Título: "Algo nuevo..."
Parejas: Inoo Kei / Ryutaro Morimoto [InooTaro]
Extensión: One-shot
Autora: Ayaa :3
Nota: Bueno, al fin un InooTaro~ ¿Apoco no piensan que son amor este par? *---* para mi si! XD por eso hice esto xD no tiene dedicatoria en especial, solo lean, disfruten y dejenme su amor en comentarios *---*
- Algo nuevo...-
-Creo que esto ya no esta funcionando-
Dijo el menor mientras bajaba la mirada y dejaba escapar un suspiro.
-¿Por qué lo dices? ¿Ya no me amas?-
Preguntó el mayor con tristeza.
-Kei… esto no es amor… hace mucho que dejo de serlo… ¿No te has dado cuenta?-
El mayor le dio un trago a su malteada.
-¿Por qué lo dices? ¿Acaso quieres a alguien más?-
-No es necesario preguntar eso, sabes la respuesta-
Dicho esto, el menor se cruzó de brazos y se recargó por completo en el respaldo de la silla.
-Kei… terminemos ya con esto-
El nombrado bajó la mirada, se sentía mal.
-¿Esto es lo que quieres?-
El menor asintió con la cabeza.
-Dime una cosa…-
-No te estoy dejando por otra persona-
Lo interrumpió.
-Déjame hablar Daiki-
Pidió Kei, el menor desvió la mirada y guardó silencio.
-Bueno, por lo que veo estas completamente seguro, sabes bien que no me importa si me dejas por alguien más, a partir de ahora, lo que hagas ya no tiene nada que ver conmigo y acepto eso, solo quiero saber si podremos hablarnos como amigos, pero creo que no va a ser posible…-
Así, Kei se terminó el resto de su malteada, sacó unas monedas de su bolsillo y las puso sobre la mesa, acto seguido se puso de pie, pero antes de marcharse, le dijo a Daiki.
-Gracias por todo… adiós-
Daiki observó fijamente a Kei, y antes de que este se marchara, le dijo.
-Adiós… Inoo-chan-
Kei miró de reojo a Daiki solo para ver una débil sonrisa dibujada en su rostro, el igual sonrió débilmente y se marcho.
Justo al salir de aquella cafetería, miró hacia el cielo, estaba nublado, un aire frío comenzó a soltarse, acompañado de aquel aroma a lluvia, instantes después pudo sentir como una fría gota caía sobre su rostro, ante esto, miró de nuevo hacia el frente, se acomodó mejor su abrigo, cubriendo su pecho y comenzó a alejarse.
Tenía la mente en blanco, no sabía que sentir, eran tantas cosas, nostalgia, un vacío en su pecho, ganas de llorar… y sin embargo… inexplicablemente… sentía como si le hubiesen quitado un peso de encima, después de todo, ahora que lo pensaba, la relación con Daiki ya llevaba deteriorándose desde hace tiempo atrás, ya solo era la simple costumbre de saberse a su lado y nada más, sin ser capaz de mirar a su alrededor, sin embargo, aún resultaba algo doloroso de cierta manera.
“-Kei… esto no es amor… hace mucho que dejo de serlo… ¿No te has dado cuenta?-”
Estas palabras, pronunciadas por Daiki, hacían eco dentro de su cabeza.
-No… no me di cuenta… nunca me doy cuenta de nada…-
Murmuró para sí mientras doblaba en una esquina, justo al hacerlo y dar un par de pasos, pudo sentir un fuerte golpe, cayó al suelo y pudo sentir la llanta de una bicicleta encima de su pierna derecha.
-Duele…-
Se quejó mientras sentía como diminuía el peso de la llanta.
-Lo siento… ¿Te encuentras bien?-
Kei escuchó la voz de un chico, una voz grave, como pudo se reincorporó pero solo quedo sentado sobre el asfalto mientras sentía dolor en su tobillo derecho.
-No estoy bien, ¿Por qué no tienes cuidado si vas a salir en tu bicicleta niño?-
Dijo Inoo mientras miraba al chico que había bajado de su bicicleta para inclinarse y ver si se encontraba bien.
-Lo siento, pero no toda la culpa fue mía, si vas a mitad de la calle y tan distraído era natural que esto sucediera, veo que estas bien si tienes esa cara y esas ganas de discutir-
El chico se puso de pie y enseguida Kei dijo en voz baja.
-Claro que no estoy bien…-
-¿Te lastimaste?-
Preguntó preocupado mientras lo miraba con seriedad.
-¿Podrías ayudarme a ponerme de pie?-
Dijo Kei mientras estiraba su brazo y miraba hacia arriba, directo al rostro de aquel chico, este de inmediato tomó la mano de Kei y lo ayudó a ponerse de pie, pero justo cuando su pie derecho tocó el suelo, pudo sentir un fuerte dolor, el cual lo hizo perder fuerza, afortunadamente aquel chico lo tomó rápidamente de la cintura para evitar que cayera al suelo de nuevo.
-Estas lastimado, te llevaré al hospital-
-No es necesario, gracias, estaré bien-
Al decir esto, Kei se disponía a recobrar fuerzas para alejarse de aquel chico, pero este se lo impidió, tomando su brazo para que quedase apoyado alrededor de su cuello.
-No te pregunté si querías ir al hospital, te llevaré al hospital, así que anda-
La voz y mirada de aquel chico eran tan firmes, que Kei no pudo oponer resistencia.
Con cuidado el chico acercó a Kei a su bicicleta y le indicó que tomara asiento detrás, lo cual pudo hacer, después el chico montó en la bicicleta y comenzó a andar con cuidado rumbo al hospital más cercano.
Todo el camino fue realmente silencioso, ninguno de los dos sabía que decir, en esos momentos Inoo olvidó por completo que hace poco había terminado con Daiki, era como si todo esto hubiese ocurrido para que al menos el dolor fuese soportable, al pensar esto, no pudo evitar el esbozar una torpe sonrisa mientras se sujetaba con fuerza del asiento, después de todo sería demasiado extraño sujetarse de la cintura de aquel chico.
En cuanto llegaron al hospital, el chico se detuvo con cuidado y ayudó a Kei a bajar, lo sentó en una pequeña barda junto a la entrada y le dijo.
-Espérame aquí, iré a dejar mi bicicleta a un lugar dónde no estorbe, no te muevas-
-Como si pudiera hacer eso-
Gruño Kei mientras se cruzaba de brazos, aquel chico no dijo nada y se alejó con su bicicleta.
No tardo mucho en volver, volvió a ayudar a Kei a ponerse de pie y ambos entraron al hospital.
En cuanto llegaron a la recepción para solicitar atención medica, el chico sentó a Kei en una de las sillas mientras que el caminaba rumbo a la ventanilla, pero justo a mitad del camino una de las enfermeras saludo al chico.
-Ryutaro-kun, ¿Qué haces aquí? ¿Todo bien?-
El nombrado sonrió amablemente y respondió.
-Si, un amigo se lastimo y lo traje-
Dicho esto, se giró para ver a Kei, este observaba serio la situación y en forma de saludo inclinó un poco su cabeza mientras le sonreía a aquella enfermera.
-Vaya… ¿Qué ha ocurrido?-
-Me atropelló con su bicicleta-
Respondió Kei con una sonrisa burlona dibujada en el rostro.
-Fue un accidente-
Dijo Ryutaro dirigiéndose a aquella enfermera.
-De acuerdo, vengan conmigo, los llevaré con el medico-
Dicho esto, Ryutaro se acercó a Kei, de nueva cuenta lo ayudo a ponerse de pie y siguieron a la enfermera rumbo al consultorio para atender aquella herida.
Tras haberlo revisado cuidadosamente, el medico dio su diagnostico.
-Estarás bien, es solo una leve torcedura, no hay daños graves, solo necesitas descansar, no forzarte demasiado, por el momento esta hinchado, te recomiendo que bajes la inflamación con paños de agua caliente, y después…-
Decía mientras anotaba en una receta.
-Este ungüento te ayudará a recuperarte de la torcedura-
Dicho esto, le dio la receta a Kei.
