viernes, 23 de abril de 2010

Smile me... [Cap. 14]

Capitulo 14

Ambos se encontraban en una pequeña cafetería cerca de la escuela, estaban en silencio, solo esperaran a que les trajeran las bebidas que habían ordenado, y después de unos minutos, fue Ryosuke quien rompió con aquel silencio.
-Tu eres quien estaba con Chinen aquella vez ¿Cierto?-
Pregunto Ryosuke mientras miraba fijamente a Takaki.
-Si-
-¿Y ustedes son…-
-Chinen ahora esta conmigo, es todo lo que tienes que saber-
-De acuerdo…-
En ese momento Ryosuke suspiro un poco y bebió un poco de su jugo.
-¿De que querías hablar conmigo?-
Preguntó Takaki mientras se cruzaba de brazos.
-Supongo que te has de preguntar quien soy yo, ¿No es así?-
-En lo absoluto, Chinen me lo contó todo, y se que ahora has regresado para intentar estar a su lado-
Esta respuesta dejó a Ryosuke helado, no se esperaba que Takaki supiese tanto.
-Tienes razón, ese es el motivo por el que he regresado a buscarlo… pero ahora el me ha rechazado por completo, y no lo culpo, después de todo el que fallo fui yo-
-Al menos lo reconoces-
Le dijo Takaki conservando su fría actitud.
-Si… además de que el me ha dejado claro que jamás ha sentido algo por mi… por eso… considero que eres una persona realmente afortunada-
-¿Por qué lo dices?-
Ante la pregunta de Takaki, Ryosuke dejo salir una débil sonrisa mientras bajaba la mirada.
-Estoy seguro de que contigo es completamente honesto, a ti no te miente y he visto que a ti te sonríe con sinceridad, cosas que jamás haría con otras personas-
Takaki sabia que eso era verdad, y dentro de el se sintió realmente feliz por reconocer la verdad en aquellas palabras.
-Solo quiero que sepas que no pienso ver a Chinen nunca más, ha llegado el momento de despedirme de manera definitiva, así que antes de irme quiero pedirte un favor-
En ese momento la expresión de Ryosuke se volvió completamente seria y miro fijamente a Takaki, el cual le devolvió una mirada llena de curiosidad.
-Nunca lo hagas llorar, el no suele mostrar sus frustraciones y tristezas delante de la gente, eso siempre se lo guarda, lo se por que el mismo me lo dijo una vez, y cuando lo lastimes por algo que a ti te pueda parecer pequeño, para el se cerrara una puerta más, por eso te digo que no debes hacerlo sufrir-
Al terminar de hablar, Ryosuke siguió mirando fijamente a Takaki.
-Entiendo, no tienes de que preocuparte, lo ultimo que deseo hacer es lastimarlo, así que aquella petición es innecesaria-
Respondió Takaki con calma y serenidad.
-Me alegra escucharlo, por ultimo quiero pedirte que me dejes despedir de el, después de eso ya no volveré-
Esto lo dijo con una débil sonrisa de nuevo, a lo que Takaki desvió la mirada, bebió un poco de su jugo y después respondió.
-No tienes por que pedirme a mi ese tipo de cosas, después de todo quien tiene la decisión es el y no yo-
-Gracias de todas formas-
Le dijo Ryosuke con una sonrisa un poco más relajada.
-¿Y de que querías hablar conmigo?-
Pregunto a Takaki mirándolo con cierta curiosidad.
-Olvídalo, ya no tiene importancia-
Respondió mientras desviaba nuevamente la mirada.
-¿Acaso ibas a pedirme que me alejara de el? Y de seguro que si lo volvía a molestar ibas a matarme-
Ryosuke dijo esto en un tono de broma, puesto que se reía ligeramente, Takaki simplemente guardo silencio y terminó con su jugo de un solo trago.
-Si esto es todo ahora tengo que irme-
-De acuerdo, no olvides tu promesa-
Dijo Ryosuke en cuanto Takaki se puso de pie, este no respondió, tomo sus cosas, dejó unas monedas sobre la mesa y salió del lugar, Ryosuke aun se quedo un poco más, ahora lo ultimo que tenia que hacer era lograr ver a Chinen por ultima vez, tal y como lo había prometido.

Por alguna razón, Yabu sintió que no quería volver a casa, no tenía ánimos de estar solo, debía distraerse, las palabras de Hikaru no salían de su cabeza, así que en cuanto guardo sus cosas, decidió ir a la biblioteca un rato antes de irse, con la esperanza de lograr distraerse con algún buen libro.
En el pasillo se encontró con Chinen, el cual conversaba con una chica, se hubiese seguido de largo de no ser por que algo llamó su atención.

