miércoles, 20 de octubre de 2010

En tus manos [Cap. 6]

Capitulo 6

A la mañana siguiente, despertó gracias a las constantes suplicas de la servidumbre.
-Joven Ryosuke, se hará tarde-
-Por favor despierte-
Harto de escuchar las mismas palabras una y otra vez, abrió los ojos y se sentó sobre la cama a una velocidad impersionante.
-¡¡Ya dejen de molestar!! ¡¡Largo de aquí!!-
Gritó furioso, este acto ya no sorprendía a nadie, Ryosuke siempre despertaba de la misma manera, así que con una reverencia, las tres sirvientas se marcharon.
De mala gana salió de la cama, entró al baño y comenzó a desvestirse para darse un baño.
Minutos más tarde ya estaba completamente arreglado, acomodándose la corbata del uniforme, y dándose un último retoque a su cabello, como siempre, salió de su habitación, y con paso firme y tranquilo, atravesó el pasillo, llego a las escaleras y comenzó a bajar. Ya estando camino al comedor, una de las sirvientas le preguntó.
-Joven, ¿Desea algo en particular para el desayuno?-
-Lo de siempre, ya lo sabes-
Respondió con indiferencia y continuo caminando, mientras lo hacía, un extraño nerviosismo le revolvía el estomago, recordando el suave beso que Yuto le había dado la noche anterior, provocándole un ligero rubor, el cual se intensificó más al ver a Yuto sentado tomando su desayuno con tranquilidad, al parecer el chico estaba desayunando más decentemente que la vez anterior.

-Bu-Buenos días-
Dijo Ryosuke tratando de sonar tranquilo, Yuto lo miró y respondió al saludo con amabilidad.
-Buenos días-
De inmediato un par de criadas le llevaron el desayuno a Ryosuke y este comenzó por tomar un poco de su jugo.
El primero en terminar fue Yuto, quien se puso de pie y antes de salir del comedor dijo.
-Te estaré esperando en el auto-
Había algo en la voz de Yuto que le causaba un revoltijo en el estomago, no sabía bien de que se trataba, simplemente era diferente.
-De acuerdo, iré enseguida-
Dijo mientras se metía el último bocado a la boca y terminaba de tomarse su jugo.

Ambos iban dentro de aquel lujoso automóvil, en silencio, cada quien mirando por la ventana, aparentemente perdido en sus propios pensamientos, lo que ninguno de los dos notaba es que se observaban el uno al otro discretamente, esperando cruzar miradas, lo cual no sucedió. Así, ambos llegaron a la escuela, el chofer abrió la puerta para que Ryosuke bajara y Yuto abrió la puerta por su cuenta.
-Que tengan un buen día jóvenes-
-Gracias-
Respondió Yuto con una sonrisa en el rostro.
-No olvides venir por mi para la hora del almuerzo, ¿entendido?-
Dijo Ryosuke con su rutinario tono de mando.
-Entendido joven Ryosuke, aquí estaré-
-Bien, puedes irte-
Y sin más, comenzó a caminar, Yuto caminaba detrás de él, como si de un guardaespaldas se tratase.

Daiki iba llegando a la escuela cuando a lo lejos visualizo a Yuto, quien caminaba detrás de Ryosuke.
-Ese maldito…-
Murmuró mientras cerraba el puño, no podía evitarlo, lo odiaba, por dos razones, una por jugar de esa forma con Chinen, y la segunda por ser el único a quien Chinen era capaz de ver, al mismo tiempo se sentía miserable por no ser capaz de expresar sus sentimientos con claridad.
-Tal vez deba darme por vencido…-
Murmuró nuevamente mientras bajaba la mirada y dejaba escapar un suspiro lleno de melancolía.
-¿En que te darás por vencido? Sea lo que sea no puedes hacerlo Dai-chan-
Al escuchar esa voz, se detuvo en seco y dirigió la mirada hacia aquel chico quien le sonreía como siempre, calmando su alma herida y haciéndolo olvidar todo lo anterior.
-Chi-Chinen-kun…-
-Buenos días-
Saludó sonriente, era como si lo ocurrido anteriormente lo hubiese olvidado por completo, o tal vez eso aparentaba.
-Buenos… días-
-Dime, ¿en que piensas darte por vencido?-
-¿Eh?-
-Acabo de escucharte, tú no eres así, debes animarte, no rendirte, sea lo que sea-
Ante tal comentario, Daiki desvió la mirada, y sin pensarlo respondió.
-¿Debo hacerlo aún si eso implica hacerme daño incontables veces?-
Chinen lo miró con cierta curiosidad y no pudo evitar el preguntar.
-¿Qué quieres decir con eso?-
Por primera vez, la mirada de Daiki era vacía, su expresión completamente seria y ligeramente sombría. Así, sus ojos se clavaron en los de Chinen.
-Que si no me doy voy vencido ahora… en un futuro me arrepentiré, ya que esa persona jamás me verá como yo lo veo puesto que esta demasiado interesado en alguien más que solo lo lastima-
Chinen se sorprendió ante la mirada y palabras de Daiki, pero antes de que pudiese decir o hacer algo, el mayor desvió la mirada y comenzó a alejarse a paso apresurado, sin decir o hacer nada más, dejando a Chinen completamente solo en aquel pasillo, confundido y extrañamente culpable.

