viernes, 2 de julio de 2010

Mi melodía eres tú [Cap. 5]

Capitulo 5

Ambos caminaban por la ciudad, para sorpresa de Daiki, se encontraban en la zona comercial más cara, donde solo la gente de dinero y elegante va, ¿Qué hacían ellos dos ahí? Su curiosidad aumentaba a cada paso que daban, así que decidió preguntar.
-¿Por qué venimos por estos rumbos?-
Pero justo preguntaba cuando chocó con la espalda de Kei, quien se había detenido bruscamente.
-Llegamos, anda-
E ignorando por completo lo que hacía, tomó la mano de Daiki y lo jaló, este al principio se sorprendió y se ruborizo por completo, pero no opuso resistencia alguna, la mano de Kei estaba ligeramente fría, sin embargo era agradable.
Ambos entraron a una tienda que se dedicaba a vender y confeccionar trajes para caballero, en cuanto uno de los empleados los vio entrar, se acercó a ellos y reconoció de inmediato a Kei.
-Joven Inoo, lo esperábamos más tarde-
-Hola, bueno, más temprano o más tarde es lo mismo, tenía que venir de todas formas-
Aquel empleado dejó salir una pequeña sonrisa, Daiki solo se limitó a observar en silencio.
-De acuerdo, ya lo tenemos listo, si gusta pasar por aquí podrá medírselo-
Kei asintió y soltó la mano de Daiki para ir detrás de aquel empleado, mientras tanto Daiki no sabía bien que hacer, solo se quedó ahí de pie.
-¿Qué esperas? Te traje para que me dieras tu opinión-
Dijo Kei con una sonrisa, Daiki lo observo inseguro, dejó salir un suspiro de resignación y fue detrás de Kei.
Al llegar el segundo piso de la tienda, se dirigieron casi hasta el fondo, a pesar de que había muchos probadores ahí, Kei eligió el que estaba más lejano.
-En seguida le traerán su pedido, si gusta esperar un poco-
Kei asintió con una sonrisa y tomó asiento en un pequeño sillón que se encontraba a la mitad del pasillo.
-¿Vas a comprar un traje?-
-No lo sé, tal vez pueda salir de aquí con un auto ¿no lo crees?-
Dijo Kei en tono de broma, provocando una expresión de fastidio en el rostro de Daiki.
-Te pregunto por que no es muy común que alguien de tu edad compre un traje-
Kei suspiró y se cruzó de brazos.
-No lo hago por gusto, además ya esta pagado, simplemente vengo a medírmelo y a recogerlo-
-Pues para ser alguien que no compra trajes por gusto vienes muy seguido ¿cierto?-
-Vaya, al fin te interesa saber más de mi, eso me agrada-
Dijo Kei con una sonrisa burlona en los labios. Daiki simplemente se ruborizó un poco y desvió la mirada.
-No es que me interese en ti, es simple curiosidad-
-Pues la curiosidad ya es una señal de interés-
Daiki miró con un poco de frialdad a Kei mientras este sonreía traviesamente. De pronto, uno de los empleados apareció.
-Joven, su traje-
Dicho esto, lo dejo colgado dentro del probador y se marchó.
-Bien, ahora iré a vestirme, tu me dirás si me queda bien, confiaré en tu buen gusto Daiki-
Y sin esperar una respuesta por parte del menor, Kei dejó su mochila sobre aquel sillón y entró al probador. Daiki no sabía que hacer, realmente no quería estar ahí, sin embargo ya lo estaba y no podía hacer nada, no tenía el valor suficiente para marcharse así como así, sin más, tomó asiento en otro sillón, y no tuvo más opción que esperar.
Minutos más tarde, Kei al fin salió, justo cuando Daiki comenzaba a desesperarse, el mayor salió con aquel elegantísimo traje puesto, de color hueso, camisa blanca, el saco con pequeños detalles color negro tanto en las mangas como en el cuello, un traje que le quedaba a la medida, ligeramente entallado, simplemente hacía lucir a Kei bastante apuesto.
-¿Y bien? ¿Qué opinas?-
Pregunto con una amplia sonrisa, Daiki no podía salir de su asombro, estaba maravillado, y es que Kei lucía tan apuesto que no lograba recuperar la razón.