Chinen debía quedarse después de clase para ayudar un poco en el comité de estudiantes, y mientras caminaba junto con una de sus compañeras platicando cosas tontas, algo extraño sucedió, la chica se detuvo de pronto y bajo la mirada.
-¿Qué ocurre Yoshida-san?-
La chica tartamudeo un poco y al fin logro hablar claramente.
-Chinen-kun… hay algo que quiero decirte… es que… yo-
Y sin terminar de hablar, la chica caminó de prisa solo para abrazarlo con fuerza. En cuanto Chinen sintió el abrazo de la chica no pudo evitar el pensar.
“-No otra vez… esto no es muy agradable…-“
Suspiró profundo e intento alejar un poco a la chica.
-Yoshida-san, yo no-
-¡Me gustas!-
Gritó la chica mientras se aferraba más a Chinen.
“-¿Por qué tienen que gritarlo siempre? Bien, aquí vamos…-“
Pensó de nueva cuenta mientras se preparaba para rechazar a la chica. Así, con un suspiro, logro alejar a la chica, la cual estaba completamente ruborizada y con los ojos ligeramente llorosos. Fue entonces cuando Chinen preparo su mejor expresión de comprensión y tristeza, después de todo quería rechazarla sin causarle tanto daño emocional.
-Yoshida-san, lo siento, de verdad, pero yo ya tengo a alguien a quien de verdad quiero demasiado, pero estoy seguro de que encontraras al chico ideal para ti, después de todo eres muy linda-
Ya estaba dicho, le agrego a la escena una deslumbrante sonrisa a la última frase, al parecer había dado resultado, pues la chica no rompió en llanto y le sonrió de vuelta.
-Sera mejor que nos demos prisa-
Chinen asintió con una sonrisa y ambos continuaron con su camino.

Yabu tuvo que esconderse un poco para no ser descubierto, estaba sorprendido por lo que acababa de observar.
“-Chinen-kun es demasiado amable…-“
Pensó mientras miraba como el chico se alejaba con la chica, ambos conversando como si nada hubiese ocurrido.
“-Ahora sé por que Takaki te eligió a ti… y ahora estoy convencido de que Chinen quiere a Takaki tanto como el, eso debe alegrarme ¿Cierto?-“
Mientras pensaba en esto, una débil sonrisa se dibujó en sus labios, pero de pronto, como si se tratase de una alarma programada en su cerebro, las palabras de Hikaru volvieron a pasar por su cabeza.
“-De acuerdo, hare lo que me pides, pero a cambio quiero que lo olvides de verdad, no importa cuanto tiempo te tome, yo estaré aquí esperándote-“
Y sin darse cuenta, se ruborizó ligeramente, y de inmediato la imagen de un Hikaru sonriente y lleno de ánimo apareció en su cabeza. Confundido, sacudió la cabeza y decidió continuar con su camino rumbo a la biblioteca, necesitaba urgentemente ocupar su mente en algo más o terminaría por volverse completamente loco e imaginar cosas que jamás hubiese pensado.
En cuanto llego a la biblioteca, se puso a pasear lentamente por cada uno de los pasillos, leyendo los títulos, buscando algo que despertara su interés, pensaba que tal vez una buena novela de misterio le ayudaría a pensar en muchas cosas menos en lo que no deseaba pensar. Y mientras se encontraba buscando algo interesante, escuchó un grito, esa voz era obviamente de Hikaru, y en automático Yabu dirigió su mirada hacia la ventana, entonces ahí estaba el, jugando futbol como siempre lo hacia, muchas veces había visto a Hikaru practicar futbol, no era algo nuevo para el, pero esta vez había algo diferente en el chico, algo que lo hacia mas… brillante. Sin darse cuenta, su mirada se clavo en Hikaru, en cada uno de sus movimientos, ni si quiera le prestaba atención al partido, lo único que podía ver era la figura de Hikaru correr de un lado a otro.
Todo iba bien hasta que observó como el chico era golpeado fuertemente por el balón seguido por uno de sus compañeros, todo fue un accidente, y sin pensarlo dos veces, Yabu salió corriendo de la biblioteca, haciendo caso omiso de los regaños de la encargada, puesto que no se podía correr dentro de la biblioteca.
Al llegar corriendo al lugar, hizo a un lado a los compañeros de Hikaru.
-¿Estas bien?-
Yabu estaba más que asustado, como era su costumbre, siempre preocupado por los demás, al verlo Hikaru se llevo una gran sorpresa.
-Yabu… ¿Qué-
Pero fue interrumpido, puesto que Yabu lo levanto suavemente, pasó el brazo de Hikaru por su cuello y lo tomo de la cintura.
-Te llevaré a la enfermería, no pienses cosas raras…-
Aclaró con un leve rubor en la mejillas, al verlo Hikaru no pudo evitar el sonreír ligeramente.

