Regresó a la sesión y
continuó trabajando con normalidad, se sentía ligero, aliviado, no
estaba seguro si era correcto sentirse así pero no tenía
alternativa.
El resto del día terminó
y justo en la tarde el fotógrafo decidio parar por el momento.
-Por hoy es todo, mañana
terminamos, Yamada les dará a cada uno la llave de su habitación en
cuanto lleguemos al hotel, buen trabajo a todos-
Así fue como el equipo
subió a la camionetam Yamada, Chinen, Nakajima y otro miembro del
equipo subieron al auto.
En el corto trayecto,
Yuto evitó contacto visual con todos, incluso con Chinen, el cual le
parecía extraño este comportamiento, sin embargo no se atrevió a
preguntar.
Llegaron al hotel y todos
se reunieron en la recepsión, Yamada entregó las llaves en el orden
que habían sido asigndos y poco a poco todos fueron retirandose a
descansar.
-¿Qué habitación
tienes Yama-chan?-
Preguntó Chinen.
-Ah, es la 402-
-¡Vaya! ¡Estamos muy
cerca! Yo tengo la 400-
Exclamó Chinen con
emoción. Por otro lado, Yuto escuchaba discretamente y miró el
número que estaba en su tarjeta-llave. Era el 401. ¿Coincidencia?
No lo creía, sin embargo no le molestaba y sin que nadie lo notara,
una sonrisa se dibujó en su rostro.
-¡Quiero comer algo!-
Exclamó Chinen.
-Si quieres podemos ir al
restaurant del hotel, el jefe me dijo que la comida aquí es muy
buena-
Comentó Yamada, ante lo
cual el bajito no tardó en estar de acuerdo.
-¿Vienes con nosotros
Yuto?-
Le pregunto Chinen.
-No tengo hambre, iré a
dar una vuelta por los alrededores-
Dicho esto, los tres se
separaron.
-¿Le pasa algo a
Nakajima-kun?-
Preguntó Yamada, sin
poder contener su preocupación, después de todo notaba al alto
bastante extraño.
-Bueno, tiene una especia
de pelea consigo mismo-
-¿Eh?-
Yamada no comprendía
bien a lo que Chinen se refería con esa respuesta.
-Verás, ¿Recuerdas lo
que te conté antes?-
-Si-
-Esa persona lo dejó muy
lastimado, Yuto lo quería demasiado, se podría decir que uno de los
defectos de ese chico es que se encariña muy fácilmente con la
gente y lo entrega todo sin detenerse, no marca limites, y bueno,
cuando descubrió que Daiki, su ex-novio, lo engañaba, se derrumbó
por completo, fue dificil verlo tan deprimido, cuando regresó de
Paris después de todo ese tiempo, creí que se encontraría mejor,
pero no fue así, simplemente decidió marcar una distancia con la
gente y por eso su actitud cambió tanto, si tu lo hubieses conocido
antes sabrías que él antes era una persona muy alegre, no era
grosero ni engreído, pero todo eso lo hace ahora porque así se lo
propuso.
Antes de venir aquí tuve
una plática con él, le dije que dejara esa actitud, que se dedicara
a afrontar sus problemas en lugar de solo escapar y al parecer me
hizo caso, por eso tiene esa actitud extraña, está pensando en
demasiadas cosas y creo que hay algo en particular que lo confunde-
-¿Algo en particular?-
Preguntó Yamada con
curiosidad.
-Bueno, él venía
decidido a no volver a querer a nadie, decidió jamás volver a
enteresarse en alguien, pero sus planes no están saliendo del todo
bien y está teniendo una batalla interna con su orgullo-
Terminó Chinen de
explicar y tomó un poco de agua.
-Vaya... por eso está
tan extraño-
-Siempre le ha gustado
caminar cuando está confundido, eso lo relaja, por eso no vino a
comer, por ahora será mejor dejarlo solo, aunque estoy ansioso por
saber lo que pasará después-
Dicho esto, Chinen le
dirigió una mirada divertida a Yamada, el cual no comprendió del
todo a que venía eso.
-Cambiando de tema,
Yama-chan, hay algo que quiero decirte-
Yamada observó con
atención a Chinen, el cual acababa de cambiar drásticamente su
sonrisa por un semblante serio.
-Quiero disculparme
contigo, no sabía nada al respecto y por ser tan imprudente seguía
preguntandose sobre... tu novio...-
-Descuida, debí
comentartelo antes pero... no es algo que sea fácil de decir-
Dijo Yamada mientras
bajaba la mirada.
-Pero a Yuto se lo
dijiste-
Comentó Chinen.
-Ah... eso fue porque...
me hizo enojar-
-Sí, lo sé, y no sabes
lo sorprendido que se quedó, creo que de alguna manera ustedes
tienen algo en común-
-¿Algo en común?-
Preguntó Yamada con
curiosidad.
-Ambos perdieron a
alguien especial-
Se hizo el silencio,
Yamada meditó bien estas palabras y las encontró ciertas.
-Claro, las situaciones
son muy diferentes, pero ambos tratan de ocultar su dolor tomando
actitudes exageradas-
Yamada miró a Chinen con
atención y este continuó hablando.
-Yuto me dijo que en
realidad tú no eres tan fuerte como aparentas, que en realidad eres
tan frágil como una copa de cristal, escondiendo tu dolor detrás de
esa sonrisa y todo el trabajo duro que realizas sin queja alguna-
Le sorprendió enterarse
que Yuto pensaba así de él... pero lo que más le sorprendio es que
todo aquello, era cierto.
-Ambos tratan de ocultar
lo que sienten, tratan de solo escapar en lugar de afrontarlo, ¿No
crees que es momento de que tú tambien afrontes las cosas y des un
paso hacia adelante?-
Quería comprender a lo
que Chinen se refería con dar un paso hacia adelante, pero le fue
dificil.
-Lo sé.... eso intento
todos los días pero... no sé como hacerlo-
-No sé bien lo que pasó
en tu caso pero creo que esa persona no estará nada feliz, en donde
quiera que se encuentre, sabiendo que no eres feliz de verdad, tienes
que pensar más en tí mismo y dejar los recuerdos a un lado antes de
que se vuelvan insuperables-
Chinen sonrió
gentilmente y Yamada lo miró fijamente, definitivamente el chico
tenía razón, tenía que ser fuerte.
-Supongo que... voy a
intentarlo una vez más-
-Esa es una excelente
idea-
Ambos sonrieron, Yamada
sintió que había encontrado a un buen amigo en Chinen.
Los alrededores del hotel
eran tranquilos, silenciosos y llenos de vegetación, era como un
jardín enorme, le encantaba, amaba esa clase de lugares, podía
descanzar y olvidarlo todo en un segundo.
