Capitulo 2
En cuanto termino de comer, se puso de pie, deseaba poder salir de ese lugar cuanto antes, y no iba a esperar a que Ryosuke volviera, era un chico extraño, tenía un mal presentimiento si decidía quedarse, así que, sin nada más por hacer, se dirigió a la puerta, tomo la perilla, la giró lentamente y abrió la puerta, todo hubiese salido a la perfección de no ser por que una de las sirvientas estaba justo frente a la puerta.
-Ah, joven, ¿necesita algo? Yo he venido por que el joven Ryosuke ha dado ordenes de darle su medicamento-
-¿Medicamento?-
Preguntó Yuto extrañado, después recordó que Ryosuke se lo había mencionado antes.
-Muchas gracias pero no es necesario, yo ya tengo que irme-
Dijo Yuto un poco apenado mientras intentaba salir de la habitación, pero justo en ese momento una voz hizo que un escalofrío recorriera todo su cuerpo.
-¿Cómo? ¿Te vas tan pronto Yuto-kun? No olvides que tienes una deuda pendiente conmigo, y tu mismo dijiste que estabas dispuesto a agradecer, ¿Lo has olvidado?-
La voz de Ryosuke era suave, seductora y ligeramente aterradora, Yuto giró lentamente la cabeza solo para verlo ahí, recargado en la pared, con los brazos cruzados y una sonrisita dibujada en el rostro.
-Lo siento, pero no puedo quedarme, tengo que irme-
-¿A que? ¿Para que esos sujetos te encuentren y te maten de una vez? ¿Así es como hechas a perder mi gran esfuerzo por salvarte la vida? Bien, como tu desees-
Dijo Ryosuke mientras daba un paso hacia adelante y le hacia a Yuto la seña de que podía irse cuando quiciera. Sin embargo Yuto trataba de pensar mejor las cosas, era cierto que su vida corría peligro si salía de aquella casa, además estaba conciente de que había dicho que estaba dispuesto a agradecer el favor de cualquier forma, aunque ahora se arrepintiera de haberlo dicho, su orgullo le impedía traicionar aquellas palabras.
-De acuerdo, cumpliré con mi palabra Yamada-kun, después de todo tienes razón, te debo la vida-
Estas últimas palabras las dijo con cierto aire de pesar, pero Ryosuke no le dio importancia a ello.
-Que agradable es saber el alto sentido del cumplimiento que tienes Yuto-kun, eso hace que no me arrepienta de haberte ayudado-
Ambos se miraron fijamente, la mirada de Ryosuke era ligeramente coqueta y traviesa, mientras que la de Yuto era seria y con un poco de temor.
-¿Ya prepararon la habitación que pedí?-
Preguntó Ryosuke dirigiéndose a la sirvienta que aún seguía ahí.
-Si joven-
-Perfecto, lleva a Yuto a su nueva habitación, ¿Se ha tomado la medicina?-
-No joven, justo a eso venia-
-Si no cumples bien con tu trabajo sabes que puedo despedirte-
La chica puso una expresión de miedo.
-Lo siento mucho-
-No la regañes, si tanto quieres que me tome eso lo haré-
Ryosuke miró sorprendido a Yuto, quien se acercó a la joven sirvienta, tomó las pastillas que llevaba en un pequeño platito, se las metió a la boca y se las trago sin necesidad de agua.
-¿Satisfecho?-
Preguntó Yuto.
-Aún no, pero eso lo veremos después-
Dijo con cierto tono de seriedad, caminó hacia Yuto, lo hizo a un lado y entró en su habitación cerrando la puerta.
-Lo llevaré a su habitación joven-
Yuto asintió, se sentía muy enojado, ese chico era realmente un manipulador, pero estaba seguro de que no iba a dejarse manipular tan fácilmente por el, odiaba a ese tipo de gente, pero por ahora no tenía alternativa más que quedarse ahí.
