martes, 5 de febrero de 2013

[OneShot] Nada más...


Titulo: "Nada más..."
Extensión: OneShot
Parejas: Inoo Kei - Yabu Kota [InooBu]
Genero: Yaoi
Autora: Ayaa



Nada más...

“Soy feliz, me he esmerado en creerlo todo el tiempo. Ella me hace feliz, así tiene que ser. No debo pensar en nada más... 
Al menos eso creía... hasta que regresaste a mi vida y el mundo que con tanto esfuerzo había forjado, cambió.”

-¿En que piensas?-
Aquella dulce y femenina voz lo sacó de lo más profundo de sus pensamientos, giró la cabeza y sonrió despreocupadamente.
-Nada en especial. ¿Quieres que te acompañe a tu casa?-
-No es necesario que me preguntes, siempre me acompañas-
La chica sonrió y él pudo notar ese sonrojo tan encantador.
-Bien, entonces te llevo a tu casa-
Fue así como continuaron caminando y ella fue quien sorpresivamente tomó su mano.

Al final, se despidieron y ella entró a su casa, él pudo notar que al parecer ella esperaba algo más, pero lo ignoró de forma inconciente.
Caminaba de regreso cuando sintió algo vibrar en su bolsillo, alguien lo llamaba, miró la pantalla, suspiró y respondio.
-Hikaru, ¿Para qué me llamas?-
-¡Alguien parece estar de mal humor a pesar de que acaba de estar con su novia eh! Vamos Inoo-chan, no te desquites con tus amigos-
Escuchó decir del otro lado de la línea.
-Lo siento, no era mi intensión sonar molesto-
-Esta bien, te perdonaré si vienes un rato, ¿Adivina quien ha regresado?-
-No sé, ¿Alguien se fué?-
Preguntó despreocupado, no tenía animos de pensar más en lo que Hikaru le decía.
-¡¡Yabu ha vuelto!! Estamos en el bar de siempre, ¿Que te parece si vienes un rato?-
Inoo sonrió, al parecer le agradaba la idea.
-De acuerdo, estaré ahí en un rato-
Dicho esto, colgó y emprendió el camino. Yabu era un viejo amigo, se podría decir de esos que son de toda la vida, se conocían desde pequeños y hace un par de años se había marchado a estudiar al extranjero. Inoo suspiró con nostalgía.
“Se marchó en el momento preciso” Pensó mientras miraba a cielo, comenzaba a anochecer.

Llegó al bar de costumbre y logró ver a Hikaru sentado en la barra, frente a él se encontraba un chico alto y muy delgado, sabía perfectamente de quien se trataba.
-Ah, Inoo-chan está aqui-
Escuchó decir a Hikaru, en ese momento el otro chico se giró y algo dentro de él se removio, era un remolino lleno de nostalgia con otro sentimiento que desconocía. Le sonrió y se acercó a ellos.
-Regresaste al fin-
Le dijo con una amplia sonrisa. Fue entonces que Yabu se puso de pie y lo abrazó con ternura.
-Estoy de vuelta-
Inoo respondió de forma inmediata y lo abrazó de vuelta.
-Bienvenido, Kou-chan-
Se separaron después de unos segundos e Inoo tomo asiento junto a Hikaru. Fue así como una noche llena de anécdotas y chistes comenzó hasta entrada la madrugada, cuando Inoo, al notar lo tarde que era, decidió marcharse primero.
-¿Pero por qué?-
Le preguntó Hikaru, el cual se veía un poco ebrio.
-Es que, ya es tarde y tengo clase mañana-
Respondió Inoo mientras sacaba su telefono móvil del bolsillo para mirar la hora, sin embargo también se encontró con un mensaje de texto que había llegado hace una horas, era ella.
“¿Llegaste bien? Espero que si, te veré mañana. Dulces sueños. Te quiero.”
Siempre tan dulce, tan tierna, tan frágil. Sonrió debilmente y cerró la tapa del telefono mientras suspiraba.
-Parece que alguien recibió un dulce mensajito de buenas noches-
Bromeó Hikaru.
-¿Tines novia?-
Le preguntó Yabu con curiosidad. No pudo evitar el sentirse un poco torpe, por lo cual solo asintió con la cabeza.
-Tienen como medio año saliendo-
Se adelantó a informar Hikaru.
-Vaya, que sorpresa-
Dijo Yabu con una sonrisa, sin embargo aquello lo hizo sentirse incómodo, ¿Por què?
-Tengo que irme, los veré después-
Trató de decirlo con tranquilidad, no podía mostrar sus sentimientos tan abiertamente, más aún cuando ni él los comprendía.
-Te llamaremos después-
Le dijo Hikaru con una sonrisa despreocupada.
-¿Sigues en el mismo departamento?-
Le preguntó Yabu.
-Si, no tengo intensiones de mudarme, es barato y cómodo-
-Bien, entonces te veré después-
Se miraron, Inoo sintió algo extraño, pero decidió no prestarle atención, simplemente sonrió y salió del lugar.

