzó a desvestirse, miró a su
alrededor y visualizó su ropa, tenía un pequeño letrero con su nombre pegado en
la funda que cubría a esta.
Solo vistiendo su ropa interior, tomó el papel con
su nombre, arrugó el papel con su mano y lo arrojó con cierto desprecio.
-¿Ya no te gusta tu nombre?-
Escuchó decir. De inmediato reconoció aquella voz y
de nueva cuenta ese sentimiento extraño lo inundó por completo.
-Ah… Inoo-kun-
-Hola-
Lo saludo aquel chico, cuyo nombre era Inoo Kei. Fue
entonces que, sin notarlo, Chinen no podía dejar de mirarlo, sin darse cuenta
de la situación, como si de un instante a otro se hubiese transportado a otra
dimensión.
-¿No terminarás de vestirte?-
Le preguntó Inoo, señalando su casi desnudo cuerpo.
Aquello lo hizo sonrojar violentamente, odiaba aquello pero él era la única
persona capaz de ponerlo rojo.
-Si, solo pensaba en algo-
Respondió Chinen con cierta indiferencia, mientras
se daba media vuelta para ocultar su rostro y con movimientos veloces comenzó a
vestirse.
-¿En que pensabas viéndome de esa manera?-
La curiosidad inocente de Inoo le resultaba
peligrosa, dado que evidentemente él no pensaba nada inocente.
-Nada, solo pensaba-
Fue así que terminó de vestirse, tratando de
acomodar su corbata. Siempre cuidaba cada detalle, se consideraba un
perfeccionista, su camisa, saco y corbata estaban finamente en su lugar, al
igual que el pantalón. Los demás preferían lucir un poco desalineados, pero eso
a él no le gustaba, simplemente era su estilo.
Chinen estuvo a punto de salir, cuando decidió echar
un rápido vistazo, Inoo aún no estaba listo, solo le faltaba anudar su corbata.
-¿Qué me pasa hoy?-
Lo escuchó renegar en voz baja. No pudo evitar no
acercarse.
-¿Te ayudo en algo?-
Chinen siempre trataba de mantener el mismo
semblante, un poco serio pero tampoco indiferente y frio, solo natural y
sonreír solo cuando fuese necesario.
-No sé porque hoy no puedo hacer que quede bien-
Respondió Inoo con una torpe sonrisa, como siempre.
Aquello lo cautivó, como de costumbre. Sonrió, sabía bien que solo podía
sonreír de forma natural frente a él.
-Permíteme-
Fue así como se acercó a él y le ayudo con la
corbata, dejándola perfectamente anudada.
-Gracias-
Le dijo Inoo con una sonrisa. Por un instante, solo
por ese instante, Chinen se perdió en esa sonrisa, esa mirada, ese rostro tan
hermoso y perfecto.
-De nada-
Le dijo, sonrió de vuelta, estaba por decir algo
cuando alguien más entro.
-¡Inoo-chan!-
Fue así como observo que la atención de Inoo se iba
de inmediato hacia la persona que acababa de entrar.
-Dai-chan, también llegaste tarde-
Chinen bajó la mirada y sigilosamente salió del lugar,
sin decir nada, solo desaparecer puesto que ahora ese espacio, ese momento, ya
no era solo de los dos y eso no le gustaba.
-¿Quieres que vayamos a comer juntos en cuanto esto
termine?-
Le pregunto Yamada, quien parecía ser el más cercano
a él últimamente.
-No, estoy cansado, iré directo a casa esta vez-
-¿Seguro? Porque parece que necesitas un poco de
distracción-
Chinen miró a su amigo y le sonrió amargamente.
-Descuida, estoy bien, siempre lo estoy-
Fue entonces que se alejó de él y atendió al llamado
del fotógrafo. Respiró profundo y mostró su mejor y radiante sonrisa, tal y
como se lo indicaban. Era su trabajo, no lo odiaba, pero a veces era demasiado
cansado para el.
-¡Perfecto Chinen-kun! Ahora, quiero que luzcas un
poco serio, pero no demasiado, como si estuvieras pensando mientras miras hacia
allá-
Le indicaba el fotógrafo y el obedeció. Fue en ese
instante cuando su mente se perdió, pensando, como siempre.
En su mente no había más que él. ¿Desde cuando le
gustaba?
No estaba seguro, pero era un sentimiento que
crecía. De pronto, recordó la pregunta de la psicóloga: “¿Es amor?”
La respuesta seguía siendo la misma. No podía
aventurarse a responder cualquier cosa, no con algo tan importante y, que desde
su perspectiva, no podía ser tomado a la ligera.
-¡Listo! ¿Quién sigue?-
Fue la voz del fotógrafo quien lo sacó de todo
pensamiento extraño, sonrió y se reverenció, ahora solo debía esperar paras las
fotografías grupales.
Se aproximo a una de las sillas y tomo asiento,
cerca estaban otros integrantes, entre ellos Inoo. Conversaban tan alegres,
parecían divertirse y fue entonces que sintió envidia, ya que él no lograba
encontrar el momento para divertirse así a su lado, quería hacerlo, deseaba
integrarse, pero simplemente no sabía como, además, siempre pasaba algo que se
lo impedía, en este caso fue solo Yuto.
-Chinen-kun, saluda-
Miró al chico, el cual llevaba consigo una cámara de
video.
-¿Para que grabas?-
Preguntó con fastidio.
-Solo por diversión, hace mucho que no grabo a
todos, descuida, es solo para uso personal-
Chinen no pudo evitar sonreír con aquello.
-Será mejor que vayas a que arreglen tu peinado,
luce algo extraño-
-No es extraño, así es-
Respondió Yuto con orgullo.
