En tus manos [Cap. 12] -FINAL-

Capitulo 12

-FINAL-

Takaki conducía lo más rápido que podía, aún quedaba un largo tramo por recorrer, por uno de los espejos podía ver al inspector siguiéndolos a una distancia considerable, mientras conducía no dejaba de pensar en alguna forma para que Yuto no se enterara de que, quien estaba detrás de todo, era Yabu, su preciado amigo, también debía pensar en como evitar que se metiera en problemas con la policía y también con los demás que eran del clan Nakajima.
-¿Falta mucho todavía?-
Preguntó Yuto con preocupación.
-Descuida, ya falta poco, voy lo más rápido que puedo, no puedo acelerar más, te recuerdo que hay una patrulla detrás de nosotros y no quiero una infracción-
Ante el tono bromista de Takaki, Yuto sonrió.
-Takaki… gracias, en verdad gracias, no sé que hubiera hecho si tu no hubieras llegado-
-Bueno, deja de pensar en esas cosas, ahora hay que concentrarnos en lo que realmente importa, sujeta bien ese maletín que las vueltas estarán un poco bruscas-
Al escuchar esta indicación, Yuto sostuvo con mucha fuerza aquel maletín con su mano derecha mientras que con la otra se aferraba con fuerza a la cintura de Takaki, no podía dejar de suplicar por el bienestar de Yamada, rogaba que esto no fuera obra de alguno de su familia, que se solucionara rápido sin ningún problema, de verdad deseaba que todo esto solo fuese una pesadilla.

Mientras tanto, esa misma noche, Daiki y Chinen, ignorantes de lo que estaba sucediendo, caminaban de regreso a casa.
-No tenías que haberme esperado, mira la hora que es-
Dijo Daiki con preocupación.
-Tenía cosas que hacer en la biblioteca, y bueno, aproveché el tiempo, eso es todo-
Respondió Chinen con un ligero revoltijo en el estomago.
-Chinen…-
Daiki se detuvo, para cuando Chinen se dio cuenta ya había avanzado unos cuantos pasos lejos de él, se detuvo y dio media vuelta.
-¿Qué ocurre?-
-Solo… quisiera saber… si acaso… ¿tendré que esperar mucho para que aceptes lo que siento por ti?-
Esto era inesperado, Chinen se quedó sin habla.
-No quiero presionarte, si no puedes responder ahora… esta bien… yo solo-
-Estoy seguro…-
Lo interrumpió Chinen mientras bajaba tímidamente la mirada.
-Estoy seguro de que… seré capaz… de aceptar lo que sientes… solo que aún no se como hacerlo… sin embargo, quiero que mientras tanto… no vuelvas a dejarme solo…-
Daiki sonrió al ver el sonrojado rostro de Chinen, caminó sigilosamente hacia el y lo abrazó con ternura.
-Ya te lo dije esta tarde ¿Lo olvidaste?… Yo siempre voy a estar a tu lado, no importa si al final no sientes nada por mi, yo siempre voy a estar aquí, contigo-
-¿Aunque vuelva a llorar por Yamada?-
Preguntó Chinen mientras correspondía al abrazo de Daiki.
-Si el te hace llorar, voy a golpearlo-
Chinen dejó escapar una pequeña risa ante semejante respuesta y abrazó con más fuerza a Daiki.
-No creo que… eso vuelva a ocurrir-
Esto sorprendió a Daiki.
-¿Lo dices en serio?-
Preguntó incrédulo, Chinen solo asintió con la cabeza sin dejar de abrazar a Daiki, este sonrió aliviado y rodeo el delgado cuerpo del menor entre sus brazos.

-Bueno, tu querido Yuto no debe tardar en llegar, espero y este preparado porque no pienso ser amable con él-
Dijo Yabu mientras sonreía y caminaba alrededor de Yamada.
-Dime una cosa… ¿Siempre haz actuado hipócritamente delante de Yuto?-
Preguntó Yamada mientras sentía un fuerte dolor en su mejilla y la sangre se acumulaba en la comisura de sus labios.
-El puede ser incluso más hipócrita que yo, no intentes defenderlo, ahora más te vale que te quedes callado, estas comenzando a fastidiarme-
Dijo Yabu mientras le daba la espalda a Yamada y salía de aquella habitación, dejándolo completamente solo.
-Yuto… no vengas…-
Pidió mientras miraba por una de aquellas descuidadas ventanas el cielo nocturno, no deseaba ver el rostro de Yuto al darse cuenta de que su preciado amigo, Yabu, se encontraba detrás de todo esto, no quería verlo sufrir de esta manera, simplemente era algo que Yuto no se merecía, eso pensaba.

-Yuto, prepárate, estamos cerca, según la dirección, es en esta calle, necesito que observes con atención si encuentras el número de la casa ¿Entendiste?-
Preguntó Takaki mientras conducía un poco más despacio.
-De acuerdo-
Así, Yuto comenzó a observar las casas de aquella calle, buscando el número 1076.
-¡Debemos estar cerca!-
Exclamó Yuto mientras pasaban frente al número 1073.
-Esto se ve mal…-
Dijo Takaki mientras observaba de reojo los alrededores.
-¿Por qué lo dices?-
Preguntó Yuto con preocupación sin dejar de buscar el número.
-A partir de aquí las casas están abandonadas, y si mal no recuerdo este es el territorio de un sujeto que se dedica a trabajos como estos, alguien bastante peligroso, solo espero estar equivocado-
Yuto apretó la quijada al escuchar las palabras de Takaki.
-No me importa quien sea, solo quiero a Ryosuke de vuelta-
La voz de Yuto transmitía gran decisión, sin miedos, esto dejó a Takaki realmente sorprendido, esta era la primera vez que escuchaba hablar a Yuto con tal determinación.
-Ese niño… ¿Qué te ha hecho eh?-
Preguntó Takaki con una sonrisa en el rostro, Yuto también sonrió, sin embargo no respondió.
-Debe ser la siguiente casa-
Indicó Yuto con seguridad, enseguida Takaki se detuvo, exactamente estaban en la casa número 1076.
-Esta… abandonada…-
Observó Yuto mientras bajaba de la motocicleta y observaba un poco asustado aquel lugar.
La patrulla que los había estado siguiendo se detuvo unas cuantas casas atrás para no levantar sospechas.
-Yuto… pase lo que pase, en la primera oportunidad que tengas, toma a tu amigo y corre lo más rápido que puedas sin mirar atrás, ¿Entendiste?-
Yuto observó confundido a Takaki, sin embargo asintió lentamente con la cabeza.
-No importa que encontremos dentro, si tu amigo esta a salvo es más que suficiente, tienes que ser fuerte…-
-¿Por qué me dices todo esto?-
Preguntó mientras observaba la mirada llena de preocupación de Takaki y como esta se clavaba en aquella casa abandonada.
-Solo tienes que hacer lo que te digo, ¿Entendido?-
-Si… eso haré-
-Bien, yo entraré primero, no te alejes de mi-
Así, ambos iniciaron el camino para entrar en aquella casa.

