miércoles, 3 de noviembre de 2010

En tus manos [Cap. 7]

Capítulo 7

Después de que ambos comieron y de que el mal humor de Ryosuke disminuyó considerablemente, ambos se pusieron en busca del camino de regreso, extrañamente la actitud de Ryosuke era como de superioridad, después de todo estaba seguro de que Yuto no encontraría el camino de regreso antes de la cena, y eso significaba tenerlo un mes más.
Sin embargo, la actitud de Yuto era demasiado tranquila, no estaba seguro del por qué, no pensaba en ello como un castigo, si no como algo, divertido, tal vez.
Todo parecía indicar que el triunfador sería Ryosuke, puesto que ambos habían tomado un autobús el cual por más que avanzaba no llegaba a donde Yuto esperaba.

-Vaya, vaya, tal parece que deseas quedarte un mes más, ¿o me equivoco?-
Preguntó Ryosuke con cierto tono de burla y una sonrisa triunfante en el rostro, sin embargo Yuto continuaba observando tranquilamente por la ventana, hasta que de pronto visualizó lo que esperaba, ya no estaban tan lejos de la casa de Ryosuke, y al parecer justo a tiempo, solo faltaban veinte minutos para las siete de la noche.
-Llegamos-
Dijo tranquilamente sin apartar la mirada de la ventana, sorprendido, Ryosuke miró rápidamente, efectivamente ya estaban cerca, y justo a tiempo, esto solo provocó que la decepción lo inundara momentáneamente, no había forma de retener a Yuto por un mes más y eso lo frustraba. Sin embargo, Yuto no quería ver a Ryosuke, no deseaba que este se diera cuenta de su rostro reflejaba cierta decepción.

Ambos bajaron del autobús y caminaron en silencio, era como si la energía de ambos se hubiese desvanecido, ninguno decía o hacia algo, formándose así una atmosfera bastante pesada, ya faltaba muy poco para llegar a la majestuosa mansión de la familia Yamada.
Justo al llegar, después de ser recibidos por el mayordomo, Ryosuke se detuvo repentinamente, y sin mirar atrás, trató de sonar calmado y normal.
-Tal parece que hoy fue tu día de suerte, felicidades-
Ryosuke intentó seguir con su camino con cierta naturalidad, sin embargo Yuto se detuvo, y con voz ligeramente débil logró decir.
-Lo siento-
Sorprendido, Ryosuke se detuvo y se giró solo para ver a Yuto ahí, de pie, con la mirada desviada.
-Tal vez… tal vez tu esperas que me quede por mucho más tiempo, hasta que estés satisfecho, pero yo no puedo hacerlo, tengo algo que hacer en cuanto salga de aquí, ahora que si tú me dices claramente que deseas que me quede aquí por más tiem-
-Te marcharas cuando el plazo se haya terminado-
Lo interrumpió Ryosuke con voz fría y firme.
-Después de todo solo estas aquí para saldar tu deuda, después de que eso ocurra, podrás marcharte, no necesito que pienses en la manera de quedarte aquí, no creas que necesito de tu compañía para sentirme satisfecho-
Dicho esto, Ryosuke dio media vuelta y continuo con su camino, acelerando el paso cada vez más. Mientras que Yuto se quedó inmóvil por unos segundos, después de reaccionar comenzó a caminar lentamente detrás de Ryosuke, sonriendo débilmente.
“-Eso ya lo sabía…-”
Se dijo mientras continuaba con su camino.

Por el resto de la tarde, Yuto no vio a Ryosuke, estuvo bastante rato encerrado en su habitación, y cuando salía no lograba encontrárselo.
“-Tal vez salió-”
Pensó mientras caminaba rumbo al jardín, deseaba relajarse un rato, y el atardecer parecía perfecto para ello.

Ya dos días había transcurrido y Yuto no había visto a Ryosuke por ningún lado, le preguntaba a las sirvientas por él y solo le respondían que estaba encerrado en su habitación y que no deseaba ver a nadie, esto era preocupante. Ni siquiera salía para ir a la escuela, después de todo era algo que no le preocupaba en lo más mínimo, solamente abría la puerta para recibir sus alimentos, ni siquiera dejaba entrar a las sirvientas.

-Esto ya fue demasiado, ¿no les parece?-
-Lo sé… pero no deja que nos acerquemos… ¿Qué vamos a hacer?-
-Tranquilas, ya saldrá, cuando se encerró por primera vez salió después de un tiempo sano y salvo, no tenemos de que preocuparnos, estará bien-
Dijo el mayordomo intentando calmar a las sirvientas.
-¿Y si llamamos a sus padres?-
-Ellos no vendrán, están ocupados, ya lo sabes, solo nos queda esperar, mientras siga comiendo no hay de qué preocuparnos-
-Tienes razón…-

Yuto escuchaba atentamente lo que la servidumbre decía, ya eran dos días de encierro.
-¿Pero que pretende? ¿No salir hasta que me vaya de aquí?-
Murmuró mientras se alejaba.
“-No es la primera vez que hace esto… pero ¿Por qué lo hace?-
Se preguntaba mientras caminaba rumbo a su habitación, inevitablemente, como siempre, paso justo frente a la habitación de Ryosuke, y si no hubiese sido por un estruendoso ruido proveniente del interior, no se hubiese detenido.
-¿Qué fue eso?-
Se dijo mientras se detenía en seco, al parecer algo se había roto, desesperado se acercó a la puerta, trató de escuchar algo más pero nada, no había ningún otro sonido, esto solo lo preocupó más, así que desesperado, intentó abrir la puerta.