Moría de sueño, como era de esperarse, sus ojos se cerraban y no lograba concentrarse en nada.
-¿Te sientes mal?-
Le susurró ella con voz preocupada.
-Solo estoy cansado-
Le respondió con una sonrisa y regresó su vista al frente, ignorando por completo la insistente preocupación de su novia.
Cuando la clase terminó, se dirigió a la cafetería y compró un américano sin azúcar.
-¿No pudiste dormir?-
-No es eso, es que un viejo amigo regreso y me reuní con él, Hikaru fue quien me llamó para avisarme y por eso estoy un poco desvelado-
Le explico tranquilamente mientras bebía un poco del liquido caliente y agrío, lo cual le ayudó a despertar un poco.
-Entonces hoy deberías marcharte directo a casa, necesitas dormir bien-
Ese lado protector que ella le mostraba era simplemente adorable para él, se acercó a ella y le depositó un tierno y calido beso sobre la frente.
-Descuida, estaré bien-
Observó el sonrojo en su rostro, le parecía tan tierna.
-De todas formas, no es necesario que me acompañes hoy, ve directo a casa, ¿De acuerdo?-
No podía discutir con ella al respecto, podía sentir su preocupación y aquello lo llenó de un sentimiento cálido, fraternal, así que asintió mientras volvía a beber un poco más de café.

El invierno aún estaba presente, se abrigó bien con su bufanda, metió las manos a los bolsillos de su abrigo, se despidió de ella con una sonrisa y emprendió el camino a su departamento.
Le gustaba estar con ella, era comodo, se cuidaban mutuamente, le agradaba que ella fuese tan tierna en diferentes ocasiones. 
Subió al autobús y recargó su cabeza en el vidrio de la ventana, cerró los ojos por un instante y algo diferente ocupo su mente, él.
Recordó ese instante en que volvió a verlo, su sonrisa, su voz, su suave olor, su delgado cuerpo tan cerca del suyo abrazandolo con fuerza, con gusto, con alegría.
Suspiró y pudo sentir un leve sonrojo en su rostro, miró su reflejo en el vidrio y movio su cabeza negativamente, ¿Que le estaba pasando?
Miró por la ventana, debía bajar en la siguiente estación así que se puso de pie. Cuando el autobús se detuvo al fin, bajó y emprendió el camino hacia su departamento, se sentía cansado y tenía el objetivo de llegar a dormir un buen rato.

Había dejado sus cosas sobre una pequeña mesa de madera, al centro de la habitación había un kotatsu, en invierno los kotatsu eran ideales para descanzar, así que sin quitarse el abrigo se acercó a él, primero tomo siento, acomodó sus pies para después recostarse, cerró los ojos y comenzó a quedarse profundamente dormido.
Ese sueño estaba lleno de recuerdos, los días tranquilos junto a Yabu, desde que eran unos niños, lo mucho que se divertían, sus días de adolescentes, sus travesuras, experiencias, todo lo recordaba tan bien, incluso la manera en la que su corazón comenzaba a comportarse de una manera diferente cuando estaba cerca de él. Sabía que algo en el estaba cambiando, ya no lo veía de la misma manera, le gustaba sentirse protegido por el y al mismo tiempo... especial.
Desafortunadamente, justo cuando aquellos sentimientos estaban a poco de florecer por completo, el mayor llegó con la noticia de que debía marcharse, no pudo detenerlo. Tras verlo partir se resignó a olvidar lo que sentía y tratar de comenzar de nuevo.