La última clase antes del descanso estaba por terminar, sin embargo Yuto comenzaba a sentir hambre, demasiada hambre.
“-¿Pero por qué? Hoy si desayuné bien… ¿Será que mi cuerpo comienza a mal acostumbrarse a comer tan bien?-”
Se preguntaba mientras hundía su rostro en aquel libro de Literatura.
Sin darse cuenta, alguien lo observaba.
“-¿Pero que le pasa? ¿Se sentirá mal?-”
Se preguntó, estaba preocupado, al darse cuenta de su evidente preocupación, movió la cabeza negativamente.
“¿Pero que me pasa? ¡No tengo por que preocuparme!-”
Y sin más, continuo siguiendo la lectura de la clase, segundos después la campana comenzó a sonar melodiosamente, indicando así el final del medio día, dando inicio a un merecido descanso.
Ryosuke comenzó a guardar sus cosas, se puso de pie y justo cuando pasó junto a Yuto, escuchó un ruido extraño, de inmediato adivinó de lo que se trataba, el chico moría de hambre. Sin poder evitarlo, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, pero justo cuando estaba por decirle algo a Yuto, quien continuaba con la cara hundida en aquel libro, los chicos del equipo de futbol entraron corriendo, como de costumbre, y al ver a Ryosuke dijeron al unísono.
-¡Yamada-kun, el entrenador te espera!-
Esto provocó que Yuto levantase la vista, sorprendiéndose al ver a Ryosuke de pie a su lado, el chico tenía una expresión de completo fastidio, ni siquiera intentaba ocultarla, así que de mala gana les dijo.
-Pues que no me espere, estoy harto de sus entrenamientos aburridos, hoy no iré, tengo cosas que hacer-
Los chicos se quedaron congelados ante tal respuesta, no se la esperaban y no sabían que pasaría si le decían eso al entrenador.
-¿Qué no escucharon? ¡No iré! Así que pueden largarse de una vez ¡¡¿Qué esperan?!!-
Ante el grito de Ryosuke, los chicos reaccionaron y sin decir nada, salieron corriendo. Yuto estaba sorprendido, sin embargo no dijo nada, simplemente continuo observando a Ryosuke, el cual, al sentir la mirada de Yuto, lo miró, aquel fastidio aún estaba presente en su mirada y rostro.
-¿Y tu que esperas que no te pones de pie? Es hora de almorzar y muero de hambre-
Sin más, Ryosuke comenzó a caminar rumbo a la puerta, Yuto aún estaba sentado en su lugar, no se había movido ni un centímetro, entonces, en cuanto Ryosuke notó que Yuto no lo seguía, se detuvo, lenta y elegantemente se giró y grito.
-¡¡¡¿Qué estas esperando?!!! ¡¡¡¿A que muera de hambre frente a ti?!!!-
Al parecer estos gritos hicieron reaccionar a Yuto, pero en lugar de levantarse rápidamente, cerró sus ojos, suspiró, guardo sus cosas y con calma se puso de pie, y con paso lento caminó hacia donde se encontraba Ryosuke, el cual lo miraba con impaciencia.
-¡¡¡¿Por qué eres tan lento?!!! ¡¡Eso me molesta!!-
Ante el rostro enojado de Ryosuke, Yuto simplemente sonrió y le dijo tranquilamente.
-Pero me esperaste, si no te parecía te hubieses ido-
Ryosuke estaba por seguir reclamando, pero de pronto, y sin importar que sus compañeros de clase los observaban, Yuto tomó la mano de Ryosuke, con ternura, entrelazando sus dedos con los del mayor, y con una amable sonrisa le dijo.
-¿Nos vamos ahora joven Ryosuke?-
El nombrado se ruborizó, desvió la mirada pero no hizo nada por soltarse del agarre de Yuto, simplemente afirmo con la cabeza, así, ambos comenzaron a caminar, alejándose a paso lento.

Sin embargo, alguien no muy lejos de ahí, los observaba, con un nudo en la garganta que incluso le impedía respirar. Y sin poder más, se puso de pie, dejando aún sus cosas sobre el pupitre, solo quería salir corriendo, huir, estar solo, para poder gritar lo que sentía, y eso hizo.
Corrió esquivando a todo aquel que se cruzaba en su camino, sin importarle si la gente lograba ver los rastros de lágrimas que se asomaban por sus ojos, afortunadamente estos quedaban cubiertos por su flequillo.
En cuanto llegó al jardín trasero de la escuela, corrió hacia lo más lejano, donde siempre solía estar cuando quería estar solo, sin más, se desplomó sobre el suave pasto, un viejo y gran árbol le proporcionaba un poco de sombra, por lo que pudo llorar sin que la luz del radiante sol lastimase sus ojos.
-¿Por qué?… ¡¡¡¿Por qué?!!!-
Gritó aún con lágrimas en los ojos, en ese momento lo no esperaba respuesta alguna, sin embargo la obtuvo.
-Esas lagrimas… tu sabes que no valen la pena, sin embargo sigues aferrado a algo imposible, mientras que yo sigo aquí esperando a que abras los ojos, pero ya me estoy cansando-
Al escuchar aquellas palabras, con una expresión de completa sorpresa, se puso de pie lentamente, se giró, ahí estaba, de pie a unos cuantos metros de distancia, con la mirada llena de tristeza y el puño cerrado, mirándolo fijamente.
-Da-Daiki…-
Logró decir con esfuerzo.
-¿A que te refieres con todo eso?-
Preguntó sin dejar de ver al mayor, quien al escuchar esta pregunta no pudo evitar el soltar un pesado suspiro.
-Tu lo sabes muy bien, siempre lo has sabido, solo te diré una cosa, estoy cansado, si, cansado de que siempre vengas a mi solo cuando Ryosuke te hace llorar, aún cuando sabes perfectamente lo que siento por ti-
Chinen estaba sorprendido, las palabras de Daiki le provocaban un dolor en el pecho que no lograba comprender.
-Daiki… no entiendo de lo que me estas hablando…-
Dijo con voz débil, tal vez solo no quería entenderlo, después de todo nunca había visto a Daiki de esa forma, solo como su buen amigo.
Sin embargo, Arioka estaba desesperándose, así que solo cerró sus ojos por unos segundos, y sin más, se acercó a Chinen rápidamente, lo miró directamente a los ojos, el menor lo miraba aún sorprendido, y sin decir nada más, con delicadeza tomó el rostro del menor con ambas manos y lo besó.

-¿Qué quieres comer?-
Preguntó Ryosuke, tratando de aparentar un fastidio inexistente.
-No lo sé, hay muchas cosas que no conozco, ¿Qué no pueden servir comida normal?-
Ante la pregunta de Yuto, Ryosuke lo observó confundido.
-¿A que te refieres con “normal”?-
Preguntó extrañado mientras observaba el ligeramente fastidiado rostro de Ryosuke.
-¿Por qué tiene que ser solo comida Italiana?-
Preguntó mientras se cruzaba de brazos, Ryosuke aún no observaba extrañado.
-¿Qué tiene eso de malo?-
-No estoy acostumbrado, eso es todo-
-¿Entonces lo que quieres es comida japonesa?-
-Sería lo más normal ¿no te parece?-
Dijo Yuto con una sonrisa, a lo cual Ryosuke también sonrió pero de manera diferente.
-Haberlo dicho antes, eso tiene solución ahora-
Y sin más, se dio media vuelta y comenzó a caminar rumbo a la salida, justo antes de llegar a la puerta, se dio cuenta de que Yuto no lo seguía.
-¿Qué esperas? Anda-
Esta vez su tono de voz era completamente diferente, Yuto observó por un par de segundos a Ryosuke y se dispuso a darle alcance.

