lunes, 7 de junio de 2010

Say Goodbye [ParteI]

Say Goodbye [Part. I]

Una tarde de verano, solo observaba a la gente caminando de prisa, pero solo el caminaba lentamente, pasando por aquellas calles llenas de recuerdos, solo momentos que jamás volverán, por que la persona que tanto ama y necesita no estará a su lado nunca más.
Después de haber caminado por mucho tiempo y de que la noche cayera sobre la ciudad, tomo asiento en una banca de aquel parque, de pronto comienza a llover al mismo tiempo que sus lágrimas comienzan a caer.

“La lluvia cae sin cesar, como si tratara de consolarme,
Pero ahora nada puede evitar mi llanto, y todo por que ya no estas aquí, a mi lado, nos hemos separado y esta vez es para siempre. No importa lo mucho que anhele tenerte cerca, es imposible, por eso lo mejor ahora es decir adiós”.

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Un año atrás

En una tarde cálida de verano, Yuri caminaba por las calles, regresaba de la escuela, al fin estaba de vacaciones, sin embargo tenía el deseo de pasear, de ver tiendas aunque no comprara nada, pero sentía algo extraño mientras caminaba, tal vez solo era su imaginación pero estaba casi seguro de que alguien lo seguía.
Así que de una manera muy discreta se detuvo frente a un aparador intentando aparentar que observaba la ropa ahí expuesta, pero en la primera oportunidad que tuvo giró un poco su cabeza solo para darse cuenta si de verdad alguien lo seguía. De pronto, no muy lejos, se acercaba un chico alto, de cabello un poco rubio, de aspecto elegante y definitivamente muy apuesto, al verlo sus mejillas se ruborizaron ligeramente, aquel chico era realmente hermoso. En cuanto este paso a su lado miró de reojo a Yuri quien no dejaba de contemplarlo como si de una joya se tratase. El chico no dijo nada y simplemente continuo con su camino al mismo tiempo que le regalaba una sonrisa a Yuri. Esto lo sonrojó aún más, que sonrisa tan más bella, que chico tan apuesto, pensó.
“-Esto es absurdo, debo estar volviéndome loco-”
Ahora comprendía que la imponente presencia de aquel joven era la que había logrado sentir, confundiendo la sensación como si alguien lo estuviese siguiendo.
“-Después de todo solo caminábamos por la misma acera-”
Y sonriendo torpemente al ver al chico alejarse, continuo con su camino.

Al llegar a casa fue recibido por su madre, la cual estaba aparentemente emocionada.
-¡Yuri! Al fin llegas, anda entra-
-¿Qué ocurre?-
Preguntó a su madre un poco confundido, no era muy común ser recibido de esa forma.
-Tenemos una visita importante, así que será mejor que te comportes-
Dijo la señora mientras empujaba a Yuri por la espalda y lo llevaba hacia la sala. Al entrar pudo ver a alguien que estaba sentado en el sillón, al ver su rostro se quedó completamente sorprendido y sin habla.
-Bien, el es el hijo de mi hermana, así que por consecuencia es tu primo, no llevan los mismos apellidos por razones obvias, yo tengo el apellido de tu padre ahora y mi hermana el de su marido, pero eso no importa mucho, Yuri, el es Yuya, Takaki Yuya-
Yuri aún no sabía como reaccionar, aquel chico llamado Yuya era el mismo con el que se había topado hace unos momentos en la calle, ¿Cómo era posible que ahora lo tuviera frente a frente con la noticia que es su primo?
-Yuri, bonito nombre, mucho gusto-
Expresó Yuya mientras se acercaba a Yuri para saludarlo y mirarlo tranquilamente.
-Ah… gracias… eh… mucho gusto…-
No sabía que más decir, estaba completamente bloqueado.
-Yuya vivirá con nosotros un tiempo, así que espero y seas amable con el-
Indico la madre de Yuri con voz severa.
“-¿Vivirá aquí?-”
Pensó Yuri, estaba completamente asombrado, pero ante esto solo atino a decir.
-De acuerdo…-
-Ahora ayuda a Yuya a subir sus cosas a la habitación de invitados, mientras yo prepararé algo de comer-
La habitación de invitados se encontraba justo a un lado de la habitación de Yuri, ¿Qué más podría ocurrir?
-Madre, ¿vas a cocinar? No crees que será mejor-
-Lo sé-
Interrumpió la señora.
-Ya he comprado algo, no te preocupes, yo me iré en unos minutos así que, Yuya, siéntete como en casa-
-Muchas gracias, tía-
Agradeció Yuya. Yuri seguía sin reaccionar muy bien todavía.
-¿Qué estas esperando Yuri? Anda, lleva a Yuya a su habitación-
-Si…-
Expresó, después notó como Yuya tomaba su maleta y sin más, se dio media vuelta y camino por las escaleras, podía escuchar muy claramente los pasos firmes de Yuya detrás de el, tal y como los había sentido instantes atrás cuando se encontraron en la calle. Yuri estaba nervioso, pero ¿Por qué estar nervioso? No lo sabía, era algo extraño y al mismo tiempo inquietante.

