Capitulo 9
-Yo… no nací en una familia común, justo después de que nací asesinaron a mi madre debido a los problemas de mi padre-
Ryosuke miró sorprendido a Yuto, sin embargo no dijo nada y continuó escuchando.
-Desde ese día mi destino fue decidido de la peor manera, fui educado por los sirvientes de mi padre, ¿Haz escuchado hablar del clan Nakajima?-
Ryosuke estaba atónito.
-Los… ¿Los yakuzas?-
Yuto asintió con la cabeza, después continuo.
-Yo fui educado por sus fieles sirvientes, mientras mi padre se dedicaba a los negocios sucios, a robarle a sus enemigos, de engañar gente, ganar territorios y tratar de enseñarme todo aquello, pero para su desgracia yo no nací con esa fuerza y ese coraje, por lo que se empeño en inculcarme de la peor manera lo que debería hacer, torturando gente delante de mi, golpeándome cada que hablaba con voz débil, encerrándome cuando sonreía a la gente y era amable, haciéndome entender a su manera que debería de ser como él.
Sin embargo, no lo conseguía, yo odiaba todo aquello, sus métodos para hacer las cosas, su forma de conseguir dinero a la mala, de matar gente si era necesario. Para mi fortuna, Yabu siempre estuvo a mi lado, desde que yo era pequeño cuido de mi, me enseñó muchas cosas, es por eso que todo lo que enseñan en la escuela ya lo sé, Yabu me lo enseño, Takaki fue el encargado de enseñarme las artes marciales, pero siempre que mi padre los sorprendía tratándome con amabilidad, a ambos los golpeaba, después me castigaba sin comer y completamente aislado, así viví todos estos años, cargando en mis hombros la responsabilidad obligada de hacerme cargo de todo algún día, de continuar con toda una dinastía de crímenes.
Yo no deseaba tal cosa, anhelaba ser libre, siempre había intentado escapar por mi cuenta pero nunca funcionaba, hasta que un día Yabu decidió ayudarme, arriesgo su vida para que yo lograse salir de ese lugar, me dijo que debía esconderme y no volver nunca, sin embargo yo juré volver por él, tengo que pagarle toda su amabilidad de alguna manera, y nada es mejor que dándole su libertad, igual a Takaki, sin embargo no puedo hacerlo ahora, todos me están buscando, mi familia y los sirvientes de mi padre están en constante alerta, sé que él debe estar furioso, pero si debo quedarme en ese lugar para sacar a Yabu y a Takaki de ahí lo voy a hacer, sé que tengo que hacer algo y no pienso permitir que ese sujeto sin alma ni piedad continúe haciendo lo que se le viene en gana, no con mis amigos, con la gente que quiero, después de todo aún es su culpa que mamá haya sido asesinada tan cruelmente-
Ryosuke miró fijamente a Yuto, no dijo una sola palabra, solo observaba la furia, el odio, el coraje que se reflejaban en su mirada, de cómo luchaba por contener las lágrimas, como apretaba con fuerza su puño al recordar todas esas cosas.
-¿Crees que realmente vale la pena que les salves la vida a tus amigos arriesgando la tuya?-
Preguntó con voz firme mientras miraba a Yuto fijamente a los ojos, este miró a Ryosuke con furia.
-¡¡Ellos son mis amigos!! ¡¡Son importantes para mi!! ¡¡Alguien como tú jamás comprenderá ese sentimiento por que tu no quieres a nadie!!-
Estaba demasiado enojado por el comentario de Ryosuke, además de que la furia de recordar todo aquello no lo dejaba pensar con claridad lo que estaba diciendo, no se daba cuenta que con estas palabras estaba lastimando a Yamada, su intención no era esa pero el daño estaba hecho.
Sin embargo Ryosuke, como de costumbre, solo esbozó una sonrisa burlona y le dijo con tranquilidad.
-Tienes razón, yo no se querer, jamás he querido por que nadie me quiere tampoco, no tengo por que dar algo que jamás se me ha dado. Sin embargo tu forma de pensar las cosas es demasiado estúpida, ¿No te das cuenta de que echaras a la basura todo lo que tus amigos han hecho por ti?-
Yuto se quedó callado, acababa de comprender la dureza de sus palabras y la forma en la que Ryosuke le había respondido. Tenía razón, Yabu se arriesgo para dejarlo libre, para permitirle huir, de igual forma Takaki puso de su parte, no era justo querer volver solo para dejarlos en libertad y volver a aquel lugar, estaría pagando mal los esfuerzos de ambos chicos. Pero tampoco consideraba conveniente seguir con su vida normal, como si nada hubiese sucedido mientras sus amigos siguen ahí dentro.