Llegó a la entrada, no tenía nada que hacer y pensó que visitarlo sería una buena idea, después de todo lo había extrañado demasiado durante dos años.
Tocó el timbre y espero por una respuesta, no la hubo, Extrañado, miró el nombre en la placa, tal vez se había equivocado, pero al leer “Inoo Kei” comprobó que estaba en el departamento correcto. Volvió a tocar el timbre, de nueva cuenta no hubo respuesta.
Por mero impulso, su mano se dirigió a la perilla, la giró un poco y descubrió que la puerta estaba abierta.
-¿Cómo puede ser tan despistado como para dejar la puerta abierta?-
Se dijo mientras abría lentamente la puerta, antes de entrar echó un vistazo hacia dentro, la luz estaba encendida a pesar de ser temprano, solo eran las cuatro de la tarde.
Sonrío aliviado, sabía bien que Inoo tenía la maña de encender la luz a la hora que fuese. Decidió entrar. Se quitó los zapatos tras cerrar la puerta, después entró y miró a su alrededor, todo estaba muy silencioso, tal vez había salido. Miró más detenidamente a su alrededor, todo estaba en un perfecto orden, sus libros acomodados en orden alfabetico en un gran librero, la cocina limpia y ordenada, no había rastro de polvo por ningún lado, siempre era así.
Se adentró más en aquel departamento y observó el kotatsu, sabía bien que Inoo adoraba el kotatsu, caminó hacia él, estaba profundamente dormido lo cual le provocó una tierna sonrisa.
Se arodilló a su lado, lo observó de cerca, tan solo habían pasado dos años y podía notar pequeños cambiós, su cabello estaba un poco más largo y así se notaba más rizado que de costumbre, tenía unas ojeras debajo de sus ojos, sabia lo entregado y dedicado que era Inoo, por lo cual no se extraño al notarlas. Lo observó más de cerca, tan cerca que pudo percibir de nuevo ese dulce aroma que se desprendía de el, lo había extrañado tanto.
Poco a poco se acomodó mejor hasta quedar sentado, observó como Inoo se movia un poco, acercó lentamente una de sus manos a ese rostro cansado y lo acarició con ternura, su blanca y delicada piel seguía siendo la misma, tan suave. Lentamente su mano se dirigió a la frente del chico que dormía profundamente, hasta que sus dedos se encontraron con su cabello, el cual no dudo en acariciar, siempre le había gustado sentir ese cabello entre sus dedos.
-Solo me voy dos años y resulta que tienes novia, eres injusto-
Susurró mientras su mirada se tornaba triste. En ese momento observó como los parpados de Inoo se movían, estaban por abrirse, pero antes de eso, el chico habló.
-No lo soy-
Yabu se sorprendió, no se esperaba ser escuchado por Inoo, se sintió torpe.
-Vaya, despertaste-
Dijo Yabu mientras apartaba su mano de Inoo y le sonreía, tratando de ocultar su sorpresa.
-Oí tu voz y sentí que debía hacerlo-
Lentamente Inoo se reincorporaba al mismo tiempo que tallaba un poco sus ojos.
-¿A que viene tu comentario anterior? ¿Que quieres decir con que soy injusto?-
Yabu observo detenidamente a Inoo, tenía una mirada llena de curiosidad, pensó en evadirlo pero supo que no resultaría, el chico era tan persistente cuando se lo proponía. Respiró profundo y dijo al fin.
-Solo me fui dos años y ahora resulta que tienes novia. ¿Por que?-
Inoo parpadeó un par de veces, aquella pregunta lo confundió un poco.
-¿Por qué? Bueno, porque me gusta-
Respondió despreocupado.
-¿Así que es eso? Vaya-
Yabu lo miró fijamente, como analizandolo, después respiró profundo y recargó sus brazos sobre el kotatsu.
-Si que cambiaste, eres muy injusto. Te prometí que volvería-
-¿A que viene eso?-
Preguntó Inoo mientras sentía un hueco en el estomago.
-Olvídalo. Tengo hambre. ¿Tienes algo?-
Yabu cambió rápidamente el tema, sin embargo Inoo sentía que el mayor quería decir algo más.
-¿Qué? ¿Te molsta que tenga novia antes que tú?-
Intentó bromear mientras le daba una palmada en la espalda a Yabu, sin embargo este no parecía con intensiones de reir en lo absoluto, ni siquiera lo miró a la cara.
-Siempre tan ajeno a lo que sucede a tu alrededor, esa despreocupación tuya me gusta y a la vez la odio-
Yabu miró a Inoo fijamente..
-Oye, acabas de volver... ¿Acaso quieres discutir conmigo? Vamos, no seas así, te invito algo de comer, vamos-
Inoo continuo sonriendo despreocupadamente, Yabu respiró profundo y lo miró fijamente.
-Dame una razón para darme por vencido, o tomaré mi razón para tenerte de vuelta-
Lentamente Yabu se acercó a Inoo, este intentó retroceder un poco pero fue inutil resistirse, esa mirada lo absorvía por completo.
-¿Q-Qué ocurre?-
Logró preguntar, pero era inútil pensar en algo más, aquella mirada lo acorralaba por completo, además, algo dentro de si le impedía resistirse.
-¿Qué sientes cuando me acercó tanto a ti?-
Le preguntó Yabu, susurrandole al oído. Inoo pudo sentir como todo su ser se estremecía, Yabu no había hecho algo así antes, sin embargo debía admitir que pese a toda razón, le agradaba esa sensación.
-¿Q-Qué haces?-
Preguntó mientras sus mejillas ardían y podía sentir la respiración de Yabu tan cerca de su cuello.
-Estás muy tenso-
Le respondió Yabu mientras lo miraba de nuevo a los ojos, le sonrio y con una mano tomo su rostro, se acercó lentamente hasta que unió sus labios con los de Inoo. 
Este se quedó congelado, no podía procesar lo que estaba pasando, ¿Seguía dormido? 
Al menos pensó en esa posibilidad. Sin embargo aquella sensación, los húmedos labios de Yabu sobre los suyos le confirmaba que no se trataba de un sueño, era absolutamente real. No iba a negarlo, era absurdo intentarlo, su cuerpo reaccionaba de forma natural, le gustaba, había anhelado por aquello durante tanto tiempo, pero siempre lo había creído imposible.
Cerró los ojos, fue lo único que pudo hacer, toda tensión desapareció de su cuerpo y tan solo se dejó llevar.
Yabu pudo sentir como Inoo estaba dispuesto a responder, aquello provocó algo en su interior y sin contenerse, lo besó con más intensidad. Ahora, ambos se besaban con cierto sentimiento en común, no podían detenerse, al menos que algo los interrumpiera, y precisamente eso fue lo que pasó. El telefono de Inoo comenzó a sonar, sin embargo, ambos se separaron lentamente, se miraron a los ojos y Yabu sonrió.
-Me diste la razón que necesito para estar aqui, ¿Qué vas a hacer ahora?-
Las mejillas de Inoo estaban completamente rojas, no podía apartar la mirada de los ojos de Yabu, sin embargo el insistente sonido lo hizo volver a la realidad. Lentamente se giró y tomo el aparato que estaba en su bolsillo.
-¿Si?...Ah, lo siento... estaba.... estaba dormido, si, estoy bien, ¿Eh? ¿Ahora?... Lo siento, no puedo ahora, te veré mejor mañana ¿De acuerdo?...Si... Lo siento, adios, hasta mañana-
Colgó y dejo escapar un suspiro.
-¿Era ella?-
El rostro de Yabu reflejó fastidio. Inoo tan solo asintió con la mirada.
-No pienso obligarte a nada, solo ten en cuenta que ahora, eres mio. Sin embargo tu eres quien decide-
Dicho esto, Yabu se acercó a el, besó su frente y se puso de pie.
-Me voy, te daré tiempo para que lo pienses, pero solo por hoy, eso quiere decir que volveré-
Yabu le sonrió como siempre y después salió del departamento.
Al quedarse solo de nuevo, se dejó caer al suelo, recostado de nuevo, cerró los ojos y recordó de nuevo la sensación de los labios de Yabu sobre los suyos, no se lo esperaba, jamás lo espero y ahora sentía que algo le revolvía el estomago. Sin embargo tenía a alguien... a ella, ¿Como decidir con algo así? Ella había estado a su lado en cada momento, justo cuando más lo había necesitado, pero claro, esos momentos eran debido a lo solo que se sentía sin Yabu. 