Caminó un poco más
hasta que se detuvo frente a una banca de madera, tomó asiento y
miró al cielo, comenzaba a anochecer y era hermoso.
Llevó una de sus manos a
su pecho y sintió a su corazón latir tranquilo, cerró los ojos y
volvió a pensar en él, en Yamada.
Era increíble que
lograra sentirse atraído por alguien tan rápido, sentía que era
tan diferente a como había sido con Daiki, con él había tomado más
tiempo, eran buenos amigos y después de un accidente curioso, se
besaron y ahí comenzó todo, tal vez el comenzar una relación tan
precipitadamente como ellos lo hicieron fue el error, eran buenos
amigos y definitivamente no estaba en su destino ser algo más, pero
tuvieron que experimentarlo para darse cuenta.
En ese momento se dio
cuenta de algo, con Daiki siempre se sentía inquieto, preocupado, no
había tranquilidad, siempre finjía reírse de los chiste que este
contaba y sentía que el mayor hacía lo mismo, sus momentos a solas
resultaban incomodos de ves en cuando, cayeron en la rutina de
siempre comer en restaurantes y regresar a casa para ver la
televisión, solo una vez se acostaron juntos y fue cuando Yuto
descubrió que Daiki no lo quería puesto que después de haber
tenido relaciones, el mayor, entre sueños, había susurrado el
nombre de otra persona.
Lo peor que puede pasar
en una relación puede ser algo así, que después de un momento tan
íntimo, descubras que todo el tiempo la otra persona estuvo pensando
en alguien más, que cuando te veía a la cara en realidad veía el
rostro de alguien más.
Ese coraje se lo había
guardado por tanto tiempo que ahora parecía un berrinche infántil,
si bien era cierto que se había entregado por completo a la
relación, también era cierto que una parte de él ya estaba
cansada, estaba conciente que en cualquier momento todo iba a
terminar, sin embargo el dolor a su orgullo fue tan grande que lo
cegó por completo y ahi estaba el resultado.
Sonrió torpemente y poco
a poco comenzó a reirse a carcajadas, no podía evitarlo, se burlaba
de sí mismo por haber parecido tan patetico y berrinchudo, haber
causado tantos problemas y sobre todo haber tratado a Yamada tan mal
sin razón lógica.
-Maldita sea...-
Se dijo entre risas,
mientras más se encaprichaba en no fijarse en nadie más, más
atraído se sentía por Yamada, era obvio.
Había algo diferente,
algo que lo hacía especial, algo que simplemente lo hacía
irresistible para él. Era bastante obvio lo que sentía, le gustaba,
no había más.
Se sintió aún más
relajado, dejó de reirse y sintió un ligero rubor sobre sus
mejillas, hace tanto que no se sentía así, definitivamente con
Daiki jamás sintió aquello, sentía que algo recorría su cuerpo,
suspiró y cerró los ojos un segundo, al abrirlos notó que ya era
de noche, hacía un poco de frío por lo que decidió regresar,
necesitaba descansar.
Yamada caminaba
atravesando la recepsión, Chinen se había quedado hablando por
telefono en algún lugar y sentía que no debía escuchar esa
conversación. Sonrió torpemente y justo cuando iba a subir al
elevador, alguien lo llamó. Un escalofrío recorrió su espalda y se
giró lentamente.
-¿Yamada-kun?-
-Ah, buenas noches-
Saludó con una
reverencia a aquella señora elegante.
-Vaya, no pensé que te
encontraría en un lugar como este. ¿A que has venido?-
-Es por parte de mi
trabajo-
Respondió sin levantar
la mirada.
-¿Ah si? Claro, era
evidente que buscarías un empleo, después de que Hiro murió
dejaste de vivir cómodamente ¿Cierto?-
Sabía perfectamente bien
que aquello lo decía con la única intensión de molestarlo, de
hacerlo sentir mal, y lo estaba logrando, pero aún así se esforzó
en no demostrarlo.
-Veo que se encuentra
bien-
-Lo mismo digo, si algo
me mantiene tranquila después de lo ocurrido es que ahora Hiro no
tiene que estar junto a alguien como tú, aunque aún no puedo
perdonar que te lo hayas llevado de mi lado-
Yamada desvió la mirada,
escuchó las puertas del elevador abrirse pero no se movió.
-Espero no tener que
verte de nuevo, que te quede claro que si Hiro no se hubiese ido
contigo ese accidente jamás hubiese ocurrido-
Dicho esto, la señora
presionó un botón, las puertas del elevador se cerraron y Yamada se
quedó solo. Respiró profundo y miró a su alrededor, necesitaba un
poco de aire fresco, no quería estallar en llanto justo ahí, así
que emprendió el camino para salir del hotel.
Pero justo antes de
salir, chocó con alguien.
-Lo siento-
Se diculpó con voz
débil.
-Descuida, ¿Estás
bien?-
Esa voz le fue bastante
familiar, levantó la mirada y descubrió que se trataba de Yuto.
-Ah, sí-
-¿A dónde vas tan
tarde?-
Preguntó curioso.
-Voy a caminar un poco,
creo que comí demasiado-
Dicho esto, Yamada dio un
paso hacia adelante, pero antes de dar otro, Nakajima le dijo.
-No te demores demasiado,
ya es tarde-
-No lo haré-
Respondió con voz
relajada y se marchó.
Después de llegar a su
habitación lo primero que hizo fue darse un refrescante baño, al
salir, se vistió con ropa cómoda, no era de los que usan pijama.
Estaba por comenzar a
escuchar un poco de música cuando alguien tocó a la puerta, al
abrir se encontró con Chinen.
-¿Has visto a
Yama-chan?-
-¿Solo vienes a
preguntarme por él?-
Preguntó con un ligero
fastidio.
-Lo siento, es que no lo
encuentro por ningún lado-
-Lo vi hace rato en la
recepsión, dijo que iba a caminar un poco-
-¿En verdad?-
Yuto asintió con la
cabeza.
-Deberías dejarlo en paz
un rato, siempre andas sobre de él-
Chinen sonrió ante tal
comentario.
-Descuida, no te lo voy a
quitar-
-¡No me refería a eso!-
Ante la reacción
nerviosa de Yuto, el bajito no hizo más que sonreír.
-Bueno, yo quería que
platicaramos un poco más pero creo que mejor lo dejo solo, supongo
que también lo necesita-
-¿Por qué lo dices?-
Preguntó Yuto con
curiosidad.
