miércoles, 30 de junio de 2010

En tus manos [Cap. 1]

Capitulo 1

En una de esas escuelas para gente adinerada, uno de los chicos mas ricos y sobre todo, caprichosos, se aburría a sobre manera, solo por el hecho de no encontrar la diversión necesaria dentro de aquel colegio. Las clases eran de muy bajo nivel para el, quien había estudiado en otro país por mucho tiempo, desde un principio se opuso a la orden de su padre de entrar en aquella escuela, pero tal fue la insistencia que termino aceptando, pero siempre que volvía a casa no dejaba de reprocharle a sus padres la mala decisión que habían tomado.
-¿Por qué no entraste a clase de nuevo?-
Le preguntó uno de sus compañeros mientras caminaban juntos hacia la salida.
-Por que me aburre, ya te lo había dicho, esa clase de francés es inútil para mi-
-Si tu lo dices…-
Dijo su amigo con un suspiro.
-Vamos Chinen, no lo digas de esa forma, yo sé que te mueres por pedir mi ayuda-
Dijo Ryosuke en un tono bastante seductor, al mismo tiempo que se acercaba demasiado al rostro de Chinen, el cual se ruborizó de inmediato y desvió la mirada, estaba sintiéndose muy nervioso.
-No necesito tu ayuda-
Respondió fríamente.
-Bueno, me alegra escucharlo, por que no tengo tiempo para ayudarte, nos vemos-
Dicho esto, Ryosuke se adelantó un poco y enseguida, un hombre se acercó a el, le hizo una reverencia y abrió la puerta del auto que estaba enfrente.
-Nos vemos mañana-
Se despidió antes de entrar al auto, aquel hombre cerró la puerta y segundos más tarde el auto arrancó, Chinen solo observó como se alejaba.
-Algún día va a terminar con mi paciencia…-
Murmuró para después dejar salir un suspiro.
-¿Y que piensas hacer cuando tu paciencia acabe?-
Preguntó un chico un poco más alto que Chinen, este sorprendido se giró para ver de quien se trataba.
-Dai-chan… me asustaste…-
Dijo ligeramente avergonzado.
-Lo siento, te escuché murmurar y no pude evitar el preguntar-
Le dijo Daiki en tono de broma.
-Entonces, ¿responderás a mi pregunta?-
Chinen bajó la mirada y suspiró.
-Lo golpearé, ¿de acuerdo?-
-Completamente-
Respondió Daiki de forma satisfactoria.
-¿Nos vamos juntos?-
Preguntó curioso, el menor lo miró con una sonrisa.
-Bien-
Ambos se sonrieron y comenzaron a caminar juntos.