-Es que yo…-
Dijo Yuto con voz débil mientras bajaba la mirada, sentía como sus ojos se llenaban de lágrimas, pero no deseaba llorar, no ahora.
-Tú no piensas bien las cosas, no sabes valorar lo que la gente hace por ti ¿Y así te atreves a echarme en cara que yo no quiero a nadie? Tú no eres muy diferente-
Dijo Yamada con una sonrisa burlona mientras se recargaba por completo en el respaldo de aquella silla.
-Te equivocas…-
Dijo Yuto en voz baja.
-¿En que me equivoco? Dímelo, quiero escucharte-
Lo retó Ryosuke mientras se cruzaba de brazos.
-Tu vida y la mía son completamente diferentes, a ti no te falta nada, nadie te obliga a hacer lo que no quieres, nadie te somete ni te grita-
Respondió Yuto con voz desafiante mientras miraba a Ryosuke.
-Si, tienes razón, pero al menos alguien pensaba en ti para algo, al menos tu padre te tiene en consideración para continuar con la dinastía de tu familia y se dedicó a entrenarte, de la forma que haya sido, a mi mis padres ni siquiera me conocen, crecí con gente que no eran mis padres, solo sirvientas a mi alrededor cambiando mis pañales y alimentándome mientras murmuraban “Pobre niño”
Desde pequeño solo he recibido lástima de la gente, tú al menos tienes la amistad sincera de tus amigos, yo no tengo nada, y quieres tirar a la basura lo que aquellos amigos que tanto te quieren hicieron por ti sin ponerte a pensar en otra solución, eres un completo idiota-
Yamada estaba serio, las manos le temblaban y la voz también, Yuto lo observó perplejo, sin saber que decir, no sabía nada de eso, tal vez lo había imaginado, pero no había escuchado a Ryosuke expresarse así de su propia vida, de sus padres.
-Yo… lo siento…-
Dijo Yuto con tristeza mientras veía a Ryosuke, este bufo y río burlonamente.
-¿Qué es lo que sientes? No es tu culpa, además expresaste lo que piensas de mi, lo cual me demuestra que no eres un hipócrita, sin embargo si vas a tenerme lástima como toda la gente de esta casa mejor sal de aquí, no quiero seguir viendo tu triste mirada que solo es por compasión hacia mi-
Esta vez la voz de Yamada era fría al igual que su mirada, Yuto continuaba perplejo, al igual que él, Ryosuke también había sufrido, aunque de manera diferente, lo que él sufrió con golpes, humillaciones y encierros, Yamada lo paso con la frialdad de sus padres, el sentimiento de lástima de toda la gente que lo rodea y sobre todo del peso de la soledad.
-De acuerdo, no sentiré lastima por ti, en lo absoluto, no deseo molestarte con algo tan inútil-
Le dijo Yuto con serenidad.
-¿Ah si? ¿Entonces que vas a sentir por mi?-
Preguntó Yamada con cierto tono de burla.
-Aún no lo sé… puedo llegar a sentir tantas cosas… que no puedo decirlo ahora, solo sé que por este tiempo que voy a estar aquí, te prometo que nunca sentiré lástima ni compasión por ti-
Ante la seguridad en las palabras de Yuto, no tuvo más opción que sonreír, pero esta vez fue una sonrisa melancólica. Al verlo, Yuto quiso decir algo, sin embargo no pudo, puesto que de inmediato Ryosuke se puso de pie y caminó hacia la ventana, dándole la espalda mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia el enorme jardín.
-Dices que… puedes llegar a sentir tantas cosas… todo menos lástima y compasión… no estoy seguro si deba confiar en tus palabras-
Yuto observó fijamente a Ryosuke, pudo darse cuenta de cómo sus hombros se tensaban un poco, ¿Acaso se estaba conteniendo para no llorar?
Siempre era algo muy radical el estado de ánimo de Ryosuke, de un momento estaba bien, después insoportable, luego frío y ahora melancólico.
-De una cosa estoy seguro…-
Dijo Yuto mientras se ponía de pie y comenzaba a acercarse hacia Yamada, este no dijo nada, ni siquiera se movió, solo espero a que Yuto continuase hablando.
-Creo que nunca voy a terminar de entenderte… eres tan… extraño-
Sorprendido por tal declaración, se giró rápidamente, se llevó una gran sorpresa al ver a Yuto de pie justo detrás de él, sin embargo trató de ocultarlo y habló.
-¿Extraño? ¿Yo? ¿A que te refieres con extraño?-
Ante la expresión de enojo en el rostro de Ryosuke, Yuto solo sonrió.
-A esto precisamente-
Dijo mientras tocaba con uno de sus dedos la mejilla de Ryosuke, este parecía aún más confundido, así que Yuto continuo hablando.
