Capitulo 4
Kei tocaba con la esperanza de que al fin Daiki reaccionara y lo encontrara, sabía que era cuestión de minutos. Por otro lado Yuto observaba impaciente de vez en cuando por la puerta, pero nada, no sabía muy bien el por qué estaba ahí, simplemente tenía curiosidad de saber que pasaría cuando Daiki descubriese a Kei.
Pero nada, Daiki no aparecía, Kei comenzaba a desesperarse y Yuto cada vez miraba mas frecuentemente por la puerta, la melodía estaba por terminar, Yuto se asomó por última ocasión, mirando fijamente hacia el extremo del pasillo y vio algo que llamo su atención.
-¿Qué es eso?-
Dijo en voz baja, trato de enfocar mejor su vista y se asustó.
-Es… ¡¡¡Es una cabeza!!!-
El grito de Yuto desconcentró a Kei y dejó de tocar.
-¿Por qué gritas?-
-Inoo-chan… problemas-
Y sin más, Yuto salió corriendo, Kei se extraño un poco, pero casi de inmediato se puso de pie y salió tras de Yuto, cuando notó que este se arrodillaba y levantaba algo comenzó a caminar más de prisa.
Entonces, al llegar se llevó el susto de su vida, ahí estaba, tirado en el suelo completamente inconciente.
-Daiki…-
Logró decir en voz baja, se arrodilló junto a Yuto y acercó su rostro al de Daiki.
-¿Pero… que ocurrió?-
Preguntó Yuto asustado, y sin decir nada, de inmediato Kei tomó a Daiki en sus brazos y se puso de pie.
-Hay que llevarlo a la enfermería, vamos-
-Si…-
Respondió Yuto nervioso mientras caminaba detrás de Kei a paso veloz.
-”¿Por qué paso esto?”-
Se preguntaba Kei mientras veía de reojo el inconciente rostro de Daiki y caminaba lo más rápido que sus piernas se lo permitían.
Después de que todo se volvió obscuro pudo sentir como una calida brisa acariciaba su rostro, sentía como si volara, después apareció de nuevo en el salón de música, estaba solo.
-¿Qué hago aquí?-
Se preguntó mientras miraba a su alrededor.
-¿Cómo llegue aquí?-
Mientras se preguntaba eso, aquella melodía comenzó a resonar por todo el salón, se giró de prisa hacia el piano y no había nadie, era como si se tratase de un fantasma.
-¿Qué esta pasando aquí?-
Dijo con voz temblorosa, estaba asustado, se giró para poder observar bien todo lo que había a su alrededor y en el instante en el que le daba la espalda al piano, la melodía comenzaba de nuevo. Pensó que si tal vez no volteaba esa persona no desaparecería, pero aquello era imposible, el saber que esa persona estaba tan cerca y no poder verla era algo realmente angustiante, así que sin más alternativa y sin poder esperar un segundo más, se giró, y lo único que pudo ver fue una sombra y en cuanto esa sombra notó la presencia de Daiki se esfumó como el humo.
-¡¡¡Espera!!! ¡¡¡No te vayas!!!-
Gritó con todas sus fuerzas, de pronto todo volvía a estar obscuro y todo a su alrededor comenzaba a distorsionarse, esto era realmente desesperante y angustiante.
Dentro de toda esa obscuridad logró escuchar una voz muy familiar que lo llamaba con voz preocupada.
-Daiki… Daiki…-
Repentinamente logró abrir los ojos, había demasiada luz, tanto que no pudo evitar el cerrarlos de nuevo.
-Daiki… ¿Estas bien?-
“-Esa voz…-”
Pensó, sabía muy bien que esa voz era la de Kei. Así, trato de abrir nuevamente los ojos, pudo sentir algo muy suave debajo de el, confundido, trató de sentarse. Miró a su alrededor, se encontraba en la enfermería, y justo sentado a su lado se encontraba Kei quien lo miraba muy preocupado.