-¿Es todo?-
-Si, es todo-
-Gracias-
Dijo Ryutaro, quien se encontraba sentado en un pequeño banquillo, se puso de pie y se reverencio.
-No es nada Ryutaro-kun, es mi trabajo-
Ryutaro sonrió.
-Bien, te llevaré a tu casa-
Le dijo a Kei mientras lo miraba con seriedad.
-Con esto es suficiente, puedo tomar un taxi-
Ryutaro frunció el ceño y le dijo.
-No te estoy preguntando, voy a llevarte a tu casa-
Kei miró al menor con resignación y no dijo nada más, le daba la impresión de que el chico se sentía responsable de su seguridad, y con un gran sentido de la responsabilidad, en verdad un chico bastante maduro, pensó Kei.
El camino de regreso fue igual de silencioso, a excepción de que Kei le indicaba a Ryutaro por donde ir, de pronto comenzó a escucharse una melodía proveniente de un teléfono, Inoo sabía muy bien que no provenía del suyo, así que supuso que era de Ryutaro.
-Alguien te llama-
-No puedo responder ahora, no quiero atropellar a alguien más-
Dijo en todo sarcástico mientras continuaba pedaleando y con la vista al frente.
-¿Y si es algo importante?-
Preguntó curioso.
-Ya volverán a llamarme-
Respondió con tranquilidad.
-¿Y si no lo hacen?-
-Sé que no es algo importante-
-¿Cómo lo sabes?-
Ryutaro dejo escapar un suspiró de fastidio y dijo.
-¿Qué nunca dejas de hacer preguntas? Pareces un niño pequeño-
-Y tu de seguro de crees muy grande, niño-
Dijo Kei, haciendo énfasis en la última palabra.
-No voy a discutir con alguien como tu-
Reprochó Ryutaro mientras continuaba pedaleando, Kei pudo haber dicho más cosas, pero prefirió quedarse callado, de alguna forma le agradaba ver molesto a aquel chico.
-En la siguiente casa esta bien-
Le indicó Kei, ante lo cual Ryutaro no dijo nada, solo en cuanto llegaron, se detuvo y ayudo al mayor a bajar con cuidado.
-¿Podrás entrar por tu cuenta?-
-Si, descuida-
-¿No será mejor tocar para que tu madre o alguien salga a ayudarte?-
Inevitablemente, y sin afán de burlarse, Kei soltó una carcajada.
-¿Mi madre? ¿Crees que esta es la casa de mis padres?-
Ryutaro no respondió, solo observó curioso a Kei.
-Esta casa es mía, bueno, al menos vivo yo solo aquí-
Aún más sorprendido, Ryutaro observó con detenimiento, era una casa lo bastante grande cómo para pertenecer a una sola persona, era algo increíble y por demás absurdo, seguramente se trataba de alguna broma por parte del mayor.
-No es posible que alguien como tú viva solo aquí-
Kei se recargó con cuidado en la pared y dijo.
-¿Lo dudas? ¿Quieres apostar?-
Ante la seguridad del mayor, Ryutaro no supo que responder, al darse cuenta de ello, Kei dijo con tranquilidad.
-Ya te puedes ir, gracias por todo, aunque se pudo haber evitado si no me hubieses atropellado-
Ryutaro frunció el ceño ante tal comentario, pero justo cuando estuvo a punto de decir algo, se comenzó a escuchar una melodía bastante peculiar, sin embargo ahora provenía del teléfono de Kei.
Este, al sacar el aparato de su bolsillo con cuidado de no caerse, miró el nombre de la persona que llamaba, dejó escapar un suspiro y respondió.
-¿Si?-
La persona en la otra línea era Daiki.
-Perdón que te llame, solo quiciera ir por mis cosas… tu sabes, mi ropa y mis libros que dejé-
-Entiendo… ¿vendrás ahora?-
-¿Puedo?-
-Como quieras, estoy en mi casa-
-Esta bien, voy para allá-
-Bien-
Así, la llamada termino, en ese instante Ryutaro pudo observar como la relajada expresión de Kei se desvanecía.
-Creo que es hora de irme-
Dijo mientras se montaba en su bicicleta, pero de pronto, de forma inesperada, Kei lo detuvo diciendo en voz baja.
-¿Puedes quedarte un poco más?-
-No creo que sea una buena idea, esperas a alguien y yo debo irme ahora-
Por vez primera, Kei miró a Ryutaro con cierta desesperación, era evidente que no deseaba estar solo cuando Daiki llegase.
-De acuerdo, no voy a obligarte, tienes razón, anda, vete y gracias por la ayuda-
Así, lentamente y apoyándose en la pared, se acercó a la puerta, sacó las llaves del bolsillo de su pantalón, abrió la puerta y justo antes de entrar, Ryutaro dijo.
-¿Estarás bien?-
De alguna forma, inexplicable, le preocupaba aquella expresión deprimente en el rostro de Kei.
-Si, siempre lo he estado-
Ryutaro miró su reloj mientras pensaba.
-De acuerdo, puedo quedarme-
Su buen corazón no le permitía dejar a alguien en aquel estado deprimente, era algo que simplemente no se perdonaría en un buen rato.
-¿En verdad?-
Preguntó Kei sorprendido mientras sujetaba la puerta, Ryutaro asintió con la cabeza.
-Gracias, adelante-
Así, cuidadosamente se hizo a un lado y dejo entrar a Ryutaro, este dejó su bicicleta fuera de la casa y entró.
Al estar ahí quedó maravillado, era una casa tan grande y elegante, muy masculina en su decoración.
-¿Te gusta?-
Preguntó Kei mientras se sentaba con cuidado sobre el negro sillón de piel.
-Si-
-Vaya, al menos no te parece extraña, a la mayoría de la gente les parece muy occidental el diseño, a mi me gusta así-
-Es genial-
Dijo Ryutaro sin dejar de mirar a su alrededor.
-Gracias, lo diseñé todo yo mismo, aunque mi familia fue quien me ayudo a pagar todo lo demás-
Dijo con una sonrisa burlona.
-Vaya… hiciste un buen trabajo-
-Lo sé-
Respondió sonriente.
Ryutaro deseaba poder ver más, estaba maravillado con aquella casa, sin embargo no podía recorrerla de pies a cabeza, después de todo estaba dentro de la casa de un completo desconocido, sin embargo no se sentía en peligro, al contario, era relajante, la casa, cada rincón, emanaban esa tranquilidad que Kei reflejaba con su mirada, al mismo tiempo que ese sentimiento agradable que acompañaba su sonrisa.
-¿Puedo llamarte por tu nombre?-
Preguntó Kei sonriente, esto hizo reaccionar a Ryutaro.
-¿Eh?-
-¿Te llamas Ryutaro cierto? Es extraño que alguien sea tan famoso en un hospital-
-Ah… es que mi madre es enfermera y trabaja ahí, por eso me conocen-
-Vaya… que interesante, entonces, ¿puedo llamarte Ryutaro?-
Preguntó esta vez más directamente.
-No… hay problema…-
Respondió con timidez mientras tomaba asiento frente a Kei.
-Me llamo Kei, Inoo Kei, mucho gusto Ryutaro-
-Igualmente, Inoo-san…-
Ante el tímido saludo de Ryutaro, no dudo en esbozar una amplia sonrisa y decirle con normalidad.
-Puedes llamarme por mi nombre, es la primera vez que alguien me llama con tanta formalidad y no creo querer acostumbrarme a eso-
Ryutaro sonrió torpemente y solo asintió con la cabeza, de pronto, el sonido del timbre resonó por toda la casa, de inmediato la sonrisa en el rostro de Kei desapareció, dejando en su lugar un semblante bastante serio, sin embargo, al dirigirse a Ryutaro lo hizo con amabilidad.
-¿Podrías abrir la puerta por mi?-
-Claro-
Respondió mientras se ponía de pie, sin embargo, antes de dar un paso más, Kei le dijo.
-Si pasa algo… solo sígueme la corriente, ¿de acuerdo?-
Preguntó con una sonrisa fingida, Ryutaro no entendía muy bien, sin embargo asintió con la cabeza y continuo con su camino para abrir la puerta.