-Bueno, hoy platicamos de
cosas importantes, mejor voy a mi habitación, estoy cansado, nos
vemos mañana-
Dicho esto, el bajito se
marchó, Yuto cerró la puerta y caminó hacia la cama, en donde se
dejó caer, hundiendo su rostro en la almohada. Después de un rato
se giró y miró el techo.
-Le dije que no se
tardara... ya es tarde...-
Tras murmurar esto, se
reincorporó y miró el reloj que se encontraba cerca de la cama.
-¿En dónde estará?-
Se preguntó, comenzaba a
sentirse preocupado.
-No, no debo pensar cosas
que no son, seguramente está con su jefe haciendo algún trabajo
extra, será mejor que deje de pensar en él por hoy-
Dicho esto, caminó hacia
la terraza, se recargó en el frío barandal y respiró profundo. La
vista era espectacular, tanto de día como de noche, un tranquilo
paisaje nocturno. Podía ver claramente los lugares por los que había
paseado en la tarde y rápidamente visualizó aquella banca en donde
había estado sentado, al parecer ahora había alguien ahí, no podía
ver con claridad pero le parecía muy familiar.
Observó que esa persona
parecía estar llorando, aquello le trajo un sentimiento de deja vu,
era justo igual que aquel chico que hace tiempo había visto llorar
en aquella parada de autobús.
Sus ojos se abrieron de
par en par, estaba sorprendido, no se movió ni un segundo, continuo
observando, sin duda alguna era la misma imagen, pero... entonces,
observó un poco mejor, esa persona era...
-No puede ser-
Se dijo en voz alta, se
giró rápidamente y salió corriendo de su habitación, presionó
desesperado el botón del elevador y después de unos segundos este
llegó.
Cuando estuvo en la
planta baja, salió corriendo del hotel y corrió con todas sus
fuerzas hacia aquella banca.
Sabía que esa persona
era cruel, siempre lo había sido, pero no se esperaba encontrarsela
ahora que al parecer todo comenzaba a estar en calma, trayendo a la
fuerza tristes recuerdos y haciendolo sentir culpable una vez más.
-Hiro...-
Dijo con un nudo en la
garganta mientras las lágrimas continuaban cayendo, tomó aquel dije
con una mano y lo presionó con fuerza, no podía evitarlo, no podía
seguir guardando aquellas lágrimas.
-Te dije que no te
tardaras... hace frío y te puedes enfermar-
Al escuchar estas
palabras, levantó rápidamente la mirada, se sorprendió bastante al
ver a Yuto justo frente a él, lucía agotado, ¿Acaso había
corrido?
-Ah, lo siento, ya casi
entraba-
Dijo mientras limpiaba su
rostro y se ponía de pie, mantenía la mirada baja, no deseaba ser
visto así.
-Espera-
En ese momento Nakajima
tomó su rostro con ambas manos, lo levantó y comenzó a limpiar
aquellas lágrimas con tal gentileza que Yamada se quedó sin
aliento.
-No llores, al menos no
lo hagas solo, sé que tal vez no sea la persona adecuada pare
decirte esto pero, no lo hagas-
Tras decir estas
palabras, soltó el rostro de Ryosuke y se alejó un poco.
-Será mejor entrar, hace
frío-
Yuto tenía toda la
intensión de dar media vuelta y comenzar a caminar, pero no pudo
hacerlo, justo en ese instante Ryosuke lo abrazó fuertemente,
hundiendo su rostro sobre su pecho y pudo sentir pequeñas gotas
mojar su camisa.
Se quedó inmóvil un par
de segundos, hasta que su cuerpo pareció reaccionar por si solo y
entonces lo abrazó de vuelta, acariciando suavemente su cabeza.
-Tal vez ella tiene razón
y todo es mi culpa-
Sollozó Yamada. Yuto no
comprendió, más sin embargo continuo escuchando.
-Si Hiro no hubiese
aceptado mis sentimientos, si no nos hubiesemos ido a vivir juntos,
ese accidente jamás hubiese pasado... ¡Pero yo no quería que
muriera!-
A Yuto se le hizo un nudo
en la garganta de tan solo escuchar el llanto desesperado de Ryosuke,
no sabía que decir, así que solo lo abrazó con fuerza, tratando de
transmitirle tranquilidad.
-¿No has podido
olvidarlo verdad? ¿Aún lo quieres?-
Preguntó tímidamente,
no hubo respuesta.
-No es tú culpa...
Ryosuke-
Dijo Yuto suavemente
mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
Era la primera vez que lo
llamaba por su nombre y algo pasó en su interior que de pronto las
lágrimas se detuvieron, se separó un poco del cuerpo de Yuto y
levantó la mirada.
-E-espero que... n-no te
moleste que te llame por tu nombre-
La voz evidentemente
nerviosa de Yuto lo hizo sonreír, resultaba de cierta manera, una
tierna imagen.
-No me molesta, gracias-
Dicho esto, se alejó aún
más del cuerpo de Yuto, esta vez soltandolo por completo.
Al sentir la separación
de inmediato su cuerpo sintió frío, no le gustaba esa sensación,
así que sin pensarlo, tomó a Ryosuke de vuelta y lo abrazó.
Esto en definitiva dejó
sorprendido a Yamada, no se lo esperaba, pero tenía que admitir que
no era una sensación desagradable.
-Parece que no te
encuentras bien del todo, así que puedes seguir apoyandote en mi-
Agradecía que Ryosuke no
pudiese ver su rostro, evidentemente estaba ligeramente sonrojado.
-Gracias-
Dijo con voz suave
mientras sus brazos se movían y se aferraban al cuerpo de Yuto, era
una sensación agradable, podía escuchar los latidos de su corazón,
cerró los ojos, en verdad se sentía bastante cómodo.
-¿No tienes frío?-
Preguntó Ryosuke,
separandose de nueva cuenta del cuerpo de Yuto.
-Si te separas me dará
frío, así que no lo hagas-
Respondió este mientras
volvía a abrazarlo.
-¿Pretendes que nos
quedemos así, aquí, toda la noche?-
Preguntó Ryosuke en tono
de broma.
-Ah, tienes razón, mejor
entremos-
Fue así como tuvieron
que separarse, se miraron fijamente unos segundos pero fue Yuto el
primero en desviar la mirada.
-Vamonos, tengo frío-
Ryosuke sonrió y caminó
a su lado, ambos se dirigían ahora de regreso al hotel.
A penas entraban cuando
de nueva cuenta aquella señora apareció, y no perdió oportunidad
de decir algo desagradable.
-Creí haberte dicho
claramente que no quiero verte de nuevo-
Comentó mientras se
detenía justo frente a Yamada, este solo desvió la mirada. Yuto
observó un poco la situación.
