martes, 22 de enero de 2013

Fated [Cap. 6]

Capitulo 6

A la mañana siguiente, todo en la aldea era tranquilo, al parecer poco a poco la gente recobraba la tranquilidad de antes, sin embargo su líder no lo sentía.
Despertó gracias a sus sirvientes, desayunó y dio un recorrido por los alrededores de la aldea, muy pocas veces lo hacia.
-Yamada-san, ¿Necesita algo?-
Le preguntó un señor que atendía un pequeño puesto de frutas.
-No-
Respondió fríamente y continuó, mirando a su alrededor, a la toda la gente que su padre se había propuesto proteger a toda costa.
En su camino se encontró con Nakajima, intercambiaron miradas y de inmediato recordó las palabras de aquella tarde.
“-Aún así, te protegeré, aunque no te importe, voy a servirte incondicionalmente, te entrego mi vida y todo lo que soy-”
Sin esperarlo, Nakajima le sonrió amablemente, como siempre solía hacerlo, sin embargo, a pesar del sentimiento que le provocaba, desvió la mirada y continuó con su camino, después regresó y se encerró en sus aposentos, respiró profundo al mismo tiempo que tomaba asiento sobre el suelo, cerró sus ojos y no pudo evitar el recordar aquellos días en lo que era completamente feliz, un Yamada tan diferente al de ahora.

-Tenemos que aprovechar la primera oportunidad, no deben descubrirnos-
Dijo uno de los soldados, el cual ahora vestía como cualquier aldeano.
-¿Cuál es tu plan? No creas que va a ser fácil penetrar en la aldea del Sur-
Preguntó otro de ellos.
-Sé que les llegara un cargamento de alimentos, solo debemos intersectar la carreta y fingir que somos parte de los trabajadores-
Propuso otro de ellos.
-Me gusta la idea, no olviden llevar su arma, aunque sea algo pequeño, no debemos llamar la atención-
Los otros dos asintieron y mostraron sus delgadas dagas que estaban ocultas en sus ropas, sonrieron con malicia y sin que nadie lo notara, salieron de la aldea del Oeste.

-¿Por qué no te veo deprimido como siempre?-
Le preguntó Keito mientras masticaba un trozo de jugosa manzana.
-No siempre estoy deprimido-
Dijo Yuto mientras le robaba su manzana y se la comía.
-Bueno, lo estás cada que te ignora, y acaba de hacerlo, pero tu reacción ya no es la misma, ¿Por qué? ¿Pasó algo?-
Yuto no sabía si contarle todo a Keito, se imaginaba que terminaría por regañarlo de alguna manera.
-No paso nada, las cosas siguen igual, por así decirlo, yo solo fui sincero con él-
-¿Sincero? Siempre lo fuiste, quien no es nada sincero es él-
Yuto sonrió amargamente y mordió la manzana.
-Bueno, solo hay un favor que quiero pedirte-
Keito miró fijamente a Yuto, esperando. Después de respirar profundo, al fin dijo.
-Dijiste que si muero por protegerlo tu no enterrarás mi cadáver, quisiera que lo consideraras-
Los ojos de Keito se abrieron con gran sorpresa.
-Es el único favor que voy a pedirte mientras viva-
-¿Te has vuelto loco? ¿Le has entregado tu vida a él?-
Preguntó Keito mientras intentaba controlarse.
-Si-
La voz de Yuto fue firme, tranquila.
-Si eso es lo que quieres, no tengo opción-
Yuto sonrió al ver como su amigo se cruzaba de brazos y lo miraba molesto.

Daiki estaba hablando con algunos sirvientes cuando Inoo entró y pidió permiso para hablar con él, lo cual le concedió y ordeno a todos que salieran.
-Hola-
Saludó Daiki con una sonrisa.
-¿Estabas muy ocupado?-
Preguntó Inoo pensando que tal vez no había llegado en buen momento.
-Descuida, solo me decían que llegara un cargamento con alimentos hoy y lo que se necesita en la aldea, nuestras relaciones comerciales con las demás aldeas van bien, a pesar de que la aldea del Norte a veces quiera vender todo al doble, sabemos negociar para que no se salgan con la suya-
Inoo pudo sentir el orgullo en Daiki y no pudo evitar el sonreír al verlo hablar así.
-Eres todo un líder-
Se acercó y tomó asiento frente a él.
-¿Te preocupa algo?-
Preguntó Daiki mientras observaba detenidamente a Kei.
-Bueno, las cosas han estado demasiado tranquilas desde el último ataque de Yamada, no sé… no me siento tranquilo-
-¿Quieres hacer algo?-
Inoo negó con la cabeza.
-Entonces solo hay que dejarlo, tal vez ya no quiera hacernos nada-
Dijo Arioka con la mirada perdida.
-O más bien, se preparan mejor, sabes que no podemos quedarnos así, no es mi estilo atacar primero, pero pienso que deberíamos aprovechar su debilidad, su desorganización, Yamada no es un buen líder-
-¿Quieres ir a atacarlos? ¿Para eso has venido? ¿Quieres que te dé mi autorización?-
A cada segundo la voz de Daiki sonaba con más desesperación.
-Aún no tengo un plan, pero si tu lo autorizas sabes que puedo trabajar en ello y hacerlo-
Daiki odiaba la manera en la que Inoo hablaba en esos momentos, tan seguro, calculador, deseoso de pelear para cumplir con su cometido, si se tratara de cualquier soldado no hubiese mayor inconveniente, pero era Kei, la persona que más amaba, no podía enviarlo a la batalla, temía por perderlo, al igual que perdió a su padre.
-Lo voy a pensar-
Dicho esto, Daiki se puso de pie, estaba por salir de la habitación cuando Kei le dijo.
-Te he jurado que no moriré, no lo olvides-
Ante estas palabras, solo se giró un poco y le dijo.
-Espero que tu tampoco lo olvides-
Fue así como continuo con su camino, dejando a Kei solo.