Al hacerlo, se encontró con un chico un poco más bajito que el y con una expresión de sorpresa al verlo.
-Eh… ¿Se encuentra Inoo-chan?-
-Ah… si, claro, adelante-
Respondió Ryutaro mientras se hacia a un lado, tras reaccionar un poco, Daiki entró a la casa, caminó y pudo ver a Kei sentado en aquel sillón, con expresión bastante seria.
-Hola…-
-Tus cosas deben estar arriba, puedes tomar una caja de la bodega, si necesitas ayuda Ryutaro irá contigo, ¿de acuerdo?-
-¿Ryutaro?… ¿te refieres a… él?-
Preguntó Daiki mientras señalaba al chico que miraba ligeramente nervioso la situación.
-Así es-
Respondió con voz firme.
-Yo no puedo moverme, estoy lastimado, por eso si necesitas ayuda, Ryutaro puede encargarse-
¿Era su imaginación o Inoo lo trataba como a un empleado? Deseaba objetar algo, poner en claro que él no era ningún sirviente, sin embargo no pudo hacerlo puesto que Daiki habló primero.
-¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien?-
Daiki intentó acercarse, pero se contuvo.
-Descuida, no es nada grave-
Dijo Kei con una sonrisa fingida.
-De acuerdo… iré por mis cosas y me iré… descuida, puedo hacerlo solo-
Esto ultimo lo dijo mirando a Ryutaro con una débil sonrisa dibujada en el rostro.
Cuando Daiki subió y se quedaron solos, Ryutaro pudo observar como Kei apretaba con fuerza su puño, miró fijamente sus ojos, al parecer estaba tratando de contener el llanto que amenazaba con salir de sus ojos.
Intentó preguntar si algo malo le ocurría, pero pensó que sería algo mal educado si lo hacia, después de todo, no tenía porque meterse en la vida privada de Inoo.
Minutos más tarde, después de estar en completo silencio esperando a que Daiki bajara, el sonido de un claxon se escuchó fuera de la casa, al parecer Kei conocía perfectamente de quien se trataba.
-Lo imaginé…-
Dijo para sí en voz baja, pero no lo suficiente para no ser escuchado por Ryutaro, este deseaba preguntar, la situación comenzaba a tornarse tensa para él, sin embargo prefirió guardar silencio y solo observar.
-Muchas gracias… por todo…-
Se escuchó decir a Daiki mientras cargaba una caja mediana de cartón llena de cosas, en su mayoría ropa.
-De nada… al parecer han llegado por ti-
-Ah… es que le pedí a Yuya que pasara por mi y-
-No tienes por que explicarme nada, ahora ya nada de eso importa-
La voz de Kei era fría y su mirada distante, Ryutaro pudo darse cuenta de que evitaba todo contacto visual con Daiki.
-Bien… me voy… hasta luego-
Así, Daiki se despidió y salió de la casa, ambos escucharon como la puerta del automóvil se cerraba y como este arrancaba para así marcharse.
Ryutaro permaneció en silencio, observando fijamente a Kei, era extraño ver como aún continuaba apretando con fuerza su puño y como su respiración se volvía cada vez más agitada, sabía que tenía que hacer algo… estaba seguro de que si preguntaba algo solo empeoraría la situación, así que mejor habló de otra cosa, tal vez eso sería mucho mejor.
-Tengo hambre-
Dijo serio mientras miraba a Kei, este por otro lado, ya esperaba la lluvia de preguntas acerca de lo sucedido, pensaba en lo que tal vez respondería, pero se sorprendió bastante al escuchar estas dos sencillas palabras.
-¿Eh?-
-¿Tienes algo de comer?-
Kei continuaba mirando sorprendido a Ryutaro, quien lucía normal, como si nada hubiese ocurrido, observó como se ponía de pie y miraba a su alrededor como buscando algo.
-¿Hacia donde esta la cocina?-
Preguntó curioso.
-Por… allá…-
Señaló Kei aun sin dejar su expresión de sorpresa.
-Iré a ver que encuentro, ¿Esta bien?-
En forma de respuesta, Kei solo asintió con la cabeza.
-¿Sabes? Haz hecho que pierda un día de trabajo, como castigo tendrás que pagarme el día, ¿Entendiste?-
Gritó Ryutaro desde la cocina mientras buscaba algo para comer.
-¿Trabajas? ¿En que trabajas?-
-Eso… no pienso decirlo-
Kei sonrió ante semejante respuesta.
-Que sospechoso… seguramente haces trabajos sucios-
-¡Por supuesto que no!-
Exclamó Ryutaro desde la cocina, Kei pudo imaginarse su rostro lleno de molestia.
-Entonces trabajas en un host club-
-No, te equivocas-
Kei se quedó pensativo.
-¿Entonces que es lo que haces?-
Ryutaro suspiró profundo y respondió sin más alternativa.
-Soy… un repartidor de comida rápida-
-¿De verdad? ¿De que restaurante?-
-Olvida eso, lo más importante ahora es que tengo hambre y no tienes nada comestible, ¿Qué nunca comes?-
Dijo mientras salía de la cocina y regresaba a la sala para pararse frente a Kei, lucía molesto.
-Lo siento, no suelo comer en casa, por eso no hay nada, si quieres ya puedes irte… solo dame un segundo-
Dicho esto, sacó su cartera del bolsillo de su pantalón, sacó unos cuantos billetes y se los dio a Ryutaro.
-Toma y… perdón por hacer que perdieras tu día de trabajo-
Ryutaro miró aquellos billetes, eran demasiados.
-Yo no gano tanto-
-Es un pago extra por haberte quedado en silencio-
Kei sonrió.
-No necesito tanto dinero… además… yo acepté por mi propia voluntad quedarme… lo de antes fue solo una broma…-
Dijo tímidamente mientras bajaba la mirada.
-Entonces tómalo como agradecimiento por haberme llevado al hospital y después por haberme traído a casa-
-Te traje porque era mi responsabilidad hacerlo, después de todo yo te lastimé-
-Y te estoy agradecido por eso, así que toma el dinero por favor-
Ante tales palabras, Ryutaro se quedo sorprendido.
-¿Agradeces que te haya atropellado?-
Kei sonrió y asintió con la cabeza.
-Pero… eso no es normal… ¿Seguro no te golpeaste la cabeza?-
-Si no hubiese sido por ti, habría llegado a casa, estaría deprimido, tal vez ebrio, y seguramente hubiese terminado todo para mi al darme cuenta de que Daiki… si tiene a alguien más… por eso… te agradezco por estar aquí ahora, por haber hecho que mi día no fuese tan deprímete como debió haber sido, te estoy agradecido-
Ryutaro miró curioso a Kei, era increíble que estuviese diciendo esas palabras, por alguna razón, se sintió bien de haber hecho que no cayera deprimido, aunque de todas formas, si eso hubiese ocurrido, seguramente el jamás lo hubiese notado, porque entonces jamás se hubiesen encontrado.
-Hay otras formas para agradecer, no necesito el dinero, con tus palabras es más que suficiente-
Dijo Ryutaro con expresión seria pero tranquila.
-Pero… de verdad deseo mostrarte mi agradecimiento, así que… creo que tengo una idea-
Pensó Kei, sonrió y con esfuerzo trato de ponerse de pie, al ver que le era difícil, Ryutaro le extendió su mano para ayudarlo, cuando lo logro, Kei sonrió, trató de mantener el equilibrio, cargando todo su peso en el otro pie para no lastimarse más.
-Cierra los ojos-
Dijo con voz suave, Ryutaro se sorprendió y no dudo en protestar.
-¿Para que?-
-Es una sorpresa, anda, ciérralos-
Ryutaro miró con desconfianza a Kei, este al percibirla, dijo tranquilamente.
-De acuerdo, no los cierres, solo no te muevas-
Dicho esto, Kei se acercó lentamente hacia Ryutaro, lo tomó por los hombros y tiernamente depositó un cálido beso sobre su frente, acto seguido, lo abrazó con ternura, estrechando su cuerpo contra el suyo con cuidado.