Fue entonces que aquella
elegante señora notó la presencia de Yuto, lo observó fijamente y
después regreso su vista hacia Yamada.
-Veo que mis palabras
acusadoras no te afectan en lo absoluto, al parecer eres de esos que
olvidan fácilmente y has sustituído a mi hijo con fácilidad, no
cabe duda que eres un miserable y despreciable ser humano-
Yamada no dijo nada,
mantuvo su mirada baja, no iba a responderle a una señora mayor, no
tenía caso. Sin embargo, Yuto no se pudo quedar callado, sabía bien
que no era de su incumbencia pero simplemente no podía dejar las
cosas así.
-Disculpe pero lo que él
haga con su vida no es asunto suyo, si el ha decidido salir con
alguien más o no es asunto de él y no suyo. No tiene porque seguir
atormentandolo con palabras tan crueles, haciendolo sentir culpable
de algo que no es culpa de nadie, será mejor que se busque algo
mejor que hacer y deje a los demás vivir en paz, ya que por lo que
parece usted no lo hizo así con su propio hijo-
Sin más que decir, tomó
la mano de Ryosuke con fuerza y se lo llevó de ahí, presionó el
botón del elevador, afortunadamente las puertas se abrieron
enseguida, ambos entraron y antes de presionar el botón, Yuto dijo.
-Si vuelve a molestarlo
entonces tendré que ser aún más grosero con usted-
Así, las puertas se
cerraron y ambos quedaron dentro del elevador en un silencio incomodo
y aún tomados de la mano.
Ryosuke pudo sentir como
Yuto temblaba un poco, tal vez por el coraje ¿Pero que motivos tenía
para sentirse tan enojado? Miró atentamente su rostro, tenía la
mirada fija al frente, parecía que no iba a mirarlo a la cara.
-Yuto...-
Dijo al fin, después de
tragar saliva e intentó soltarse del agarre del alto, sin embargo
este no lo permitió y lo único que hizo fue entrelazar sus dedos
con los suyos.
No pudo decir nada,
aquella sensación de nuevo era demasiado agradable, se preguntaba
que podría ser pero no encontraba respuesta alguna dentro de su
cabeza.
Cuando llegaron al cuarto
piso, las puertas del elevador se abrieron y Yuto salió primero, aún
tomando fuertemente la mano de Ryosuke, llegaron a la habitación
401.
Yuto saco su
tarjeta-llave, la hizo pasar por el sensor y la puerta se abrió.
Yamada no pudo articular palabra y tan solo se dejó llevar.
Estando dentro, Yuto se
quedó inmóvil, tenía la mirada baja y parecía estar tratando de
decir algo.
-¿Yuto?-
Lo llamó Ryosuke, en ese
momento el alto soltó su mano.
-Perdón, no quería
meterme pero... sus palabras fueron demasiado...-
En ese momento se giró y
al fin Ryosuke pudo verlo a la cara.
-¿Estás bien?-
Estaba preocupado.
-Si, estoy bien. Gracias-
Sonrió. Era agradable
saber que Yuto había estado preocupado por él.
-¿Quieres llorar?-
Preguntó Yuto con el
mismo tono de preocupación. Ryosuke negó con la cabeza.
-¿Seguro?-
-Yuto, gracias-
Quería abrazarlo, con
fuerza, su cuerpo lo pedía, quería sentirlo de nuevo cerca de él,
así que eso hizo, caminó un paso al frente y lo abrazó con fuerza.
-No debió decirte todo
eso, no dejes que te engañe, tú no tienes la culpa de nada. ¿Fue
ella la que te hizo llorar antes cierto?-
Yamada no dijo nada y
solo se aferró con más fuerza al cuerpo de Yuto.
-Ryosuke... No quiero que
vuelvas a llorar por eso, no sé lo que haya pasado y sé que no es
de mi incumbencia pero, no soportaría el verte llorar de nuevo-
Algo en su interior hizo
“bum” Todo se detuvo, su respiración se volvió lenta, no se lo
esperaba. Levantó lentamente la mirada para ver a Yuto y este
también lo miró.
-Yuto...-
Lo llamó una vez más,
pero esta vez había algo diferente en su voz, podía sentirlo y eso
le erizó la piel.
Algo estaba pasando, de
pronto fue como si sus cuerpos estuviesen sido atraídos por una
especie de imán.
Centímetro a centímetro,
cada vez más y más cerca hasta que podían sentir la respiración
del otro sobre su rostro, en forma automática ambos cerraron los
ojos, Yuto tomó delicadamente el rostro de Ryosuke con una de sus
manos, acariciando su mejilla y entonces sucedió. Unieron sus fríos
labios en un beso tan frágil, que poco a poco comenzó a ser más
profundo, no había prisa, ambos disfrutaban de ese contacto, de
sentirse el uno al otro, de saborearse mutuamente.
Poco a poco se separaron
y se miraron fijamente, se había formado un silencio de cierta
manera agradable entre los dos, en donde las palabras salían
sobrando, más sin embargo fue Yuto quien dijo primero.
-¿Qué fue eso?-
Su voz era débil, suave,
entrando así por los oídos de Ryosuke, provocándole un sin fin de
emociones.
-No sé-
Respondió en voz baja,
pero perfectamente audible para Yuto.
-¿Esto... está bien
para ti?-
Le preguntó Yuto con una
mirada llena de anhelo.
Ryosuke no respondió de
inmediato, simplemente observó por un instante a Yuto detenidamente,
su rostro, cada detalle y a cada segundo lo encontraba... especial.
Sin embargo, a falta de
una pronta respuesta, Yuto se alejó de él, soltándolo lentamente y
dándo un paso hacia atrás.
-Lo siento, creo que te
estoy obligando a algo que tal vez no quieras...-
Se paso una mano por el
cabello y bajó la mirada.
-Yo, entiendo
perfectamente que no quieras nada ahora, pero hay algo que quiero
decirte-
Ryosuke observaba
fijamente a Yuto, sin poder moverse, la voz de éste lo dejaba
completamente inmóvil, cómo hipnotizado.
-Me gustas-
Al decir estas dos
simples palabras, Yuto levantó la mirada para ver a Ryosuke, el cual
evidentemente parecía sorprendido.
Y en verdad lo estaba,
fue tan claro, preciso y... perfecto. Su corazón volvió a hacer
“bum” justo en ese instante y su respiración se volvió lenta.
La voz de Yuto, con esas dos sencillas palabras, recorrían todo su
ser, retumbando suavemente en su cabeza y sin querer, un sonrojo
apareció en sus mejillas.
Yuto sabía que no iba a
obtener una pronta respuesta, así que de cierta forma, sintiéndose
derrotado, decidió terminar.