Hikaru estaba caminando tranquilamente hasta que llegó a la entrada de la aldea.
-Voy a salir, si alguien pregunta por mí solo dí que salí a vigilar-
Le ordenó a uno de los soldados que resguardaban la entrada, estaba por salir cuando vio a una carreta que era empujada por tres hombres, los cuales se detuvieron justo frente a él.
-Hemos traído las provisiones-
Hikaru los observó cuidadosamente, después les permitió el paso.
-Adelante, supongo que ya saben a donde ir-
Los tres hombres asintieron, se reverenciaron y continuaron con su camino.
Después, Hikaru comenzó a caminar hasta adentrarse lentamente en el profundo bosque, estaba inquieto, ya habían pasado días desde su encuentro con Okamoto y no lograba sacárselo de la cabeza, no podía dejar de pensar en que tanto su nombre como su mirada le parecían familiares.
Miró a su alrededor y reconoció el rumbo, estaba por llegar a la frontera que dividía el territorio del Sur con los del Oeste, sentía ganas de continuar, quería tentar a su suerte y encontrarlo de nuevo, volver a enfrentarse cuerpo a cuerpo, así que continuó caminando.

Mojó su cuerpo y sintió como el agua recorría cada parte de su cuerpo, como si de la misma forma pudiera limpiar su alma.
Se levantó y se secó, tomo sus ropas y salió, caminaba por la aldea pero nada parecía llamar su atención, quería salir de ahí, ir a aquel lugar tan íntimo, donde podría encontrarlo, a Yuya.
Respiró profundo, estaba por intentar escapar cuando un sirviente de Yamada lo vio y lo llamó.
-Chinen, ¿A dónde vas?-
-Voy a salir-
Respondió con tranquilidad mientras se cruzaba de brazos, demostrando superioridad con la mirada.
-Últimamente Yamada-san no está contento de saber que sales a cada rato, por hoy será mejor que permanezcas en la aldea ¿Entendiste?-
Chinen no pudo evitar el sonreír sarcásticamente.
-Tú no eres nadie para darme ordenes, sé bien lo que debo hacer y Yamada-san está consiente de ello, así que no me molestes y ve a hacer tus deberes-
Sin embargo aquel sirviente no iba a quedarse callado.
-Ni siquiera perteneces a ésta aldea, eres un asesino del cual el señor Yamada tuvo piedad, no tienes derecho a estar aquí, deberías largarte y buscar tu propio camino-
Aquello lo molestó bastante, aquel sujeto no tenía idea de nada y no tenía derecho de juzgarlo, no cuando ya tenía suficiente con su carga de conciencia, estaba a punto de responderle cuando alguien llego a interrumpir.
-No lo molestes y ve a hacer tus cosas, Chinen sabe lo que hace-
Aquel que se acercó fue Nakajima, sin poder defenderse, el sirviente se marchó.
-¿A dónde pensabas ir?-
Le preguntó el alto con curiosidad, Chinen lo miró, se sintió apenado, puesto que el día anterior lo había visto con Yamada en una situación incomoda.
-Como siempre, a vigilar los alrededores-
-Sé bien que una de tus habilidades es vigilar, eres ágil para moverte, pero en caso de un ataque, tu mayor virtud es el combate, serás mas útil aquí, así que trata que tus rondas no duren demasiado-
Para Chinen, era extraño, Nakajima le hablaba con normalidad, sin hipocresías, sin malas caras, al contrario, tan natural y amable como le hablaba al resto.
-Esta bien-
Respondió mientras se atrevía a mirarlo fijamente. Se hizo el silencio, muy incomodo, de alguna manera, Chinen sentía que debía decir algo.
-Perdón por… lo que viste ayer…-
Nakajima observó la expresión de vergüenza en el rostro de Chinen y de alguna forma lo compadeció, después de todo entendía perfectamente que solo era un capricho de Yamada.
-Descuida, creo que no te importó que llegara a… interrumpir-
Era inevitable sentirse apenado al hablar de aquello.
-A decir verdad… me alivió que lo hicieras-
Respondió Chinen, diciendo lo último en voz baja, pero perfectamente audible para Nakajima.
-¿No te gusta lo que te hace?-
Los ojos de Chinen se abrieron sorprendidos, Nakajima lo miró con compasión, fue entonces que tan solo negó con la cabeza.
-Antes me daba igual… pero ahora… no creo poder tolerarlo más… no me gusta…-
Era la primera vez que podía ser sincero con respecto a ese tema.
-Entonces no lo permitas, dile con firmeza que no, se enojará pero no puede obligarte-
Nakajima no podía odiarlo, después de todo solo era alguien que se veía afectado por los caprichos de Yamada.
-Gracias por la ayuda-
Sonrió Chinen, Nakajima hizo lo mismo.
-Ve a hacer tus deberes, yo también tengo algo que hacer-
Así, ambos se despidieron y se separaron.

