miércoles, 26 de diciembre de 2012

Fated [Cap. 5]

Capitulo 5

Podía sentir un ambiente pesado, estresante y nada agradable a cada paso que daba, podía notar que la gente estaba preocupada, asustada y murmuraba tantas cosas, de inmediato adivinó a que podía deberse.
-Ya no confían en él-
Murmuró para si mientras continuaba caminando, tratando de evitar contacto visual con cualquiera, hasta que de pronto tropezó con alguien.
-Lo siento-
Se disculpó rápidamente, ayudando a aquel chico a ponerse de pie.
-Gracias-
Dijo este con una amigable sonrisa, fue ahí donde se sorprendió, estaba seguro que aquel niño tenía cierto parecido con Morimoto.
Así que antes de que aquel chico se marchara, lo tomó del brazo y no pudo evitar el preguntarle con cierta desesperación.
-¿De casualidad conoces a Morimoto Ryutaro?-
Se sorprendió al notar que aún recordaba su nombre completo, bueno, solía tener buena memoria, pero aún así se sentía extraño.
-¿Eh? Pues es mi hermano, todo el mundo lo sabe…-
Yabu estaba en problemas, había sido descuidado. Por otro lado, aquel chico lo observó detenidamente, como tratando de reconocer su rostro e ingenuamente retiró aquella tela que cubría su rostro.
-¿No eres de aquí verdad?-
Al escuchar esta pregunta, sus ojos se abrieron sorprendidos, pero no pudo reaccionar, aquel chico lo tomó del brazo y comenzó a llevárselo de ahí ¿Acaso iba a entregarlo? Seguramente, pero justo estaba por tratar de zafarse de aquel agarre cuando notó que se acercaban a una pequeña casita, eso definitivamente no podía ser el lugar para entregarlo a los soldados de la aldea.
-¿Por qué me has traído aquí?-
Preguntó Kota ya estando dentro junto con aquel niño.
-Aquí será más seguro hablar puesto que no eres de aquí, ¿De dónde vienes? ¿Cómo te llamas?-
Aquel chico sonreía amablemente mientras tomaba asiento sobre un viejo tatami, Kota hizo lo mismo.
-No puedo decirte mucho, tampoco mi nombre-
-¿Por qué? Ah, debe ser porque no me he presentado primero. Yo soy Shintaro, mucho gusto-
Sonrió al notar que sus nombres rimaban, Ryutaro y Shintaro.
-¿Por qué pareces confiar en mí? No sabes de donde vengo, deberías tener más cuidado-
-Sé que eres una buena persona, lo noto en tu mirada-
Le sorprendió la franqueza con la que hablaba Shintaro, así que no pudo evitar sonreír.
-¿Por qué buscas a mi hermano?-
-Bueno, solo quiero saber… si se encuentra bien-
-Pues supongo que debe estar con Yamada-san en estos momentos, tratando de servirle lo mejor posible-
Yabu pudo sentir la tristeza en estas palabras.
-Parece que no te agrada lo que hace tu hermano-
Comentó con seriedad.
-Bueno, una parte de mi entiende el porqué mi hermano es tan fiel a Yamada-san, yo también tengo ese sentimiento, sin embargo Yamada-san no es justo, le grita, lo trata como si solo fuera alguien que puede ser reemplazado fácilmente, y aún así mi hermano le tiene tanta lealtad, me asusta el pensar a lo que mi hermano pueda llegar con tal de protegerlo, no es justo-
Shintaro bajó la mirada y Kota se sintió triste al verlo y saber aquello, sin embargo quería saber algo más.
-¿Y por qué están aquí? ¿Por qué sirve tu hermano a Yamada con tanta lealtad?-
Shintaro suspiro, se quedó pensativo un instante y miró a Kota con cierta tristeza en los ojos.
-Porque le debemos la vida a su padre-
Aquello sorprendió a Kota, ¿Cómo que le debían la vida? ¿Hasta que grado? Quería saber, necesitaba conocer esa razón, así que no se contuvo y preguntó.
-Nosotros, no nacimos en esta aldea-
Comenzó Shintaro, era la primera vez que contaría su historia. Yabu se dispuso a escuchar atento, deseaba saber.
-Solíamos vivir con nuestros padres en una aldea un poco lejana, hacia el norte, no teníamos problemas con nadie, recuerdo que era una aldea pacifica, hasta que un día fue atacada sorpresivamente por ladrones, de esa gente que solo va de aldea en aldea para robar todo lo que pueda-
-Si, los conozco-
Dijo Yabu recordando las veces que habían intentado robar en la aldea del Sur.
-Mis padres nos ocultaron lo mejor que pudieron, mi hermano trataba de tranquilizarme, era muy pequeño pero aún lo recuerdo perfectamente-
Shintaro guardó silencio, en ese momento Kota se preparó para escuchar lo peor.
-Esos sujetos terminaron por entrar a nuestra casa a la fuerza, mataron a mis padres sin piedad, aunque mi hermano ocultó mi rostro pude escucharlo todo, sentía que aquellos sujetos nos matarían si nos encontraban, pero no lo hicieron, uno de ellos dijo que podían sacarnos provecho así que nos ataron y nos arrastraron con ellos, creímos que robarían más niños pero nosotros fuimos los únicos, aún no sé porqué solo se quedaron con nosotros y mataron a todos los demás-
Kota estaba sin aliento, imaginando aquella situación.
-Todo el tiempo que estuvimos con esos sujetos, yo lloraba, la muerte de mis padres fue tan difícil, sin embargo mi hermano siempre se mantuvo sereno conmigo, me consolaba y mostraba fortaleza, él siempre había sido así, a él nunca lo he visto llorar desde aquel día…-