Al llegar a la salida, Ryosuke buscó con la mirada su auto, después de todo le había pedido a su chofer que no olvidara recogerlos para el almuerzo, pero no lograba verlo en los alrededores.
-¿Acaso planeas de nuevo faltar a las siguientes clases?-
Preguntó Yuto ligeramente sorprendido.
-Es probable, todo depende de si mi humor cambia en los próximos minutos-
Ante tal respuesta, Yuto dejó escapar un suspiro de resignación, aún no estaba tan acostumbrado a los caprichos de Ryosuke.
-Bueno, ya que piensas ir a otro lado para almorzar, deja que esta vez me encargue yo-
-¿Eh?-
Preguntó extrañado y con cierto fastidio.
-Estoy seguro de que iremos de nuevo a algún restaurante caro y elegante, esas cosas me fastidian, así que es hora de que conozcas lugares diferentes-
Explicó Yuto con una sonrisa en el rostro.
-¿Acaso quieres ir a un lugar en especial?-
Preguntó curioso.
-No exactamente, simplemente podemos ir a un lugar mas relajado, y comer mucho mejor, además de que estoy casi seguro de que no regresaremos, hagamos que valga la pena, así estirarás más tus piernas y puede que crezcas un poco-
Dijo esto último en tono de burla mientras se reía un poco, de inmediato el rostro de Ryosuke mostró inconformidad.
-¿Acaso insinúas que mi estatura no es suficiente?-
Yuto dejó de reír solo para observar a Ryosuke, conservando aún una sonrisa traviesa en el rostro.
-No es que sea insuficiente, pero en algo te puede ayudar ¿no lo crees?-
Ante tal respuesta, Ryosuke se cruzó de brazos y desvió la mirada.
-Además, te podrás relajar un poco ¿no lo crees?-
Comentó Yuto tratando de que Ryosuke pusiera una mejor cara.
-Supongo… pero sabes, para que lo sepas, mi altura no es insuficiente, tu eres el que ha crecido demasiado-
Dijo con orgullo.
-¿A si?-
-Si-
-Perfecto, si es todo lo que tienes que decir, es mejor marcharnos ahora, tengo hambre-
Al parecer Yuto no le daba la importancia necesaria al comentario de Ryosuke, a quien le gustaba discutir y salir siempre triunfante, eso lo molestaba bastante.
Para esto, Yuto ya había comenzado a caminar, solo unos cuantos pasos, sin embargo Ryosuke permanecía en el mismo lugar, y con un tono demandante le habló al menor.
-Detente-
Al escuchar a Ryosuke hablar así, quiso negarse y no detenerse, pero era imposible, su cuerpo reaccionaba de una forma completamente opuesta a lo que su mente le decía, así que se detuvo.
-¿Qué?-
Preguntó extrañado, entonces solo observó como el mayor se acercaba a el con paso lento.
En cuanto estuvo lo suficientemente cerca de Yuto, sin decir nada, estiró sus brazos, se paró de puntillas y rodeo el cuello de Yuto con ambos brazos, quedando sus rostros demasiado cerca el uno del otro.
Yuto estaba sorprendido, el corazón comenzaba a latirle con demasiada fuerza, a tal grado que le era difícil respirar con normalidad, el aroma que se desprendía del cuerpo de Ryosuke lo embriagaba por completo.
En cambio, Ryosuke actuaba por mero capricho, acercándose seductoramente al rostro de Yuto, haciendo caso omiso del revoltijo que comenzaba a formarse en su estomago por tener tan cerca al menor.
-Que te quede claro que mi estatura no resulta ningún problema absolutamente para nada-
Dijo esto en un tono de voz bastante seductor, solo para después depositar un suave beso sobre los labios de Yuto, el cual fue respondido con la misma suavidad y lentitud. De pronto Ryosuke pudo sentir como Yuto rodeaba su cintura con sus brazos, pegándolo un poco a su cuerpo. Esto solo provocó que Ryosuke dejase escapar un suspiro mientras continuaba besando a Yuto.
Al finalizar, ambos se separaron lentamente, Ryosuke soltó a Yuto y se alejó solo un paso hacia atrás. Ambos se quedaron en silencio, no sabían que decir, simplemente se miraban fijamente, hasta que Ryosuke no pudo más y desvió la mirada.
-Si planeas ir a algún lugar hazlo ahora, muero de hambre-
Yuto sonrió de forma nerviosa mientras se rascaba un poco la cabeza.
-De acuerdo, entonces vámonos-
Dijo dispuesto a caminar, Ryosuke asintió con la cabeza y ambos comenzaron a caminar, alejándose lentamente de la escuela sin importar nada más que solo continuar con su camino.

Al sentir los labios de Daiki sobre los suyos no supo que hacer o como reaccionar, era algo extraño, al mismo tiempo algo agobiante, así que en cuanto logró reaccionar un poco, solamente atino a empujar al mayor con la poca fuerza que tenía para alejarlo bruscamente de el, aún sin sentirse seguro de lo que acababa de hacer.
En cambio, al sentir el evidente rechazo por parte de Chinen, Daiki bajó un poco la mirada, ahora ya no tenía el valor de mirar al menor a los ojos, así que antes de salir corriendo del lugar, solo pudo decir.
-¿Esta es tu respuesta cierto? Siempre lo ha sido, discúlpame, no quise molestarte, te prometo que no volverá a ocurrir-
Con el poco valor que le quedaba, pudo mirar el rostro de Chinen, quien lo miraba con confusión, sin más, esbozó una sonrisa por demás fingida, dio media vuelta y se marcho a paso veloz, no llevaba ni medio camino cuando comenzó a correr.
Aún sorprendido y confundido, se llevo dos de sus dedos hacia sus labios, sintiendo todavía los labios de Daiki sobre los suyos.
-Daiki…-
Murmuró con melancolía, olvidándose así del motivo por el cual se encontraba en aquel lugar.