-Me refiero a tu cambio de humor tan drástico, cambias a cada minuto, eres extraño pero… divertido-
Ahora Yuto sonreía ampliamente, Ryosuke al ver su sonrisa no sabía bien que decir, lentamente Yuto alejó su dedo del rostro de Ryosuke y continuo sonriendo.
-¿Y dices que yo soy raro? Pues tu no pareces alguien que acaba de contar su obscuro pasado, ríes como un demente-
Se defendió Yamada mientras se cruzaba de brazos y desviaba la mirada.
-Sólo tú puedes hacer que sonría así después de haber recordado aquellos días-
Ryosuke ya no supo que decir, simplemente se perdió ante la serena mirada de Yuto.
-No… no digas cosas tan… ridículas, haces que me den escalofríos… ¡AH! ¡TENGO HAMBRE!-
Gritó de la nada después de aquellas palabras, Yuto solo lo observó y sonrió.
-Pero si no tiene mucho que comiste-
Dijo Yuto con tranquilidad y un poco de asombro.
-No me importa, quiero algo de comer e iré por ello, así que… solo hazte a un lado-
Le dijo con su típico tono de voz, sin embargo Yuto no se movió, y justo cuando Ryosuke estuvo más cerca de él lo miró con calma.
-Te dije que te hicieras a un lado-
Reprochó con cierto fastidio, sin embargo Yuto extendió su brazo y le dijo.
-Tienes todo este espacio para pasar, no tengo por que quitarme-
La sonrisa en el rostro de Yuto hizo enfurecer a Ryosuke. Esto solo resultaba ser más divertido para Nakajima, sin embargo sabía que el mayor estaba a punto de explotar, así que sin más mejor decidió ceder.
-De acuerdo, anda, pasa-
Dijo después de ver la mirada furiosa de Yamada, sin embargo no dejaba de ser una situación bastante divertida para él.
-Te crees muy gracioso ¿no es así? Pues bien, ya veremos quien ríe al último-
Le dijo Ryosuke mirándolo, esta vez con una sonrisa burlona.
-Descuida, no tengo intensión en caer en otro de tus juegos, no hasta que esto desaparezca-
Esta vez la voz de Yuto era ligeramente más seria, observó fijamente a Ryosuke mientras señalaba aquella marca en su cuello.
-¿Aún estas molesto por eso? Deberías superarlo-
Dijo mientras continuaba con su camino, estaba por salir de la habitación cuando se detuvo, abrió la puerta y se giró para ver a Yuto.
-¿No vas a venir?-
Yuto lo miró extrañado.
-¿A dónde?-
-Dije que tengo hambre, así que saldré a comprar algo y tú tienes que venir conmigo-
Dicho esto, Ryosuke salió de la habitación, Yuto suspiró profundo e hizo lo mismo.
-¿Por qué tengo que acompañarte?-
-Porque quiero-
Respondió Ryosuke con tranquilidad mientras continuaba caminando, Yuto caminaba detrás de él.
-¡¡Puedes dejar de seguirme!!-
Gritó Yabu desesperado, desde hace un buen rato que Takaki lo seguía y eso le molestaba demasiado.
-No te estoy siguiendo a propósito, ¿Acaso olvidas que vamos hacia el mismo lugar?-
-No lo creo, yo no voy a la casa así que deja de seguirme, ya te dije que me dejes en paz-
Takaki observó curioso a Yabu.
-¿Si no vas a la casa entonces a donde te diriges?-
-Eso no te importa, solo aléjate de mi-
Dicho esto, Yabu dio media vuelta y comenzó a caminar a paso apresurado.
-¡No te metas en problemas!-
Le gritó Takaki mientras observaba como se marchaba, sin embargo Yabu no respondió y continuo con su camino.
-Estúpido Takaki…-
Murmuró mientras continuaba caminando de prisa.
-¿A dónde vamos exactamente?-
Preguntó Yuto mientras miraba por la ventana.
-A un lugar en donde vendan Takoyaki-
-¿Quieres Takoyaki?-
Preguntó Yuto extrañado mientras miraba a Ryosuke.
-¿Qué? ¿Tiene algo de malo?-
Preguntó con fastidio.
-No… pero… ¿Sabes a donde ir?-
Ryosuke negó tranquilamente con la cabeza. Yuto dejó escapar un pesado suspiro y se dirigió al chofer.
-¿Puede detenerse aquí?-
-Pero…-
-Por favor, yo me encargaré de llevarlo a pie, solo espérenos por aquí-
El chofer miró nervioso a Yamada, este solo estaba con una expresión de fastidio mirando por la ventana, así que sin más se estacionó.
Yuto fue el primero en bajar del auto, rodeo hasta abrir la puerta para que Ryosuke bajara.
