viernes, 26 de noviembre de 2010

LOVE LOVE LOVE ME? [Cap. 3]

Cap. 3

Al llegar a casa, se disculpó incontables veces con su madre mientras se alistaba y tomaba su desayuno, sin poder ocultar la sonrisa en su rostro.
Su madre estaba molesta, bastante, pero esto no afectaba a Daiki en lo absoluto, estaba feliz, demasiado feliz.
-Me voy a la escuela.
Dijo con entusiasmo mientras terminaba de ponerse los zapatos.
-Tu y yo tenemos que hablar en cuanto vuelvas Daiki.
-Por supuesto madre, hablaremos, ahora debo irme.
Y sin más, salió de casa, con una amplia sonrisa en el rostro, por ese lado su madre se sentía más aliviada, después de todo hacia mucho tiempo que no veía a Daiki sonreír de esa manera y eso era algo realmente satisfactorio.
-Supongo que tendré que cancelar la cita con el psicólogo…
Dijo mientras sonreía y se disponía a comenzar con sus labores hogareñas.

Durante toda la mañana, en clases, Daiki prestó toda su atención e incluso participo más que de costumbre, conversó con sus compañeros, le sonreía a todo el mundo e incluso, a la hora del almuerzo quiso comer más de lo que acostumbraba.
Takaki, Yabu y Hikaru estaban completamente extrañados y sorprendidos, pero sobre todo aliviados por el buen cambio de su amigo.
-¿Se puede saber que pasa contigo?
Preguntó Takaki mientras le revolvía el cabello a Daiki.
-Nada.
Respondió con naturalidad mientras sonreía.
-Estas muy bien esta mañana Dai-chan, ¿a que se debe tu cambio repentino?
Preguntó Hikaru.
-Bueno… es que…
-¿Pasó algo bueno?
Preguntó Yabu, Daiki simplemente asintió con la cabeza.
-Vaya, que bien, algo bueno te ha pasado, ¿se puede saber de que se trata?
Insistió Yabu, los demás se acercaron un poco más para lograr escuchar lo que Daiki tal vez diría, sin embargo lo único que lograron ver fue una sonrisa en su rostro mientras le daba una gran mordida a su bola de arroz.
-¿Qué significa eso eh?
Preguntó Takaki mientras se cruzaba de brazos y observaba algo molesto a Daiki, después de todo no le gustaba tanto misterio.
-Tuvo que haber pasado algo demasiado bueno como para que sonrías de esa manera.
Le dijo Hikaru mientras le daba un golpecito en las costillas.
-Si, algo así.
Fue lo único que dijo, Yabu observó el feliz rostro de su amigo y se sintió mucho más tranquilo, de igual forma Takaki y Hikaru, después de todo el Daiki de antes estaba regresando, podían esperar un poco para saber el motivo de su cambio de ánimo.
-¿Y que no piensas compartir con nosotros eso que te tiene tan feliz?
Preguntó Takaki al mismo tiempo que abrazaba a Daiki y le picaba las costillas. Entre risas Daiki fue capas de responder.
-Por ahora no les puedo decir nada, es hora de ir a clase, ¡nos vemos!
Y sin más, escapó.
-¿Te das cuenta que salió huyendo?
Preguntó Hikaru mientras miraba a Yabu.
-Así es, debe ser algo realmente personal, es probable que este enamorado
-¿Qué te hace pensar eso?
Preguntó Takaki sorprendido.
-Bueno, lo conozco…
-¿Ah si?
-Si, ahora mejor nos vamos o llegaremos tarde.
Dijo Yabu mientras tomaba a Hikaru de la mano y se lo llevaba, dejando a Takaki solo.
-¡¡¿Pero por qué se van?!! ¡¡Aún es temprano!!
Gritó, pero Hikaru y Yabu continuaron tranquilamente con su camino.

El resto del día continuo con normalidad, para Daiki era algo completamente diferente, se sentía tan bien, no podía esperar más para salir e ir con Kei.
En eso pensaba cuando un mensaje llegó a su teléfono celular.