Al día siguiente salió a la hora acostumbrada, se sentía más descansado pero no más tranquilo, n había podido apartar de su mente las palabras de Yabu.
Subió al autobús y todos los asientos estaban ocupados, bueno, no era un camino largo así que no tenía problema en ir de pie. Se fue hasta atrás y esperó a que el vehiculo emprendiera el camino.
Mientras miraba por una de las ventanas, escuchó algo que inevitablemente llamó su atención.
-Tiene novia pero aún así...-
Afinó su oìdo y discretamente decidió escuchar un poco más, de reojo pudo observar que era una platica entre dos chicos.
-Lo acabas de conocer, visita mucho la casa de huespedes e incluso hay ocasiones que va con su novia y aún así... pasa... ¿eso que me dijiste?-
Los ojos de Inoo se abrieron de par en par, la historia era diferente pero se asemejaba un poco a lo que le sucedía, el mundo si que era pequeño, pensó.
-No tan así, he visto a la chica un par de veces nada más, no deja de seguirme a todas partes, no se que hacer...-
Quería escuchar más de aquello pero llegó a su destino, así que bajó del autbús y observó como éste se alejaba.
-¿Te paso algo malo?-
Esa voz. Reaccionó de prisa y se giró para mirarlo, era Yabu.
-¿Qué haces aquí?-
-Descuida, no voy a acosarte, tengo cosas que hacer aqui, eso es todo, fue casualidad que te vi bajar del autobús-
Las mejillas de Inoo se sonrojaron y torpemente dijo.
-No piensé nada relacionado al acoso. Pero ya que lo mencionas tendré cuidado-
Yabu soltó una carcajada.
-Bueno, si te gusta de esa forma también puedo hacerlo. Igual, ¿Tienes clase?-
-Si no fuera porque tengo clase no estaría aqui-
Le respondió con el tono habitual, de confianza y comodidad.
-Te acompaño a tu salón, llegue más temprano de lo que debía y aún debo esperar a alguien-
-¿Esperar? ¿A quien?-
Preguntó Inoo con evidente curiosidad.
-Es un secreto-
Respondió Yabu con una sonrisa, le dio una palmada en la espalda y se dispuso a caminar.
-¡Kei!-
Alguien lo llamó, era esa voz tan suave y delicada, tan fina y a la vez tan... inoportuna.
-Ah, buenos días-
La saludó con torpeza.
-¿Quién es él?-
Preguntó la chica mirando timidamente a Yabu, pero antes de que Inoo pudiera presentarlo, se adelantó, hablando con cordialidad.
-Mi nombre es Yabu Kota, soy amigo de la infancia de Inoo-chan, practicamente soy su mejor amigo, ¿verdad?-
Yabu miró de reojo a Inoo y este asintió.
-¡Mucho gusto! Mi nombre es-
-Ah, disculpa que te interrumpa, llevo un poco de prisa, igual ya sé que eres la novia de Inoo ¿Verdad? Espero que luego tengamos más tiempo de platicar mejor, hasta luego-
Dicho esto, Yabu se marchó rápidamente con una amable sonrisa, sin embargo Inoo supo que aquello era falso y entonces un dolor inundó su pecho, no le gustaba ver a Yabu fingir estar bien y de alguna forma se sintió culpable.

Su día fue inesperadamente pesado, se sentía vacío, en varias ocasiones ignoró por completo lo que el profesor explicaba incluso lo que ella le decía, no lograba concentrarse en nada.
-Te veré en la cafetería, ¿De acuerdo?-
Le dijo ella con su habitual sonrisa, al parecer no notaba lo ausente que se encontraba Inoo.
-Si, te veré ahí-
Fue así como, después de regalarse una sonrisa, ambos tomaron caminos separados. Con la mirada ausente y clavada en el piso, se dirigió a la biblioteca, caminaba entre los estantes cuando de pronto alguien lo tomó del brazo y solo así pudo reaccionar.
Se quedó paralizado, sorprendido y sin habla, justo ahora tenía a Yabu frente a él, con esa sonrisa traviesa dibujada en el rostro y sus pequeños ojos clavados en él.
-¿Por que andas tan distraído?-
Inoo parpadeo un par de veces, después pudo decir con dificultad.
-Ah, es que estoy cansado-
Mintió.
-Creí que jamás te ibas a quedar solo-
Dijo Yabu con un ligero fastidio.
-¿Eh? Bueno, vine por unos libros que necesito-
-Si, ya lo noté. ¿Estás libre ahora? Quiero que me acompañes a hacer unas compras-
Inoo estaba a punto de aceptar la invitación, aquello le subió el animo de alguna manera puesto que le alegraba ver que Yabu se encontraba de buen humor. Pero entonces recordó que habia quedado con ella, no podía dejarla sola... 
-Espera un segundo-
Le dijo Inoo mientras se alejaba de él, sacó su telefono del bolsillo y cuando estuvo lo bastante alejado hizo una llamada rápida.
Yabu lo observo fijamente, no pudo evitar sonreír al verlo, era evidente que Inoo también deseaba estar a su lado y eso lo motivaba. Estaba emocionado.
-Bueno, solo deja tomo los libros que necesito y nos vamos, ¿Esta bien?-
Yabu sonrió ampliamente al mismo tiempo que le revolvió los cabellos a Inoo.
-Me parece perfecto. Te espero por allá-
Señaló una mesa cerca de la salida, Inoo le sonrió y lo vio alejarse. Mientras buscaba uno de los libros no pudo evitar el reflexionar. Le había marcado a ella para decirle que no lo esperara, que tenía cosas que hacer referente a un proyecto escolar, obviamente mintió, pero aquello no le causaba remordimiento alguno, al menos no tan grande como esperaba, puesto que el hecho de estar con Yabu era suficiente para pasar un buen rato, agradable y muy a gusto.