-Bien, como quieras-
Se puso de pie y no le quedó más alternativa que
marcharse, haciendo a un lado, una vez más, alguna posibilidad de integrarse
con el grupo de amigos de Inoo.
-Te ves extraño. ¿Qué te pasa?-
Le preguntó Yamada mientras le ofrecía una botella
con agua fría.
-Ya te dije, estoy cansado. Eso es todo-
Respondió Chinen, sin perder de vista a Inoo, de
cierta forma, lograba conformarse con solo mirarlo desde lejos.
-Parece divertido. Ven, vamos a acercarnos también-
Yamada tomó el brazo de Chinen y comenzó a llevarlo
hacia el grupito de amigos de Inoo, al parecer estaban jugando a algo y no
dejaban de reír.
-¿Qué hacen? ¿Podemos jugar también?-
-¡Claro!-
Le respondieron todos a Yamada y enseguida
explicaron la dinámica del juego. De alguna forma, Chinen envidió aquello, para
su amigo era tan fácil integrarse, sin preocupaciones ni prejuicios,
simplemente se acercaba, lo que él no lograba hacer desde hace mucho.
Después de muchas risas, debían continuar con el
trabajo. Fue hasta después, que todos se despidieron alegremente, cuando se
sintió diferente.
-¿Fue un buen día no lo crees?-
Como siempre, lo tomó por sorpresa, Inoo siempre se
acercaba a él sin que lograra notarlo.
-Si, resultó divertido-
-Deberíamos jugar entre todos más seguido, ¿No lo
crees?-
-Si, es interesante-
Como siempre, Chinen era el último en irse, puesto
que siempre se aseguraba de quedar perfectamente vestido. Esta ocasión, de
forma inesperada, Inoo le hacia compañía.
-Creí que ya te habías ido-
El mayor estaba jugando con su teléfono y solo dejo
de hacerlo para mirar a Chinen.
-Me di cuenta que siempre te quedas al ultimo y te
vas solo, pensé que sería bueno hacerte compañía. ¿Te molesto?-
Un poco desesperado, Chinen se apresuró a negarlo.
-En lo absoluto, gracias-
De nueva cuenta estaba sonrojado, eso no estaba
bien, si continuaba así, en algún momento Inoo iba a darse cuenta y sospecharía
algo, no quería eso, tenía que seguir aparentando, al menos hasta que fuese
capas de comprenderse a sí mismo.
-¿Qué harás ahora?-
Le preguntó Inoo con curiosidad.
-Iré a casa, estoy cansado. Siempre que tengo terapia
y trabajo el mismo día termino muy cansado, más de lo normal. Quiero dormir-
Chinen respondió sin pensarlo mucho. Inoo lo miró
confundido y le dijo.
-¿Terapia?-
Fue ahí que notó que había hablado de más.
-Ah… no es nada importante-
Inoo pareció notar que Chinen no se sentiría cómodo
si le preguntaba más del asunto, por lo que no dijo más al respecto.
-¿Quieres que te acompañe?-
Esto resultó ser una completa sorpresa para Chinen,
no se lo esperaba, y sin embargo no dejaba de ser maravilloso. De forma inevitable,
miró fijamente a Inoo, y con esa mirada llena de confusión lo dijo todo.
-Si, estoy hablando en serio. ¿No quieres?-
-Ah, si. Si quiero-
Respondió rápidamente.
-Entonces, si ya estas perfectamente listo, ¿Podemos
irnos?-
Resultaba increíble, Inoo había notado su manía por
la perfección. Se sintió feliz, de cierta forma el mayor también lo observaba y
eso, aunque no fuese importante en apariencia, significó mucho para Chinen, más
que cualquier otra cosa.
En todo el camino, fue Inoo quien le hablaba, de
cualquier tema, habló de todo, deportes, política, televisión, chismes,
noticias, escuela, amigos, experiencias tontas, hasta del clima. Para Chinen
era divertido escucharlo, a pesar de que no le agradaba mucho la gente que
hablaba demasiado, con Inoo era diferente, podía escucharlo por horas y no
sentirse fastidiado, al contrario, se relajaba, entendía y aprendía mucho de
él, a su manera.
-¿No te parece que a veces somos como espías?-
Preguntó Inoo mientras ambos salían del subterráneo
y caminaban por entre la gente, con el rostro oculto.
-¿Por qué espías?-
-Bueno, debemos andar por la ciudad sin ser vistos o
reconocidos, a veces me gusta imaginar que estoy en una de esas misiones
especiales como agente secreto-
Chinen sonrió.
-Es una manera divertida de verlo y que no se vuelva
molesto. Creo que tienes razón-
-¿Verdad que si?-
Inoo sonreía, logró verlo de reojo y aquello lo hizo
feliz.
“¿Es amor?”
De nuevo esa pregunta en su mente al sentir una
punzada en su pecho. No quería saberlo, no ahora, solo disfrutar el momento era
suficiente, después de todo no sabía con certeza cuando podía repetirse.
-Llegamos-
Dijo Chinen señalando su casa.
-Hace mucho que no venía a tu casa, sigue igual-
Comentó Inoo mientras se quitaba las gafas obscuras.
-¿Quieres pasar?-
Lo invitó, después de todo no quería ser descortés.
-Claro, si no es molestia-
Chinen le sonrió una vez más. Sentía que podía hacerlo
una y otra vez mientras estuviese a su lado, era tan agradable ser natural.
Cuando ambos entraron, Chinen lo invitó a tomar
asiento, lo cual Inoo aceptó y lo hizo en una se las sillas del comedor.
-¿Quieres algo de beber?-
Inoo pareció pensativo, entonces dijo.
-Creo que sería mejor algo de comer-
Chinen parpadeo.