-¿Qué hago aquí?-
Preguntó confuso, no recordaba haber caminado hacia la enfermería.
-Te desmayaste… ¿no lo recuerdas?-
Le dijo Kei, lucía muy preocupado.
-No… no lo recuerdo…-
Dijo Daiki mientras se agarraba la cabeza y trataba de acordarse de algo.
-De lo único que me acuerdo es que caminaba por el pasillo, de regreso a mi salón… entonces… escuché algo… y… después… nada-
Al escuchar eso, Kei tuvo curiosidad de preguntarle si había escuchado la melodía, pero prefirió callar y decir otra cosa.
-¿Acaso estas enfermo de algo? Digo, no es muy normal que alguien se desmaye así de pronto…-
Daiki se llevó la mano a la cabeza.
-No estoy enfermo, solo muy cansado, ¿Cómo me encontraste?-
-Yo… después de verte… me encontré con Yuto, estábamos platicando cuando… escuchamos un golpe y nos acercamos solo para encontrarte… tirado en el suelo…-
-Ah… ¿Yuto?-
-Mi amigo…-
Dijo Kei tratando de no darle mucha importancia.
-Tu amigo… Yuto… ¿Qué hacía ahí?-
-Pues… no lo sé… debo irme, será mejor que descanses-
Dijo Kei al mismo tiempo que se ponía de pie. Daiki pensaba en detenerlo, quería preguntarle algo, tal vez el conocía a la persona que tocaba el piano, pero la presencia de la enferma arruino sus planes y sin poder evitarlo Kei se fue.
Al caminar por los pasillos rumbo a su salón de clases no dejaba de pensar en lo ocurrido.
“-Bueno, si el dice que esta bien… no debo preocuparme… pero ahora supongo que estará intrigado con Yuto… tengo que hablar con el-”
Pensó, entonces comenzó a caminar rumbo al salón de Yuto, ya que le había pedido que se fuera a clases y que el se quedaba con Daiki.
Cuando llegó al salón de Yuto, evidentemente estaba en medio de su primera clase, pero eso no le importo, afortunadamente este estaba sentado junto a una de las ventanas que dan al pasillo, así que se acercó sigilosamente y le habló en voz baja.
-Necesito hablar contigo, te veo en el patio trasero-
Dicho esto, se alejó de prisa, ahora era cuestión de tiempo para que Yuto se las ingeniara para salir de clase.
Mientras esperaba la llegada de su amigo, no dejaba de darle vueltas al asunto.
“-Estuvo tan cerca… tal vez esto quiere decir que aún no es el momento… pero… ¿Por qué?-”
Pensó, de pronto fue interrumpido por la voz agitada de su amigo.
-¿Qué ocurre?-
Kei miró a Yuto, al parecer este había corrido lo más rápido posible para no hacerlo esperar demasiado.
-Daiki despertó…-
-Eso es bueno, pero ¿Por qué no lo parece?-
Preguntó Yuto curioso.
-Al parecer no recuerda bien o no lo sé, pero no sospecha nada de mí, solo tengo la ligera impresión de que ahora pensará que eres tú quien toca el piano…-
-¿Yo? Debes estar loco, ¿Por qué pensaría algo así?-
Kei suspiró ante la cara de asombro de Yuto.
-Solo digo que puede suceder-
-¿Y que si eso sucede? Es obvio que le voy a decir que eres tu-
Exclamó Yuto con un ligero tono de desesperación en la voz.
-No, simplemente no lo vas a negar, pero tampoco a afirmar, te quedaras callado y haber como le haces para escapar-
Yuto trató de digerir todo lo dicho por Kei.
-Espera un segundo, ¿Qué tengo que ver yo en todo esto eh?-
-Nada, pero eres mi mejor amigo ¿cierto?-
Preguntó Kei acercándose a Yuto y recargándose en su hombro.
-Si, lo soy, pero-
-Entonces solo hazlo-
Finalizó Kei la discusión dándole una palmadita en la espalda a su amigo al mismo tiempo que comenzaba a marcharse.