Cuando estuvieron frente a la habitación de invitados, Yuri abrió la puerta y se hizo a un lado para que Yuya entrara.
-Espero que estés cómodo-
Dijo Yuri en voz baja, Yuya pareció no darle mucha importancia a eso.
-Gracias-
-Bien, estaré en mi habitación-
-¿No bajaras a comer algo?-
Preguntó Yuya un poco preocupado.
-No, no tengo hambre, con permiso-
Dijo tímidamente para después retirarse lo más rápido que pudo y encerrarse en su habitación.
Al quedarse solo, Yuya no pudo evitar el sonreír un poco, no cabía duda de que Yuri era un chico lindo, aunque no se esperaba que fuese tan tímido. Así, sin más, cerro la puerta lentamente.

Estando solo en su habitación, Yuri no dejaba de sentirse como un tonto, ¿por que tenía que actuar tan tímidamente delante de un chico?, era algo completamente absurdo.
-Tal vez deba intentar disculparme… es probable que piense que soy el típico niño grosero o algo por e estilo… creo que tengo que aclarar las cosas, después de todo vivirá aquí a partir de hoy, tengo que llevarme bien con el-
Se dijo en voz baja, estaba decidido a arreglar las cosas y a mostrarle a Yuya que el no era un chico tan tímido.
Así pues, salió de su habitación y se acercó a la puerta de la que ahora era la habitación de Yuya, tocó la puerta, espero por una respuesta pero no hubo nada.
-¿Habrá bajado a comer? Pero no escuché la puerta-
Se dijo en voz baja, entonces volvió a tocar la puerta, esta vez un poco más fuerte, espero y nada, no había respuesta.
Sin mucho que hacer y lleno de curiosidad, giró lentamente la perilla y abrió poco a poco la puerta, primero miró de reojo, pero no lograba ver a Yuya por ningún lado, así que decidió entrar, abrió completamente la puerta y entró en la habitación, miró más cuidadosamente a su alrededor y no había nada, y la habitación no era tan grande cómo para lograr esconderse, así, se acercó lentamente hacia la cama, y entonces ahí encontró lo que buscaba, aunque se sorprendió por completo.
Yuya estaba ahí, recostado bocabajo, con la cabeza de lado sobre la almohada, sin camisa, se veía cansado, sin embargo Yuri estaba completamente sorprendido, el chico se veía tan lindo, dormido, con una leve sonrisa dibujada en el rostro, profundamente dormido.
Lentamente Yuri comenzó a acercarse más y más, aún dormido era sumamente hermoso, algo completamente diferente, nunca había visto algo igual, se sentía extraño, era como si algo lo atrajese de aquel joven.
Poco a poco, centímetro a centímetro se acercaba más a Yuya, estaba tan cerca que podía respirar el suave aroma que se desprendía de la piel del mayor, estaba a punto de acercarse más a aquel rostro dormido cuando de pronto, Yuya abrió los ojos. Al notar que el mayor había abierto los ojos, Yuri se sorprendió, sin embargo no se movió ni un centímetro.
-¿Qué intentas hacer?-
Preguntó Yuya mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en su rostro al mismo tiempo que observaba fijamente a Yuri.
-Ah… eh… yo… ah… ¡¡Lo siento!!-
Exclamó el menor en casi un grito y trato de alejarse lo antes posible, y eso hubiese hecho de no ser por que Yuya lo tomó rápidamente del brazo y lo jaló para regresarlo, esta vez recostándolo a su lado, asegurándose de que el chico no escapara lo tomo con fuerza de la cintura.