-¿Tienes hambre?-
-Es que no he comido desde esta mañana-
Sonrió Inoo con torpeza. Esto en definitiva alarmó a
Chinen.
-¡Espera un momento!-
Fue así como corrió a la cocina, abrió el refrigerador,
la alacena, busco por los rincones… no encontró nada.
-Creo que… no tengo nada de comer…-
Dijo avergonzado mientras bajaba la mirada.
-¿De verdad? ¿Cómo es eso posible?-
-Bueno, mi mamá no está, tampoco mi hermana, yo no
como aquí y por eso no sabía…-
-¡Eso está muy mal! ¡Los niños como tu deben comer
en casa!-
Exclamó Inoo.
-Pero ya no soy un niño…-
Murmuró Chinen un poco avergonzado.
-Tampoco eres un hombre, no con esa apariencia tan
adorable-
¿Adorable? ¿Le había dicho adorable? ¿A él? Si se lo
hubiese dicho cualquiera, ya se hubiese ofendido y comenzado a discutir, sin
embargo se trataba de Inoo, no podía ofenderse ni mucho menos enojarse con él.
-Pues no hay más opción. Hay que hacer algo. Por eso
estas tan pequeño, seguramente no comes bien-
Chinen lo siguió con la mirada, al parecer Inoo
quería buscar algo en la cocina.
-Si como bien… solo que no soy de esas personas que
comen en grandes cantidades…-
-¿Eso lo dices por mi verdad?-
Preguntó Inoo con una torpe sonrisa, que solo hizo
sonrojar a Chinen.
-¡No! No lo decía por ti…-
-Descuida, no me ofendo. Admito que me gusta comer
mucho, aunque últimamente no tengo tiempo para hacerlo. Veamos… creo que tienes
algo que puede servir por aquí-
Dijo Inoo mientras se asomaba al refrigerador y
después a la alacena.
-¿De verdad lo crees? Yo revisé y no encontré algo
que sirviera para comer-
-Eso es porque seguramente no estás acostumbrado a
preparar la comida por ti mismo, ¿O me equivoco?-
Tenía razón, en su totalidad.
-¿Tu sabes cocinar?-
-Bueno, prefiero que cocinen para mi, pero en este
caso de urgencia, debo sacar mis habilidades ocultas para hacer algo decente-
-¿Y que harás?-
Preguntó
Chinen con curiosidad mientras observaba a Inoo buscar algo más.
-Bueno, por ahora ayúdame a revolver estos huevos,
yo haré el resto, creo que tienes lo necesario para hacer algo de sopa…-
Chinen no pudo negarse ante la petición de Inoo. Fue
cuestión de minutos cuando ambos estaban cocinando juntos.
-Esto debe bastar para terminar satisfechos-
Sonrió Inoo satisfecho.
-Me parece que es demasiado-
Dijo Chinen al ver tanta comida servida.
-Si no te la terminas, puedes guardarla para mañana-
Inoo tenía la boca casi llena de comida, por lo que
fue divertido verlo intentando hablar con claridad.
-¡Eres tan gracioso Inoo-chan!-
Explotó Chinen en una carcajada. Hace tanto tiempo
que no se reía de esa manera, de pronto se sintió como si fuese otra persona, o
como si hubiese sido otra persona durante mucho tiempo. Era revitalizante reír
así, más aún en la compañía de Inoo.
-Es raro que me llames así-
Comentó Inoo mientras miraba fijamente a Chinen, el
cual no pudo evitar el sentirse apenado.
-Pero me gusta-
Inoo le sonrió despreocupado, como siempre. Aquello
lo hizo sentirse relajado y continuo comiendo con calma.
Después de un par de horas, Inoo se marcho.
-¿Te sientes extraño?-
-Solo cuando estoy con él-
-¿Qué sientes?-
-Que no es necesario que finja ser algo que no soy-
-¿Lo dices por el trabajo?-
-Si-
-¿Aún crees que lo quieres?-
-Si. Tal y como se lo dije ayer. No es posible que
cambie de parecer de un día para otro-
-Te recuerdo que por eso estás aquí. ¿Acaso has
olvidado tus relaciones anteriores?-
-No. Pero antes no era nada serio-
-¿Entonces ahora vas en serio?-
-No lo sé-
Silencio. La doctora escribió unas cosas y miró a
Chinen.
-Debe ser algo que te preocupa demasiado como para
atreverte a venir de nuevo tan rápido. Normalmente dejas pasar una semana o
dos-
-¿Qué acaso no debo venir cuando me sienta así?-
Preguntó Chinen mientras se reincorporaba.
-Claro. Tu comportamiento esta cambiando. ¿Desde
cuando lo conoces?-
Chinen volvió a recostarse, cerró los ojos y
respondió.
-Desde que soy pequeño-
-¿Es miembro del grupo?-
-Si-
-¿Y por qué antes no te habías sentido así con él?-
-Porque… porque…-
Pensó. ¿Cuál sería la razón? Comenzó a recordar como
antes Inoo solo se la pasaba con sus amigos, en cambio él hacía lo mismo,
siempre pegado a Yamada y Nakajima. Los años transcurrieron, ya era normal
estar todos juntos hasta que…
-Fue él quien se acercó a mi-
Respondió con voz débil.
-¿Puedes recordar como fue?-
-No muy bien-
-Entonces, desde que él te habla, desde que esta
contigo, te sientes así. ¿Qué diferencia hay con las otras personas con las que
te has relacionado? ¿Qué hace de esto algo diferente? ¿Es especial?-
Chinen meditó las preguntas, entonces respondió.