-¿Daiki?-
-¿Eh? Ah… te vez… muy bien… te queda perfecto-
Logró decir sin ser capaz de apartar la vista de Kei, el cual se alegro al notar tal reacción en Daiki.
-¿En verdad lo piensas?-
Daiki solo asintió con la cabeza.
-Bien, entonces me lo llevo-
Dijo con una sonrisa y después volvió a entrar en el probador, cuando hubo cerrado la cortina, Daiki se dejó caer sobre aquel sillón nuevamente, el corazón le latía con mucha fuerza, esta muy impresionado, necesitaba calmarse. Así que mientras esperaba a que Kei saliera de nuevo, por inercia miró su reloj.
-Ya es tarde…-
Dijo en voz baja, era evidente que si tenía el plan de averiguar si de verdad era Yuto quien tocaba aquella melodía, era demasiado tarde, así que sin más dejó salir un suspiro de resignación.
-¿Pasa algo?-
Pregunto Kei mientras tomaba sus cosas, Daiki no había notado en que momento había salido.
-Nada-
Respondió indiferente.
-¿Para que es tarde? ¿Tenías algo que hacer?-
-¿Me escuchaste?-
-Bueno, si no deseabas que nadie escuchara lo que decías pudiste haberlo pensado solamente-
Dijo Kei con una sonrisa mientras comenzaba a caminar, Daiki se puso de pie rápidamente y comenzó a seguirlo.
En cuando ambos llegaron a la planta baja, Kei le indicó al empleado que si iba a llevarse el traje, y minutos más tarde se lo entregaron en una caja, después esa caja la metieron a una bolsa de cartón. Y así, ambos salieron de la tienda.
-Vaya, se nota que eres un buen cliente de este lugar-
Dijo Daiki mientras miraba hacia la tienda un poco fastidiado.
-Ya me lo habías comentado antes, ¿aún sigues interesado en saber más de mi?-
Le dijo Kei con una sonrisa traviesa mientras se recargaba en su hombro.
-Para nada-
Dijo Daiki haciéndose a un lado para que Kei dejara de recargarse en el.
-No te enojes Daiki, ahora para que veas lo generoso que suelo ser, te recompensaré con algo-
-¿Eh?-
Y sin más, nuevamente Kei tomó su mano y se lo llevó, al igual que antes, la mano de Kei se sentía fría, sin embargo igual de agradable, estaba a punto de dejarse llevar así hasta que notó que estaban en plena calle, eso lo avergonzó e intentó soltarse.
-No es necesario que me tomes de la mano-
Dijo mientras se detenía e intentaba soltarse, pero Kei solo lo miro extrañado.
-Antes no habías dicho nada, además no tiene nada de malo, anda-
Así, tomo la mano de Daiki con más fuerza y comenzó a caminar, este trato de oponer un poco de resistencia, pero era inútil, así que sin más se dejó llevar por Kei, la sensación de su mano sobre la suya era realmente agradable.
-¿Por qué… tus manos están frías?-
Preguntó Daiki avergonzado. Kei solo sonrió.
-Si te respondo ahora… no lo entenderías-
Daiki lo miró extrañado.
-¿Qué quieres decir?-
-Solo que… tal vez son así de frías para que alguien las caliente por mi-
Daiki se sorprendió de aquella respuesta, en ese momento la voz de Kei era tranquila y amable, no había rastro de broma en aquellas palabras, y eso, sin notarlo, provocó que un ligero rubor apareciera en sus mejillas.
Un poco más tarde, ambos llegaron a un pequeño puesto de ramen que se encontraba instalado en un pequeño parque.
-Sabes, eres muy desconcertante-
Dijo Daiki asombrado.
-¿Por qué lo dices?-
-Primero vamos a la zona mas cara de la ciudad, te compras un elegante traje, y ahora vamos a comer en este puesto de ramen…-
-¿No te gusta el ramen?-
Preguntó Kei mientras tomaba asiento.
-Si me gusta, es solo que no dejas de sorprenderme-
-Esa es la idea-
Dijo Kei con esa sonrisa traviesa. Sin más alternativa, Daiki se sentó junto a Kei y ambos ordenaron su ramen. Mientras esperaban a que el señor les sirviera, Daiki volvió a recordar que aún necesitaba hablar con Yuto, y tal vez Kei podría saber algo.