-Sé que es repentino
para ti y que tal vez no estés listo, a decir verdad... me ha
costado trabajo darme cuenta de éste sentimiento... yo entenderé
perfectamente si dices que no-
Ahora su mirada era
triste, desesperada, no podía seguir viéndolo así, no lo
soportaba, algo en su interior le decía que se acercara a él,
deseaba que aquellos brazos lo rodearan de nuevo, no podía
contenerse, ¿Qué era eso? ¿Qué significaba?
No lo sabía y en ese
momento tal vez era lo que menos importaba, se aceró con pasos
torpes a Yuto, lo abrazó de nuevo y cerrando los ojos respiró su
aroma, era tan dulce como lo era su mirada, su escencia, le agradaba,
demasiado, sin embargo una respuesta clara aún no se formulaba en su
mente.
-Lo pensaré-
Le dijo con firmeza, lo
abrazó un poco más fuerte para después separarse de él, se dio
media vuelta y sin más, salió de la habitación.
Aquella noche, su única
noche en Kyoto, fue especial, aunque no pudieron dormir casi nada,
resultó ser interesante.
Todo el equipo se
encontraba en la recepsión.
-Hoy tomaremos las
últimas fotos, después regresaremos a casa, ¿Están listos?-
Ante el ánimo que
transmitió el fotógrafo, todos respondieron animadamente y cada
quien entró al vehiculo correspondiente.
Entre Ryosuke y Yuto
había algo diferente, podía sentirse fácilmente y claro que Chinen
podía saberlo, sin embargo no se atrevería a preguntar tan
abiertamente, necesitaba encontrar el momento justo.
Al llegar a la locación,
Yamada comenzó a ayudar con lo necesario mientras que Nakajima y
Chinen se vestían.
Cuando la sesión inicio,
Chinen fue el primero, era divertido verlo posar, siempre tan alegre
y mostrando una amplia sonrisa, aunque no cabía duda que cuando se
ponía serio lucía realmente diferente, resultaba todo un misterio
su personalidad.
Yamada observaba y
aprendía al mismo tiempo, se acercaba al fotógrafo y este le
explicaba algunas cosas, le mostraba las fotografias a través de la
cámara y le daba consejos para lograr esos resultados.
Pronto llegó el turno de
Yuto, justo cuando el fotógrafo lo llamó, su corazón se aceleró,
estaba inquieto, después de todo ya no era como antes, sentía algo
diferente, algo especial, pero no lograba verlo con claridad, aún
no.
Nakajima pasó al frente
y comenzó a posar conforme se le indicaba y después a sacar sus
propias poses, era espectacular para Yamada, no podía quitarle la
mirada de encima, era evidente que también había algo diferente en
él, y aunque no le dirigiera la mirada, puesto que debía de mirar a
la cámara, lo ponía nervioso.
-Quiero que mires hacia
cualquier lado-
Le indico el fotógrafo,
en ese momento su corazón se detuvo al sentir la mirada del alto
sobre de él, era tan penetrante, pero muy diferente a como era
antes, esta vez, había amabilidad, gentileza y algo que
definitivamente, en su interior, sabía lo que era, pero que aún no
procesaba del todo bien.
Por otro lado, alguien
observaba aquello con bastante interés y no podía evitar sonreír.
-Algo pasó entre estos
dos-
Se dijo divertido
mientras los observaba con bastante curiosidad.
La mañana fue larga pero
así terminó la sesión fotográfica.
-¡Buen trabajo a todos!-
Con esto, su día
terminaba, estaba tan cansado, había experimentado tantas emociones
en tan poco tiempo, quería un poco de tranquilidad, además, sabía
bien que necesitaba pensar en otras cosas, en eso había quedado la
noche anterior.
El camino de regreso fue
tranquilo, como resultado de no haber dormido bien en la noche, tanto
Yuto como Ryosuke se quedaron dormidos.
Cuando llegaron, todos
salieron de los vehiculos, Ryosuke y Yuto intercambiaron una rápida
mirada ya que todo fue interrumpido por Chinen.
-Yama-chan, ¿Qué harás
más tarde?-
-¿Eh? Ah, tengo que
ayudarle al jefe con el material de hoy-
-¿De verdad?-
Preguntó el bajito con
decepsión.
-¡Yuri!-
Esa voz no se le hizo
familiar, se giró y a pocos metros de distancia se encontraba un
chico alto, delgado, cabello negro, piel blanca, parecía un
principe.
Yamada miró al bajito y
este lucía completamente sorprendido, tanto que no fue capaz de
moverse.
-Vine a recogerte-
Le dijo a Yuri con una
sonrisa, este sonrió torpemente y lentamente se acercó al alto,
este era un Chinen completamente diferente para él, por alguna razón
espero que reaccionara efusivamente, como siempre lo hacía, pero
ahora tenía frente a él a un chico tímido, fue una gran sorpresa.
-Inoo-chan, pensé que
estarías ocupado todo el día-
Lo escuchó decir,
recobrando poco a poco su ánimo habitual.
-Pero tengo tiempo de
venir por ti, te extrañaba-
Aquel chico, el que
aparentemente respondía al nombre de Inoo, sonreía torpemente,
después observó como se tomaban de la mano tímidamente y se
alejaban, comenzando lo que parecía ser una agradable conversación.
Ver aquello fue
sorprendente, nunca pensó en conocer así a la persona especial de
Chinen.
-Ni siquiera se despidió
de nadie, se fue como si nada importara-
Comentó Yuto, quien
ahora, sorpresivamente se encontraba junto a Ryosuke.
-Parece que todo el mundo
desapareció para él desde que lo vio-
Dijo Ryosuke, sintiendo
cierto nerviosismo.
-Ya que aún tienes
trabajo, no voy a molestarte más, solo quería decirte que no voy a
presionarte, tomate el tiempo que creas necesario, yo... yo voy a
estar esperando por ti-
Yuto tenía las mejillas
ligeramente ruborizadas, esto, de alguna manera, hizo feliz a
Ryosuke.
Ahora no tenía tiempo
para pensar en eso, su jefe lo traía de un lado para otro, con
diferentes indicaciones, parecía que lo hacia a propósito para que
no descanzara.
-Yamada, ímprime las
fotos y traélas a mi escritorio-
-¡Si señor!-
Exclamó y prosiguió con
su labor. Seleccionó todos los archivos y comenzó a imprimirlos,
después a recortarlos con cuidado y una vez estuvieron listos se los
llevo a su jefe, quien observaba cada una de estas fotos.
-¡Ésta me gusta! ¿No
crees que es buena?-
Ryosuke la tomo con
cuidado y observó, era una fotografía de Yuto, justo cuando tenía
la mirada desviada, justo cuando lo miraba a él.