-La diferencia es que yo no lo busqué, como siempre
lo hago con los demás, ya sabe, cuando quiero algo para divertirme voy tras
ello. Esa es la diferencia, que él llego a mi… y solo me deje llevar por todo
lo que es él, su sonrisa, su mirada, el aroma que desprende su cuerpo, su voz…
todo. No sé si sea especial… no sé lo que significa “especial”-
-Ya veo-
La doctora terminó de anotar unas cosas, miró su
reloj y dijo.
-La sesión terminó. Puedes irte-
-¿Es todo? ¿No va a decirme algo? Creo que debería
darme medicamento, no puedo dormir-
-Eso seguramente es lo que te tiene irritado, pero
no necesitas ningún medicamento, lo que tienes no es algo que se cure con
medicina-
Chinen miró sorprendido a su psicóloga.
-¿A que se refiere?-
Ella le sonrió y le dijo firmemente.
-Estas enamorado-
-¡Eso no puede ser posible!-
Exclamó mientras se levantaba rápidamente del cómodo
sillón.
-Piénsalo, de todas formas sabes donde encontrarme-
Aparentemente molesto, tomo su chaqueta y salió del
consultorio, esta vez cerrando la puerta con fuerza.
-¿Enamorado? ¿Yo? ¿Cómo se atreve a decirlo así?-
Sin que lo notara, sus mejillas estaban sonrojadas,
pero gracias a las gafas obscuras nadie podría notarlo. Esta vez decidió tomar
un taxi, quería un poco de tranquilidad antes de llegar al estudio de ensayos.
-¿Y Chinen?-
Preguntó Nakajima al notar que era el único que
faltaba.
-No lo sé. Le llamaré para saber en donde viene-
Respondió Yamada mientras tomaba su teléfono
celular.
-¿Pasa algo malo?-
Fue inevitable que Inoo no se acercara después de
escuchar un poco.
-Chinen no ha llegado, es extraño puesto que nunca
llega tan tarde a los ensayos-
Le respondió Nakajima mientras que Yamada hablaba
por teléfono, después se dirigió a ellos.
-Dice que ya viene en camino, que comencemos sin él-
-¿Le habrá pasado algo malo? No suele llegar tarde-
-No lo sé, pero ya sabes que es muy reservado con
todo eso, así que será mejor no hacerle preguntas-
Inoo escuchaba a Yamada y a Nakajima hablar, sin más
remedio, mejor se alejó de ellos y comenzó con unos ejercicios de
calentamiento, sin poder evitar mirar en dirección a la puerta, esperando a que
de un momento a otro Chinen entrara.
En el taxi, miraba fijamente por la ventana. ¿Qué
pasaba si aceptaba estar enamorado de Inoo? Seguramente no tendría futuro. Inoo
era una persona tan social, alegre, y era más que evidente que le prestaba
especial atención a Daiki, al menos eso le parecía observar siempre.
-Sería una tontería aceptar algo que no será
correspondido-
Murmuró y respiró profundo.
Después de unos minutos el taxi se detuvo, había
llegado. Pagó y bajó del auto, no quería correr, así que solo con paso
apresurado, entró al edificio y se dirigió al salón de ensayos.
Desde afuera podía escuchar la música y las
indicaciones del coreógrafo. Efectivamente ya habían comenzado. Antes de entrar
se quitó la chaqueta y los lentes, entró sin hacer ruido y rápidamente se
incorporó a los ensayos. Sintió la mirada de sus compañeros, pero las ignoró,
tenía sus razones para haber llegado tarde y no tenía que darle explicaciones a
nadie.
Cuando el ensayo termino, se fue directo a las
regaderas, estaba sudado y eso le desagradaba bastante. Sin embargo, antes de
entrar, alguien lo llamó.
-¿Vas a bañarte?-
Se giró y sus ojos se encontraron con el rostro
relajado de Inoo.
-Si. Sude demasiado hoy-
-Entonces esto te va a hacer falta-
Inoo le arrojó una toalla.
-Ah, gracias-
-De nada-
Fue así que Inoo entró primero. Al parecer serían
los únicos en tomar una ducha.
Chinen observó como Inoo, despreocupadamente, se
desvestía, por completo. Trataba de no prestarle atención, pero era imposible,
sin embargo hacia su mejor esfuerzo para observar discretamente.
Minutos más tarde, cada quien se duchaba en una
regadera diferente. Chinen se apresuró en ser el primero en salir, se secó
rápidamente y comenzó a vestirse lejos de donde Inoo dejó su ropa, no
soportaría verlo desnudo de nuevo, estaba tan sonrojado que esta vez seria una
verdadera hazaña si lograba ocultarlo.
Cuando escuchó que Inoo terminaba de bañarse, él ya
estaba listo para marcharse.
-Terminaste rápido-
-Si. Ya tengo que irme-
-¿Por qué? ¿No me esperaras?-
El tono en el que Inoo preguntó aquello, con cierta
suplica, fue imposible encontrar negativa.
-Te esperaré afuera-
Dicho esto, Chinen salió.
Caminó por el pasillo, todo estaba vacío, pensó que
tal vez sería buena idea volver al salón de ensayos, pero sintió pereza de
caminar más, así que tan solo se dejó caer al suelo para tomar asiento y así
esperar a Inoo.
¿Por qué tenían que pasarle estas cosas él? ¿Será
que el diagnostico de la psicóloga era cierto?
Confundido, se llevó una mano al pecho y pudo sentir
los latidos de su corazón, como en un principio parecían tranquilos, hasta que
pensaba en Inoo y entonces, se aceleraba, al mismo tiempo que una sensación
extraña en el estomago comenzaba a expandirse por todo su cuerpo.
-¿Qué rayos es esto?-
Se pregunto con fastidio, no le gustaba sentirse así
y mucho menos el no saber que significaba. Era cierto que llevaba días sin
poder dormir, a pesar de que antes le era fácil hacerlo, pero de pronto, por
pensar en demasiadas cosas, resultaba una tarea difícil.
