viernes, 8 de febrero de 2013

Obsess [Cap. 20]

Capitulo 20

Solo habían pasado un par de días desde que había visto a Hikaru por última vez, el barandal nuevo era perfecto, no podía evitar el pensar en el mayor cada que su mano lo tocaba.
-Joven Keito, ¿Desea dar un paseo matutino?-
Sus ojos se iluminaron ante la propuesta del mayordomo. Salir, eso es lo que necesitaba.
-Es una buena idea, iré a avisarle a mi madre que saldré un momento-
Así fue como después de un rato, salió de la mansión Okamoto y emprendió el camino hacia el pueblo, junto a su fiel mayordomo.

-Yamada-kun, debes ir al pueblo a comprar alimentos-
Le ordenó una de las criadas.
-¿Por qué yo? Ryutaro tiene más tiempo libre-
Reprochó, pero fue inútil, así que sin más remedio, tomó la lista de todo lo que hacía falta y emprendió el camino.
-Ese enano se ha burlado de mi, y yo que solo lo apoyo, pero me las pagará-
Refunfuñó mientras caminaba por el estrecho camino de tierra.
-Si te la pasas andando por ahí hablando solo pensarán que estás loco-
Escuchó una voz detrás de él y se giró rápidamente, conocía perfectamente a quien pertenecía.
-¡Yuto!-
Lo llamó y sus ojos se iluminaron.
-Buenos días-
Le dijo con cortesía.
-¿Tú también vas al pueblo?-
Le preguntó Ryosuke.
-Si, el joven Kota me dio la mañana libre, el joven Daiki está de visita y no sé, las cosas están muy extrañas-
-Seguramente es porque el joven Daiki terminó con el amo Kei-
Los ojos de Yuto se abrieron de par en par, completamente sorprendido.
-¿Eso es verdad?-
-Si, ayer estuvo el joven Daiki con el amo Kei y bueno, lo dejó devastado, no quiso comer en todo el día, hasta en la noche que Ryutaro lo pudo convencer-
Yuto respiró profundo ante la explicación de Ryosuke.
-Ahora entiendo, bueno, ya lo imaginaba-
La curiosidad de Ryosuke era tan grande que no se contuvo.
-¿Por qué lo dices? ¿Acaso ya sabías que iba a suceder?-
Yuto lo miró y le sacudió los cabellos con una mano.
-Este no es lugar para hablar esas cosas, te acompaño a hacer tus compras y después platicamos, ¿De acuerdo?-
A Ryosuke no le quedó alternativa más que aceptar.
Ya en el pueblo, Ryosuke se dirigió a la panadería, compró pan fresco, después con la verdura y pidió bastante de todo. Yuto le ayudaba a cargar la mayoría de las cosas.
-¿Ya me vas a decir?-
Preguntó Ryosuke mientras se detenía precipitadamente y se colocaba frente a Yuto, este estuvo a punto de responderle pero alguien lo llamó.
-¡Yuto!-
Éste se giró y vio a Keito saludándolo sonriente.
-¿Qué tal?-
Ryosuke solo los observó y no dijo nada.
-Vine a dar un paseo matutino, ¿Y tú?-
-Algo parecido-
Sonrió Yuto mientras señalaba con la mirada lo que llevaba cargando y a Ryosuke.
-Hola-
Saludó Keito a Ryosuke, y éste, un poco apenado, saludó de vuelta con una media reverencia.
-Hola…-
En ese momento alguien chocó contra Keito y casi lo hace caer.
-¡¡Lo siento!!-
Esa voz la conocía, levantó la mirada rápidamente y se ruborizó ligeramente al ver al chico frente a él, era Hikaru.
-¿Estás bien?-
Justo estaba por acercarse a él cuando el mayordomo de Keito se interpuso en su camino.
-¿Cómo te atreves a hablarle así? ¿Qué acaso no puedes caminar con más cuidado?-
-No lo regañes, él es mi amigo, ¿verdad?-
Le sonrió Keito, fue entonces que Hikaru pareció reconocerlo.
-¡Pero si eres el jovencito trabajador!-
-¿Qué pasa? Parece que llevabas prisa-
Agregó Yuto.
-¡Ah! ¡Es verdad!-
En ese momento el semblante de Hikaru cambió por uno de pánico y poco después se escuchó la voz de un señor, Keito pudo reconocerlo, era el herrero.
-¡Maldito ladrón! ¡No escaparás! ¡Me encargaré de quemarte las manos!-
Los ojos de Hikaru se abrieron tanto, estaba asustado.
-Me encantaría quedarme pero tengo algo que hacer-
Dicho esto, salió corriendo y desapareció rápidamente entre la gente.
-¡¡No lo dejen escapar!!-
Escucharon gritar al herrero, pero ni Keito, Yuto y Ryosuke se movieron.
-Ese señor da miedo…-
Expresó Ryosuke mientras se ocultaba detrás de Yuto.
-¿Qué habrá pasado?-
Preguntó Keito mientras miraba a lo lejos, justo en la dirección en la que Hikaru había desaparecido, estaba preocupado.
-Se salvará, es rápido y astuto, no te preocupes-
Le dijo Yuto con una sonrisa, tratando de animarlo.
-Joven amo, es hora de volver, recuerde que habrá una comida importante y debe volver para prepararse-
Le dijo el mayordomo a Keito.
-Esta bien. Hasta luego Yuto-
Se despidió Keito con una amable sonrisa para después marcharse.
-Será mejor que volvamos también, sino me regañarán-
-De acuerdo-
Ryosuke estuvo a punto de girarse para seguir con su camino cuando Yuto lo tomó del hombro y rápidamente, sin que nadie pudiese verlo, le dio un tierno beso en la mejilla, muy cerca de los labios. Ante tal acto, las mejillas de Ryosuke se sonrojaron violentamente y miró a su alrededor.
-Ya vámonos-
Yuto solo sonrió y caminó a su lado.