Yamada se había quedado dormido, sumergido en sus recuerdos, en los brillantes días de su pasado. Hasta que el ruido de unos pasos lo hizo despertar, más sin embargo no abrió los ojos, solo se mantuvo atento al sonido tan familiar, sabía perfectamente de quien podía tratarse. Respiró profundo, tal vez para fingir que estaba profundamente dormido, el sonido de aquellos pasos desapareció y de pronto, sintió una cálida mano acariciar su rostro, esa sensación, cuánto la había extrañado, y sin embargo no dejaba de traerle dolor.
Abrió los ojos lentamente hasta encontrarse con el rostro de Nakajima, observándolo fijamente, como si solo hubiese esperado el momento en que al fin lo mirara.
-Estabas fingiendo, sabías que era yo-
Le dijo con voz suave, sin embargo, de un solo movimiento, Yamada alejó la mano de Nakajima y se reincorporó para quedar sentado.
-No estaba seguro, ¿Qué quieres?-
Era evidente que mentía, sin embargo no quería mostrarse débil, no ante él.
-¿Qué has pensado hacer?-
Preguntó Nakajima con tono serio mientras tomaba asiento frente a él, pensó en regañarlo, pero no lo hizo.
-¿A que te refieres?-
-Después de tu último e imprudente ataque, no has hecho ningún movimiento, ningún plan, ¿Qué sigue ahora? Piensa que pueden aprovecharse de que no estamos planeando nada y atacar, estamos vulnerables ante ellos-
Yamada odiaba darle la razón a Nakajima, pero esta vez era inevitable aceptarlo.
-Reúne a los soldados que siempre planeaban junto a mi padre, esto necesita trabajarse en grupo-
Nakajima sonrió.
-Al fin dices algo sensato, de acuerdo, los traeré enseguida-
-También encárgate de que Morimoto esté haciendo su trabajo, ese niño aún comete demasiados errores-
-Eso es porque no te das la oportunidad de ver sus esfuerzos, pero esta bien, lo vigilaré-
En ese momento Nakajima se puso de pie, se reverenció y se fue, cerrando suavemente la puerta tras de si, de nuevo, al haberse quedado solo, pudo respirar profundamente.
-Esto es todo lo que puedo hacer, todo lo demás lo he perdido-
Se dijo mientras cerraba los ojos e intentaba tranquilizar a su corazón, el cual no dejaba de latir debido a la presencia de Nakajima.

Se habían infiltrado con éxito, caminaban por la aldea hasta que alguien les indicó en donde debían dejar la carga, lo hicieron y mataron a los soldados que resguardaban la bodega.
-Pónganse sus ropas, eso nos ayudará-
Ordenó uno de ellos y prosiguieron.
Ahora iban vestidos como cualquier combatiente, incluso portaban una espada, nadie notaba que no eran de ahí, ahora solo quedaba una cosa, buscar a Arioka.

-¿Qué acaso piensas holgazanear todo el día?-
Gritó Morimoto mientras observaba a Okamoto arriba de un árbol.
-No holgazaneo, solo relajo mi cuerpo, tengo un buen presentimiento-
Respondió mientras sonreía burlonamente.
-¡Deja de decir tonterías! Serás más útil ayudando con los entrenamientos-
Okamoto bajó de un solo brinco de aquel árbol, sin rasguño alguno, miró al menor y le dijo.
-¿Acaso no puedes hacerlo tú?-
Morimoto pareció indignado y se apresuró a responder.
-Claro que puedo, pero también es parte de tu trabajo aquí-
-Hoy no tengo ganas, regresaré más tarde-
Dicho esto, Okamoto comenzó a alejarse tranquilamente, Morimoto sabía que era inútil tratar de detenerlo, así que solo suspiró cansado y decidió regresar con los soldados. En su camino, no dejaba de mirar curioso a su alrededor, en cada rincón, tenía el leve presentimiento, por no aceptar que era esperanza, de que aquel joven, Yabu.
Se sintió torpe al recordar la forma en la que había acariciado su cabeza, trató de despejar aquellos pensamientos y enfocarse más en su deber, después de todo, estaba al servicio de Yamada y para él no debía haber nada más importante, definitivamente.

Había caminado lentamente hasta llegar a aquel lugar que era tan especial ahora, sintió el suave pasto sobre sus pies, respiro el aire de alrededor, escuchó el sonido del agua caer, todo era perfecto, maravilloso, inclusive, la luz del sol era diferente, más blanca, más pura.
Miró más a su alrededor y se encontró con aquel árbol, en donde siempre Yuya estaba sentado, con pasos lentos se acercó y tomo asiento, miró al cielo a través de las hojas y después cerró los ojos, con la esperanza de verlo, de sentirlo, de poder respirar su suave aroma una vez más, su anhelo era tan grande que lo inquietaba, sin embargo debía ser paciente.
-¿En que te has convertido, Chinen?-
Se dijo mientras dejaba escapar un pesado suspiro y recargaba su espalda por completo en el tronco de aquel árbol.

-¡Takaki!-
Lo llamó Inoo con cierto resentimiento, pero decidió no darle importancia.
-¿Si?-
-¿A dónde te diriges? Tenemos mucho por hacer, en cualquier momento podemos recibir una orden para movernos-
Le dijo Inoo con la mirada fría.
-Solo voy a que afilen mi espada, no creo que una espada desgastada sirva para los propósitos de Arioka-san, ¿O me equivoco?-
Ambos se miraron con desafío.
-Tienes razón, en cuanto tu espada esté lista te quiero ver junto a los demás, busca a Yabu y a Yaotome, ¿Entendiste?-
Takaki solo asintió con la cabeza, esperó a que Inoo se retirara primero, después continuo con lo suyo.
-¿Para que tanto alboroto?-
Se pregunto mientras miraba hacia el cielo, en realidad no tenía intensión de ir con el afilador, más bien a otro lugar, pero ahora se sentía observado y no podía exponerse ya que eso podría significar una catástrofe, así que no tuvo más opción que continuar con lo que se suponía debía hacer.