De todas formas, aunque aceptara ese sentimiento,
¿Qué ganaría?
Estaba seguro de que no seria nada, después de todo
Inoo estaba tan lejos de él, solo podían ser amigos y nada más.
-Solo eso…-
Dijo para si mientras agachaba la cabeza.
-¿Solo eso? ¿De qué?-
Vaya sorpresa, Inoo ya estaba ahí con él. ¿Desde
cuando? ¿Por qué no lo había notado?
-Ah… No es nada-
Respondió un poco serio mientras se ponía de pie.
-Eres todo un enigma Chinen-
-¿Eh?-
-Nunca sé lo que puedas estar pensando. Incluso no
puedo adivinar el porque llegaste tarde hoy. Me resulta extraño ya que tu no
sueles llegar tarde, eres muy puntual-
Dijo Inoo tranquilamente mientras se recargaba en la
pared.
-Es que hoy… tuve que ir a un lugar-
-¿Tu terapia?-
Se atrevió a preguntar.
Chinen lo miró con sorpresa, era increíble que aún
recordara eso.
-Si-
Aceptó sin intensión de seguir ocultándolo, después
de todo no era algo que necesitara ser un secreto.
-¿Puedo preguntar?-
Chinen asintió con la cabeza, al mismo tiempo que
también se recargaba en la pared. Quedando así uno junto al otro, mirando al
frente.
-Solo voy al psicólogo, a veces lo necesito. No es
que este mal de la cabeza, solo que es mi única forma de desahogo-
-¿Desahogo?-
Chinen suspiro y continuo.
-Me di cuenta que me estaba convirtiendo en algo que
no soy, todo comenzaba a ser un desastre y estaba furioso, enojado, por eso mi
mamá me llevó con esa doctora y bueno, ahora voy cada semana, dependiendo de
cómo me sienta-
-¿Y eso te ayuda?-
-Si, un poco-
Inoo suspiro.
-Creo que más que un psicólogo, necesitas un amigo-
-¿Amigo?-
Chinen miró a Inoo, confundido.
-¿No será que solo necesitas a alguien con quien
hablar de todo lo que te preocupa?-
Ante la pregunta de Inoo, no supo que responder.
-Siempre te muestras reservado, a pesar de que a
veces te integras con nosotros, tienes marcada una distancia muy firme. Antes
no eras así, supongo que se debe a que has crecido-
Chinen reflexionó estas palabras.
-¿Sabes como era yo antes?-
Inoo asintió con la cabeza y le sonrió, mirándolo
fijamente.
-Puedo entender que es normal que hayas cambiado,
todos lo hacemos, pero no me gusta la distancia que has marcado entre tu y el
resto-
-¿Marqué distancia?-
Era la primera vez que lo veía de esa manera, nunca
lo había comprendido hasta ahora.
-Me gusta más el Chinen que es alegre e inquieto y
que va de un lado a otro regalando sonrisas-
Este comentario hizo sonrojar a Chinen de inmediato.
-Bueno, creo que así era antes, pero ahora es
difícil ser así… creo-
-¡Claro que no es difícil! Yo estaré contigo-
Sorprendido de nuevo, miro a Inoo, quien lo
observaba como siempre, relajado y despreocupado.
-No tienes que ocultarte más, puedes confiar en mi-
Los sentimientos de Chinen estaban a punto de
desbordarse, no había forma de detenerlos. Esa mirada, esa sonrisa, su voz.
Todo.
-Me gustas-
Dijo Chinen rápidamente, mirando a Inoo fijamente a
los ojos. Ya nada importaba, si no era correspondido, si parecía tonto, nada de
eso tenía importancia ya, solo tenía que ser sincero, y ya lo había hecho, al
menos el primer paso estaba dado.
Esperaba escuchar alguna disculpa, alguna negativa,
pero no escuchaba nada, todo estaba en silencio, hasta que entonces observó
bien el rostro de Inoo, el cual estaba totalmente sonrojado y lo miraba con
asombro.
-¿Lo dices en serio?-
Preguntó el mayor, tal vez esperando a que todo
fuese una broma. Sin embargo Chinen no tenía planeado retractarse, así que
asintió con la cabeza sin dejar de mirarlo fijamente.
-Vaya… esto es… injusto-
Dijo Inoo mientras rascaba nerviosamente su cabeza y
desviaba la mirada hacia el techo. Chinen continuo observando, esperando
cualquier tipo de respuesta, después de todo estaba listo.
-Eso es injusto Chinen-
Le dijo Inoo con una sonrisa que desbordaba alegría,
como si de un momento a otro pudiera estallar en carcajadas, Chinen no
comprendía nada.
-¿Por qué lo repites? Lo dije en serio-
Chinen trató de mantenerse firme.
-Espera un segundo-
Dicho esto, Inoo se dejó caer al suelo lentamente,
quedando sentado y con la cabeza agachada, como si estuviese pensando, de
alguna manera, tratando de convencerse de lo que acababa de escuchar.
-Puede que no sea correcto decírtelo puesto que
seguramente tu quieras a alguien más, pero… no pude evitarlo-
Confesó Chinen mientras tomaba asiento también,
manteniendo su distancia.
Hubo silencio, solo eso. Chinen esperaba escuchar
algo, pero Inoo permaneció en la misma posición durante más tiempo. Minutos
pasaron y nada.
Fue entonces que decidió levantarse, al parecer ya
no tenía sentido seguir ahí.
-Bueno, creo que te he conmocionado. Lo siento, aún
así no voy a retractarme, supongo que quieres estar solo así que me iré
primero-
Sin embargo, solo se había girado cuando Inoo tomó
su mano y con un movimiento lo jaló hacia él, haciéndolo caer al suelo, o más
bien, sobre el cuerpo del mayor, quien de inmediato lo rodeo con sus brazos.