Ambos caminaban por las calles, entrando a diferentes tiendas, al parecer Yabu se mudaría y quería comprar cosas basicas como artículos para la cocina; vasos, platos. También muebles y otras cosas.
-Creí que ya tenías departamento-
Comentó Inoo mientras miraba unas tazas.
-Lo desocupé cuando me fui y ahora me estoy quedando con mi mamá, pero ya no es muy cómodo vivir con ella así que ahora ya tengo otro departamento, vendí los muebles viejos antes de irme por lo que ahora no tengo nada-
Explicó Yabu mientras jugaba con un delantal.
-Parece que vendiste todo pensando en no volver-
Dijo Inoo mientras lo observaba fijamente.
-Lo que pasa es que no estaba seguro de si iba a volver en dos años, pero estando allá descubrí que algo me hace falta, por eso termine regresando de todas formas-
Aquel comentario hizo sonrojar a Inoo, aunque Yabu no lo había dicho directamente, pudo sentir algo específico en su mirada y en su voz.
-Bueno, pero ya volviste. ¿Quieres que te ayude a ordenar tu nuevo departamento?-
Yabu sonrió.
-Si lo haces quedará tan perfectamente ordenado que después de una semana será un desastre y entonces me regañarás-
-Eso es porque no tienes orden con tus cosas, no entiendo porque eres así-
-Supongo que para eso te tengo a ti, tu le pones orden a mi vida, de alguna manera. ¿No lo crees?-
Inoo sonrió torpemente.
-Si así lo quieres ver-

La tarde pasó tranquila y relajada, Yabu llevaba algunas bolsas de compra en las manos e Inoo le ayudaba con un par. Se detuvieron en un restaurante familiar para comer algo, platicaron, rieron y bromearon como de costumbre, y en todo ese rato Inoo no pensó en ella, ni por un instante, para él no había nadie más que Yabu.
-Y aqui es-
Señaló Yabu el edificio, era muy normal.
-Se parece un poco al edificio anterior, solo que éste no huele raro-
Bromeó Inoo.
-¿Quieres entrar?-
Lo invitó Yabu.
-Está bien, supongo que quiero conocer tu nuevo departamento-
-No hay mucho que conocer, ahora esta casi vacío, pero no hay problema en que lo veas así-
Fue asi como ambos entraron, subieron al elevador y llegaron al departamento, el cual ya tenía escrito el nombre de Yabu en la placa junto a la puerta, justo arriba del timbre.
Entraron e Inoo observó lo vacío que estaba, no había casi muebles, en la cocina solo había una estufa, una alacena pequeña y un refrigerador, la sala solo estaba decorada con una pequeña mesita de centro.
-Vas a tener que comprar muchas cosas-
Dijo Inoo mientras dejaba las bolsas de compra sobre la mesita de centro.
-Lo sé. Pero asì se empieza. Ya tengo empleo y comprare todo lo necesario poco a poco.
Yabu le sonrió y caminó hacia la ventana para abrirla.
-Es más grande que el anterior-
-Bueno, tenía ganas de algo más amplio-
Inoo recorría el área, observando e imaginando que clase de muebles podrían estar ahí en un futuro cercano. Sus pasos lo llevaron a una habitación que solo tenía un futón sobre el suelo y una lámpara, en un rinón pudo ver el equipaje de Yabu y una de las maletas estaba abierta.
-Hasta tienes tu habitación aparte, aunque es raro ver que solo tienes un futón-
-Lo traje de casa en lo que consigo comprar una cama-
-Y tambien necesitaras un ropero-
Señaló Inoo la meleta abierta.
-Ah, si, bueno, necesito básicamente todo-
Sonrió Yabu torpemente. Después caminó hacia el futon y se sentó sobre de el.
-¿Vendrás a ayudarme a acomodar todo?-
Inoo le sonrió y tomó asiento a su lado.
-¡Claro! No eres bueno acomodando así que es evidente que necesitaras mi ayuda-
Ambos se miraron y sonrieron. Justo después, de forma inesperada para Inoo, Yabu se acercó y lo besó en los labios con ternura. Se separó casi de inmediato solo para verlo a los ojos y sonreírle.
-Me alegra que decidieras estar conmigo hoy-
Inoo parpadeó un par de veces, tratando de procesar lo que acababa de ocurrir mientras sentía los fuertes latidos de su corazón.
-Bueno, acabas de regresar, no podía dejarte solo-
-¿Estás seguro de que solo es por eso?-
Yabu miraba a Inoo con bastante interés.
-Bueno... yo...-
Las palabras estaban en su cabeza pero simplemente no podía expresarlas, se sentía demasiado nervioso y estaba consiente de que sus mejillas sonrojadas lo delataban.
En ese preciso instante, algo sonó y vibró desde el interior de su bolsillo, era su telefono y alguien le llamaba. Sintió un hueco en el estomago al ver de quien se trataba. Rápidamente se puso de pie y salió de la habitación para responder, Yabu solo se quedó ahi sentado, observando como Inoo se alejaba y respondía, de cierta forma podía deducir de quien se trataba y aquello no lo hacía sentir muy bien, tenía que hacerle ver a Inoo que debía tomar una elección, odiaba tener que “compartirlo” con alguien más.
Mientras esperaba a que Inoo volviera, se recostó sobre el futon y cerró los ojos, tratando de relajarse y hacer los movimientos adecuados.