Inoo caminó hacia la bodega, debía reportar que la entrega se había realizado con éxito, pero algo no andaba bien.
-¿En donde están los soldados que cuidan este lugar?-
No había nadie alrededor, todo estaba muy extraño, no dejaba de observar cada detalle hasta que dio con algo alarmante.
-Manchas de sangre… algo no anda bien aquí-
Se dijo mientras tocaba aquellas gotas de rojo liquido, definitivamente era sangre y estaba fresca.
De inmediato se puso alerta, necesitaba observar detenidamente a cada persona dentro de la aldea, tenía el presentimiento de que gente no deseada podría encontrarse dentro.
-Tal vez son bandidos-
Se dijo mientras emprendía un recorrido minucioso por la aldea.

-¡No olviden que si pierden su arma perderán su vida!-
Gritó Yabu a los soldados, los cuales respondieron al unísono con un “Si” potente.
-Yabu, tenemos que reunirnos-
Interrumpió Takaki.
-Estoy ocupado-
Lo ignoró Yabu mientras vigilaba el entrenamiento de los soldados.
-Parece importante, dice Inoo que en cualquier momento podría darse una orden-
Yabu se giró para mirar a Takaki, estaba sorprendido.
-De acuerdo-
Takaki observó como Yabu caminaba y les ordenaba a los soldados suspender el entrenamiento, lo cual hicieron y poco a poco se retiraron.
-Solo hay un detalle, no encuentro a Yaotome por ningún lado-
Yabu suspiró pesadamente.
-Ese mono come manzanas debe andar vagando por ahí, busquémoslo-
Takaki quiso reír ante el comentario de Yabu, sin duda alguna ese par eran como hermanos, pero se contuvo y solo lo siguió.
En el camino se toparon con Inoo, el cual se veía acelerado y pálido.
-¿Qué te ocurre?-
Preguntó Yabu.
-Algo no anda bien, al parecer unos bandidos se han infiltrado en la aldea-
-¿Cómo lo sabes?-
Preguntó Takaki.
-Los guardias de la bodega no están y hay rastros de sangre-
-Lo que sea que hayan robado ya deben de estar muy lejos de aquí-
Dijo Yabu mientras se cruzaba de brazos.
-¿Cuánto se llevaron?-
Preguntó Takaki una vez más, Inoo pareció confundido y respondió.
-No lo sé… no ví la bodega-
-Entonces vayamos a ver primero, tal vez sigan ahí-
Tras la sugerencia de Yabu, los tres se pusieron en camino.    
En cuanto llegaron inspeccionaron el lugar.
-Aquí no falta nada, y miren, la carreta esta intacta, ni siquiera se han bajado las cosas-
Observó Takaki, los demás prestaron atención a donde el chico señalaba y en ese instante un escalofrío recorrió la espalda de Inoo.
-Esto no esta bien… no son ladrones, alguien se ha infiltrado en la aldea-
Yabu se apresuró a hablar.
-Tenemos que reunir a todos y buscar, incrementa la seguridad para Arioka, si son del Oeste él debe ser su objetivo-
Inoo asintió y se puso en marcha.
-Tu reúne a los soldados y explica la situación, yo buscaré a Hikaru-
Takaki asintió y salió corriendo.

Había estado caminando por entre los árboles, sigiloso, atento a cualquier ruido que indicara que era observado, pero todo estaba tranquilo, demasiado, fue entonces que se sintió tonto, era evidente que lo estaba buscando y eso lo hacía sentirse vulnerable, no podía andar buscando al enemigo. Sonrió para sí con burla y emprendió el camino de regreso, sin dejar de ser sigiloso y atento, de alguna manera tenía la esperanza de encontrarse con Okamoto en cualquier momento. Pero no fue así, estaba por llegar a la aldea cuando vio a Yabu correr desesperado. Curioso, se acercó a él y preguntó.
-¿Pasa algo?-
-¿En dónde diablos estabas?-
Le preguntó Yabu con enojo y desesperación.
-Solo andaba por aquí cerca-
Mintió Yaotome.
-No importa, alguien se ha infiltrado en la aldea, tememos que sea alguien del Oeste, hay que buscar a cualquier sospechoso y detenerlo, Inoo ya esta reforzando la seguridad para Arioka, si encuentras a alguno no lo mates, recuerda que debemos interrogarlos primero-
Yaotome estiró ambos brazos y dijo.
-Que aburrido, odio sus procesos de captura, todo sería más rápido si lo mato de una vez, pero esta bien, haré lo que pides-
-No sabemos cuantos sean, puede ser más de uno-
Le advirtió Yabu.
-No importa la cantidad, espero que después de capturarlos pueda degollarlos, mi espada se siente sedienta-
Yabu no le dijo nada, tan solo negó con la cabeza. Lo primordial ahora era mantener a Arioka a salvo y atrapar a quienes estuvieran infiltrados y saber sus motivos.

-Arioka-sama, debe entrar, por el momento no es seguro permanecer aquí afuera-
Le dijo uno de los sirvientes, Arioka estaba en un jardín, observando las flores que sus sirvientes tanto cuidaban, escuchar aquello sin duda lo extrañó.
-¿Sucede algo?-
-No es nada grave, pero será mejor que entre, además le hemos preparado un té y no será bueno si se enfría-
Ante la respuesta de su sirviente no tuvo más opción que acceder. Entró en sus aposentos y le sirvieron un poco de té caliente.
De pronto escuchó pasos veloces afuera, algo andaba mal. Quiso salir pero notó que había dos guardias en la puerta, esto definitivamente no era normal.
-Ordeno que me digan lo que está ocurriendo-
Pero los soldados no respondieron y continuaron firmes, al ver lo inútil que parecía preguntar, cerró la puerta y volvió a tomar asiento, quiso tranquilizarse pero no le era posible, había demasiado movimiento en todo el lugar.
Trató de pensar en algo cuando de pronto escuchó un grito, miró hacia la puerta y sus ojos se abrieron de par en par al ver que esta estaba salpicada de sangre, su cuerpo comenzó a temblar, tragó saliva con dificultad y observo como un sujeto, vestido de soldado, abría la puerta y entraba acompañado de otros dos.
-Un placer conocerle, Arioka-san-
Dijo uno de ellos mientras se reverenciaba con burla y ocultaba un poco su espada manchada de sangre.
-¿Quiénes son ustedes?-
Preguntó mientras se ponía de pie y comenzaba a retroceder.
-No será necesario presentarnos, hemos venido por su vida, así que las formalidades salen sobrando-
Dijo otro de los sujetos mientras sonreía burlonamente.