Ante tal acción, Ryutaro se quedó sin habla, estaba total y completamente sorprendido, no sabía que decir, no sabía como reaccionar, era la primera vez que se sentía bien en los brazos de alguien a quien llevaba horas de haber conocido, y sin embargo era una sensación tan agradable que estuvo a punto de corresponder a tal abrazo, pero se contuvo, optando mejor por apartar al mayor de su cuerpo lentamente.
-Tengo que irme a casa…-
Dijo con torpeza mientras bajaba la mirada.
-De acuerdo, de nuevo muchas gracias por todo, espero verte pronto, eres un chico agradable-
Kei sonrió y le revolvió los cabellos con suavidad, Ryutaro sonrió tímidamente, pero al notar que sonreía su expresión cambió de inmediato y se despidió.
-Hasta luego-
Así, con pasos torpes, se dio media vuelta y se marchó.
Al estar completamente solo, se desplomó de nueva cuenta sobre el sillón y dejó escapar un suspiro pesado.
-Que día…-
Dijo para sí mientras pensaba en todo lo ocurrido desde su ruptura con Daiki, permaneció pensativo por varios minutos, no supo cuanto tiempo exactamente, no pudo sentirlo puesto que no dejaba de pensar ¿Cómo las cosas habían terminado así? ¿Por qué? Y sobre todo, ¿Por qué conocer de esta forma y en estas circunstancias a Ryutaro? Era divertido recordarlo ahora, sin embargo el recuerdo de su relación con Daiki volvía a deprimirlo un poco.
-¿Por qué hoy pasaron tantas cosas?-
-No creo que el televisor responda a tu pregunta-
Al escuchar esa voz, Kei se sorprendió por completo, era la voz de Ryutaro, ¿Por qué había vuelto tan pronto?
-Volví porque olvidé darte esto-
-¿Eh?-
-La puerta no esta con seguro así que entré, perdón por la intromisión pero… creo que vas a necesitar esto-
Dicho esto, Ryutaro dejó una bolsa de compra sobre la mesita de cristal y sin decir nada más, se fue nuevamente.
-¿Qué es eso?-
Se pregunto mientras se estiraba un poco para alcanzar la bolsa, al tomarla sacó una cajita que había dentro, era el ungüento que el medico le había recetado para su tobillo.
-Vaya…-
Dijo para sí mientras sonreía torpemente, nunca imagino que Ryutaro, siendo un completo desconocido, tuviese tales atenciones con él.
Primero imagino que sería tal vez porque, tal y como lo había dicho, se sentía responsable de lo ocurrido, tal vez y esa era la razón.
Después de haber salido por segunda ocasión de la casa de Kei, pedaleaba con lentitud, estaba demasiado pensativo, no dejaba de recordar la sensación que el mayor le había producido al abrazarlo de esa manera, y justo al recordar que estuvo a punto de corresponder a tal abrazo sentía como el color se le subía a la cara.
Antes de poder seguir pensando más en ello, su teléfono móvil sonó nuevamente, se detuvo en una esquina y respondió a la llamada.
-¿Si?-
-¡Hasta que respondes!-
-Lo siento-
-¿Por qué no has venido hoy a trabajar?-
Preguntó la voz de un chico preocupado.
-Bueno… no he podido, es todo-
-¿Qué clase de explicación es esa?-
-Eso es todo, si no tienes nada más que decir, nos vemos mañana Nakajima-kun-
-Espera un segundo…-
Pero no lo dejó terminar puesto que colgó, guardó de nueva cuenta su teléfono y continuo con su camino de regreso a casa.
-Estoy en casa-
Dijo con voz suave mientras entraba y se quitaba los zapatos.
-Bienvenido, llegas temprano-
Dijo su madre desde la cocina.
-Terminé antes, estaré en mi habitación-
-De acuerdo-
Así, sin más, subió las escaleras y llegó a su habitación, cerró la puerta, encendió la luz y respiró profundo.
-Necesito hacer tarea…-
Dijo para si mientras se acercaba a su pequeño escritorio, sacó sus libros y cuadernos necesarios, estuvo dispuesto a comenzar pero no pudo, tenía la mente demasiado ocupada, o más bien, no lograba concentrarse, se sentía extrañamente preocupado.
Sacudió su cabeza y volvió a intentar concentrarse, logrando su objetivo, pero justo a la mitad de sus ejercicios matemáticos volvió a distraerse, y sin darse cuenta dijo en voz baja.
-Esa casa es demasiado grande… ¿Y si no puede llegar a su habitación?-
Al caer en la cuenta de su pregunta, de nueva cuenta sacudió su cabeza.
-Necesito un baño…-
Así, se levanto, rápidamente tomó su toalla, salió de la habitación y entro al baño, tal vez esto le ayudaría a relajarse y dejar de pensar tanto en Kei.
Justo después de que Ryutaro se marchara, se aplicó con cuidado el ungüento sobre su tobillo, después de eso su teléfono celular comenzó a sonar, sin fijarse mucho en quien llamaba, simplemente respondió.
-Hola-
-¿Por qué rayos un niño salió de tu casa?-
-¿Eh? ¿Hikaru?-
-Espero una respuesta…-
El tono en el que Hikaru le hablaba lo hizo soltar una carcajada.
-Estoy afuera de tu casa, ¿Puedo pasar?-
-Anda pasa, la puerta esta abierta-
Dicho esto, cortó la llamada y escuchó como la puerta se abría.
-¿Por qué esta abierto?-
Preguntó Hikaru mientras cerraba la puerta, después se acercó a la sala y observó a Kei.
-Porque no puedo ponerme de pie para poner el seguro-
Al escuchar esto, Hikaru observó detenidamente a Kei, quien había subido su pierna al sillón.
-¿Te paso algo?-
-Me han pasado demasiadas cosas el día de hoy-
Hikaru respiró profundo mientras tomaba asiento frente a Kei.
-Bueno, puedes comenzar, te escucho-
Kei sonrió, Hikaru siempre había estado ahí para él, era su mejor amigo, realmente lo apreciaba y necesitaba contarle todo lo sucedido, así que comenzó.
-Terminé con Daiki… o mejor dicho… él terminó conmigo-
Dijo esto último con una amarga sonrisa.
-Vaya, vaya… de alguna manera esto no me sorprende-
Confesó Hikaru.
-¿Ya lo sabías cierto?-
-No a ciencia cierta, tenía mi ligera sospecha de que Daiki andaba demasiado distante contigo, pero como siempre nunca te das cuenta de las cosas-
Esto hizo que Kei bajase la mirada, sabía que Hikaru tenía razón, estaba tan concentrado en su propia felicidad que eso lo cegaba y no lo dejaba ver otras cosas igual de importantes.
-Bueno, eso ahora ya no importa… todo ha terminado…-
-Y supongo que has buscado consuelo rápidamente-
Dijo Hikaru en tono de broma mientras se cruzaba de brazos y sonreía.
-¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso?-
Preguntó Kei intrigado.
-Esto me lleva a mi pregunta inicial, ¿Por qué rayos un niño salió de tu casa?-
-Esa es una historia diferente, pero no tiene nada que ver con Daiki-
Respondió Kei con seriedad.
-¿Así que tiene historia?-
-No exactamente-
Hikaru no estaba completamente convencido con la respuesta de Kei, así que continuo insistiendo.
-¿Quién es ese niño?-
-No lo se, es solo un repartidor de comida, eso es todo-
Respondió Kei con seriedad.
-¿Seguro? Porque ese niño salió con una expresión que me dejó intrigado-
-Bueno, a lo mejor es su primer día de trabajo y lo hizo bien, no lo sé, como te dije, no lo conozco-
Kei hizo todo lo posible por sonar convincente, no deseaba contarle a Hikaru como había conocido a Ryutaro, no le parecía conveniente, tal vez y no lo volvería a ver así que no tenía caso darle importancia.
-De acuerdo, dejaré ese tema a un lado, ahora dime, ¿Qué fue lo que te paso?-
Kei sonrió torpemente ante esta pregunta.
-Me lastimé el tobillo, justo después de que Daiki terminara conmigo alguien me atropelló con su bicicleta y mira, estoy aquí sin poder moverme muy bien, aunque después de untarme esto… ya no me duele tanto-
Hikaru miró curioso a Kei.