Por otra parte, Inoo trataba de sonar tranquilo, por alguna razón sintió que estaba haciendo algo malo, que la estaba engañando, pero realmente se estaba engañando a sí mismo por aferrarse a sentirse así.
-Descuida, en cuanto llegue a casa de llamaré ¿De acuerdo?... Cuídate... Si... Adiós-
Colgó y sintió un vació en su pecho, ella había dicho “Te quiero” y él no había sido capas de responderle como antes, ¿Por qué? 
Bueno, la respuesta parecía obvia, más cuando se giró para volver a la habitación y se encontró con Yabu recostado sobre el futon, con los ojos cerrados, parecía dormido.
Guardó el telefono de vuelta en su bolsillo, se acercó sin hacer ruido, tomo asiento y se inclinó hasta estar tan cerca del rostro de Yabu que practicamente podía estar recostado sobre él.
Estando tan cerca pudo observar mejor su rostro, sus ojos, cejas, nariz, mejillas, labios... sus labios, y ahí se detuvo. Lentamente, de forma inconciente, se iba acercando a él, su mente se quedó en blanco, no pensó en nada, hasta que estuvo tan cerca que al fin sus labios se posaron sobre los de Yabu al mismo tiempo que sus ojos se cerraban lentamente.
Lo que Inoo no esperaba era obtener una respuesta, al menos no inmediata, y fue justo lo que pasó. Los labios de Yabu respondieron a aquel suave contacto, hasta que poco a poco sus labios comenzaron a moverse a un ritmo tan coordinado, como si lo hubieran hecho ya tantas veces.
Lentamente se separaron y fue entonces que Yabu abrió los ojos para contemplarlo fijamente.
-Te quiero-
La voz de Yabu tan suave y paralizante lo dejaron sorprendido y su sonrojo no hizo más que aumentar. Quería responder, de alguna manera tenía la respuesta a esa frase, sin embargo no pudo hacerlo, torpemente se puso de pie y tan solo dijo.
-T-tengo que irme-
Ocultando su rostro, salió del departamento de Yabu.

¿De que escapaba? ¿A que le tenía miedo? 
Yabu era tan sincero con él, tan honesto y transparente. Mientras que él solo se llenaba de dudas y preocupaciones que de un momento a otro le parecían tan absurdas. Sabía que debía hacer algo antes de poder continuar. 
En cuanto subió al autobus miró por la ventana, poco a poco el latido de su corazón se calmo, respiró profundo e hizo una llamada.

Inoo se había marchado tan precipitadamente que por un momento pensó que tal vez había hecho algo mal.
Continuó recostado sobre el futon un buen rato, mirando fijamente hacia el blanco techo. No estaba arrepentido de lo que había hecho, desde que decidió volver se propuso ser honesto con sus sentimientos. Descubrió que todo el tiempo que había vivido junto a Inoo, desde pequeños hasta llegar a ser más grandes, lo había querido, solo que era un sentimiento que dificilmente se materializaba, siempre terminaban con absurdas bromas y juegos, solo eso. Sin embargo, cuando tuvo que marcharse lejos y tener que pasar día tras día sin él, su corazón se sintió tan solo, lo necesitaba. Fue entonces que pudo darse cuenta de que Inoo era más importante para él de lo que pensaba, en verdad lo quería, incluso podía atreverse a llamar a ese sentimiento algo más.
Poco a poco se reincorporo y clavó su mirada a lo lejos, por donde Inoo se había marchado, se puso de pie, tomo sus llaves y salió del departamento a toda prisa.

Ya todo estaba arreglado, tenía que dejar las cosas claras, lo que menos deseaba era lastimar los sentimientos de alguien que le había regalado tanto cariño sin pedir nada a cambio.
El mesero llegó con el café y tomó un sorbo, sentir el liquido caliente recorrer su garganta lo hizo armarse de valor. A penas le echaba un vistazo a su reloj cuando alguien dijo su nombre, se giró y ahí estaba, acercándose a él con tanto entusiasmo y con una radiante sonrisa en el rostro, seguramente había ansiado pasar con el a tarde. Pero no podía conmoverse tanto, tenía que ser firme.
-Me extraña que me llamaras, creí que tenías mucho por hacer para tu proyecto-
Su voz tan cálida, tan femenina, lo hicieron bajar la mirada. Respiró profundo y se acomodó mejor sobre su silla, para estar un poco más cerca de ella.
-Te llamé porque hay algo que quiero decirte-
Ella lo miró fijamente, con aquellos ojos brillantes, como de quien espera una buena noticia o algo más romántico, Se recargó sobre la mesa con sus codos y también acercó más su rostro al de Inoo, mientras continuaba mirándolo fijamente.
-Yo sé que hemos pasado un tiempo maravilloso juntos, estoy feliz por habert encontrado cuando más lo necesitaba... Pero, no puedo engañarte, ni tampoco a mi mismo-
Observó como poco a poco la luz en su mirada se opacaba y su expresión se tornaba triste, ella comenzaba a sospechar de que se trataba todo.
-¿Quieres que terminemos?-
Se adelantó a decir con voz seria, era la primera vez que la escuchaba hablar así. Pero no tenía porque negarlo, y como gesto de amabilidad, acarició su rostro suavemente.
-Sé que vas a encontrar a alguien que valga la pena. Yo, desde hace mucho tiempo, quiero a alguien más. ¿Podrás perdonarme?-
Ella disfrutó de la suave caricia de Inoo cerrando los ojos un segundo, respiró profundo y aquella radiante sonrisa regresó a su rostro.
-Si estarás feliz con alguien más, no tengo nada de que culparte-
Dicho esto, Inoo la observó ponerse de pie, le sonrió amable y antes de marcharse le dijo.
-Cuidate. Adiós-
Y se fue, dejandolo solo. Era lo mejor, lo correcto, y no sentía remordimiento alguno, al contrario, sentía que estaba haciendo las cosas bien, ahora solo faltaba regresar y aclarar sus sentimientos frente a esa persona importante, Yabu.