“-Debo buscar la forma de huir lejos, en donde nadie me encuentre, después de todo… lo he prometido-”
Pensó mientras caminaba por el pasillo detrás de la sirvienta.
Mientras Ryosuke estaba de nueva cuenta solo en su habitación, no dejaba de tener aquella sonrisa traviesa en el rostro, de cierta forma las cosas serían demasiado divertidas a partir de ahora, se acercó al teléfono y le marcó al mayordomo de la casa para que preparara una documentación falsa para Yuto, estaba dispuesto a que su nueva diversión también estuviese en horas de clase. Después de eso, se recostó sobre su cama, cerró los ojos y su teléfono móvil comenzó a sonar y sin molestarse en mirar el número simplemente respondió.
-¿Si?-
-Yama-chan, ¿Estas ocupado?-
-No, ¿Qué quieres?-
-¿Tienes tiempo ahora?-
-Sabía que era cuestión de tiempo para que me pidieras ayuda Chinen-kun-
Dijo Ryosuke con cierto tono victorioso mientras se sentaba sobre la cama.
-No tengo alternativa, de verdad que no puedo con esto solo-
-De acuerdo, te espero aquí-
-Gracias-
Y así, terminó con la llamada, se puso de pie y salió de su habitación.
Cuando Yuto llegó a su nueva habitación, la joven sirvienta se reverenció y se fue, y sin más Yuto abrió aquella puerta, estaba sorprendido, era una habitación un poco más pequeña que la de Ryosuke, pero aún así no dejaba de ser enorme para el.
-Esto es demasiado…-
Dijo mientras miraba a su alrededor.
-Es la habitación más sencilla que tengo-
Al escuchar esa voz, Yuto se giró rápidamente solo para encontrarse con Ryosuke recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa dibujada en el rostro.
-Pues no lo parece…-
-Vaya, ¿no estas conforme? Puedo hacer que preparen otra habitación para ti-
Dijo Ryosuke con tranquilidad.
-Deja de hacer eso-
Respondió Yuto con fastidio mientras desviaba la mirada.
-¿Hacer qué?-
Preguntó Ryosuke en tono burlón.
-Deja de ser tan caprichoso… me desesperas-
Dijo Yuto, esto último casi en un susurro, pero para su desgracia fue escuchado por Ryosuke.
-¿A si? Con que te desespero eh…-
Mientras decía esto, entraba más en aquella habitación, cerrando la puerta tras de sí de un solo empujón.
-Si, ya lo escuchaste-
Respondió Yuto con voz fría sin darle importancia al acercamiento de Ryosuke, el cual estaba cada vez más cerca de el.
-¿Y esta es la manera en la que agradeces lo que hice por ti?-
-De haber sabido que me lo ibas a echar en cara no habría aceptado tu ayuda-
-¿Eso quiere decir que preferirías estar muerto?-
Yuto se quedó callado, en cambio Ryosuke dejó salir una pequeña carcajada.
-Vaya, al fin te dejo sin palabras-
-Cállate…-
Dijo Yuto de nuevo en voz baja, estaba dispuesto a desviar la mirada, pero ahora Ryosuke estaba demasiado cerca de el y lo había tomado del cuello de la playera y lo acercó un poco a su rostro.
-Si realmente deseas que me calle, encuentra la forma de hacerlo-
Yuto se quedó observando el rostro de Ryosuke muy sorprendido, mientras este le hablaba con un tono total de seducción y entrecerraba sus ojos.
-Vamos, ¿quieres que me calle cierto?-
Dijo nuevamente mientras intentaba acercarse más al rostro de Yuto, sin embargo este estaba completamente inmóvil, no sabía que hacer. Lentamente Ryosuke estaba más y más cerca, hasta que pudo sentir la suave respiración del chico sobre su rostro, solo en ese momento logró reaccionar y de un solo movimiento alejó a Ryosuke y le dio la espalda.