-¿Alguien te atropelló con una bicicleta?-
-Si-
-¿Y solo te lastimaste el pie?-
-Si-
-Vaya, tuviste que haber tenido problemas para llegar al hospital, ¿Por qué no me llamaste?-
Preguntó Hikaru ligeramente intrigado.
-Bueno, no me dolía tanto, pude llegar en taxi, todo esta bien, es solo una ligera torcedura, para mañana ya estaré bien-
-Que extraño…-
Dijo Hikaru mientras miraba curioso la sonrisa de Kei.
-¿Qué es extraño?-
Preguntó Kei.
-Yo pensaba encontrarte completamente deprimido, pero me encuentro con que estas bien, estoy seguro de que algo me estas ocultando, pero tus razones tendrás para no querer decirme nada, así que mejor cambiemos de tema, ¿Puedo pedir una pizza?-
-No te estoy ocultando nada, y si, puedes pedirla, tengo hambre-
Así, Hikaru se acercó al teléfono que estaba junto al sillón y comenzó a marcar, Kei solo lo observó mientras sonreía aliviado, sabía que estaba mal ocultarle cosas a su amigo, pero no deseaba contarle, estaba seguro de que tal vez no volvería a ver a Ryutaro así que… ¿Qué caso tenía darle importancia?-
A la mañana siguiente salía rumbo a la escuela, le había costado trabajo conciliar el sueño, pero no demasiado para no lograr dormir bien.
Justo a mitad de camino, uno de sus amigos lo interceptó en el camino.
-Buenos días Ryutaro-
-Buenos días Yuto-
Respondió ligeramente distante.
-¿Por qué no fuiste a trabajar ayer? Me dejaste preocupado después de que te llame-
-Lo siento, no era mi intención responderte de esa forma-
Se disculpó ligeramente apenado.
-Descuida, te conozco, de cierta forma ya estoy acostumbrado, ¿Me dirás que sucedió para que no fueras a trabajar ayer?-
Ryutaro respiró profundo y dijo.
-Ayer… atropellé a alguien con la bicicleta-
-¿Qué? ¿Tú? ¡Eso es imposible! Eres demasiado cuidadoso cuando sales…-
-Bueno, no soy una persona perfecta… fue un accidente-
Yuto estaba aún sorprendido, sin embargo dejó que Ryutaro continuara hablando.
-Después de haberlo atropellado, lo llevé al hospital y después a su casa, le ayudé con unas cosas, después de todo era el responsable de que no pudiese caminar, eso fue todo-
-¿Fue a un chico a quien atropellaste?-
Preguntó Yuto curioso, Ryutaro solo asintió con la cabeza.
-¿Pero todo esta bien? ¿No se enojo contigo o te hizo algo?-
Al escuchar la última pregunta, Ryutaro recordó lo sucedido antes de marcharse esa noche, ante semejante recuerdo solo bajó la mirada y dijo en voz baja.
-Me agradeció por haberlo ayudado… y…-
-¿Y?-
-Nada más-
Dicho esto, Ryutaro aceleró el paso y se dirigió rápidamente a su salón de clases, dejando a Yuto con aquella curiosidad, ya encontraría la oportunidad de que Ryutaro le contase lo ocurrido.
-Buenos días-
Lo saludó Hikaru desde la cocina al velo bajar por las escaleras.
-Buenos días, ¿Ya esta el desayuno madre?-
Dijo en tono de broma, y es que era gracioso ver a Hikaru con un delantal y una cuchara grande en la mano, obviamente preparando el desayuno para los dos.
-No te burles, por tu culpa tuve que ir a comprar todo para el desayuno ¿Por qué rayos nunca tienes algo comestible en tu refrigerador?-
-Bueno ya, no te enojes, estoy agradecido por tener un amigo tan bueno como tú, ¿Qué hay de desayuno?-
-Tendrás que esperar un poco más para saberlo-
Respondió mientras se giraba para continuar cocinando.
-De acuerdo-
Dijo Kei mientras tomaba asiento en el banquillo frente a la barra.
-Por cierto, me doy cuenta que ya puedes caminar, eso es bueno-
-Te dije que no era nada grave, solo una simple torcedura-
-¿Iras a clase?-
Preguntó mientras comenzaba a servir el desayuno.
-No lo sé, ¿Qué hora es?-
-Casi las ocho-
Respondió Hikaru mientras miraba el enorme reloj de pared cerca de la cocina.
-Bueno, tengo clase hasta las 9, supongo que iré-
-Es un gusto saber que seguirás con tu vida normal, como premio hoy te invitaré a comer-
Kei sonrió ante el comentario de su amigo.
-Pero si hoy me estas invitando el desayuno-
-Lo sé, pero esta será una comida especial, he hecho un nuevo amigo, es dueño de un restaurante, te gustará su comida-
-Vaya… debe ser un amigo muy especial ¿O me equivoco?-
Preguntó Kei mientras arqueaba la ceja y miraba curioso a su amigo, el cual se ruborizaba ligeramente ante tal pregunta.
-Bueno, no te lo voy a negar, ya lo verás cuando lo conozcas, es alguien realmente agradable-
Kei sonrió y comenzó a comer su arroz, realmente se sentía afortunado de tener a un amigo como Hikaru, quien lo ayudaba a distraerse, aunque en el fondo sentía que no le hacia mucha falta.
Al terminar las clases, volvió solo a casa, necesitaba cambiarse para ir a trabajar, esta vez no podía faltar, aunque el dueño era una persona bastante joven, era estricto, seguramente le pediría una buena explicación, necesitaba pensar en algo, era en esos momentos en los que odiaba su forma de ser, no sabía mentir, tal vez por el simple hecho de que las mentiras era lo que más odiaba.
-Tendré que decir la verdad…-
Dijo en un suspiro mientras salía una vez más de casa, subió en su bicicleta y partió rumbo al restaurante en donde trabajaba.
Al llegar, sus compañeros de trabajo estaban alistando todo para abrir.
-Ryutaro-kun, ¿Por qué no viniste ayer?-
Preguntó uno de ellos mientras dejaba de limpiar una de las mesas, enseguida uno de ellos intervino.
-Si Ryu-chan, no sabes lo mal que la pasó Yama-chan haciendo las entregas, se perdió mas de dos veces-
-¡No es necesario que le cuentes eso Chinen!-
Reclamó Yamada mientras le daba un golpe en el brazo al chico que había intervenido, Ryutaro simplemente sonrió al verlos así.
-Lo siento, no volverá a ocurrir, ahora estoy yo para hacer las entregas-
-Es bueno escuchar eso-
Dijo otro chico quien salía de la cocina con una expresión ligeramente seria.
-Yabu-kun, ¿Regañaras a Ryu-chan por no haber venido ayer?-
Preguntó Chinen.
-Bueno, de eso tenemos que hablar él y yo, pero tendrá que ser después, necesita ir a entregar el primer pedido del día-
Ryutaro asintió rápidamente.
-Pasa a dejar tus cosas en donde siempre, el pedido ya esta en la barra, los demás sigan limpiando, los clientes no deben tardar y debemos estar listos-
Todos asintieron al unísono y continuaron limpiando y acomodando el lugar, Ryutaro fue rápidamente a la parte de atrás, dejó su abrigo y tomó la pequeña mochila en donde guardaba su teléfono móvil junto con una pequeña libreta en donde anotaba la dirección a donde debería dirigirse.
-Estoy listo-
Dijo rápidamente mientras se disponía a anotar la dirección, ya estando listo, tomó la comida y salió del restaurante, acomodó la caja en la parte de atrás de su bicicleta y se fue a toda prisa.
-¿Realmente vas a regañarlo?-
Preguntó Chinen con tono curioso.
-No voy a regañarlo, pero me debe una buena explicación, pero eso no tiene anda que ver contigo, así que anda, a trabajar-
El día pintaba para ser bastante productivo, había demasiadas entregas por hacer, y por lo poco que podía observar, el restaurante estaba lleno, todo volvía a la normalidad, por un segundo se olvido de lo ocurrido el día anterior, lo cual de cierta forma estaba bien puesto que así podía concentrarse en su trabajo como era debido.