Shintaro suspiró con melancolía.
-Después de unos días, nos llevaron a una aldea extraña, llena de mercaderes y ahí comenzaron a ofrecernos por separado, intentaban venderme a mí primero pero mi hermano no se los permitía, me sujetaba fuertemente y a pesar de que uno de esos sujetos lo golpeaba él no cedía… yo estaba desesperado y no podía hacer más que llorar y gritar por ayuda. Justo cuando pensé que nadie atendería a mis gritos, alguien se acercó, alejó al sujeto que golpeaba a mi hermano y nos miró, estábamos asustados, no sabíamos quienes eran y ya no podíamos confiar en nadie-
-Aquel sujeto era… ¿El padre de Yamada?-
Adivinó Yabu. Shintaro asintió y continuo.
-Supongo que al vernos se compadeció de nosotros y nos compró, aquel sujeto no quería vendernos juntos pero al final el señor Yamada lo logró. Gentilmente nos tomó de la mano a cada uno, en ese momento me sentí seguro y mi hermano también. Después de un largo camino nos trajo a esta aldea, cuidó de nosotros, nos alimento y enseñó muchas cosas. En un principio, su hijo, nos trataba bien, en especial con mi hermano, lo cuidaba y enseñaba muchas cosas, pudimos sobrevivir y encontrar tranquilidad gracias a él, es por eso que mi hermano le tiene tanta lealtad a su hijo, lo protege porque se lo debe a su padre-
Ahora todo le quedaba claro, aquello no era más que una deuda pendiente de por vida, aún así no era justo, no para alguien tan frágil como Ryutaro.
-Dime una cosa, ¿Quién le enseñó a tu hermano a pelear?-
-Aprendió solo, mirando a escondidas los entrenamientos de los soldados que antes eran dirigidos por el señor Yamada, después de que éste murió mi hermano se unió a las tropas por voluntad propia, le dieron su espada y ha jurado dar su vida para proteger a su hijo-
La voz de Shintaro era triste.
-Pero eso a ti no te gusta. ¿Verdad?-
El menor asintió con la cabeza mientras bajaba la mirada.
-Es mi hermano mayor, siempre cuida de mi, si el muere por proteger a alguien más entonces yo me quedaré tan solo, no quiero que mi hermano muera protegiendo a alguien tan cruel como ese sujeto-
Podía sentirse un poco de rencor en la voz de Shintaro al decir éstas últimas palabras.
-¿Yamada es cruel con tu hermano?-
-Lo trata mal, lo desprecia, ha cambiado mucho, desde que su padre murió y asumió el poder es una persona diferente, puedo jurar que él no era así, mi hermano lo sabe y esta desesperado por hacerlo volver a la normalidad, pero entre más lo intenta, entre más se acerca a él, más lo trata mal y mas frustración obtiene a cambio, odio eso-
Yabu se acercó más al pequeño y le acarició suavemente la cabeza.
-Tienes toda la razón al sentirte así, creo que puedo entender lo que sientes-
Shintaro levantó la mirada y clavó sus ojos en los de Yabu.
-¿De dónde conoces a mi hermano?-
Ante ésta pregunta tan directa, titubeo, sin embargo tenía que decir la verdad, sentía que por ahora solo podía confiar en Shintaro, simplemente le daba confianza.
-Una noche, mientras vigilaba los alrededores de mi aldea, me encontré a tu hermano, mi deber como soldado al servicio de Arioka era matarlo por ser el enemigo, pero no pude hacerlo, tu hermano se desmayó frente a mi, me impresionó ver lo joven que es así que… termine cuidándolo-
-¡¿De verdad?!-
Preguntó Shintaro con cierto brillo en la mirada, al parecer no le importaba que el mayor fuese de la aldea del Sur.
Kota asintió torpemente con la cabeza y miró confundido a Shintaro.
-¡Me alegra tanto saber que alguien cuidó de mi hermano esa noche! Yo estaba tan preocupado, pero ahora puedo sentirme feliz, gracias por cuidar de él-
Shintaro sonreía ampliamente y Yabu se sintió feliz.
-Tu hermano se exige demasiado, sé que tiene habilidades pero descuida su cuerpo y eso no está bien, ¿Te puedo pedir un favor, Shintaro?-
El menor asintió y escuchó atento.
-No dejes que se quede sin comer para nada, si lo tienes que obligar a hacerlo entonces sé fuerte y no dejes de insistir hasta que lo haga, yo… yo no puedo asegurarte que lo protegeré… en mi situación podría ser considerado como traición si lo hago, es por eso que al menos debes procurar que se mantenga sano, eso le dará aún más fuerza, ¿Lo harás?-
Shintaro asintió con la cabeza.
-Yo sé que tú también protegerás a mi hermano, estoy seguro de que tú no lo dejaras morir-
Yabu sonrió débilmente, le sorprendía la franqueza con la que Shintaro hablaba y aseguraba aquello.
-¿En dónde puedo encontrar a tu hermano?-
-En donde están los aposentos de Yamada-san, es fácil llegar, puedo llevarte ahí-
-Descuida, no es necesario, no quiero meterte en problemas si llegan a descubrirme, con que solo me muestres el camino está bien, podré con el resto-
Shintaro aceptó y al salir de la casita, le mostró a Kota el camino, éste se despidió del menor con una sonrisa amable y revolviéndole el cabello, ahora solo debía ver a Ryutaro, necesitaba verlo aunque solo fuese de lejos.