-”Queremos saber lo que te sucede, así que no podrás escapar.
Nos vemos en la entrada de la escuela.
Yabu”-

Cerró el teléfono con un suspiro, no tenía idea de cómo les iba a contar lo ocurrido a sus amigos, ni siquiera él lo comprendía bien, pero de algo estaba seguro, no se arrepentía de aquel sentimiento, aunque le parecía demasiado extraño el hecho de que alguien a quien acababa de conocer le gustase de esa forma, no se lo explicaba, pero nada podía hacer, así se sentía, y era correspondido.
-Pero sigo sin saber mucho de él…
Pensó mientras se cruzaba de brazos y se recargaba en el respaldo de la silla.
-Igual él no sabe mucho de mi… pero es extraño…
Pensativo, comenzó a hacer garabatos en su cuaderno, ya no estaba prestando atención en clase, para su fortuna no fue descubierto por el profesor que impartía la clase en ese momento.
Así transcurrieron las siguientes clases, hasta que al fin el timbre que indicaba el final del día resonó por toda la escuela.
Cansado, comenzó a guardar sus cosas, salió del salón y caminó por los pasillos, con la mirada un poco distante y una inquietud que no se acabaría hasta hablar con Kei. Estaba a punto de salir cuando fue interceptado por Yabu.
-Te estábamos esperando.
Sorprendido, miró al mayor, junto a él estaban Hikaru y Takaki.
-¿Qué ocurre?
Preguntó un poco nervioso.
-Vamos a comer algo, ¿te parece?
-¿A… ahora?
Preguntó inseguro.
-Así es, vamos.
Dijo Yabu con una sonrisa, Hikaru y Takaki se colocaron a ambos lados y se lo llevaron.
-¡No tienen porque llevarme así! ¡Puedo caminar yo solo!
Reclamó mientras era cargado por sus dos amigos, los cuatro estaban por cruzar la salida cuando una voz los detuvo.
-¿A dónde lo llevan?
Hikaru y Takaki se detuvieron en seco, Yabu fue el único que supo ocultar su sorpresa así que fue el primero en responder.
-¿Tú quién eres?
Preguntó calmado, de pronto, Daiki exclamó.
-¡¡Kei!! ¿Qué… que haces aquí?
-Vine por ti.
Respondió con una sonrisa, Takaki y Hikaru observaron fijamente a Daiki y lentamente lo bajaron.
-¿Conoces a ese sujeto?
Preguntó Takaki sorprendido mientras señalaba a Kei.
-Si… lo conozco.
Dijo tímidamente.
-¿Nos vamos?
Preguntó Kei mientras tomaba la mano de Daiki, jalándolo un poco hacia él.
-Espera un segundo… ¿De dónde lo conoces?
Preguntó de nuevo Takaki.
-Bueno… él es… el chico que les conté ayer… Inoo Kei.
Dijo tímidamente mientras agachaba la mirada.
-Mucho gusto, ¿ustedes son amigos de Daiki?
Dijo Kei con una sonrisa.
-Si, lo somos.
Dijo Hikaru sin dejar de lucir sorprendido.
-Bien, mucho gusto, ahora si me disculpan me llevaré a Daiki.