-El señor está aquí-
La voz de la criada resonó por todo el comedor, dejaron de escucharse los cubiertos sonar y los invitados se miraron entre sí, la madre de Takaki estaba atónita. Todos miraban expectantes hasta que se escucharon unos pasos acercarse, cada vez más y más cerca. Takaki contuvo la respiración y espero, mientras miraba de reojo como su madre palidecía a cada segundo, debía tenerle miedo.
Al fin, un hombre se hizo presente en el comedor, elegante, alto, cabello negro. Todo en él lucía perfecto, su elegancia era igual a la de Takaki, de ahí debió aprenderlo.
-Takaki, es curioso que tengas visitas en casa. ¿Podrías presentarnos?-
Aquel señor lucía relajado, pero no por ello ajeno a lo que sucedía.
-No son mis invitados padre, son de ella-
Comentó Takaki, sin levantarse de su asiento y mirando de reojo a su madre, a quien continuaban temblándole las manos.
-Vaya, pero si es tu madre. ¿A que se debe tu visita en mi casa?-
La señora no pudo responder, la boca le temblaba, parecía querer decir algo pero no salía ningún sonido de su boca.
-Veo que aquí ha habido un mal entendido señores. Esta mujer no es dueña de esta casa, no tiene derecho alguno sobre esta familia. Sé que ha prometido a mi hijo con vuestra hija, he de disculparme pero eso no es un compromiso válido. Espero y esto no les moleste. Pueden terminar su comida, yo estaré gustoso de hacerles compañía-
Al escuchar las palabras de su padre, Takaki se sintió salvado, era una sensación de completo alivio. ¿Cómo se había enterado su padre de lo sucedido? Bueno, eso lo averiguaría más tarde.
Observó como su madre se ponía de pie y furiosa lanzaba el pañuelo sobre la mesa, todos la observaron y ella gritó.
-¡¿A que has vuelto?! ¡El es mi hijo y yo puedo casarlo con quien se me dé la gana!-
Estaba completamente enloquecida.
-El hecho de que lo hayas dado a luz no lo hace tu hijo, Chizuru-
El nombre de su madre resonó tan dulcemente, que era imposible que perteneciera a semejante mujer.
-¡¡Claro que lo es!! ¡¡El que no tiene derecho alguno sobre él eres tú!!-
Takaki se puso de pie y se dirigió a los invitados.
-Siento el inconveniente, yo no pienso aceptar tal compromiso, creo que será mejor que se retiren-
Los señores se pusieron de pie, tomaron a su hija y murmurando, salieron del comedor, hasta que Takaki escuchó la puerta cerrarse y el sonido de los carruajes, emprendiendo su camino. Fue cuando su atención volvió a sus padres.
-El tiene todo el derecho del mundo, la que no tiene lugar aquí eres tú, así que lárgate de una vez si no yo mismo te echaré a patadas, como debí hacerlo desde que llegaste-
La voz de Yuya era fría, llena de odio y de rencor, su mirada inundada de resentimiento se clavó sobre la frágil figura de su madre.
-Eres mi hijo… yo te tuve, él es quien no debe meterse entre nosotros, te ha vuelto en mi contra, hijo mío…-
Ahora lucía tan patética, Takaki la miró con firmeza y le dijo sin titubear.
-Él ha hecho lo que tú jamás serás capaz de hacer, tu tan solo eres una p-
-Yuya, basta-
Interrumpió su padre, esta vez con voz seria.
-¡Mira lo que has hecho con mi hijo, has hecho que me odie!-
-El no te odia Chizuru, solo esta resentido y con justa razón, todo lo que le has hecho desde el día en que nació es el resultado que tienes frente a ti. Te dije que seguiría dándote dinero si jurabas no volver y has roto el trato, sabes lo que te depara ahora-
-¡¡No vas a salirte con la tuya!! ¡¡Voy a tener todo lo que merezco!! ¡¡Todo lo que es mío!! ¡¡Ese niño es mío y todo tu dinero también!! ¡¡No descansaré hasta dejarte en la calle!!-
-Estas loca-
Dijo el padre de Takaki con pesar mientras bajaba la mirada. En ese momento Yuya se acercó a su madre, la tomó de los hombros y le dijo con crueldad.
-Lárgate-
Dicho esto, la arrojó con fuerza al suelo y la miró con indiferencia.
-Yo no soy tu hijo, jamás lo he sido, ve a engatusar a otros hombres, como sueles hacerlo, si ya tienes suficiente mala fama aquí, vete a otro lugar, lejos de mi y de todos a quienes conozcas-
Con dificultad, su madre se puso de pie, se mantuvo firme y dijo.
-Podrás deshacerte de mi, pero jamás desaparecerá el remordimiento que tendrás al arrojar a tu madre al vacío, si yo muero, será culpa tuya, solo tuya-
Fue así como salió de la casa, poniendo fin a todo.
Yuya se dejó caer de rodillas al suelo, su cuerpo temblaba y su respiración se acortaba.
-Hijo mío-
Se acercó su padre y lo tomó entre sus brazos como siempre solía hacerlo cada que su madre lo humillaba cuando era pequeño.
-Estaré bien, no te preocupes-
En ese momento, Yuya recuperó sus fuerzas se levantó, su padre hizo lo mismo y no pudo evitar el preguntar.
-¿Cómo supiste?-
Su padre sonrió de lado y sacó una hoja de papel del bolsillo de su elegante abrigo.
-Recibí una carta en donde se explicaba todo, tomé el primer barco de regreso, temía llegar demasiado tarde-
Yuya observó curioso el pedazo de papel y preguntó.
-¿Quién-
-La madre de Chinen-kun-
Los ojos de Takaki se abrieron de par en par, con dificultad tragó saliva y tomó aquella carta. Al leerla se encontró con cada detalle que había vivido mientras su madre se encontraba ahí, pero ¿Cómo?
-Tengo que salir, regresaré en un rato-
Dicho esto, y con la carta aún entre sus manos, salió de la mansión, sabía a donde ir.