-Si te llego a callar será de otra forma-
Ryosuke se quedó un poco inconforme observando como Yuto le daba la espalda, y es que este ya estaba ligeramente ruborizado, pero no pensaba permitir que Ryosuke lo viera.
-Vaya… nunca dejas de sorprenderme Yuto-kun, esta bien, por ahora no pienso molestarte más, alguien me espera, nos veremos en la cena-
Dicho esto, Ryosuke dio media vuelta y salió de la habitación, al escuchar la puerta cerrarse, Yuto se dejó caer de rodillas al suelo.
-No puede ser… ¿Qué es esto?-
Se dijo con frustración mientras se tocaba el pecho con una mano, y es que sentía que su corazón latía con demasiada fuerza, el tan solo recordar lo cerca que estuvo de Ryosuke, su suave aroma y su seductora voz lo hacían perder la razón por instantes.
-Maldición-
Dijo nuevamente, con un gran esfuerzo logró ponerse de pie y se dirigió a una de los ventanales, estando frente a el, miró fijamente hacia el cielo.
-Tengo que escapar… Yabu ¿en donde estarás?-
Dejó salir un suspiro y continuo mirando hacia el cielo.
Al fin Chinen había llegado a la casa de Ryosuke, y lo esperaba en la inmensa sala mientras una de las sirvientas le llevaba un poco de té.
-¿Gusta algo más?-
-No gracias-
Dijo Chinen con una sonrisa amable.
-Yo si, trae unas galletas de fresa para mi-
Al escuchar aquella voz, Chinen vio a Ryosuke entrar en la sala con su misma actitud de siempre, solo que esta vez parecía estar ligeramente de buen humor.
-Llegaste rápido, debes estar desesperado-
-Solo estaba cerca, Dai-chan me dejó y se fue-
-¿Estabas con Daiki?-
Preguntó Ryosuke con cierto tono de curiosidad y fastidio.
-Si, fuimos a comer algo-
-¿Y por qué no le pides a el que te ayude con la clase de Francés? Tengo entendido que el también es bueno-
-No lo es, él es bueno en matemáticas, en dónde tú no lo eres tanto-
Respondió Chinen con una ligera indiferencia mientras tomaba un poco de té.
-Sigue con tus comentarios alabando a Arioka y olvídate de mi ayuda-
Dijo con fastidio, en ese momento una de las sirvientas se acercó con sus galletas y las dejó sobre la mesita de centro. Chinen solo dejo salir una sonrisa y tomó una de las galletas.
-Bien, vayamos a esas lecciones, antes de que me arrepienta-
Dicho esto, Ryosuke se puso de pie, después se dirigió a la sirvienta.
-Lleva todo a mi habitación-
-Si joven-
Así, ambos comenzaron a caminar rumbo a las enormes escaleras y la sirvienta detrás de ellos. Al llegar, después de haber puesto las galletas y el té de Chinen sobre la mesa, Ryosuke le dijo.
-Puedes irte, por último revisa si “esa persona” necesita algo-
-Si joven-
Se limitó a decir la sirvienta, se reverenció y se fue.
-¿Esa persona? ¿Quién?-
Preguntó Chinen curioso.
-Nadie en especial, ahora, saca tus apuntes para que me digas que no entiendes-
Dijo Ryosuke sentándose en su pequeño escritorio, Chinen se acercó, sacó su libreta de la mochila y tomó asiento frente a Ryosuke, después comenzó a decirle lo que no lograba comprender tanto de gramática como de pronunciación, y enseguida Ryosuke comenzó a explicarle de buen modo.
Ahora Yuto se encontraba recostado sobre aquella cama, mirando hacia el techo, cuando escuchó como alguien tocaba a la puerta, se puso de pie y caminó hacia la puerta para abrirla.
-Joven, ¿se le ofrece algo?-
-Eh… no, gracias-
Respondió tímidamente, dicho esto la sirvienta se reverencio y se marcho sin decir nada más, así que cerró la puerta.