Y sin más, comenzó a caminar a paso ligeramente apresurado, tomando la mano de Daiki para que caminara junto a él.
En cuanto se alejaron, Takaki fue el primero en reaccionar negativamente.
-¿Es el sujeto que apenas conoce? ¿Pero que se cree?
-Tranquilo, deja de comportarte como si fueras padre de Daiki, creo que ya entiendo todo.
Dijo Yabu mientras se cruzaba de brazos y observaba como Daiki y Kei se alejaban.
-¿Qué es lo que quieres decir?
Preguntó Hikaru curioso.
-Es evidente, ¿no lo crees?
Dijo con una sonrisa, al parecer Hikaru entendió el mensaje.
-Ya veo… por eso estaba de tan buen humor.
-¿Qué? ¿De qué hablan ustedes dos?
Preguntó Takaki confundido.
-Al parecer Daiki y ese chico tienen algo más que amistad, ¿Qué hará ahora el padre sobre protector eh?
Dijo Yabu con una sonrisa burlona.
-¿Estas diciendo que Daiki sale con ese sujeto sin siquiera conocerlo?
Preguntó ligeramente molesto.
-Eso parece, bien, ya que nuestros planes se arruinaron, Hikaru y yo nos iremos, adiós.
Y conservando aquella sonrisa burlona, se acercó a Hikaru, ambos se tomaron de la mano y se alejaron a paso lento, dejando a Takaki solo y aún en un estado de conmoción.
-¡Eso no puede ser!
Gritó, y de pronto pudo sentir un fuerte golpe en la cabeza.
-Ya deja de meterte en la vida del pobre Daiki ¿Qué no comprendes que ahora es feliz?
Sorprendido, miró a la persona que le hablaba.
-Chinen…
-Deja de comportarte como si fueras su padre o comenzaré a pensar que tienes otra clase de sentimientos hacia él.
Reclamó Chinen mientras se cruzaba de brazos.
-No es eso… siempre hemos sido así… no puedo evitarlo, en verdad que no puedo evitar preocuparme.
Chinen dejó escapar un suspiro ante tal comentario y le dio la espalda a Takaki.
-Eres un tonto.
Estaba dispuesto a marcharse cuando Takaki lo abrazó tiernamente, recargado su barbilla en el hombro de Chinen.
-Lo siento, no me mal interpretes, sabes lo mucho que te quiero, no tienes porque dudarlo.
Dicho esto, depósito un suave beso en la mejilla de Chinen, este sonrió y se giró para ver a Takaki.
-Entonces no actúes tan protector con Daiki.
-¿Estas celoso?
Preguntó Takaki con una sonrisa burlona en el rostro.
-Si
Respondió Chinen ligeramente serio.
-No seas tonto.
Le dijo Takaki con una sonrisa solo para después darle un tierno beso y abrazarlo con fuerza. Al separarse un poco, Takaki preguntó.
-¿Te acompaño a casa?
Chinen se quedó pensativo, sonrió traviesamente y jaló a Takaki de la camisa para acercarlo a su rostro.
-Me la debes.
De nueva cuenta se besaron y después comenzaron a caminar rumbo a casa de Chinen.

