Capítulo 2
Al llegar a su departamento, se quitó el saco y la corbata y las arrojó directo al sillón, rápidamente entró al baño y abrió la llave del lavabo, acto seguido mojó su rostro con agua fría.
-Hoy hiciste algo realmente estúpido-
Se dijo a sí mismo mientras se veía en el espejo, después mojó de nuevo su cara, necesitaba sacar aquel sentimiento, aquella sensación de ese beso, necesitaba volver a la realidad. Después tomó su toalla y se secó el rostro, saliendo del baño para dirigirse a su habitación, en donde lo primero que hizo fue tumbarse sobre la suave cama.
-Lo que paso hoy… debe quedarse ahí… como un recuerdo… necesito concentrarme en mis propios asuntos-
Se dijo mientras se ponía de pie y comenzaba a desvestirse para ponerse algo cómodo para después acomodarse en su cama y tratar de dormir un poco.
Había resultado difícil conciliar el sueño, y ahora que se encontraba profundamente dormido, un molesto ruido lo estaba molestando, alguien tocaba la puerta de una forma baste insistente.
Como pudo, logró abrir los ojos y se reincorporó lentamente, fijando su mirada en el reloj que se encontraba sobre su buró.
-Las doce… ¿Las doce?-
Expresó asombrado, nunca se había despertado tan tarde y antes de poder seguir pensando en ello, tocaron nuevamente la puerta, haciéndolo reaccionar, se levantó rápidamente y gritó mientras avanzaba hacia la puerta.
-¡Ya voy!-
Dicho esto, abrió la puerta, encontrándose con Takaki.
-No puedo creer que sigas dormido-
Expresó con una sonrisa burlona.
-Hay muchas cosas increíbles para ti Takaki, pero olvídalo, ¿Qué te trae por aquí?-
Preguntó Kei mientras se hacía a un lado para dejar entrar a su amigo.
-Bueno, vengo para saber como te fue anoche, me pediste el traje diciendo que era para un trabajo importante y vengo por información y por supuesto también por mi traje-
Dijo mientras tomaba asiento en una de las sillas del comedor.
-Bueno, conociéndote estoy seguro que vienes más por lo que te pueda contar que por tu traje-
Sonrió Kei mientras sacaba la leche de su refrigerador.
-¿Quieres un poco?-
-No gracias, ya desayuné-
Negó Takaki en cuanto Inoo le ofreció un poco de leche.
-Bueno, no te voy a negar que tengo mucha curiosidad, y como te veo, fue una noche larga-
-Ni que lo digas-
Dijo Kei con pesadez mientras tomaba asiento frente a Takaki y bebía de su leche fría.
-¿Acaso tu… haz hecho… eso?-
Preguntó Takaki ligeramente asombrado.
-No digas tonterias, sabes muy bien que no tengo relaciones con mis clientes-
Afirmó Kei mientras terminaba su leche de un solo trago.
-¿Entonces? ¿Por qué te ves tan… desvelado?-
-Bueno, no pude dormir bien, eso es todo-
-Vaya, vaya, hasta que al fin alguien te quita el sueño, debe ser una chica bastante linda-
Dijo Takaki mientras sonreía traviesamente.
-¿Sabes que es lo peor de todo esto?-
Preguntó Kei mientras dejaba escapar un pesado suspiro.
-No me digas… ¿Es casada?-
Ante semejante pregunta, Kei miró a Takaki con fastidio.
-No es por ella que me siento así-
Takaki abrió sus ojos de par en par, estaba asombrado y ansioso por escuchar más detalles.
-En esa fiesta, a dónde me llevaron… conocí a alguien-
-¿Y eso es lo peor de todo?-
Preguntó Takaki confundido.
-Si me dejas terminar lo sabrás-
Dijo Inoo mientras miraba a Takaki con un ligero fastidio, el cual solo rió torpemente.
-Esta bien, continua-
Kei suspiró profundo y continuo.
-La persona que conocí, era el centro de atención de aquella reunión, ayer fue su cumpleaños y… es un chico…-
Takaki parpadeo varias veces mientras procesaba esta nueva información, al notar que no decía nada, Kei continuo hablando.
-Ayer yo… me convertí en alguien diferente, converse con él… me sentí extraño… diferente… nunca antes había sentido algo así… y por eso yo me dejé llevar y…-
Kei se detuvo, de cierta forma le avergonzaba contarle esto a Takaki, sin embargo este insistió por escuchar el resto.
-¿Y? ¿Qué hiciste?-
De nueva cuenta Kei suspiró y dijo tímidamente, bajando la mirada.
-Yo… lo besé…-
Kei se esperaba alguna reacción, un grito, un reclamo, algo por parte de Takaki, sin embargo no fue así, ambos se quedaron en silencio, Inoo no se atrevía a levantar la mirada, pero al continuar así, no pudo más y miró tímidamente a Takaki.
-Vaya…-
Dijo Takaki mientras cambiaba su expresión de sorpresa por una más tranquila.
-¿Eso es todo lo que vas a decirme?-
Preguntó Inoo confuso.
-Bueno, ahora que lo mencionas, es sorprendente, viniendo de ti, nunca me lo imaginé, por eso desde un principio sospeché que se trataba de una chica-
Respondió Takaki muy tranquilamente mientras sonreía.
-¿No vas a decirme que estoy mal?-
Insistió Kei.
-No-
Dijo Takaki tranquilamente.
-¿Por qué no? Deberías hacerlo ¡Eres mi amigo!-
-¿Eso que tiene que ver? No tiene nada de malo-
Kei estaba más que sorprendido, no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Cómo era posible que Takaki aceptara esta situación así como así? Era extraño, lo cual lo dejaba con una pregunta.
-¿Tú ya has besado a un chico antes?-
Ante el rostro curioso de Inoo, Takaki solo sonrió torpemente.
-Bueno, hay uno que me gusta, pero no lo he besado… todavía-
Inoo se quedó sin palabras, no se lo esperaba.
-No lo puedo creer… ¿Quién te gusta?-
Takaki desvió la mirada, Kei pudo notar como su rostro se ruborizaba un poco.