-¿Me puedes explicar que hacemos por aquí?-
Preguntó Takaki con fastidio mientras continuaba caminando junto a Yabu.
-Solo quiero confirmar lo que investigué-
-¿Y que fue lo que investigaste?-
-El lugar en donde nuestro querido Yuto se esta hospedando-
-¿Es por eso que estamos aquí? ¿En verdad piensas molestar a esa familia?-
-No los voy a molestar, solo quiero saber si en realidad viven aquí-
Respondió Yabu con una sonrisa dibujada en el rostro.
-¿Y para que quieres saberlo?-
-Bueno, eso lo sabrás después-
Takaki observó a Yabu, quien sonreía de forma extraña, esto solo le causó un pequeño escalofrío.
-¿Cómo piensas ganar créditos con el jefe?-
-Al jefe lo único que le interesa es el dinero, sea como sea, ¿cierto?-
-Si…-
-Bien, entonces tu pregunta queda resuelta-
-¿Qué?-
Takaki se detuvo en seco mientras más se confundía, o al menos trataba de hacerlo, le asustaba comprender a Yabu.
-¿Pero para que quieres hacer algo así? Estas en perfectos términos con el jefe, eres su favorito, ¿Por qué querer hacer algo como esto?-
-Diversión mi querido Yuya, solo eso-
Respondió con naturalidad mientras seguía sonriendo, sin embargo Takaki estaba seguro que no era solo por diversión.
-Mejor acepta que te enoja el hecho de que ahora Yuto viva mucho mejor que tu, ya que esperabas que ahora estuviese muerto o vagabundo en alguna parte, muriéndose de hambre, ¿no es cierto?-
Las sabias palabras de Takaki enfurecieron a Yabu, sin embargo respondió con calma, aunque aún así molesto.
-¿Y si fuese así que? Odio a ese chiquillo, y si tengo en mis manos la forma de arruinarlo por completo, lo haré-
-¿Acaso te estas escuchando? Estas diciendo que odias a Yuto a tal grado que lo harás sufrir tanto como te plazca, pero no te das cuenta que todo lo haces sin una buena razón-
-¡¡¡¡¿Y tu que sabes?!!! ¡¡Por culpa de ese maldito mocoso fui humillado, golpeado, despreciado, debe pagar por todo!!-
Yabu ahora estaba más exaltado, sin embargo Takaki lo miraba con cierta ternura, como si así fuese capaz de calmarlo.
-Todo eso que dices que sufriste por su culpa, el lo sufrió casi al triple, mientras tu te quejabas, ese niño se mantenía fuerte, pero jamás fuiste capaz de verlo por que estabas demasiado ocupado lamentándote de tu propia situación-
Ante las palabras tranquilas de Takaki, Yabu simplemente enfureció mucho más.
-No sabes lo que dices…-
Y sin más, continuo con su camino, dejando a Takaki atrás.

Tras haber caminado por casi treinta minutos, Ryosuke estaba completamente desesperado, después de todo no estaba acostumbrado a caminar tanto.
-Yuto…-
Dijo en voz baja mientras se detenía, el menor también se detuvo y se giró para verlo.
-¿Si?-
-¿A dónde vamos exactamente?-
La voz de Ryosuke mostraba el gran esfuerzo que hacia por guardar la calma.
-Pues… a comer algo…-
-¿Exactamente a que lugar?-
Volvió a preguntar, Yuto observó como Ryosuke apretaba su puño con fuerza.
-Pues…-
Yuto se quedó en silencio unos segundos, para después decir con tranquilidad.
-No lo se-
Dijo al fin esbozando una enorme sonrisa.
-Que bien…-
Ryosuke trataba de contenerse, estaba resultando muy difícil, Yuto comenzaba a sentir un poco de miedo por eso.
-Pero estoy seguro de que encontraremos un buen lugar pronto-
Dijo con entusiasmo.
-Una última pregunta…. ¿Acaso sabes en dónde estamos?-
Yuto pensó seriamente en eso, miró a su alrededor con detenimiento, entonces cayó en la cuenta de que no sabía hacia donde iba y ni siquiera en donde estaba.
-No-
Respondió con calma, esta fue la gota que derramó el vaso para Ryosuke, haciéndolo explotar.
-¡¡¡¡¡Estamos caminando sin sentido!!!!-
-No tienes por que gritarlo, eso ya es evidente-
Dijo Yuto con tranquilidad.
-¡¡¡¿Acaso eres idiota?!!!-
-No… es solo que no presté atención en el camino…-
Respondió con torpeza.
-¡¡¡¡¡Eres un idiota!!!!!-
Gritó con todas sus fuerzas, provocando que la gente los viera, pero poco le importo eso.
-¡¡¡¡¿Para eso querías caminar?!!!! ¡¡¡¿Ahora como volveremos a casa?!!!-
-¿Quieres tranquilizarte? Mientras permanezcas cerca de mi no hay que temer, llegaremos a casa, te lo aseguro-
La tranquilidad en la voz de Yuto lo hizo reaccionar, estaba sorprendido por la serenidad del menor.
-Bien, más te vale que así sea, si no llego a casa antes de la cena tendrás que quedarte otro mes, ¿entendiste?-
Yuto no respondió y solo sonrió con nerviosismo.
-¿Ahora hacia donde? Tengo hambre, necesito comer-
Exigió Ryosuke, entonces Yuto miró de nuevo a su alrededor, sentía que si no encontraba algo pronto Ryosuke se pondría a gritar de nuevo. Así fue como logró visualizar un restaurante de comida china no muy lejos.
-Entremos a ese lugar-
Ryosuke miró hacia donde señalaba Yuto.
-¿Comida china? ¿todo este tiempo solo para comida china?-
-No te pongas exigente, lo importante es que comas algo ahora, así que deja de quejarte y comienza a caminar-
La voz ligeramente dura de Yuto hizo reaccionar a Ryosuke, quien comenzó a caminar detrás de Yuto. Al sentir que Ryosuke iba atrás de el, se detuvo, dio un paso hacia atrás y le dijo.
-Lo siento, olvide que el puesto de atrás es el mío-
Ryosuke observó la sonrisa de Yuto, ¿Cómo era posible que sonriera siempre de esa forma a pesar de que como le había gritado?
-Eres raro-
Dijo con indiferencia mientras comenzaba a caminar. Yuto solo sonrió.
“-Es solo por que se trata de ti que no te respondo como debería-”
Pensó mientras caminaba detrás de Ryosuke.

martes, 12 de octubre de 2010

LOVE LOVE LOVE ME? [Cap. 1]

Cap. 1

“Esa noche no esperaba encontrar a alguien como tu, perfecto en todos los sentidos, no se explicar esto, solo sé que lo que viví contigo es especial y debe repetirse”

Aburrido, en una tarde común y corriente frente al televisor aparentando ver un programa de entretenimiento, a pesar de que tenía deberes escolares, no tenía el animo para realizarlos, estaba cansado, se sentía vacío, con la necesidad de hacer algo diferente, encontrar aquello que llenase su vida o que al menos le diera sentido, sentía que no tenía razón para vivir y lo peor es que no encontraba solución alguna, solo lograba sentirse peor.

-¿Qué te sucede?

La voz de su madre lo saco de aquellos pensamientos.

-Nada, solo tengo sueño
-¿Seguro? No has querido comer, ¿no te sientes bien cierto?
-Estoy perfectamente madre, solo necesito estar solo

Y con fastidio, se puso de pie y caminó rumbo a las escaleras, estaba por dar el primer paso cuando la voz de su madre lo hizo detenerse.

-¿Es por lo del divorcio entre tu padre y yo cierto?

Ligeramente fastidiado miró a su madre y respondió.

-Lo que ustedes hagan no tiene nada que ver conmigo, siempre ha sido así, no tienes por que aparentar preocuparte ahora

Sorprendida, su madre se levanto pero no se acercó a el.

-¿Por qué me hablas así Daiki?

De nuevo con fastidio dejó escapar un suspiro.

-Lo siento madre, no me siento bien, estaré en mi habitación, tengo cosas que hacer.