Ryutaro limpiaba los pisos con la dedicación de siempre, pasaba de habitación en habitación hasta que llego a la sala en donde se encontraba el piano. Corrió las ventanas y dejó que se iluminara, se colocó al centro y sonrió, después de mover algunos muebles, se dispuso a continuar con su limpieza.
Amaba esa habitación, solo por el simple recuerdo de su joven amo tan feliz, radiante, que siempre le sonreía y lo cuidaba, esa habitación reflejaba el profundo amor que Ryutaro sentía por Inoo.
-Así que aquí estás-
Al escuchar su voz, se puso rápidamente de pie, sus mejillas se ruborizaron un poco.
-Ah, si, estoy limpiando-
Respondió con torpeza.
-Si, puedo notarlo. ¿Tardarás demasiado?-
-Eh… un poco-
Inoo sonrió de lado y acercándose a él le dijo.
-Bien, entonces no te entretengo más-
Fue así como Ryutaro lo observó como se dirigía al piano, levantó la tapa y tomó asiento en el banquillo, cerró sus ojos y sus largos y delgados dedos se posaron sobre las teclas, enseguida una hermosa melodía comenzó a inundar la habitación.
El corazón de Ryutaro se aceleró, amaba ese sonido, verlo tan feliz tocando el piano era lo mejor que podía presenciar. Respiró profundo y continuó limpiando sin hacer ruido, no quería desconcentrarlo, y al mismo tiempo disfrutaba de la melodía.

-Daiki, ¿Quieres que te acompañe a tu casa?-
El menor lo miró asombrado, ambos estaban sentados en una banca en el extenso jardín de la mansión Yabu.
-¿Vas a irlo a ver ahora?-
Preguntó temeroso.
-Sí, creo que ya es tiempo, pero no puedes acompañarme, primero tengo que ir yo solo, ¿Acaso quieres esperarme aquí?-
Preguntó Yabu, ante lo cual Daiki solo asintió con la cabeza mientras bajaba la mirada.
-De acuerdo, entonces espérame aquí, no tardaré, puedes subir a mi habitación si así lo deseas-
Dicho esto, le acarició la cabeza al menor, le sonrió y se marchó a paso lento, Daiki tan solo lo observó irse, sin poder detenerlo, después de todo era algo que Yabu quería hacer.
-Por favor… que esto terminé rápido…-
Se dijo Daiki mientras cerraba los ojos y se llevaba ambas manos al pecho, apretándolas con fuerza y sintiendo un punzante dolor en su interior.