Inoo se sentía desesperado, caminaba rumbo a los aposentos de Arioka cuando una mujer se acercó a él corriendo y llorando.
-¿Qué sucede?-
-Unos hombres entraron y mataron a los soldados que resguardaban a Arioka, he venido después de verlos, necesita ir ahí rápido-
Inoo agradeció la información.
-Dígale a un soldado que llame a Takaki, Yabu y a Yaotome y que se dirijan al lugar, debe darse prisa-
La mujer asintió y salió corriendo, Inoo desenvainó su espada y se puso en marcha lo más rápido posible, definitivamente no iba a permitir que aquellos sujetos cumplieran con su cometido.
Al llegar, escuchó la voz de Daiki.
-¿Quién los envía?-
-Eso tampoco debe saberlo, ya muerto de nada le servirá-
Tras escuchar esto ultimo abrió la puerta de golpe.
-¡¡No se los voy a permitir!!-
Y con furia arremetió contra el que amenazaba a Arioka con su espada, logró derribarlo pero de inmediato los otros dos se lanzaron contra él.
-¡Kei!-
Gritó Daiki mientras presenciaba la evidente desventaja de su sirviente.
-¡Sal de aquí! ¡Corre!-
Le gritó al menor mientras pateaba a uno de los sujetos y evitaba el ataque del otro con su espada, Daiki estuvo a punto de salir pero el otro sujeto se levantó del suelo y lo tomó por la espalda, acercando el filo de su arma peligrosamente al cuello del líder.
-No te atrevas a hacer un movimiento, si no quieres cargar en tu conciencia la muerte de tu amo debes bajar tu espada-
Inoo se sintió furioso, no tenía salida, así que cuidadosamente bajó su espada.
-No te atrevas a hacerle un rasguño-
Lo amenazó mientras lo miraba con odio.
-No estás en la condición de darme ordenes, creo que será divertido darle un poco de dolor mental antes de matarlo, ¿No lo creen?-
Los otros dos sujetos se rieron y acorralaron a Inoo.
-Veamos que sentirá el gran Arioka-san al ver como matamos a su perro fiel-
Daiki quería soltarse pero podía sentir el filo de la espada tan cerca de su cuello, no quería morir, pero tampoco iba a permitir que le hicieran daño a Kei, un nudo se formó en su garganta, no debía llorar, debía ser fuerte, tenía que pensar en algo.
Uno de los sujetos levantó su puño mientras que el otro sujetaba a Inoo por la espalda.
-Esto se va a poner divertido, más te vale que observes muy bien pequeño insecto-
Se dirigió a Daiki mientras le movía bruscamente la cabeza al frente.
Cuando pensó que ya no había salida, la puerta se abrió de golpe, o más bien, fue derribada de golpe y llegaron los refuerzos.
Daiki solo fue capaz de ver a Yaotome entrar velozmente y como se abalanzaba contra uno de los sujetos y lo derribaba fácilmente, después a Takaki derribar al que tenía agarrado a Inoo y por último fue Yabu quien golpeó fuertemente al sujeto que lo tenía aprisionado.
Al sentirse libre, sintió el deseo de correr a los brazos de Inoo, pero se contuvo, después de todo no era apropiado.
-¿Se encuentra bien?-
Le preguntó Yabu mientras terminaba de amarrar al último sujeto.
-Si, estoy bien-
Respondió con dificultad.
-¿A dónde los llevamos?-
Preguntó Yaotome mientras cargaba a uno de ellos con facilidad.
-Por aquí-
Indicó Inoo, quien sin mirar a Daiki, salió del lugar, detrás de él fueron Yabu, Takaki y Yaotome, quienes cargaban con los criminales.
Las piernas le temblaban, respiraba con dificultad así que se dejó caer al suelo de rodillas, había tenido tanto miedo, temía que esos sujetos le hicieran daño a Kei, si los otros no hubiesen llegado… no, no quería ni pensarlo, sin embargo esta vez era imposible contener las lágrimas.