Y sin más, comenzó a subir por las escaleras rumbo a su habitación, dejando a su madre sola con un semblante de preocupación.
Al estar en su habitación no se molestó en encender la luz, no tenía ánimos, simplemente se dirigió a su cama y se dejó caer bocabajo, hundiendo su rostro en una almohada.
Por más que intentaba convencerse de los deberes pendientes que tenía por hacer, su cuerpo no reaccionaba, lo sentía pesado, esto no estaba bien.

-¿Desde cuando mi vida perdió sentido?

Se dijo en voz baja mientras se volteaba boca arriba, esta vez clavando su mirada en el blanco techo.
De pronto, su teléfono móvil comenzó a sonar, no tenía la más minima intensión de responder a esa llamada, pero la insistencia de la otra persona era demasiada, así que sin más, logró ponerse de pie y tomó el aparato, el cual sonaba y vibraba sin parar sobre el escritorio. Al tomarlo miró el nombre en la pantalla “Takaki Yuya”

“-Ahora que quiere…”

Pensó mientras presionaba el botón para responder, de inmediato se escuchó demasiado ruido y la voz de Takaki gritando.

-¡¡¡Dai-chan!!!
-No grites…
Respondió fastidiado
-¡¡¡¿Qué?!!!
-¡¡¡No grites!!!
-¡¡Tu eres quien grita!!
Ante tal absurdo comentario, dejo escapar un suspiro
-¿Qué quieres?
-¿Estas ocupado?

Al parecer Takaki se había movido de lugar, ahora el ruido era mucho menor y lograba escucharlo con más claridad.

-Hago tarea
Mintió.
-Bueno, deja de hacerla, ven a divertirte un poco
-¿Qué?
-Te hace falta, lo sé, ven, estamos en Roppongi, ya sabes en dónde
-No tengo ánimos Takaki, además ya te dije que estoy haciendo tarea
Volvió a mentir para intentar zafarse.
-Mañana es domingo, no hay escuela, ven a divertirte un rato, te ayudará
-¿Eso como lo sabes? Ni siquiera sabes si necesito ayuda o no
Ante tal comentario Takaki bufó y respondió
-¿Crees que nadie se da cuenta de tu deprimente estado de ánimo? No soy tan idiota como crees Arioka

Daiki se quedó en silencio, no sabía que decir, después de todo Takaki tenía razón, pero no quería admitirlo, ni él mismo sabía el por que se sentía de esa manera.

-¿Quiénes están ahí?
-Están Yabu y Hikaru, yo vine con Chinen, ¿Qué dices? ¿Te animas?
-Haré mal tercio
Dijo fastidiado y a punto de querer colgar
-¿Por qué dices eso?
En su mente se formulo la siguiente respuesta: “Por que Yabu y Hikaru están juntos y lo tuyo con Chinen es más que evidente aunque ambos lo nieguen aún” Pero no lo dijo, en lugar de eso solo suspiro.
-De acuerdo, estaré ahí en una hora
-¡¡¿Una hora?!!
-¡¡¡Esa es la distancia de mi casa hasta Roppongi, ¿Qué quieres que haga? ¿Qué vuele?
-Deberías intentarlo, en una hora Yabu estará completamente ebrio
-No exageres…
Daiki pudo escuchar las carcajadas de Takaki del otro lado de la línea.
-De acuerdo, pero de verdad tienes que venir
-Si, iré
-¡¡Promételo!!
-Ya te dije que estaré ahí, deja de ser tan desconfiado
Y antes de que Takaki pudiese decir algo más colgó.

Casi después de una hora, estaba llegando al lugar de siempre, el “Blue Light” lugar preferido de Yabu y Takaki, poco después convirtiéndose en el preferido de Hikaru y de Daiki.
Estaba a pocos pasos de distancia, a cada paso que daba lograba escuchar la música del lugar, miró su reloj, eran casi las diez de la noche, cada vez estaba más cerca, sin darse cuenta que también estaba más cerca de la noche que cambiaria algo, lo cual tal vez esa noche no se daría cuenta, la llamada:

“Noche 1”

Entro al lugar, buscó entre toda la gente a Takaki, a Yabu o a Hikaru, sabía que sería difícil lograr ver a Chinen por razones obvias, pero extrañamente fue el primero que logro ver después de caminar un poco y llegar casi al fondo del lugar, el menor se encontraba sentado mirando hacia la pista de baile.
-Chinen-kun
Lo saludó con normalidad mientras tomaba asiento frente a el, al parecer los tres mayores lo habían dejado solo.
-Dai-chan, es bueno verte por aquí
-Bueno, me convencieron
Dijo con una sonrisa débil.
-Los demás fueron por algo de tomar, no tardan
Por alguna extraña razón eso le causo escalofríos, los tres comenzarían a tomar y tendría que cuidar de ellos, así que con pesar dejó escapar un suspiro y mejor decidió ver a la gente bailar para tratar de no pensar en ello.
No miraba a nadie en especifico, solo a la gente moverse al ritmo de la música, otros simplemente intentando bailar y riéndose en el intento, de alguna manera, aquello lo hacia olvidarse un poco de sus problemas.

-¡Dai-chan!
Escuchó decir a Yabu, quien se sentó a su lado y le dio una palmadita en la espalda.
-Hola
-Vaya… si llegaste en una hora
Dijo Takaki sonriente mientras tomaba asiento junto a Chinen y le daba un vaso con lo que parecía ser jugo de naranja.
-¿Quieres algo Dai-chan?
Preguntó Hikaru mientras tomaba asiento junto a Yabu
-No, por ahora estoy bien
-Vamos, no tengas miedo
Dijo Yabu sonriente
-¿Quién te dijo que tengo miedo?
-Bueno, ya, no discutan, estamos aquí para divertirnos, disfrutemos
Dijo Takaki al ver la expresión de molestia en el rostro de Daiki
-Tienes razón, hay que divertirnos
Dijo Chinen mientras levantaba su vaso y sonreía animado, ante tal acto, Hikaru, Yabu y Takaki hicieron lo mismo e hicieron un brindis, Daiki solo los observo e intentó relajarse, después de todo sus amigos no tenían la culpa de su deprimente estado de animo sin razón alguna.