El camino se le hizo más largo que de costumbre, justo cuando estuvo frente a la puerta, respiró profundo, tenía que hacerle frente, por Daiki y por él.
Fue recibido por el mayordomo, quien lo guió al salón de música en donde Inoo tocaba el piano despreocupadamente. Yabu lo observó desde la puerta y espero a que este terminara.
Ryutaro había terminado de limpiar y ahora se encontraba sentado en el suelo, observando a su amo con un brillo en los ojos.
Cuando la melodía termino, Yabu carraspeó la garganta y entró.
-Hola-
En ese momento la mirada de Inoo se ensombreció y se quedó inmóvil sentado en aquel banquillo, Ryutaro tan solo observó.
-Hay algo de lo que quiero hablarte, ¿Podemos?-
Yabu miró a Ryutaro, dándole a entender que debía retirarse para dejarlos a solas, lo cual el menor comprendió, se puso de pie y se reverenció con respeto, estuvo a punto de salir pero Inoo lo detuvo.
-Tú no vas a ningún lado, Ryutaro-
El menor se quedó congelado a unos cuantos pasos de Yabu, lo miró confundido y dijo con debilidad.
-Creo que lo mejor será que me-
-¡Dije que te quedas!-
Le gritó y lo miró con seriedad, un escalofrío recorrió la espalda de Ryutaro, sin embargo también pudo notar cierta desesperación en la mirada de su amo, por lo cual retrocedió y se detuvo detrás de él.
-¿De que quieres hablar?-
De nuevo miró a Yabu, con frialdad, éste respiró profundo y decidió acercarse.
-Es sobre Daiki-
Para Inoo fue como echarle más sal a la herida. No deseaba escuchar más, pero no pudo decirlo.
-¿Es que acaso tienes algo que decir? Aunque no me extraña-
Los ojos de Yabu se abrieron con sorpresa.
-Supongo que ya te has de imaginar la razón de mi visita, puesto que pareces saber algo-
De inmediato su mirada se dirigió a Ryutaro, pensó que tal vez éste le había dicho algo a Inoo sobre aquella noche, hace tiempo, cuando lo vio junto a Daiki.
-Tenía mis sospechas, pero el hecho de que estés hoy aquí me comprueba que la razón por la que Daiki ha decidido dejarme eres tú-
La voz de Inoo continuaba siendo firme y seria.
-Sé que debes estar dolido, triste y decepcionado, aunque no lo creas, comprendo lo que sientes-
-Claro que no lo comprendes, no es posible que me comprendas, solo mientes y sientes lástima por mí-
-Eso no es verdad Kei, yo quise evitarlo, detener mis sentimientos, pero es algo que simplemente pasó, yo no quería hacerte daño, es lo que menos deseo, eres mi amigo y verte sufrir es lo que menos deseo-
Inoo suspiró pesadamente.
-Pues no lo parece, te lo has llevado-
Yabu bajó la mirada y prosiguió.
-Yo ya lo amaba desde mucho antes que tu lo conocieras, se que eso no justifica el hecho de que lo haya apartado de tu lado. Pero yo tuve que dejarlo porque tenía que irme lejos, era algo que no estaba bajo mi control, pensé que tu lo cuidarías y él está conciente de que lo has hecho feliz todo este tiempo, pero simplemente no podíamos contener nuestros sentimientos, yo no quise que salieras lastimado en ningún momento y quiero tu perdón-
En ese momento Yabu se dejó caer de rodillas al suelo y con la cabeza pegada a las rodillas. Los ojos de Inoo se abrieron con sorpresa, se puso de pie y se acercó a él.
-No puedo perdonarte tan rápido, sin embargo no es razón para que te humilles así, levántate por favor-
Yabu tan solo levantó la mirada, la cual estaba llena de tristeza.
-Eres un amigo muy importante para mi, Kei-
Dicho esto, Yabu se puso de pie.
-Lo sé, y tu lo eres para mí, pero ahora siento que me has traicionado y es algo que no puedo perdonar tan rápido, por ahora vete y deja que mis heridas sanen, entonces podré hablar con ustedes como los buenos amigos que somos-
Inoo mantuvo su semblante serio, pero ya no había frialdad en su mirada, en su lugar había un aire de tristeza.
Yabu asintió con la cabeza y se marchó a paso lento, sentía un vacío en su pecho, pero ya no había más por hacer, aún así había una ligera chispa de esperanza que lo hacía creer que algún día todo volvería a la normalidad, algún día.