-Si estas aquí es por algo ¿cierto?-
La sonrisa de Yuya era muy provocadora y su voz igual, esto le ponía a Yuri la piel de gallina, simplemente no sabía que decir.
-Por… por nada en especial… yo solo-
-¿Nada en especial? Si no es nada en especial ¿Qué hacías tan cerca de mi entonces?-
Esa pregunta tenía sentido, pero ni siquiera Yuri tenía la respuesta, no sabía por que se había acercado tanto a Yuya, era algo que simplemente no tenía explicación para el.
-Lo siento…-
Fue lo único que pudo decir al mismo tiempo que bajaba la mirada, Yuya no pudo evitar el seguir sonriendo al ver a Yuri tan avergonzado.
-Veo que eres un chico demasiado tímido, ¿Qué edad tienes?-
Al escuchar esto Yuri recordó el motivo por el cual estaba ahí, debía aclarar con Yuya que esa idea era completamente errónea, el no era tímido.
-¡No soy tímido! Son solo las circunstancias, pero realmente yo no soy así-
Yuya pareció asombrado con tal respuesta.
-¿A no? ¿Entonces como eres?-
Pregunto curioso, a Yuri comenzaba a ponerlo más incómodo el hecho de estar tan cerca de Yuya, sin embargo no hacia nada para alejarse.
-No… no lo sé, eso es algo que tu debes descubrir-
-Oh… que agresivo… interesante, bien, acepto ese reto-
Declaro Yuya con una sonrisa en el rostro, Yuri lo miró extrañado.
-¿Reto? ¿Estas tomando esto como un reto?-
Yuya no pudo evitar el dejar salir una leve carcajada ante el comentario de Yuri.
-¿Esto? ¿Y que se supone que es ”esto”? Me confundes-
Al ver la sonrisa tan relajada de Yuya, Yuri se ponía de mal humor.
-Nada, creo que mal interprete tu comentario-
Respondió fríamente al mismo tiempo que desviaba la mirada.
-Eres interesante, pero aún no me dices tu edad-
Yuri dejó salir un leve suspiró y respondió.
-Dieciséis-
-Vaya-
Exclamó Yuya sorprendido.
-Imaginé que eras más pequeño-
Al parecer este comentario afecto a Yuri, después de todo odiaba que se metieran con su apariencia. Así que molesto, empujo a Yuya un poco, al menos lo suficiente para liberarse, después salió de la cama y se acercó a la puerta.
-No vuelvas a decirme pequeño-
Dijo Yuri al mismo tiempo que miraba fríamente a Yuya, este simplemente lo observó confundido.
-Lo siento, no era mi intensión molestarte-
Se disculpo mientras se ponía de pie y caminaba hacia la puerta.
-De acuerdo, ahora… me voy-
Yuri estaba dispuesto a marcharse a su habitación, pero justo cuando se giraba, Yuya lo detuvo, tomándolo del brazo.
-Tengo hambre-
Dijo en tono infantil, Yuri se giró para verlo.
-Pues baja a comer-
Dicho esto intentó liberarse del agarre de Yuya.
-Odio comer solo, ¿Me acompañas?-
La mirada de Yuya era tan suplicante, que no dejaba a Yuri con muchas opciones, así que sintiéndose incapaz de rehusarse, dejo salir un suspiro de resignación.
-De acuerdo-
-Gracias-
Expresó Yuya al mismo tiempo que soltaba a Yuri, tomaba su camisa que estaba sobre la cama y se la ponía mientras bajaba por las escaleras, Yuri solo observo mientras bajaba alegremente, y sin mucho que hacer hizo lo mismo, inexplicablemente el hambre comenzaba a invadirlo.