Después de un buen rato de una agradable platica, risas y unos cuantos tragos, Daiki comenzaba a sentirse mucho mejor, estaba relajándose, y disfrutando mucho de la compañía de sus amigos, hasta que de pronto, Yabu y Hikaru se levantaron de la mesa con el pretexto de ir por algo de beber, pero pasaban los minutos y no volvían.
-¿En dónde estarán?
Preguntó Takaki
-¿Aún lo preguntas?
Agregó Daiki con el ceño fruncido mientras tomaba un poco de su bebida
-No creo que estén…
Dijo Chinen un poco asustado de tan solo imaginar la situación de esos dos
-No lo menciones… mejor hay que irnos ya
Contestó Daiki mientras miraba su reloj, era casi media noche, no le preocupaba la hora, pero pensó que ya había estado el tiempo suficiente fuera de casa.
-¿Te quieres ir ya?
Preguntó Takaki
-Es tarde, estoy cansado
-Yo no quiero irme
Reclamó mientras se cruzaba de brazos, Daiki comprendió que el chico ya estaba ligeramente ebrio.
-Si no te quieres ir no lo hagas, yo me voy ahora, nos veremos luego
Dijo con resignación mientras se ponía de pie
-¿Te iras solo?
Preguntó Chinen, al parecer el chico estaba más sobrio que Takaki
-No te preocupes, estoy acostumbrado, me he ido mas tarde después de dejar a cada uno de “estos” en su casa
Dijo con cierto tono de reproche, Chinen miró de reojo a Takaki y sonrió un poco
-Cuento contigo para que llegue sano y salvo a su casa
Agregó Daiki mientras miraba a Takaki y después a Chinen
-No te preocupes, cuenta con ello
Dijo con una amplia sonrisa, de la cual Daiki sabía a que se refería, hecho por el cual sintió un poco de envidia, no por el hecho de que esos dos se gustaban, si no por que ambos tenían ese sentimiento en común, eso era algo envidiable de cierto modo.

Como pudo, atravesó la pista de baile, chocando con muchas personas, percibiendo su aliento alcohólico, evitando a algunas chicas que se acercaban demasiado provocativas para bailar con el.
Cuando al fin lo logró, atravesó el resto del lugar y al fin salió del ruidoso Blue Light, sintiendo el fresco de la noche.

-Ah~ Hace frío…

Murmuró mientras se frotaba las manos y comenzaba a caminar rumbo a la estación del metro. No podía negar que se sentía ligeramente mareado, puesto que había bebido un poco, y con el aire que le pegaba en el rostro, comenzaba a sentirse más mareado.

-No debí tomar esa última…

Volvió a murmurar mientras sentía como el piso se le movía un poco y su vista se distorsionaba, ante tal sentimiento solo atino a detenerse a mitad de la calle, despacio miró a su alrededor, casualmente, estaba perdido.

-¿En dónde estoy?

Preguntó confuso, había caminado sin rumbo y no se había dado cuenta, estaba perdido y comenzaba a preocuparse por ello.

-¿Ahora que hago? … Tengo que tranquilizarme…

Se dijo mientras respiraba profundo y cerraba los ojos, de pronto escuchó no muy lejos un grito, uno muy fuerte, aquello lo sorprendió de momento, pero después pudo percibir cierta frustración en aquel grito. Ligeramente asustado, miró a su alrededor, no había gente a los alrededores, avanzó unos cuantos pasos y ahí fue cuando no muy lejos logró ver a un chico, alto, delgado, cabello ligeramente alborotado, quien miraba hacia el cielo.

-¿Qué hago? ¿Y si es uno de esos psicópatas?

No podía evitarlo, estaba entrando en pánico, y era natural, estaba en una calle desconocida y no muy lejos de el se encontraba un sujeto que acababa de gritar desesperadamente hacia el cielo. Lo observó detenidamente unos instantes, pensando en que podría hacer, cuando de pronto el chico se giró y lo vio. Era algo maravilloso, un chico apuesto, de facciones finas y mirada penetrante, sin poder evitarlo, Daiki se sonrojó ligeramente al verlo.
Aquel chico también observaba a Daiki, como si estuviese tratando de reconocerlo, o al menos esa fue su impresión, así que sin más que hacer, hizo una corta reverencia y decidió acercarse a el, después de todo, ya no parecía ser un psicópata.

-Disculpa… ¿Vives por aquí?
Preguntó tímidamente.
-Depende… ¿Quieres saber en donde vivo?
Pregunto el chico con una sonrisa coqueta en el rostro.
-En lo absoluto, es solo que… estoy perdido… ¿podrías ayudarme?
-¿Perdido?
-Si…
-¿Hace cuanto me estas vigilando?
Preguntó un poco más serio, Daiki se sorprendió ante tal pregunta
-¿Yo? ¿Vigilarte? Estas equivocado, ¿Por qué habría yo de vigilarte?
-No lo se, dímelo tú
Respondió aquel chico un una leve sonrisa
-Yo no te estaba vigilando
-Claro que lo hacías, te vi, sentí tu mirada, ¿acaso quieres algo de mi?
Al hacer esta pregunta, el chico se acercó un poco a Daiki
-No te estaba vigilando, venía caminando cuando escuche como gritabas, me asusté y no sabía si eras un psicópata
-Bueno, podría serlo
Dijo de inmediato aquel chico, esta vez, con una sonrisa más amplia dibujada en el rostro, de inmediato Daiki frunció el ceño.
-Olvídalo, pierdo mi tiempo contigo
Dijo con fastidio, estaba dispuesto a marcharse, cuando a lo lejos pudo ver como un grupo de chicos mal vestidos se acercaban hacia ellos.
-Oh no… problemas
Dijo aquel chico, asustado, Daiki lo miró de inmediato
-¿Qué quieres decir?
-No los veas, hay que irnos de aquí
-¿Qué?
Pero aquel chico ya no dijo nada más, simplemente tomó a Daiki del brazo y comenzó a llevárselo a paso acelerado hacia quien sabe donde.
Por un momento Daiki tuvo la curiosidad de mirar hacia atrás, pero la voz de aquel chico lo detuvo
-Te dije que no los mires, es peligroso
-¿Pe-pe-peligroso?
Ahora si estaba asustado
-No preguntes ahora y sigue caminando, ya casi llegamos y estaremos a salvo
Respondió el chico con seriedad, Daiki lo observó y con dificultad tragó saliva, ¿en dónde rayos se había metido y por que?

Habían caminado tal vez unas tres o cuatro calles, Daiki no lo supo con certeza, el miedo no lo dejaba fijarse en aquellos detalles. Ambos entraron a un edificio y rápidamente lograron entrar al elevador, dentro, aquel chico dejó escapar un suspiro, Daiki aún sentía un poco de pánico, tanto que no lograba articular palabra alguna.

-Lo logramos
Daiki miró de reojo el aliviado rostro de aquel chico, pero no dijo nada, aún era incapaz de hacerlo.
Al llegar al sexto piso, el chico salió del elevador y torpemente Daiki lo siguió, caminaron por el pasillo y justo a la mitad se detuvo, sacó del bolsillo de su pantalón una tarjeta, la deslizo por un identificador y la puerta se abrió, confundido, Daiki se quedó afuera al ver que el chico entraba.
-Vamos, pasa
Dijo dejando la puerta abierta, extrañado, miró el letrero que estaba en la pared. “Inoo” decía. Suspiró profundo y sin más entró.