Extrañamente, había demasiado tráfico, el auto estaba detenido, no lograban avanzar.
-Tal parece que estaremos aquí un buen rato joven Ryosuke…-
Anunció el chofer, Ryosuke lo miró con fastidio.
-¿No puedes tomar otro camino? Me aburren los embotellamientos-
-Lo siento mucho, pero ahora es imposible-
El chico dejó salir un suspiro lleno de fastidio, se cruzó de brazos y se recargo en el respaldo del asiento.
Pasados unos minutos, estaba más que desesperado, tal fue su desesperación que se puso a jugar con el botón que abría la ventana, se distraía viéndolo subir y bajar una y otra vez, miraba por la ventana, luego volvía a subir el vidrio, después lo bajaba nuevamente y así continuaba, estaba desesperado, pero justo cuando estaba a punto de explorar y gritar por aquella frustración, observó como un chico alto, delgado, de vestimenta muy desalineada, mejor dicho, muy descuidada, corría lo más rápido que podía por la acera y se escondía en un estrecho callejón, después un par de sujetos con muy mala pinta pasaban justo frente a el, se sorprendió bastante al ver que uno de esos sujetos llevaba un arma colgando del pantalón, después logró escuchar.
-¿En donde se ha metido?-
-No lo sé, lo perdimos-
-¡¡No podemos perderlo!! ¡Hay que encontrarlo!-
-!Sí!-
Y sin más continuaron con su camino, según ellos buscando lo mejor que podían. Ryosuke no dejaba de observar curioso, esto era como una película y ahora prácticamente estaba en primera fila, era algo así como un entretenimiento gratis.
Al parecer, aquel joven sintió que ya estaba fuera de peligro, así que salió lentamente de aquel callejón, pero todo hubiese sido perfecto de no ser por que tropezó con un bote de basura, haciendo un gran escándalo y por ende llamando la atención de aquellos sujetos.
-¡¡Ahí esta!!-
-¡¡Maldito!! ¡No escaparás!!-
El chico se puso pálido e intentó correr, Ryosuke miraba un poco asustado esta escena, sentía que debía hacer algo, pero de pronto sintió como el auto comenzaba a avanzar, todo estaba sucediendo tan rápido. Así que sin pensar, abrió la puerta del auto mientras este comenzaba a tomar velocidad y gritó.
-¡¡¡Súbete!!! ¡¡Rápido!!-
Aquel joven escuchó la voz de Ryosuke, lo miró por un segundo, después pudo ver como aquellos sujetos estaban cada vez más cerca, y como uno de ellos tenía la mejor intención de sacar su arma, así que sin más, corrió hacia la avenida y de un solo salto entró al auto, Ryosuke cerro la puerta con fuerza.
-¡Acelera Hiroshi, no te detengas por nada!-
-Pero joven-
-¡Haz lo que te digo!-
Gritó Ryosuke muy exaltado y el chofer no tuvo más alternativa que aceptar, pisó el acelerador. Ryosuke y aquel joven solo observaban por la ventana como se alejaban a gran velocidad de aquellos sujetos, y como uno de ellos trataba de dispararle al auto, sin lograr alcanzarlo.
-Eso estuvo cerca…-
Suspiró Ryosuke, sintiéndose cansado sin razón alguna.
-¿Estas bien?-
Le preguntó al chico, quien estaba realmente exaltado, con la respiración entrecortada, temblando terriblemente.
-Yo…-
Imposible, el chico no lograba articular palabra.
-Tranquilo, ya estas a salvo, solo tranquilízate, esos tipos no nos alcanzaran-
Le dijo Ryosuke mientras lo tomaba del brazo y lo frotaba tratando de calmar al chico, quien solo cerró sus ojos y trataba de recuperar el aliento.
-Joven, ya casi llegamos a la casa-
-No te detengas hasta que estemos dentro-
Indicó Ryosuke con frialdad.
-Entendido-
Así, el chofer siguió conduciendo, aquel chico seguía en un estado de conmoción del cual al parecer no saldría pronto, esto preocupaba a Ryosuke, deseaba llegar a casa lo antes posible.

Unos minutos más tarde, el auto se detuvo.
-Hemos llegado joven-
Dijo el chofer, quien se disponía a salir del auto para abrirle la puerta a Ryosuke, pero este bajo antes.
-Que lo lleven a mi habitación por ahora, buscaré a alguien para que llame a un médico-
-De acuerdo joven-
Dijo el chofer con una reverencia, entró al auto y sacó al chico en brazos, mientras que Ryosuke entró de prisa a la casa, empujando con fuerza el enorme portón, sin notar que eso debió hacerlo la servidumbre.
-Joven Ryosuke, disculpe yo esta-
-Llama al médico y que suba a mi habitación, ¿Esta mi padre?-
Dijo interrumpiendo lo que una sirvienta estaba por decir.
-No joven, salió desde hace un rato, pero su madre esta en la biblioteca-
-Bien, ayuda a Hiroshi, y manda a alguien para que preparen una habitación-
-Si joven-
Dijo la sirvienta, se inclinó y observó como Ryosuke caminaba de prisa, atravesando el vestíbulo y subiendo por unas escaleras que daban exclusivamente a la biblioteca.

El chofer entró en la casa, se dirigió a las escaleras y con esfuerzo comenzó a subirlas, al parecer el joven que llevaba en brazos ahora estaba inconsciente.
-¿Qué paso?-
Preguntó la sirvienta mientras caminaba a su lado.
-El joven lo recogió, no sé bien lo que paso, ahora solo hay que atenderlo-
-Bien, iré a llamar al medico-
Así, la sirvienta y el chofer terminaron de subir por las escaleras y al estar sobre el pasillo comenzaron a travesarlo, hasta llegar a la lujosa habitación del joven Ryosuke, en donde Hiroshi dejó a aquel joven sobre la suave y enorme cama mientras que la sirvienta tomaba el teléfono.