Su cuerpo estaba reaccionando solo, pudo sentir como lentamente sus brazos intentaban corresponder a ese abrazo, pero un escalofrío recorrió su espalda como señal de alerta y rápidamente de alejó de Takaki.
Aquel sentimiento que comenzaba a invadir su ser lo asustaba demasiado al ser completamente desconocido para él.
-Yuri-
Volvió a llamarlo con anhelo, definitivamente no iba a permitir que se separara de su lado, así que lo tomó del brazo solo para pegarlo a su cuerpo de nuevo y así abrazarlo.
El escuchar su nombre en aquella voz que le causaba escalofríos, le erizaba la piel y despertaba en su interior un sentimiento tan desconocido y a la vez aterrador, le quitaba toda fuerza, simplemente, caía rendido sin poder evitarlo.
-No digas mi nombre…-
Pidió Chinen con la poca voluntad que le quedaba, sin embargo aquella no era suficiente para moverse y alejar a Takaki de su lado, así que solo se quedó ahí, dejando que su cabeza descansara sobre el hombro del mayor mientras se sentía completamente indefenso, por primera vez.
-¿Por qué no? Me gusta, lo diré siempre que te tenga a mi lado. Yuri-
La voz de Takaki, tan cerca de su oído, tan suave, lo embriagaba, no podía contenerse, deseaba más.
-No… no lo digas…-
Sin importar nada más, dejando por primera vez su mente completamente en blanco, cerró los ojos y se aferró al cuerpo de Takaki, respiro el aroma que su cuerpo desprendía y lo guardó muy bien en su memoria, estaba seguro que jamás lo olvidaría.
Sentir que Chinen lo abrazaba con tal intensidad lo hizo cerrar sus ojos y sentir por completo el cuerpo de éste con sus brazos, su calor, su delicada figura tan cerca de su cuerpo, definitivamente era incapaz de usar su razón y admitir que era parte del enemigo, para él, Yuri solo era Yuri y nada más.
-Yuri-
Lo llamó una vez más. Su cuerpo se sentía cada vez más frágil, perdía fuerza al escuchar a Takaki pronunciar su nombre tan claramente y con tanto anhelo.
-Yu… Yuya-
Lo llamó con voz quebrada, lo más cerca de su oído, el decir su nombre le provocaba tantas emociones, le hacía sentirse más cerca del mayor de lo que físicamente ya se encontraba.
Para Yuya fue una sorpresa tan grande que se congeló en ese instante, su corazón latía lentamente pero con un rotundo “bum” que recorría todo su cuerpo.
Lentamente separó a Chinen, al menos lo suficiente para tomar su rostro entre sus manos, lo miró fijamente a los ojos, lo deseaba para él, quería pertenecerle y que este le perteneciera.
-Yuri-
Lo llamó una vez más, Chinen respondió enseguida con el poco aliento que le quedaba.
-Yuya-
Era un sentimiento tan agradable, invadía todo su cuerpo y no podía detenerlo, se estaba dejando llevar sin darse cuenta que ya no habría retorno.
Justo en ese instante, juntaron sus labios en un beso tan delicioso, único y definitivamente, especial para ambos.
Sentir el aliento del otro era una sensación incomparable, sus labios húmedos, su lengua jugando con la del otro sin querer detenerse.
De nueva cuenta dejaron de besarse, respiraron profundo y Takaki juntó su frente con la de Chinen.
-¿Qué me has hecho?-
Preguntó el menor mientras mantenía sus ojos entrecerrados, sintiendo su cuerpo tan frágil.
-Conocerte-
Le respondió Yuya con voz suave, de alguna forma a Yuri comenzaba a gustarle tanto esa voz, le provocaba un sinfín de emociones y todas eran maravillosas.
Por un instante regresó a la realidad, recordó la situación en la que se encontraban, así que alejó a Takaki con lentitud y bajó la mirada para evitar caer de nuevo.
-No, tienes que alejarte de mi, yo no puedo traicionarlo, no debo… pero tampoco puedo matarte, no tengo el valor de terminar con tu vida… el solo saberlo me aterra… no quiero esto-
Takaki sintió como la realidad caía sobre sus hombros, Chinen tenía razón, él también tenía que mantener su lealtad con Arioka, pero era difícil cuando tenía al menor tan cerca de él.
-Si algún día he de morir defendiendo a Arioka, dado que es mi deber luchar para él, deseo morir en tus manos, si el destino nos enfrenta seré incapaz de pelear contra ti así que dejaré que me mates-
Escuchar esto aterró a Chinen y miró a Takaki, quien sonreía tan tranquilamente, como aquel que se ha resignado a morir pronto.
-¡Yo no voy a matarte!-
Exclamó Chinen, quien de inmediato se puso de pie.
-Yuri, desde este momento, te pertenezco-
Al decir estas palabras, Takaki tomó la mano del menor y la llevó a su pecho. Chinen podía sentir los latidos del corazón del mayor, cerró sus ojos con desesperación, no podía dejar que le entregara su vida tan fácilmente, no a él.
-Yo no voy a matarte-
Dicho esto se soltó y retrocedió un par de pasos.
-Entonces solo acéptame por completo, lo que siento por ti en estos momentos va más allá de lo que jamás hubiese imaginado y para sentirme tranquilo, solo dí que me aceptas-
Chinen sintió sus mejillas arder de vergüenza, el semblante tan sereno de Takaki era inexplicable, le encantaba, en definitiva la respuesta era obvia, así que no le quedaba más que expresarlo, ya se había mostrado tan vulnerable anteriormente, no había razón para ser necio ahora.
-Te… te acepto, pero no tomaré tu vida, eso jamás-
Yuya sonrió al ver como a pesar de todo Yuri intentaba mantenerse firme.
-Lo harás, sé que lo harás-
Chinen miró a Takaki, estaba por caer completamente rendido una vez más, pero se contuvo, desvió la mirada y mejor se marchó, esta vez fue diferente a otras ocasiones, ahora no corrió, solo caminó lentamente, era claro que una parte de él deseaba que el mayor lo detuviera y lo envolviera entre sus brazos una vez más.
Sin embargo Takaki se contuvo, por ahora no le quedaba más que verlo marchar, él también necesitaba volver a la aldea, así que giró sobre sus talones, comenzó a caminar en dirección contraria y ambos desaparecieron.