-Ponte cómodo, ¿Quieres un poco de agua?
Daiki solo asintió con la cabeza, su garganta estaba demasiado seca y aún no lograba hablar
-¿Aún tienes miedo? Tranquilo, no entraran aquí
Dijo el chico mientras le daba el vaso con agua, al tomarlo, Daiki tomó asiento en una de las sillas del comedor al igual que aquel chico. Con esfuerzo logró pasar el primer trago de agua, aún estaba temblando, y al parecer el chico se dio cuenta de ello, así que con amabilidad, tomó una de sus manos y la apretó ligeramente.
-Tranquilo, todo va a estar bien
Y como si fuera un niño pequeño el cual acababa de despertar de una pesadilla, miró a aquel chico, tomó más agua y respiró profundo.
-¿Quiénes eran?
Logró preguntar
-Es una banda de sujetos que se dedican a molestar a la gente que pasa por su “territorio”, se ponen muy pesados, ya me ha tocado
Dijo con una amarga sonrisa en el rostro.
-¿Y por que si sabes eso vuelves al mismo lugar?
-Por que a ellos no les pertenece la calle, y ese es el único lugar donde suelo desahogarme
-Vaya…
Dijo Daiki mientras bajaba la mirada
-¿Cómo te llamas?
Preguntó de repente, Daiki lo miró tímidamente puesto que el chico aún tomaba su mano.
-Arioka…
-¿Arioka que?
-Daiki…
-Daiki, suena tierno, mi nombre es Kei, Inoo Kei, mucho gusto
Dijo con una cálida sonrisa, Daiki lo miró confundido, ¿Cómo era posible que sonriera de esa manera después de lo ocurrido hace unos instantes?
Esa mirada, esa expresión tan relajada, lentamente lo hipnotizaba, era extraño, demasiado, pero sin embargo, le resultaba agradable, cálido.

-¿Qué hacías tan tarde en la calle?
Preguntó Kei mientras soltaba su mano y se recargaba en el respaldo de la silla. Ante tal movimiento, Daiki dejó de sentir el calor que la mano de Kei le proporcionaba, dejando en su lugar un poco de frío incomodo.

-Volvía a casa, pero no sé por qué llegue a ese lugar
Respondió un poco pensativo
-¿Volvías a casa? ¿A esta hora?
-¿Qué? ¿Tiene algo de malo?
Preguntó con cierto desafío
-En lo absoluto, simplemente es extraño que alguien de tu edad ande a estas horas solo y en la calle
-Soy lo suficientemente grande para cuidarme solo
Dijo con cierta molestia
-¿A si? ¿Qué edad tienes?
Preguntó curioso mientras se cruzaba de brazos, Daiki lo miró extrañado, sin embargo respondió
-19
-¿De verdad? Luces mucho menor
Dijo Kei bastante sorprendido.
-No digas eso
Reprochó mientras desviaba la mirada
-Disculpa, no quería ofenderte
Se disculpó con una amplia sonrisa
-No importa
Dijo Daiki, tomó un poco más de agua y después miró su reloj, solo faltaban diez minutos para la una de la mañana, era demasiado tarde y aún debía averiguar como volver, así que se puso de pie y dijo.
-Tengo que irme
-¿Ahora?
Preguntó Kei preocupado
-Así es
-Es tarde, además esos sujetos aún rondan por aquí, te aconsejo que te quedes esta noche
Ante tal ofrecimiento, Daiki miró sorprendido Kei
-Ni siquiera me conoces, no puedes ofrecerle tu casa a un desconocido
-Yo no tengo ningún problema con eso
Dijo Kei con tranquilidad mientras se ponía de pie y se acercaba a Daiki
-¿O es que tienes miedo de quedarte con un desconocido?
Ahora la mirada y sonrisa coqueta de Kei provocó en Daiki un revoltijo en el estomago
-¿Por qué habría de tener miedo?
Preguntó con el ceño fruncido mientras desviaba la mirada
-No lo se, tal vez te traje aquí a propósito y no te has dado cuenta
Ante tal declaración, Daiki miró sorprendido a Kei, el cual no pudo evitar el soltar una leve carcajada al ver la expresión de Daiki
-Tranquilo, solo bromeaba, no te haré nada, al menos que quieras, pero si quieres tienes que pagar primero
Daiki miró confundido a Kei, este sonreía tranquilamente, después se dio media vuelta y caminó rumbo a las escaleras.
-Te traeré algo cómodo, espera aquí
Y sin más, Kei comenzó a subir por las escaleras, dejando a Daiki solo completamente sorprendido por estas últimas palabras.

Habían pasado cerca de cinco minutos cuando Kei bajó con lo que parecían ser unas cobijas y ropa cómoda.
-Listo
Daiki lo observó detenidamente.
-Gracias…
Dijo con timidez
-No es nada, ya puedes subir
-¿Eh?
-Que ya puedes subir, es la única habitación, no te perderás, ¿o quieres que te acompañe?
Dijo esto último con una sonrisa traviesa.
-¿Estas diciendo que yo dormiré en tu habitación?
-Así es, aunque si quieres que duerma contigo, bueno, todo tiene un precio querido amigo
Daiki observó confundido la sonrisa que se dibujaba en el rostro de Kei.
-No se a que te refieres, pero ya que insistes, muchas gracias, hasta mañana
Y con cierto aire de indignación, caminó rumbo a las escaleras, sin siquiera mirar a Kei, subió lentamente y llegó al primer piso.
Era ligeramente amplio, pero con solo tres habitaciones, una parecía ser el baño, una la habitación de Kei, puesto que la puerta estaba abierta, y la tercera era un misterio, la puerta estaba cerrada y no se atrevía a acercarse a mirar. Así que sin más, entro en la habitación de Kei, cerrando la puerta tras de si.