En cuanto llegaron a la enfermería, el doctor se encargo de revisar y atender a Hikaru, mientras Yabu solo observaba desde la puerta.
-Estarás bien, no es nada grave, solo se trata de un simple golpe-
Le dijo el doctor a Hikaru, este agradeció la atención, se puso de pie y se acerco a Yabu.
-Gracias por traerme-
-No… no es nada-
Por alguna razón se sentía ligeramente nervioso, quería pensar que tal vez era por lo ocurrido anteriormente, no deseaba darle mucha importancia a eso. Después ambos salieron de la enfermería, ahora Hikaru podía caminar por su cuenta solo que un poco más despacio.
-¿Y por que sigues aquí? Se supone que tu no tienes nada que hacer después de clase-
-Tenía que… ir a la biblioteca, eso es todo-
-Oh… bien, entonces supongo que regresaras para terminar con lo que estabas haciendo-
-No, ya no tengo nada que hacer ahí así que volveré a casa-
Respondió de prisa, todo el tiempo mirando hacia el frente, no tenía el valor de ver a Hikaru a la cara.
-Entonces volvamos juntos, solo tengo que cambiarme ¿De acuerdo?-
-¿Eh?-
Y sin dejar que Yabu respondiera algo más Hikaru se adelanto.
-Espérame en la entrada, no tardare-
Dicho esto, camino lo más rápido que pudo, dejando a Yabu atrás sin otra opción que esperarlo.