-¿Qué sigue ahora Yabu-kun?-
Preguntó aquel sujeto que le había ayudado.
-Esperar a que lleguen con tu dinero, lo tomas y te vas, no necesito que hagas otra cosa-
Indicó Yabu con seriedad mientras se recargaba en una vieja mesa de madera.
-¿Eso no es demasiado aburrido? Mi hermana y yo hemos trabajado arduamente, no sabes lo difícil que fue lograr infiltrarse en esa casa, no puedes guardarte la diversión para ti solo, déjame al menos intimidarlo un poco-
Aquel sujeto sonreía lascivamente mientras se lamía los labios, Yabu lo miro con indiferencia.
-Haz lo que quieras, no me interesa, solo no lo vayas a matar, ¿entendiste?-
-Por supuesto-
Dijo con una macabra sonrisa mientras se frotaba las manos, la mujer que se encontraba con ellos, ahora sin el uniforme de sirvienta, vigilaba por la ventana sin decir una sola palabra.
Aquel sujeto se acercó a la puerta, estuvo a punto de salir cuando se giró y dijo.
-No se te vaya a ocurrir tocarla, cuando esta de mal humor puede matar en cuestión de segundos a cualquiera-
Dijo refiriéndose a su hermana, quien aún miraba por la ventana, dicho esto salió, dejándolos solos. Yabu miró de reojo a aquella mujer, sin embargo no le interesaba en lo más mínimo acercarse a ella, así que desvió la mirada y solo se cruzó de brazos, lo único que quedaba era esperar.

-Takaki… ¿Crees que estén aquí?-
Preguntó Yuto con inseguridad mientras miraba a su alrededor, no cabía la menor duda de que aquel lugar estaba totalmente abandonado y seguramente deshabitado, todo estaba obscuro, solo unas pequeñas partes eran iluminadas por las luces del exterior, aún así no era suficiente.
-Deben estar en el segundo piso, trata de no hacer ruido, no deben saber que estamos aquí, ¿Aún traes el maletín contigo?-
Yuto sostuvo con fuerza aquel maletín y asintió.
-Si, aquí esta-
-Bien, vamos, no te alejes demasiado, subiremos al segundo piso-

No paso mucho tiempo cuando volvió a escuchar aquella puerta del fondo abrirse lentamente, seguramente Yabu había regresado, ¿ahora que quería?
-Vaya, vaya, Yamada-kun, ¿Haz hecho enojar a Yabu-kun cierto?-
Esa voz, la conocía, era el sujeto que había entrado en su casa.
-¿Qué quieres?-
Preguntó con fastidio mientras aquel sujeto se acercaba más a él, hasta que su rostro fue visible gracias a la luz que proporcionaba una lámpara que se encontraba encima de una mesa vieja.
-Bueno, estoy aburrido y ¿Sabes?… No me gusta estar aburrido-
Mientras hablaba, una sonrisa se dibujaba en su rostro y sacaba de su bolsillo una bien afilada navaja.
-¿Qué? ¿Vas a matarme?-
Preguntó Ryosuke en tono desafiante.
-No, por supuesto que no, bueno, al menos que opongas resistencia, si te pones agresivo voy a tener que lastimarte, pero será una verdadera pena dejar alguna herida en una piel tan suave-
Dijo mientras con su otra mano acariciaba el rostro de Yamada, este, al sentir tal contacto, movió bruscamente su rostro, como deseaba no tener los pies y las manos sujetadas con tanta fuerza, si no, ya le hubiera plantado semejante golpe a aquel sujeto por atreverse a tocarlo.
-Te dije que no te movieras, más te vale que obedezcas-
Dijo aquel sujeto con brusquedad mientras tomaba el rostro de Ryosuke con fuerza.
-¿Qué es lo que quieres?-
Preguntó Yamada con seriedad mientras miraba a aquel sujeto con frialdad.
-Ya te dije, quiero que me entretengas un poco, si no lo haces, puedo matarte-
Así, el sujeto acerco la navaja al rostro de Ryosuke, este pudo sentir el frío metal sobre su rostro, instintivamente cerró los ojos, después pudo sentir aquel instrumento tocar su cuello.
-No… me toques-
Reprocho Ryosuke al notar como aquel sujeto se acercaba peligrosamente a sus labios.
-Yo hago lo que se me pegue la gana-
Dijo aquel sujeto, ahora rozando sus labios con los de Yamada, mientras que con una de sus manos intentaba infiltrar una de sus manos por debajo de la camisa del menor, este intentaba resistirse, se sentía realmente repulsivo el aliento de aquel sujeto, y la forma en la que tocaba su piel.
-¡¡No me toques!!-
Gritó con todas sus fuerzas mientras intentaba moverse.