Al estar en el comedor observó como Yuya tomaba asiento.
-¿Qué hay para comer?-
Preguntó un poco emocionado.
-No lo sé, espera-
Dijo Yuri mientras entraba en la cocina y revisaba lo que su madre había comprado.
-Hay un poco de Yakisoba, Gyoza y sopa miso-
Al escuchar esto Takaki dijo.
-Bien, no suena nada mal-
-De acuerdo-
Respondió Yuri y comenzó a calentar la comida.
Después de unos minutos todo estaba servido en la mesa.
-¡Comencemos!-
Dijo Yuya emocionado mientras tomaba sus palillos, Yuri solo dijo con voz débil.
-Provecho-
Y de igual forma tomo sus palillos, estaba a punto de comenzar cuando, sin querer, miró a Yuya, el chico si que debía estar hambriento, comía un poco rápido, pero al mismo tiempo, esa forma de comer, lo hacia verse lindo.
“-¿Pero que estoy pensando?-”
Se dijo mientras sacudía ligeramente la cabeza para sacar esas ideas de su mente, y sin más comenzó a comer, aunque a un ritmo mucho más tranquilo que el de Yuya.

Al terminar de comer, Yuya comenzó a recoger los platos para llevarlos a la cocina, en cuanto los puso en el fregadero comenzó a lavarlos, Yuri lo observaba fijamente desde el comedor, después comenzó a sentir que era un poco incomodo que el, como visita, estuviese lavando los platos, así que se puso de pie y se acercó a Yuya.
-Puedes dejarlos, yo lo haré-
Yuya siguió enjuagando uno de los platos y miró a Yuri con una sonrisa.
-Descuida, me gusta hacerlo-
Así, Yuya siguió fregando los platos, mientras que Yuri estaba ahí, de pie a su lado, observándolo fijamente, sintiéndose más y más absorbido por aquel joven al que apenas conocía.
“-¿Qué es lo que tiene que me hace sentir tan… inquieto?-”
Pensaba mientras miraba el rostro de Yuya, después, sin querer, Yuri dejó salir una sonrisa y un suspiro, esto no tenía sentido pero no le desagradaba, en cuanto menos se dio cuenta, Yuya terminó y tomo la toalla para secarse las manos, al darse cuenta que aún Yuri lo observaba tan fijamente no pudo evitar el sentirse un poco avergonzado.
-¿Ocurre algo?-
-¿Eh? Ah… no, nada, lo siento-
Respondió Yuri completamente avergonzado y desviando la mirada al instante, se dispuso a salir de la cocina y escapar de esa vergonzosa situación, pero Yuya lo detuvo, tomándolo del brazo y jalándolo hacia su cuerpo para abrazarlo suavemente.
“-¿Qué estoy haciendo?-”
Pensó mientras rodeaba la cintura de Yuri con su brazo al mismo tiempo que disfrutaba de tenerlo entre sus brazos, por alguna razón no tenía deseos de alejarlo de su cuerpo.
-Que… ¿qué quieres?-
Dijo Yuri con voz débil y sin poder mover ni un solo músculo.
-No lo se, ¿que no puedo abrazar a mi primo?-
Preguntó Yuya tratando de sonar despreocupado y muy normal.
“-Primo…-”
Pensó Yuri, sin comprender el por que, sentía una decepción atravesándole el pecho, ¿Por qué?
“-¿Por qué hago eso?”-
Se preguntaba Yuya mientras le daba unas palmaditas en la cabeza a Yuri, después lo alejó un poco.
-Perdón si… te molesto, solo quise hacerlo-
-No hay problema…-
Dijo Yuri con voz débil y con la mirada baja.
-¿Estas molesto?-
Preguntó Yuya con voz preocupada al mismo tiempo que intentaba buscarle la cara a Yuri.
-No, no estoy molesto, es solo que no estoy acostumbrado… pero esta bien-
Y dándose media vuelta caminó lo más rápido que pudo, podía sentir como su interior temblaba, como si sus músculos ahora fueran una especie de gelatina.
En cuanto llegó a su habitación se dejo caer sobre la cama, aún tenía la sensación de ser abrazado por Yuya, no era desagradable, sin embargo era extraño, y sin mucho que hacer, cubrió sus ojos con su brazo y trato de pensar en otra cosa, pero era imposible, era imposible dejar de pensar en Yuya.

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“Dolería menos si no nos hubiéramos conocido,
Espero que olvides nuestra promesa de estar juntos por siempre.
Mientras que yo solo rezaré por ti”


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A la mañana siguiente, Yuri despertó temprano, a pesar de estar de vacaciones, estaba tan acostumbrado a madrugar que lo hacia de manera inconsciente.
Al salir de su habitación se dispuso a entrar al baño, como siempre lo hacia cada mañana, solo que esa mañana había algo diferente, justo cuando abrió la puerta se encontró con Yuya quien estaba desvistiéndose en el baño, el mayor se encontraba solo con su ropa interior puesta. En cuando lo vio, Yuri se sorprendió de inmediato y completamente nervioso y sin poder decir nada, cerró la puerta de un solo golpe y regreso a paso veloz a su habitación.
Yuya se quedó inmóvil unos segundos.
-¿Y ahora que le sucede?-
Y sin intensiones de seguir pensando en ello, termino de desvestirse, abrió la llave de la regadera y comenzó a ducharse.