En cuanto vio a Keito salir se acercó a él rápidamente.
-¿No has sido grosero con él verdad?-
Morimoto preguntó de una forma acusadora, sin embargo esto solo hizo sonreír a Okamoto, quien le dio una palmadita en el hombro y se marchó sin decir nada.
Poco después, salió Yamada y Morimoto se acercó a él.
-Yamada-san, ¿Necesita algo?-
El mayor miró a Morimoto con fastidio.
-¿Sabes si… Nakajima la llegó?-
-No señor, no le he visto, ¿Desea que lo busque?-
-No, está bien, mejor… mejor llama a Chinen-
Morimoto bajó la mirada preocupado.
-No sé en donde está, ya tiene mucho rato que no lo veo…-
Yamada suspiró con fastidio.
-Entonces búscalo y tráelo-
-No creo que esté en la aldea… debió haber salido-
Su paciencia era poca y más en el estado en que se encontraba, no quería excusas así que no pensó mucho y le gritó al menor.
-¡¿Acaso es muy difícil buscarlo y traerlo conmigo?! ¡Claramente te di una orden!-
Ryutaro se quedó inmóvil ante los gritos de Yamada, comenzaba a sentirse alterado, sin embargo su reacción estaba tardando de más para la paciencia del mayor.
Y es que ver a Morimoto inmóvil, sin obedecer sus ordenes, lo desesperó a tal grado que sin pensar del todo claro, lo golpeó fuertemente en la mejilla, haciéndolo caer al suelo.
-¡No me sirves para nada!-
Sin más, Yamada se marchó, dejando al menor en el suelo, sintiéndose de lo peor por no serle útil a su amo, por fallar de esa forma.

Kota observó todo, se mantuvo oculto, sabía que si salía causaría un revuelo y eso no era conveniente, su intensión no era llevar problemas a su aldea, así que solo se calmó apretando fuertemente su puño mientras observaba la forma en la que Yamada trataba a Ryutaro. A cada momento se sentía tan furioso, por un segundo lamentó no llevar consigo su espada, pero aún así se mantuvo firme y justo cuando Yamada se fue, no dudó en salir de su escondite.
-Necesitas más ayuda tú que él-
En ese momento levantó a Ryutaro, éste lo reconoció de inmediato, pero antes de poder decir algo, Kota cubrió su boca, lo cargó y se lo llevó lejos de ahí sin ser visto.
Ya en un lugar alejado y solitario, lo soltó y el menor no tardo en reprochar.
-¡¿Qué haces aquí?!-
Buscó desesperado su espada pero no la llevaba consigo, aún así tenía que hacer algo, un enemigo estaba en la aldea.
-Cálmate, no vengo a hacerte daño, ¿Puedes tranquilizarte un poco? Me pones nervioso, no sé como tratar con niños-
La palabra “niño” hizo enfadar a Ryutaro y le lanzó un golpe en el estomago a Kota, el cual no se lo esperaba y tan solo se dobló de dolor.
-No soy ningún niño, ¿Qué demonios haces aquí? ¿A que has venido?-
-¿Si te lo digo prometes no volver a golpearme?-
Preguntó Kota mientras hacia una mueca de dolor mientras se reincorporaba.
Ryutaro solo lo observó guardando distancia, era conciente de donde provenía y sabía que podría tratarse de una trampa.
Sin embargo, en cuanto Yabu se reincorporó lo primero que hizo fue acariciar la cabeza de Ryutaro al mismo tiempo que sonreía.
-¿Qué voy a hacer contigo?-
Para el menor esto fue tan extraño, no se lo esperaba, ver esa sonrisa, sentir esa mano tan cálida sobre su cabeza, resultaba extraño… pero no era desagradable.
-No me toques-
Logró decir mientras daba un paso hacia atrás y miraba a Yabu con extrañeza.
-No has respondido a mi pregunta, si no hablas ahora pediré ayuda y seguramente te matarán enseguida-
-No creo que esos soldados puedan conmigo, pero no vengo a nada de eso de todas formas, solo he venido a verte, quería saber si estabas bien-
Ryutaro abrió sus ojos de par en par, estaba más que sorprendido, ¿Cómo que solo venía para ver si se encontraba bien? ¿Para qué? ¿Con que motivo?
-Si vuelvo a saber que ese sujeto vuelve a tocarte para lastimarte, te llevaré lejos de aquí-
Ante las palabras de Yabu, trató de reaccionar.
-¿Qué tonterias estás diciendo?-
-Es todo lo que voy a decirte-
Le sonrió gentilmente y volvió a acercarse a él para revolverle el cabello juguetonamente.
Ryutaro fue incapaz de moverse, era una sensación extraña pero poco a poco se volvía familiar. ¿Por qué?
-Voy a irme ahora, espero verte pronto. Cuídate-
Así, sonriéndole por última vez, se marchó, ocultándose entre los árboles, dejando a Ryutaro completamente solo, sorprendido y con la sensación de aquella mano sobre su cabeza.