-Los cité para que planeemos algo juntos, hemos estado muy tranquilos desde el último ataque… fallido…-
Aceptó Yamada mientras bajaba un poco la mirada.
-Perdimos hombres, pero así es la guerra, si ha decidido considerarnos es porque está pensando mejor las cosas, lo cual agradecemos y estamos dispuestos a servirle así como servimos a su padre-
Eran dos hombres mayores, ya los había visto antes pero nunca en estas circunstancias.
-Bueno, que proponen. Por lo que puedo decir, han de creer que estamos indefensos y que no tenemos ningún plan y que tal vez volveremos a atacar de sorpresa, no importa como pero nosotros debemos vengar la muerte de mi padre-
Todos estuvieron de acuerdo, se extendió un gran mapa por toda la mesa y comenzaron a analizar tanto posiciones del enemigo y las propias, esta vez, Yamada estaba dispuesto a cooperar lo mejor posible. Nakajima estaba presente, observando cada detalle, sintiéndose aliviado al saber que al menos en ese aspecto, su amo había aprendido a escuchar.
Cuando se sintió cansado, después de unas cuantas horas, los hombres se retiraron, sonrientes, volvían a sentirse seguros.
-Buen trabajo-
Le dijo Yuto mientras le daba una taza de té caliente.
-No lo necesito-
Dijo con fastidio mientras se recargaba por completo en el respaldo de aquella silla y cerraba los ojos.
-Deberías tomarlo, te ayudará a relajarte-
Yamada abrió los ojos y miró fijamente a Nakajima, lo miraba como hace tiempo solía hacerlo y aquello lo llenaba de nostalgia.
-¿Te sientes feliz?-
A Yuto le sorprendió la pregunta, pero sin esperar respuesta, Ryosuke prosiguió.
-Debes estarlo, después de todo tu vida es tan simple-
Dijo estas palabras con pesadez y tomó un poco del té que Yuto le había ofrecido.
-¿Vas a decirme por qué me haces a un lado?-
Preguntó Yuto con tristeza.
-No, ya no es importante para mi, en estos momentos no tengo tiempo de pensar en sentimientos absurdos, tengo a todo un pueblo por proteger, ese es mi deber ahora, lo fue desde que mi padre murió y así será hasta que yo muera-
Dicho esto, se puso de pie y salió de la habitación, dejando a Yuto solo, tratando de comprender el significado detrás de esas palabras.

Hikaru lanzó agua fría sobre los tres sujetos para que despertaran, lo cual sucedió.
-¿Quién los mando?-
Preguntó Inoo mientras se acercaba a uno de ellos, los tres se encontraban amarrados fuertemente y no podían moverse.
-Si no quieren morir lenta y dolorosamente más vale que lo digan-
Dijo Yaotome mientras lamía sádicamente el filo de su espada. Aquellos hombres se aterraron.
-¿Te parece si empiezo a cortar sus pies? Tal vez así quieran hablar-
Insistió Hikaru mientras acercaba su espada a los pies de uno de los sujetos. Los tres temblaban de miedo y al fin uno de ellos logró hablar.
-Somos de la aldea del Oeste-
Inoo se abrió sus ojos con sorpresa.
-¿Los envió Yamada?-
Los tres sujetos se miraron nerviosos.
-S-si-
Dijo uno de ellos.
-¿Los envió a matar a Arioka-san?-
Preguntó Inoo con rabia.
-S-si, las ordenes era llevarnos su cabeza… i-infiltrarnos y matarlo-
Tras semejante declaración, Yabu dijo.
-Esto evidentemente es una cobardía, no esperaba menos de ese sujeto-
-¿Qué haremos?-
Preguntó Takaki, no podía evitar el sentirse nervioso, no quería un combate, no ahora.
-Es evidente, quieren guerra, guerra les daremos. Yabu, sígueme, tenemos que trabajar en una estrategia, Takaki, prepara a los soldados, ponlos al tanto y que esperen nuestras ordenes-
Ordenó Inoo, por último, antes de partir, miró a Yaotome y le dijo.
-Mátalos-
Este sonrió satisfecho, y en cuanto los otros tres se marcharon soltó una carcajada, acercó su espada y degolló a ambos sujetos antes de que pudieran pedir piedad.

Comenzaba a atardecer, había estado ahí todo el día y Takaki no había llegado, bueno, no habían quedado de verse pero tenía la esperanza de encontrarlo.
Miró a su alrededor y una brisa helada acarició su rostro, no tenía un buen presentimiento. Lentamente se puso de pie y miró fijamente al agua caer.
-¿Por qué no vienes?-
Se preguntó Chinen mientras sentía algo extraño en su pecho, algo preocupante.

-Arioka-san, los sujetos han hablado-
Dijo Inoo mientras entraba en su habitación.
-Solo queremos su permiso para movernos-
Dijo Yabu detrás de Inoo.
-¿Moverse? ¿A que se refieren?-
Preguntó Arioka confundido mientras trataba de buscar la mirada de Inoo, el cual al parecer evitaba mirarlo a los ojos.
-Esos sujetos fueron enviados por Yamada para matarlo, tenemos un plan, saldremos al amanecer-
Dijo Inoo con seriedad.
-¿Eh?-
-No tenemos alternativa, querían asesinarlo y eso es una ofensa muy grave mi señor-
Yabu sonaba tan seguro como Inoo, en esos momentos Arioka no podía negarse.
-De acuerdo, háganlo, no olviden su deber, ni sus promesas-
Evidentemente esto último era dirigido a Inoo, quien tan solo se reverenció y salió de la habitación junto con Yabu.
Al verlos partir, Arioka llamó a uno de sus sirvientes.
-Prepara mi traje de batalla, yo iré también-
-Pero señor… usted debe quedarse aquí-
-¿Qué clase de cobarde envía a sus hombres y se queda en casa mientras sus soldados salen heridos? Yo no seré así, es momento de enfrentar lo inevitable, alista mi ropa-
Ordenó Daiki, el sirviente no tuvo opción y obedeció.

Hikaru limpiaba su espada mientras observaba a Takaki hablar con los soldados, cuando terminó se acercó a él.
-Esto se va a poner divertido, al fin tendremos cabezas que cortar-
Takaki no podía compartir el entusiasmo de Yaotome, estaba preocupado, demasiado.
-Ahora vengo, tengo algo que hacer, si preguntan por mi dí que fui a mi casa por algo, ¿De acuerdo?-
Dicho esto, Takaki partió, adentrándose en el bosque.
-Pero tu casa no esta por ahí…-
Dijo Yaotome, pero fue inútil, Takaki ya se había marchado.