-¡¡¡Ryosuke!!! ¡¡¡Abre la puerta!!!-
Gritó al mismo tiempo que golpeaba e intentaba abrir, pero no obtuvo respuesta alguna, esto solo lo hizo preocuparse aún más.
-¡¡¡Abre la puerta por favor!!!-
Gritaba, pero sin respuesta, esto era realmente desesperante, afortunadamente la servidumbre también escuchó el ruido y los gritos de Yuto, así que una sirvienta le dijo.
-Joven Yuto, aquí tengo la llave-
Dijo la chica mientras le daba una pequeña llave plateada a Yuto.
-Gracias, déjenme todo a mí, si algo sucede saldré por ustedes, ¿de acuerdo?-
Las dos chicas que estaban ahí asintieron con la cabeza, con destreza y rapidez, Yuto logró abrir la puerta, cerrándola tras de sí.
Asustado, miró a su alrededor, Ryosuke no estaba por ningún lado, aparentemente.
-Ryosuke, Ryosuke, ¿estás bien?… ¿en dónde estás?-
Estaba comenzando a desesperarse y asustarse demasiado a medida que avanzaba y recorría la habitación, cuando de pronto escuchó un sollozo, provenía del baño. Rápidamente Yuto caminó hacia aquel cuarto y abrió la puerta, encontrándose con Ryosuke, recostado en el suelo en posición fetal, llorando, en el suelo había pedazos de vidrio, el espejo estaba destrozado.
Más asustado aún, ante tal imagen, Yuto se acercó de prisa a Ryosuke e intentó levantarlo.

-¿Estas bien? ¿Qué paso?-
Tratando de contener aquellos sollozos, Ryosuke se reincorporó más fácilmente, se limpió el rostro y desvió la mirada.
-Estoy bien-
Dijo fríamente.
-¿Seguro? Déjame verte-
Pidió Yuto suplicante, estaba preocupado, no lograba entender la actitud del mayor.
-Ya te dije que estoy bien-
Respondió con frialdad, aún sin mirar a Yuto, en cambio, este lo observó detenidamente, hasta que notó que su mano derecha estaba sangrando, al parecer había golpeado el espejo con el puño.
-Por supuesto que no estás bien, estas herido-
-¡¡Eso no te incumbe!!-
Dijo con voz más fuerte mientras ocultaba su mano detrás de su espalda.
-¡¡Claro que me incumbe!! ¡¡Estas herido y siento que es por mi culpa!!-
Yuto alzó la voz, estaba desesperado por hacer entrar en razón a Ryosuke, este solo lo miró, por primera vez, extrañado.
-Anda, te ayudaré, tenemos que desinfectar eso-
La voz de Yuto aún era fría, se puso de pie y levantó con cuidado a Ryosuke, llevándolo hacia un pequeño sillón junto a la cama, lo sentó y le dijo firmemente.
-No te muevas, pediré que traigan unas vendas y alcohol-
Ryosuke no hizo ni dijo nada, solo observó cómo Yuto abría la puerta y salía.
Instantes después regreso, aún con un semblante serio. Sin más, tomó asiento a su lado. Ambos se quedaron en silencio, Ryosuke comenzaba a sentirse inquieto, tenía ganas de romper con aquel incómodo silencio.
-Yo-
-¿Qué tratabas de hacer?-
Preguntó Yuto con frialdad.
-Solo te diré que no puedo pagarle una deuda a alguien muerto-
-¡¡No intentaba morir!!-
Exclamó rápidamente.
-¿Entonces? ¿Qué pretendías? ¿Por qué no has salido en estos días?-
-No es de tu incumbencia-
Respondió con indiferencia mientras desviaba la mirada y se cruzaba de brazos.
-¡Por supuesto que me incumbe! Ya te lo dije, ¿acaso tiene que ver conmigo? ¿Hice algo malo? ¿Dije algo malo? ¡¡Habla!!-
Yuto se giró para ver a Ryosuke, mientras este simplemente desviaba la mirada.
-Responde… por favor-
Dijo Yuto, esta vez más tranquilo.
-No es nada, simplemente no me apetecía salir ni ver a nadie, no tiene nada que ver contigo, ¿satisfecho?-
Respondió Ryosuke con indiferencia mientras se cruzaba de brazos.
-¿Acaso es por lo que dije la otra vez? Sobre que no puedo quedarme hasta que estés satisfecho, ¿es por eso?-
-¡¡Por supuesto que no!!-
Exclamó rápidamente, sorprendiendo a Yuto.
-Sé que no lo entenderías, pero yo no puedo permanecer aquí, estoy seguro de que tarde o temprano me encontrarán y entre más lejos este de aquí mejor-
Yuto bajo la mirada y dejó escapar un pequeño suspiro. Ante tal acción, sin importarle las consecuencias, Ryosuke dejó escapar una risa burlona.
-No me digas que ahora te preocupas por mi seguridad, por favor, es ridículo, nunca nadie se ha preocupado por mí y tú no serás el primero, si tanto quieres irte de aquí, anda, ¡vete!… no te necesito-
Estas últimas palabras las dijo con demasiada frialdad, al mismo tiempo que se giraba para darle la espalda a Yuto, este no dijo nada más, sabía que tal vez Ryosuke hablaba así por puro instinto, así que lo mejor era dejar las cosas así.
Instantes después, alguien tocó a la puerta, Yuto se puso de pie y abrió, una de las criadas le entregó el botiquín y se marchó. A paso lento, Yuto se acercó a Ryosuke, de nueva cuenta se sentó a su lado, colocó el botiquín en sus piernas, lo abrió y saco un pequeño frasco con alcohol, gasas, algodón y vendas.
-Dame tu mano-
Pidió con tranquilidad.
-No, yo puedo hacerlo, puedes irte-
Dijo Ryosuke con el mismo tono frío, Yuto estaba perdiendo la paciencia, sin embargo, respiró profundo, y sin decir nada, tomo la mano herida de Ryosuke y con delicadeza, comenzó a desinfectarla.
En cuanto sintió el fuerte ardor producido por el alcohol sobre su piel, quitó su mano rápidamente y le gritó a Yuto.
-¡¡¡ ¿Pero qué te pasa idiota?!!!-
Yuto no respondió ante semejante agresión e intentó tomar de nueva cuenta la mano de Ryosuke, pero este no iba a dejar que eso ocurriese tan fácilmente.
-¡¡¡Te dije que no te necesito!!!-
Yuto continuaba ignorando el mal humor de Ryosuke, intentando tomar su mano, aunque el mayor se negaba rotundamente a dársela.
-De acuerdo, no quieres mi ayuda, perfecto, no te la estoy ofreciendo, sin embargo no puedo dejarte en esta condición, así que quieras o no voy a desinfectar ésta herida, después de eso me marcharé y no volverás a saber de mí, ¿de acuerdo?-
El tono en la voz de Yuto era firme y frío, ocasionando así que Ryosuke se callara y dejara de moverse, lo que facilito para Yuto proseguir con lo que hacía.