-Oye… ¿puedo hacerte una pregunta?-
-Si, soy soltero, ¿y tu?-
Daiki se ruborizó un poco y le dijo un poco exaltado.
-¡Eso no me interesa!… Lo que quiero preguntarte es acerca de Nakajima-kun-
-¿Yuto? El también esta soltero… creo-
Daiki comenzaba a perder la poca paciencia que le quedaba, así que suspiró profundo, estaba a punto de decir algo cuando Kei habló.
-No voy a decirte nada acerca de Yuto, no sé para que lo sigues tanto pero eso es algo que debes hablar con el, ¿entendido?-
Dicho esto, el señor les sirvió a ambos sus platos llenos de ramen y Kei comenzó a devorarlo de inmediato, Daiki solo lo observó unos segundos, después dejó salir un suspiro y dijo.
-Yo solo quería intentar preguntarte, para ser un idiota eres un amigo leal muy idiota…-
Kei solo se río un poco ante este comentario, Daiki solo se dedico a comer.

Cuando ambos terminaron, caminaban alrededor de aquel parque. Mientras caminaban, Daiki se sentía extraño, esta vez Kei no había tomado su mano, de cierta forma sentía la necesidad de tomar su mano, por lo que no dejaba de observarla de vez en cuando, y justo cuando pensaba en tomarla se daba cuenta de que esa era una idea muy absurda, y trataba de pensar en otra cosa, pero fue entonces cuando Kei habló.
-¿No vas a preguntar otra vez por lo del traje?-
Preguntó Kei mientras levantaba la bolsa, Daiki lo miró de reojo y regresó su vista al frente.
-No, si tengo curiosidad pero no preguntaré-
-Es para un evento, al cual debo ir lo más formal que pueda, digamos que seré la estrella principal-
-¿Eh? ¿De esas reuniones de la alta sociedad?-
Preguntó Daiki extrañado, de inmediato Kei dejó salir una fuerte carcajada.
-¿Acaso luzco como alguien de alta sociedad?-
-Bueno…-
-No es para algo así, sin embargo no puedo decirte más-
-¿Por qué nunca dices las cosas de una manera concreta?-
Reclamó Daiki un poco molestó al mismo tiempo que se detenía.
-Por que… me gusta mantener cierto misterio, pero pronto eso terminará, ya lo verás-
-¿Qué-
Pero fue interrumpido, puesto que Kei lo abrazó con ternura mientras acariciaba su cabeza suavemente.
-Eres tan cálido-
Dijo Kei con satisfacción, Daiki no sabía como reaccionar, esto simplemente no se lo esperaba.
-Aunque no lo creas, disfrute mucho de este día contigo-
Dicho esto, se alejo de Daiki un poco y le dirigió una cálida sonrisa. Mientras tanto, Daiki no sabía que decir, Kei lo había tomado completamente por sorpresa, sin embargo ese acto no le había desagradado.
-¿Por qué eres así conmigo?-
Preguntó Daiki mientras bajaba la mirada, Kei acaricio delicadamente su rostro y respondió.
-Algún día lo sabrás, y espero que cuando ese día llegue, puedas aceptarlo-
Daiki levantó la mirada, estaba sorprendido por aquellas palabras, sin embargo Kei no dijo más, le sonrió con ternura y le dio un beso en la frente, después se separó un poco más de Daiki.
-Debo irme, nos veremos mañana Daiki-
Y sin más, se marchó, dejando al pobre de Daiki ahí de pie, confundido y con el corazón latiéndole muy fuerte. ¿Acaso esto había sido una especie de confesión? No, no podía ser posible, tal vez solo estaba exagerando las cosas. Sin mucho más que pensar, comenzó a caminar rumbo a su casa, pero mientras caminaba no dejaba de sentirse extraño, aún podía sentir a Kei abrazándolo con fuerza, aún sentía aquel beso sobre su frente, estaba completamente sonrojado, pero aún así continuo caminando.