Yuto caminaba sigilosamente detrás de Takaki, sujetando con fuerza el maletín, deseba con todas sus fuerzas que esto terminara, de pronto, escuchó un grito, esa voz… estaba completamente seguro a quien pertenecía… en ese momento pudo distinguir de donde provenía, así que comenzó a subir más rápido los escalones, dejando a Yuya atrás, ignorando las advertencias de este, lo único que ahora le importaba era llegar.
-Yuto-
Lo llamó Takaki, pero fue inútil, Yuto sabía perfectamente a quien pertenecía esa voz, lo único que le importaba ahora era verlo, así que continuo con su camino sin mirar atrás.
Al llegar al segundo piso, pudo divisar al fondo, a un sujeto tratando de besar a alguien, alguien que se encontraba atado a una silla, en ese momento pudo sentir como la sangre le hervía, no iba a permitir que aquel sujeto continuara tocando a Ryosuke de esa forma, así que a paso veloz llegó hacia ellos y con una fuerte patada alejó al sujeto, tirándolo bruscamente al suelo.
-Yuto…-
Dijo Ryosuke con voz débil, por más que había rogado que Yuto no apareciese, en el fondo se sentía feliz de verlo, aunque la angustia comenzaba a invadirlo, puesto que se daría cuenta de algo realmente doloroso.
-He traído lo que pides, no tienes por que acercarte a él-
Exclamó Yuto mientras le mostraba el maletín y miraba a aquel sujeto con frialdad.
-¡Yuto!-
Le gritó Takaki al verlo.
-Lo encontré, ahora vámonos de aquí-
Dijo Yuto girándose para ver a Takaki, en ese momento, al fin, pudo ver el rostro de Ryosuke, quien en ningún momento dejo de observarlo fijamente.
-¿Por qué viniste?-
Preguntó Ryosuke, temeroso de que Yabu fuese a aparecer.
-Vine por ti-
Respondió con voz gentil mientras sonreía.
-No… no debiste venir tú…-
Dijo Ryosuke con voz débil mientras bajaba la mirada.
-¿Por qué? Tenía que hacerlo, deja de preocuparte, pronto todo esto terminara, tengo que desatarte-
Dicho esto, Yuto dejó el maletín en el suelo y se inclinó para comenzar a desatar a Ryosuke, pero justo cuando apenas había tocado aquella soga, alguien habló.
-No tan rápido, Yuto-
Por un instante, el cuerpo de Yuto se paralizó, esa voz…
-Vaya, hasta que sales, se supone que estaban vigilando, ahora ya no he podido divertirme, ese no fue el trato Yabu-kun-
Se quejó aquel sujeto mientras se ponía de pie.
-Toma tu dinero y vete, ese fue el trato-
Respondió Yabu con frialdad.
-¡Yuto! ¡Haz lo que te dije! ¡Toma a tu amigo y salgan de aquí!-
Exclamó Takaki, tratando así de que tal vez Yuto no comprendiera lo que estaba sucediendo.
-¿Y cual es la prisa?-
Dijo Yabu mientras se cruzaba de brazos, mientras que el otro sujeto tomaba el maletín, lo abría y verificaba que se tratara de la cantidad exacta que habían pedido, después se marchó de regreso a aquella habitación.
-Ya… Yabu…-
Fue lo único que Yuto fue capaz de decir mientras se giraba, aún arrodillado en el suelo, para mirar al mayor, quien sonreía sarcásticamente.
-Te estaba esperando-
Respondió Yabu mientras avanzaba un par de pasos.
-Pero… ¿Qué… haces aquí?-
Preguntó Yuto confundido mientras miraba a su alrededor, Yabu estaba por responder cuando Takaki intervino.
-No es tiempo de hablar esas cosas, tenemos que irnos ahora-
Así, Takaki se apresuró a desatar a Yamada.
-Creí haber dicho claramente que no tan rápido, Takaki-
Dijo Yabu en tono molesto mientras lo apuntaba con una pistola, ninguno de los chicos logro darse cuenta del momento en el que sacó aquella arma.
-¿Qué esta pasando?-
Preguntó Yuto, incapaz de moverse.
-Eso no importa, ustedes tienen que irse, yo me encargaré de esto-
Justo cuando Takaki dijo estas palabras, se escuchó un disparo, afortunadamente no había ningún herido, pero Yabu había disparado muy cerca de Takaki y de Yuto.
-¡Les dije claramente que no se movieran!-
Exclamó aún apuntándolos con aquella arma. Este acto terminó por paralizar a Yuto y al mismo tiempo a Takaki, quien fue incapaz de moverse por unos segundos.
-¡¡Déjate de tonterias!!-
Gritó Yamada, ya liberado gracias a Takaki, poniéndose de pie y colocándose frente a Yuto para evitar que este siguiera observando el rostro de Yabu.
-Tú no digas nada, ya no me sirves ahora, así que si no quieres morir mejor hazte a un lado y quédate callado-
Lo amenazó Yabu sin bajar el arma.
-¿No te das cuenta que todo esto es absurdo? ¡Estas traicionando a la persona que de verdad te considera un amigo!-
Exclamó Yamada, sin embargo Yabu solo sonrió burlonamente.
-¿Amigo? Ja! ¿Amigo dices?-
Así, comenzó a reírse lentamente, hasta terminar en estruendosas carcajadas.
-¡¡Deja de reírte!!-
Le gritó Ryosuke con furia.
-Y tu deja de decirme que hacer o voy a matarte ¿Entendiste?-
Esta vez Yabu hablaba con frialdad, dio un paso adelante y apunto a Ryosuke con la pistola, sin embargo el menor mantuvo su mirada desafiante.
-No voy a permitir que le hagas daño a Yuto-
Respondió Ryosuke con decisión.
-Yamada-kun… toma a Yuto y salgan de aquí, ahora-
Le indicó Takaki al reaccionar, pudo darse cuenta de que Yuto estaba realmente sorprendido, incapaz siquiera de moverse por sí mismo.
Ryosuke asintió con la cabeza, se giró, miró a Yuto, se inclinó para tomarlo por ambos brazos y lograr ponerlo de pie, pero en ese momento el menor logró reaccionar.
-¡¡¿Qué esta pasando aquí?!!-
Gritó mientras bruscamente se ponía de pie, haciendo a un lado a Yamada para así poder ver a Yabu claramente.
-Vaya, vaya, ¿Es que aún no lo comprendes? Bueno, dadas las circunstancias de tu estupidez, voy a explicarte. Todo esto fue planeado por mí… ¿sorprendido?-
Dijo Yabu descaradamente mientras ahora se cruzaba de brazos.
-¿Por qué? Esto tiene… tiene que ser una broma ¿cierto Yabu?-
Preguntó Yuto tratando de sonreír mientras rogaba por dentro que así fuera, sin embargo la verdad le dio un fuerte golpe justo en la boca del estomago, o al menos así pudo sentirlo al escuchar las palabras de Yabu.
-No es ninguna broma, es mi venganza-
Respondió Yabu con frialdad mientras avanzaba hacia Yuto.
-¿Venganza? ¿De que me estas hablando?-
Preguntó Yuto con un nudo en la garganta mientras observaba como Yabu se acercaba a él lentamente.
-¡No te acerques!-
Le gritó Yamada mientras se interponía en su camino.
-¡Tú no te metas!-
Exclamó Yabu mientras empujaba bruscamente a Yamada, haciendo que este cayera al suelo, Takaki se acercó rápidamente a él para ayudarlo a ponerse de pie.
-Tienes que hacer algo-
Le pidió Yamada desesperadamente a Takaki.
-Lo se… pero aún no puedo pensar en algo…-
Respondió el mayor con frustración mientras observaba fijamente a Yabu y como este se acercaba a Yuto hasta tenerlo lo suficientemente cerca como para tomarlo del cuello y acercarlo bruscamente a él.
-Deja de fingir que no sabes nada-
Dijo Yabu con frialdad, Yuto deseaba con todas sus fuerzas que esto se tratara solo de un mal sueño, no podía ser cierto que Yabu se estuviese dirigiendo a él de esta manera.
-Todo lo que sucede ahora es solo tu culpa, si no te hubieses relacionado con ese niño esto jamás hubiese sucedido, si hubieses regresado a la casa tal vez y tu padre ya te habría matado a golpes como te lo mereces, pero no, haces exactamente lo contrario, te tomas en serio tu libertad y te refugias en un lugar seguro, eres realmente inteligente Yuto, utilizando a un chico como él para estar a salvo, no cabe duda que eres igual que tu padre-
Yuto miraba con completo desconcierto a Yabu, mientras sentía como sus ojos se llenaban de lagrimas y un fuerte dolor invadía su pecho.
-¿Por… qué?-
Logró preguntar débilmente. Antes de responder, Yabu dejó escapar una sonrisa burlona.
-¿Por qué? Muy sencillo. Porque te odio. Porque gracias a tu estupidez pase por momentos difíciles, siempre terminaba pagando por cada tontería que cometías, además, lo que más me hace odiarte es que aún te atrevas a quitarme a la persona que más me interesa-
Yabu dijo esto último en voz muy baja solo para que Yuto fuese capaz de escuchar.
-Yabu… no sé a que te refieres… yo nunca quise que fueras lastimado…-
-¡¡Ya deja de ser hipócrita Nakajima!!-
Le grito el mayor mientras lo zarandeaba y lo empujaba con fuerza.
-Yabu… en verdad no sé de lo que me estas hablando…-
Logró decir Yuto mientras miraba a Yabu, tratando así de hacerlo entender.
-¡¡Por tu culpa siempre fui castigado severamente, mientras que tú, por ser el hijo del jefe, todo el mundo tenia demasiadas consideraciones contigo, nunca pasaste lo que yo pasé, por eso te ayude a escapar, por que sabía que había dos opciones, o te desaparecías y morías de hambre en la calle, completamente solo, o regresabas y tu padre se encargaría de matarte a golpes!! ¡¡Pero no fue así!! Resulta que vas a casa de ese mocoso y lo peor de todo es que ¡Eres feliz! Eso no lo pude soportar, es por eso que lo secuestre, no puedo tolerar el verte feliz cuando yo aún sigo ahí dentro… ¡¡Alguien como tu no merece ser feliz ni ser amado por nadie!! ¡¡Regresa de una vez al lugar al que-
Yabu no pudo terminar de hablar puesto que un fuerte golpe por parte de Yamada lo hizo callar.
-¡¡Deja de decir tantas tonterías!! Es evidente que no haz visto las cicatrices que Yuto tiene en su cuerpo, te puedo asegurar a que no se comparan a las que tal vez tu tengas, él en todo este tiempo no ha dejado de pensar en ti, en la manera de salvarte, de sacarte de aquel lugar ¡¡Incluso estuvo dispuesto a sacrificarse por ti!! ¡¡Una persona como tú no merece el cariño de nadie y sin embargo lo tienes!! ¡¡ERES UN IDIOTA!!-
Ryosuke temblaba, aún mantenía su puño fuertemente cerrado mientras observaba a Yabu, el cual no se movía.
-¡Eres tu quien no merece ser amado por nadie!-
Termino Yamada, se dio media vuelta, se acercó a Yuto, tiernamente acarició su rostro y le sonrió, el menor solo lo miró con lagrimas en los ojos y una expresión de completa sorpresa y tristeza.
-Yuto, olvida todo, vámonos de aquí-
Lentamente Yuto logró concentrarse en el rostro sonriente de Ryosuke, después pudo sentir como el mayor limpiaba las lagrimas que habían logrado escaparse de sus ojos con un suave movimiento de su mano, acariciando su mejilla.
-Ryosuke…-
-Vámonos-
Dicho esto, Ryosuke tomó la mano de Yuto y entrelazó sus dedos con los del menor.
-No tan rápido-
Dijo Yabu mientras se reincorporaba y apuntaba a ambos chicos con la pistola mientras se marcaba un odio profundo en su rostro, en ese momento se dispuso a disparar nuevamente, de pronto, todo ocurrió en fracción de un segundo, Yamada se aferro con fuerza a Yuto, intentando protegerlo, Yuto abrió sus ojos de par en par al ver el resultado, su cuerpo quedó completamente paralizado al escuchar aquel estruendoso disparo.
Al no sentir dolor alguno, Yamada dejó de aferrarse con tanta fuerza a Yuto y miró a su alrededor, al ver aquello, sus ojos se abrieron de par en par.
Todo era silencio, nadie lograba articular palabra, incluso Yabu estaba sorprendido, su mano, la cual sujetaba aquella pistola, temblaba, todo su cuerpo lo hacía ¿Qué había hecho?
-Ta… Taka… ¡¡Takaki!!-
Gritó Yuto, ante esto, Yamada lo soltó y miró aterrado aquella escena, había sangre, quien había recibido aquel disparo había sido Takaki, sin embargo, aún herido, abrazaba a Yabu.
Afortunadamente, aquel disparo solo había lastimado su brazo, en el intento por evitar que Yabu disparara, lo tomó y el mayor disparo, hiriendo a Takaki en el brazo.
-¿No crees que… ya es… suficiente… Kota?-
Logró decir Takaki, el dolor en su brazo iba en aumento, un intenso ardor comenzaba a expandirse desde la zona del impacto.
Yabu estaba en shock, ¿Por qué Takaki? No deseaba herirlo a él, en realidad no deseaba herir a nadie… ¿Por qué?
-Ya… es suficiente… detén todo esto… ¿quieres?-
De pronto, ante las palabras y la cálida sonrisa de Takaki, los ojos de Yabu se llenaron de lágrimas, lo único que atino a hacer fue dejar caer aquella arma y abrazar con fuerza a Takaki, mientras dejaba correr aquellas lágrimas.
-¡¡Yuya!!-
-Huyamos juntos… huyamos de todo… salgamos de aquí…-
Dijo Takaki mientras acariciaba torpemente la cabeza de Yabu.
-¡¡Yuya!!-
Volvió a decir con desesperación. Takaki lo soltó lentamente y se giró para ver a Ryosuke.
-Chicos… salgan de aquí… Yamada-kun, por favor, deja que me lleve a Yabu… no te pido que lo perdones, solo te pido que no lo alejes de mi lado, yo lo necesito, yo lo amo-
Yabu escuchó claramente estas palabras y pudo sentir un fuerte golpe en el estomago, ¿Acaso todo era real?
-Takaki… necesitas ir al hospital-
Dijo Yamada mientras veía como el brazo de Yuya no dejaba de sangrar.
-Estaré bien, por favor, salgan de aquí y dejen que me lleve a Yabu de aquí-
Los cuatro se miraron fijamente, Yuto estaba sin habla, habían sucedido demasiadas cosas en tan poco tiempo, Yabu tampoco podía articular palabra, ahora se sentía tan torpe, tan estupido por sus actos, por haber dudado de Yuya.
-De acuerdo, ¿La policía vino con ustedes?-
Preguntó Ryosuke.
-Si, están esperando mi señal-
-De acuerdo, haremos todo lo posible, dense prisa ¿entendido?-
Les dijo Yamada seriamente, Takaki sonrió, tomó la mano de Yabu y comenzó a llevárselo, su idea era buscar alguna salida trasera para no ser vistos.
-Takaki… te acercaré tu motocicleta en la siguiente cuadra…-
Dijo Yuto aún sin reaccionar muy bien.
-Gracias-
Así, Yabu y Takaki se alejaron.
-Vamos-
Dijo Ryosuke mientras tomaba fuertemente la mano de Yuto.
-Todo va a estar bien-
Yuto observó fijamente a Ryosuke y no hizo más que sonreír débilmente.