Al volver a colocar el algodón con alcohol sobre su herida, Yuto pudo notar como Ryosuke se contenía para no gritar, así que para distraerlo un poco de aquel dolor, intentó hablar con él.
-¿Por qué rompiste el espejo de esa manera?-
Ryosuke se quedó en silencio, desvió la mirada, después respondió.
-Por nada en especial…-
-¿Me dirás por que no has salido en dos días?-
Al finalizar la pregunta, Yuto terminó de desinfectar la herida, soltó la mano de Ryosuke por unos momentos solo para tomar las vendas, después, con la misma delicadeza, comenzó a vendarle la mano.
-Porque no tenía ganas, eso es todo-
-¿De verdad?-
-Si…-
-Vaya… entonces ¿Por qué parece que estas molesto conmigo?-
De nueva cuenta, Ryosuke se quedó en silencio, esto duro por unos cuantos segundos, después Yuto volvió a hablar al notar que Ryosuke no sabía como responder esta vez.
-Es porque te dije que no puedo quedarme más tiempo que el acordado ¿Cierto?-
Ryosuke seguía sin responder.
-Tengo algo que hace antes de decidir quedarme aquí el tiempo que tú lo desees-
-Y… ¿Qué es lo que tienes que hacer?-
Preguntó con tono indiferente, Yuto termino de vendar la mano de Ryosuke y lo soltó suavemente.
-Tengo que… salvar a un amigo…-
-¿Salvarlo? ¿De qué?-
-Del lugar en donde me encontraba…-
-¿De los tipos de aquel día?-
Yuto asintió con la cabeza.
-¿Y si lo solucionas pronto… te quedarás más tiempo?-
Esta vez la voz de Ryosuke era débil y antes de que Yuto respondiese continúo hablando.
-No pienses que quiero que te quedes para siempre… solo… solo en lo que encuentro algo más… divertido-
Ahora su voz tenía cierto nerviosismo, pero Yuto no se dio cuenta de ello.
-Lo se…-
Dijo débilmente, acto seguido, ambos se quedaron en silencio. Después Yuto se puso de pie.
-Bien, ahora me voy, he cumplido por hoy, y te aseguro que… no me iré hasta cumplir con el tiempo acordado-
-Aún siguen siendo dos meses-
-Así es-
-Aún sigues siendo mi compañía especial-
-Lo sé-
Yuto estaba por dar un paso más, pero las palabras de Ryosuke se lo impidieron.
-Por lo tanto, no te puedes ir ahora, quiero que te quedes aquí-
-Pero si habías dicho que me fuera en cuanto terminara-
-Cambie de opinión-
Dijo mientras se ponía de pie.
-¿Por qué haces esto?-
La voz de Yuto sonaba ligeramente fastidiada, sin embargo Ryosuke sonrió débilmente.
-Porque no se hacer otra cosa, así soy yo-
Yuto observó detenidamente a Ryosuke, como si así pudiese entenderlo un poco mejor.
-¿Y qué quieres que haga?-
Dijo mientras se cruzaba de brazos y no despegaba la mirada de Ryosuke.
-Ya lo dije, que te quedes, no sé qué más quieras hacer-
Esta vez una sonrisa triunfante estaba dibujada en el rostro de Ryosuke, esto comenzaba a desesperar a Yuto.
-Bien, me quedaré, pero ahora que me quedo, quiero que me expliques claramente tus intensiones-
Yuto había vuelto a tomar asiento en aquel pequeño sillón, Ryosuke hizo lo mismo.
-¿Por qué te encerraste así?-
-No quería verte-
Esta vez respondió demasiado rápido, y con una seguridad que dejó a Yuto sin aliento por unos segundos.
-¿Por qué no querías verme?-
-No lo sé, estaba enojado, frustrado, siempre sucede lo mismo, todo el mundo termina por fastidiarse de mí y me abandonan, eso hacen mis padres, imaginé que tu harías lo mismo-
Ahora la voz de Ryosuke estaba carente de sentimiento alguno, al mismo tiempo su mirada se volvía vacía.
-¿Solo porque te dije que no me quedaré más tiempo?-
Ryosuke asintió con la cabeza.
-Sé que no me soportas, pero no puedo hacer nada, no conozco otra forma de tratar a las personas, así he vivido y así será siempre, no eres la primera persona que me abandona y se cansa de mí, aunque eres el que más ha durado dentro de esta casa-
-Ya te expliqué que no puedo hacerlo, aunque quiera-
-No estoy seguro que quieras quedarte, y ya me dijiste tus razones, aparentemente tienes a alguien a quien proteger, y está bien, puedes hacerlo, solo después de saldar tu deuda conmigo-
-¿Tanto deseas que me quede más tiempo?-
Esta vez Yuto sonaba mucho más relajado e inevitablemente se había dibujado una sonrisa en su rostro, provocando así que Ryosuke se exaltara y se ruborizara levemente.
-¿Qué imaginas? ¿Qué te estoy rogando para que te quedes? No me mal interpretes-
-Si yo no estoy imaginando nada, esa impresión me da tu actitud tan caprichosa-
Al ver la sonrisa en el rostro de Yuto, se ruborizó aún más, estaba siendo avergonzado y eso no le agradaba en lo absoluto.
-Pues puedes imaginar, pensar o sospechar lo que te dé la gana, eso no es verdad-
-¿A no?-
-No-
Esta vez se cruzó de brazos y desvió la mirada, intentando así ocultar el rubor en sus mejillas, pero para ese entonces Yuto ya lo había notado.
-Así que… no me estas rogando ni tratando de convencerme de que me quede más tiempo eh… que interesante… entonces, ¿Por qué te sonrojas?-
Ryosuke se sorprendió demasiado ante semejante pregunta, tanto, que miró a Yuto de inmediato, encontrándose con la sonrisa traviesa de este.
-¿Te burlas de mí?-
-Claro que no-
Dijo Yuto tratando de borrar la sonrisa de su rostro, pero era imposible, le divertía mucho la situación ahora, olvidándose de la angustia y el enojo que antes había sentido.
-Así que te burlas de mi eh… ya te enseñaré quien se ríe de quien…-
Ante tal comentario, Yuto se sorprendió, y antes de poder decir o hacer algo, pudo sentir los labios de Ryosuke sobre los suyos.