-Si... si señor, es
buena-
-¿Que te pasa? No suenas
muy convencido-
-¿Eh? Ah, ¡Si señor!
¡Es una muy buena fotografía!-
Exclamó con cierta
torpeza.
-Olvídalo, ya puedes
irte, eso todo por hoy, mañana no habrá trabajo así que tómate un
descanso, creo que lo necesitas-
-Gracias, eso haré, solo
terminaré de acomodar el equipo y me iré-
Dicho esto, salió de la
oficina del fotógrafo, siguió acomodando unas cosas, después se
acercó a la computadora para apagarla cuando se detuvo antes de
cerrar la ventana que mostraba las fotos, miró a su alrededor, no
había nadie, así que comenzó a buscar y encontró aquella foto,
presionó un par de botones rápidamente y la mandó a imprimir, esta
vez en un tamaño más pequeño, cuando salió apagó rápidamente la
máquina, silenciosamente la recortó bien y se deshizo del papel
sobrante, la guardó en su bolsillo del pantalón, tomó sus cosas y
salió del estudio.
Caminó rumbo a la parada
del autobús, estaba cansado y se sentía extraño por lo que acababa
de hacer, aún así no quiso pensar mucho en eso, tomó asiento en
aquella banca, solo restaba esperar a que el bús llegara, cuando un
auto se estacionó frente a él. Lo miró sorprendido y lo estuvo aún
más al ver quien bajaba de él.
-¿Terminó tu trabajo?-
Preguntó Yuto con
tranquilidad mientras se sentaba a su lado.
-S-si...-
Respondió torpemente, no
se esperaba verlo de nuevo tan rápido.
-¿Vas a casa?-
-Si-
Respondió mientras
miraba hacia otro lado.
-Puedo llevarte, no tengo
nada que hacer-
-¿Eh?-
Se giró para mirarlo y
su corazón se detuvo, ahora Yuto le sonreía ampliamente, tan
amigable, núnca se imagino ver aquello.
-Ah... descuida, el
autobús debe estar por llegar-
-Estuve esperando a que
salieras solo para poder verte de nuevo-
Declaró Yuto con cierta
torpeza, Ryosuke lo miró y pudo notar un leve sonrojo en sus
mejillas, lo cual, internamente, lo hizo feliz.
-¿Quieres ir a comer
algo delicioso?-
Sin embargo Yuto no
esperó a que Ryosuke respondiera, simplemente lo tomó de la mano y
se lo llevó rumbo al auto, abrió la puerta y lo metió, después
rápidamente caminó rodeando el auto y él también entro.
Después de conducir un
poco, llegaron a un restaurant familiar.
-¿Aquí?-
Preguntó Ryosuke
sorprendido, de alguna forma pensó que el alto lo llevaría a algun
lugar elegante.
-Este lugar es bueno,
anda-
Así, bajaron del auto y
entraron a aquel lugar, tomaron asiento en un lugar alejado de tanta
gente y Yuto fue el primero en echarle un vistazo al menú. Ryosuke
no sabía que pedir, pero curiosamente comenzaba a tener hambre en
ese momento.
Después de que ambos
ordenaron, lo primero que les llevaron fueron las bebidas, Yuto había
pedido una malteada de chocolate, mientras que Ryosuke pidió una de
fresa.
-Esto es gracioso-
Comentó Yamada con una
sonrisa divertida.
-¿Por qué?-
-No sé, creí que
iriamos a otra clase de lugar, una parte de mi pensó que eras de
esas personas que solo van a lugares elegantes y caros-
-Descuida, ya tendrás
tiempo de conocerme bien-
Le sonrió Yuto una vez
más, aquello aceleró su corazón y optó por distraerse tomando un
poco de su malteada.
-Creo que no tuvimos un
buen comienzo, ¿No te parece?-
Preguntó Yuto.
-Si, eso creo-
Respondió Ryosuke,
recordando la primera vez que lo había visto, semidesnudo y muy
enojado.
-Pero creo fue divertido-
Dijo Ryosuke con una
sonrisa.
-¿Divertido? ¡Claro que
no lo fue! No es agradable que te vean así-
Exclamó Yuto con cierta
vergüenza. Ryosuke no hizo más que estallar en una carcajada.
Cuando la comida llegó,
comenzaron a comer tranquilamente, pero no fue una comida del todo
silenciosa, Yuto quería saber más de él y no iba a quedarse con
ninguna duda.
Le preguntaba sobre su
comida favorita, si le gustaban los animales, sus colores favoritos,
música, libros, programas de televisión, dulces, todo lo que se le
ocurría.
Al mismo tiempo, Ryosuke
formuló sus propias preguntas, resultaba interesante conocer un poco
más a Yuto, preguntandole sobre sus lugares preferidos, gustos, lo
que no le gustaba, lo que le divertía y lo que le aburría.
Fue así que ambos
decidieron comenzar a conocerse, a saber más del otro, solo para
hacer de ese extraño sentimiento de algo más fuerte, más sólido,
más visible.
Los días transcurrieron
y un mes pasó volando, todo fue tan rápido, en ese tiempo había
convivido tanto con Yuto, sentía que cada día lo conocía un poco
mejor, ya era costumbre que, cada que podía, el alto lo esperaba
hasta que saliera de trabajar, pasaban la tarde juntos, se divertían,
conversaban más y más, núnca se cansaban.
Una de esas tardes tan
agradables, Ryosuke llegó al fin a su departamento, cerró bien la
puerta, dejó sus cosas sobre una pequeña mesita de madera y se dejó
caer sobre el futón.
A cada momento que estaba
cerca de Yuto sentía más dificil separarse de él, pensar eso solo
dibujó una sonrisa en su rostro. Torpemente se puso de pie, entró
al baño para lavarse la cara y al encontrarse con su propio reflejo
en aquel pequeño espejo se quedó inmóvil, se observó fijamente,
lucía diferente, sus ojos ya no estaban tristes, podía sonreír con
naturalidad, se miró un poco más y miró aquel dije colgando de su
cuello. Lo tomó entre sus manos y cerró los ojos.
-Hiro... ¿Está bien que
yo... elija a alguien más?-
Soltó aquel dije y
volvió a mirarse en el espejo, abrió la llave del agua y mojó su
rostro. Pronto tendría que tomar una decisión, no podía hacer
esperar más a Yuto... no cuando lo esperaba tan paciente, no le
preguntaba nada, no lo molestaba con ello, y aún así sentía que
debía darle una respuesta pronto.