-¡No puedo!-
Gritó Yuto, pero Kei ya iba lo suficientemente lejos ahora, así que dejando salir un suspiro de resignación decidió volver a su clase.
Habían pasado unos cuantos minutos, la enferma no encontraba nada extraño en Daiki así que lo dejo ir. Y mientras se ponía de pie no dejaba de pensar cosas extrañas.
“-Primero me encuentro con la sorpresa de que Yuto va a la misma casa en donde escucho esa melodía, justo cuando salgo del salón lo encuentro… después… escuchó la melodía y… ah… no recuerdo más…-”
Pensaba, tratando de encontrar una respuesta.
-¡Daiki! ¿Qué fue lo que te paso?-
Esa voz era bastante conocida para el, y al darse media vuelta se encontró con un Ryosuke bastante preocupado.
-Nada grave, solo estoy muy cansado ¿Tú que haces aquí?-
-Estaba preocupado y vine por ti-
Respondió Ryosuke con voz débil.
-Estoy bien, no hace falta que vengas-
Sin darse cuenta, Daiki le estaba hablando muy fríamente a Ryosuke.
-Bien, ahora sé que estas bien, con esto ya no tengo por que preocuparme por ti-
Al escuchar el reclamo de su amigo, Daiki reaccionó.
-No te enojes conmigo, es solo que no me siento muy bien, discúlpame por hablarte así-
Esta vez su tono en la voz era más suave.
-De acuerdo, comprendo, anda, vayamos al salón que la próxima clase esta por comenzar-
Así ambos salieron de la enfermería y partieron rumbo a salón de clase.
Las horas pasaron lentamente, como de costumbre, pero para fortuna y alegría de muchos, el descanso llego en un buen momento.
-¿Comemos juntos?-
Preguntó Ryosuke entusiasmado.
-De acuerdo-
Respondió Daiki con una sonrisa, Ryosuke acomodó una silla y se acomodó frente a Daiki.
-¿Qué comerás?-
Preguntó Ryosuke curioso mientras destapaba su bento.
-No traigo nada, iré a la cafetería por algo, no tardo-
Así se puso de pie, Ryosuke estuvo de acuerdo, y salió deprisa. Mientras caminaba, esperaba encontrarse con alguien, al menos para despejar sus dudas.
Y justo al entrar en la cafetería, ahí estaba, bueno, en realidad estaban los dos juntos, formados y llenado sus platos de comida. Daiki pensó que no era un buen momento, pero fue Kei quien lo vio y le sonrió al verlo, Yuto no le dio importancia y continuo con su camino hasta llegar a una mesa.
Entonces, Daiki aprovechó la oportunidad y se acercó a el mientras Kei seguía escogiendo comida.
-¿Yuto-kun? ¿Puedo hablar contigo?-
Yuto estaba nervioso, aún no podía creer lo que estaba a punto de hacer, pero al notar que Kei los observaba discretamente, no tuvo alternativa que seguir con el plan, así que con la voz más grave que pudo y la mirada más pesada, miró a Daiki para responderle.
-No-
Y sin más comenzó a comer, pero Daiki estaba dispuesto a no darse por vencido.
-Solo serán unos minutos, no es mucho realmente-
Pero Yuto lo estaba ignorando por completo.
-Yuto-kun… por favor, solo quier que me digas-
-¿Quién te dijo que puedes llamarme por mi nombre?-
Daiki se sorprendió con la fría actitud del chico, había pensado que era completamente diferente.
-Lo siento… eh…-
-Nakajima-
Dijo Yuto con frialdad mientras seguía comiendo, pero por dentro no se sentía nada bien, simplemente no era lo suyo comportarse de esa forma.
-Nakajima-kun… solo quiero saber si acaso tu-
-¿No me puedes dejar comer en paz? Molestas demasiado, cuando estoy comiendo odio que me molesten, así que mejor vete-
Daiki se quedó sin palabras.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó Kei mientras dejaba su comida sobre la mesa, y sin que Daiki lo notara, Yuto le dirigió una mirada suplicante a Kei, era evidente que el chico no podía seguir actuando así.