-Madre-
Dijo Ryosuke abriendo la puerta de golpe.
-Ryosuke, ¿Qué ocurre?-
-He traído a un invitado, quiero tu permiso para que viva aquí-
-¿Quién es?-
-Un pobre chico que estaba en la calle, necesita ayuda y yo-
-¿De donde lo conoces?-
Preguntó la señora con cierto tono de fastidio.
-Es complicado, solo te pido que me dejes cuidar de el-
-Ryosuke, no cuidas al perro que te regalo tu padre, lo tienen que cuidar por ti aún cuando prometiste hacerlo, ahora pretendes tener una mascota humana-
-No es eso madre-
La señora suspiró y se acercó a su hijo.
-Sabes bien que tu padre y yo nos iremos esta noche a Londres, se suponía que vendrías con nosotros por que quieres volver allá, ¿lo olvidaste?-
-Eso ya no importa madre, solo quiero que estés enterada de que mi amigo se quedará-
-Primero me pides mi consentimiento y ahora simplemente me estas avisando, por favor, deja de ser tan obstinado-
-Así me has educado-
Respondió Ryosuke burlonamente.
-Bien, como quieras, solo no le des problemas a tu padre-
-No lo haré-
Dijo con una amplia sonrisa, besó a su madre en la mejilla y salió de la biblioteca a paso veloz rumbo a su habitación.

Estando fuera de su habitación, se topo con una sirvienta.
-¿Llamaste al medico como te lo pedí?-
-Si joven, lo esta viendo ahora mismo-
Indicó la joven señalando la puerta que estaba cerrada.
-Bien, puedes irte-
La chica se reverenció y se marchó. Ryosuke decidió esperar afuera hasta que el medico saliese. A lo cual no tuvo que esperar mucho, puesto que en cuestión de minutos, la puerta se abrió y el medico salio.
-Joven Ryosuke, buenas tardes-
Saludó el medico con una reverencia.
-Buenas tardes, ¿Cómo se encuentra?-
-Bueno… solo esta en un estado de conmoción, nada de gravedad, presenta signos de desnutrición y al parecer no ha dormido en varios días, dejé un medicamento sobre la mesa, lo ayudará a recuperarse mejor, debe tomarlo antes de cada comida, necesita descansar y comer bien, es todo lo que puedo decirle-
Ryosuke escuchaba con atención las indicaciones.
-Muchas gracias-
Ambos se inclinaron y el medico se marcho.
Ryosuke lo observó marcharse, después se acercó a la puerta de su habitación y la abrió lentamente, evitando hacer ruido al entrar, y ahí estaba el chico, recostado sobre la cama, se le veía un poco más calmado, al menos ya no temblaba y eso ya era un alivio para el.
-Supongo que tardará en despertar-
Dijo en voz baja, se alejó y se dirigió a una pequeña puerta, la abrió y entro, ese era su armario, que era una habitación pequeña, llena de ropa, ahí se quito su uniforme y se dispuso a ponerse algo más cómodo, pero justo cuando lo único que le faltaba por ponerse era su playera, escuchó un grito, esto lo asustó, y con la playera en la mano abrió la puerta y vio a aquel joven sentado sobre la cama, con una expresión de miedo absoluto.
Se acercó rápidamente a el sentándose en una orilla de la cama.
-¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal? ¿Pasa algo?-
Aquel joven trataba de recuperar el aliento, miró lentamente a Ryosuke.
-¿En donde estoy? ¿Quién eres tu?-
-Estas en mi casa, te ayude a escapar de eso sujetos, ¿lo recuerdas?-
Le respondió Ryosuke, el chico se quedó pensativo y su cara cambio a un poco de alivio cuando recordó lo ocurrido.
-Si… lo recuerdo, pero aún no me dices quien eres…-
-Yamada Ryosuke, ¿y tu?-
-Nakajima Yuto…-
-Mucho gusto Yuto-kun-
Dijo Ryosuke con una sonrisa.
-Igualmente…-
-Vamos, no hay que ser tan tímidos!-
Dijo Ryosuke dándole una palmadita en la espalda, después de eso, dejo salir un estruendoso estornudo.
-Tengo frío… ¿Por qué será?-
Yuto lo miró con una sonrisa.
-Creo que debes ponerte algo encima-
Ryosuke se sorprendió y bajo la mirada para ver su desnudo pecho.
-Ahora comprendo, todo esto es tu culpa-
Dijo Ryosuke mientras se ponía la playera, Yuto lo miró extrañado.
-¿Mi culpa?-
-Me asustaste, creí que algo malo te pasaba y olvidé terminar de vestirme-
Respondió con cierto tono reclamo, pero solo provocando la risa de Yuto.
-¿Te sientes mejor?-
Preguntó Ryosuke aliviado.
-Si, muchas gracias, en verdad estoy muy agradecido-
Ante este comentario, Ryosuke solo sonrió traviesamente.
-Más te vale estarlo, te quedarás aquí hasta que estés mejor, el medico me ha dicho que no comes bien, necesitas descanso y tomar un medicamento-
-¿Eh? No… yo no puedo quedarme… sería demasiado…-
-No te estoy preguntando, simplemente te indico que te quedaras aquí, bueno más tarde te trasladarás a tu habitación, por que esta es la mía y no comparto cama con nadie-
-¿Habitación? ¿Esto es tu habitación?-
Miró Yuto muy sorprendido a su habitación, por un momento pensó que se trataba de una casa.
-Si, es pequeña, me gustan los espacios pequeños ¿sabes?, mis padres querían algo más grande pero me negué-
-¿Pequeña?-
Dijo Yuto, estaba seguro de que esa habitación era tan grande cómo una casa normal.
-Bueno, ahora, descansa-
Dijo Ryosuke mientras recostaba a Yuto sobre la cama.
-Gracias… de verdad muchas gracias…-
Ryosuke observo el sonriente y agradecido rostro del chico.
-Aún no me agradezcas-
-En verdad, no sé como agradecerte tanto…-
Ryosuke solo dejó salir una sonrisita.
-Yo si sé como puedes hacerlo Yuto-kun-
Dijo al mismo tiempo que se ponía de pie y miraba a Yuto con cierto aire de misterio.
-¿Cómo? Haré lo que sea-
Dijo Yuto muy seguro mientras volvía a sentarse sobre la cama.
-¿Lo que sea? ¿Estas seguro?-
Dijo Ryosuke mientras se acercaba demasiado al rostro de Yuto.
-Si-
Respondió este con demasiada seguridad.
-Me gusta tu actitud, bien, prepárate para lo que sea Yuto-kun, por que no se puede obtener sin dar nada a cambio, no lo olvides…-
Dicho esto, Ryosuke se acercó más al rostro de Yuto, estaba tan cerca que pudo sentir la nerviosa respiración del chico sobre su rostro, y sin esperar más, juntó sus labios con los de Yuto por un segundo, después miró el sonrojado rostro de Yuto y sonrió.
-Por ahora, te dejo, tu comida no tarda en llegar, yo volveré más tarde-
Y volviendo a besar a Yuto en los labios, se alejó de el y salió a paso lento de la habitación.
Yuto estaba sorprendido, no sabía como reaccionar, de pronto comenzó a sentirse frustrado.
“-Ese… ese fue… mi primer beso… y me lo dio un chico…-”
Al pensar eso, se llevo dos dedos a los labios, y recordó aquel contacto.
-¿Ahora que hago? ¿Debería irme?-
Dijo en voz baja, pero de pronto se sorprendió al ver entrar a una joven con uniforme que llevaba consigo una bandeja con comida.
-Joven, su comida-
Dicho esto dejo la bandeja sobre una mesa, era un mini comedor con solo dos sillas, que estaba como a veinte pasos de la cama.
-Con permiso-
Dijo la joven tras acomodar los alimentos y se fue. Yuto estaba completamente sorprendido, y tras escuchar los rugidos de su estomago, salió de la cama y se acercó a la mesa, tomó asiento y sin poder contenerse, comenzó a comer.
“-Supongo que… puedo quedarme un poco…-”