-No tienes que irte, no ahora-
El corazón de Chinen palpitó con fuerza, tragó
saliva con dificultad y espero a escuchar algo más.
-Lo siento, soy algo lento. A decir verdad, se
supone que yo te diría lo mismo primero, esa era mi intención pero como siempre
te me has adelantado y no pude notarlo. Si que resultas ser un gran misterio
para mi, pero eso me gusta aún más-
-¿Qué quieres decir?-
Preguntó Chinen, en el fondo creía saber la
respuesta, aún así le resultaba de vital importancia escucharlo de viva voz de
Inoo.
-Me gustas. Más de lo que me había imaginado, y
ahora con esto, creo que me gustarás aún más-
Era grato escucharlo, muchas veces se le habían
confesado, pero nunca había significado algo tan especial al instante.
-Yo creí que te gustaba alguien más-
Logró decir con un gran esfuerzo.
-¿Por qué pensabas eso?-
Le preguntó Inoo mientras lo alejaba un poco solo
para lograr verlo a la cara.
-Bueno… eso creía-
Respondió Chinen mientras desviaba tímidamente la
mirada.
-No sé porque pensarías algo así cuando pienso que
he sido demasiado obvio con respecto a lo que siento por ti-
Lentamente Inoo alejó a Chinen solo un poco, necesitaba
verlo a los ojos.
-¿Acaso nunca lo notaste?-
Chinen parpadeó confundido.
-No-
Inoo sonrió y ocultó un poco su rostro.
-Siempre busco estar a tu lado, te observo, me
acerco a ti cuando estás solo y así hacer de ese momento más personal, más
intimo, porque no soporto compartirte con alguien más-
Chinen se sorprendió, era exactamente lo que el
pensaba. Inoo lo miró con firmeza, convenciéndolo así de que sus palabras eran
totalmente sinceras.
-Yo creí que… solo te acercabas a mi por ser social,
porque tu le hablas a todos y con todos te llevas bien-
Inoo sonrió.
-Contigo es diferente-
Ahora se miraban fijamente. Chinen se perdía en
aquellos ojos negros, le encantaban. Ahora que estaba tan cerca de Inoo podía
percibir mejor su aroma, mucho mejor que en otras ocasiones, le fascinaba.
-Yo me sentía igual-
Confesó sin miedos. Fue entonces que lentamente, sin
siquiera pensarlo, se acercaba más a Inoo, más de lo que ya estaban.
Ya ninguno de los dos dijo nada, no había necesidad,
todo estaba dicho y ahora, solo necesitaban comunicarse de una forma más
íntima.
De un momento a otro, los labios de Chinen se
posaron sobre los de Inoo, en ese instante todo se desbordó, sus sentimientos
fueron transmitidos en ese beso, el cual fue correspondido al instante.
Después de unos minutos, tal vez, se separaron y se
miraron fijamente, como tratando de capturar ese momento para siempre en su
memoria.
-A partir de este instante, ya no hay marcha atrás,
ya no tendrás forma de deshacerte de mi, Chinen-
El menor sonrió y se sonrojó un poco.
-De eso deberías preocuparte tu-
Dicho esto, se lanzó de nueva cuenta para tomar los
labios de Inoo, tomando al mayor por sorpresa, pero aún así la respuesta fue la
misa. De inmediato, Chinen pudo notar que ya tenía cierta adicción a esos labios,
a ese sabor.
Igualmente, Inoo sentía lo mismo, tal vez no se
esperaba que Chinen fuese quien tomara la iniciativa de besarlo, sin embargo le
encantaba, de alguna manera sentía que el menor quería tener el control, pero
eso no sería así.
Una vez más se separaron, sonrieron y notaron sus
respiraciones ligeramente agitadas, se necesitaban aún más, pero el pasillo no
era el mejor lugar, así que sin necesidad de palabras, con tan solo una mirada,
se pusieron de pie al mismo tiempo. Inoo tomó la mano de Chinen y entrelazó sus
dedos. Dentro de poco estuvieron de vuelta en las regaderas, cerraron la puerta
asegurándose de que nadie la abriera, corriendo el seguro. No había necesidad
de encender la luz, era más que suficiente con la poca luz que lograba infiltrarse
por las pequeñas ventanas.
Esta vez, algo diferente se podía notar en sus
miradas, se necesitaban, se deseaban, y no tenían que esperar más para
entregarse a tal sentimiento. Fue entonces que Inoo recostó a Chinen sobre el
frío suelo, pero el menor no pareció quejarse en lo absoluto; en ese momento en
lo último que podía pensar era sentir frio.
Se miraron fijamente, Chinen solo esperaba algún
movimiento por parte de Inoo, el cual parecía estar pensando en algo.
-¿Pasa algo malo?-
Preguntó Chinen.
-No, ya te dije que soy lento. Solo trato de
asimilar la realidad-
La respuesta de Inoo lo hizo reír inevitablemente.
-¿Quieres decir que aún no crees que esto es real?-
Preguntó Chinen con una sonrisa traviesa.
Torpemente, Inoo asintió.
-Entonces, yo te mostraré que es real-
Dicho esto, Chinen rodeó el cuello de Inoo con ambos
brazos para así lograr acercar el rostro del mayor al suyo, lo miró fijamente a
los ojos y le susurró.
-Tal vez, me gustas mucho más de lo que yo mismo
puedo aceptar-
Y es que esos ojos, nariz, labios, todo,
absolutamente todo lo que Inoo representaba le atraía, le gustaba, le hacía
desear pertenecer solo a él en todos los sentidos, como nunca antes se había
sentido.