Al día siguiente, Daiki tomaba sus clases como todas las mañanas, esta vez si había logrado despertar temprano e incluso había desayunado bien, sin embargo esa noche tampoco había logrado dormir muy bien, después de todo cada vez que cerraba los ojos recordaba a Kei, lo apuesto que este lucía con aquel traje, como lo tomaba de la mano, aquel abrazo y aquellas palabras, todo esto no había dejado que Daiki lograse dormir bien, se rehusaba a pensar en Kei cada vez que cerraba los ojos, pero eso parecía imposible. Incluso ahora que estaba en clase de matemáticas, no lograba concentrarse, solo deseaba ver a Kei, lo cual le parecía una completa tontería, puesto que ahora su objetivo debía de ser Yuto, tenía que buscar la manera de hablar con el a como diera lugar.
En cuanto la hora del almuerzo llego, Daiki se puso de pie, estaba a punto de dar el primer paso cuando Ryosuke se acercó a el.
-¿Comemos juntos?-
Daiki no sabía que responder, lo que ahora quería era ir en busca de Yuto.
-Eh… esta bien, solo voy a la cafetería por algo de comer-
-Te acompaño, hoy no traje nada para comer-
Daiki acepto sin más alternativa.
Cuando ambos llegaron y se formaron para poder escoger, Daiki buscaba con la mirada a Yuto, deseando que el chico apareciera pronto, y al parecer ese deseo fue concedido, puesto que iba entrando en compañía de Kei.
-”Es ahora”-
Pensó, y sin más se salió de la fila y caminó en dirección a Yuto.
-Dai-chan ¿A dónde vas?-
Le dijo Ryosuke, pero lo ignoró por completo y continuó con su camino.
Al llegar, se puso frente a Yuto, este lo miró sorprendido y con un poco de inseguridad, después le dirigió una mirada rápida a Kei, pero antes de que este pudiese hacer algo, Daiki hablo.
-Nakajima-kun, por favor, solo necesito saber si eres tu quien-
-¡¡Dai-chan!!-
Esta vez fue interrumpido por Ryosuke quien se acercaba a el corriendo y con su bandeja llena de comida.
-¿Por qué te vas así? Ahora te vas a tener que formar otra vez-
Los otros tres se quedaron en silencio, Daiki simplemente no podía creer que siempre alguien tenía que interrumpirlo.
-Ahorita voy Yama-chan… solo tengo que hablar con Yuto un minuto-
-Que lástima, por que yo no quiero-
Respondió Yuto fingiendo de nuevo ser frío y arrogante, así, continuo con su camino y Kei fue detrás de el.
-Bien hecho-
Le susurro, Yuto solo lo miro un poco suplicante.
-Aún no cantes victoria, aquí viene de nuevo-
Le dijo con el mismo tono bajo de voz, Kei miró hacia atrás y Daiki iba tras ellos.
-¿Qué hago?-
-Déjalo en mi manos-
Y así, Kei se detuvo y Yuto continuo con su camino rumbo a la fila de comida, y antes de que Daiki se pasara de largo lo detuvo tomándolo del brazo.
-Escucha Daiki, no creo que sea una buena idea…-
-Es que de verdad necesito hablar con el-
Dijo Daiki soltándose del agarre de Kei e intentando avanzar, pero este le bloqueaba el camino.
-¿Qué es lo que quieres saber? El ahora viene de su entrenamiento con el equipo de basquetbol y esta muy hambriento y cansado-
-¿Eh?-
Daiki no entendía, ¿como un pianista podía jugar basquetbol? Eso no tenía sentido.
-Ahora mejor déjalo solo-
Dicho esto, Kei se dio media vuelta y alcanzó a Yuto quien ya estaba agarrando su comida.
-Será mejor que nos vayamos rápido, le dije que estabas en el equipo de basquetbol-
Dijo Kei en voz baja.
-Bueno, eso es verdad-
-Sí, pero ahora no podrá seguir pensando que tu eres el pianista y si se pone a pensar va a creer que soy yo-
-Bueno, eso también es verdad-
-¡Yuto!-
-Esta bien, toma tu comida y vámonos-
Después de esta secreta conversación, ambos tomaron su comida y salieron de la cafetería, Daiki simplemente los observaba, estaba más confundido ahora, así que volvió a comprar solo un pan y se acercó a la mesa en donde Ryosuke ya estaba comiendo.