En un pequeño bar, Yabu tomaba unas cuantas copas, solo así podía despejar su mente un rato, después de todo no tenía nada mejor que hacer, todo iba perfectamente bien hasta que alguien se sentó a su lado, trato de no darle importancia, pero se sorprendió al notar que esa persona era Takaki.
-¿Qué haces aquí?-
Preguntó con fastidio mientras se tomaba el resto de su bebida.
-Vine por ti-
Respondió Takaki con tranquilidad.
-No necesito que vengas por mí-
-Pero yo necesito cuidarte-
Ante tal respuesta, Yabu se sorprendió y miró fijamente a Takaki, quien miraba hacia el frente, como si evitara mirar a Yabu a los ojos.
-Pues no necesito que me cuides, se perfectamente cómo cuidarme-
-Estas muy tomado, te llevaré a casa-
-¡No necesito que me cuides Yuya!-
Yabu miró con frialdad a Takaki, pero este pareció no darle importancia, suspiro y tomó a Yabu del brazo.
-Te llevaré a casa quieras o no-
Mientras tomaba a Yabu, sacó dinero de su bolsillo y lo dejó sobre la mesa.
Con mucho esfuerzo logró sacar a Yabu de aquel bar, entre jalones y empujones, al fin lo había conseguido, sin embargo lo peor estaba por comenzar, ya que estando afuera, Yabu golpeo con todas sus fuerzas a Takaki, alejándolo así bruscamente.
-¡¡¡Te dije claramente que no necesito que me cuides!!!-
-¡Y yo te dije claramente que no me importa!-
-¡¡¡¿Por qué no me dejas en paz?!!!-
-¡Sabes muy bien que no puedo dejarte así!-
Ambos se gritaban en medio de la calle, afortunadamente todo estaba vacío, o al menos era muy poca le gente que transitaba por aquel lugar.
-¡¡¡Deja de tenerme lástima!!!-
Esta vez Yabu grito mucho más fuerte, dejando a Yuya sorprendido y sin palabras.
Lenta y torpemente se acercó a Yabu, y sin que este se lo esperase, lo abrazo protectoramente, el mayor trato de oponer resistencia, pero al escuchar las palabras de Yuya se quedó completamente inmóvil.
-No te tengo lástima, eso jamás. ¿Acaso no puedes ver mi deseo por protegerte?-
Yabu estaba sin habla, no esperaba escuchar esas palabras, si bien Yuya siempre lo cuidaba y protegía sin decir nada, jamás se imaginó algún día escuchar algo así.
-Deja de… decir tonterías y suéltame…-
-No lo hare… no permitiré que vuelvas a ese bar, te llevaré a casa quieras o no-
-¿A casa? Yo no llamaría a ese lugar casa…-
Takaki no dijo nada y continuo abrazando a Yabu, este no se movía tampoco.
-Pues aunque no te guste, te llevare ahí, necesitas descansar-
-¿Por qué me cuidas tanto? ¿Qué he hecho para que me cuides y protejas siempre? No soy alguien que valga la pena proteger… creí que lo sabías-
Después de decir esto, pudo sentir como Takaki se quedaba sin aliento y lentamente lo alejaba de su cuerpo, solo para lograr verlo a los ojos fijamente y así responder.
-¿No lo imaginas?-
Yabu no dijo nada, estaba sorprendido ante la mirada llena de ternura de Yuya, así que simplemente negó con la cabeza.
-Porque yo-
-¡¡No lo digas!!-
Gritó Yabu repentinamente mientras empujaba a Takaki lejos de él.
-¡No quiero escucharlo!-
Takaki se quedó en silencio, observando fijamente a Yabu.
-Ya entendí, volveré, así que ya déjame en paz por favor-
Así, con pasos torpes, Yabu comenzó a caminar, dejando a Takaki atrás, caminando sigilosamente detrás de él, sin molestarlo.