-Disculpa Daiki, Yuto se pone de mal humor cuando no lo dejan comer, ¿Te parece si lo buscas después?-
Sugirió Kei con voz animada, Daiki solo asintió con la cabeza y mejor se marcho, compro solo un pan y se marchó. Se sentía como un tonto al haber intentado hablar con Yuto.
“-¿Pero que ocurre con su actitud? No puede ser el…-”
Pensó mientras se acercaba al salón de clases y ahí estaba Ryosuke, comiendo tranquilamente.
-Quise esperarte pero moría de hambre-
Dijo el chico al ver a Daiki entrar al salón.
-No hay problema… esta bien-
Y sin más, tomó asiento y comenzó a comerse su pan.
-¿Por qué me haces hacer esto?-
Preguntó Yuto un poco molesto mientras miraba a Kei.
-No te molestes, es solo un favor, y lo haz hecho muy bien, te felicito-
-No quiero que me felicites, ¿Qué te cuesta ir y decirle que eres tu el sujeto del piano y nos evitamos todo este drama eh?-
-De acuerdo, esto terminará pronto, solo come y deja de molestarme con eso-
Finalizó Kei con una sonrisa mientras seguía comiendo, Yuto lo miró incrédulo y continuo con su almuerzo.
-Sé que tendrás una presentación dentro de tres días, ¿este sábado cierto?-
Preguntó Yuto.
-Si, ya esta todo listo, con eso mi padre dejará de molestarme un tiempo-
Dijo Kei mientras suspiraba un poco.
-Eso es bueno-
Yuto sonrió un poco.
-¿Irás a verme?-
Preguntó Kei con una sonrisa en los labios.
-Por supuesto, jamás me pierdo tus presentaciones, ¿esta vez con que escuela será?-
-La misma de la vez pasada, solo soy invitado para dos piezas y otra para acompañar al coro con el piano-
Kei hablaba de esto como si fuese cualquier cosa, pero a Yuto siempre le emocionaban esta clase de eventos.
-Me aseguraré de estar ahí-
Dijo Yuto muy animado.
-Bien, eso espero-
Dijo Kei, estaba feliz de saber que contaría con la presencia de su amigo, y de pronto una idea cruzó por su cabeza.
-Sabes, mañana te daré tu invitación… y… necesitaré de tu ayuda para entregar una extra…-
-¿Eh?-
Preguntó Yuto extrañado.
-¿Acaso piensas-
-Si-
Interrumpió Kei con una mirada traviesa.
-Estas loco-
Dijo Yuto mientras tomaba un poco de jugo, Kei solo se limitó a sonreír aún más.
Aún faltaban unos cuantos minutos para que el descanso terminara, y Daiki se sentía inquieto.
-¿Te parece bien si… caminamos un poco?-
Sugirió, Ryosuke estuvo de acuerdo.
Ambos caminaban entre los pasillos, Daiki tenía toda la intensión de ir al salón de música, quería comprobar sus sospechas o al menos poder ver a la persona real.
-¿Por qué venimos por aquí?-
Preguntó Ryosuke.
-Solo… quiero ir un poco al salón de música, no es nada importante…-
Y justo cuando iban llegando, aquella melodía resonaba por todo el pasillo, Daiki tenía miedo, ahora estaba tan cerca, que dudaba en acercarse.
-Oye, eso suena bien, ¿Quién estará ahí?-
Preguntó Ryosuke al mismo tiempo que intentaba adelantarse, pero Daiki lo detuvo.
-Espera, no creo que sea buena idea interrumpir…-
Y así, se quedó ahí hasta que la melodía terminó.
-Bien, ya se terminó, ya vámonos de aquí-
Dijo Ryosuke mientras comenzaba a irse, pero Daiki no se movió, estaba en la espera de ver quien salía de aquel salón.