Sin esperar respuesta del mayor, lo besó. Esta vez
fue un beso diferente, ya no había necesidad de hacerlo tierno y delicado, la
situación era diferente, por lo que fue un beso más apasionado, lleno de ese
sentimiento que sin lugar a dudas ya estaba presente en los dos, puesto que la
respuesta de Inoo fue inmediata y con la misma intensidad.
Poco a poco, las manos de Chinen fueron recorriendo
el cuerpo de Inoo, primero fue la espalda, acariciándola hasta aferrarse y así
acercar más el cuerpo de éste al suyo. Después logró infiltrar sus manos por
debajo de la camisa de Inoo y al fin pudo sentir la suavidad de su piel, tal y
como la había imaginado en ocasiones anteriores, e incluso podría ser mejor que
en su imaginación, evidentemente lo era.
Se besaban, suspirando, gimiendo ante el deseo de
sentirse más mutuamente. Fue entonces que de un solo movimiento, Chinen logró
hacer que Inoo se despojara de esa estorbosa camisa, al mismo tiempo que él
hacía lo mismo con la suya. Y entonces, Inoo volvió a tomar sus labios, pero
esta vez sus manos comenzaron a delinear su silueta. Era la primera vez que el
mayor tocaba su piel, lo cual le provocó un ligero escalofrío, ya que aquellos
delgados dedos comenzaron a jugar con sus pezones y después a acariciar su
abdomen de una manera tan excitante, que Chinen no podía dejar de gemir entre
besos.
Sin embargo no iba a quedarse atrás, así que él
también acariciaba el cuerpo de Inoo, deseando poder tocar más que su cintura.
Hasta que se atrevió a llegar a la cremallera de su pantalón, lentamente la
deslizó hacia abajo y con un suave roce de sus dedos, acarició aquel
pronunciado bulto.
Un delicioso y excitante gemido de Inoo se expandió
por su boca, aquello no hizo más que subir la temperatura.
-Ya sabía que no era tu primera vez-
Le susurró Inoo. Ante lo cual solo sonrió y de un
movimiento audaz, intercambió posiciones, quedando ahora sobre de él.
-Esto es algo que solo hare contigo-
Dijo Chinen con esa sonrisa llena de lujuria. Inoo
se sonrojó, era evidente que el menor lo tenía bajo su completo control, y era
el momento de disfrutar de aquello.
Poco a poco Chinen basó su cuello hasta deslizarse
por su pecho, tratando de probar cada rincón de esa piel tan suave y blanca.
Cuando llegó a la cintura, despojó a Inoo de su pantalón y su ropa interior de
un solo movimiento, quedando frente a un despierto miembro, el cual no dudo en
introducir en su boca. Lamiendo, succionando, mientras sus manos acariciaban el
resto, provocando que el mayor gimiera cada vez con mayor intensidad,
incitándolo a continuar con su labor, hasta que de un momento a otro, el blanco
liquido se derramó dentro de su boca. Pero no terminó ahí, puesto que aún con
un poco escurriéndole por la comisura de los labios, se acercó a Inoo para
besarlo, después le susurró al oído.
-Quiero más-
Inoo sonrió, ya no podía sentirse avergonzado, era
como si Chinen lo contagiara de esa lujuria, de ese deseo ante el cual
sucumbía.
De nueva cuenta intercambiaron posiciones, pero esta
vez Chinen estaba boca abajo, en una posición que le facilitó a Inoo despojarlo
del resto de su ropa.
Chinen permaneció en cuatro, sintiendo como Inoo
lamía su cuello y comenzaba a besar su espalda, mientras que su mano se
acercaba lentamente a su erecto miembro.
Fue así como sintió un placer inundar su cuerpo
justo en el momento en el que Inoo masajeaba su miembro, a un ritmo lento
mientras continuaba besando su espalda. Chinen no podía contener sus gemidos,
ni siquiera tenía intensión de hacerlo, lo estaba disfrutando, en definitiva
era muy diferente a todo lo que había experimentado o si quiera soñado.
Sentir la mano de Inoo masajear su miembro, subiendo
la velocidad poco a poco incrementaba el placer, hasta que de pronto pudo
sentir como expulsaba el resultado de aquel placer.
Aún así, aún necesitaba más, así que cambió de
posición, esta vez recostándose sobre el frío suelo, el cual ni siquiera fue
capaz de sentir. Rodeó el cuello de Inoo con ambos brazos al mismo tiempo que
abría sus piernas. No hubo necesidad de más palabras, el mensaje era claro.
Inoo inclinó su cuerpo, besó a Chinen y lentamente
acercó su miembro a la entrada del menor.
-Te quiero-
Logró susurrarle mientras lo penetraba lentamente,
sintiendo las estrechas paredes del menor oprimir su miembro tan
deliciosamente, que deseaba hacerlo más profundamente, hasta desgarrarlo si era
necesario.
Chinen gimió al sentir tal intromisión, fue
doloroso, pero su cuerpo se acostumbró rápidamente, después de todo era lo que
más deseaba.
Poco a poco, Inoo comenzó a entrar y salir,
penetrando a un ritmo lento, mientras que los gemidos de Chinen no hacían más
que incitarlo, más aún, ver aquel rostro lloroso y sonrojado, era una
combinación de ternura y placer. Le encantaba.
Las penetraciones continuaron, esta vez ya a un
ritmo más acelerado, ambos gemían, de ratos se besaban pero se separaban al
querer tomar aire. Chinen se aferraba a la espalda de Inoo, dejando la marca de
sus dedos mientras sus piernas rodeaban la cintura del mayor.
A cada momento el placer los inundaba, hasta que de
pronto, Inoo terminó, Chinen sintió ese cálido liquido esparcirse por todo su
cuerpo. Agotados, solo se abrazaron, se besaron y juntaron sus frentes.