Al salir, Yuto pudo divisar a los oficiales deteniendo a aquel sujeto quien iba junto a una mujer extraña.
-Lo atraparon…-
Dijo Ryosuke mientras se detenía.
-Eso parece-
De pronto, Yuto pareció reaccionar y miró a Ryosuke fijamente.
-¿Estas bien?-
Al notar la preocupación en la mirada de Yuto, solo sonrió débilmente.
-No te preocupes por mi, lo más importante ahora eres tú… me… me… preocupas-
Dijo con el rostro completamente ruborizado al mismo tiempo que desviaba torpemente la mirada.
-Gracias-
Así, Yuto abrazó fuertemente a Ryosuke, el cual correspondió a aquel abrazo con la misma intensidad.
-Hay que darnos prisa, aprovecha que los oficiales están ocupados, hay que llevarles la motocicleta-
Dijo Yamada mientras se alejaba un poco de Yuto.
-Si, déjame hacerlo-
Ante la débil sonrisa de Yuto, a Ryosuke no le quedó más que asentir con la cabeza y observarlo dirigirse hacia la motocicleta, tomarla del manubrio y llevarla sigilosamente hacia la siguiente cuadra, con pasos un poco lentos al principio, pero conforme avanzaba su velocidad incrementaba, necesitaba estar un poco solo para aceptar todo lo que había sucedido.
Sin que se diera cuenta, Ryosuke caminaba detrás de él, cuidándolo.