Había tomado el autobus que lo llevaría a donde Inoo vivía, cuando bajó, caminó a toda prisa, mirando a su alrededor, no podía dejarlo marchar así. Cuando llegó a su departamento, tocó el timbre, sin embargo no hubo respuesta, tocó la puerta y obtuvo el mismo resultado. Intentó girar la perilla pero estaba cerrada, eso significaba que aún no había llegado.
¿Qué podía hacer? ¿Quedarse ahí y esperar a que regresara?
No podía, estaba tan desesperado que quería correr para buscarlo.
-No te vas a escapar de mi-
Murmuró para si mientras atravesaba aquel pasillo.

Llegó al departamento de Yabu y con toda confianza abrió la puerta.
-Regresé...-
Dijo torpemente mientras dejaba una bolsa de compra con comida cerca de la mesita de centro. Caminó lentamente, esperando que de un momento a otro Yabu saliera para sorprenderlo, pero no fue así.
-¿En donde estás?-
Preguntó al aire, pero no hubo respuesta. Entró en su habitación pero Yabu no se encontraba ahí, seguramente había salido a comprar algo, fue lo que Inoo pensó, y sin dudarlo, se recostó sobre el suave futon.

Las horas transcurrieron, ya era de noche y no había pistas de Inoo por ninguna parte. Eso no era normal. ¿Acaso lo estaba evitando y estana confinado en su departamento?
Tomo su telefono móvil y lo llamó, sin embargo solo le respondió la grabación diciento que el telefono se encontraba apagado o fuera del área de servicio.
Se sentía frustrado, no tenía más remedio que regresar a su departamento, sin embargo algo como esto no lo harían darse por vencido.
Cuando llegó, notó que no había cerrado con llave, encendió la luz y fue a la cocina por un vaso con agua. Al terminar, se dirigió a su habitación, se sentía cansado. 
En el momento en que encendió la luz se llevo una gran sorpresa, incluso dudaba si era real lo que veía. Inoo estaba justo ahi, dormido sobre el futon, dormía placidamente, como siempre solía hacerlo.
Sonrió torpemente y se acercó a él hasta quedar recostado a su lado, lo observó fijamente, lucía tan hermoso, sus facciones tan perfectas, sus labios tan besables y esa piel tan suave. Acarició su rostro con ternura hasta que llegó a su cabello y enredó sus dedos en este. Aquello hizo que Inoo despertara lentamente y cuando pudo ver a Yabu, le sonrió.
-¿Por qué te fuiste así?-
Le preguntó con preocupación sin dejar de jugar con su cabello.
-Tenía algo... que terminar-
Respondió mientras se sonrojaba y desviaba un poco la mirada hacia abajo. Aquello le pareció tierno a Yabu.
-¿Qué tenías que terminar?-
Inoo balbuceó un poco, de alguna manera le costaba decirlo de forma natural, quería tranquilizar sus sentimientos que estaban a punto de desbordarse sobre de Yabu.
-¡No me digas que...! ¡¿Termiaste con ella?!-
La sorpresa de Yabu fue tal que sus ojos estaban más abiertos de lo normal. Inoo solo asintió con torpeza mientras su rostro, aún enrojecido, trataba de ocultarse.
-¿Fuiste a terminar con ella? ¿Por qué?-
La voz de Yabu sonaba relajada, como si ya supiera la respuesta pero que aún así quería escucharla. Inoo lo miró de reojo, se armó de valor con un profundo suspiro y respondió.
-Porque yo... te quiero a ti-
Hizo todo lo posible por mantener la mirada firme sobre Yabu, a pesar de su evidente y violento sonrojo.
-Entonces ahora eres totalmente mio-
La suave y seductora voz de Yabu lo embriago, lo sintió tan cerca que de alguna manera ya quería que se acercara más, sin embargo, en un impulso, fue Inoo quien lo tomó por sorpresa, jalandolo del cuello para acercalo y así poder besarlo.
Se besaron con mayor intensidad, esta vez se pertenecían por completo, no había obstaculo alguno. Cuando se separaron, unieron sus frentes y se miraron fijamente.
-¿Puedo hacerte mio?-
Le susurró Yabu.
-No necesitas pedir permiso-
Le respondió Inoo mientras lo besaba de nuevo. Fue así como un juego de caricias y besos se hizo presente, hasta inundar poco a poco la habitación de pequeños gemidos. Pronto, la ropa fue innecesaria y no dudaron en deshacerse de ella.
Explorando cada rincón de sus cuerpos con besos y caricias, la temperatura subía a cada segundo y los gemidos de Inoo incrementaban cuando sintió a Yabu tan dentro de si.
Era una noche especial, a pesar de que ya se conocian de toda la vida, era la primera vez que se entregaban de esa manera tan exquisita, tan sensual, tan completa.
Todo culminó con un fuerte grito de ambos, el placer causaba pequeñas corrientes electricas por todo su cuerpo. Con la respiración aún agitada, se miraron fijamente, y con las pocas fuerzas que le quedaban a Inoo, levantó sus brazos para rodear el cuello de Yabu, lo acercó a el y le susurró al oído.
-Te amo-
Yabu suspiró, sus ojos se clavaron en los de Inoo y con una tierna sonrisa le dijo.
-Y yo a ti-
Se sonrieron y una vez más, se besaron. Después de eso, se quedaron profundamente dormidos, abrazados y revueltos entre quella delgada sabana.