-¿A dónde vamos?
Preguntó Daiki mientras caminaba junto a Kei, ahora el ritmo era más lento, pero continuaban tomados de la mano.
-No lo sé, ¿tienes hambre?
-Un poco…
-¿Solo un poco?
Preguntó con una sonrisa.
-Si dices que tienes mucha hambre tal vez te invite algo.
Ante tal comentario, Daiki sonrió.
-Tengo mucha hambre.
Dijo con una amplia sonrisa en el rostro
-¿Quieres algo en especial?
Daiki se quedó pensativo unos segundos.
-¡Quiero una hamburguesa!
Exclamó, Kei sonrió y le dijo.
-De acuerdo, conozco un buen lugar para comer hamburguesas.
-¿En verdad me invitarás a comer?
Kei se detuvo y miró fijamente a Daiki.
-¿Por qué lo dudas?
-No lo dudo… solo quise preguntar.
-No preguntes esas cosas solo por que si…
Dijo con una sonrisa amable y después le dio un pequeño beso en los labios.
-¿Entendido?
Completamente sonrojado, Daiki asintió torpemente con la cabeza, así, ambos continuaron con su camino.

Ambos disfrutaban de sus hamburguesas, la de Daiki era doble, mientras que Kei se conformó con una sencilla. El silencio entre ellos comenzaba a ser un poco incómodo, sobre todo para Daiki, quien además de nervioso estaba ansioso, si bien había estado esperando todo el día para poder estar junto a Kei, jamás pensó de que hablaría con el, así que no podía evitar observarlo de vez en cuando, quedando pensativo, en una de esas, Kei pudo sentir su intensa mirada y después de tomar un poco de soda le preguntó curioso.
-¿Sucede algo?
-¿Eh?
Preguntó sorprendido mientras tragaba.
-¿En que piensas?
Daiki observó la sonrisa curiosa de Kei mientras intentaba encontrar una buena respuesta.
-Por… ¿Por qué la pregunta?
-Me miras demasiado, no es que me moleste, pero me intriga saber lo que pasa por tu cabeza.
-No es nada.
Respondió un poco tranquilo mientras se recargaba en el asiento de la silla y dejaba lo que quedaba de su hamburguesa sobre la mesa.
-¿De verdad?
Preguntó Kei un poco preocupado. Daiki dejó escapar un suspiro algo pesado y logró responder.
-Es solo que… no sé que decir…
Confundido, Kei preguntó.
-¿No sabes que decir?
Daiki solo negó con la cabeza mientras tomaba un poco de su malteada de chocolate.
-Bien, pues yo si sé de qué podemos hablar.
Kei sonaba tranquilo, pero había cierta seriedad en su mirada, Daiki lo observó con atención, esperando escuchar lo que Kei tenía que decir.
-No creo que esto sea una buena idea.
Declaró con voz seria, Daiki no entendía muy bien así que preguntó.
-¿A que te refieres?
-A que alguien como yo te guste, no creo que sea una buena idea.
-Pero… ¿Por qué?… Tú dijiste que yo… también te gusto…
Kei dejó escapar un suspiró para después continuar hablando.
-A decir verdad, nunca me ha gustado nadie, ¿Cómo puedes confiar en alguien como yo? ¿En verdad piensas que puedes gustarme así de fácil cuando ni yo mismo conozco esa clase de sentimientos?
Era extraño, no deseaba decirle todas estas palabras a Daiki, pero era verdad, no se explicaba él mismo como era posible que le gustase de esa manera, ahora era demasiado tarde para dar marcha atrás, había expresado su sentir con poca delicadeza, ahora solo quedaba esperar a que Daiki se marchara y jamás lo volviera a ver.
Sin embargo, Daiki simplemente desvió la mirada, se cruzó de brazos y con seriedad dijo.
-¿Pretendes que me aleje de ti con esas palabras?
Kei miró sorprendido a Daiki y no respondió, así que este continuo hablando.
-No eres el único que tiene dudas, a decir verdad, no te conozco lo suficiente, no sé mucho de ti más que lo que me acabas de contar anoche, a mi tampoco me ha gustado antes, pero de algo estoy seguro, no tengo miedo.
Después de decir esto, de una sola mordida, se terminó su pedazo de hamburguesa, Kei lo observó sorprendido, ¿Cómo era posible que Daiki lo dejara sin habla tan fácilmente?
-De acuerdo.
Dijo con resignación, terminó con su hamburguesa y su soda, Daiki igual tomó el resto de su malteada.
-¿Quieres conocerme mejor?
Preguntó Kei con una sonrisa mientras se ponía de pie, Daiki lo miró extrañado y después se ruborizó lentamente al ver la sonrisa en el rostro de Kei.
-Si.
Dijo con un poco de nerviosismo mientras tomaba sus cosas y se ponía de pie.
-Entonces acompáñame.

Daiki seguía a Kei con cierto nerviosismo, ¿Cómo pretendía que iban a conocerse mejor? No era que imaginara cosas raras ni que estuviese esperando algo así, simplemente no podía evitar el sentirse ligeramente ansioso, la curiosidad lo invadía a cada paso que daban, hasta que de pronto Kei se detuvo y sin querer Daiki chocó contra su espalda.
-¿Por qué te detienes así?
-No tienes por que venir atrás de mi como si me estuvieses siguiendo en secreto, además, me detuve por que aquí es la parada del autobús.
Kei lucía bastante tranquilo, dio un par de pasos para acercarse al panel en donde estaban los horarios de los diferentes autobuses y sus rutas, revisó por unos segundos y después dijo.
-Bien, el próximo estará perfecto, solo hay que esperar…
Sacó su teléfono y miró la hora.
-Unos cuantos minutos más.
Así, tomó asiento tranquilamente. Daiki estaba confundido, y sin poder contenerse más, preguntó.
-¿A dónde iremos?
Kei lo miró despreocupado.
-A mis lugares preferidos.
Daiki ladeo un poco la cabeza en señal de confusión mientras se cruzaba de brazos. Kei sonrió ante tal reacción, entonces se recorrió un poco en la banca e invitó a Daiki a sentarse.
-Anda, siéntate.
Sin ganas de negarse, Daiki tomó asiento, ambos esperaron a que el autobús llegase, el cual no tardo demasiado.