-¿Lo conozco?-
Preguntó curioso, Takaki asintió con la cabeza.
-¿Quién es?-
-No… no te lo voy a decir… por que le vas a decir y arruinarás todo-
-¿Eh?-
-Lo ves todos los días, y así como eres de despistado seguramente terminarás por decirle-
Inoo pensó detenidamente las palabras de Takaki.
-¿Es alguien del Club?-
-No hagas más preguntas, no te voy a decir hasta que tenga algo asegurado, mejor dime, ¿Quién es ese chico de anoche?-
Por un segundo Kei había olvidado lo que conversaba inicialmente con Takaki, acerca de su primer encuentro con Daiki, así que al recordarlo, volvió a sentirse extraño.
-Bueno, él es el sobrino de Shiori, mi cliente, viene de una familia sumamente rica, pero a pesar de ello es tan sencillo… amable… su sonrisa es tan… ¿Cómo decirlo?… tiene algo que me hace sentir… diferente-
-Te gusta-
Le dijo Takaki con una sonrisa.
-¿Pero que tonterías estas diciendo? Eso es imposible, ¿Cómo puede gustarme alguien a quien apenas conozco?-
Alegó Inoo mientras trataba de ponerse serio.
-Si no te hubiese gustado, no lo habrías besado y entonces ahora no tendrías esa sonrisa cuando lo recuerdas, es más que evidente que ese chico te gustó, y mucho, no trates de ocultarlo-
Kei desvió su mirada, ¿En verdad le había gustado Daiki? No tenía forma de saberlo a ciencia cierta, nunca antes le había gustado alguien, siempre tan ocupado en sus propias cosas, nunca se había dado la oportunidad de darse cuenta de aquel sentimiento.
-De todas formas no volveré a verlo, así que será mejor olvidar lo ocurrido-
Dijo mientras se cruzaba de brazos y miraba a Takaki con seriedad.
-¿Por qué no lo buscas? Ya sabes en donde vive-
Kei no respondió, no sabía que decir, Takaki tenía razón, no había motivo para darse por vencido, tenía la posibilidad de visitarlo y verlo las veces que quiciera pero… no sabía con que cara presentarse de nuevo frente a él, después de todo esa noche se despidió con palabras no muy agradables.
“-Debes olvidar lo ocurrido, nuestros mundos son diferentes, además, no puedes confiar en alguien como yo-”
Al recordar sus propias palabras, respiró profundo.
-De todas formas, tengo que pensar en mi trabajo… no puedo pensar en cosas como estas-
Dicho esto se puso de pie y caminó rumbo a la cocina.
-Yo pienso que no tiene nada de malo, después de todo también eres un ser humano y no puedes vivir solo toda tu vida, pero eso lo dejo a tu propio criterio, ahora debo irme, dejaré que lleves mi traje a la tintorería, después vendré por el-
Así, se puso de pie y se giró para ver a Kei, quien estaba de espaldas recargado en el fregadero.
-No tengas miedo, tarde o temprano ibas a encontrar a alguien, debes tener a alguien para amar y que te ame, solo debes buscarlo-
Escuchar la palabra “amar” hizo que algo en su interior hiciera un “boom” haciendo eco en su cabeza.
-¿Ahora me vas a hablar de lo que es el amor?-
Preguntó con sarcasmo mientras se giraba para ver a Takaki.
-Yo no soy quien para hablarte de eso, sin embargo es algo que todos necesitamos en el transcurso de nuestra vida, no lo olvides-
Dicho esto, sonrió y camino hacia la puerta.
-No vemos después, no olvides llevar mi traje a la tintorería-
Así, sin más que decir, salió del departamento de Kei, dejándolo solo, pensando en esas palabras.
-Yo no necesito amar a nadie…-
Murmuró mientras abría la llave del fregadero y mojaba su rostro.
-Alguien para amar… tonterías-
-¿A dónde vas Daiki?-
Preguntó su padre mientras lo veía dispuesto a salir de casa.
-Quiero ir a comprar unas cosas, no tardo-
-¿Qué cosas?-
Insistió su padre, pero enseguida apareció su madre.
-Cariño, deja a Daiki tranquilo, ya tiene veinte años ¿lo olvidas? No le pasará nada si va con el chofer-
El señor miró un poco molesto a su esposa.
-No llegaré tarde, descuida-
Sonrió Daiki, esperando así poder tranquilizar a su padre.
-Esta bien, vete-
Respondió de mala gana, de cierta forma le preocupaba el hecho de que Daiki anduviese solo, después de todo venía de una familia importante y estaba expuesto a ciertos peligros, además de que era su único hijo, lo sobreprotegía, pero Daiki sabía comprender a su padre, por lo que siempre evitaba discutir con él.
Al subir al auto, sacó la tarjeta, sonrió y le indicó al chofer que lo llevase a centro comercial más cercano.
“-Voy a necesitar ropa nueva-”
Pensó mientras guardaba de nuevo la tarjeta en su bolsillo y miraba por la ventana.
Al avanzar, no podía sacar de su cabeza aquel momento, se sentía extraño, necesitaba ver a Kei de nuevo, era algo que no lograba comprender, nunca antes se había sentido así, pero no estaba dispuesto a dejar las cosas así, olvidadas, no, necesitaba hacer lo que fuese necesario para verlo de nuevo y comprobar que este sentimiento era real, completamente.
El día transcurrió con normalidad para Kei, sin novedad alguna, así, la noche llegó y la hora de ir a trabajar también, así que debía prepararse. Como de costumbre guardó en una pequeña maleta uno de sus mejores trajes, sus diferentes artefactos para peinarse y arreglarse, cerró la maleta, tomó su chaqueta junto con sus llaves y salió del departamento.
Al llegar, fue recibido por su pequeño compañero, Yamada.
-Inoo-chan ¿Por qué no viniste ayer?-
Kei miró a Yamada y le sonrió.
-Cosas de trabajo, nada que necesite detalles-
Dicho esto, entro en los vestidores, mientras se ponía su traje, Yamada le decía desde afuera.
-Hiciste falta ¿sabes? Hubo mucha gente preguntando por ti-
-Lo sé, descuida, ya estoy aquí para trabajar-
Dijo mientras salía para dirigirse al gran tocador para peinarse.