Pasaron tres días sin
verlo, era extraño, tratando de sonar curioso y no preocupado, se
acercó al fotógrafo para preguntarle, este le dijo que no habían
sesiones programadas aún, que no sería hasta la próxima semana.
Además de eso, Yuto
había dejado de ir a verlo al terminar su trabajo, solo habían
pasado tres días pero para él resultaban una eternidad, lo
extrañaba, demasiado.
Tomó su telefono, quería
al menos llamarlo, pero no se atrevió. ¿Qué tal si estaba muy
ocupado? No, no podía molestarlo.
Los días pasaron y así
la semana terminó, una semana sin verlo y sentía que lo extrañaba
tanto.
Ese día el único en ir
al estudio fue Chinen, lo saludó como de costumbre, pero este pudo
sentir que algo andaba mal con Yamada.
-¿Ocurre algo malo?-
Preguntó el bajito con
preocupación.
-Ah, no, estoy bien-
-¿Seguro? ¿No quieres
preguntarme por Yuto?-
Los ojos de Ryosuke se
abrieron de par en par mientras escuchaba su nombre, miró a Chinen y
este le sonrió gentilmente.
-Ha tenido una carga de
trabajo impresionante, ha vuelto a ser el número uno y todo el mundo
lo quiere para sus campañas de ropa, también ha estado ocupado con
entrevistas para la televisión, tal vez por eso no lo has visto
últimamente-
-Ya veo...-
Dijo Ryosuke un poco
desanimado, bueno, al menos sabía que Yuto se encontraba bien, pero
eso no le quitaba aquel sentimiento de vacío, después de todo,
deseaba verlo.
-Te daré un regalo-
Le dijo Chinen mientras
le daba un papelito.
-¿Qué es?-
-No lo sé, descúbrelo
tú mismo-
Dicho esto, el bajito se
marchó y regresó a la sesión.
Con cuidado desdobló
aquel papelito y miró lo que ahí estaba escrito, sin duda era una
dirección, sintió algo en su interior, sabía a donde lo llevaría
así que guardó aquel papel en su bolsillo y regresó al trabajo.
La sesión terminó,
igualmente Yamada se apresuró con lo que tenía que hacer, recogió
sus cosas y se marchó, sentía que debía apresurarse, miró aquel
papelito y tomó el autobús indicado.
En todo el camino no
podía dejar de sentirse inquieto, en verdad quería verlo, mirar
esos profundos ojos negros, respirar ese suave aroma... quería estar
con él, no iba a detenerse a pensar en nada ahora, solo tenía que
seguir adelante.
Después de caminar por
aquella calle, al fin encontró el edificio, era grande y lujoso, no
había nadie en la recepsión por lo que pasó sin ser detenido, tomó
el elevador y comenzó a subir.
Mientras más cerca
estaba más esperaba poder verlo, su corazón latía con rápidez,
estaba nervioso, sus manos le sudaban, su boca estaba seca, intentó
tragar saliva y cuando el elevador se detuvo, salió y comenzó a
caminar por aquel largo pasillo.
Miró el papelito y
comenzó a buscar el número que correspondía al departamento de
Yuto, caminó un poco más hasta que lo encontro, miró fijamente
aquella placa que decía “Nakajima”, respiró profundo y toco el
timbre.
No hubo respuesta, espero
un poco más y volvió a tocarlo, de nuevo no hubo respuesta así que
tocó una tercera y una cuarta ocasión hasta que escuchó pasos
acercarse a la puerta y está se abrió, mostrando a un Yuto
adormilado.
-¡Chinen! ¡Te he dicho
que dejes de tocar así!-
-Lo siento-
Dijo Ryosuke, en ese
momento los ojos de Yuto se abrieron de par en par, estaba
sorprendido.
-¡Ah! Ryosuke, ¿Qué
haces aqui?-
-¿Puedo pasar?-
Preguntó tímidamente.
-Si, claro, pasa-
Yuto parecía incredulo
aún después de verlo, resultaba ser una gran sorpresa.
-¿Cómo has estado?-
Preguntó Yamada
tímidamente mientras lo miraba.
-Ah, bien, un poco
presionado, pero bien-
-Sí, Chinen me dijo que
has vuelto a ser el número uno-
Sonrió torpemente.
-Bueno... algo así...-
Se hizo el silencio, un
poco incómodo.
-¿Cómo supiste que vivo
aqui?-
Preguntó Yuto al fin.
-Ah... Chinen... me dijo
como llegar-
Admitió Ryosuke con
cierta timidez.
-Oh, no se porqué no me
extraña-
Rió ligeramente,
evidentemente estaba nervioso.
-Es que... ha pasado una
semana y... no te he visto...-
-Lo siento, he tenido
muchas cosas que hacer y hoy me quedé dormido-
Se diculpó Yuto con
cierta torpeza, Ryosuke lo observó fijamente, cuánto había
extrañado verlo, escuchar su voz, sentía de nueva cuenta que sus
sentimientos se desbordaban, no podía contenerse más así que
caminó torpemente hacia él y lo abrazó.
-Te extrañé...-
Escuchar a Ryosuke decir
aquello lo sorprendió bastante, pero evidentemente lo hizo muy
feliz, así que no dudó en abrazarlo de vuelta.
-Yo también te extrañé,
perdón por dejarte solo una semana-
-No importa, ahora ya no
importa porque... he venido a decirte algo-
Dicho esto, Ryosuke se
separó de Yuto, éste lo observó fijamente, su corazón latía de
prisa, estaba ansioso.
En ese momento, Yamada
sacó aquel dije que siempre ocultaba detrás de su ropa, con cuidado
se lo quitó y se lo mostró a Yuto.
-¿Sabes lo que esto
significa para mi cierto?-
Yuto estaba sin palabras,
así que solo asintió con la cabeza.
Entonces, Ryosuke sonrió,
tomó la mano de Yuto y en esta depositó aquel dije.
-Esto es lo único que
aún me ata al pasado... y justo ahora, quiero que lo guardes por mi-
Yuto estaba sorprendido,
no sabía que decir.
-Ha pasado tiempo desde
que dijiste que yo te gusto, quisiera creer que aún es así...
contigo me siento tan diferente... gracias a ti... siento que he
cambiado mucho-
Las palabras de Ryosuke
resonaban en su interior, sin embargo aún no decía nada.
-Me gustas, quiero estar
contigo-
Aquello fue el detonante
de un desborde de emociones en su interior, estaba seguro de haber
escuchado bien, quería que no se tratase de un sueño más, lo cual
comprobó al sentir como Ryosuke lo abrazaba de nuevo. Sacudió su
cabeza torpemente y lo abrazo de nuevo, con fuerza, estaba feliz, en
verdad, núnca había experimentado semejante felicidad, le
encantaba.