-¿Qué pasa Dai-chan? ¿Por qué ese chico te hablo así y aún así fuiste detrás de el?-
-Por nada importante… ahora ya no sé nada, y no quiero saberlo ahora, solo comamos y hablemos de otro tema ¿de acuerdo?-
Ryosuke asintió extrañado y Daiki le dio una gran mordida a su pan, estaba frustrado y confundido, pero no quería pensar más en eso así que trato de poner atención a lo que Ryosuke comenzaba a contarle.

Las clases continuaron con normalidad, Daiki no tenía ánimos para pensar en nada, así que en cuanto todo terminó guardó sus cosas con calma, observó como Ryosuke salía de prisa, puesto que este tenía practica con el equipo de futbol, después observaba como sus compañeros comenzaban a marcharse, el estaba a punto de hacer lo mismo, cuando un chico, al cual no conocía entró corriendo al salón.
-¿Aún esta eh… Daiki aquí?-
-Si… soy yo-
Dijo Daiki acercándose a aquel chico.
-Solo vengo por que alguien me dijo que te entregara esto-
Dicho esto, el chico le entregó un sobre color vino con pequeños detalles dorados.
-¿Qué es esto? ¿Quién lo manda?-
-Lo siento, no me dijo su nombre, solo me pidió el favor de entregarte este sobre, ahora me voy-
Y así, aquel chico salió corriendo del salón de Daiki, y al estar ya lo suficientemente lejos, entró al baño de hombres y ahí había alguien que lo esperaba.
-¿Lo entregaste?-
-Si, lo hice, ahora me darás ese CD?-
-Por supuesto, aquí tienes-
Dicho esto, el chico tomo el CD y se marcó satisfecho.
-¿Por qué haces esto?-
Preguntó Yuto, quien salía de uno de los baños.
-Por que si se la daba yo personalmente iba a sospechar ¿no lo crees?-
Dijo Kei con una sonrisita.
-Bueno, ¿y ahora que sigue?-
-Esperar al sábado, ahora que ya tiene su invitación tiene que ir-
-¿Y quien te asegura que va a ir?-
En ese momento Kei miró a Yuto con una sonrisa malvada.
-No… yo no-
-Oh si, ¿si no quien?-
-Búscate a alguien más-
Dijo Yuto mientras intentaba salir del baño, pero Kei le bloqueo la salida.
-Vamos, este será el último favor ¿si?-
Esta vez la voz y mirada de Kei eran suplicantes. Yuto dejó salir un suspiro lleno de resignación.
-¿Qué tengo que hacer?-
Kei sonrió y comenzó a explicarse.
-Es muy sencillo, lo único que harás es-

Mientras tanto, Daiki miraba aún curioso aquel sobre, quería abrirlo, ¿pero si era una broma de alguien? Aunque viéndolo bien, estaba muy bien diseñado, y en el frente decía “You’re cordially invited to...”
-¿Qué rayos es esto?-
Dijo en voz baja, estaba por salir del salón cuando se topó con Yuto, quien al parecer lo estaba esperando.
-Nakajima-kun…-
-Si quieres saber que es eso, simplemente no faltes-
Dicho esto, Yuto se marchó sin decir nada más, y esta vez Daiki no hizo nada por detenerlo y tomo el camino que lo llevaba a la salida de la escuela, guardando aquel sobre en su mochila.
En el camino a casa, no dejaba de pensar en todo lo que estaba pasando, sabía que tenía mucho en que pensar, pero no quería hacerlo, lo único que quería ahora era llegar a casa. Cuando al fin llegó, subió directamente a su habitación y sacó de nuevo aquel sobre de su mochila y volvió a leer.
-You’re cordially invited to… ¿A que?-
Dijo en voz baja, abrió aquel sobre y había una tarjeta, entonces la layó en voz baja.
-”Usted esta cordialmente invitado a nuestro evento musical de este sábado, esperamos contar con su presencia. El evento contará con la presencia de nuestro pianista especial de cada año.
Esperamos su asistencia.”-
Miró un poco y un poco más abajo estaba escrita la dirección.
-Sé como llegar… a las seis de la tarde… ¿Pero quien rayos me manda esto? ¿Puede ser… aquel pianista?-
Ahora ya no podía estar seguro de que el pianista fuese Yuto, pero ahora no quería pensar en ello, así que dejó aquella invitación sobre su escritorio y se dejó caer sobre la cama, y sin querer, se quedó dormido, tratando de despejar su mente de tantas ideas.

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