-¿Alguna novedad que tengas para mi?-
Preguntó Inoo.
-Mmm… bueno, hoy en la tarde vino alguien, tal parece que habrá un chico nuevo-
-¿Así que hay un nuevo esta noche? Seguramente comenzara como todos nosotros, así que tendrás un nuevo compañero para entregar las bebidas-
Dijo mientras sonreía.
-Eso parece, ya sabes que todos los que entramos comenzamos así, aunque a mi ya me falta poco para cambiar de nivel-
Yamada guiñó el ojo y sonrió.
-Progresas rápido-
-Aunque… ya no estoy tan seguro de querer continuar…-
-¿Eh? ¿Por qué lo dices?-
Preguntó Kei sorprendido.
-Bueno… no es nada importante, solo pasó por mi cabeza, no le prestes atención, ¿Ya estas listo?-
Kei terminó de arreglar su cabello y se giró para ver a Yamada.
-Si, pero no saldré hasta que me llamen, y con respecto a lo que dijiste hace un momento, sabes que es tu decisión si te quedas o te vas, nadie te obliga, así que tú sabes-
-Gracias por el consejo-
Agradeció Yamada con una sonrisa.
-Yo debo salir, al parecer ya esta llegando la gente y alguien tiene que llevarles lo que pidan-
-Buena suerte-
Así, ambos se sonrieron y Yamada salió de aquel pequeño cuarto.
-¿Así que se quiere salir?… No es una mala idea…-
Dijo para si, después se dejó caer sobre la silla más cercana que tenía y clavó su vista en el suelo.
-Yo nunca he pensado en salirme…-
Murmuró, después dejó escapar un suspiro y se recargó por completo en el respaldo de la silla, estiró sus brazos y dejó salir un gran bostezo.
-Inoo, es tu turno-
Le dijo uno de los chicos.
-Esta bien, gracias-
Así, se puso de pie y salió a paso lento, como de costumbre se encontró con el jefe.
-¿Qué tal tu día libre?-
-No fue día libre-
Respondió mientras sonreía.
-Esta bien, ya tienes trabajo, pero antes de que te vayas, aquí tienes, una botella de vino, como siempre, clientes especiales-
-Perfecto jefe, ¿Esta vez a quien tenemos?-
-Es la señora Fujimori, la de siempre, anoche preguntó por ti, parece que te tiene una larga platica preparada, ¿Estarás bien?-
Kei sonrió.
-No hay problema-
-Muy bien, pues a trabajar-
Le dijo el jefe mientras le daba la botella, un par de copas y una palmadita en la espalda, pero antes de que Inoo se fuera, el jefe habló.
-Ah, por cierto, hay un chico nuevo, en estos momentos Yamada le esta enseñando lo básico, quiero que lo veas para que lo identifiques-
-¿Ahora?-
Preguntó Kei con un poco de fastidio.
-No, cuando termines con la señora Fujimori vienes, ¿de acuerdo?-
-Esta bien-
Dicho esto, inició su camino, como de costumbre, a la sección V.I.P, osease, la sección para clientes exclusivos, solo los que pagaban realmente bien eran atendidas en aquel lugar.
Con cuidado esquivó a los meseros que pasaban de prisa, observó de reojo a los otros chicos que aplaudían, reían o simplemente conversaban con sus clientes, era lo mismo todas las noches, con una música movida, juego de luces de colores, de cierta manera le alegraba ser uno de los especiales, esas salas eran más tranquilas.
De pronto, mientras caminaba le pareció ver a alguien familiar caminando junto a Yamada, trató de seguirlo con la mirada pero uno de los meseros se atravesó en su camino, haciendo que lo perdiera la vista.
“-Es imposible…-”
Pensó mientras ladeaba su cabeza e intentaba concentrarse de nuevo y continuar con su camino.
-Es sencillo, tomas la orden y vienes a la barra, dejas la nota aquí y en cuanto este listo te llamarán y lo llevas a la mesa correspondiente, ¿Entendiste?-
Preguntó Yamada.
-Si-
-Muy bien, te dejaré solo ¿Crees poder?-
-Lo voy a intentar, después de todo ya estoy aquí-
Yamada observó detenidamente a aquel chico.
-Sé que eres nuevo, así que se cuidadoso-
-Si, eso haré, gracias-
Dicho esto, observó como Yamada se alejaba, suspiró profundo y recordó el objetivo que lo había llevado a aquel lugar.
-Tengo que encontrarlo-
Dicho esto comenzó a caminar por todo el lugar hasta que alguien lo llamó.
-Disculpa, quiero pedir algo-
-Claro-
Dijo con una sonrisa mientras miraba a aquellas señoras, al parecer acababan de llegar.
Kei entró en aquella silenciosa sala y cruzó miradas con la señora Fujimori, quien lo esperaba sentada en aquel elegante sillón con una expresión seria.
-Inoo-chan, tardaste mucho-
Dijo en tono de berrinche.
-Lo siento mucho, hoy hay más gente de lo normal y he tenido que pasar por entre toda esa gente-
Le dijo Inoo con una sonrisa seductora mientras tomaba asiento junto a ella, dejando sobre la mesa la botella de vino y las copas.
-Te extrañé mucho, ayer quería verte-
-Lo siento mucho, tuve algunas cosas que hacer, pero ya estoy aquí-
La mujer sonrió y comenzó una larga platica, normalmente le platicaba cosas sin mucha importancia, a veces esto lo aburría, pero no había alternativa, después de todo era su trabajo.
Dos horas transcurrieron hasta que la señora Fujimori, ligeramente pasada de copas, decidió que era el tiempo para retirarse, lo cual estaba bien para Kei, por alguna extraña razón comenzaba a fastidiarse de su presencia, era la primera vez que se sentía así con una cliente, normalmente no sentía absolutamente nada.
-Kei-chan ¿Nos veremos mañana cierto?-
Ante tal pregunta deseaba responder con un “Espero que no” pero no podía decir eso, así que solo sonrió lo mejor que pudo ¿Por qué se sentía tan fastidiado?