Esperaba y esperaba hasta que de pronto se quedó sin aliento, Yuto salía de aquel salón, pudo observar como el chico estiraba sus brazos y detrás de el salía Kei.
“-¿Qué está pasando aquí?-”
Se pregunto mientras ambos chicos caminaba juntos y al parecer conversaban muy amenamente, y antes de ser descubierto, Daiki prefirió salir corriendo.
-¡Daiki! ¡Espera!-
Gritó Ryosuke mientras corría detrás de el.
Yuto y Kei escucharon esto.
-Daiki estuvo aquí… ahora ya no sabe que pensar…-
Murmuró Kei, mientras que Yuto lo miraba ligeramente asustado.
-Si quiere hablar conmigo otra vez no sé que voy a hacer-
-Nada, no harás nada, solo déjalo en mis manos-
Dijo Kei mientras se adelantaba con una sonrisa traviesa dibujada en los labios, Yuto simplemente no podía evitar el sentirse preocupado.
-¿Y ahora que sigue?-
Murmuró mientras caminaba para alcanzar a Kei.
El resto del día fue tormentoso para la cabeza de Daiki, estaba confundido, y todo por culpa de Yuto, omitiendo por completo la presencia de Kei.
“-Tengo… tengo que hablar con Yuto a como de lugar-”
Pensó mientras clavaba su mirada en el libro de texto, pero no podía pensar en nada más que en hablar con Yuto y preguntarle lo que tanto anhelaba saber.
Al terminar la última clase, Daiki guardó sus cosas lo más rápido que pudo, e ignorando por completo los gritos de Ryosuke salió de prisa del salón. En cuanto llegó a la salida decidió esperar ahí a Yuto, el cual no tardo mucho en aparecer, y en cuanto Daiki lo vio lo tomó del brazo.
-Nakajima-kun, de verdad necesito hablar contigo-
Yuto se quedó helado, ¿Ahora que debía hacer? Sin muchas alternativas logró que Daiki lo soltara, y de nuevo esforzándose por lucir duro dijo.
-¿Qué es lo que quieres?-
A Daiki no le importó el comportamiento de Yuto.
-¿Acaso tu… tocas el-
Daiki estaba por terminar su pregunta cuando la voz de Kei lo interrumpió, pero no precisamente para hablarle a el.
-¡Yuto! Tenemos que irnos, prometiste venir conmigo y eso harás-
Al principio fingió no haber visto a Daiki, hasta que este dejo salir un suspiro de frustración.
-Oh Daiki, ¿Qué haces aquí?-
-Trato de hablar con Nakajima-kun…-
Respondió molesto.
-Pues me temo decirte que ahora no se va a poder, tenemos mucho que hacer así que será mejor que hables con el mañana-
Y sin esperar más, Kei tomo a Yuto del brazo y comenzó a llevárselo.
-¡Solo deja que hable con el unos minutos!-
Gritó Daiki mientras se ponía frente a Kei.
-Vaya… ¿Qué dices Yuto? ¿Quieres hablar con el?-
Yuto ahora estaba en una situación difícil, como se atrevía Kei a dejarlo en esta situación, así que desesperado logró soltarse del agarre de su amigo y gritó.
-¡Déjenme los dos en paz!-
Y sin más salió corriendo. Daiki intentó seguirlo pero Kei lo detuvo.
-No vayas, esta muy enojado y se puede poner peor, ahora que por tu culpa mi amigo se ha ido tendrás que acompañarme-
Dicho esto, Kei comenzó a jalar a Daiki del brazo sin esperar una respuesta del menor.
-Yo no quiero ir, ¡Suéltame!-
Exigió Daiki e intentó soltarse pero parecía inútil, Kei lo tomaba con fuerza y lo llevaba hacia quien sabe dónde.
-Solo quiero que me acompañes por algo, después serás libre-
Y así, continuo jalando de Daiki hasta que este se resigno y dejó de forcejear para caminar ahora junto a Kei.
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