Cuando llego al lugar, dejó la motocicleta justo en la esquina, miró a su alrededor, espero un poco, a decir verdad no deseaba verlos, no a Yabu, al menos no ahora, su cabeza comenzaba a dolerle, no lograba comprender las razones de Yabu para que lo odiara de esa manera.
Estaba por irse cuando observó como ambos llegaban a paso lento, Takaki aferrado al hombro de Yabu y este sujetándolo con fuerza.
-Yuto… gracias-
Le dijo Takaki, a decir verdad lucía pálido, había perdido ya demasiada sangre.
-Descuida…-
Dijo débilmente, después miró fugazmente a Yabu, quien mantenía la mirada baja.
-Ya puedes irte, no te preocupes, contactaré contigo de alguna manera para que estés más tranquilo, ¿de acuerdo?-
Yuto solo asintió con la cabeza y observó como Yabu montaba la motocicleta y detrás de él subía Takaki, después arrancó y ambos se marcharon, ¿A dónde? Bueno, eso solo lo sabían ellos, tuvo que pasar demasiado tiempo para que Yuto supiera un poco de los dos.

-Vayamos a casa-
Le dijo Ryosuke mientras lo abrazaba por detrás, Yuto pudo sentir una gran calidez invadiendo su interior, tomó las manos de Ryosuke, se giró y lo abrazó con ternura.
-Si-
Fue lo único que pudo decir.
Ambos se dirigieron hacia donde estaban los oficiales, Ryosuke se encargo de identificar a aquellos sujetos como los culpables, negando por completo la presencia de Yabu en el lugar, ocasionando que ambos fueran arrestados y llevados a prisión.
Cuando llegaron a la gran mansión de Yamada, ambos fueron recibidos por la servidumbre, fueron debidamente atendidos, cenaron juntos, trataron de relajarse un poco, evitando hablar más del tema.
Después de un buen rato, ambos decidieron retirarse a sus respectivas habitaciones, necesitaban descansar, así que en aquel pasillo, Ryosuke se detuvo frente a su habitación.
-¿Podrás… dormir?-
Yuto lo miró un poco triste.
-Voy a intentarlo, tú también debes descansar, nos veremos mañana-
Así, Yuto se dispuso a marcharse, y antes de que entrara a su habitación, Ryosuke le dijo.
-¡Yuto!-
Este se detuvo y se giró para ver a Yamada.
-Buenas noches…-
Logró decir torpemente mientras se ruborizaba ligeramente y desviaba la mirada para después abrir la puerta de su habitación y así entrar. Mientras tanto, Yuto sonrió débilmente y también entró a su habitación.