En cuanto llegaron a la gran casa, Takaki continuo siguiendo a Yabu hasta su habitación y justo al llegar hacia la puerta, Yabu se giró y le dijo a Takaki con cierta brusquedad.
-Ya vete-
Sin más, abrió la puerta, entró, estaba por cerrar la puerta pero Takaki lo detuvo, y con seriedad le dijo.
-Necesito hablar contigo-
-Pero yo no quiero, así que vete-
Respondió con frialdad.
-No te estoy preguntando si quieres hablar, tenemos que hablar-
Y con fuerza abrió la puerta, entró rápidamente y cerró la puerta.
-No sé de qué quieres hablar, pero no me interesa lo que tengas que decir-
-No voy a dejar que le hagas daño a Yuto-
Yabu se asombró al sentir la seriedad de Takaki.
-Lo que yo haga o no con ese sujeto no tiene nada que ver contigo, así que no te metas-
-Me meto porque lo que planeas hacer está mal Yabu, comprende, Yuto no te ha hecho absolutamente nada-
-¡¿Y tú qué sabes?!-
Gritó Yabu mientras se desplomaba sobre el sillón.
-Sé lo suficiente para decirte que tu manera de pensar es completamente errónea-
-Pues lo que tu sepas me tiene sin cuidado, no importa lo que me digas, ese mocoso pagara por todo lo que he pasado, así tenga la culpa o no-
-No voy a permitir que le hagas daño a Yuto-
Volvió a decir Takaki, Yabu lo miró con una sonrisa burlona dibujada en el rostro, torpemente se puso de pie, se acercó a él y le acarició el rostro.
-Pues si tanto te gusta… ¿Por qué no te vas con él?-
Takaki no supo como reaccionar, tenía a Yabu demasiado cerca, pero entonces este se alejó, caminó hacia la entrada y abrió la puerta.
-¡Anda! ¡Lárgate a proteger a tu querido Yuto y déjame en paz!-
Takaki bajó la cabeza y se dio media vuelta, camino hacia la puerta y antes de salir dijo.
-No sé qué hacer para que comprendas mejor las cosas… pero no voy a dejar que te sigas haciendo daño de esta manera-
Dicho esto Takaki salió, cerrando la puerta, dejando a Yabu completamente solo.
Lleno de una frustración inexplicable, caminó hacia su habitación, azotó la puerta y se tumbó sobre la cama, quedando bocarriba.
-¿Por qué lo proteges tanto?... Maldito mocoso… siempre tienes que quitarme lo que más quiero… te odio-
Dijo para sí, después cerró sus ojos y un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas, después de eso se quedó dormido lentamente.
Mientras, afuera, Takaki permanecía justo a un lado de la puerta, con la mirada triste.
-¿Cómo puedo hacer que comprendas que no deseo que continúes lastimándote de esta forma? ¿Por qué no puedes ver cuánto te quiero?-
Así, con semejante tristeza oprimiéndole el pecho, comenzó a caminar rumbo a su habitación.