-Si no bajas el Takoyaki no llegara aquí solo-
Dijo con una sonrisa, Ryosuke lo miró con cierto fastidio y sin más bajó del auto.
-Espero y sepas a donde ir, no tengo ánimos de caminar-
Su fastidio era totalmente evidente, tal que se cruzó de brazos y desvió la mirada.
-Tranquilo, esta vez si sé bien a donde ir-
Miro curioso a su alrededor y con voz triunfante dijo.
-Es por aquí-
Así, sin más, comenzó a caminar.
-¡Espera un segundo!-
Dijo Yamada en voz alta, Yuto se detuvo en seco y se giró para verlo.
-¿Ocurre algo malo?-
En respuesta Ryosuke solo carraspeo con la garganta, entonces Yuto entendió el mensaje.
-Oh… lo siento, lo olvidé-
Dijo torpemente y espero a que Ryosuke empezara a caminar, no entendía por que el chico se empeñaba en ir siempre adelante, pero no había remedio, no deseaba hacerlo enojar por algo tan trivial.
-¿Hacia dónde vamos?-
Preguntó con su típico tono de voz.
-En la siguiente esquina dobla a la derecha-
Le indicó Yuto con una sonrisa, Ryosuke arqueó la ceja, se cruzó de brazos y siguió la indicación de Yuto.
-¿En verdad sabes a donde ir?-
Preguntó Yamada desde adelante con cierto tono de fastidio.
-Si sé, pero es complicado si voy detrás de ti-
-¿Y que sugieres?-
Preguntó con total fastidio mientras se detenía y se giraba para ver a Yuto.
-Bueno, ¿por qué no caminamos a la par?-
Sugirió Yuto. En forma de respuesta, Ryosuke frunció el ceño y dejó escapar un suspiro de fastidio.
-De acuerdo…-
Dijo al fin sin muchos ánimos. Yuto se acercó y se detuvo a su lado.
-Es por aquí-
Dijo señalando el camino, de mala gana Ryosuke comenzó a caminar y ahora Yuto iba junto a él.
Poco después llegaron a un pequeño parque.
-Te dije que quería Takoyaki, no venir a un parque-
Se quejó Ryosuke mientras se detenía.
-Eso ya lo sé, por eso te traje, los venden de aquel lado-
Le dijo Yuto mientras señalaba hacia el otro extremo del parque.
-Yo no voy a caminar más, así que ve tú, yo te esperaré aquí-
Dicho esto, Ryosuke tomó asiento en una banca, se cruzó de brazos e ignoró a Yuto, este, resignado continuo caminando hacia el otro extremo del parque.
Mientras Ryosuke esperaba, miró curioso a su alrededor, no había mucha gente, solo unos pocos niños jugando. De pronto, observó como la madre de uno de ellos llegaba, el niño corrió hacia su madre, abrazándola, después ambos se marcharon tomados de la mano. Ryosuke no pudo evitar el dejar escapar un pesado y doloroso suspiro mientras observaba, tan concentrado estaba en su propia melancolía que no se dio cuenta de la presencia de Yuto.
-Aquí esta tu Takoyaki… deja de pensar en cosas tristes y come, te sentirás mejor-
Lentamente dirigió su mirada hacia Yuto, tomó el recipiente con el Takoyaki y sonrió débilmente.
-Gracias…-
Después de esto, Yuto se sentó a su lado y comenzó a comer.
-De haber sabido que te ibas a poner melancólico no te hubiese traído a este lugar-
Dijo Yuto con resignación.
-Yo no estoy melancólico-
Reclamó mientras desviaba la mirada.
-Si no lo estas entonces deja de llorar-
Le dijo Yuto con una sonrisa.
-¡¡Yo no estoy llorando!! ¡¿Acaso no ves bien o qué?!-
Ante el grito de Ryosuke, lo único que hizo Yuto fue observarlo fijamente.
-Bueno, ahora estas enfadado, creo que vamos progresando-
-¿Eh?-
Dijo sorprendido.
-¿Acaso querías hacerme enojar o que?-
Preguntó con fastidio mientras comía.
-A decir verdad no sabía si te ibas a enojar o simplemente ignorarme, pero al menos has dejado de pensar en aquello que te tenía melancólico, ahora lo único que ocupa tu mente es tu enojo conmigo, lo cual es mejor-
-¿Ha?-
Exclamo confundido.
-Olvídalo, mejor come, se hace tarde y tenemos que volver-
Yuto sonrió y desvió su mirada hacia el frente mientras continuaba comiendo, Ryosuke lo observó por unos segundos, después continuo comiendo.
Caminaba por la calle sin rumbo alguno, deseaba estar solo, se sentía mal, extraño, esperaba que Takaki continuara siguiéndolo, si tanto se preocupaba por él como siempre le decía debería estar con él aunque le hubiese gritado que lo dejara en paz.