-Por supuesto-
La mujer sonrió, como de costumbre le dejó dinero sobre la mesa y salió un poco tambaleante de aquella sala.
Kei se sentía hipócrita, pero no había nada más por hacer, pensó que tal vez se debía a que la platica no era nada interesante, tal vez y con otras clientas pudiera relajarse y hacer bien su trabajo.
Salió de aquella sala y se topó con un mesero, al cual le dijo sin mirarlo a la cara.
-Ve a recoger lo que hay en la mesa, ya terminé aquí-
-De acuerdo-
Al escuchar esa voz se detuvo, puesto que ya había avanzado un par de pasos, estaba conciente de que conocía esa voz a la perfección a pesar de tener casi 24 horas de haberla escuchado, era imposible, sin embargo se giró para comprobarlo y observó a aquel mesero.
-Imposible…-
Dijo para sí mientras continuaba perplejo.
-¿Sucede algo?-
-Daiki… ¿Pero que…? ¿Qué haces aquí?-
El menor sonrió ampliamente y respondió.
-No lo sé, solo estoy seguro de que no iba a aceptar lo que dijiste anoche al despedirte-
Kei no dijo nada, aún le resultaba difícil aceptar que Daiki estaba ahí.
-Bueno, tengo trabajo-
Dicho esto, Daiki se disponía a continuar con su camino, pero Kei lo tomó del brazo y le dijo.
-¿Tu eres el nuevo?-
Dentro de su confusión trató de reaccionar para hacer esa pregunta.
-Bueno, supongo que si, vine esta tarde y me dijeron que si me podían dar el empleo-
Kei estaba confundido, sorprendido y extrañamente feliz, después de digerir estas emociones miró disimuladamente a su alrededor.
-Ven conmigo-
Le dijo en voz baja y lo jaló del brazo solo para llevarlo a aquella sala de la que acababa de salir, cerró la puerta y soltó a Daiki, caminó en círculos confundido, buscando las palabras adecuadas, no lograba pensar con claridad.
-¿Me puedes explicar qué haces aquí?-
Preguntó mientras se detenía.
-Trabajo-
Respondió Daiki con normalidad.
-Tú no necesitas trabajar ¿Por qué estas aquí?-
Daiki respiró profundo y respondió.
-Porque quería verte de nuevo…-
Kei se quedó en silencio, no podía creer lo que acababa de escuchar.
-No… no puedes… no puedes decir eso… te lo dije, no puedes confiar en mi, solo mira el lugar en el que trabajo, tu no puedes estar aquí solo por mí-
Le dijo con desesperación, intentaba comprender sus propios sentimientos, no iba a negar el hecho de que Daiki estuviera ahí solo por el lo hacía sentirse feliz, sin embargo era una tontería.
-Yo pienso que no voy a dejar que esto termine así… ese fue… el mejor regalo de cumpleaños que jamás he recibido… me hiciste sentir diferente… creí que tu también sentías lo mismo-
La mirada de Daiki se tornaba triste al decir estas últimas palabras, Kei no lo quería aceptar pero lo que aquel beso provocó en su interior era algo indescriptible, ¿Cómo podía ser posible eso?
-Daiki… ¿Quién rayos eres?-
Preguntó mientras se acercaba lentamente al menor hasta estar a escasos centímetros de distancia.
-Eso mismo me pregunto… es la primera vez que yo… me siento así por alguien…-
Daiki miraba fijamente a Kei, ambos se sentían tan absortos en la mirada del otro que olvidaron por completo el lugar en el que se encontraban.
-No tenías por qué venir aquí a trabajar, imagino que nunca haz trabajado así ¿cierto?-
Daiki sonrió torpemente.
-Pero de cierta forma, es divertido-
-Claro que no lo es-
-Entonces si no es divertido ¿Por qué estás aquí?-
Preguntó Daiki con curiosidad, Kei desvió la mirada y respondió.
-Hace poco dejo de ser divertido…-
-¿Por qué?-
-Porque tú estas aquí-
Respondió Kei mirando a Daiki fijamente a los ojos.
-¿Eh?… ¿Quieres decir que-
-No quiero que estés aquí-
La seriedad con la que Kei decía estas palabras le provocaron un fuerte dolor a Daiki en el pecho.
-Pero…-
-No quiero que las clientas te vean, no quiero que nadie te vea, que nadie te toque-
Era cierto, el tan solo pensar que llamara la atención de alguna clienta y que comenzara a coquetear con él y por ser su trabajo Daiki terminara aceptando lo hacia sentirse molesto, no quería presenciar algo así.
Dicho esto, de pronto abrazó a Daiki pegándolo suavemente a su cuerpo, sintiendo como su cuerpo se tensaba ante tal acto.
-Aún no logro comprender lo que esta sucediendo, no entiendo por que anoche te besé… solo sé que no me siento arrepentido de eso-
Al escuchar esto, Daiki sonrió, pudo sentir como sus mejillas se tornaban ligeramente rojas, entonces, abrazó de vuelta a Kei, rodeando con sus brazos la cintura del mayor al mismo tiempo que recargaba su cabeza sobre su pecho.
-Yo tampoco entiendo que es esto, pero de algo estoy seguro, por alguna razón nos conocimos anoche, es por eso que no podía dejar esto así, por eso es que estoy aquí-
Torpemente Kei esbozó una amplia sonrisa, de pronto alguien tocó a la puerta.
-¿Aún hay alguien ahí?-
Escucharon decir al otro lado de la puerta, era la voz del jefe, ambos se sorprendieron y de inmediato se separaron, después la puerta se abrió.
-¿Qué hacen ustedes dos aquí?-
-Lo siento, es que… él me… me pidió algunos consejos… si, unos consejos, y le estaba ayudando, eso es todo, pero ya terminamos-
Sonrió Kei de forma nerviosa mientras miraba a Daiki.
-Si, es cierto, muchas gracias, tomaré en cuenta todo, ahora debo irme-
Dicho esto, Daiki tomó rápidamente las copas y la botella de vino que se encontraban sobre la mesa de cristal y salió de aquella sala rápidamente.
-Así que ya conociste al nuevo, bueno pues ya sabes quien es, ahora mejor acompáñame que tienes más clientas-
-Si señor-
Respondió Kei sonriente mientras caminaba detrás de su jefe.