Para cuando pudieron darse cuenta, ambos se besaban a un mismo ritmo, Ryosuke estaba encima de Yuto, acariciando suavemente su cuello, mientras que Yuto abrazaba a Ryosuke por la cintura, parecía que ninguno de los dos tenía intenciones de separarse, y así era.
De pronto, inesperadamente, Ryosuke dejó de besar a Yuto, pero solo para darle un beso en la mejilla, y así formar un camino lleno de besos rumbo a su cuello. En cuanto llegó comenzó a succionar esa parte de su cuello, provocando que Yuto dejase escapar un suspiró y lo abrazase con un poco más de fuerza.
Para cuando hubo terminado, una marca había quedado en el cuello de Yuto, al ver que su cometido estaba realizado, se alejó de Yuto y sonrió triunfante.
-Bien, es todo, ya te puedes ir-
En realidad Ryosuke deseaba, en el fondo, que Yuto se quedara, que volviera a besarlo como lo estaban haciendo antes. Pero eso no ocurrió.
Y es que al darse cuenta de que lo único que buscaba Ryosuke era marcarlo de esa manera para después reírse de él, se dio cuenta que jamás dejaría de ser una forma de distracción para el mayor.
-¿Eso es todo?-
Preguntó distante mientras se reincorporaba y se ponía de pie.
-Si-
Respondió, aún con aquella sonrisa en el rostro.
-Bien, pero antes de irme…-
Ryosuke observó extrañado a Yuto, había una sonrisa especialmente maliciosa en su rostro, cosa que no era normal, era la primera vez que veía esa expresión en su rostro.
-¿Qué-
Pero fue interrumpido por los labios de Yuto, quien lo besaba de la misma forma suave y calmada, era tan delicioso, que respondió de forma inmediata.
Y justo al igual que él lo había hecho, Yuto se dirigió a su cuello, comenzando así a succionarlo de igual manera, al darse cuenta, trató de oponer resistencia, pero era una sensación tan deliciosa, que sus fuerzas no eran suficientes, por lo que Yuto pudo cumplir con tu cometido de manera exitosa.
Al terminar, volvió a besar a Ryosuke un poco más, entonces se alejó lentamente y mirándolo a los ojos le dijo.
-Estamos a mano-
Y sin más caminó hacia la puerta y salió, dejando a Ryosuke completamente sonrojado y sin nada que decir, solo con aquella marca en su cuello, igual a la que él había dejado en el cuello de Yuto.
-¿Pero qué le pasa?...-
Murmuró mientras trataba de salir de aquel shock. Justo estaba volviendo a recordar la agradable sensación de los besos de Yuto, cuando una de las sirvientas abrió la puerta y tímidamente habló.
-Joven Ryosuke… ¿Se encuentra bien? ¿Quiere cenar?-
Molesto ante la interrupción de la sirvienta, se puso de pie y le grito.
-¡¡¿Por qué no tocas antes de entrar eh?!! ¡¡Entra al baño y limpia el desorden!! ¡¡¡Ahora!!-
-Si joven…-
Respondió la chica asustada. Ryosuke solo se cruzó de brazos y salió de su habitación, a lo lejos pudo ver como Yuto entraba a su habitación, aún con aquella sonrisa dibujada en el rostro, pensó en seguirlo, pero decidió no hacerlo, así que comenzó a caminar en dirección contraria, tenía hambre y esperaba que con la comida olvidara un poco lo ocurrido, aunque aún tenía un leve rubor en el rostro cada que recordaba aquel beso.

A la mañana siguiente, salió de su habitación, como de costumbre, con el uniforme puesto, no estaba seguro si sería necesario, después de todo Ryosuke era un chico extraño y caprichoso.
Caminaba por el pasillo, paso frente a la habitación de Ryosuke, y al alejarse solo unos pasos, escuchó como la puerta se abría, pensó que tal vez era su imaginación, puesto que el mayor jamás se levantaría tan temprano y mucho menos sin ayuda de las pobres sirvientas, así que continuo caminando con normalidad, hasta que escuchó una voz que, inevitablemente, hizo que un escalofrío recorriera su espalda.
-Recuerda que el que debe ir atrás eres tú, así que tu deber es esperar para que yo vaya adelante, ¿entendido?-
Sorprendido, Yuto se detuvo y pudo sentir como Ryosuke pasa a su lado.
-Bien, ahora continuemos-
Yuto observó extrañado la sonrisa dibujada en el rostro de Ryosuke, ¿Cómo era posible que además de haberse levantado temprano estuviese de tan buen humor?
-¿Qué no piensas venir?-
Preguntó con su rutinario tono de voz, Yuto sacudió la cabeza y asintió, caminando lentamente detrás de Ryosuke.