Inoo regresó al banquillo y tomo asiento, bajó por completo su cabeza y cubrió su rostro con ambas manos. Ryutaro lo observó fijamente, quería hacer algo, necesitaba hacer algo.
Se acercó a su amo y se arrodilló para lograr verlo a la cara.
-Todo va a estar bien, las cosas pasan por alguna razón, al menos ha dado la cara ante usted y eso vale mucho, ¿No lo cree?-
Lentamente Inoo descubrió su rostro y fue atrapado por los profundos ojos negros de Ryutaro. Respiró profundo y dijo.
-¿Tú ya sabías verdad?-
Ryutaro desvió la mirada ante la pregunta de Inoo.
-No me mientas, noté como Yabu te miró, ¿Viste o escuchaste algo?-
La insistente voz de su amo le impedía mentir, así que tan solo asintió con la cabeza mientras bajaba la mirada.
-¿Por qué no me dijiste?-
-Yo no era la persona indicada para hacerlo, yo confiaba en que nada así pasaría, confié en el joven Arioka y en el joven Yabu, en verdad creí que nada más pasaría. Por eso no le dije nada. No era algo que yo pudiera comunicar-
Inoo miró a Ryutaro y sonrió de lado.
-Bueno, de todas formas, ya pasó y esos dos ya están juntos después de todo-
La voz de Inoo estaba llena de dolor, Ryutaro sentía que podía soltarse a llorar en cualquier momento.
-Pero que le quede claro que no está solo, lo diré las veces que sea necesario, yo estaré toda mi vida a su lado-
Se hizo el silencio, tan solo se miraron fijamente a los ojos, entonces Inoo pudo sentir la seguridad en las palabras de Ryutaro, la firmeza de su mirada, y se sintió seguro y querido al mismo tiempo.
-¿Tu me quieres?-
Inoo observó como los ojos de Ryutaro se abrían con suma sorpresa mientras sus mejillas se tornaban rojas.
No sabía que hacer, desvió la mirada pero aún así el rubor en sus mejillas era difícil de ocultar. Aclaró su garganta, no tenía más opción que confesarlo de una buena vez, ya había cargado demasiado tiempo con ese sentimiento, ¿Por qué no decirlo ahora?
-Lo quiero. Te quiero-
Trató de mantener su mirada firme, sin embargo sus ojos se estaban tornando cristalinos, sentía un impulso eléctrico por todo su cuerpo. Tal vez podía salir corriendo de ahí, huir, escapar. Pero no lo hizo, permaneció ahí, incapaz de dejar a su amo solo, haciendo frente a lo que acaba de decir, sin esperar la misma respuesta.
Para Inoo fue una gran sorpresa y revelación, aunque estaba seguro de que en el fondo, ya lo sabía. Comenzó a sentirse nervioso, aquello era inesperado, no se esperaba reaccionar así, ni siquiera se esperaba esa respuesta tan franca, tan directa. Así era Ryutaro, directo, sincero, franco, transparente, leal, ¿Por qué hasta ahora lo notaba y valoraba?
Sonrió tímidamente y sintió un leve sonrojo en sus mejillas.
-¿Cómo puedes decirlo así? Eres increíble-
Comenzó a reírse con nervios. Rascó su cabeza y observó como Ryutaro desviaba la mirada completamente avergonzado, lo cual le pareció tierno.
-No sabes cuando me encantaría decirte lo mismo. Pero ahora no puedo, me siento extraño, confundido. Por eso, mientras se aclara mi mente, tienes que permanecer a mi lado cada segundo-
Ryutaro observó a su amo, sonrió y asintió con la cabeza.
-Y bueno, ya dos ocasiones me has hablado sin formalidades, quiero que lo hagas así siempre, delante de quien sea, no me hables más de “usted” ¿Entendiste?-
Inoo observó como los ojos de Ryutaro se abrían con sorpresa, le resultaba difícil aceptar esa orden. Sin embargo también asintió con la cabeza.
-Y por último, hay algo que tengo que aclararte-
Inoo se aclaró la garganta, se puso de pie, tomo a Ryutaro y lo sentó en el banquillo, recargó ambas manos sobre los hombros del menor y lo miró fijamente a los ojos.
-Tú no eres ni serás un reemplazo de él, para mi, desde la primera vez que te ví has sido único y especial en mi vida, y así será para siempre. ¿Está claro?-
Ryutaro asintió.
-¿Por qué no dices nada?-
-Ah… ¡si señor!-
Dijo el menor con torpeza, Inoo lo miró mal pero era imposible regañarlo en esos momentos.
-Te aseguró que por el momento guardaré tu confesión para que después, sea yo quien te lo diga primero-
Fue así como Inoo besó su frente, después le sonrió y sacudió sus cabellos. Ryutaro se sonrojó violentamente y solo bajó la mirada.