Ya acomodado en su cama, el tiempo transcurría lentamente, todo estaba completamente obscuro, deseaba llorar, gritar, sacar todo aquello con todas sus fuerzas, pero al mismo tiempo no quería hacerlo, si gritaba, preocuparía a Ryosuke y no deseaba aquello, no ahora.
Sus ojos estaban abiertos, mirando el obscuro techo, respirando lentamente, no lograba conciliar el sueño, no había manera de hacerlo, comenzaba a sentirse desesperado, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas sin que lograra darse cuenta, cuando de pronto alguien tocó a la puerta.
No se movió, tal vez y solo era su imaginación, pero entonces, escuchó al alguien hablar del otro lado de la puerta.
-Sé que estás despierto… ¿Puedo entrar?-
Esa tímida voz, obviamente se trataba de Ryosuke.
Lentamente se reincorporó y salió de la cama, caminó hacia la puerta y la abrió, comprobando que efectivamente Ryosuke estaba ahí, de pie frente a el, con una expresión llena de preocupación, la cual aumentó al ver los ojos llorosos de Yuto.
-Lo sabía…-
Dijo Ryosuke mientras acariciaba el rostro de Yuto, este, ante tal contacto, pudo sentir como las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, seguidas de una fuerte opresión en el pecho, con todo esto ahora ya le era imposible contenerse más.
-No tienes por que guardártelo todo… por eso yo… yo estoy aquí-
Dijo Ryosuke aún con timidez mientras abrazaba tiernamente a Yuto, hundiendo su rostro en el pecho del menor, el cual también lo abrazó con fuerza y dejó salir todo aquel llanto que había intentado reprimir, seguido de un fuerte grito.
Ryosuke simplemente cerró fuertemente sus ojos, podía sentir claramente el dolor de Yuto, debía ser realmente duro lo que estaba sucediendo.
-Yo sé que algún día… algún día… vas a olvidarlo todo y que vas a perdonarlo, porque después de todo… él es tu amigo…-
Ante las palabras de Ryosuke, Yuto se aferró con más fuerza al cuerpo del mayor, podía sentir como la fuerza se le iba de las piernas, cayendo lentamente de rodillas. Ahora ambos estaban arrodillados en el suelo, abrazados, Yuto sollozando fuertemente y Ryosuke solo abrazado a el, acariciando suavemente su espalda.
No supieron cuanto tiempo paso, tal vez fueron horas o solo unos pocos minutos, quien sabe, ahora solo ambos habían caído profundamente dormidos, recostados sobre la suave alfombra en el suelo, abrazados.

Los días transcurrieron, Yuto se comportaba como siempre, sonriente, le ayudó demasiado la cotidiana actitud demandante de Ryosuke, pudo suponer que este lo hacía a propósito para levantarle el ánimo, aunque a veces pensaba que simplemente el mayor no podía evitar comportarse de esa manera.
Justo una semana después, los padres de Ryosuke llamaron preguntando por lo que había sucedido, al escuchar buenas noticias, hablaron un poco con él y fue cuando aprovecho para informarles.
-De ahora en adelante, un amigo vivirá conmigo aquí en casa-
Al parecer no hubo mucho problema por parte de sus padres, después de todo, nunca estaban en casa.

-¿En verdad dijiste eso?-
Preguntó Yuto mientras caminaba junto a Ryosuke.
-Si, yo sé que no iban a regresar pronto, pero creo que debo mantenerlos informados, después de todo esa casa no es mía-
Dijo con seriedad mientras mantenía la vista al frente y sujetaba fuertemente su mochila.
-¿No te gusta vivir ahí?-
Preguntó Yuto con curiosidad.
-Bueno, no es mala idea tener tu propio espacio-
Respondió Ryosuke.
-Pero si tienes toda esa casa para ti solo-
Le dijo Yuto.
-Ya lo sé, pero ¿No crees que es demasiado para mi?-
Al escuchar estas palabras, Yuto no pudo evitar el soltar una pequeña risita.
-¡No te rías! Hablo en serio, después de graduarme, y antes de ir a la universidad, quiero vivir en otro lugar, ya tengo todo planeado-
-¿Planeaste todo? No creo que puedas vivir sin dar ordenes-
Bromeó Yuto.
-Puedo hacerlo-
Dijo Ryosuke en tono de berrinche.
-Bueno, para evitar que entres en crisis, yo puedo ir contigo-
-¿Eh?-
Ante las palabras de Yuto, Ryosuke se sorprendió y repentinamente se detuvo.
-Te lo dije, estoy en tus manos, no puedes deshacerte de mi tan fácilmente ahora, ni siquiera lo intentes-
Sonrió Yuto mientras decía estas palabras, torpemente Ryosuke logró sonreír y sin importarle la gente de alrededor, sonrió y abrazó a Yuto, aferrandose fuertemente a su cuello.
-Ni siquiera lo había pensado-
Yuto sonrió y rodeo la cintura del mayor con ambos brazos. Poco después se separaron, se miraron fijamente, acercaron sus rostros lentamente mientras cerraban sus ojos hasta que sus labios se rozaron, fue así como se besaron tiernamente, con movimientos suaves, dejando salir pequeños suspiros.
Al terminar juntaron sus frentes y sonrieron.
-Vayamos a clase ahora, necesitamos graduarnos para conseguir lo que planeas-
Dijo Yuto mientras tomaba la mano de Ryosuke, este correspondió al agarre entrelazando sus dedos con los del menor.
Comenzaban a caminar juntos, cuando más adelante, lograron divisar a Chinen y a Daiki, caminando juntos y sorpresivamente, tomados de la mano. Ryosuke se detuvo al notarlos.
-¿Pasa algo?-
Preguntó Yuto extrañado.
-Espera un segundo, vayamos más despacio-
Sonrió Ryosuke, después de todo, no deseaba intervenir con la atmosfera que se había formado entre Daiki y Chinen, quienes de repente se miraban y sonreían, sin soltar sus manos.