Con pasos desganados, llegó a la aldea, al fin estaba de regreso, el ambiente era el mismo pero no lo notó, su mente estaba en otra parte.
-¡Chinen!-
Escuchó que lo llamaron, pero no reaccionó, a pesar de saber bien de quien se trataba, fue incapaz de volver por completo a la realidad y solo siguió caminando, hasta que sintió una mano tomar su brazo con fuerza.
-¡Te estoy hablando!-
De golpe reaccionó y miró a un Yamada furioso, aquello no era bueno, en lo absoluto.
-Lo siento… ¿Pasa algo?-
-Te has escapado otra vez, tengo curiosidad por saber en donde te metes tanto tiempo-
Chinen desvió la mirada y solo dijo.
-Solo cuido los alrededores, no hago nada más-
Yamada se mantuvo incrédulo, pero no iba a insistir, así que lo soltó.
-Ven conmigo-
Fue así como comenzó a caminar, a Chinen no le quedó otra alternativa más que seguirlo, podía imaginarse para que lo quería, como siempre.

Yuto caminaba junto a Keito, no tenían mucho de haberse encontrado.
-¿Se puede saber por qué no regresaron juntos?-
-No quiero hablar de eso-
Yuto bajo la mirada y continuó caminando.
-Jamás voy a comprender tus sentimientos por él, es un idiota, pero en el fondo está tan asustado-
Yuto miró a Keito intrigado y este continuo hablando.
-Es tan miedoso como un conejo, no tiene idea de que hacer y por eso todo le sale mal, alguien tiene que ponerlo en orden o todo será un desperdicio, francamente no pienso desperdiciar mi energía en una batalla inútil-
Yuto río con amargura al escuchar las palabras de Keito.
-Para ti lo único que importa es pelear con todas tus fuerzas ¿Verdad?-
-No sé hacer otra cosa y lo sabes, si no puedo satisfacer ese placer estando aquí terminaré por tomar mi propio camino-
En ese momento Yuto se detuvo, no por las palabras de Keito, acababa de cruzarse con Yamada, pero este al verlo tan solo le dedicó una fría mirada y continuo con su camino, con Chinen siguiéndolo.
-Y ahí va tu estupida lealtad, a revolcarse con otro, que patético-
Dijo Keito mientras continuaba con su camino, Yuto hizo lo mismo, le dolía ver a Yamada así, deseaba correr tras él y apartarlo de Chinen, aunque sabía que este no tenía culpa de nada, tan solo seguía los caprichos de Ryosuke, pero aún así, le enojaba, y entre más se enojaba, más se frustraba por no poder hacer nada, incrementando su dolor y tristeza, tan solo sintiéndose miserable.
-Sé que es inútil que te lo diga, que no vas a escucharme, pero necesitas volverte fuerte y dejar de ser tan débil por algo tan insignificante-
Yuto sonrió de lado y miró a Keito con tristeza.
-Si fuera tan fácil como dices, ya lo hubiera hecho, me gustaría ser tan fuerte y despreocupado como tú-
-No tienes que ser como yo, solo hazte fuerte, ten coraje, valor, eso es lo que necesitas-
Sin querer, lo estaba motivando, alentándolo para ser fuerte, para no temer.
-No puedes pensar antes de actuar, no en esta situación, sigue tus impulsos o nada va a solucionarse-
Yuto se detuvo en seco, Keito tenía tanta razón, no podía simplemente seguir observando en silencio, tenía que seguir intentando, luchando, quería volver a tener a Ryosuke solo para él, no podía rendirse y solo sentir tristeza, en ese momento se vio patético y no le gustó.

Yamada entró en sus aposentos, Chinen lo hizo detrás de él y apenas cerró la puerta el líder se lanzó sobre de él, tomando sus labios con lujuria, solo era eso, no había sentimiento alguno más que despecho, solo por eso se acostaba con el bajito, era conciente de ello y sin embargo no iba a detenerse.
Chinen respondía a aquel beso sin tener alternativa, pero en definitiva, era una sensación en extremo diferente, los labios de Yuya resultaban ser tan dulces, húmedos y fríos pero agradables. En cambio los de Yamada no tenían sabor, eran insípidos, fríos en su totalidad y sin emoción alguna, ni siquiera era capaz de cerrar los ojos, pero tampoco podía apartarlo, no sabía como hacerlo.
Yamada recostó a Chinen sobre el tatami mientras continuaba besándolo con extrema lujuria, desesperado, comenzaba a acariciar su pierna cuando de pronto, la puerta se abrió de golpe, asustado levantó la mirada, sus ojos se abrieron tanto que casi se salen de su orbita.
No pudo decir nada, era imposible, la impresión fue tal que solo sentía su garganta seca.