Al dejarse caer sobre la cama, comenzó a sentir su cuerpo demasiado pesado, la ropa le estorbaba, no se acomodaba, así que aún con la luz apagada, se levantó de la cama y comenzó a quitarse el pantalón, estaba desabrochándose la camisa cuando alguien tocó a la puerta.
-¿Si?
Preguntó sin dejar de desvestirse.
-Dejaste la ropa que te escogí, voy a entrar
Dijo Kei, y sin más, entró, encendió la luz y se llevó una sorpresa bastante grande, Daiki estaba sin pantalón y con la camisa a medio desabrochar.
-¿Qué haces?
Preguntó ligeramente nervioso sin poder apartar la vista del menor.
-Me desvisto, no puedo dormir con este tipo de ropa, olvide que me ibas a prestar algo, ¿eso es para mi?
Preguntó señalando lo que Kei llevaba en las manos.
-Si, toma
Le dijo mientras se acercaba a el y le daba la ropa, Daiki la tomó y le sonrió con gratitud, acto el cual dejó a Kei sin aliento.
-Gracias
Estaba perdido, esos ojos, esa sonrisa, ese cuerpo casi desnudo, lo hacían querer perder el control y hacer cosas, pero no podía, Daiki no era como el resto de las personas.
-Bien, que descanses
Dicho esto, Kei dio media vuelta, estaba por salir de la habitación pero Daiki habló, deteniéndolo.
-¿De verdad vas a dormir afuera? No creo que sea correcto, esta habitación es lo bastante grande para los dos, no tienes por que dormir en la sala
Ante el comentario de Daiki, el mayor simplemente bajó la mirada, y sin girarse para verlo siquiera, respondio.
-Yo no duermo en la misma habitación con alguien a menos que haya un precio, buenas noches
Su voz parecía sombría, demasiado seria, sin embargo, como Daiki no comprendía a que se refería, continuo insistiendo.
-No entiendo que quieres decir con eso de un precio, lo has mencionado varias veces y se me hace algo completamente absurdo, así que deja de decir tonterias, dormiremos los dos aquí y punto.
La voz de Daiki era firme, Kei se quedó inmóvil junto a la puerta, mientras que Daiki se vestía rápidamente, el pantalón y aquella sudadera le quedaban ligeramente grandes, pero no le importó, hizo a un lado a Kei y salió de la habitación, y solo unos segundos después, el chico volvía con las cobijas, para después cerrar la puerta tras de sí.

-Ahora si, todo esta listo, yo dormiré aquí
Dijo mientras acomodaba las cobijas en el suelo, junto a la cama de Kei.
-¿Qué estas esperando?
Preguntó mientras se recostaba en el suelo y se cubría con la cobija, de pronto, sin más, Kei comenzó a reírse.
-¿Qué-que te sucede?
Pregunto Daiki confundido.
-No es nada, simplemente eres bastante interesante
Dijo con una sonrisa más, después se acercó al closet, sacó lo que parecía ser ropa cómoda, mientras se desvestía, avergonzado, Daiki desvió la mirada y le dio la espalda, ¿Por qué se sentía avergonzado? Después de todo el también era un chico, mientras se preguntaba eso, la voz de Kei lo saco de aquellos pensamientos.
-Listo, ¿puedes apagar la luz?
-S-si, claro
Respondió Daiki tratando de tranquilizarse, torpemente logró ponerse de pie y caminó hacia el apagador que se encontraba cerca de la puerta, apagó la luz y caminó como pudo hacia el lugar en donde se encontraban las cobijas, como casi no veía nada, se guió al sentir la cama, todo iba bien hasta que de pronto pudo sentir como Kei lo tomaba de la muñeca y lo jalaba hacia la cama, acomodándolo, de un solo movimiento, a su lado, ambos quedando recostados.
Daiki no podía respirar bien, estaba sorprendido, además de que sentía sus mejillas arder, ¿Qué le estaba sucediendo?

Antes de decir algo al respecto de la situación, Kei abrazó tiernamente a Daiki, rodeando su cintura y pegándolo ligeramente a su cuerpo, hundiendo su cara en el cabello del menor.
-¿Qu-que
-Tranquilo, ya te dije que no te haré nada, no creo que puedas pagarlo, toma esto como servicio de cortesía
Daiki no comprendía del todo esas palabras, siempre mencionando un pago, un servicio, ¿Quién era realmente Inoo Kei?

Todo era un misterio, sin embargo, todas aquellas dudas comenzaron a despejarse, el sueño comenzaba a vencerlo, además de que el aroma del mayor lo embriagaba lentamente, y sin darse cuenta, se acomodo mejor junto al cuerpo de Kei, quedando así profundamente dormido.

Las horas habían transcurrido, no estaba seguro de cuando tiempo había pasado, no estaba seguro si era muy tarde o muy temprano, simplemente la suave luz que se infiltraba por la ventana lo hizo despertar, lentamente abrió los ojos y se levantó, miró a su alrededor, estaba completamente solo.
-¿A dónde habrá ido?
Se preguntó Daiki, continuo mirando detalladamente, pero no había nada, ni un rastro, pero al menos estaba convencido de que todo no había sido un simple sueño.
Al quitarse las ropas que Kei le había prestado, se dispuso a ponerse las propias, mientras se acomodaba el pantalón, pudo sentir que había algo extraño en su bolsillo, algo que anoche definitivamente no estaba, metió la mano y del bolsillo sacó una pequeña hoja de papel, al leerla se sintió extraño.

-”Espero y te vayas en cuanto despiertes, no tengo nada que ofrecerte, así que será mejor que solo te vayas.
No nos volveremos a ver, te pido que nunca regreses.”

Daiki estaba sorprendido por aquellas palabras, ¿Por qué tanta frialdad tan repentinamente? No estaba seguro, pero al parecer Kei escondía algo, algo que no deseaba que nadie, absolutamente nadie se enterase, y eso lo intrigaba aún más.
Por el momento no había nada más que hacer, miró su reloj, eran casi las diez de la mañana, ya no había ido a clase, y comenzaba a prepararse para escuchar los gritos de su madre, así que con un suspiro, estando ya bien vestido, salió de la habitación de Kei, solo para dirigirse directamente a la salida, no sin antes dejar también una nota sobre la pequeña mesa del comedor.

-”Muchas gracias por todo.
No entiendo por que dices que no nos volveremos a ver, por alguna razón, yo tengo el deseo de que nos encontremos de nuevo, pero si no deseas que te busque, estaré esperándote en aquel lugar cada noche, al menos me gustaría ser tu amigo.”

No estaba muy seguro de por que había escrito aquella nota, no lo entendía, simplemente se dejo llevar por ese pequeño impulso, cosa que era muy raro en el, pero para ser la primera vez, se sentía demasiado bien.
Ya estando caminando por su calle, a unos cuantos metros de su casa, se estiro, recibiendo los cálidos rayos del sol sobre su rostro, esbozando una cálida sonrisa, después de tanto tiempo, se sentía diferente, y aquello no lo molestaba en lo absoluto, ahora solo quedaba el sentimiento de poder ver a Kei pronto y saber más de él.

[MiniFic] LOVE LOVE LOVE ME?



Titulo: "LOVE-LOVE-LOVE ME?"
Genero:
Yaoi
Pareja: Inoo Kei / Daiki Arioka (InooDai)
Capitulos: 4
Autora: Ayaa

Capitulo 01
Capitulo 02
Capitulo 03
Capitulo 04 -FINAL-