Ya cansado de tanto caminar, llegó a un pequeño parque, conocía aquel lugar, cuando Yuto era pequeño iba con él y con Takaki a escondidas.
“-Siempre lo arriesgabas todo para ver a ese mocoso feliz…-”
Pensó mientras observaba como unos niños jugaban. Decidió tomar asiento en una banca, miró a su alrededor lentamente, hasta que logró ver algo que no se esperaba. A lo lejos, del otro lado del parque estaba Yuto, conversando muy sonriente con un chico.
-Ese debe ser el hijo de los Yamada-
Murmuró mientras trataba de observar fijamente.
-Terminé, vámonos de aquí-
Dijo Ryosuke mientras se ponía de pie y dejaba su basura sobre aquella banca.
-Espera un segundo-
Dijo Yuto mientras lo tomaba del brazo.
-¿Qué?-
Preguntó con fastidio.
-Esto tiene su lugar, así que tómalo de nuevo y llévalo a los botes de allá-
Le indicó mientras le señalaba el lugar.
-No voy a ir, ve tú-
Yuto rió burlonamente y le dijo.
-No voy a consentir tanto tus caprichos, estas lo suficientemente grande cómo para hacerlo tú mismo, ¿O acaso tengo que enseñarte en dónde se tira la basura?-
Ante semejante pregunta, Yamada miró con fastidio a Yuto.
-¿Así que no vas a consentir todos mis caprichos?-
Preguntó con una sonrisa burlona.
-No-
Respondió Yuto con tranquilidad, terminó de comer su Takoyaki, se puso de pie y caminó hasta llegar y dejar su basura en el bote correspondiente.
-Es fácil, supongo que podrás hacerlo-
Con fastidio, Ryosuke caminó hacia donde estaba Yuto y tiró su basura, este con una sonrisa traviesa le dijo.
-¿Ves? No era tan difícil-
Dicho esto, le dio una palmada en el hombro a Ryosuke, estaba por marcharse cuando este lo tomó del brazo y con un movimiento brusco acercó a Yuto a su rostro.
-Ya veremos quien ríe al ultimo Yuto-kun-
Yuto estaba sorprendido, en el fondo estaba deseando que Yamada no fuese a hacer nada vergonzoso, que solo llegara hasta ahí, pero justo cuando noto que el mayor miraba a su alrededor, pudo darse cuenta de sus intensiones, pero para eso fue demasiado tarde, puesto que cuando estaba a punto de alejarse, Ryosuke lo tomó con más fuerza, jalándolo hacia él y así depositó un corto beso sobre sus labios, al separarse un poco, solo sonrió y dijo con una sonrisa triunfante.
-Es hora de irnos-
Completamente avergonzado y sintiendo las miradas de la gente se apresuró a seguir a Ryosuke, quien ya iba un poco adelantado, caminaba con una sonrisa, mientras que Yuto intentaba ocultar su sonrojado rostro.
-Vaya, vaya… esto si que es una gran sorpresa…-
Murmuró Yabu mientras se recargaba por completo en el respaldo de aquella banca y se cruzaba de brazos, al mismo tiempo una sonrisa burlona se dibujo en su rostro.
-Me esperé de todo menos algo así, esto va a resultar aún más fácil de lo que me imaginaba-
Dicho esto, comenzó a reírse, ahora sabía muy bien lo que podía hacer, no importaba como, tenía que hacer sufrir a Yuto de una forma o de otra, y ahora tenía las cosas mucho mas sencillas.
-Podemos irnos-
Dijo Yamada al chofer mientras entraba al auto, este espero a que Yuto entrara, fue entonces que arrancó y comenzaron el camino de regreso.
-No tenías por que hacer algo así-
Le dijo Yuto con una molestia más que evidente, Ryosuke lo miró con atención y burlonamente le dijo.
-¿Algo como que? No hice nada malo-
-¡Por supuesto que si! ¿No te das cuenta de que había mucha gente… viendo?-
Al hacer esta pregunta, Yuto se sonrojó un poco, pero aún conservaba su expresión molesta.
-¿Y eso qué? Nadie de ahí me conoce así que no me importa, ¿Por qué te preocupa tanto eh?-
-No es que me preocupe… es que no me gusta… que la gente vea…-
-¿Huh? ¿No quieres que la gente vea como juego contigo? Que divertido eres Nakajima-
Esta vez Ryosuke dejó escapar una amplia carcajada mientras Yuto se molestaba por eso.