Cuando ambos llegaron al comedor, todas las sirvientas e incluso el mayordomo estaban bastante asombrados y ligeramente asustados, no era normal que Ryosuke bajase por su propia voluntad.
-Jo… joven Ryosuke… ¿Qué… qué desea desayunar?-
-Lo de siempre, ya lo sabes-
Respondió con indiferencia mientras tomaba asiento.
-¿Usted joven Yuto que desea?-
-Lo mismo…-
Yuto aún estaba impresionado al igual que todo el personal de la casa, al parecer Ryosuke no se molestaba en darles importancia.

Mientras los dos chicos desayunaban, un par de sirvientas cuchicheaban un poco, y es que ninguno de los dos chicos había escondido aquellas marcas que llevaban en el cuello, y eso era bastante extraño y daba mucho de qué hablar.
Como de costumbre, Yuto fue el primero en terminar su desayuno y justo al pasar junto a ese par de sirvientas pudo escuchar un poco de lo que decían.
-¿Los has visto?-
-Sí. Como es posible que ambos tengan… tengan… ¡Ah que vergüenza de tan solo pensarlo!-
Yuto trato de no darle importancia, se tocó el cuello sin querer y le dolió un poco, entonces recordó y entendió de lo que hablaban ese par de chicas.
“-No puede ser…-“
Pensó preocupado, miró a Ryosuke de reojo y vio la marca que le había dejado.
“-¿Cómo pude olvidarlo?-“
Rápidamente miró su reloj, aún había tiempo, así que corrió rumbo a las escaleras, subió y entro a su habitación, tenía que buscar algo con que cubrirse aquella marca.
“-¿Por qué tienen que pasar estas cosas?-“
Pensaba mientras buscaba algo, pero nada, no había con que cubrirse.
-Le preguntaré si tiene algo…-
Murmuró mientras salía de su habitación. De nueva cuenta bajó las escaleras, Ryosuke ya había terminado su desayuno y caminaba rumbo a la salida cuando Yuto se acercó a él y lo detuvo.
-Espera un segundo, no podemos irnos así-
Extrañado, Ryosuke preguntó con fastidio.
-¿Por qué no?-
-¿Acaso piensas salir con eso en tu cuello?-
Dijo Yuto susurrándole al oído, entonces Ryosuke reaccionó y se sorprendió.
-¡Es verdad!-
Ambos se miraron ligeramente nerviosos y se sonrojaron.
-Ah… ah… sube al auto… yo iré por algo-
-De acuerdo…-
Dijo Yuto mientras se cubría la marca con su mano y se alejaba.

Ya dentro del auto se dedicó a esperar a Ryosuke, aun cubriendo aquella marca con su mano.
Minutos después Ryosuke entró al auto y cerró la puerta, llevaba una bufanda que le cubría el cuello.
-Listo, podemos irnos-
Su expresión era tranquila y aliviada, sin embargo Yuto lo miraba extrañado.
-¿No te olvidas de algo?-
Preguntó nervioso y asustado.
-No, de nada, podemos irnos-
Le indicó al chofer y este puso en marcha el auto.
-¡Espera!-
-¿Qué?-
Preguntó con fastidio.
-Te olvidas de que yo…-
Antes de terminar se acercó a Ryosuke y le murmuró al oído para que el chofer no escuchase.
-Yo también necesito algo para cubrir esto-
Dijo señalando la marca en su cuello.
-No lo olvidé, simplemente no voy a darte nada, al menos no por ahora-
Yuto observaba la sonrisa triunfante de Ryosuke con asombro, ¿Cómo era posible que su capricho llegase tan lejos?
-Estás equivocado si piensas que voy a salir así-
Dijo con seriedad mientras intentaba abrir la puerta y salir pero entonces Ryosuke le dio la señal al chofer para que arrancase, evitando así que Yuto saliera del auto.
-¡Espera! ¡Detente! ¡Quiero bajar!-
-El auto no se detendrá hasta que lleguemos a la escuela-
Dijo Ryosuke con esa sonrisa burlona en el rostro, Yuto no sabía qué hacer, sin embargo no pensaba arriesgarse y salir así del auto, ya pensaría en algo al llegar a la escuela.
-No creas que vas a salirte con la tuya-
-No es algo que necesite creer, simplemente sucede-
Yuto estaba desesperado y enojado, ¿Por qué rayos tenía que ser tan caprichoso y egoísta?

El transcurso de la mañana fue demasiado incómodo para Yuto, no podía evitar el escuchar los murmullos de sus compañeros, era algo realmente molesto, y al parecer era Ryosuke quien disfrutaba de todo esto.
En cuanto llegó la hora del descanso, Ryosuke se acercó a Yuto.
-Es hora de comer algo, anda-
De mal humor, Yuto se puso de pie, aun podía escuchar como muchas chicas murmuraban a sus espaldas, estaba cansado, tenía que hacer algo para que las cosas terminaran parejas, entonces, justo cuando pasaban en medio del salón, Yuto actuó rápidamente, abrazando a Ryosuke por los hombros y pegándolo a su cuerpo mientras ambos continuaban caminando, y antes de salir del salón le dio un pequeño beso en la cabeza, provocando que más chicas observaran y comentaran lo ocurrido mientras que Ryosuke se ruborizaba y no sabía cómo reaccionar.
-¿Pero qué te pasa?-
Exclamó mientras alejaba a Yuto.
-Nada, simplemente pongo las cosas parejas nuevamente, joven Ryosuke-
Sorprendido por aquella respuesta, se detuvo un instante, después continuo caminando, con Yuto detrás de el.