Al llegar a su departamento, lo primero que hizo fue dejar sus cosas en el sillón, entró a su recamara y se dejo caer, quedando boca arriba, mirando fijamente al techo. De pronto un sentimiento de vacio comenzó a inundarlo por completo, y es que en tan poco tiempo se había acostumbrado a estar con Chinen todo el tiempo, y ahora que el no estaba, se sentía demasiado solo.
-Es increíble lo que un pequeño embustero puede lograr…-
Se dijo en voz baja mientras sonreía torpemente, después comenzó a recordar todo lo vivido con el menor, desde el día uno en que se habían conocido hasta el día de hoy, entonces fue cuando noto lo mucho que había cambiado gracias a Chinen, y que extrañamente la sola presencia del chico lo hacia inmensamente feliz.
Así que sin muchas ganas de pensar demasiado, se puso de pie y caminó hacia la cocina, y sin pensar en nada se puso a preparar la cena, estaba seguro de que Chinen no tardaría demasiado en llegar y no quería escuchar sus quejas de hambre.
Después de un largo rato, al fin terminó de cocinar, salió de la cocina y miró el reloj, eran casi las siete de la tarde y Chinen no llegaba, aquello comenzaba a desesperarlo.
-Esta tardando demasiado…-
Se dijo mientras miraba hacia la puerta, de alguna forma comenzó a sentirse desesperado, no dejaba de dar vueltas por todo el departamento, hasta que se cansó y se dejo caer en el sillón, hasta que lentamente el sueño lo fue venciendo. Estaba a punto de perderse en el más profundo de los sueños cuando escucho el sonido del timbre, rápidamente abrió los ojos, se levantó lentamente y caminó hacia la puerta, después la abrió y ahí estaba Chinen, con esa expresión traviesa que tanto le gustaba ver.
-Lo siento… había demasiado trabajo y-
De pronto Takaki lo interrumpió jalándolo del brazo para que entrara, cerró la puerta y entonces abrazó al menor con fuerza, como si hubiese pasado una eternidad sin verlo.
Sin embargo Chinen no comprendía del todo lo que estaba ocurriendo.
-¿Esta todo bien?-
Preguntó confundido.
-Ahora todo esta perfecto-
Respondió Takaki mientras abrazaba fuertemente a Chinen, eso hizo sonreír al menor y no tardo en corresponder aquel abrazo.
-No se lo que ocurre pero si esto va a ocurrir cada vez que tenga que quedarme en el comité comenzare a aceptar esos trabajos más seguido-
Al escuchar esto Takaki se alejo un poco de Chinen, pero aún sosteniéndolo de la cintura, lo miro fijamente a los ojos y con una tierna sonrisa le dijo.
-Eres un manipulador-
Para Chinen, el ver la radiante sonrisa de Takaki era algo que jamás dejaba de sorprenderlo, cada vez que lo veía sonreír sentía que el corazón le latía tan rápido que en cualquier momento este saltaría de su pecho y saldría corriendo. Así que siguiendo sus impulsos, Chinen fue ahora quien se aferro al cuerpo de Takaki, abrazándolo con fuerza para después, al separarse, besarlo dulcemente en los labios, beso al cual Takaki respondió enseguida con la misma ternura que Chinen lo había hecho.
Cuando se separaron, Chinen miró fijamente a Takaki, con los ojos iluminados, y le dijo.
-Takaki… yo…-
De pronto Takaki sintió como el corazón comenzaba a acelerarse poco a poco.
-Yo…-
Estaba impaciente por escucharlo.
-Muero de hambre-
Todo lo que pudo haber imaginado se vino abajo con esa simple frase, así que tratando de conservar la calma le dijo.
-Ya esta todo listo-
Y sin más, se dio media vuelta, caminaba rumbo a la cocina cuando Chinen lo abrazo con fuerza por la espalda, y con ternura logró decirle.
-Te quiero-
Esto provocó una sonrisa de satisfacción en el rostro de Takaki, y sin más entró a la cocina y comenzó a servir la cena. Mientras Chinen esperaba impaciente sentado en el comedor, un ruidito llamo la atención de ambos.
-Es mi teléfono, debe ser mi madre, no le he avisado que hoy tampoco llegaré-
-¿No tendrás problemas con eso?-
Preguntó Takaki preocupado mientras ponía la comida en la mesa.
-En lo absoluto, a mi madre le da igual si estoy o no, solo que quiero ir por ropa limpia, ¿Me acompañas después de cenar?-
Takaki solo asintió con la cabeza mientras Chinen sacaba el teléfono de su bolsillo, pero al ver quien llamaba dudo en responder, Takaki se dio cuenta y al ver la expresión del menor pudo darse cuenta de inmediato que no era su madre quien lo buscaba, así que solo le dijo.
-Será mejor que respondas, es algo importante-
Chinen observó confundido a Takaki, y antes de que la llamada se cortara, respondió.
-¿Si?-
-No vayas a colgar por favor-
Chinen suspiró profundo.
-¿Qué ocurre Yamada-kun?-
-Mañana partiré a Inglaterra, viviré ahí a partir de mañana, quería verte para despedirme correctamente, espero poder verte, mi vuelo sale a las tres de la tarde-
-¿Eh? ¿Por qué tan de repente?-
-Es algo largo de explicar, espero verte mañana-
Y sin más, fue Ryosuke quien colgó, dejando a Chinen en un estado de shock. En ese momento Takaki lo saco de aquel estado.
-Deberías ir, es importante que lo hagas-
Chinen miró extrañado a Takaki.
-¿Tu como sabes?-
-Hablé hoy con el, tan siquiera despídete de el como amigos que son-
Chinen bajo la mirada, después de todo Takaki tenía razón, así que con una sonrisa le dijo.
-De acuerdo, iré-
Takaki le devolvió la sonrisa y después ambos comenzaron a comer.

miércoles, 21 de abril de 2010

Smile me... [Cap. 13]

Capitulo 13

Después de aquello, Takaki se dirigió a la habitación y comenzó a sacar una pijama limpia de su cajón, Chinen solo se limitó a observarlo desde la puerta, lo que el deseaba en esos momentos era algo completamente diferente a dormir.
-Takaki-
Lo llamó con un tono de voz muy peculiar que ponía a Takaki ligeramente nervioso.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó sin verlo mientras se quitaba la camisa y la dejaba sobre una silla, entonces fue cuando pudo sentir como Chinen acariciaba su espalda de una manera muy provocativa.
-¿En verdad quieres dormir ahora? Yo no tengo sueño-
Estas palabras provocaron un leve rubor en las mejillas de Takaki.
-¿Y que pretendes? ¿No dormir en toda la noche?-
Le interrogó Takaki tratando de sonar indiferente mientras se ponía la camisa de la pijama, pero justo cuando estaba por bajarla por completo, pudo sentir como Chinen besaba tiernamente su espalda, esto le provocó un leve escalofrío por todo el cuerpo, simplemente no sabía como reaccionar.