Keito estaba en el jardín de la mansión Okamoto, relajado, tomando un poco de té, aquel jardín era inmenso, tan grande que parecía un bosque. Leía uno de sus libros favoritos cuando de pronto un extraño ruido de entre los arbustos llamó su atención, cerró el libro y se puso de pie, se acercó sigilosamente, tal vez se trataba de algún animal perdido.
Estaba tan cerca, a punto de mirar, cuando algo enorme salió de aquel arbusto, asustándolo hasta hacerlo gritar y tirándolo al suelo de la impresión.
-Ah, lo siento. ¿Estás bien?-
Keito se reincorporó y quedó sorprendido. ¡Era Hikaru!
-Estoy bien, ¿Qué haces aquí?-
Lo señaló sorprendido.
-Ah… no sé como llegué hasta aquí, yo solo estaba huyendo para que ese viejo no me alcanzara-
-¿Te refieres al herrero?-
Hikaru asintió con la cabeza mientras terminaba de salir de aquel arbusto.
-¿Por qué te persigue?-
-Porque cree que yo robé dinero de su negocio, pero no es así, yo no fui. Pero no me cree y ahora quiere castigarme. No puedo vivir huyendo toda mi vida, además necesito el empleo-
-¿Te ha despedido?-
Preguntó Keito con ingenuidad.
-Si me persigue pensando que yo robé su dinero, es lógico que me ha despedido-
Respondió Keito con sarcasmo.
-Vaya, ¿Y que harás?-
-No lo sé, no puedo ir al pueblo a pedir trabajo, nadie me lo dará gracias al escándalo de ese viejo loco. Moriré de hambre si no encuentro un trabajo pronto-
Keito lo miró detenidamente, caminó a su alrededor y Hikaru se sintió extraño al ser observado por el menor.
-¿Qué haces?-
-Te observo-
-Bueno, eso es obvio. ¿Por qué lo haces?-
Preguntó Hikaru aún más nervioso.
-Eres fuerte, eres responsable y muy trabajador. ¿Te gustaría trabajar aquí?-
La sonrisa en el rostro de Keito le provocó un revoltijo en el estomago, lo miró atónito y balbuceó en lugar de responder.
-Eso lo voy a tomar como un si, ven, te llevaré con los de servicio para que te vistan, serás mi empleado personal-
-¿Eh?-
Exclamó Hikaru con sorpresa mientras era arrastrado por Keito hacia el interior de la mansión.
Cuando estuvieron adentro, Keito lo llevó con el mayordomo.
-A partir de hoy, él será mi empleado personal, enséñale lo básico y dale un uniforme, mientras iré a hablar con mi madre. ¿Entendido?-
-Muy bien joven amo, como usted ordene-
Hikaru logró reaccionar y habló al fin.
-Hey, jovencito trabajador, no creo que sea una buena idea, yo jamás he-
Entonces fue interrumpido por el mayordomo.
-¡No le hables así al joven Keito! Desde ahora trabajas para él, dirígete a él con más respeto-
Keito sonrió.
-Descuida, no es necesario. Hikaru, no tienes nada de que preocuparte, me encargaré de que se te pague lo justo, como a todos los demás, ahora ya tienes empleo, espero y estés listo que saldremos en un rato, hay un asunto que debemos arreglar-
Fue así como Keito dejó a Hikaru en las manos del mayordomo, el cual lo dejó con unas criadas que se encargaron de bañarlo y vestirlo adecuadamente.
Mientras tanto, Keito habló con su madre, la cual no tuvo objeción alguna, ahora se sentía tan feliz, vería a Hikaru todos los días y eso lo entusiasmaba demasiado hasta el punto de agitar su corazón. No sabía el nombre de aquel sentimiento, pero era agradable, lo hacía sonreír sin razón alguna.
Después de un largo rato, el mayordomo llevo a Hikaru ante Keito.
-Yaotome está listo-
Keito alzó la mirada y se quedó impresionado, estaba tan limpio, peinado y pulcramente vestido que fue inevitable sonrojarse.
-Ah… te ves muy bien-
-Esto es incómodo-
Expresó Hikaru mientras se desabotonaba un poco el cuello de la camisa.
-Te acostumbraras, si ya estás listo, salgamos, tenemos un asunto que arreglar-
Hikaru no comprendió pero no le quedó más que seguir al que ahora sería su joven amo, ya le habían explicado como comportarse, como hablar, le resultaría difícil, pero no tenía razón para rechazar el trabajo, de alguna manera, deseaba quedarse ahí, al servicio de Keito.
Tras un largo camino, llegaron al pueblo, justo a la herrería.
-Señor herrero, ¿Puede salir un momento?-
Hikaru lo miró nervioso, pero mantuvo su distancia.
-¿Qué se le ofrece?-
Preguntó el señor mientras se limpiaba las sucias manos con un blanco pañuelo.
-Me temo que ha habido un mal entendido entre usted y mi sirviente, sin embargo no quiero comenzar discusión alguna, espero que con esto todo quede arreglado y pueda dejarlo en paz. No quiero que lo persiga cuando salga a pasear conmigo-
Dicho esto, Keito le entrego un pequeño costal lleno de monedas de oro al viejo herrero, este se sorprendió y aceptó gustoso.
-Descuide señorito, este malandrín no ha robado tanto, pero aceptaré humildemente su dinero-
Hikaru se enfureció con tal comentario.
-¡Viejo loco! ¡Yo no soy ningún ladrón!-
-Hikaru, calma. Vámonos, después de todo ya no estás al nivel de este señor-
Keito le sonrió a Hikaru con amabilidad, esto lo tranquilizó por completo y no hizo más que seguirlo de regreso a la mansión Okamoto.