A la mañana siguiente, despertó primero que Yabu, con una sonrisa lo contempló, esto era lo que tanto le había faltado, si bien había encontrado a alguien con quien sonreír, no era suficiente, simplemente estaba tan aferrado a ser feliz que terminó por fingir, crear algo falso. Su felicidad estaba junto a él, porque ahora él era su todo, su felicidad, su mundo, todo.

-Tengo hambre-
Dijo Yabu mientras se acercaba a Inoo, quien estaba preparando un par de cafés.
-Deberías vestirte-
Señaló Inoo al ver que Yabu estaba aún desnudo.
-Estoy en mi casa y el único que me ve eres tu, no le veo problema alguno-
Dicho esto, abrazó a Inoo por detras, rodeando su cuello con sus delgados brazos.
-Lo digo porque es temprano, hace frío y te puedes refriar-
Yabu besó su  mejilla y le dijo.
-Si tu me arropas no me enfermaré-
Inoo se sonrojó un poco, le sonrió y se giró para darle su taza.
-Bebe esto, compre algo de comida, solo debes calentarla, yo tengo que ir a clase, pero te vere más tarde-
-Pero aún es temprano-
Señaló Yabu mirando el reloj de pared.
-Si, pero debo ir a mi departamento por unas cosas que necesito, tendré que hacer doble viaje-
-Bueno, sabes que eso tiene solución-
Inoo miró la sonrisa de Yabu y comprendió, sin embargo no dijo nada.
-Regresaré en la tarde, ¿Estarás aqui verdad? Debes recibir los muebles que encargaste-
Estaba por salir cuando Yabu le dijo.
-Ven a vivir conmigo-
Se giró para verlo y le sonrió.
-No iba a esperar a que me lo pidieras-
Dicho esto, salió del departamento y emprendió el camino.

El radiante sol, el frío matutino y el movimiento de la ciudad lo hacian sentir diferente, más bien, percibía todo de forma diferente, a partir de ahora todo sería así, ya que al fin estaba con la persona que tanto necesitaba, que tanto había esperado, si estaba con Yabu.
“Porque él es mi felicidad, contigo a mi lado, no necesito nada más”

F I N


----------

Y bien, este es el primer InooBu que hago, me costó trabajo por ser el primero, además de que últimamente escribo más lento de lo que debería LoL Siento mucho si me tardo, es que he tenido mis altas y mis bajas y eso me ha afectado un poco en cuanto a escribir se trata, pero estoy tratando de echarle todas las ganas del mundo para continuar.
Este mes quiero publicar más puesto que en Enero fue muy poquito, no quiero prometer nada porque siempre quedo mal -w- pero espero poder hacer todo lo que tengo ya planeado y empezado.
Ojala y este InooBu les haya gustado, que va especialmente para Hitomi, quien me la ha pedido durante mucho tiempo por Facebook xD

5 comentarios:

d@nny dijo...

wii!! soy primera xDD
es la primera vez que leo inoobu tambien, porque prefiero el inodai y el hikabu ;D, pero la historia ha sido bien interesante, ya que nunca habias escrito de que alguno tuviera alguna pareja no JUMP y es interesante.
Muchas gracias por escribirlo, te quedo genial
Pd: estoy esperando una actualizacion de obsess, si no es mucho pedir ^u^
saludos
=)

PaoChii dijo...

Wahhh, estuvo hermoso, me encanto, casi no me gusta el InooBu, pero como lo escribiste tu fue perfecto :3, por cierto yo soy la que te twiteo la otra vez y lo que dije es verdad amo tus fics, por eso espero y te puedas dar una vuelta por mis fics, me gustaría tu opinión, de nuevo gracias por este lindo InooBu

Anónimo dijo...

Hace mucho que no leía un Inoobu y tu me has hecho feliz con este, me gusto mucho la historia, fue perfecta, que bueno que acabaron juntos :3

Te quedo precioso ^^

I LOVE JUMP

lili kazuya dijo...

Nena esta hermoso como siempre, amo tu forma de escribir, mi sera paciente con las contis ne?

Carol~ dijo...

En cierta medida considero este fanfic como DN ya que la novia de Inoo no tiene nombre, cualquier fan puede ser.
La segunda pareja no habitual que escribes este año(la primera fue yumashin) omedetou~!!
me gustó mucho el fic, pero par de idiotas! el uno estaba en el apartamento del otro esperando XD
También siento que Yabu llevó a Inoo a escoger los artículos para la casa con doble propósito, están sus gustos mezclados. Los dos harán de ese apartamento un lindo hogar (:

Publicar un comentario

Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
¡Me encantaría saber tu opinión sobre lo que acabas de leer! ^O^ Así que no dudes en hacérmelo saber, así podré mejorar un poquito más :3
De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!