Mientras tanto, Ryosuke caminaba por los pasillos de la gran mansión, con una sonrisa victoriosa en el rostro.
-Al fin algo entretenido, algo mejor que un simple perro…-
Pensó mientras llegaba al jardín y veía como su perro jugaba con uno de los jardineros, hecho al cual no le dio importancia, se acercó a una banca y tomo asiento, enseguida tomó su teléfono y comenzó a marcar.
-Señor director, disculpe si lo molesto-
-Joven Yamada, sabe que estamos a sus ordenes-
-Gracias-
Dijo con cortesía.
-Sabe, necesito un favor-
-Lo que usted necesite-
-Ha llegado un amigo mío y desea entrar al colegio, por supuesto mi familia corre con los gastos necesarios-
-No hay problema joven Yamada, tenemos un lugar para su buen amigo-
-Muchas gracias señor director, le mandaré los datos de mi amigo más tarde, hasta luego-
Dicho esto, termino con la llamada, ahora quería lo que deseaba, algo nuevo con que distraerse, en casa y en la escuela, ¿Qué podría ser mejor?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

primer cap y estoy en shock! O.O
como yamada lo besa asi como asi dsdgdfsh *¬*
pero pobre yuto lo que le espera estando cerca de yama-chan XD aunq a lo mejor le gusta solo es cuention de tiempo jijiji

tratare de comentar en todos los caps :D
me voy al sig..

lili kazuya dijo...

aaaaaaaaa lo amo ese yama-chan es malo a que le pasa

Yahi dijo...

Me encantaaaaaaaaaa
Ryo es tan malo ¬¬
mira que agarrarlo de sorpresa xDD
escribís genial Ayaa!!
y este fic me fascina!! ♥

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