Llegó a la pequeña casita y fue recibido por Yuri, quien evidentemente se contuvo para no abrazarlo de inmediato.
-Joven Yuya… bienvenido-
Takaki le sonrió y le dijo.
-¿Está tu madre? Quiero hablar con ella. Mientras puedes ir preparando tus cosas, he venido por ti-
Escuchar aquello iluminó la mirada de Chinen, dejó pasar a Yuya y llamó a su madre, quien estaba en la parte trasera, lavando un poco de ropa.
-Amo Yuya, que bueno verlo-
Takaki le sonrió con amabilidad y gratitud, lo cual no dudo en expresar con palabras, aprovechando que Chinen no se encontraba por ahí.
-Muchas gracias por enviarle una carta a mi padre-
La señora sonrió gentilmente.
-No podía quedarme de brazos cruzados, me entere por comentarios de otras criadas que estaba pasando un mal momento, investigué un poco y dí con la dirección de su padre, tenía que ayudarlo, su madre estaba siendo demasiado injusta con usted, dejarlo sin comer es demasiado-
Chinen escuchó aquello y dejó caer sus cosas al suelo mientras miraba a Yuya con sorpresa.
-Le agradesco, mi padre llegó y ya todo está en orden, aunque creo que pronto se marchará de nuevo. Quiero expresarle mi eterna gratitud, si algún día necesita algo, no dude en acudir a mi, yo haré todo para serle útil-
-Usted ha sido muy bueno con mi hijo, lo alejó de las torturas de su madre y eso ya es suficiente para mi, me alegra ver que todo ha terminado bien-
Takaki le sonrió a la señora y se reverenció ante ella.
-Es hora de llevarme a Chinen de regreso-
-Adelante, Yuri ya no sabe ni que hacer en esta casa-
Bromeó la señora, Chinen recogió de nuevo sus cosas y se acercó a Yuya.
-Es hora de irnos-
Le indicó el mayor, Yuri asintió y salió con el tras despedirse de su madre.
En el camino, Yuri no pudo aguantar más y preguntó.
-¿Tu madre estuvo en la casa todo este tiempo? ¿Qué fue lo que te hizo para que mi madre tuviera que enviarle una carta a tu padre para que te ayudara?-
-No hagas tantas preguntas, ya todo está bien, ahora no quiero hablar de eso, solo, quiero que regresemos a casa, solo eso. Prometo contarte más tarde-
Yuri no tuvo más opción que aceptar. Yuya le extendió su mano y éste la tomó de inmediato, así caminaron juntos de regreso a la mansión Takaki, al fin juntos.

-----

Y aqui el penúltimo capitulo de éste eterno fanfic!
¿Apoco no se hizo eterno?
Pero bueno, ya es hora de que llegue a su fin, el proximo será el desenlace y ¿Qué puedo decir? Con este fic he vivido de todo, pero mejor me guardo mis cursilerias para el mero final :D
Espero les guste y disfruten de este penúltimo capitulo :)

12 comentarios:

Carol~ dijo...

estoy sensible ;____; y no es exactamente por enterarme que esta eterno fanfic ya se acabe

me dejaste con las ganas de que Yabu e Inoo se agarraran a golpes XD oh bueno, qué se le va a hacer, los dos son unos caballeros, jóvenes sensatos que no recurren a acciones violentas. Me alegra que hayan podido hablar y que ya se sepa de los sentimientos de todos.

Ryutaro es tan lindo, ya se confesó y aunque Kei necesita de tiempo para sanar, ya es bastante con decirle que no es un remplazo.

Creí que habría más drama en la mansión Takaki .__.!! pero no .-. todo se manejó y se resolvió sin mayor inconveniente. Aunque lo de la llegada del padre de Takaki por barco me deja mis dudas... tuvo que ser un barco muy veloz. Pero, bueno, lo importante aquí es que Takaki no se casa y va a estar junto a Chinen *o*!!

la situación HikaTo, Keito tiene un gran corazón.
esta frase me gustó mucho: "No sabía el nombre de aquel sentimiento, pero era agradable, lo hacía sonreír sin razón alguna."
y estoy segura que Hikaru lo cuidará bien, sino, el mayordomo se encargará de eso xD
gracias por la actualización.

d@nny dijo...

muchas gracias ayaa por subir este capi *O*, lastima que va a terminar, pero me ha gustado mucho leerlo~, lo tendre guardadito en mi celu para releerlo xD
una vez dijiste que el hikato salio de sorpresa, pero lo has llevado super bien ;D
y la declaracion de ryu-chan es tan skdbjfnkdbjfsdkhb *u*, mori de ternura, mas le vale a inoo decirle que si ewe
muchas gracias y ganbatte
=D

Anónimo dijo...

Kyaaaaa!!! que emoción, solo falta un capitulo.

Todo se esta acomodando, que bien =)
Me encanto la ternura de Ryu :3

I LOVE JUMP

Paoo Inoue dijo...