-Para ti es muy divertido, porque solo es un juego, pero te pido de favor que guardes tus jueguitos para otro tipo de ocasiones y no lo hagas en público ¿quieres?-
Enojado, se cruzó de brazos y se giró para ver por la ventana. Ryosuke solo lo miró con un poco de interés, trataba de darle un sentido a lo que Yuto acababa de decirle, cuando al fin pensó en algo, se acercó a él, y sin que se diera cuenta, le susurró al oído.
-Osease que puedo hacer lo que yo quiera siempre y cuando sea en privado-
Yuto se sorprendió al escuchar estas palabras tan cerca de su oído, al mismo tiempo la suave respiración de Ryosuke sobre su cuello lo estaba poniendo ligeramente nervioso.
-¿Has escuchado alguna vez aquel dicho que dice “Cuidado con lo que deseas”?-
Estaba demasiado nervioso como para reaccionar, ni siquiera se atrevía a girarse, sabía que si lo hacía Ryosuke volvería a besarlo y no deseaba darle semejante espectáculo al chofer, ya tenía suficiente con lo que la gente del parque habían visto.
-Tomaré tu silencio como un “si”, luego no te quejes-
Dicho esto, se alejó y miró por la ventana, sonriendo traviesamente, estaba completamente seguro de que Yuto estaba nervioso, por eso no había respondido, eso lo tenía verdaderamente satisfecho.
-Te tengo en mis manos Yuto-
Murmuró para sí mientras miraba por la ventana, sin embargo el menor estaba tan nervioso, pensando en las palabras de Ryosuke que no fue capaz de escuchar lo que este había murmurado.
De pronto, pudo sentir un fuerte “boom” dentro de su pecho.
“-¿Qué significa esto?… ¿Por qué me siento tan nervioso?-”
Pensó mientras tocaba su pecho.
Takaki se encontraba conversando con unos chicos, mismos miembros de la banda, cuando Yabu llegó, demasiado sonriente, lo cual llamo en demasía la atención de Takaki, el cual no dudó en dejar su platica para acercarse a él.
-Llegaste temprano-
Ante el comentario de Takaki, Yabu se detuvo y se giró para verlo con fastidio.
-¿Y? ¿Ahora me vas a regañar por llegar temprano?-
-No, solo que pensé que estarías en el bar, como de costumbre-
Dijo Takaki tímidamente.
-¿Qué? ¿Ahora crees que soy un alcohólico? Deja de molestarme quieres, tengo cosas que hacer-
Así, Yabu continuo con su camino, Takaki lo observó, se sentía preocupado, pensó en seguirlo, pero sabía que solo así lograría molestarlo, así que mejor regreso con aquellos compañeros, tratando de aclarar sus pensamientos y preocupaciones.
Cuando estuvo alejado de Takaki, sacó su teléfono móvil del bolsillo de su pantalón y marcó un número, cuando esa persona respondió dijo.
-¿Qué tal? Soy yo, Kota… me alegra que aún me recuerdes… sabes, ¿recuerdas el favor que me debes?… bien, necesito de tu ayuda para algo importante… solo te digo que saldrá mucho dinero de esto, ¿puedo contar con tu ayuda?… bien, te veo en una hora en el bar de siempre-
Así, colgó y con una gran sonrisa en el rostro comenzó a caminar hacia su habitación. Tan satisfecho se sentía que no había notado que alguien lo había escuchado.
Takaki y los demás chicos de la banda se encontraban conversando amenamente, aunque solo fuesen tonterías estaban pasando un rato agradable. De pronto, uno se acercó y comentó con curiosidad.
-Al parecer uno de nosotros planea cosas a nuestras espaldas, hay que tener cuidado y avisarle al jefe-
-¿Qué dices? ¿Quién es el maldito traidor?-
Preguntó uno de ellos, lucía molesto.
-Hace poco escuché a Yabu teniendo una conversación muy sospechosa, le pidió a alguien ayuda para algo importante, algo con lo que piensa sacar mucho dinero, tengo el presentimiento de que planea traicionarnos a todos-
Al escuchar estas palabras, Takaki se puso de pie de inmediato.
-¿Qué pasa Takaki? ¿Tú también tienes algo que ver con ese asunto?-
Preguntó uno de ellos, mirando sospechosamente a Takaki.
-No… es sólo que acabo de recordar algo importante, nos vemos luego-
Dicho esto, se alejó rápidamente.
-Ese muchacho también luce sospechoso ¿no lo creen?-
Comento uno de ellos, todos se quedaron pensativos, de pronto uno más habló.
-Descuida, Takaki es demasiado leal o demasiado estúpido como para traicionarnos, en cambio, el otro muchacho, Yabu, hay que vigilarlo muy de cerca y al primer movimiento en falso que haga… lo matamos-
Todos estuvieron de acuerdo con eso y se quedaron en silencio.