La noche transcurría lentamente, Kei casi no le prestaba atención a sus clientas, estaba distraído, esperaba que nadie fuese a pedir o intentar conversar con Daiki, estaba preocupado, deseaba que la noche terminara pronto para así salir y dejarle claro que no volviera.
-¿Sucede algo Inoo-chan?-
Preguntó su tercera clienta al notar la mirada perdida de Kei.
-Ah… lo siento, perdóname, estoy un poco distraído-
-¿En que piensas? Seguramente estas pensando en alguien más, eso no es justo-
Reprochó la señora mientras le daba un suave golpe a Kei en el pecho.
-¿Cómo puedes creer que estoy pensando en alguien más cuando estoy contigo? Vamos, no te sientas así y mejor continúa diciéndome que paso después de que tus feas amigas te dijeron que no volvieras aquí para verme-
Kei acarició coquetamente el rostro de aquella clienta, haciéndola sonreír y que continuara con su relato.
Por otro lado Daiki sentía curiosidad por saber que tanto hacia Kei con cada clienta que llegaba en aquella sala, era algo que lo inquietaba mucho, no estaba seguro si no estaban haciendo algo más que platicar, siempre se encerraban con él en aquella sala, eso no le gustaba, tenía unas ganas incontenibles de entrar y sacar a Kei de ahí, sin embargo no podía hacerlo, después de todo era su trabajo y estaría en problemas serios si lo perdía por su culpa.
-¿Cansado?-
Le preguntó Yamada al verlo sentado en uno de los banquillos frente a la barra con expresión pensativa.
-No… bueno, un poco…-
-Descuida, ya casi terminamos, ya son casi las tres-
Daiki se sorprendió.
-¿Las tres de la mañana?-
-Si-
Respondió Yamada extrañado.
-No puede ser… van a matarme…-
Dijo en voz baja.
-¿Quién va a matarte?-
-¿Eh?… Ah… nadie… fue un decir…-
Estaba nervioso, no había avisado que llegaría tan tarde, y con lo histérico que era su padre ya podía escuchar su larga platica.
-Ya vamos a cerrar, ayuden a limpiar-
Indicó el jefe mientras despedía a la última clienta.
-¿Ves? Te lo dije, anda, vamos-
Le dijo Yamada mientras lo tomaba del brazo y se lo llevaba, mientras tanto, Daiki buscaba con la mirada a Kei, deseaba verlo para al menos despedirse de él, pero no lo veía por ningún lado.
“-¿Ya se habrá ido?”-
Pensó mientras ayudaba a limpiar una de las mesas.
-Rápido chicos, es hora de irnos-
Dijo el jefe mientras cerraba la puerta principal y apagaba las luces de afuera.
-Recoge los vasos de la mesa seis por favor-
Le pidió Yamada mientras llevaba un montón de copas en su bandeja-
-Si-
Asintió mientras se daba prisa, poco después todos comenzaban a ir a los vestidores para alistarse y así poder irse.
Daiki se quitó el uniforme y volvió a ponerse su ropa, necesitaba llamar a casa, decir que llegaría tarde, seguramente su padre lo estaba esperando despierto y eso lo asustaba un poco.
“-Creo que debería llamar a casa…-”
Pensó mientras terminaba de cerrar aquel casillero.
-Nos vemos mañana-
Se despidió Yamada con una amplia sonrisa.
-Si, hasta… mañana…-
A decir verdad no estaba seguro de poder salir al día siguiente, a pesar de tener ya veinte años, su padre era demasiado sobre protector.
-¿Qué haces aquí?-
Se escuchó decir a Yamada no muy lejos de la puerta trasera, Daiki se asomó curioso.
-Vine por ti, te acompañaré a casa-
-Te dije que no tienes que venir por mi siempre, ¿Qué no tienes cosas que hacer? Además ve la hora que es, deberías estar durmiendo Takaki-
Se quejó Yamada mientras salía y comenzaba a caminar.
-Si, ya sé lo que piensas, dame eso-
Le dijo mientras caminaba a su lado y le quitaba la maleta que llevaba con sus cosas.
Daiki los observó fijamente, era extraño pero parecía haber algo especial entre ambos.
-Nos vemos mañana-
Se despidieron más chicos, fue entonces cuando Daiki cayó en la cuenta de que Inoo no estaba por ningún lado, ¿Acaso ya se habría ido? Aunque no recordaba haberlo visto salir de aquella sala.
-¿Seguirá ahí?-
Se dijo en voz baja mientras salía de los vestidores sigilosamente para que el jefe no lo viera y observó detenidamente la lejana sala especial.
No podía continuar ahí dentro con alguna clienta, todas ya se habían marchado, ahora el lugar estaba en silencio, solo alumbrado con la luz que provenía de la barra, una luz tenue, mientras más avanzaba más inquieto y nervioso se sentía, rogaba por no ver una escena en particular entre Kei y otra persona.
De pronto, escuchó como alguien cerraba la puerta trasera, pero eso no lo hizo detenerse, y al llegar a aquella sala giró la perilla con lentitud, abrió sigilosamente pero cerró con fuerza sus ojos, al no escuchar absolutamente nada, comenzó a abrirlos lentamente, hasta poder distinguir el cuerpo de Kei recostado sobre aquel sillón. Entró silenciosamente, cerró la puerta y se acercó, lo observó detenidamente.
-Esta dormido-
Murmuró al ver como respiraba lentamente, lucía realmente cansado, en ese momento se olvidó por completo de llamar a casa, ahora eso no importaba, tenía que hacer algo, no podía quedarse dormido ahí.
-Inoo-kun…-
Dijo mientras lo movía un poco, esperando poder despertarlo de esta forma, lo cual dio resultado, Kei comenzó a abrir lentamente sus ojos, al ver a Daiki se sorprendió y torpemente miró a su alrededor mientras se reincorporaba.
-¿Qué… que haces aquí?-
Preguntó, al parecer estaba desorientado.