-Yo también quiero estar
a tu lado, no como el reemplazo de esa persona, sino como alguien
nuevo, alguien realmente especial para ti, Ryosuke-
Ambos se abrazaron con
fuerza, al fin, aquel sentimiento tenía forma, tenía color, se
podía sentir, podían tocarlo, estaba en ellos.
Tiernamente, Yuto tomó
el rostro de Ryosuke entre sus manos y lo besó, aquel beso tan
profundo y tierno, lleno de un nuevo sentimiento para ambos, de un
nuevo comienzo.
-¿En verdad... quieres
estar a mi lado?-
Preguntó Yuto al
separarse un poco de Ryosuke, pero éste solo rodeo su cuello con
ambos brazos, lo besó rápidamente, después unió su frente con la
de Yuto y le dijo con voz suave.
-Quiero estar a tu lado-
Desde aquel indirecto
encuentro estaba escrito que ambos se conocerían, descubrirían su
pasado y mejorarían su presente solo para construír un futuro
juntos.
F I N
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Y así termina este minific, perdón si no hubo lemmon, no me salió -w-
Igual, espero y lo hayan disfrutado al igual que yo al escribirlo~
Con esto me voy~ solo para decirles que pronto traere algo nuevo xD no se asusten~ escribo todo lo que puedo (siempre y cuando los mangas no se interpongan en mi camino)
Esto lo debi publicar ayer pero me distraje con otras cosas y bueno, un dia de retraso espero y puedan perdonar xD
Se les quiere y ya casi es Navidad!! :D Así que esa encuesta ya casi decide lo que publicaré, me sorprende el numero de votos hasta el momento o.o son muchos!! Jajaja no esperaba más de 20 y hay como 34~
Igual queda un par de dias así que veremos que tal :D
Nos leemos en el siguiente fic~ :D
9 comentarios:
Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!
Me fascinó *-* suspire mucho conesté capítulo OoO jajaja
Me gusto el beso final muy hermoso <3
Dios odie a la malditá vieja me daban ganas de colarme en el fic solo para darle una paliza XE
Que divino tus yamajimas son los mejores Ayaa-sempai <3
Te admiro muchísimo <3
Espero más de tus fics y quiero contii de Fathed <3
Gambatte!!!!
Sabía k habría Inoochii son puro amor <3
ohhhhhhhh..que finalllllllllll..mas tiernooooooooooo...el yamajima se esta volviendo tierno para mi.....^^*
y no importa sino hay lemmon (aunque me hubiese gustado ) pero igual te quedó A-1
ayaaa....lo maximo con esta parejita...
y pues ojala nos leamos por navidad...jajaj
un abrazote inmenso....>////<
Te quedo precioso y muy tierno, no importa que no hubiera Lemmon, el como planteaste las situaciones fue genial.
Me encanto ^^
I LOVE JUMP
Gracias por tan hermso finc fue tan tierno y romantico por dios pero que le pasa a esa señora como le pudo decir esas cosas a yamachan hayyy la odie y luego ame a yuto me encanto como lo defendio siiiiii
chiii todo un cupido hasta la direccion le dio mi vida
el ultimo beso me mato fueron tan tiernos
muchas gracias por subirlo :)
Kyaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!! SE AMAN!!!!! >////<
Ya sabía yo que se quedarían juntos (?) asass El chico del bus era Ryosuke, lo sabía!! *______* Si esque ya se enamoró cuando lo vió, solo que Daiki le cegaba hasta que se fue con otro (Yo creo que se fue con un Takaki que se le pasó por delante) (?)
La mala bruja!!!! Decirle esas cosas a Yamada!! Será skjfkdslvf Bruja!! Menos mal que Yuto lo arregló todo, es un amor *_____* Y las cosas que le dijo, jus jus jus, se lo merece :3
Sabía que podrías Inoochii!!!! asdasdasdas *____* Si es que pegan, es así, hacen buena pareja y solo Inoo puede poner nervioso y tímido a Chinen~
Me encantó el fic, como siempre, el Yamajima te sale perfecto
Ame hasta la ultima palabra, cada sentimiento era tan palpable tan real que hayyyyy me estoy derritiendo♥///♥ de puro amor como los envidiooo♥ por culpa de estos fics tengo muy altas expectativas apara los novios y aun no encuentro uno asi!!
TE AMO muchooo muchooo!!!! fue realmente hermoso, sin palabras, estoy llorando de pura felicidad♥ es lo que me hacia falta *w* gracias por subirlo, encerio Yuto todo un príncipe y ryo todo un uke violable, ese Inoochii me encanto aunk fue pokito, haaha la parte donde Chinen se perdia y se olvidaba del mundo entero fue realmente romanticon♥
Toda palabra se queda corta para explicar lo fantastico que es este fic, sin duda puedo disfrutar más de las historias cuando se centran en algo mas romantico y no solo en el lemon, asique no te preocupes si no salió, sin duda amé el personaje de Yamachan y tambien el cambio de Yuto, todo muy tierno, me encantó lo de la foto, y tambien cuando va hasta su apartamento, todo genial
Eso si, que asquerosa la madre del ex... uff no entiendo como se puede tener tan poco corazon para decirle a alguien eso justo cuando esa persona ha sufrido tanto, solo porque empezó a salir con su hijo... las personas no se tienen que quedar al lado de sus padres de por vida, tienen que vivir sus propias experiencias en la vida... me mosquea mucho esa mujer de verdad jaja
Esperaré tus fics y siempre que pueda comentaré lo que lea (no tengo demasiado tiempo para dedicarselo a los fics... que mal) en fin, me encantó jaja
me encanto!!! Yamajima, me imagine cada cosa!! mi yutorin y el travieso de chii jaja como la ultima parte de la direccion ah!! y mendigo daiki como le pudo hacer eso a mi yutorin... ah!! y si me imagino ese principe Inoo
kyaaa quiero otroo jajaja
Te quedo hermosisisisisisisismo!!! *-*
no sabes como odie a la mama de Hiro, y tambien desee ser un personaje de est fic y poder golpearla, como se atreve a hablarle a si a mi yama-chan :@...bueno X obviando ese detalle, me gusto muchoooooo, muchoteeeee..!!!!!! por un momento pense que era takaki, pero Inoo es tan asdasadadasdasds kawaii..muchas gracias me haz hecho feliz, espero que continues escribiendo fics como estos, prometo ser una fiel lectora xD
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Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
¡Me encantaría saber tu opinión sobre lo que acabas de leer! ^O^ Así que no dudes en hacérmelo saber, así podré mejorar un poquito más :3
De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!