Mientras tanto, Yuri estaba en su habitación con el corazón latiéndole muy fuerte, tras haber cerrado la puerta de un solo golpe, solo pudo recargarse en ella y dejarse caer lentamente al suelo.
“-Si vas a bañarte ¡Cierra la puerta con seguro!-”
Pensó mientras cerraba los ojos y trataba de alejar de su mente aquella imagen de un Yuya casi desnudo. No podía negar que aún así el chico se veía tan apuesto. Al instante sacudió la cabeza, lo que estaba pensando era una completa tontería.
Estuvo encerrado en su habitación hasta que Yuya salió del baño, escuchó como la puerta del baño se abría, después los pasos del mayor acercándose, luego como la puerta de la habitación de a lado se abría y después se cerraba, ahora era el momento indicado para salir.
Lentamente se puso de pie, giro la perilla de la puerta y la abrió sigilosamente, miró a su alrededor como si estuviese escondiéndose de alguien, y segundos después salió y corrió hacia el baño.
Rato más tarde, Yuri se vistió y arregló un poco su habitación, al sentir un poco de hambre decidió bajar para desayunar algo.
Al bajar por las escaleras y llegar al comedor se llevo una gran sorpresa, sobre la mesa había dos vasos con leche, un poco de jugo en una jarra, pan tostado en el centro de la mesa y unos huevos revueltos servidos en dos platos.
Lentamente se acercó y segundos después salió Yuya de la cocina con un sartén en la mano en el cual había un poco de tocino.
-Oh, bajaste, bien, el desayuno esta listo-
Yuri seguía en un estado de shock del cual luchaba por salir.
-Tú… ¿Tú hiciste todo esto?-
-Claro, la tía, tu mamá, no esta, ¿Es mi imaginación o anoche no llegó?-
Preguntó Yuya curioso.
-Si llego, solo que se va muy temprano-
Respondió Yuri un poco indiferente mientras tomaba asiento. Yuya pudo sentir aquella indiferencia.
-¿Acaso siempre es así?-
Preguntó un poco preocupado.
-Si, te acostumbraras a verla muy poco por aquí-
Respondió Yuri sin mirar al mayor mientras tomaba un pan y le daba una gran mordida.
-¿Eso quiere decir que siempre estas solo?-
Volvió a preguntar Yuya mientras servía el tocino en los platos.
-Si-
Respondió Yuri secamente mientras volvía a morder su pan y tomaba un poco de leche.
-Ya veo-
Dijo Yuya mientras tomaba asiento. Después ambos comenzaron a desayunar en silencio, para Yuya era una atmosfera un poco incómoda, pero para Yuri no tenía ningún significado.
En cuanto ambos terminaron Yuri se puso de pié rápidamente y comenzó a recoger los platos, no pensaba permitir que Yuya volviera a encargarse de lavarlos.
Yuya no dijo nada, simplemente se limitó a observar al menor llevarse los platos hacia la cocina, en su mirada había algo extraño, ¿Acaso era así siempre? Era algo completamente diferente a lo que Yuya tenía en mente de aquella familia.

Rato después, Yuya seguía sentado en el comedor, Yuri terminó de lavar los platos y salió de la cocina, miró a Yuya al igual que este lo miraba.
-Gracias por el desayuno-
Dijo tratando de lucir serio, después se dispuso a ir a su habitación, pero Yuya no quería que el chico se fuera así.
-¿Tienes planes?-
Fue lo primero que se le ocurrió preguntar para evitar que Yuri se fuera, al parecer había resultado, puesto que el chico se detuvo y se giro para ver a Yuya.
-¿Planes?… pues… no, no tengo nada en especial para hoy-
Después de responder, Yuri se dio media vuelta, dispuesto a marcharse, pero entonces Yuya se puso de pie rápidamente y lo tomó del brazo comenzando a caminar de prisa llevando a Yuri con el.
-¿Pero que haces?-
Pregunto Yuri confundido mientras se dejaba llevar por Yuya.
-Hagamos algo, es un buen día de verano y no hay que desperdiciarlo-
-¿Qué? ¡Espera!-
Decía Yuri tratando de zafarse del agarre de Yuya, pero era imposible, aquel chico lo jalaba con fuerza, así, ambos salieron de casa, antes, Yuya tomo las llaves que estaban en una pequeña mesita cerca de la puerta.
-¿A dónde vamos?-
Preguntó Yuri al mismo tiempo que se soltaba del agarre de Yuya y ahora caminaba a su lado.
-Vaya, eso quiere decir que no te desagrada la idea de venir conmigo ¿cierto?-
Dijo Yuya sonriente, Yuri se sorprendió y se sonrojó un poco.
-Bueno, ya me has sacado de casa, así que más te vale que valga la pena-
Dijo Yuri mientras le sonreía traviesamente a Yuya, esto sorprendió un poco al mayor, esperaba que el chico estuviese molesto, pero al parecer estaba de acuerdo en salir con el y eso le agradaba.