-Quiero darme un baño-
Dijo en voz baja mientras se rascaba la cabeza, miro a su alrededor, habían tres puertas diferentes.
-Estoy seguro que debe haber un baño por aquí…-
Así, se acercó a la primera puerta, la abrió y se llevo la sorpresa de su vida, era un armario enorme, con ropa de su talla y hasta zapatos.
-¿En que momento le dije mi talla?-
Dijo mientras tomaba una de las playeras y se la medía por encima.
-Ese chico es muy extraño-
Dejó salir un suspiró y salió de aquel armario, se acercó a otra puerta y la abrió lentamente, ahora estaba vacía, completamente vacía.
-Vaya, creo que no encontraron que poner aquí… entonces la siguiente debe ser el baño-
Así, cerró la puerta y caminó hacia la última, la abrió y efectivamente, era un baño, un baño demasiado grande.
-Bueno, creo que debo comenzar a acostumbrarme a este tipo de cosas… al menos por ahora-
Dijo en un suspiró mientras entraba y cerraba la puerta detrás de sí y comenzaba a desvestirse.
Minutos después estuvo completamente desnudo, se sentía ligeramente avergonzado, después de todo la amplitud del lugar no era algo a lo que estuviese acostumbrado, se acercó a la enorme tina y comenzó a llenarla, en cuanto estuvo llena, se metió lentamente y disfruto del agua caliente por todo su cuerpo, al fin un poco de relajación en su vida.
Se sentía tan bien, después de unos minutos salió de la tina tomó el jabón, una esponja y comenzó a lavar todo su cuerpo, después buscó el shampoo y al encontrarlo comenzó a lavar su cabeza, al estar bien limpió, se metió de nueva cuenta a la tina, primero se sumergió por completo, enjuagándose bien la cabeza, después se quedo quieto, disfrutando del agua caliente nuevamente.
Al salir de la tina, quitó el corcho para que esta comenzara a vaciarse, tomo una de las toallas que estaban en un estante para baño, se secó y después se enredó la toalla a la cintura, tomando otra toalla, un poco más pequeña para secarse la cabeza, hecho esto, salió del baño.
-¿Ahora que me pongo?-
Sabía que aquella pregunta era realmente estúpida sabiendo que tenía un armario lleno de ropa a su medida a pocos pasos.
Dejó salir un suspiró y decidió dejarse caer sobre la cama con la toalla cubriéndole la cara.
Una hora había transcurrido y Chinen se sentía realmente aliviado.
-Ahora entiendo todo-
-No puedo creer que en cosas tan sencillas tengas tantos problemas-
Reclamó Ryosuke mientras se recargaba en el respaldo de la silla y se cruzaba de brazos.
-Lo siento, yo tampoco puedo creerlo-
Dijo Chinen con una débil sonrisita.
-Bueno, ahora que ya terminamos, ¿Quieres hacer algo?-
-No, debo irme, tengo otras cosas que hacer-
Dicho esto, Chinen se puso de pie, pero justo había dado un paso cuando Ryosuke se colocó frente a el al mismo tiempo que lo tomaba de la cintura.
-¿Ahora también dirás que quieres irte?-
Le dijo mientras se acercaba más a su rostro, Chinen se ruborizó de inmediato, sin embargo sabía que Ryosuke solo estaba jugando, como siempre lo hacía, y que no era capaz de llegar más lejos, así que hizo su nerviosismo a un lado y decidió seguirle el juego a Ryosuke, sonriendo de la misma manera en la que este lo hacia, era la primera vez que Chinen hacía algo así, normalmente lo empujaba y se iba, pero esta vez no iba a hacerlo.
-Bueno, puedo considerarlo-
La sorpresa en el rostro de Ryosuke fue más que evidente, sin embargo iba a continuar.
-Deberías, no creo que te quieras ir ahora-
Dicho esto, acerco más su rostro al de Chinen, este estaba a punto de llegar a su limite, pero no lo iba a demostrar.