Ni que decir ya sabes que desde que veo actualizaciones de Obsses lo primero que pienso es "si lo lees llorarás" pero está tan bueno que no puedo evitarlo xD

Bueno pues mnh no lloré -tanto- me dolió el hecho de saber a Kei tan triste, si, es algo que no se podía evitar pero ni por más :C aunque me reanima el saber que después de todo lo que ha sufrido Ryu talvez sea feliz -le he agarrado rencor a Daiki-


awws me encantó el Hikato eeh! Viejo ese ladrón! Como acusa a Hikaru de esa manera, e-é pero pues ya Keito lo ha salvado :'D amor Keito, se llama enamoramiento lo que sientes :3

Waa la madre de Yuya está re-loca, yo que creí que siquiera fue una buena madre, pero C': el Takachii está junto de nuevo, awws son tan hermosos realmente son los qe más me gustan de este fic e-é por cierto quiero acción! El Yamajima está muy tranquilo(?)

miriacha dijo...

me fascino el capi..nose que mas decir...
solo ahhhh (suspira) el inotaro solo aflora en mi cosas bonitas y tiernas....

y el hikatooo..dioss me llama mucho la atencion esta parejita >///<

gracias aya hermosa....^^

Anónimo dijo...

no sé por que imaginaba una pelea mas grande con Yabu e Inoo~
pero asdfgfdsasdfd Ryu-chan >////< ya le dijo que lo quiere
asdfghgfds me enamore mas de el InooTaro~

Muchas gracias por actualizar
una triste noticia que solo le quede un capitulo >-<
me encanta este fic *-*
muuuuchass graciiias :D

lili kazuya dijo...

Holaa, q puedo decir? Esta hermoso, es tan sdghkll kyaaaa amo el TakaChii y el YamaJima tan kawaii como siempre. Mi ama mas el YabuTaro pero en este ff no le pido nsda al InnoTaro, el HiKato hermoso, no me gusta q ya vaya a terminar :'( pero bueno esta sensacional

Anónimo dijo...

Me encanta que y como escribes, felicidades, gracias a ti, tengo una severa obseción por tus fanfic´s, asi que, por favor! sigue escribiendo o me dara una crisis nerviosa >.<
eso... hontto arigato!

Sakura De Ryosuke dijo...

Kyaaa!!!!! Estuvo Hermoso Sorprendete Juro Que Amo Este Serial Es Mi Favorito
Noooo Quiero Que Acabe Es Tan Lindo Tan Hermoso
Ame La Parte En Qyue Salieron Mis Hermoso Bbs Yuto Y Yamachan Se Q
Quizá No Hubo Mucho Yamajima <3 Pero Aun Asi Estuvo Hermoso Lindo
Fue Tan Estupendo Por Fin Ryu!! Se Le Confeso A Inoo Wuaaa Te Juro Q Es Hermoso
Lo Amo Lo Amo Demasiado No Quiero Q Acabe No No No
Pero Aun Asi Con Este Fic He Pasado Momentos Felices Y Tristes Pero Aun Asi Me Encanata
Y Facina Cada Vex Mas Y Mas Lo Amo
Te Juro Que Me Encanta Tu Forma De Ecribir La Amo
Eres Mi Escritora Favorita!!!!! Gracias Por Tan Lindos Fics
Te Quiero Mucho Aya!! Chan Eres Genial!!!
Este Fic Para Mi Es El Mejor Y Mas Lndo…….Se Que Todos Tus Fics Son Hermosos
Pero Este Es Mi Favorito Y El Mas Lindo Y Tierno
Gambatte Sigue Escribiendo Asi De Lindo!!!
Conti!!! Onegai!!!! ^O^ Escribes Lindo!!!! <3 <3

Natarashi dijo...

Tengo mucho que decir (espero no olvidar nada)
1º Amo el TakaChii, YamaJima (solo porque fueron los primeros en estar juntos)
2º pobre Ryutaro el se siente feliz si ve feliz a Kei feliz
pero yo se que Kei ama a Ryutaro aunq ue no se de cuenta y piense que al que ama es Dai, yo que esto es mentira
3º me muero por ver como se creara el InooTaro y el HikaTo
4º el YabuDai se siente culpable pero en el Amor no se manda
5º aun que es improvisado el HikaTo es muy lindo ♥
espero leer el ultimo capitulo ♥

Unknown dijo...

Bueno ya lo avia leido como desde hace 1 mes pero apenas comento xD
Kya fue hermozo, lo ame *-* el Hikato se que es improvisado pero me encanto 0.0 Ryutaro kawaii >.< yo se que Inoo lo ama pero esta segado por Daiki T.T Yabu no te sientas culpable el amor es el amor <3 Takaki como proteje a Chinen *-* kawaii <3 Sigue Onegaii <3

Queen dijo...

Wow que bien solo falta un cap!!!! *super emocionada y ansiosa* Apurate con el ultimo lo + pronto posible...Aun lloro por Kei >n< (disculpa aun no lo supero, soy muy sentimental)
Etto... Hikaru: -¡Viejo loco! ¡Yo no soy ningún ladrón!- hahahahaha...
Aunq no hubo mucho Yamajima (mi pareja Ichiban ♥__♥) espero que en el final pongas alguito mas!!
Fue interminable mi llanto pero ahora todo esta como debe ser y q mas pues esperar el ultimo cap..!!
P.D: que paso con fated?? estoy esperando la conti como loca, y q mejores la situacion, sobre todo Yamajima!!! no me hagas sufrir!!! >n<

Publicar un comentario

Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
¡Me encantaría saber tu opinión sobre lo que acabas de leer! ^O^ Así que no dudes en hacérmelo saber, así podré mejorar un poquito más :3
De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!