Se habían dirigido al centro de la ciudad, para sorpresa de Daiki lo primero que visitaron fue un centro de videojuegos, era extraño ver a Kei jugando como un niño pequeño, al mismo tiempo resultaba divertido y poco a poco comenzó a contagiarse de esas ganas por jugar.
-¿Qué edad se supone que tienes?
Preguntó Daiki mientras sonreía.
-¿No te lo dije? Tengo veinte.
En ese momento Daiki se quedó inmóvil, dejando así que Kei tomase ventaja y ganase la batalla en aquel videojuego.
-No me lo habías dicho
Kei se estiró un poco y miro a Daiki.
-Bien, has descubierto algo, el propósito de este día se esta cumpliendo.
Daiki se quedó confundido mientras Kei le sonreía y se ponía de pie para dirigirse a un nuevo juego.
-Espera un segundo…
Pero fue demasiado tarde, Kei estaba eligiendo un nuevo juego.

-¿Qué es lo que más te gusta hacer?
Preguntó Daiki mientras giraba bruscamente el volante de aquel videojuego.
-Trata de adivinarlo
Respondió Kei mientras giraba de igual forma.
-No lo se, por eso pregunto.
-Vamos, piensa un poco.
Daiki intentaba concentrarse en la carrera y al mismo tiempo en pensar en algo, sin embargo eso resultaba algo difícil y complicado, así que optó por decir lo primero que se le vino a la mente.
-¿Los videojuegos?
Kei trató de no distraerse con aquella respuesta, aunque el soltar una carcajada fue inevitable.
-Es una de las cosas que me gusta hacer, pero hay algo que me gusta aún más.
Daiki intentó pensar en algo, pero la carrera se tornaba más reñida, estaba a punto de ganarle a Kei en la última vuelta, cuando al parecer, este utilizó su respuesta como una estrategia.
-Me gusta tocar el piano.
Y vaya que dio resultado, Daiki perdió el control y miró de inmediato a Kei. Si, estaba completamente sorprendido, de todas las cosas que pudieron haber sido jamás pasó por su mente una actividad así.
-¡Gané!
Gritó Kei mientras su triunfo se proyectaba en la pantalla de aquel videojuego, pero al parecer Daiki no lograba digerir aquel descubrimiento.
-¿Co-como es posible que tu…?
-¿Piensas que es imposible?
Preguntó con una sonrisa burlona en el rostro.
-No imposible… más bien… sorprendente.
-Eso lo dirás cuando escuches lo que puedo tocar.
Y poniéndose de pie se dirigió a otro juego, esta vez a uno de baloncesto. Con un suspiro Daiki se puso de pie y lo siguió.
Mientras Kei tomaba una pelota e intentaba apuntar hacia la canasta, Daiki se recargó en la pared solo a observar.
-¿No juegas?
-No pienso volver a perder por otra de tus respuestas.
Respondió Daiki mientras se cruzaba de brazos. Kei solo sonrió y lanzó el balón, el cual no entro en la canasta, así que tomó otro.
-¿Estudias?
Preguntó Daiki.
-Si.
-¿Qué estudias?
-Adivina.
Respondió mientras lanzaba otro balón, fallando de nuevo.
-No lo se… no puedo imaginarlo.
-Pues comienza a pensar.
Dijo Kei, tomando otro balón. Daiki lo observó fijamente, tratando de pensar en algo, imaginó tantas cosas que todas eran absurdas, sin embargo no se quiso quedar callado así que sugirió.
-Diseño… ¿tal vez?
Kei lanzó el balón y sonrió al notar que casi anotaba.
-No.
Daiki volvió a suspirar profundo e intentó pensar, sin embargo Kei respondió antes de que él pudiese decir algo.
-Arquitectura.
Dicho esto al fin logró encestar aquel balón, de igual forma Daiki volvió a sorprenderse.
-Jamás lo imaginé.
-¿Por qué?
Preguntó sonriente mientras miraba a Daiki al mismo tiempo que sostenía el balón.
-No lo se… en todas las cosas que me imaginé jamás estuvo la arquitectura… eres realmente interesante.
-¿Te parezco interesante?
-Bastante.
-Yo siento que soy normal.
Declaró mientras volvía a su juego y lograba encestar otro balón.