-¿En serio? ¿Y que me ofreces?-
-Bueno… lo que desees-
Cada vez la distancia entre ellos era minima, sus labios estaban a punto de rozarse, pero Chinen ya no estaba dispuesto a continuar con eso.
-Solo aléjate de mi, te he dicho muchas veces que yo no voy a ser tu juguete-
Esta vez la voz de Chinen era fría, aún así Ryosuke no lo soltó.
-Lo sé, y no me importa, yo sé que en el fondo deseas que me acerque más-
-Sin embargo no loo harías, nunca lo has hecho-
-¿Me estas retando?-
-Tómalo como quieras-
Dijo Chinen sin apartar la mirada de los labios de Ryosuke.
-Después no vayas con Arioka a reclamar que te he besado a la fuerza-
Chinen abrió la boca para decir algo, pero fue callado por los labios de Ryosuke, quien comenzó a besarlo lentamente, sorpresivamente, Chinen respondió casi de inmediato a aquel beso, abriendo más su boca para dejar que la lengua de Ryosuke rozara con la suya.
Ambos se besaban lentamente, pero había algo que a Ryosuke no lo dejaba satisfecho, sin embargo no pensaba detenerse, por otro lado, Chinen no lograba procesar bien lo que estaba sucediendo, simplemente, el solo hecho de sentir los labios de Ryosuke al fin sobre los suyos era la sensación más placentera que jamás hubiese imaginado.
Cuando al fin ambos lograron separarse para tomar un poco de aire, Chinen abrió lentamente sus ojos, pero fue Ryosuke quien habló.
-No vuelvas a retarme Chinen-kun-
En ese momento Chinen comprendió que Ryosuke lo había besado por el solo placer de sentirse victorioso de aquel juego, lo que hizo que la decepción inundara su pecho.
-Idiota-
Le dijo Chinen, alejándolo con un empujón, tomó sus cosas y salió de prisa de aquella habitación. Ryosuke se quedó solo, se sentía ligeramente vacío.
-Eso fue… amargo-
Dijo en voz baja mientras agachaba la cabeza y se llevaba dos dedos a los labios, presionándolos con suavidad.
-Mi primer beso se sintió mejor… pero el segundo fue amargo…-
Así, recordó cuando besó a Yuto, eran sensaciones completamente diferentes, después de recordarlo, cayó en la cuenta de que tenía el deseo de ver a Yuto, así que reaccionó y salió de su habitación rumbo a la de Yuto.
Al llegar, tocó la puerta, pero no hubo respuesta, tocó de nueva cuenta pero tampoco hubo respuesta, así que desesperado, abrió la puerta y al entrar la cerró, miró a su alrededor.
-¿En donde rayos estas?-
Dijo en voz baja mientras caminaba, y al fin logró verlo, recostado sobre la cama, semidesnudo con una toalla cubriéndole la cara.
-¿Qué pretende? ¿Contraer pulmonía y morir?-
Murmuró, se acercó y le quitó la toalla de la cara, al ver el rostro durmiente de Yuto, con el cabello aún ligeramente húmedo, quedó sorprendido, era muy hermoso, sin embargo con un semblante lleno de angustia.
-¿Qué es lo que te paso para que estés metido en un problema así?-
Dijo Ryosuke mientras acariciaba el rostro de Yuto y hacía a un lado los mechones de cabello que le cubrían la cara. Instantes después, Yuto comenzó a hablar dormido.
-Por favor… por favor no… ayuda… Yabu… no… quiero ir contigo…-
Ryosuke escuchó atentamente lo que Yuto decía entre sueños, finalmente quedó más sorprendido al ver como una lágrima corría por la mejilla de Yuto. Lo observó con tristeza y limpió aquella lágrima con suavidad, después Yuto abrió lentamente los ojos, topándose con la tierna mirada de Ryosuke, hecho que lo sorprendió y logró decir con voz débil.