Después de caminar por la ciudad sin un rumbo fijo, ambos observando los aparadores de las grandes tiendas, entrando a algunas solo para echar un vistazo, realmente estaban disfrutando de aquellos momentos. Rato más tarde, ambos se encontraban en un pequeño restaurante comiendo hamburguesas.
-¿No se supone que deberías de invitarme a uno de esos lugares caros?-
Preguntó Yuri en tono de broma mientras le daba una mordida a su enorme hamburguesa.
-Bueno, tal vez lo haga para la próxima ocasión-
Respondió Yuya ligeramente apenado. Yuri no dijo nada y continuo comiendo con aquella sonrisa dibujada en su rostro.
Al salir del restaurante, Yuri estiró sus brazos, Yuya aprovechó esto para colocarse detrás del menor y rodear su cintura con ambos brazos. Esto sorprendió bastante a Yuri.
-¿Pero que haces?-
Reclamó mientras sus mejillas se tornaban rojas.
-Nada-
Respondió alegremente Yuya, al mismo tiempo que abrazaba al chico con más fuerza y recargaba su barbilla en la cabeza del menor.
-¿A dónde quieres ir ahora?-
Pregunto el mayor con tranquilidad.
-Primero suéltame, esto es vergonzoso-
Dijo Yuri mientras observaba como toda la gente que pasaba por ahí los miraba y se reían un poco.
-¿Vergonzoso por qué?-
Pregunto Yuya despreocupado.
-El hecho de que seas mi primo no te da derecho de abrazarme así-
Reclamó Yuri mientras intentaba zafarse del agarre de Yuya, pero le era imposible puesto que este lo estaba tomando con fuerza.
-¿A no? ¿Y quién lo dice?-
Preguntó Yuya.
-¡Aaaah! ¡Lo digo yo!-
Gritó Yuri al mismo tiempo que lograba liberarse del agarra de Yuya con todas sus fuerzas. Esto dejo sorprendido al mayor, no se esperaba que Yuri tuviese tantas fuerzas.
-De acuerdo… ya entendí-
Dijo Yuya sorprendido.
-Bien, me alegra, para que no vuelvas a hacerlo enfrente de toda esta gente-
Expresó Yuri en tono de molestia al mismo tiempo que señalaba a la gente que estaba de pie, rodeándolos y disfrutando del espectáculo.
-Bien, bien, ya entendí-
Volvió a decir Yuya intentando calmar a Yuri, pero este no estaba dispuesto a permitir que el mayor se acercara a el de nuevo.
-Vámonos de aquí-
Dijo Yuri mientras se abría paso entre la gente y se marchaba a paso veloz, Yuya le regalo una sonrisa torpe a la gente que los había estado observando y caminó de prisa para alcanzar a Yuri.

-¿Estas molesto conmigo cierto?-
Le pregunto Yuya mientras se sentaba a su lado, habían llegado hasta un pequeño parque y estaban sentados en una banca.
-No-
Respondió secamente mientras miraba hacia otro lado.
-Ah… Estas molesto-
Dijo Yuya en un suspiro mientras se recargaba en el respaldo de la banca y cruzaba las piernas.
-Te dije que no lo estoy-
Dijo Yuri con el mismo tono de voz y sin mirar a Yuya. Este, al ver la actitud del menor no pudo evitar el dejar salir una pequeña sonrisa.
-Bien, ¿ahora que quieres hacer?-
-No lo sé, tal vez ir a casa, estoy cansado-
Yuri seguía con su actitud cortante con Yuya, pero no era por que estuviese molesto, era por que estaba muy avergonzado y no se atrevía a mirarlo a la cara, al mismo tiempo si estaba ligeramente sorprendido, puesto que Yuya lo había abrazado con la idea que solo abrazaba a su primo.
“-¿Pero por qué me molesta tanto eso?-”
Se preguntó mientras miraba de reojo a Yuya, o al menos eso pretendía, por que justo se llevo la gran sorpresa de que el chico ya no se encontraba ahí. Un poco asustado comenzó a buscarlo con la mirada.
-¿Pero en donde se metió?-
Dijo en voz baja mientras miraba por todas direcciones sin lograr encontrarlo. Estaba a punto de levantarse cuando sintió como algo frío tocaba su mejilla, sorprendido se giró solo para encontrarse con una paleta de hielo justo frente a el, y quien se la daba era ni más ni menos que Yuya.
-Toma-
Le dijo con una sonrisa, Yuri se sintió avergonzado, sin embargo tomó la paleta y dijo en voz baja.
-Gracias-
Después observó como Yuya se sentaba de nuevo a su lado.
-¿Por qué te fuiste sin decirme nada?-
Preguntó Yuri tratando de lucir concentrado en su paleta.
-Si te dije, solo que no me hiciste caso, estabas tan absorto en tu propio mundo que no me escuchaste-
Respondió Yuya mientras mordía su paleta.
-¿A si? Pues pudiste haber insistido un poco más ¿no lo crees?-
Dijo Yuri mientras saboreaba su paleta.
-Supongo-
Después ambos se quedaron callados, solo se dispusieron a comer su paleta. Cuando se la terminaron ambos se pusieron de pie.
-¿Quieres volver a casa?-
Preguntó Yuya.
-Si, estoy cansado, además hace demasiado calor-
Respondió Yuri.
-En eso estoy de acuerdo contigo, bien, vámonos-
Y dicho esto, Yuya se acercó a Yuri solo para tomarlo de la mano y comenzar a caminar.
-Oye…-
Dijo Yuri deteniéndose al mismo tiempo que se sonrojaba.
-¿Qué? ¿Tampoco dejaras que te tome de la mano?-
Preguntó Yuya. Al parecer Yuri no tenía escapatoria, así que con un suspiro le dijo.
-Esta bien…-
Yuya le sonrió a Yuri y así ambos comenzaron a caminar de regreso a casa.