Tras abrir la puerta, sabía bien con lo que se encontraría, más no le importó y lo hizo, al ver a Ryosuke, lo observó un instante, respiró profundo y entró, lo tomó del brazo para ponerlo de pie de un solo movimiento y juntando energías, lo cargo con facilidad, llevándolo sobre su hombro como cualquier bulto.

Chinen se quedó inmóvil sobre el tatami, sin prestarle importancia a lo que había sucedido, tan solo se llevo su mano a la boca y presionó sus labios, intentando limpiar aquella desagradable sensación, cerró sus ojos y solo pudo decir en voz baja.
-Yuya…-
Se abrazó a si mismo y se quedó ahí, sintiendo que lo extrañaba tanto, y al mismo tiempo sintiéndose débil, indefenso.

Logró reaccionar cuando notó que era llevado lejos de la aldea.
-¡¿Qué te pasa Nakajima?! ¡Bájame!-
Pataleaba con fuerza y golpeaba la espalda del alto con sus puños, pero no logró lo que quería, al menos no hasta que estuvieron más alejados, fue entonces cuando Yuto lo bajó y lo primero que hizo al sentir sus pies sobre el suelo fue golpear, con el puño cerrado, el rostro del menor.
-¡¿Qué demonios te sucede?!-
Yuto no dijo nada, mantuvo su vista desviada, asimilando el punzante ardor sobre su mejilla.
-¡¿En que demonios piensas?! ¡¿Crees que puedes hacer lo que te plazca conmigo?!-
Ryosuke gritaba casi histérico, estaba por lanzarle otro golpe a Yuto pero esta vez logró esquivarlo, tomando la mano del mayor y de un movimiento rápido, lo pegó a su cuerpo, abrazándolo con fuerza.
Ryosuke no supo que hacer, por un corto instante se quedó inmóvil, hace tanto que no sentía el cuerpo de Yuto así, en un abrazo… como antes… antes…
Pensar en ello lo hizo reaccionar y comenzó a luchar para alejarse de Yuto, pero este no se lo permitió, al contrarió, lo abrazó con mayor fuerza mientras sentía los golpes por su espalda y como le daba patadas en las piernas.
Poco a poco Yuto cayó de rodillas al suelo, aún sin soltar a Ryosuke, sabía que aquellos golpes no se comparaban con el dolor en su corazón.
Aún estando de rodillas sobre la tierra, no dejó de luchar, a pesar de que sentía que sus fuerzas desaparecían a medida que su cuerpo se acostumbraba al calor de Yuto, no dejaba de golpearlo.
Hasta que de pronto, en voz baja y débil, Yuto le dijo.
-Me lastimas-
Esa voz llena de tristeza, de dolor, llego a Ryosuke y se detuvo, quedando congelado sin saber que hacer en ese instante.
-Ryosuke, detente… por favor-
La suplica de Yuto era demasiado dolorosa, pudo sentir como lo abrazaba con más fuerza y por un instante dejó de sentirse enojado.
-¿Por qué haces todo esto? Quiero entenderte, estar a tu lado, pero si sigues así me dejas confundido, estoy perdido Ryosuke, dime… ¿Qué debo hacer?-
Ryosuke cerró sus ojos, hace tanto que la voz de Yuto no sonaba tan cerca de su oído, cada palabra entró en su cerebro y resonaba cálidamente.
-¿Por qué me odias tanto? ¿Qué te he hecho? ¿Acaso fue una falta tan grave como para ganarme tanto desprecio? Te suplico me digas una razón, deja de hacerme daño… estoy llegando a mi limite-
Ryosuke era incapaz de responder, su orgullo era más grande que todo, no podía hacerlo, a pesar de que el dolor de Yuto era tan evidente, tan tangible, no podía decir nada.
-¿No me lo dirás? Creo que lo merezco-
-No, no lo mereces. Suéltame-
La voz fría de Ryosuke fue como un golpe en el estomago, se quedó sin aliento, dolía demasiado.
-¿Tanto me odias?-
Ryosuke no respondió.
-No me rendiré, no dejaré de luchar por ti, si he de morir de dolor algún día al menos ahora ya estás enterado, no pienso dejarte tranquilo-
Dicho esto, Yuto se separó de él un poco, depositó un suave beso sobre sus labios, sabía que no obtendría respuesta así que se alejó después de unos segundos.
-Aún así, te protegeré, aunque no te importe, voy a servirte incondicionalmente, te entrego mi vida y todo lo que soy-
Ryosuke miró a Yuto por primera vez y se perdió en aquellos ojos negros tan profundos, tan hermosos.
-Si me das tu vida, solo será una más que está sobre mis hombros, así que no la quiero, ve a entregarle tu vida a alguien más, yo no necesito algo así-
Con las piernas aún temblándole se puso de pie y se marchó de regreso a la aldea, sin mirar atrás, sin titubear, solo quería regresar y estar solo, completamente solo.