-¿Qué haces?-
-Limpio tus lágrimas-
Respondió Ryosuke con ternura, hecho que extraño en demasía a Yuto.
-Nadie te pidió hacerlo-
Dijo Yuto con fastidio mientras se reincorporaba y salía de la cama. Ryosuke no dijo nada.
-¿Qué haces aquí? Dijiste que nos veríamos hasta la cena-
-Bueno, simplemente no pude esperar-
Dijo Ryosuke volviendo a su habitual tono arrogante mientras se acercaba a Yuto.
-¿Qué quieres?-
Preguntó con fastidio al tener a Ryosuke enfrente.
-Bueno, no lo sé, ¿que puedes darme?-
Yuto observó como de nueva cuenta Ryosuke se acercaba a el, y de nuevo su corazón comenzó a acelerarse.
-Nada-
Dijo Yuto desviando la mirada.
-Yo creo que sí-
Dijo Ryosuke al mismo tiempo que empujaba a Yuto para que este cayera sobre la cama y de inmediato se posiciono sobré el.
-¿Qué haces? ¡Quítate!-
Exigió Yuto, pero Ryosuke no hizo caso y se acercó demasiado al rostro de Yuto.
-¿En verdad quieres que me quite?-
Yuto no supo que decir, algo dentro de el deseaba que Ryosuke no se alejara y que continuara.
-Tomare tu silencio como un “no”-
Dicho, esto, Ryosuke dejó salir una sonrisa y se acercó más a los labios de Yuto, estaban realmente cerca.
-¿Algo más que tengas que decir?-
Preguntó Ryosuke con voz coqueta, en ese momento Yuto perdió la razón.
-Cállate-
Dicho esto, el fue quien acercó su rostro al de Ryosuke para al fin unir sus labios en un suave beso, al cual ambos comenzaron a responder de forma inmediata, abriendo sus bocas para dejar que sus lenguas se entrelazaran suavemente, haciendo de ese beso cada vez más apasionado, ninguno de los dos parecía querer detenerse. Entonces Yuto tomó el rostro de Ryosuke con ambas manos, como si así fuese posible besarlo más profundamente, mientras Ryosuke tomaba la cabeza de Yuto y comenzaba a entrelazar sus dedos con su cabello.
Besos largos, profundos y cortos se daban sin desear separarse, era una sensación realmente agradable para ambos, y lentamente la temperatura corporal de ambos comenzó a subir, y entonces Ryosuke sintió que era el momento de terminar, así que se separó del rostro de Yuto lentamente.
-Bien, me haz dado el pago del día de hoy… ya veremos mañana-
Dijo Ryosuke con la respiración entrecortada, Yuto lo miró confundido sin embargo no dijo nada, entonces Ryosuke se quitó y se levantó de la cama.
-Es dulce…-
Dijo en voz baja mientras sonreía, Yuto no logró escuchar esas palabras y solo observo como Ryosuke salía de la habitación. Cuando estuvo solo, se cubrió los ojos con el brazo.
-Demonios…-
Dijo con frustración mientras que con la otra mano le daba un fuerte golpe a la cama.
Al caminar por el pasillo, no pudo más y se recargó en la pared, se llevó una mano al pecho y la otra a sus labios.
-¿Qué es esto?-
Se dijo mientras sentía como su corazón latía con fuerza, después se recupero un poco y continuo con su camino rumbo a su habitación.
2 comentarios:
yamajima love love x siempre
cualquier sea la situación *o*
pero pobre yuri ya q decide unir sus
labios con yama este lo arruina o.ó
next..
kyaaaaaaaaaaaaaaa kawaii
se nota que se gustan!!
y bueno, pobre Chii pero que se le hace u_u
"es dulce" eso fue tan asdsasdasdasd
quiero más!! *-----*
y lo voy a tener xDD
a seguir leyendo........
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Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
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De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!