-Ya es la hora de cerrar ¿Piensas quedarte aquí el resto de la noche?-
Aún más confundido, Kei miró a su alrededor, ¿En que momento se había quedado dormido? Bueno, ahora que lo recordaba, justo con la última clienta comenzó a sentirse demasiado cansado y a bostezar con frecuencia, justo cuando ella se fue se desplomó sobre el sillón, pensó en cerrar sus ojos solo unos segundos pero sin querer cayó profundamente dormido.
-¿Ya se fueron todos?-
Preguntó Kei, en forma de respuesta Daiki solo asintió con la cabeza.
-Tengo que ir a cambiarme-
Dijo torpemente mientras se ponía de pie y salía de aquella sala, Daiki solo sonrió y lo siguió.
-¿Vives lejos de aquí?-
Preguntó Daiki curioso mientras se detenía en la entrada y se recargaba en el marco de la puerta.
-A unas cuantas calles, sería una verdadera molestia si viviera lejos-
-Tienes razón-
-¿Y tú? ¿Van a venir por ti cierto?-
Preguntó Kei mientras salía y se ponía bien su chaqueta.
-Ah… lo olvidé…-
-¿Qué olvidaste?-
-No avise en casa que llegaría tan tarde… ni siquiera le dije al chofer que me recogiera… estoy muerto…-
Dijo con pesadez mientras se frotaba el rostro.
-Si quieres… puedes venir a mi departamento, no es la gran cosa, no es lujoso pero supongo que no te vendría mal ahora ¿no lo crees?-
Kei intentaba ocultar su rostro avergonzado, sin embargo en el fondo deseaba que Daiki aceptara la propuesta.
-Gracias, supongo que no tengo otra alternativa, digo, después de todo mi casa esta muy lejos de aquí y ya es… tarde…-
Respondió Daiki con cierto nerviosismo, el cual hizo sonreír a Kei.
-O más bien es muy temprano, son casi las cuatro de la mañana, depende de cómo quieras verlo-
-Tienes razón-
Ambos sonrieron, Kei tomó su pequeña maleta y abrió la puerta trasera.
-¿No olvidas nada?-
Le pregunto a Daiki.
-No traje nada en especial, solo mi ropa-
-Bien, entonces vámonos, estoy cansado-
Así, ambos salieron de aquel club, caminando por las calles desiertas.
-Vaya, así que es así como luce una ciudad deshabitada-
Dijo Daiki mientras frotaba sus manos, el frío de la madrugada era un poco fuerte.
-No esta deshabitada pero… puedes caminar con más tranquilidad, puedes hacer tonterías y nadie te vera raro-
Sonrío Kei mientras metía sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
-Tienes razón, dime ¿Lo has intentado antes?-
-¿Intentar qué?-
-Hacer algo tonto, tú mismo lo dijiste, puedes hacerlo, nadie podrá verte de forma extraña-
Sonrío Daiki mientras pasaba corriendo la calle para llegar a la otra acera, desde ahí miró fijamente a Kei.
-¿Pero que haces? No te desvíes de esa forma o vas a perderte-
-¡¡No puedo escucharte!! ¡¡Habla más fuerte!!-
Gritó Daiki mientras sonreía, esto también hizo reír Kei.
-¡¡El que no haya gente afuera no significa que la gente que esta durmiendo no va a escucharte!!-
Le gritó Kei.
-¡¡Pero es divertido!!-
Kei sonrió ampliamente mientras se cruzaba de brazos a observar fijamente a Daiki.
-¡¿Qué es lo que quieres hacer ahora?!-
Le preguntó Kei con curiosidad, Daiki pensó un poco.
-¡¡Veamos quien llega primero a aquel semáforo!!-
Dicho esto, Daiki comenzó a correr rápidamente.
-¡¡Hey!! ¡¡Espera!!-
Kei comenzó a correr también, ambos en aceras contrarias, mientras corrían, no podían evitar el sentirse extraños, diferentes, como si desde aquella noche algo en su interior hubiese cambiado.
-¡Voy a ganarte!-
Gritó Daiki mientras aceleraba el ritmo.
-¡No te creas tanto niño rico!-
Así, Kei también comenzó a correr más rápido, después de unos minutos, ambos llegaron a la siguiente esquina, deteniéndose para comprobar quien había llegado primero.
-¡Es un empate!-
Grito Daiki mientras cruzaba la calle y llegaba hacia donde Kei estaba.
-Yo… llegué… un segundo… antes… que tú…-
La respiración de Kei estaba demasiado agitada, hace mucho tiempo que no corría de esa forma por lo que le costaba trabajo recuperar el aliento, así que se inclinó un poco solo para recargar sus manos sobre sus rodillas mientras respiraba agitadamente..
-Claro que no, llegamos al mismo tiempo-
Dijo Daiki mientras se cruzaba de brazos.
-Además estas mucho más cansado que yo, no tienes condición así que no es probable que tú hayas llegado antes, no intentes hacer trampa-
Fue así como Daiki le dio una palmada en la espalda.
-Esta bien, solo era una broma-
Respondió un poco más repuesto.
-¿Verdad que fue divertido?-
Preguntó Daiki mientras sonreía.
-Bueno, no voy a negar que me divertí, es la primera vez que hago esta clase de cosas saliendo del trabajo-
-¿Siempre sales a esta hora?-
-Si-
-¿Cuánto tiempo llevas trabajando en ese lugar?-
Preguntó Daiki con curiosidad, fue entonces que Kei comenzó a recordar, haciendo cuentas… ya iba a cumplir cuatro años dentro de aquel estilo de vida, ¿Tanto tiempo?
-Cuatro… años-
Respondió mientras desviaba la mirada.
-Vaya… y… ¿No has pensado en hacer otra cosa?-
-A decir verdad nunca se me había ocurrido algo así, supongo que ya estoy acostumbrado a esto-
Respondió Kei mientras comenzaba a caminar, torpemente Daiki le dio alcance.
-Te debe gustar mucho tu trabajo para que no quieras dejarlo, seguramente te gusta estar rodeado de todas esas mujeres-
Comentó Daiki en tono de broma, sin embargo Kei solo se detuvo y bajó la mirada.