-¿A dónde vamos?-
Preguntó Kei mientras caminaba junto a Hikaru.
-Te lo dije esta mañana, te invitaré a comer algo delicioso-
-¡Es verdad! Casi lo olvidó…-
Dijo Inoo mientras ambos cruzaban la avenida, en ese instante pudo ver a alguien bastante familiar andando en bicicleta, pero pasó tan rápido que no tuvo oportunidad de verlo claramente, aunque algo le decía que se trataba de Ryutaro.
-¿Sucede algo?-
Preguntó Hikaru mientras se detenía para ver a Kei.
-No… es que creí ver a alguien… pero no me hagas mucho caso-
Sonrió torpemente y así mejor continuaron con su camino.
-Hemos llegado-
Dijo Hikaru al fin después de haber caminado por largo rato.
-¿Es… aquí?-
Preguntó Kei no muy convencido, por alguna extraña razón se había imaginado un lugar más… grande y… diferente… era un restaurante bastante normal de ramen.
-¿Qué esperabas?-
-No lo sé… pero bueno, tengo hambre y eso ya no importa-
Dijo Kei mientras abría la puerta y sonreía, detrás de él entro Hikaru.
-¡Bienvenidos!-
Dijeron un par de chicos al mismo tiempo, Kei y Hikaru respondieron con una tímida sonrisa.
-¿Desean una mesa o en la barra?-
Preguntó un tercer chico, más alto que los otros dos.
-En la barra esta bien-
Respondió Hikaru alegremente, así, ambos se dirigieron a la barra, ambos ordenaron el ramen especial del día y esperaron a que llegara.
-¿En dónde esta tu amigo?-
Preguntó Kei curioso mientras miraba a su alrededor, no pudo evitar el mirar a los dos jóvenes que se encontraban tomando ordenes y sirviendo.
-¿No me digas que es uno de ellos?-
-Claro que no, él debe estar en la cocina-
Respondió Hikaru mientras recargaba ambos brazos en la barra y trataba de echar un vistazo hacia la cocina, al verlo, Kei solo sonrió y tomó un poco de agua, de pronto, la puerta se abrió de golpe y uno de los chicos se acercó rápidamente.
-Ryu-chan, de verdad eres rápido, debes estar cansado, ¿Quieres un poco de agua?-
Kei se quedó completamente sorprendido y sin habla, ¿Cómo era posible que llegara al restaurante en dónde Ryutaro trabajaba?
-No gracias, mejor dime cual es el siguiente pedido-
Respondió con la voz agitada.
-No hay más ordenes por ahora, mejor toma asiento y descansa un poco-
Dijo Yabu mientras salía de la cocina con un par de platos con ramen.
-¡Yabu-kun!-
Dijo rápidamente Hikaru en tono alegre.
-¡Viniste!-
Al parecer Yabu se alegró de igual manera al ver a Hikaru, mientras este par se saludaba al mismo tiempo que Yabu servía ambos platos, Ryutaro se quedó igual de sorprendido que Kei, ninguno de los dos esperaba volver a encontrarse y menos de esta forma tan peculiar.
-El es mi mejor amigo, Inoo Kei-
Al escuchar su nombre fue capaz de reaccionar y se giró para ver al amigo de Hikaru y poder responder un poco torpe.
-Mucho gusto-
-Igualmente, mi nombre es Yabu, Yabu Kota, espero y la comida de aquí sea agradable para ambos-
Dijo Yabu sonriente.
-Sabes que me fascina tu comida-
Dijo Hikaru con una enorme sonrisa.
-Gracias… ah… Ryutaro, ven, tienes que descansar un poco, mientras hay otro pedido, no has parado desde que abrimos-
Al escuchar esto, nuevamente Kei se giró para ver a Ryutaro, el cual parecía estar bastante sorprendido.
-Descuida… no necesito descansar-
-¡Vamos Ryu-chan! Debes tener hambre-
Dijo Chinen mientras lo jalaba del brazo y lo llevaba hacia la barra, haciendo que tomara asiento junto a Hikaru.
-¿Quieres comer algo?-
Le preguntó Yabu.
-N-no… solo… un poco de agua esta bien…-
-Deberías comer bien, después de todo tu trabajo es agotador y no estaría bien que atropellaras a alguien de nuevo con tu bicicleta, ¿no lo crees?-
Dijo Kei en tono de burla mientras comenzaba a comer, esto hizo enrojecer un poco a Ryutaro y que bajara la cabeza al mismo tiempo, Hikaru y Yabu observaron lo ocurrido, pero fue Hikaru el primero en hablar.
-¿Ustedes se conocen?-
Dicho esto, Hikaru observó detenidamente y asombrado dijo.
-¡Yo te vi ayer!-
Exclamó mientras señalaba a Ryutaro, de inmediato se giró par ver a Kei.
-Tú dijiste que no lo conocías… que era solo un repartidor de comida-
-Y eso es verdad, es un repartidor, trabaja aquí, no te mentí-
-¿Qué es lo que pasa aquí eh?-
Preguntó Yabu mientras miraba a Ryutaro, pero fue Kei quien le dio la respuesta.
-Nos conocimos ayer, por accidente me atropello con su bicicleta, yo iba muy distraído y no me fijé bien, él me ayudó a ir a hospital y a llevarme a casa, ¿verdad Ryutaro-kun?-
Ryutaro miró a Yabu y asintió con la cabeza.
-Es por eso que no viniste ayer ¿cierto?-
Preguntó Yabu y de nueva cuenta Ryutaro asintió con la cabeza, por alguna extraña razón le resultaba difícil articular palabra.
-Espero y no haya algún problema al respecto-
Dijo Kei preocupado dirigiéndose a Yabu.
-Descuida, ahora que sé la razón, no me extraña, este niño es siempre tan responsable, me alegra escuchar que te ayudó, ahora iré a preparar los platillos de los clientes, los veré más tarde-
Dicho esto, Yabu regresó a la cocina.
-¿Por qué no me dijiste eso anoche?-
Preguntó Hikaru.
-¿No te lo dije? Lo siento… vaya, esto si que esta delicioso-
Dijo Inoo mientras continuaba comiendo, de alguna forma se sentía extraño, no se esperaba ver a Ryutaro tan pronto, justo cuando aseguraba que no volvería a verlo, era como una extraña broma que si le parecía divertida, y más al ver el sorprendido rostro del menor, eso significaba que él tampoco esperaba verlo tan pronto de nuevo.
Poco después, Yabu le sirvió un plato de ramen a Ryutaro y este comenzó a comer, aunque se sentía ligeramente incómodo, no lograba explicarse el por qué, solo así se sentía, aunque al parecer Kei no se sentía en lo absoluto incómodo.
-Es hora de irme, tengo tarea por hacer, ¿te quedarás?-
Dijo Kei mientras se ponía de pie y miraba a Hikaru.
-Si, voy a quedarme, te veré mañana-
-De acuerdo, gracias… hasta pronto-
Se despidió de Hikaru, pero al decir las últimas dos palabras miró a Ryutaro con una sonrisa, el cual respondió con voz seria.
-Veo que estas mejor de tu pie, eso es bueno-
-Gracias a alguien que tuvo la amabilidad de comprar ese ungüento y de llevarme al hospital-
Kei sonreía ampliamente, por un segundo Ryutaro se perdió en aquella sonrisa, recordando aquel abrazo y beso que Kei le había dado en forma de agradecimiento.
-No fue nada, ya te lo dije-
Dicho esto desvió la mirada y bebió su vaso con agua de un solo trago.
-Debo irme, adiós-
Dicho esto, le dio una palmadita a Hikaru en el brazo, le sonrió y miró a Ryutaro, quien miraba hacia el frente, así, sin más por hacer, salió del lugar.
-Así que es gracias a ti que no tuvo tiempo de deprimirse, supongo que como su amigo debo darte las gracias por haber ayudado-
Dijo Hikaru mirando a Ryutaro con una sonrisa.
-No entiendo por qué me agradece tanto, solo hice lo único que podía hacer-
Ryutaro estaba bastante serio, pero esto solo era para ocultar su expresión avergonzada.