-¿Por qué vives solo?
Antes de responder, Kei lanzó el balón, anotando una vez más, miró a Daiki y con un poco de seriedad respondió.
-Me gusta mi privacidad.
-¿Eso es todo?
Kei dejó escapar un suspiro, se acercó a Daiki y le dijo al oído.
-No podía andar llevando a todos mis clientes a casa, ¿no te parece?
Daiki sintió como un escalofrío recorría su espalda mientras se ruborizaba levemente, la voz de Kei y su aliento cerca de su oído le provocaban aquella sensación de nerviosismo, sin embargo trato de contenerse para hacer otra pregunta.
-¿Es esa la razón?
Kei solo asintió con la cabeza y se alejó de nuevo para volver a su juego.
Daiki lo observó un poco más, era realmente sorprendente lo que Kei guardaba en su interior, aparentemente no había nada obscuro y malo que lo hubiese hecho salir de su casa para ser independiente, simplemente su hecho de mantener su “trabajo” lejos de sus padres, se preguntaba si en verdad era por eso.
-Terminé, estoy cansado, ¿vienes conmigo?
Daiki reaccionó.
-Ah… si, pero… ¿A dónde?
-A mi departamento.
De inmediato Daiki se ruborizó.
-No creo poder…
-Oh… ¿Por qué?
Kei trató de ocultar su decepción con un poco de indiferencia.
-Bueno… si no llego hoy a casa estoy seguro que mis problemas se duplicaran… además tengo tarea y un examen mañana…
Estas últimas palabras las dijo con verdadero pesar.
-De acuerdo, ante todo eso no puedo hacer nada, ahora solo me queda aumentar tus deberes.
Daiki trató de comprender lo que Kei intentaba decir, pero este primero miró a su alrededor, al no ver a nadie comenzó a acercarse a Daiki, aprovechando que el menor estaba pegado a la pared, después se acercó a su rostro, lo miró a los ojos y le dijo.
-Tu tarea será pensar si de verdad te gusta alguien como yo.
Ante tal comentario Daiki se molestó un poco, odiaba que Kei hablase de si mismo como si fuera poca cosa o un objeto, pero antes de que pudiese reclamar, Kei se acercó aún más, rozando ligera y provocativamente sus labios.
-Yo también debo pensar si de verdad puedo tenerte conmigo.
Ambos se observaron fijamente a los ojos, Kei abrió la boca para decir algo.
-Adem-
Pero Daiki lo interrumpió.
-Ya cállate
Y con un poco de brusquedad tomó el cuello de la camisa de Kei y terminó por romper aquella minima distancia que los separaba, besándolo suavemente. Al principio Kei estuvo sorprendido, pero lentamente comenzó a dejarse llevar, tomando así el control de aquel beso al mismo tiempo que tomaba a Daiki por la cintura para acercarse más a su cuerpo.
Al terminar aquel beso, la distancia que aún los separaba seguía siendo minima, por lo que Kei logró ver el rubor en el rostro de Daiki, haciendo que inevitablemente acariciara su rostro.
-Tu forma de callar a las personas es muy peculiar, dime ¿lo haces muy seguido?
Daiki lo miró avergonzado y respondió.
-Claro que no…
-Bien, eso me alegra, de ahora en adelante diré cosas desagradables para que me calles.
Daiki lo miró aún más avergonzado.
-No estés tan confiado, puede que para la próxima ocasión traté de callarte de otra forma.
Lo que Daiki imaginaba era tal vez un golpe, pero lo que pasó por la mente de Kei fue algo muy diferente, provocando que una sonrisa traviesa se dibujara en su rostro, así que se acercó al oído de Daiki y le susurro.
-Entonces me gustaría llegar a ese momento.
Dicho esto le dio un pequeño mordisco a su oreja y se alejó un poco más.
-Vamos, es hora de irnos.
Dicho esto tomó la mano de Daiki, este, aún ruborizado, la tomó de vuelta, obteniendo como resultado que Kei entrelazara sus dedos con los suyos. Así, sin más, ambos salieron del centro de videojuegos.