Mientras tanto, después de haber besado la espalda de Takaki, Chinen abrazó al mayor con fuerza y pego su mejilla a aquella espalda.
-Si no quieres esta bien, el solo hecho de poder estar a tu lado para mi es más que suficiente-
Le dijo Chinen en voz baja mientras se aferraba más a su cuerpo. Takaki se sintió inmensamente complacido y feliz por aquella palabras que el menor acababa de decirle, se sentía satisfecho de reconocer que el sentimiento era mutuo, así que sin ser capaz de decir nada, tomó las manos de Chinen, se giró lentamente para quedar frente al menor, tomo aquel pequeño rostro entre sus manos y lentamente se acercó a el para besarlo dulcemente.
Terminado aquel beso, Takaki miró fijamente a Chinen, con esa mirada llena de aquel sentimiento que ambos compartían, después, para alegría de Chinen, aquella sonrisa que tanto amaba apareció de nuevo en el rostro de Takaki, aquella sonrisa que solo le pertenecía a el.
-Hay algo que quiero que sepas-
Dijo Chinen en voz muy baja, tanto que Takaki no logró escuchar bien y solo observó a Chinen completamente confundido.
-¿Eh?-
-Veras… yo-
Takaki pudo observar como el rostro del menor se sonrojaba bastante, aquello le causó un sentimiento extraño, y justo cuando imaginó que Chinen continuaría hablando, este solo rodeo su cuello con sus brazos mientras se ponía en puntillas para lograr alcanzarlo, y sin más, besó a Takaki. Este beso tenía algo diferente a todos los demás, y aunque no podía definir muy bien por que tenía aquella impresión, decidió no pensarlo más y dedicarse al momento, y de inmediato rodeo la cintura de Chinen con sus brazos, pegándolo un poco más a su cuerpo para profundizar aún más aquel beso especial.
Instantes después, ambos dejaron de besarse, y sin hacerse esperar más, Takaki comenzó a devorar lentamente el cuello de Chinen, provocando leves gemidos por parte del menor mientras se aferraba con un poco más de fuerza al cuello de Takaki.
Y mientras Takaki hacía su trabajo, Chinen solo cerró los ojos, le encantaba sentir los labios de Takaki sobre su cuello y en cada parte de su cuerpo, en esos momentos no podía pensar en nada más, para el, todo su mundo era Takaki, y siempre sería así.
Cuando Takaki termino de devorar el cuello de Chinen, volvió a besarlo lentamente en los labios, esta vez con un poco más de pasión en aquel beso, mientras sostenía con ambas manos la cabeza del menor, hundiendo sus dedos en el cabello de Chinen. Por otro lado, aprovechando que Takaki estaba casi semidesnudo, aprovechó para quitarle lentamente la camisa del pijama y comenzó a acariciar suavemente el pecho del mayor.
Después de unos minutos, Takaki se encontraba quitándole a Chinen la playera mientras besaba cada parte de su pecho en el proceso, en cuando ambos se quedaron semidesnudos, se miraron fijamente, después Chinen le sonrió tiernamente a Takaki, aquella sonrisa de la que estaba seguro, era completamente sincera, y sin hacerse esperar más, Takaki abrazó a Chinen por la cintura y comenzó a guiarlo lentamente hacia la cama, después lo recostó con delicadeza, y ya estando completamente sobre de el, lo miro fijamente, de igual forma Chinen observaba a Takaki, ambos se perdieron por completo en aquellas miradas, era como si ambos intentasen decirse algo, pero que no sabían como empezar, así que para romper con aquel silencio, simplemente Chinen le dirigió nuevamente una sonrisa a Takaki, de inmediato este comprendió el mensaje, sabia que debía continuar, y así lo hizo, volviendo a besar al menor tiernamente en los labios, para después volver a devorar aquel cuello y bajar lentamente a aquel torso de piel suave y blanca que tanto disfrutaba saborear.
En cuanto Takaki comenzó a bajar un poco, casi llegando a su cintura, Chinen no pudo evitar el arquear ligeramente la espalda, como deseando que continuara bajando más y más, y así lo hizo, mientras seguía devorándolo, con una mano comenzó a desabotonar el pantalón de Chinen, para después quitárselo de un solo movimiento junto con su ropa interior, dejando al descubierto el ya despierto miembro del menor, y como si se tratase de un dulce que gritaba por ser lamido, Takaki comenzó a lamer lentamente el miembro de Chinen, provocando que este, como respuesta, se aferrara más a las sabanas y dejara salir leves gemidos llenos de placer, el sentir como Takaki devoraba su hombría de esa forma tan deliciosa lo llenaba de placer, el cual se reflejo en el momento en que se corrió por completo, regando su blanco liquido en la boca de Takaki, este al ver terminado aquel trabajo, miro a Chinen de una forma que este jamás imagino ver, una mirada llena de satisfacción al mismo tiempo que lamía el resto de aquel liquido que había quedado en la orilla de sus labios.
En ese momento, Chinen respiraba con esfuerzo, estaba tan agitado y a la vez maravillado por aquella mirada tan sexy de Takaki, pero de inmediato la mirada de Chinen cambió, esta vez estaba lleno de inconformidad, así que incorporándose un poco, le dijo a Takaki en un tono de reproche.
-Esto no es justo-
Y sin darle oportunidad a Takaki de reaccionar, Chinen empujó a Takaki, ahora era el quien se encontraba encima del mayor, y al igual que este lo había hecho, comenzó a besar el cuello de Takaki, intentando dejar pequeñas marcas en el, no le importaba si el mayor le reclamaba después, era solo una forma de decirle a todo aquel que viera a Takaki, que le pertenecía a el.
Tal y como Takaki lo había hecho, Chinen también besó todo el torso de Takaki, y mientras estaba por llegar a la cintura, comenzó a desabrocharle el pantalón, para dejarlo completamente desnudo y al ver el miembro del mayor completamente erecto, Chinen comenzó a introducirlo en su boca, entrando y saliendo una y otra vez acompañado de algunas lamidas que hacían que el cuerpo de Takaki se tensara por completo ante el infinito placer que el menor le proporcionaba, al terminar, Chinen pudo saborear el blanco liquido que Takaki había expulsado, después de esto, volvió a dirigirse al rostro de Takaki solo para besarlo de nueva cuenta, esta vez los besos eran mucho mas profundos y llenos de aquella pasión que los volvía locos, de pronto, y sin que Takaki se lo esperara, Chinen se colocó lentamente sobre el miembro de Takaki, este solo sintió como entraba lentamente en Chinen, el menor le dirigió una mirada que Takaki no supo si era de satisfacción o de algo más, y no tuvo tiempo para analizarla pues Chinen comenzaba a moverse de arriba hacia abajo mientras gemía cada vez más fuerte, y al mismo tiempo Takaki tomaba la cintura del menor, acompañándolo en sus movimientos mientras ambos no dejaban de gemir.
De pronto, Chinen comenzó a acelerar el ritmo, el placer que sentía por todo el cuerpo no tenía comparación, podía casi asegurar que era mucho mayor al de la primera vez que lo había hecho con Takaki. Moviéndose de arriba hacia abajo, cada vez más rápido, mientras gritaba el nombre de Takaki con todas sus fuerzas.
Por otro lado, el mayor sentía que el momento estaba a punto de llegar, estaba realmente ahogándose en tanto placer, jamás pensó que Chinen dirigiera la situación de esa manera, hecho el cual no le molestaba, después de todo era bastante placentero.
Ambos sentían que el momento estaba aproximándose, y moviéndose más rápido, Chinen pudo sentir como el cuerpo de Takaki se tensaba al mismo tiempo que este explotaba en su interior, produciéndole un inmenso placer. Todo había terminado, y antes de separarse del miembro del mayor, Chinen le regalo de nueva cuenta una agotada sonrisa a Takaki, este le correspondió con la misma sonrisa, y después de esto, lentamente Chinen se separó de Takaki solo para dejarse caer encima del cuerpo de este. Los dos estaban completamente bañados en sudor y con la respiración ligeramente agitada, pero con una sensación de completa satisfacción por el placentero momento.
Lentamente, Chinen se acurrucó en el pecho de Takaki, abrazándolo tiernamente mientras recargaba su cabeza en el pecho del mayor, este rodeo a Chinen con sus brazos, y antes de quedarse dormido, logró tomar la sabana y cubrió ambos cuerpos, y antes de cerrar los ojos, Takaki logró escuchar como Chinen murmuraba en sueños.
-Takaki… yo…-
Pero no terminó con aquella frase y solo dejo salir un pequeño suspiro solo para dejarse vencer completamente por el cansancio, En cambio, la curiosidad invadió por completo a Takaki, intentó imaginar lo que Chinen había querido decir, pero ahora estaba demasiado agotado como para querer pensar, así que solo besando la frente de su pequeño amante, se quedó completamente dormido.