-Eso… ya no lo sé…-
-¿Eh?-
-Ya no sé si realmente me gusta este trabajo o es solo que estoy tan acostumbrado a venir cada noche que no puedo dejarlo-
-¿Eh? Así que solo lo haces por costumbre…-
Ante tal comentario, Kei dejó escapar una sonrisa fingida.
-No sé, es posible que sea solo eso, de todas formas no puedo dejarlo ahora, no creo encontrar un trabajo en donde gane así de bien-
-Debe haber uno, es solo que no lo has buscado-
Estas palabras hicieron que de pronto Kei recordara lo que Takaki le había dicho.
“-No tengas miedo, tarde o temprano ibas a encontrar a alguien, debes tener a alguien para amar y que te ame, solo debes buscarlo-”
-¿Buscarlo?-
Dijo en voz baja mientras su mirada se clavaba en el rostro de Daiki.
-¿Por qué no lo intentas?-
-Supongo que… tienes razón-
Esta vez Kei sonrió con más tranquilidad, caminó lentamente hacia donde Daiki se encontraba y lo abrazó con ternura-
-¿Podrías darme una razón… para buscar?-
Daiki se confundió ante tal pregunta, era claro que ahora Kei pensaba más en las palabras de Takaki que en la cuestión de buscar trabajo, pero eso Daiki no lo sabía.
-Bueno… ya no tendrás que trabajar de noche y… puedes conocer otro tipo de ambiente-
Kei sonrió y abrazó con un poco más de fuerza a Daiki.
-Tienes razón… no sé por qué pero creo que ya… encontré lo que buscaba, y suerte que no tuve que buscar demasiado-
-¿Qué quieres decir?-
Preguntó Daiki confundido mientras se apartaba un poco del cuerpo de Kei solo para ser capaz de verlo a los ojos.
-Me gustas-
Daiki abrió sus ojos de par en par, definitivamente no se esperaba escuchar algo así, de pronto pudo sentir como su corazón latía con fuerza mientras algo le revolvía el estomago, de pronto una sonrisa comenzó a dibujarse lentamente en su rostro.
-¿Lo dices en serio?-
-Nunca he hablado más en serio en toda mi vida-
Dijo Kei en tono seductor mientras le acariciaba el rostro a Daiki.
-¿No será que haces esto siempre con tus clientas?-
Preguntó Daiki con recelo. Kei sonrió.
-Se parece un poco, pero a ellas nunca les digo que me gustan, además…-
Kei se acercó más a su rostro, rozó ligeramente los labios de Daiki y se desvió hacia su oído.
-Nunca las he besado-
-¿Eh? Pero tu dijiste que lo hacías con las clientas especiales… lo dijiste esa noche…-
Kei sonrió de nuevo y regresó para ver a Daiki fijamente a los ojos.
-Eso fue una mentira, en verdad no hago esas cosas con mis clientas, por eso dije que tu eras especial-
-Pero yo no soy un cliente tuyo-
Reprochó Daiki haciendo un puchero.
-Y eso te hace aún más especial, no sabes todo lo que me has hecho dudar, pero ahora he decidido dejar eso a un lado, creo que es el momento de creer que en verdad existe alguien… alguien a quien tal vez pueda llegar a amar-
El rostro de Daiki se torno rojo de inmediato.
-Pero no puedo adelantarme tanto, por ahora solo he sido yo quien ha expresado lo que siente-
Daiki observó la tranquila sonrisa que se dibujaba en el rostro de Kei, era realmente hermoso, no podía ocultar que algo había allí y que pedía a gritos poder salir, así que tomó la iniciativa y besó a Kei, después de todo ambos se encontraban separados a escasos centímetros.
Esto sorprendió a Inoo, pero después de todo, los labios de Daiki, su aroma, su sabor, eran tan agradables que no dudo en acercarlo más a su cuerpo solo para besarlo más profundamente, acto seguido el menor rodeo el cuello de Kei para así ser capaz de profundizar más aquel beso, el cual era tan delicioso para ambos, era increíble que pudieran sentir algo así, sin embargo ahora eso ya no importaba, no tenía caso pensar que solo tenían un día de conocerse, por que después de todo, lo que ahora importaba, es que en este momento estaban juntos, contando con eso, ¿Qué más podría importar ahora?
Lentamente dejaron de besarse, se miraron a los ojos y Daiki dijo con una tímida sonrisa.
-Tu… me gustas-
Kei sonrió y besó la frente de Daiki.
-Solo hacía falta que lo dijeras, sin embargo dentro de mi ya lo sabía-
Daiki abrazó con fuerza a Kei, deseaba con todas sus fuerzas que esto no fuese un sueño, y no lo era, puesto que el frío que pudo sentir sobre su rostro se lo hizo notar.
-Será mejor irnos ahora, hace frío y la gente no tardará en salir de nuevo a la vida normal-
-Sería divertido volver a salir de madrugada, teniendo a esta ciudad solo para nosotros-
Sugirió Daiki mientras se separaba de Kei.
-Bueno, no necesariamente tiene que ser de madrugada para salir juntos-
Dicho esto, tomó la mano de Daiki y comenzó a caminar, este sonrió y no tardó en entrelazar sus dedos con los del mayor, mientras caminaba a su lado rumbo a su departamento.
A la mañana siguiente, mientras Kei preparaba el desayuno, esta vez para dos personas, un ruidito comenzó a escucharse, al parecer era el teléfono de Daiki, este salió rápidamente del baño y respondió.
-¿Si?… ah, lo siento, me quedé en casa de un… amigo… estoy bien… si… descuida, puedo volver por mi cuenta… si, esta bien… adiós-
Kei no dijo absolutamente nada, solo se dedico a servir y acomodar la mesa mientras escuchaba, cuando Daiki terminó de hablar se acercó a la mesa, ahora había un poco de preocupación en su rostro.
-¿Tus padres?-
Preguntó Inoo mientras tomaba asiento frente a él.
-Si… tal parece que me espera una larga charla cuando llegue a casa-
Dicho esto, Daiki dejó escapar un suspiro.
-¿Quieres que te acompañe?-
Daiki sonrió y asintió.
-Pero no será necesario que hables con mis padres, sé bien como manejar la situación, así que no hay problema-
-Claro que hay problema-
Dijo Kei en tono serio, Daiki lo observó sorprendido.