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“He pasado largas noches solo
Intentando borrar tu recuerdo una y mil veces
Pero ahora, no hay nada más por hacer
Por qué aún estoy solo… sin ti”


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Cuando ambos llegaron a casa lo primero que Yuri hizo fue subir por las escaleras. Mientras subía podía escuchar los pasos de Yuya detrás de el, sin embargo no dijo nada y continuo con su camino.
Al estar arriba, Yuri miró a Yuya.
-Estaré en mi habitación por si necesitas algo-
-De acuerdo, gracias-
Respondió Yuya con una sonrisa, la cual provocó un ligero rubor en la mejillas de Yuri, pero en lugar de desviar la mirada, sin saber por qué, también le sonrió. Después entró en su habitación, Yuya también hizo lo mismo.
Al estar ahí, en su habitación, solo, se dirigió a la ventana y la abrió, hacia demasiado calor y necesitaba un poco de ventilación, después de disfrutar de una ligera brisa que había logrado llegar, se dirigió a su cama y se dejó caer sobre de ella, mirando hacia el techo, se sentía extraño.
“-El es tan… agradable…-”
Pensó mientras levantaba su mano para mirarla, la mano que Yuya le había tomado en todo el camino de regreso, aún podía sentir la mano del mayor sobre la suya, era una sensación tan agradable. De pronto comenzó a sentirse muy ansioso, pero estaba conciente aún de que eso no estaba bien.
“-Tengo que dejar de pensar en esa clase de cosas-”
Se dijo mientras se reincorporaba y se ponía de pie, tal vez si tomaba un baño ayudaría a despejar esas ideas de su mente.
Así que tomando su toalla de uno de los cajones de su mueble, salió de su habitación y entró al baño.
Comenzó a desvestirse, dejando su ropa en el suelo, después abrió la llave y entró para dejar que el agua mojara todo su cuerpo.

Yuya se encontraba en su nueva habitación, pensó que sería buena idea desempacar todas sus cosas de una vez, así que eso hizo.
No tardo demasiado puesto que no llevaba muchas cosas, en cuanto termino se dejo caer sobre la cama, no podía dejar de pensar en lo agradable que era estar con Yuri. Todo esto no dejaba de parecerle absurdo, era alguien a quien apenas conocía, y sin embargo sentía que conocía desde hace mucho tiempo atrás, era tan normal estar a su lado, al mismo tiempo era emocionante descubrir cada una de sus reacciones ante cada situación, eso realmente le gustaba, y mucho.
Lentamente levanto su mano para poder observarla, aún no podía creer que se hubiese atrevido a tomar su mano de esa manera y a no soltarlo en todo el camino, y más sorprendente era que Yuri no había objetado demasiado esta vez. Pero era algo inevitable, el tan solo tener al chico tan cerca de el le provocaban unas infinitas ganas de abrazarlo, de al menos tocarlo, era algo tan extraño y agradable a la vez.
-Me gusta estar con el…-
Se dijo en voz baja mientras sonreía torpemente.
“-¿Por qué me gusta tanto estar con el? ¿Por qué hago todas esas cosas?-
Se preguntaba mientras recordaba las veces que lo había abrazado y tomado su mano sin una razón aparente. Si, era extraño, muy extraño, pero no podía evitarlo, desde el primer momento que lo había visto salir de aquella escuela y que intentaba seguirlo había quedado prendido de el.
Esa sonrisa mientras se despedía de sus amigos, esa forma de caminar, aquel rostro serio al caminar, aquella mirada de asombro al ver las cosas de los aparadores, todo le había fascinado en ese instante, y que amable fue el destino al unirlo tan repentinamente a el de esa forma, tanto que ahora solo una pared los separaba.
“-¿Qué es lo que tienes para que no deje de pensar en ti… Yuri Chinen?”-
Se preguntaba mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y la imagen del chico aparecía en su cabeza.

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“ [ No quiero esto,
Es mejor terminarlo todo,
Será mejor para ti,
Vete y sigue adelante sin mi. ]

Esas fueron tus palabras, ¿De verdad todo termino?”