Al bajar del autobús, ambos se quedaron viendo fijamente.
-¿Nos vemos mañana?
Preguntó Daiki tímidamente.
-Bueno, no lo sé, tal vez…
Respondió Kei mientras desviaba la mirada.
-Nos vemos mañana.
Declaró Daiki con seriedad.
-¿En verdad eso quieres?
La voz y mirada de Kei hicieron que algo se oprimiese en el interior de Daiki, era como ver a un niño pequeño preguntando si jugarás con el de nuevo.
-Ya te lo dije… me gustas, así que no pienso alejarme tan fácilmente.
Kei observó la seriedad en la mirada de Daiki, eso le agrado, le gustaba, así que sin más, lo abrazó con ternura, de forma inmediata Daiki respondió a aquel abrazó, acomodando su cabeza en el pecho de Kei.
-No sé como explicarlo… pero ya me gustas más…
Al escuchar estas palabras Daiki se aferró con más fuerza a Kei.
-De eso se trata.
Dijo con nerviosismo, Kei le acarició la cabeza y dijo.
-Bueno, aún puedes cambiar de opinión.
Ahora quien actuaba como niño pequeño era Daiki, puesto que se aferró con mucha más fuerza a Kei.
-De acuerdo… ya entendí.
Dicho esto tomó a Daiki por los hombros y lo alejó un poco, solo para lograr verlo a la cara.
-Nos vemos mañana.
Kei quedó deslumbrado ante la sonrisa de Daiki, en verdad era hermoso, ya no había marcha atrás.
-Hasta mañana.
Dijo Daiki, entonces Kei depositó un suave y pequeño beso sobre sus labios, después se alejó un poco más.
-Descansa.
Y sin más, se dio media vuelta, comenzando a alejarse. Antes de también partir, Daiki no pudo contenerse en gritar.
-¡¡Definitivamente te veré mañana!!
Kei se giró para ver a Daiki, quien sonreía ampliamente, después de eso el menor se giró y comenzó a caminar, Kei lo vio alejarse unos minutos, después tomó su camino, con una sonrisa dibujada en el rostro una calidez invadiendo su ser.

En cuanto llegó a casa, la larga platica con su madre fue inevitable, a pesar de que no tenía cabeza para escuchar, le prestó atención y se disculpó debidamente.
-¿En verdad estás arrepentido?
Preguntó su madre mientras se cruzaba de brazos, Daiki asintió y volvió a disculparse por su falta de atención hacia ella en las últimas dos noches.
-Esta bien, demos este tema por terminado, solo recuerda que no toleraré que vuelva a ocurrir, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
Dijo Daiki, y sin más se marchó hacia su habitación, tenía tarea por hacer y prepararse para su examen, sin embargo lo primero que hizo fue tumbarse sobre la cama, cerrando sus ojos, estaba cansado, pero feliz.