-¿Por qué lo dices?-
-Mentiste, dijiste que te habías quedado con un amigo, ¿Crees que después de todo somos solo amigos?-
Sonrío Kei burlonamente mientras le daba un suave golpe en la frente con uno de sus dedos.
-Pero… ¿Cómo le decía a mi papa que estaba contigo?-
Kei dejó escapar una carcajada ante el avergonzado rostro de Daiki.
-Esta bien, solo quería bromear contigo, mientras tu y yo lo sepamos lo demás no importa, ¿Esta bien?-
Daiki sonrió y asintió con la cabeza, estaba a punto de comenzar a comer cuando pudo sentir que Kei lo miraba fijamente, cuando levanto la mirada se sorprendió mucho al ver su rostro tan cerca del suyo, al parecer Inoo recargó casi la mitad de su cuerpo sobre la mesa para acercarse asó al rostro de Daiki.
-Daiki…-
-¿Sí?-
Preguntó el menor ligeramente avergonzado.
-¿Me dejarás amarte algún día? No creo poder vivir sin ti a partir de ahora, pensándolo bien, no quiero llevarte a tu casa-
Daiki sonrió torpemente.
-Yo también quiero que me ames y amarte de igual forma, te prometo verte todos los días, yo tampoco podré vivir sin ti… con esto ahora… ¿Dejarás de ir al club?-
-¿No quieres que vuelva?-
Preguntó Kei mientras acariciaba su rostro, Daiki solo negó con la cabeza.
-Entonces no iré, tengo que buscar otro trabajo a partir de ahora-
Daiki sonrió, miró fijamente a Kei y ambos se besaron, a partir de ese momento, cada beso que se daban era diferente, especial.
Después de un par de meses, Daiki decidió rentar un departamento junto al de Kei, con el pretexto de querer independencia, mientras tanto, Kei logró conseguir otro empleo, tal vez no con la misma paga que recibía en el club pero lo suficiente para pagar sus gastos.
Ambos se veían todos los días, a veces Kei se quedaba con Daiki o al revés, siempre buscaban la forma de estar juntos, después de todo ambos al fin habían encontrado a alguien para amar.
F I N
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Satommy~ ¿ahora si me perdonaras? LOL Lo hice con muuuchoo cariño lleno de InooDai para ti porque me lo pediste~
A las demas~ ¿Tambien les gusto? :3 espero que si~
Bueno, si, no hice lemmon -u- lo siento por las que lo esperaban pero no sentí que hiciera falta xD de todas formas, gracias por leer este mini-fic~ ahora me largo que tengo cosas que terminar , ya saben, el final de otro fic 8D tengo que aprovechar y ser productiva porque son mis ultimos días de libertad, el 16 me largo a la escuela lol~
12 comentarios:
MIOOOOOOOOOOOO
adfasfdsads Satommy!!!! este comment tenía que ser míoooo, tú te llevaste el otro Jum
sólo Satommy ;__; yo creí que el fic era de Satommy y mío
fui relegada al montón *se va a hacer una bolita y a llorar a un rincón*
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INOODAI es AMOR puro *-* oh! sí que sí
tú decías que no, pero Daiki si le causó estragos emocionales a Inoo, me encanta que haga eso XD
bien por la "independencia" de Daiki y el nuevo empleo de Inoo
*le tira bolitas de papel a Carol*
Es que yo estuve acosando a Aya :D♥
Y SI, SI TE PERDONO ASDASSAADS GRACIAS!!!
Necesitaba Inoodai :3~ ya puedo dormir
en paz sin culpas ni nada~ gracias Aya ;3;
Para el amor no necesitas más que una mirada
y ese sentimiento raro que crece dentro de ti
cuando miras a esa persona ;3;♥
QUE BELLO DEFINITIVAMETE QUE BELLO TwT LO AMO AYAA, ESTA HERMOSISIMO, ADORO Y ME ENCANTA EL INOODAI GRACIAS X TU HISTORIA
;3; ID es puro amor! me encanto el fic *O* tan lindo ;u; aun que me quede con ganas de mas XD y no presisamente de Lemon la verdad es que tienes toda la razon en este caso no hace falta :D simplemente lo ame ;3; Le agradezco a Satommy por pasarme el link porque yo siempre ando perdida por el mundo uwu tanto que amo el ID y ni enterada de que escriben cosas nuevas sigue escribiendo tan bien como lo haces :D
asdasdasdsdad este ID fue mas rico que el desayuno *O*
que lindo daiki el siempre perseverante y va por lo suyo!!!!
y inoo cuando dijo que no queria que estubiera ahi mi corazon izo crack!!!! x.x
awww pareecia un niño pequeño que lindo y como kei le siguio *-*
aiis demasiado lindo como le dijo de golpe "Me Gustas"
en esa parte mi corazon ya se habia regenerado(?) y iso BOOM!!! jajajaja~~
y que decir del final que hermoso como le dijo que si lo dejaria amarlo? >________________<
me encanto lo ameeeee, gracias por hacer fics con tanto amor!! *u*
el lemon no iso falta -w-
asi esta demasiado hermoso <3
*se larga saltando y tirando flores a estudiar*
Me ha encantado..!!!
Pero no me esperaba que Daiki se pusiese a trabajar en el Host Club solo para ver a Inoo...
Me quedé como O_o... Aun asi me ha encantado el minific y espero que puedas escribir algo nuevo pronto..!
aaaaaaa~~~~~~me derrite el ID kyaa! ♥
me encanto, te quedo bellisimo aya-chan
en verdad le agradesco a satomy por acosarte XDD jaja ,espero asi o muchos mas de InooDai
me voy mega felizz!!! como siempre leer uno de tus fics me alegran el dia :D arigatou!! y gambatte!! con los demas proyectos ;)
*es enterrada en bolitas de papel porque no les tomó importancia, en estado depre*
Satommy!!!! sabes muy bien que yo no podía acosar a Ayaa, tenía examen ;O; y tú te aprovechaste de eso
waa!!! hermosooo!! me alegro el dia!!! buen fic Aya!!
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