Cuando al fin llegó al dormitorio de Yabu, tocó desesperadamente la puerta, instantes después el mayor salió, preguntando con fastidio.
-¿Qué quieres ahora?-
-¡Es lo mismo que me pregunto yo Yabu! ¿Qué es lo que quieres?-
-No se de que estas hablando, mejor hazte a un lado, voy a salir-
Dijo con fastidio, intentando hacer a Takaki a un lado.
-¡No voy a dejar que vayas a ningún lado hasta que me digas lo que estas planeando!-
Exclamó Takaki bastante desesperando, bloqueándole por completo la salida a Yabu, este, molesto, le gritó.
-¡¡Tú no eres nadie para decirme lo que puedo o no hacer!!-
-¡¡Me preocupo demasiado por ti por eso lo hago!!-
Le respondió Takaki, elevando su tono de voz también.
-¡No necesito que te preocupes por mí! Así que hazte a un lado o si no tendré que quitarte a la fuerza-
-¿Y que vas a hacer? ¿golpearme?-
Pregunto mientras se aferraba más a bloquearle la salida a Yabu.
-No me retes-
-Por favor Yabu, entiende, no hagas una tontería, todos han comenzado a-
Justo cuando Takaki decía estas palabras, Yabu le dio un fuerte golpe en el estomago, sacándole todo el aire.
-Ya te dije que no necesito que me cuides, así que ahora quítate-
Le dijo con frialdad, lo tomó de ambos hombros y lo hizo a un lado con brusquedad.
-Ya-bu…-
Dijo con esfuerzo mientras se dejaba caer al suelo, aquel golpe había sido demasiado fuerte, tal que las fuerzas se le habían ido, así que solo pudo observar como Yabu se alejaba rápidamente hasta salir de su vista.
Cuando al fin llegaron a casa, Ryosuke fue el primero en bajar del auto, Yuto decidió esperar a que este entrase, después salió lentamente.
-¿Se encuentra bien?-
Le preguntó el chofer al verlo bajar con aquella expresión de nerviosismo en su rostro.
-S-si… estoy bien, gracias-
Sonrió débilmente y con paso lento entró en la casa, miró a su alrededor, Ryosuke no estaba por ningún lugar, lo cual lo alivió un poco, así que suspirando profundo, comenzó a subir las escaleras, necesitaba recostarse un rato, se sentía demasiado cansado a pesar de que no había hecho nada agotador.
Justo al llegar el segundo piso, dio vuelta en aquel pasillo para dirigirse a su habitación, pero fue sorpresivamente interceptado por Ryosuke, quien lo abrazó por detrás, recargando su cabeza en la espalda de Yuto, este, aún más nervioso logró preguntar torpemente.
-¿Qué-que quieres?-
-Nada, solo quería hacerlo, y ya que no hay gente, tal y como tu querías, no puedes quejarte más-
Yuto dejó escapar un suspiro de resignación, tomó las manos de Ryosuke que rodeaban su cintura para soltarse y se giró para verlo a los ojos.
-¿Qué es lo que te propones?-
Yuto miró fijamente a Ryosuke a los ojos, este solo sonrío y dijo.
-Nada en especial, solo, me parece divertido ver tu cara llena de vergüenza y nerviosismo-
Ante la sonrisa burlona de Ryosuke no tuvo más alternativa que probarle que el también podía seguir el mismo juego. Así que lo tomo de la cintura con suavidad, lo hizo retroceder lentamente hasta llegar a la pared, ahora los papeles se habían volteado y quien se encontraba ligeramente nervioso era Ryosuke, no sabía lo que Yuto estaba planeando hacer ahora.
-¿Crees que es divertido ver a los demás avergonzarse por tus acciones cierto?-
Ryosuke no estaba dispuesto a mostrar debilidad ante Yuto, así que con voz desafiante respondió.
-Si, es bastante divertido-
Al escuchar esta respuesta, Yuto sonrió traviesamente, se acercó más al cuerpo de Ryosuke y se inclinó un poco para poder tener el rostro del mayor cerca del suyo.
-¿En verdad te parece divertido?-
Ryosuke no respondió, Yuto estaba demasiado cerca y por lo tanto su nerviosismo iba en aumento.
-Bien, si te parece divertido, veamos que te parece esto-
Dicho esto, Yuto lo besó lentamente, Ryosuke tardo en reaccionar, pero sabía que en el fondo estaba ansioso por poder besarlo de esta forma, así que simplemente se dejó llevar. Poco a poco aquel beso se fue profundizando más y más, por un instante, Ryosuke se olvidó de todo, lo único que había en su cabeza era aquel sentimiento que Yuto le provocaba.