Tranquilamente llegó a su departamento y se dejó caer sobre el sillón, mirando hacia el techo, llevándose una mano hacia el pecho.
-No puede ser… ¿Así se siente?
Se preguntó mientras sonreía ante agradable sentimiento.
-Tengo que distraerme en algo.
Dijo para sí mientras se ponía de pie y subía a su habitación, después de todo también tenía tarea por hacer y eso le ayudaría a tratar de calmar su felicidad.
De pronto su teléfono comenzó a sonar, con sorpresa lo sacó de su bolsillo y sin mirar el número respondió.
-¿Si?
-Oh Kei, ¡no sabes cuanto te extraño! Quiero estar ahora contigo, ¿puedes?
Vaya, era un cliente, el de casi siempre, esto hizo que el pecho de Kei se oprimiera, pero entonces la radiante sonrisa de Daiki vino a su mente, y con decisión dijo.
-No, no puedo ahora, y no creo poder después, a partir de ahora estoy fuera de esto, así que no llames de nuevo por favor.
Así, sin esperar respuesta alguna, colgó, volviendo a acomodar su material para su trabajo, tratando de sacar aquella preocupación de su mente.

Sin embargo, en otro lugar, aquel sujeto estaba atónito.
-No… no voy a permitir que te alejes así de fácil…
Dicho esto cerró con fuerza su puño y se recargó sobre aquella silla.

A la mañana siguiente, Daiki despertó gracias al insistente sonido de la alarma, no deseaba despertar, se la había pasado casi toda la noche haciendo sus deberes y estudiando, no era justo despertar tan pronto.
-¡¡Daiki!!
Esa era su madre, nunca lo llamaba tan temprano, así que se levantó de su silla, abrió la puerta y salió.
-¿Qué ocurre?
-Al fin despiertas, tu alarma a sonado ya varias veces, si no te apresuras se te hará tarde.
-¿Qué hora es?
Preguntó aún adormilado.
-Siete treinta.
-¡¡No puede ser!!
Con pánico entró a su habitación, se dio la ducha más rápida de su vida y en menos de diez minutos estuvo listo, solo tenía veinte minutos para llegar a la escuela.
-Tu desayuno
Le dijo su madre al verlo pasar rápido.
-Ahora no tengo tiempo, compraré algo en la escuela.
Sin más, salió corriendo, sin embargo, mientras corría, pudo sentir una extraña opresión en el pecho, algo inquietante, así que justo antes de llegar a la escuela se detuvo.
-¿Qué es esto?
Se pregunto mientras sentía la opresión más fuerte, sin embargo la voz de uno de sus compañeros lo sacó de aquel pensamiento.
-¡Apresúrate Arioka o llegarás tarde!
“-Tal vez sea mi imaginación”
Pensó, después continuo corriendo.
Afortunadamente llegó a tiempo para su primera clase, pero aquel sentimiento de inquietud no desaparecía, y su rostro lo expresaba muy bien, era tan notorio que un par de horas después, justo cuando salía del salón para dirigirse al laboratorio, se topó con Hikaru y este, al verlo, no pudo evitar el acercarse.
-¿Te ocurre algo Dai-chan?
-¿Eh?… Ah… Hikaru…
-¿Te sientes mal?
Preguntó preocupado.
-No… es solo que… no sé… me siento muy inquieto… como si algo me oprimiera el pecho… ¿Qué crees que sea?
Preguntó, Hikaru lo meditó unos segundos y respondió.
-Debe ser un mal presentimiento, ¿Paso algo?
Daiki pensó en la conclusión de Hikaru, ¿un mal presentimiento? Pero… ¿De qué?
-No… no ha pasado nada malo… que yo sepa…
-No me creas mucho, pero a lo mejor algo va a pasar, por si las dudas ándate con cuidado, no querrás preocupar a Yabu y a Takaki
Esto último lo dijo con una sonrisita burlona, Daiki lo miró e intentó sonreír.
-Tal vez solo sea por qué no desayuné…
-Probablemente… bueno, tengo que irme, nos veremos más tarde.
Y sin más Hikaru se alejó corriendo, Daiki continuo lentamente con su camino.
“-No creo que sea lo que Hikaru dice… tal vez cuando coma algo esto desaparezca”
Y sin más, continuo con su camino rumbo al laboratorio.

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