Estaba por marcharse, definitivamente Yuya no llegaría, era inútil permanecer ahí por más tiempo, así que giró sobre sus talones, dio el primer paso, cuando de pronto escuchó un ruido, alguien se acercaba, su corazón se aceleró de prisa, podía sentir su aroma acercándose.
Cuando al fin lo vio llegar sintió ganas de correr a su lado, más sin embargo se contuvo al ver la expresión del mayor.
-Así que… aquí estabas-
Dijo Yuya con una débil sonrisa.
-Creí que… también vendrías-
-Quería venir antes pero… no pude-
Yuri observó como el mayor se acercaba a él hasta abrazarlo con fuerza, podía sentir como respiraba agitado, al parecer había llegado corriendo.
-No puedo quedarme mucho tiempo, hay problemas y graves-
-¿Qué sucede?-
Preguntó Yuri mientras se preocupaba.
-No hay mucho que explicar, solo que… tienes que huir, vete lejos de aquí, escapa y yo te alcanzaré después-
Suplicó Yuya mientras se alejaba un poco para tomar el rostro de Yuri entre sus manos.
-¿Por qué?-
-La guerra está por comenzar en serio, al parecer Yamada envió a su gente para matar a Arioka y ahora tenemos planeado atacarlos en cualquier momento, no quiero que estés ahí cuando eso ocurra-
Yuri bajó la mirada, tomó las manos de Yuya, las apartó de su rostro y de un movimiento rápido, lo besó.
Al separarse de él, le dijo en voz baja.
-No puedo huir, si habrá una batalla, debo estar ahí cumpliendo con mi deber-
-Yuri…-
Lo llamó Yuya con suplica mientras trataba de buscar su mirada, pero el menor solo mantuvo la mirada baja.
-Trata de comprender, ¿Acaso tu dejarías a Arioka para huir mientras él es atacado?-
Yuya no respondió, en su lugar abrazó a Yuri con fuerza.
-Yuya… quiero ser tuyo-
Le dijo el menor mientras lo abrazaba con fuerza.

-Saldremos al amanecer-
Indicó Inoo al resto de los soldados, incluidos Yabu y Yaotome. De pronto, Arioka entró y dijo.
-Iré con ustedes, el momento de vengar la muerte de mi padre ha llegado, no puedo quedarme de brazos cruzados, así que yo iré al frente-
Inoo tuvo el deseo de intervenir, pero no era el momento.
-Arioka-san, será mejor que-
-¡No me detengas Yabu! He dicho que voy a ir, denme un informe del plan, quiero saber que movimientos haremos-
La voz de Arioka era firme, todos lo miraron admirados y fue Yabu quien comenzó a explicarle, mientras Inoo apretaba fuertemente sus puños tratando de contenerse.

-Algo va a ocurrir muy pronto-
Dijo Okamoto mientras mordía su manzana.
-¿A que te refieres?-
Le preguntó Yuto, quien estaba sentado a su lado arriba de aquella rama.
-No se, el olor de la batalla puede sentirse en el aire, algo esta por comenzar… se va a poner interesante-
Yuto lo miró preocupado.
-Si tu presentimiento es correcto, llega justo a tiempo, Yamada estuvo viendo planes de ataque y defensa con los soldados mayores-
Okamoto sonrió de lado.
-Que conveniente, si hay una batalla pronto, sé que voy a divertirme-

Ryutaro terminó de preparar la cena y comenzó a servir.
-Hermano, te notó extraño, como si pensaras en otra cosa-
Comentó Shintaro.
-Es tu imaginación, ahora come-
Así, ambos hermanos comenzaron a comer, pero Ryutaro no dejaba de tener un presentimiento, algo no andaba bien, y sin embargo la ganas de ver a Yabu no disminuían.

Chinen y Takaki se separaron un poco, se miraron fijamente y se besaron, esta vez fue un beso completamente diferente al anterior, había deseo en él, un sentimiento que en esos momentos comenzaba a desbordarse y que a partir de ahora no tendría limites.








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Un capitulo más y la cosa se pone intensa nee??
La verdad, lo que siempre salva a este fic son mis bellas notas, siempre anoto lo que quiero para el proximo capitulo así no perder continuidad (al menos eso creo)
Y bueno, vamos llegando al climax, no será un fic eterno como los otros, así que bueno, no esperen muchos capitulos por delante xD
A ver que les parece este, que el siguiente será con más accion :D

12 comentarios:

Uebo♥ dijo...

FSAFSFADFDSFDFSDSADSADSADASDASDAADSDA Este es mi favorito y lo será siempre. Me encanta la tensión que hay entre los personajes, incluso entre los que se aman o se atraen, mi parte favorita de este capitulo sin duda fue cuando quisieron matar a Daiki... osea, no porque lo fuesen a matar, sino por la tensión (justamente de lo que hablaba antes) entre Inoo y Daiki, ya que ambos de alguna forma se juraban la vida (aunque a Daiki no le correspondiese eso... btw)
Nada, amo este fic y siempre va a ser mi favorito <3

mabelucome dijo...

WAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! NUEVO CAP!!!!!! (<---No se lo esperaba)
sfbchj Por dónde empiezo? Todo es perfecto *_____*
El amor del Takachii es más que verdadero, ahora entrarán en guerra y tengo miedo por lo que les pase a esos dos, se aman demasiado para matarse entre ellos pero tampoco quiero que traicionen, Inoo mataría a Takaki T^T
jajajajaja amo a este Hikaru, siempre quiere matar a la gente (sí, me hace gracia no se por qué XD)
asdasdsadsadsadsa Esos malvados casi matan a mi Inoodai, y encima a los dos ¬¬ Y tu! Por qué tiene que seguir los protocolos y esas cosas? Estoy en el lugar de Daiki y me lanzo directo a Kei a ver si está bien, y encima este sin mirarlo a la cara ¬¬
Quiero saber qué pasará en el próximo cap, Daiki irá a la guerra aunque a Inoo no le haga ni pizca de gracia jajajajaja te aguantas por tonto (?) Que no les pase nada a ninguno U.u Y menos ahora que Yamada ha planeado ya estratégias T^T Tengo miedo y eso me hace querer saber mucho más e.e Pero esperaré hasta que lo subas, ahora ya empezarás a estar más ocupada U.U Universidad malvada ¬¬

miriacha dijo...

este capi me gusto :-)

tuvo muchas partes que me llamaron la atencion:

el beso takachii..super tierno, el que yamada vea un poco diferente a yutin.como que mas tierno...^^ me dio ternura...
y el que casi maten a dai...eso si que me asustó ya que por un momento llegue a pensar: "queee ..noooo va a morirrr???" y al final respire aliviada....aunque la actitud distante de dai me hizo pensar muchas cosas...
tambien lo mucho que le gusta a hikaru degollar este chico si que da miedo...jajja

y asiiiiiiii...hubo muchicimas mas partes pero estas son las que mas me impactaron...^^

ya quiero el otro capi..como estará la pelea...!!!

gracias por este capi aya...sigue asi!!!

Anónimo dijo...

Mi corazoncito se quedo palpitando a mil, que emoción y también susto con lo que casi le pasa al Inoodai, pero que bueno que están a salvo, al menos por ahora.

Como sufro con el Takachii♥, ellos que se quieren tanto y el Yamajima tan hermoso ^^

Estoy tan emocionada, ya quiero saber que pasara, seré paciente para esperar el siguiente capitulo.

I LOVE JUMP

lili kazuya dijo...

Aaaaaaaa o por dios mujer me hiziste gritar, en verdad me encanta esto cada vez se pone mega bueno ooo aaaa el takachii se unira en una sola alma al igual q el yabutaro, el yamajima necesita un empujoncito pido mano, el inodaii es puro amor, amo al sadico de hikaru y keito, todo va tan perfecto, en q acabara? Solo tu lo saves. Bien esperare pacientemente. Amo tus ff y recuerda soy tu fan

Paoo Inoue dijo...

Wow en serio sin palabrs, osea los hombres esos solo llegaron a la aldea, intentaron matar a Daiki y culparon a Ryosuke! Dios! NO! las coas se van a pponer feas y más ahora que los chicos no hacen más que pensar en ellos, o sea en sus Babies de alma ♥


.__. El Inoodai tan hermoso, sufren los dos, por los dos, pensé que Daiki iba a morir ;W;


Nos dejas con las ganas de más definitivamente ._. espero un final, bah! no diré nada y pensaré lo peor ;w; no me quiero ilusionar

PaoChii dijo...

Wahh~ No quiero que nadie muera u.u, se pone cada vez mejor, Daiki ;w; no vallas, Chinen huye con Yuya T_T, espero el próximo capítulo.

Hitomy-Chan dijo...

Última en comentar O.O
Que mala seguidora soy
Confieso que tuve que imprimir esté capítulo para poder leerlo jojojojo

Maldición Yamada deja de herir a Yuto eres un askrfalclfajc__ ok me calmo

Casi dañan a Daiki eso es imperdonable >:( esos mentirosos asesinos
Kyaaaaaaaaaaa!!!! Takachii!!!!
Yuyan tómalo de una vez hazlo tuyo asdasdasdasdasdasdasdas *q*

Espero la contii y más yamajima

Carol~ dijo...

más acción para el siguiente capi o.o!? apenas pude con este >w<!! me tendré que preparar mentalmente.
Creo que un comentario anterior escribí que conforme el desarrollo y la personalidad de Inoo, espero que muera cumpliendo con su deber de proteger, ahora con lo que Yuto le ha pedido a Keito, creo que también quedaría perfecto que él muriera.
Ese complot de esos soldados, desde el principio estaba destinado a fallar, encima los muy tarados aún consideraron que diciendo lo que dijeron, se les iba a dejar con vida ahora una guerra se aproxima, con el lío que han dejado a Yamada!
dafsafas el momento nakachii, me gustó mucho. Es bueno leer que Yuto no tenga sentimientos negativos por Chii.
no me quiero ilusionar, pero dsfasd lemmon takachii para el siguiente capítulo *_______*

Unknown dijo...

Kyaaaaaa Me encanto apenas el dia de hoy comense este Fic y ya llegue el capitulo 6 (en el queva) y ya kiero el siguiente . . . Onegai no te tardes en escribir el siguiente capitulo si no morire de la intriga *-*

Natarashi dijo...

Waaaaaa ayer lo leí todo completo y lo primero que tengo que decir es
Lo Amo ♥ todo el Fic es bueno, ya me muero por saber que pasara ahhhh
los únicos que tienen una relación son Inno y Daiki,
Yuya y Yuri su amor esta floreciendo ♥
por que Ryusuke trata así a Yuto u.u
Kota y Ryutaro son lo mas tierno ♥
y Shuntaro es uan cosita que me lo quiero comer a besos
me muero por saber cuando Keito y Yaotome estén cara a cara
ahhhh La Gran Batalla se aproxima quien ganara que pasara esto se pone muy bueno estare muy al pendiente de la actualización de ahora en adelante :D
Animo Ayaa-san

Queen dijo...

Te odio (mentira, no es cierto xD) apresurate en escribir los demas caps porfis, porque lo dejas asi cuando la cosa se empieza a poner + interesante...buen trabajo!! :)

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