Lentamente Yuto deslizó su mano hacia arriba, acariciando el pecho de Ryosuke, hasta llegar a su cuello, esto hizo que el mayor dejase escapar un suspiro, se sentía tan bien tener a Yuto tan cerca. Después de esto, Yuto acercó más su cuerpo al de Ryosuke y con su pierna hizo un poco de fricción con el miembro del mayor, este intentó reaccionar ante tal contacto tan placentero, pero lo único que pudo hacer fue soltar un leve gemido. Lentamente Yuto dejó de besarlo y comenzó a devorar su cuello, fue entonces cuando Ryosuke se aferró a la espalda de Yuto, manteniendo sus ojos cerrados, disfrutando de aquel placer. Cuando terminó de besar el cuello de Ryosuke, regresó a su rostro, le dio un beso en la mejilla, y lo besó de nuevo en los labios, fue entonces cuando Ryosuke tomó con ambas manos el rostro de Yuto, intentando que ese beso se profundizara, para que así el menor no se alejara.
Yuto estaba a punto de caer por completo en aquel placer, después de todo, Ryosuke estaba cooperando demasiado, ¿Acaso el también se estaba dejando llevar? Bueno, ese era su objetivo, puesto que de pronto, lentamente, dejó de besarlo y lo observó fijamente, el rostro del mayor estaba completamente ruborizado, lo cual lo hizo sonreír.
-Tenías razón, es divertido ver como te sonrojas así-
En ese instante, Ryosuke abrió completamente los ojos, había caído en la trampa de Yuto.
-Supongo que te gusto mucho, algo en ti me lo dice-
Dicho esto, despegó su cuerpo del de Ryosuke.
-Es hora de ir a dormir joven Ryosuke, que descanse-
Y con una sonrisa triunfante se alejó de él y camino firmemente hacía su habitación.
Mientras que Ryosuke se quedó ahí, solo, confundido, su corazón latía rápidamente y las piernas le temblaban.
-¿Qué demonios fue eso?… ¿Por qué me siento tan…?-
De pronto bajó la cabeza y pudo observar el bulto que se había formado en su entrepierna.
-No puede ser-
Se dijo molesto, dio un golpe en la pared y caminó de prisa a su habitación, cerrando la puerta con fuerza.
Yuto se había quedado recargado en la puerta, esperaba escuchar que Ryosuke entrase a su habitación.
-¿Por qué hice eso?-
Se pregunto mientras sentía como su corazón latía con demasiada fuerza, era la primera vez que se sentía así, lentamente bajó la cabeza y pudo ver que un bulto se había formado en su entre pierna, lo cual lo sorprendió demasiado.
-¿Co-como puede ser posible?-
Se preguntó torpemente, intentó despejar su mente moviendo su cabeza de un lado a otro.
-Tengo que distraerme-
Nervioso, miró a su alrededor, debía encontrar algo con que distraerse.
-Tal vez si duermo ahora… esto se pasara…-
Se dijo con una torpe sonrisa, caminó hacia su cama mientras se quitaba la ropa y se ponía su pijama, sacó las cobijas y se recostó.
-La luz…-
Se dijo, salió de la cama y apagó la luz, de nueva cuenta volvió a la cama y se recostó, cerró los ojos e intento relajarse, pero era algo imposible, no dejaba de sentir aquella agradable sensación de tener a Ryosuke tan cerca de su cuerpo.
-¡AAAh!-
Gritó mientras se cubría por completo con las cobijas.
Ryosuke estaba recostado sobre su cama, no sabía si sentirse molesto o desesperado o tal vez frustrado.
-Maldita sea…-
Murmuró mientras volvía a sentir aquella sensación invadir todo su ser.
-Esto definitivamente no se va a quedar así Nakajima-
Dijo molesto, se puso rápidamente de pie y se dirigió al baño, necesitaba darse una buena ducha.
-Y ese es el plan, ¿Qué dices? ¿Cuento con tu ayuda?-
Dijo Yabu mientras observaba fijamente al sujeto que estaba con él.
-Esas personas tienen demasiado dinero, si nos atrapan estaremos muertos-
-De eso no te preocupes, sé como manejar la situación, confía en mi ¿de acuerdo?-
Aquel sujeto miró a Yabu con cierto interés.
-¿Por qué te interesa tanto hacer esto?-
Yabu sonrío ante tal pregunta y tranquilamente respondió.
-Porque es divertido, además ganaras mucho dinero, ¿No te parece una buena idea?-
EL sujeto bebió un poco de su cerveza y sonrió también.
-De acuerdo, cuenta con mi ayuda Yabu-kun-
-Esa es una buena decisión mi querido amigo-
Dijo Yabu con una sonrisa mientras también bebía un poco.
1 comentario:
o por dios yamajima llego lejos pero no lo suficiente jajajaja
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