-¿Sabes a lo que me refiero con que evitaras que estuviese deprimido?-
Fue así como Ryutaro miró a Hikaru un poco confundido mientras negaba con la cabeza.
-Justo ayer, antes de encontrarse contigo, acababa de terminar con su novio ¿sabes? Bueno, lo terminaron a él, fue un golpe bastante fuerte, fue por eso que caminaba tan distraído, siempre es tan despistado que no logró darse cuenta de que Daiki no lo amaba lo suficiente, no tanto como él lo amaba… siempre buscando a quien amar, es realmente un chico especial, por eso siempre sonríe de esa manera-
Hikaru suspiró al decir estas palabras.
-¿Siempre buscando a quien amar?-
Preguntó Ryutaro curioso.
-Así es, vive solo en esa casa tan grande porque no puede vivir con sus padres, eso es porque su mamá no es su mamá si no su madrastra y no lo tolera, es por eso que lo apoyaron para que tuviera su propia casa, desde que su madre murió y su padre volvió a casarse a vivido buscando lograr encajar en algún lugar… pero bueno, no entiendo por qué te estoy contando todo esto… no creo que te interese la vida de Inoo-chan ¿cierto?-
Ryutaro no respondió, solo su mirada se tornó distante, sintiendo una opresión en el pecho al pensar a Kei completamente solo en aquella casa tan grande.
-Ryutaro, hay un pedido, te lo encargo-
Gritó Yabu desde la cocina, Yuto le llevo la caja con el pedido.
-Te daré la dirección…-
Ryutaro logró salir de aquel transe y se dispuso a anotar, después de eso, tomó la caja con la comida, estuvo a punto de salir cuando pensó en despedirse de Hikaru.
-Hasta luego…-
-Adiós-
Se despidió Hikaru y observó como Ryutaro salía rápidamente del restaurante.
-Un chico bastante trabajador para tener solo 16 años ¿no te parece?-
Dijo Yabu dirigiéndose a Hikaru.
-Bastante-
-Al parecer se sintió identificado con tu amigo Inoo, el vive algo parecido, por eso es así, obediente y pasivo, nunca se queja y hace su trabajo sin decir nada más que un “Si”-
-Vaya… ¿No será esto el destino?-
Ante la pregunta de Hikaru, Yabu no pudo evitar el sonreír mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia la puerta.
-Quizás… es cuestión de esperar a ver que sucede…-
Ambos se miraron y sonrieron.
Ryutaro iba en camino rumbo a la casa en donde debía hacer su entrega, sin embargo no podía sacarse de la cabeza las palabras de Hikaru, de cierta forma esa historia le parecía tan familiar, a diferencia de que el no tenía una madrastra si no era su propia madre quien lo trataba fríamente, a diferencia de Kei, quien siempre busca sonreír y estar con la gente, Ryutaro hace lo contrario, trata de mantener su distancia, siempre callado.
Al llegar al lugar de la entrega, tocó el timbre y un par de niños pequeños atendieron la puerta, detrás de ellos llegaron sus padres, pagaron y le agradecieron por la entrega, tras haberles sonreído comenzó su camino de regreso, pero esta vez con un poco más de calma, ese camino le era familiar, miró cuidadosamente a su alrededor y entonces se dio cuenta, la casa de Kei no estaba lejos de ahí.
Una vez más, aquel abrazo que Kei le había dado volvió a su memoria, era un sentimiento tan calido, eran contadas las veces que alguien lo había abrazado, pero nunca de esa forma tan cálida y agradable.
Kei necesitaba comprar algo de beber, estaba aburrido de tomar agua, así que tomó sus llaves y decidió salir a comprar un poco de jugo, gran sorpresa se llevo que justo al salir de su casa, se topara con Ryutaro de una forma bastante particular.
Y es que el menor una vez más iba distraído y absorto en sus propios pensamientos que cuando paso exactamente frente a la casa de Kei, este salió repentinamente, haciéndolo frenar precipitadamente, ocasionando que presionará el freno equivocado, deteniendo por completo la llanta delantera, y ante el impacto solo volcó la bicicleta de frente, cayendo bruscamente al suelo.
Kei, asustado, se apresuró a ayudar a Ryutaro.
-¿Estas bien?-
Preguntó preocupado mientras lo ayudaba a ponerse de pie.
-Lo siento-
Se disculpó torpemente mientras sentía un fuerte ardor en su rodilla.
-No tienes por qué disculparte, debes estar lastimado de alguna parte, déjame ver-
Insistió Kei mientras examinaba sus brazos y su rostro, Ryutaro, al sentir la cercanía del mayor, se alejó un poco.
-Estoy bien… no tengo nada-
-De eso no puedo estar seguro, esa caída debió dejarte alguna herida, haber… camina un poco hacia allá-
Le indicó Kei con seriedad, Ryutaro no estaba dispuesto a obedecerlo, pero Kei insistió.
-Vamos, sin estas bien podrás andar sin dificultad alguna-
Ryutaro dejó escapar un suspiró y justo al dar el primer paso, pudo sentir ese dolor punzante en su rodilla derecha, el cual lo hizo flaquear un poco.
-Lo sabía, ¿Por qué no tienes cuidado si vas a salir en bicicleta? En verdad que eres una amenaza pública-
Bromeó Kei mientras abría la puerta de su casa.
-Esta es la primera vez que me caigo, no digas que soy una amenaza-
Reprochó Ryutaro con voz seria.
-¿Olvidas acaso que justo ayer me atropellaste? Bueno, eso no importa ahora, anda, entra, tenemos que ver que hay en tu pierna-
-No es necesario, estaré bien, tengo que volver al trabajo-
Dijo Ryutaro mientras daba un paso hacia atrás.
-No puedes volver así, anda, entra-
Dicho esto, Kei lo tomó del brazo y lo obligó a entrar, pero antes de cerrar la puerta, levantó la bicicleta y la acomodó pegada a la pared para que no estorbara el paso.
-No te preocupes, Hikaru debe seguir ahí, con una llamada todo se arreglará, ahora siéntate y guarda silencio-
Sin más alternativa, Ryutaro tomó asiento en el sillón y observó como Kei subía por las escaleras, poco después bajó rápidamente con una cajita color azul en las manos.
-Muéstrame donde te lastimaste-
Pidió Kei mientras se arrodillaba frente a Ryutaro, este un poco avergonzado, se levantó el pantalón de la pierna derecha hasta la rodilla, dejando ver un gran raspón, nada grave.
-Esto te va a doler, pero es necesario-
Dijo Kei mientras preparaba un poco de alcohol en un pedazo de algodón, Ryutaro solo cerró los ojos y se aferró al sillón con fuerza, cuando Kei terminó, le puso una gasa y le dio una suave palmadita en la rodilla.
-Listo, eso será suficiente, eres bastante valiente, yo en tu lugar ya hubiese llorado del dolor-
Dijo con una amplia sonrisa, Ryutaro lo observó fijamente, esa sonrisa era tan hermosa y contagiaba toda esa alegría, que no pudo evitar el sonrojarse y decir tímidamente.
-Gracias…-
-No fue nada, supongo que ahora estamos un poquito a mano-
Le dijo Kei mientras se ponía de pie y le guiñaba el ojo.
-¿Un poquito?-
-Bueno, tu hiciste mucho más por mí, así que esto en realidad no es nada-
Ryutaro sonrió torpemente al escuchar estas palabras, esta era una de las pocas veces que lograba sonreír frente a una persona, de cierta forma, con Kei se sentía en confianza, lo cual era extraño, era algo nuevo para él.
-No te preocupes por tu trabajo, llamé a Hikaru y dice que informara de todo a Yabu-kun-
-De todas formas tengo que volver-
Insistió Ryutaro mientras se ponía de pie.
-Supongo que no puedo convencerte de lo contrario, así que te acompañaré-
-¿Eh?-
-Anda, vámonos-
Dijo Kei mientras daba un paso hacia adelante y extendía su mano, Ryutaro lo observó fijamente sin comprender muy bien.
-Yo te llevaré, así que anda, vamos-
Al ver la insistencia de Kei al estirar su mano mientras sonreía, Ryutaro bajó la mirada y lentamente tomó la mano de Kei mientras trataba de ocultar su sonrojado rostro.