-Eres mío-
Susurró Inoo con una débil sonrisa. Chinen se acercó
más a el y lo abrazó.
-Ya no puedes arrepentirte-
-Jamás-
Los días pasaron, todo el mundo de Chinen había
cambiado, ahora había más color en él, incluso podía respirar un aroma
diferente, ya no sonreía falsamente y eso era tan notable.
-¿Así que es tu ultima sesión?-
-Si, no volveré-
-¿Eres feliz?-
-Si-
La doctora sonrió y dejó a un lado su libreta.
-Pues entonces, te doy de alta-
-No es necesario que lo diga-
Sonrió Chinen mientras se levantaba de aquel sillón.
Salió del consultorio y de aquel edificio, afuera,
ya lo esperaban.
-¿Terminaste?-
-Si-
Respondió con una sonrisa.
-Entonces vamos a comer algo, tengo hambre-
Dijo Inoo mientras tomaba su mano.
-Tu siempre tienes hambre-
Se burló Chinen mientras entrelazaba sus dedos con
los del mayor.
-No hay remedio, tengo mucho trabajo-
Dijo Inoo.
-Entonces vayamos a comer, yo también tengo hambre-
Se sonrieron y cuidándose de no ser vistos, Inoo besó
la frente de Chinen, después, emprendieron el camino.
Chinen miró atrás, hacia aquel edificio, y logro
verse a si mismo salir de ahí, fastidiado y sin nada que lo motivara a cambiar
su actitud, sonrió y miró a Inoo, ahora todo era diferente, ya no había
necesidad de volver a ese lugar, tenía a alguien con quien hablar de cualquier
cosa, con quien sonreír, con quien llorar, a quien escuchar, a alguien con
quien podía ser feliz sin lugar a dudas. Todo gracias a esa persona que con
pequeñas cosas, pequeños detalles, lo salvo de si mismo para adentrarlo en un
mundo diferente, un mundo solo para ellos dos.
FIN
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Antes de irme a mi primer examen, les dejo este oneshot, que quería publicar desde el viernes, pero por cosas de la vida no pude terminarlo para entonces y hasta hoy esta listo xD
Espero que les guste, ya era justo que escribiera un InooChii dado que nadie me da uno u_ù
En fin, el lemmon esta raro pero hace mucho que no hacia uno así que es lo mejor que pude hacer xD
10 comentarios:
Me gusto mucho =)
Al principio sentí penita por Chinen, tan solo, triste y enojado con todo. ¿Quien no se ha sentido así alguna vez?
Pero me dio gusto que al final pudiera sacar sus sentimientos y ser correspondido por Inoo y ahora viviera en un mundo mejor ;3
Es un fic lindísimo ♥
I LOVE JUMP
QUE BONITO!!!!!!!!!
A un q no me gusta mucho el inoochi
Es te realmente me encantó sentí
Cada uno de los sentimientos de mi
lindo chinen y awwwww ( brincando por todos lados como loca ) me encantó
Lo ame <3
como siempre ERES LA MEJOR! no suelo leer InooChi pero si es algo que tu escribiste estoy segura que de seguro estará bueno y dicho y echo nos das este grandioso fic! *-* mientras leía el principio pensé que era algo personal pero cuando seguí leyendo noté que todo iba cuadrando. Este Chi ME ENCANTA!! <3 todo sexy con su misterio y terapia!!! kyaa me encanta!!! AMO A ESTE CHI <3 gracias! me encantó tu lemon todo super hot xD espero nueva y pronta actualización graciassssssss~
Soy feliz cuando actualizas, gracias por el esfuerzo <3
y sigue así, por favor <3 me encanta como, y lo que escribes, me quedo alucinando jejeje, bueno, eso GRACIAS <3
kyaaaaaaaaaa!!!!!! me facino se que quizas no sean mis parejas favoritas pero aun asi me encantoooooooooooo estuvo hermoso lo ame juro q fue divino ^_^ cada vez escribes mas hermosoooooo espero que muy pronto un yamajima !!! hehehhehe gracias por escribir tal lindo <3
muchas garcais ayaa-chan por escribir este fic, aunque encuentro bien tierna esta pareja, no dejo de lado mi gusto por el inoodai <3
esta super bien escrito, me encanta tu redaccion ayaa, es muy buena y siempre quieres leer mas xDD
la parte del lemon la encontre mas o menos, pero da lo mismo, la historia en si me gusto mucho *u*
saludos y ganbatte
=)
Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Amo está pareja son hermosos
Dios siempre sabes como llenarme cada k necesito fics me encantó
Quiero un Inoochii para mi onegaii si no un yamajima
Me gusto el lemon tus fics son únicos he insuperables!!!!
Espero más de está pareja
al principio, me tomó por sorpresa que Chinen estuviera en terapia o.o
Esos pequeños detalles que hacen las personas que te quieren son invaluables <3 Chinen observaba a Inoo y viceversa, pendientes el uno del otro :3
Me gustó la confesión de Inoo "soy lento" xD y su demostración de amor en las duchas *¬* genial
Me gusto! *0*
ya que los 2 se gustan y a pesar de que Kei es lento XD
fue emocionante el como llegaron a decir sus sentimientos >//<
chinen por fin es feliz y encontró el amor que tanto quería ^3^
Gracias Aya!
H E R M O S O, estuvo genial, lo ame, chinen no me gusta de zombie, es mas lindo cuando sonríe, e inno es un amor aunque me gusta mas con daiki
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Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
¡Me encantaría saber tu opinión sobre lo que acabas de leer! ^O^ Así que no dudes en hacérmelo saber, así podré mejorar un poquito más :3
De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!