Los meses transcurrieron y al fin la graduación llego, para sorpresa de Ryosuke, sus padres regresaron para tal evento, ocasión la cual aprovechó para contarle a sus padres el plan que tenía de irse de la casa. Ya estaba todo listo, Yuto le había ayudado a encontrar un pequeño departamento, de renta accesible, el menor había decidido trabajar de media jornada para ayudar con los gastos, estaba seguro de que a Ryosuke le costaría trabajo adaptarse, pero ahora eso no importaba.
Los padres de Ryosuke aceptaron su decisión, y cuando llegó el momento de marcharse, Ryosuke solo tomó dos maletas, después de todo no necesitaba llevarse todas sus cosas, era más que claro que no cabrían todas en aquel departamento.
Cerró la última maleta y miró fijamente su habitación, le echó un vistazo al baño, a los alrededores hasta llegar a la cama, todo estaba tan lleno de recuerdos, todos con Yuto. No pudo el sonreír torpemente al mirar la cama.
-¿Listo?-
Le dijo Yuto, el cual solo llevaba consigo una pequeña maleta y estaba de pie fuera de la habitación de Ryosuke, este se giró y le dijo a Yuto.
-Por supuesto, ¿Acaso no puedes notarlo?-
Dijo con su habitual tono de voz mientras tomaba ambas maletas y caminaba hacia la puerta.
-¿En verdad tus padres venderán esta casa?-
Preguntó Yuto mientras tomaba una de las maletas de Ryosuke.
-Eso dijeron, después de todo nunca vienen, no tiene caso dejar la casa así, no les sirve, a mi tampoco me sirve-
Yuto sonrió y dijo.
-Entonces, no hay más que decir, es hora de irnos-
Yuto dio un paso adelante, pero entonces Ryosuke lo detuvo, jalándolo de la camisa para detenerlo.
-Yuto… ¿Estarás siempre… conmigo?-
Preguntó torpemente mientras desviaba la mirada. Yuto sonrió ante tal pregunta.
-¿Cuántas veces debo decirlo?-
-Las veces que sean necesarias-
Exigió Ryosuke mientras miraba tímidamente a Yuto.
-Siempre voy a estar contigo, siempre-
Al escuchar estas palabras, Ryosuke sonrió.
-Estas en mis manos-
Yuto también sonrió ante tales palabras y abrazó a Ryosuke.
-Así es, estoy en tus manos, siempre-
Tras abrazarse fuertemente por un tiempo, se separaron y se dispusieron a salir de aquella gran casa, ahora vacía, ya no había más sirvientes, todos se habían ido con los padres de Yamada.
Al cerrar la gran puerta, ambos se tomaron de la mano y comenzaron a alejarse, recordando tantas cosas en el trayecto.
La forma en que se había conocido, huyendo directo a aquella casa, Yuto no olvidaba lo sorprendido que había quedado al verla, y sobre todo al ver la habitación que le había sido asignada, la forma en la que Ryosuke jugaba con él, siendo caprichoso, egoísta y como cambiaba lentamente. Igual Ryosuke, recordaba la primera vez que había desayunado con Yuto, la forma en la que este se preocupaba por él y en como en el fondo deseaba que el trato nunca terminara, que el menor nunca tuviera que irse, ¿Quién iba a pensar que terminarían saliendo los dos de aquella casa? Aquella casa tan llena de recuerdos, donde todo comenzó.

Los años transcurrieron tranquilamente, Ryosuke y Yuto asistían a la universidad mientras trabajaban por las tardes.
Una noche, cuando Yuto llego al departamento, se encontró con Ryosuke sentado en una silla frente al comedor, estaba serio, al parecer observando algo fijamente.
-Estoy en casa-
Dijo Yuto mientras dejaba sus cosas sobre el sillón.
-Bienvenido….-
Respondió distante sin despegar la vista de la mesa.
-¿Pasa algo?-
Preguntó Yuto preocupado mientras se acercaba y observaba un sobre, el cual Ryosuke miraba fijamente.
-¿Qué es eso?-
Preguntó curioso mientras tomaba asiento junto a Ryosuke.
-Una carta…-
Respondió distante.
-Puedo ver que es una carta, ¿Pero de quién es? ¿Por qué tienes esa cara?-
Ryosuke miró tímidamente a Yuto y le dijo.
-Es para ti, mira-
Dicho esto, Ryosuke acercó aquella carta a Yuto, este al verla, pudo sentir algo extraño dentro de el, era una carta de Takaki.
-¿Vas a abrirla?-
Preguntó Ryosuke torpemente. Sin embargo Yuto la tomó, se puso de pie y caminó hacia la sala, en donde se desplomó sobre el sillón con la carta aún en su mano.
Ryosuke observó detenidamente a Yuto y como este observaba aquel sobre, hasta que se animo a abrirlo.

“Yuto.
¿Cómo estas? Perdona que no haya escrito antes, te preguntarás como es que sé donde vives, bueno, aún tengo mis fuentes de información, pero descuida, ya no hago trabajos para los Nakajima.
Yabu y yo estamos viviendo en Osaka, aún no puedo decirte bien en que parte, pero no te preocupes, estamos bien, mi brazo se recuperó rápidamente. Cabe decirte que Yabu esta arrepentido, sin embargo no tiene el valor de hablar contigo ni de escribirte una carta.
Es probable que no nos veamos pronto, estamos escondidos puesto que aún nos buscan, por eso iniciaremos un viaje al extranjero, cuando todo este más tranquilo podremos verte.
En verdad espero estás bien y que olvides todo lo ocurrido aquel día, han pasado ya cuatro años, espero y este tiempo haya servido para dejarlo todo atrás.
Cuídate mucho, estoy seguro que algún día podremos vernos.
No respondas a esta carta, es probable que ya no estemos en esa dirección, yo me estaré comunicando contigo.