A la mañana siguiente, se despertó gracias a los ruidos de alguien que al parecer tenía prisa por vestirse, lentamente abrió los ojos y vio a Chinen quien se vestía lo más rápido que podía.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó Takaki aún con sueño mientras se incorporaba lentamente.
-Hasta que al fin despiertas, si no nos damos prisa llegaremos tarde-
-¿Tarde?-
Preguntó confundido, al parecer el sueño no lo dejaba pensar bien.
-¡¡Tenemos clases!! ¡¡Clases!!-
Le dijo Chinen un poco desesperado mientras salía de la habitación rápidamente, esto hizo que Takaki reaccionara, miró su reloj, era realmente tarde, si no se daba prisa llegaría realmente tarde. No había tiempo para bañarse, así que quitándose las sabanas de encima, salió de la cama, busco en su cajón su ropa interior limpia, tomo su uniforme que se encontraba regado por el piso, y mientras se acomodaba el cuello de la camisa se miró al espejo, ahí pudo ver la pequeña marca que Chinen le había dejado la noche anterior, pero no tenía tiempo de reclamarle ahora, así que tomó su bufanda y se la puso alrededor del cuello intentando cubrir aquella marca por completo.
En cuanto salió vio que había un vaso con leche sobre la mesa, Chinen estaba colgándose su mochila al hombro.
-¡Date prisa Takaki!-
Le dijo en tono desesperado. Este sin responder bebió la leche lo más rápido que pudo, tomo su mochila y alcanzo a Chinen quien ya se encontraba fuera del departamento mientras observaba impaciente su reloj.
-Listo, no te desesperes-
Dijo Takaki para intentar tranquilizar al menor el cual no dejaba de mirar el reloj.
-De acuerdo…-
Respondió tratando de calmarse, después se percato de que Takaki llevaba una bufanda.
-¿Qué tienes frio? Estamos en plena primavera y tu con bufanda-
Takaki no le dijo nada y solo le dirigió una fría mirada, de pronto Chinen recordó lo que había hecho y solo dejo salir una sonrisita burlona.