-¿Sigues comiendo manzanas allá arriba?-
Le dijo a Hikaru, quien parecía sumergido en sus pensamientos.
-Todo está muy tranquilo, no hay nada que hacer-
Respondió desde aquella rama.
-Podrías buscar algo más productivo, ¿En donde está Yabu?-
Preguntó mientras se cruzaba de brazos, enseguida Yaotome bajó del árbol de un solo salto.
-No sé, salió, no llevaba su espada y dijo que no se tardaría-
-Eso es muy extraño… ¿Y Takaki?-
-No lo he visto para nada-
Respondió Yaotome, pero justamente en ese instante logró ver de quien hablaban y lo señaló.
-Ahí viene-
Inoo se giró y lo analizó con la mirada.
-Te tardaste demasiado, ¿Qué has estado haciendo?-
-Ya te dije que iba a vigilar, pero todo esta demasiado tranquilo y me aburrí, tengo hambre así que voy a comer-
Takaki planeaba escaparse fácilmente, sin embargo Inoo no se lo permitió, tomándolo del brazo y diciéndole seriamente.
-¿Sabes lo que le sucede a los traidores verdad?-
Yaotome abrió sus ojos sorprendido, ¿Por qué Inoo le decía algo así a Takaki?
-No hay razón para tu pregunta, pero si es una prueba para saber si estoy consiente de las reglas, sí, lo sé, solo queda la muerte por traición y tu te encargarás de eso en dado caso de descubrir a uno-
Takaki e Inoo se miraron fijamente, el único que no comprendía la tensa situación era Yaotome, no sabía que decir o que hacer para terminar con aquella atmosfera.
-¿Qué hacen aquí?-
Aquella voz fue un total alivio para Hikaru, ya no soportaba tanta tensión.
-¡Ko-chan!-
-¡Ya te dije que no me llames así!-
Replicó Kota con fastidio, solo así Takaki e Inoo cortaron aquellas miradas.
-¿En donde estuviste Yabu?-
-Fui a deshacerme de unas cosas, nada importante, ¿Qué pasa aquí?-
Dijo mirando a aquellos dos, sin embargo Takaki no dijo nada y continuo con su camino sin mirar a nadie.
-¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué están tan tensos?-
Preguntó Hikaru sin poder contener su curiosidad.
-No es nada, solo tu imaginación, más te vale que hagas algo productivo-
Dicho esto, Inoo se retiro en dirección contraria, quedando tan solo Yabu y Yaotome.
-¿Y tú a dónde fuiste?-
-Ya escuchaste, fui a deshacerme de unas cosas-
-Cierto, ya no llevas contigo ese bulto extraño. ¿Qué era?-
Yabu a veces no soportaba la curiosidad de Hikaru.
-Solo cosas inservibles, nada importante-
Dicho esto se fue, dejándolo solo.
-¿Qué le pasa a todo el mundo?-
Se rascó torpemente la cabeza y volvió a subir al árbol, mientras tomaba otra manzana.

Yabu se encerró en sus aposentos y se recostó sobre el tatami, mirando al techo, se sentía un poco aliviado, al menos Ryutaro estaba bien, pero le preocupaba su situación, no podía soportar que estuviera más tiempo al servicio de Yamada.
-Ese niño…-
Dijo mientras sonreía torpemente y recordaba su rostro, al notar su actitud se puso de pie rápidamente y sacudió su cabeza.
-¡Es una tontería!-
Se dijo, se sentó y recordó lo que Shintaro le había contado, era una historia tan triste.
-Pero aún así no es para que le entregue su vida a ese Yamada…-
Murmuró y su cabeza volvió a llenarse de aquel niño una vez más.

Takaki estaba solo, encerrado, tratando de encontrar tranquilidad, Inoo ya sospechaba de él y eso no era bueno, tenía que ser más discreto de ahora en adelante si deseaba continuar viendo a Chinen en aquel lugar.
-Yuri-
Se dijo mientras cerraba los ojos y recordaba la sensación de aquel delgado cuerpo entre sus brazos, lo anhelaba tanto. Sin embargo había una preocupación en su cabeza, no sabía como terminaría aquello, pero de algo estaba seguro, estaba enamorado y eso era más fuerte que su lealtad a su amo.

Chinen se paseó un poco por la aldea hasta llegar a su pequeña casita, entró y sintió el silencio, el cual lo envolvió tan abrigadoramente. La sensación de los labios de Takaki sobre los suyos estaba tan fresca, olvidando por completo los de Yamada, se extrañaba de sus pensamientos, jamás le había pasado.
-¿Qué va a pasar ahora?
Se dijo mientras se recostaba y cerraba los ojos.

-Nos infiltraremos-
-Pero Yamada-san no lo ha ordenado-
-No tiene porqué saberlo, cuando sepa que hemos matado a Arioka de seguro nos felicita y así habremos terminado con todo este martirio, después lo matamos a él y así nos deshacemos de dos problemas al mismo tiempo-
Aquel grupo de soldados cuchicheaban, ocultos en una casita, sonrieron con malicia y cerraron el plan.

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¡Perdón! Ya es 26 LOL
Traté de apresurarme pero surgieron tantas cosas, nunca nadie me llama por skype, pero justo cuando estoy mas inspirada y trabajando duro, me llaman y se tardan horas!! LOL
Ya estaba por terminar pero he de aceptarlo, el chisme estuvo bueno xD por eso publico hasta ahora, son las 3 de la mañana!!
Igual, espero y les haya gustado, la cosa se pone buena y esperen más~

12 comentarios:

dalia801 dijo...

kyaaaaaaaaaaaa!!! estuvo tan genial!!! interesante *O* !!!! me encanto!!! muero por la continuación Takachii *O* <3 <3 <3 hermosooooo

lizy dijo...

siii esta emocionante el finc
me e nacanta muero de la emocion por saber que va a pasar con todas las parejas aaaa inoo ya sosopecha me encanata
gracias por subirlo

Story dijo...

Me gusta mucho esta historia muchas felicidades (:

mabelucome dijo...

Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!1 Yo voté por este fic!!! <---- Se siente importante (?)
sasdassd El Takachii es perfecto, no quiero que Chii tome su vida!! pero tiene razón, sería mejor que lo matara él que cualquier otro, y encima Takaki no podría matarlo T^T asasasdasd Esque son amor en este fic!!! >////<

Yabu me pareció más que bonito, la historia de Ryu es muy triste y Yamada le trata así... Idiota!!! ¬¬ Yabu te cuidará de ese ¬¬ Y a Shin también~

Inoo, hijo mío de mi vida y corazón (?) Tu vete con Daiki a decirle lo mucho que le quieres y deja en paz a Takaki, él lo ama, no es traición U.U Y no puedes matarlo porque lo tiene que hacer Chinen (?)

El Yamajima!!!! Yamada es un vdklsvhsdnjksd a ver, de qué vas? Yuto te ama, tu lo amas, deja de acostarte con Chinen que él está enamorado de Yuya (aunque espero que no se entere T.T) Quiero saber qué pasó con Yamada para que cambiara tanto, por qué le tiene ese odio a Yuto... Pero si es un amor!!! >////<

Quiero conti, eso último me dejó O.O No quiero que le hagan nada a Daiki, vale, sí, Kei lo evitaría pero tampoco quiero que le pase nada a Kei T^T asjdsajcfscfnbddjfhdfksbf Aquí tu fan te ruega (?) que lo sigas *^*

miriacha dijo...

al igual que mabe tambien vote por FATED...es que geniall..toda la trama me fascina....
y este capi aun mas....me dio tanta pena yutin, ryutaro, chinen, y yuya..xD!!! sufren y muchioooooo...u_u

yamada es un bakaaaa....un monseee...por hacer sufriri a yutin...en este capi SI QUE SUFRI POR YUTO.....

aya onegai no hagas sufrir mas a yutin..onegaiiii...

Y POR ULTIMO GRACIA SPOR ESTE CAPITULO...ME GUSTÓ...fue una regalo de navidad grandioso >/////<

janeee

Anónimo dijo...

Todo se esta poniendo cada vez mas peligroso para las parejitas, pobre Takachii no quiero que sufran, nada mas de pensar que Yuri puede matar a Yuya noooo... :(

Ese Yamada es tan terrible porque hace sufrir a Yuto, Chii y Ryu, pero no quiero que le pase nada malo.

Ojala y esos soldados que quieren matar a Daiki y Ryosuke no lo consigan, ay ya estoy tan nerviosa y quiero saber que pasara. Escelente capitulo, gracias por este regalo de Navidad, valio la pena esperar =)

I LOVE JUMP


Carol~ dijo...

unas horas más unas horas menos, no hacen la gran diferencia xD
gracias por compartir una actualización como regalito de navidad *w*!! fue de los mejores regalos que se pudiera recibir :DDDD
quería leerlo antes, pero mi familia me ha mantenido ocupada y aprovecho que no están :D

creo que amo el TakaChii más que nunca <3 me gusta como se está desenvolviendo su historia, Chinen sintiéndose tan vulnerable y Takaki tan... entregado (?) pero por qué Inoo tiene que ser tan intuitivo ewé
No so soporto leer cómo Yuto es maltratado por Yamada, lo golpea, lo patea, le dice cosas muy hirientes TwT y ya es el cap 5 ya va siendo tiempo que nos cuentes por qué lo trata así D:
de momento mi personaje favorito es Keito y pienso que su descripción de Yamada es bastante acertada
yo creo que ya te había comentado que este fic lo relacionaba mucho con Naruto, pero al leer el pasado de RyuShin el ambiente cambió al de las aldeas de Inuyasa o_o! lo sentí un poco random
Yabu protege a Ryu ;w;!!

pero por el momento el complot de los soldados es lo que más se llevó mi atención owo qué pasará? los BEST podrán proteger a Daiki, habrá derramamiento de sangre? ldfjals quiero saber >w<!!

Hitomy-Chan dijo...

Madre santa el Takachii se pone bueno <3 kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! Se siente la pasión en ambos <3 que emoción

El Yamajima está complicado Yamada tonto es un idiota Yuto no lo pienses más y tomalo seguro Ryosuke espera eso jajaja <3

El Yabutaro habaza lento ;-) como debe ser :-) espero la contii >///<
Y algúna escena buena del Yamajima <3

Vaniia♡ dijo...

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIHHHHHHHHHHHH~~~~!!♥

Tonto, estúpido Yamada asdasdasfasdfdf! ;OOOO; Rompe mi corazón al romper el corazón de Yuto (?) es un orgulloso malvado ;O;

Se está poniendo más interesante, ya quiero saber cómo arreglarán sus inevitables sentimientos :D

PaoChii dijo...

Wahh~ es la primera vez que comento aquí y esque hace no mucho encontré tu blog y la verdad escribes genial pero me daba vergüenza comentarte o///o bueno este fic esta súper genial continualo por favor D: me dejaste en la intriga y por su puesto aquí tienes una nueva fan :3 (amo tus fics :3)

lili kazuya dijo...

Hermoso me encanta el TakaChii el Yabutaro tan bello y el YamaJima tan triste bua amo tus ff

Queen dijo...

:'( porque hiciste el yamajima asi....yama-chan debe tener alguna razon para actuar de esa forma..aunque no justifica que le haya quitado la vida aquel soldado sin razon alguna (aun asi no lo puedo odiar, ni en la vida real ni en fics porq es mi ichiban) en fin espero que ocurra algun cambio..nuevamente te felicito un buen trabajo como siempre...

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