Takaki.”

Al leer estas líneas, Yuto sonrió aliviadamente.
-¿Todo bien?-
Preguntó Yamada mientras se sentaba a su lado.
-Perfectamente-
Respondió Yuto mientras abrazaba a Ryosuke, este sonrió aliviado, sabía que no era buena idea preguntar que decía aquella carta, así que decidió cambiar el tema.
-Tengo hambre, llegaste demasiado tarde y no esta lista la cena-
Dijo en tono de mando mientras miraba a Yuto, este sonrió y dijo.
-Vayamos a cenar algo, no tengo fuerzas para cocinar, estoy cansado-
Yuto estaba por ponerse de pie cuanto Ryosuke lo detuvo, sentándose en sus piernas y rodeando su cuello con ambos brazos.
-Más te vale invitarme algo realmente delicioso-
Ryosuke lucía ligeramente serio, sin embargo Yuto sonrió torpemente.
-Aún no puedo cumplir tus exigencias, no con lo que gano-
-No me refiero a eso-
Dijo Ryosuke muy cerca del oído de Yuto, besó su mejilla y en seguida capturó sus labios con los suyos.
Yuto tardó unos segundos en reaccionar, pero al hacerlo, pudo disfrutar de los suaves y dulces labios de Ryosuke entrelazarse con los suyos.
Besos e incontables caricias se repartieron hasta quedar completamente desnudos, Yuto recorría con sus manos cada rincón del cuero de Ryosuke, y este solo dejaba escapar pequeños suspiros, disfrutando de cada roce, de cada beso que Yuto repartía por su cuerpo. Poco después, Yuto penetraba lentamente a Ryosuke, este rodeó la cintura del menor con ambas piernas, haciendo así que acelerara los movimientos de su cadera, haciendo de cada embestida más rápida y profunda.
Ambos cuerpos se encontraban bañados en sudor, sus rostros ligeramente ruborizados, gimiendo ante semejante placer, hasta que Yuto terminó por correrse en el interior de Ryosuke, para terminar por dejarse caer sobre el cuerpo del mayor, quien no dudo en abrazarlo débilmente.
-Yuto…-
Dijo Ryosuke con la respiración agitada.
-Te amo-
Al escuchar las torpes palabras de Ryosuke, solo sonrió, se reincorporó un poco para mirar aquel rostro completamente ruborizado, beso aquellos suaves labios y acaricio su rostro.
-Ryosuke… yo también te amo-
El mayor sonrió ante las palabras de Yuto, tomó su rostro con ambas manos y lo besó, aquellos labios resultaban tan deliciosos, estaba feliz de haberlo encontrado aquel día, de haberlo llevado a casa, a pesar que solo intentaba jugar con el en un principio, todo termino por ser completamente diferente.
-Después de esto, estoy más hambriento, quiero comer ramen-
Pidió Ryosuke mientras dejaba de besar a Yuto.
-¿Ramen?-
Preguntó Yuto sorprendido.
-Si, ahora-
Ante la exigencia de Ryosuke, Yuto solo sonrió y acarició su rostro.
-No tengo opción, vayamos a cenar ramen-
Ambos sonrieron, juntaron sus frentes y se besaron una vez más.

Los días que pasaban juntos siempre eran diferentes, Yuto terminó por acostumbrarse a los caprichos de Ryosuke, era algo tan normal, tal vez y esto era lo que lo hacía amarlo tanto. Ambos eran felices, con sus pequeñas diferencias de vez en cuando pero nada que durara demasiado, Yuto siempre encontraba la forma de solucionar el problema y poco a poco Ryosuke aprendía a aceptar sus errores, resultaba realmente divertido ver su rostro de resignación.
Ante tal felicidad, los recuerdos de lo sucedido con Yabu, lo que había vivido con su padre, quedaron muy atrás, el hecho de tener a Ryosuke a su lado le hacia sentirse afortunado ¿Qué más podía pedir ahora?
De igual forma, Ryosuke pudo aprender tantas cosas, a ser más accesible, a descubrir que la amistad si existía, logrando hablar normalmente con Chinen, quien salía con Daiki, ambos siempre juntos, y Ryosuke se sentía feliz por ambos. Nunca olvidaría aquel día en el que todo cambio, el día que conoció a Yuto, era más que evidente que el menor lo había atrapado por completo.
-Soy yo quien esta en tus manos…-
Susurró Ryosuke mientras observaba como Yuto pedía al encargado de aquel puesto de ramen y sonreía.

F I N
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¿Qué tal? *----*
¿Qué tal? *O*
Awww me esforzé ;3; realmente me esforzé por teminar lo más pronto que pude ;O; En verdad espero y les haya gustado ;___;
Un fic más teminado, y he decir que es gracias a ustedes, las que comentan, las que me acosan por el siguiente capitulo, las que me animan a continuar, soy yo quien debo decirles: ¡¡Gracias!!
Como algunas de ustedes sabrán, ya estoy en clases otra vez~ por lo que mis actualizaciones tal vez sean más lentas que de costumbre, por ahora tengo "libres" los miercoles, eso será hasta que me den mi horario del taller de teatro (Si! Ayaa va a meterse a teatro *---* por que mi objetivo es ser capaz de escribir un guión para llevarlo a escena~ *O*) pero, ¡Que no cunda el pánico! si voy a seguir escribiendo, tal vez más lento pero sigo, tengo mucho por compartir con ustedes :D aunque la Universidad me absorba, no voy a dejar los fics ^^
Bueno, pasando al fic, en verdad espero y hayan disfrutado de este capitulo, yo la verdad disfruté mucho escribiendolo, me lo aventé casi todo en una noche y esta mañana solo terminé unos detalles xD
Comenten mucho *---* quiero saber si les gusto o si no les gusto!
Nos leemos en el proximo fic, Gracias por seguir tanto este!

P.D. Si hay horrores de ortografía disculpen -0- escribir a las 3 de la mañana no es bueno para mi vista y segun yo revisé pero puede que se me haya pasado algo, igual lo volveré a corregir XD pero como ya me moría por publicar así se los dejo por ahora xD