Kei tomó su mano fuertemente y dijo con voz amable.
-No sé por qué apareciste en mi camino de esta manera, pero estoy agradecido por ello, haces que me sienta diferente, no puedo decir con certeza de que se trata pero… es emocionante… es algo nuevo…-
Al escuchar estas palabras, lentamente Ryutaro levantó la mirada y pudo observar la sonrisa tranquila de Kei, al verla, tímidamente también sonrió.
-Yo… también encuentro esta situación bastante curiosa… tenemos algo en común y lo reflejamos de diferente manera… supongo que esta vez… lo nuevo no me asusta-
Dicho esto, Ryutaro pudo sentir como Kei lo jalaba hacia él solo para abrazarlo tiernamente.
-Tal vez sea muy pronto, podemos conocernos un poco más, ¿Qué dices?-
Ryutaro sonrió y torpemente correspondió a tal abrazo, rodeando la cintura de Kei con ambos brazos.
-No es una mala idea…-
Dicho esto, se abrazaron con más fuerza, sin dejar de esbozar una amplia sonrisa, era extraño, pero ambos estaban siendo unidos por una atracción más que evidente, por alguna razón Ryutaro conoció a Kei en aquellas circunstancias, justo cuando cerraba un ciclo sentimental, para darse la oportunidad de intentar comenzar uno mucho más fuerte.
-Una pregunta… ¿Cuántos años tienes?-
Preguntó Kei curioso, Ryutaro se alejó un poco de él y respondió confundido.
-Dieciséis… ¿Por qué la pregunta?-
-Porque quería saber, creí que eras más grande, pero ahora que observo bien tu rostro, en verdad eres tierno, un tierno niño de dieciséis años-
Ryutaro abrió los ojos de par en par y se ruborizó ligeramente.
-No lo digas de esa manera-
Reprochó mientras desviaba la mirada, pero justo al hacerlo, Kei tomó su rostro con una mano y se acercó lentamente.
-Ahora veamos… ¿a que sabe un niño de dieciséis años?-
Ryutaro no tuvo tiempo de decir absolutamente nada, puesto que pudo sentir los labios de Kei sobre los suyos, en ese momento pudo sentir como su corazón latía con fuerza y a su alrededor era como si el tiempo se hubiese detenido, era una sensación tan agradable, los húmedos y suaves labios de Kei pedían una respuesta a aquel contacto, así que lentamente cerró sus ojos y se dejó llevar, era la primera vez que besaba a alguien, por lo que sus movimientos eran torpes, pero esto a Kei no le importó, la sensación de poder besar al menor era tan agradable que deseaba no terminar con aquel momento.
Pero tuvieron que hacerlo puesto que ambos necesitaban tomar un poco de aire. Se miraron fijamente y Kei juntó su frente con la del menor.
-Bueno, para haber cuatro años de diferencia no esta mal-
Ante semejante comentario, Ryutaro sonrió torpemente.
-Es hora de irnos, esta vez me toca conducir a mi-
Así, ambos se separaron, Inoo tomó de nuevo la mano de Ryutaro y salieron de la casa.
Un mes después, Hikaru y Kei se encontraban saliendo de la universidad.
-¿Qué harás hoy?-
-Bueno, tengo un lugar al cual ir, te veo más tarde-
Respondió Kei mientras miraba su reloj.
-¿Irás por Ryutaro otra vez?-
-Así es, nos vemos-
Dicho esto, Inoo comenzó a alejarse.
-¡¡Es un delito acosar a un niño!!-
Le gritó Hikaru, a lo que Kei le respondió.
-¡¡Ese niño es mío así que no hay problema!!-
Al ver la amplia sonrisa de Kei, Hikaru no pudo evitar el sonreír y mejor tomó su propio camino.
Al salir de la escuela, una vez más, Kei lo esperaba sonriente.
-No tienes que venir todos los días por mi-
Dijo Ryutaro ligeramente avergonzado.
-Quiero hacerlo, si pudiera vendría a tomar clases contigo-
Ante el semejante comentario de Kei, Ryutaro solo sonrió y tomó su mano, entrelazando sus dedos con los del mayor.
-Confórmate con venir por mi-
Kei se sorprendió, era de las pocas veces que Ryutaro le hablaba de esa forma tan bromista.
-Y eso haré todos los días-
Fue así como continuaron con su camino, tomados de la mano, ambos dándose la oportunidad de experimentar algo nuevo, que seguramente los llevaría a conocer la verdadera felicidad.
F I N
9 comentarios:
siiii por fin el inootaro está listo :DDDD
lo único que he podido disfrutar es de la pic y del nombre
*se va a leer*
*regresa de leer :D*
okey, sé que es un inootaro, pero cómo Daiki es capaz de dejar a Inoo por Takaki!? no lo comprendo e_é
dejando a eso a un lado...
acaso te inspiraste en la pic donde Inoo está abrazando a Yuto y están sentados en una bicicleta ¿o.O? no pude evitar hacer esa comparación, je n_nU
Hikamama!!!! que lindo es Hikaru cuando se le salen sus arranques maternales XDDD y a Chii le gusta el chisme XD y hubo yabuhika indirecto <3 y los 7 trabajan para Yabu, te quedó muy bien este one-shot
-Ahora veamos… ¿a que sabe un niño de dieciséis años?- ---> >/////<
había otra frase que me gustó, pero no la encuentro :P
y por último Quiero robarme a Ryutaro O.Ó
Algo nuevo fue lo maximo en verdad ame este shot
♥o♥ quiero máaassss
al principio me traume senti en mi kokoro como se depremia al saber que InooDai terminaba waaa *depresion* u.u pero despues que segui me empese a emocionar aaa aaaaaa simplemente no puedo dejar de gritar de que InooTaro esten experimentado algo nuevo aaa me encanto lo amee!!
siii = me ecanto el hikamama *o* como siempre el amigo apoyando en todo
como sabe un niño de 16 años omg!! yo también quiero saber dsfdfsadsdf$%$DSfdf *muero*
me mato de risa que hikaru le diga q deje de acosar a un ñiño XDDDD jajajaja y contestando ese ñiño es mi asi q no hay problema kyaaaaaaaah!! sadsafdsdf$%$dfsdf *muero de nuevo* XDD jaja
Ayaaa Arigatou!! Arigatou!! ;D
Ayaa en verdad escribes increible...este one shot tuvo todo....!!!!
me senti mal cuando daiki terminó con kei...siempre vi a esta pareja inseparable en cualquier fic...demo me gustó esta nueva unión INOOTARO!!! sugoiii .....
sigue asi.....!!!!!!!!!
ahhhh!!! y espero que sigas con las contis del fic "en tus manos" (adoro el yamajima..pero la pareja que me mataaaaa!!!! es el YAMACHIIII!!!)
arigatooooooooo por el fic!!!!!!!!!!!!1
Arigatou! me encantó! simplemente LO AME!! INOOTARO!!!! XDDDDDDDDDDDD
no me gusta k el InooDai termine pero después de seguir leyendo AME ESTA NUEVA PAREJA! siempre que leo tu fics provocas que forme nuevos gustos! xD gracias! X)
Porfavor continúalo!!!! que se vuelva SERIAL! o almenos un mini fic!! xDDDD *se lo imagina y muere* me harías realmente feliz :D
WOW, Inootaro... Nunca había leido sobre esa pareja...
Me encanta tu one shot, es precioso, Daiki malo, lo deja por Yuyan... Es malvado... Pero bueno, gracias a eso se queda con Ryu ^^
Es una monada de fic.
Hermosooo!!
- se pone a dar vueltas como loca -
por favor!!
Escribe mas de InooTaro!!!
es hermosa esta pareja!!
Gracias!!
maravilloso aaaaaaaaa que bonito en verdad no me canso de leer y leer aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ayaa, me encanto tu fic, esta muy bien redactado y la historia es diferente a otras que he elido, me imaginaba en ese restaurante de ramen *o*, me encanto querida, ojala sigas con los fics, que me encanta como escribes ^^
Saludos desde chle
=D
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