Chinen estaba en la cafetería, tranquilamente comiendo mientras conversaba con sus compañeros de clase que lo habían invitado. No tenía el valor para ver a Daiki, así que acepto, esperando así que el mayor no lo viera en todo el día si era necesario.
-Chinen-kun, Tú debes conocer al chico nuevo ¿cierto? El que esta siempre con Yamada-kun-
Ligeramente molesto por la pregunta, desvió la mirada y respondió.
-No, no lo conozco-
-¿De verdad? ¿No se te hace muy extraño que de repente haya venido? Y muy recomendado por la familia de Yamada-
Comentó otro chico.
-No lo había notado-
Dijo fríamente, esto comenzaba a incomodarlo.
-Siempre están juntos, es como si fuese un especie de guardaespaldas para Yamada-kun, ¿no lo creen?-
Comento otro, los otros dos asintieron pero Chinen no dijo nada e intento cambiar la conversación, pero fue inútil.
-Últimamente no le hablas mucho a Yamada, ¿ya no son amigos?-
-¡Eso no tiene nada que ver con ustedes!-
Gritó, estaba molesto, fastidiado, así que sin más se puso de pie y se marchó a paso apresurado.
Justo al salir de la cafetería vio a Yuto, quien estaba recargado en la pared, al parecer, esperando a Ryosuke. Sin darse cuenta se quedó de pie, observándolo fijamente, con todos los comentarios de sus compañeros dándole vueltas en la cabeza.

Y es que había decidido esperar a Ryosuke afuera, en la cafetería había mucha más gente y ya estaba cansado de los rumores y murmullos a sus espaldas, pero mientras esperaba pudo sentir como alguien lo esperaba, y al mirar hacia su izquierda, se topó con la penetrante mirada de un chico bastante peculiar, a pesar de su corta estatura era bastante apuesto, aunque su rostro le mostraba todo menos ternura.
-¿Ocurre algo?-
Preguntó un poco tímido ante la penetrante mirada del chico.

Al escuchar esa pregunta, Chinen reaccionó, no se había dado cuenta de lo que hacía, así que se disculpó de inmediato.
-Lo siento, no era mi intensión incomodarte-
-En lo absoluto, no me molestas, es solo que pensé que ocurría algo, tu mirada es muy penetrante…-
Dijo Yuto con una sonrisa en el rostro.
-Disculpa-
Dicho esto, hizo una pequeña reverencia, estaba dispuesto a marcharse cuando alguien paso a su lado de prisa, era Ryosuke.
-No sé qué te gusta así que te compré lo mismo que yo, así que más te vale que te lo comas, ¿entendido?-
-Está bien-
Respondió Yuto con tranquilidad, Ryosuke comenzó a caminar, sin notar la presencia de Chinen, y antes de ir detrás del mayor, Yuto se despidió de él.
-Hasta luego-
Y con una sonrisa, se dispuso a caminar detrás de Ryosuke, pero este al escuchar que Yuto se despedía de alguien, se detuvo y se giró para ver de quien se trataba, se sorprendió bastante al ver a Chinen, sin embargo lo saludo con naturalidad, después de todo no estaba planeando evitarlo para siempre.
-Chinen, que sorpresa verte, ¿en dónde dejaste a tu protector eh?-
El tono de burla en la voz de Ryosuke hizo enojar a Chinen.
-¿A quién te refieres Yamada?-
-A Arioka, ¿Quién más va a ser?-
Ryosuke conservaba su tono burlón en la voz, Yuto simplemente se dedicaba a observar.
-¡No es mi protector! Es mi… es mi… amigo…-
Dijo esto último con duda y remordimiento.
-Vaya, pues no suenas muy convencido, ¿Acaso se pelearon?-
-Eso no te incumbe-
-Claro, no me incumbe, lo que pase entre ustedes dos me tiene sin cuidado, así que, vámonos Yuto, tengo hambre-
Y sin más, Ryosuke se giró para continuar con su camino, Yuto estaba por hacer lo mismo, pero miró de reojo a Chinen, pudo notar como su mirada se tornaba triste y sus ojos se llenaban de lágrimas, no podía dejarlo así, después de todo tenía que aceptar que la actitud y palabras de Ryosuke habían sido demasiado hirientes, pensó en acercase a él, pero no sabía que decirle, además, lo que hubiese sucedido entre Chinen y Ryosuke no tenían nada que ver con él, así que sin más, continuo con su camino detrás de Ryosuke.

1 comentario:

lili kazuya dijo...

aaaaaaaa que le pasa a yama-chan es muy malo arigato ayaa-neechan amo este ff

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