Después de haber corrido con todas sus fuerzas, llegaron justo en el segundo en que sonaba el timbre que anunciaba el inicio de clases, y sin despedirse, Chinen corrió a toda velocidad hacía su salón, lo mismo hizo Takaki.

Para fortuna de Takaki, la profesora aún no había llegado, así que dejo salir un gran suspiro en cuando estuvo sentado en su lugar, segundos después Yabu se acerco a el.
-Me sorprende que llegues tarde, ¿Paso algo?-
Takaki miró a Yabu y después respondió.
-Solo me quede dormido-
-¿Te sientes bien? ¿Estas resfriado?-
Preguntó Yabu en tono preocupado, Takaki comprendió que la razón de aquella pregunta era a causa de la bufanda que llevaba puesta, así que no le quedó más opción que mentir.
-Ah… si… un poco supongo-
Respondió mientras desviaba ligeramente la mirada.
-No debiste venir si estas enfermo-
Le dijo Yabu aún preocupado.
-No es nada grave, estaré bien-
-De acuerdo, si tu lo dices-
Takaki pudo ver como Yabu le sonreía, en ese momento recordó a Chinen y sin darse cuenta, sonrió el también, dejando un poco sorprendido a Yabu, después este comenzó a conversar con el de otras cosas, mientras escuchaba lo que Yabu le decía, pudo sentir como alguien lo observaba y de forma instintiva miró a Hikaru, quien efectivamente lo observaba muy serio, Takaki casi podía jurar que el chico lo miraba con desprecio, y esto pudo haber continuado de no ser por que al fin la profesora al fin entró al salón dando así comienzo a las clases.