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Al terminar de bañarse secó su cuerpo, después enredo la toalla en su cintura, mientras que con una más pequeña se secaba el cabello solo para después enredarla en su cuello. Paso por encima de su ropa, ahora tenía sed, y sin más salió del baño, bajo por las escaleras y se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y sacó una botella con agua bien fría. La destapó y comenzó a beber, estaba realmente sediento.
-Te hará daño, acabas de bañarte y esa agua esta demasiado fría-
Esa voz era, sin lugar a dudas, de Yuya, así que sorprendido dejo de beber y bajó lentamente la botella para mirar al chico.
-No me sucederá nada, mi cuerpo ya esta acostumbrado-
E ignorando por completo a Yuya, continuo bebiendo de su fría agua, en cambio este al ver a Yuri hacer algo así, se acercó a el y le quito la botella rápidamente.
-Te dije que te hará daño, ¿Acaso no comprendes?-
Dijo Yuya molesto mientras miraba a Yuri, este estaba sorprendido, era la primera vez que lo veía molesto.
-Y yo te digo que no me pasará nada-
Respondió con fastidio mientras le quitaba a Yuya su botella de agua para comenzar a beber de ella.
-Bien, como quieras, solo recuerda que si te enfermas no seré yo quien te cuide-
Dicho esto Yuya se dio media vuelta y se marchó a su habitación. Mientras Chinen dejo de beber su agua y bajó la botella, dejándola sobre la mesa.
-Como molestas…-
Murmuró mientras se acercaba a las escaleras.
-Perdón por ser tan molesto-
Al escuchar estas palabras Yuri se detuvo en seco, mientras que Yuya lo miraba con un poco de frialdad.
-No quise decir eso…-
Dijo Chinen en voz baja mientras desviaba la mirada.
-¿A si? Bien, tendrás que compensar esa actitud ahora-
Reclamó Yuya tratando de lucir molesto.
-¿Eh? ¿Y qué quieres que haga?-
Preguntó Yuri mientras miraba un poco a Yuya.
-Bien, solo quédate quieto…-
Le dijo Yuya con voz suave, Yuri accedió y solo pudo ver como Yuya bajaba lentamente los dos escalones, después como se acercaba lentamente a el y de pronto, sin decir nada más, lo abrazaba suavemente, rodeando su cuerpo con ternura y recargando su mejilla en la cabeza de Yuri.
Este se sentía nervioso, podía sentir como su corazón latía rápidamente, no sabía como reaccionar, era una sensación que comenzaba a invadirlo por completo, deseando responder a aquel abrazo.
Lo cual no se hizo esperar demasiado, y de pronto Yuri levantó lentamente sus brazos hasta encontrarse con la espalda de Yuya, la cual no dudó en tocar suavemente mientras suavemente acomodaba su cabeza en el cuello del mayor, embriagándose al mismo del delicioso aroma a colonia de Yuya.
Así permanecieron unidos unos cuantos minutos, que para ambos parecía ser eterno, no deseaban alejarse, pero de una forma lenta, Yuya soltó un poco a Yuri, pero no demasiado, si acaso solo los separaban escasos dos centímetros, entonces Yuya levanto su mano y acarició la mejilla de Yuri, este un poco sorprendido por este acto levantó un poco la cabeza, encontrándose con la profunda y tierna mirada de Yuya. Ambos no se decían nada, no sentían la necesidad de comunicarse con palabras, puesto que su cuerpo comenzaba a hacerlo.
Poco a poco Yuya fue acercándose al rostro de Yuri, y de una manera instintiva Yuri fue cerrando su ojos a medida que sentía la respiración del mayor más cerca de su rostro.
De pronto solo estaban separados a escasos centímetros, y así, continuando con aquel acercamiento, Yuya rozó suavemente sus labios con los de Chinen, provocado en el menor una sensación única en el estomago. Al mismo tiempo Yuya sentía lo mismo.
Pronto, Yuya unió sus labios con los de Yuri en un dulce beso, pero este contacto no terminaría así, puesto que el menor, aferrandose un poco más al cuerpo de Yuya, comenzó a responder a aquel contacto, con la misma lentitud que el mayor lo hacía.
Lentamente abrieron sus bocas, intensificando aún más aquel beso, ambos, con los ojos completamente cerrados, simplemente dejándose llevar por el momento.
Uniendo y separando sus labios, con besos largos y pequeños, deseando así nunca separarse.

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La lluvia parecía no querer detenerse, pero eso no era motivo para que aquel joven desease levantarse y marcharse, puesto que ahora los recuerdos inundaban su mente.
“-Aún recuerdo lo que me dijiste-”
Pensó, mientras aquellas palabras recorrían su cabeza.

“ [ Pronto esto no será más que un recuerdo
Así que debes sonreír siempre como si nada hubiese ocurrido…]

-”¿Crees que es tan sencillo? Dime, ¿Acaso piensas que es tan sencillo? Me pregunto si tu lo haz olvidado todo…-”
Pensaba mientras las lágrimas volvían a inundar su deprimido semblante, sin dejarlo con más alternativa que cubrirlo con ambas manos.
Así, los recuerdos continuaron apareciendo en su mente.

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