En todo el transcurso de la mañana, Takaki no podía dejar de pensar el por que Hikaru lo había mirado de esa forma, después de todo ni siquiera se llevaba ni bien ni mal con el como para imaginar que le había hecho algo malo, y después de unas cuantas horas, pensó que tal vez solo se trataba de su imaginación y decidió no darle demasiada importancia.
Así fue como la primera mitad del día transcurrió, llegando así la hora del almuerzo, para esa hora el sol se encontraba en todo su esplendor, y por consecuencia hacia demasiado calor, deseaba poder quitarse aquella molesta bufanda, sentía que se sofocaba, pero no podía hacerlo, así que tan solo se limitó a quitarse el suéter del uniforme, quedándose así solo con la camisa y aquella molesta bufanda.
-¿Si tienes tanto calor por que no te la quitas?-
Le preguntó Yabu al ver la cara acalorada de Takaki.
-No, así estoy bien-
Y sin más que decir, se levantó y salió del salón, y justo en la puerta se topo con Chinen, quien ya estaba ahí listo para ir a desayunar con el. Al notar el acalorado rostro de Takaki, Chinen no pudo evitar molestarlo un poco.
-Hace demasiado calor, ¿Por qué no te quitas eso?-
Dijo señalando la bufanda, Takaki se limito a dirigirle una fría mirada y no responderle, lo cual no había falta puesto que Chinen sabía muy bien el por que Takaki no se la quitaba, y eso le causaba cierta satisfacción.
Ambos caminaban juntos por el pasillo rumbo a la cafetería, cuando se toparon con Hikaru, el cual chocó accidentalmente con Takaki, este se disculpo pero solo recibió a cambio, de nueva cuenta, la fría mirada de Hikaru, Chinen se dio cuenta de eso y no pudo evitar preguntar.
-¿Le hiciste algo a ese chico?-
-No, pensé que era mi imaginación pero ahora estoy convencido de que esta molesto por algo-
Respondió Takaki con su seriedad habitual mientras seguía caminando.
-A lo mejor solo tiene un mal día, ¿No lo crees?-
-Puede ser-
Y sin más que pensar, ambos compraron su desayuno y se dirigieron al jardín de la escuela, refugiándose en el lugar más lejano de la escuela.
-Ya te la puedes quitar, aquí nadie va a verte-
Le sugirió Chinen con una sonrisa traviesa mientras señalaba la bufanda que llevaba Takaki, este sin pensarlo dos veces, se la quito, dejado al descubierto aquella marca. Al verla, Chinen no pudo evitar el reírse un poco, esto puso a Takaki un poco incomodo y solo le dijo en un tono de voz fría.
-Cuando se te ocurra hacer algo como esto de nuevo lo pagaras muy caro-
-¿A si? Me gustaría saber como me harás pagar-
Lo reto mientras le daba una mordida a su bola de arroz, Takaki solo lo miró fríamente y al igual que Chinen, también se dispuso a desayunar, mientras disfrutaba del viento fresco, debía aprovecharlo puesto que tendría que volver a ponerse aquella molesta bufanda de nuevo más tarde.

Mientras tanto, Hikaru se encontraba conversando muy alegremente con sus compañeros, de pronto Yabu se acercó a el, y con un tono de voz bastante frío se dirigió a el.
-Ven un minuto-
Y dándose media vuelta se alejo del lugar, Hikaru se puso de pie y disculpándose con sus compañeros partió detrás de Yabu. Este se detuvo en uno de los pasillos en donde no se encontraba nadie.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó Hikaru como si nada.
-Quiero que dejes aquella actitud para dirigirte a Takaki, el no tiene nada que ver con lo que tu viste ayer, si quiero llorar o sufrir no tiene nada que ver contigo y por ende no tienes por que desquitarte con Takaki, si continuas con esa actitud comenzaré a pensar que no eres mi amigo-
Le dijo Yabu mientras miraba fríamente a Hikaru, el cual agacho un poco la cabeza y dijo en voz baja.
-¿Y quien dijo que quiero ser tu amigo?-
Al escuchar esto, Yabu se sorprendió por completo, pero antes de poder decir algo, Hikaru lo abrazó con ternura y le susurro al oído.
-De acuerdo, hare lo que me pides, pero a cambio quiero que lo olvides de verdad, no importa cuanto tiempo te tome, yo estaré aquí esperándote-
Y sin más, se separó de Yabu y regreso al salón, dejando al chico completamente sorprendido y ligeramente ruborizado, la voz de Hikaru pasaba una y otra vez por su cabeza y eso lo confundía bastante.

Después de esto, las clases continuaron, Chinen le había dicho a Takaki que no era necesario que lo esperara, debía quedarse después de clase para arreglar unas cosas, pero había prometido ir a su casa más tarde, a lo cual Takaki acepto sin más opción.
Mientras tanto, Yabu no lograba concentrarse, cada vez que intentaba ver hacia el pizarrón para tomar sus notas, su mirada se dirigía hacia la espalda de Hikaru, quien de repente estaba bromeando con su compañero de a lado, esto realmente lo tenía confundido.

Al termino de las clases, Takaki guardo sus cosas y salió del salón, ahora tenía que volver solo, moría por llegar a casa y quitarse aquella bufanda que lo sofocaba, pero justo cuando llegaba a la salida, vio a alguien de pie recargado en la pared, aquel chico se le hizo conocido, era ese tal Ryosuke, ¿Acaso intentaba molestar de nuevo a Chinen?
Sin darle la menor importancia, paso frente a el como si no existiera, pero el chico al ver a Takaki lo llamo.
-Disculpa… tu eres Takaki-kun… ¿Cierto?-
Takaki se detuvo y se giró para ver al chico, el cual lo miraba un poco serio.
-Quisiera hablar contigo-
Takaki miró un poco incrédulo a Ryosuke y después le respondió.
-Bien, yo también quiero hablar contigo-