martes, 23 de marzo de 2010

Smile me... [Cap. 11]

Capitulo 11

Takaki sabía perfectamente que aquella voz era la de Chinen, y por lo que había alcanzado a percibir aquello había sonado como un grito desesperado, estaba seguro de que algo no andaba bien. Así que lo primero que hizo fue correr hacia la ventana, desde ahí tenía la vista perfecta y lo que vio lo impresionó aún más, y sin pensarlo dos veces, sin decirle a Yabu nada más, salió corriendo del salón.

-Yo, de verdad te amo, por favor tienes que creerme-
Estas fueron las palabras que Ryosuke le dijo al mismo tiempo que lo abrazaba con fuerza, pero en lugar de despertar algún sentimiento dulce o emocionado, lo primero que lo invadió por completo fue la rabia, de inmediato las imágenes de aquel pasado comenzaron a pasar agresivamente por su cabeza una y otra vez.
-¿Te burlas de mi?-
Preguntó en voz baja, trataba de calmarse un poco.
-Por supuesto que no, esto es lo que siento por ti-
Respondió Ryosuke con cierto tono de desesperación en la voz. Esto a Chinen le pareció el colmo, comenzaba a sentirse realmente asqueado de tener a Ryosuke tan cerca, después de todo lo ocurrido y ahora le dice que lo ama, era por completo una estupidez muy grande, que por supuesto, no estaba dispuesto a seguir escuchando.
-¡¡¡NO ME TOQUES!!!-
Gritó con desesperación y con todas sus fuerzas, su voz resonó por toda la escuela, al mismo tiempo que empujaba a Ryosuke con todas sus fuerzas, haciéndolo caer inevitablemente al suelo.
Este, confundido, estaba a punto de intentar levantarse, cuando al ver el rostro de Chinen se quedó completamente en blanco.
La cara de Chinen reflejaba ahora demasiado rencor y furia, al mismo tiempo que sus ojos amenazaban con explotar en un mar de lagrimas. Entonces, de pronto, escucho unos pasos que corrían hacia el.
-¿Qué sucede?-
Chinen no podía moverse, no podía dejar de mirar a Ryosuke, pero sabía perfectamente que esa era la voz de Takaki.

Mientras más se acercaba, más se preocupaba, Chinen no se movía, y la expresión en su rostro era demasiado dolorosa, jamás lo había visto así.
En cuanto estuvo ahí, le preguntó a Chinen lo que ocurría, pero no obtuvo respuesta, después miró al chico que se encontraba tirado en el suelo, este tenía una expresión de tristeza y asombro.
-Por favor… no me mires así… no de nuevo… por favor-
Al parecer Chinen intentaba calmarse, puesto que cerro los ojos y rápidamente limpio sus ojos de las lagrimas que habían estado a punto de salir por completo, y desviando la mirada dijo con voz fría, una voz que Takaki jamás había escuchado.
-Solo vete, lárgate de aquí, ya te lo dije muchas veces, no te acerques a mi, y nunca me vuelvas a decir esas palabras-
Ryosuke comprendió que era el momento de retirarse, al parecer las cosas habían terminado peor de lo que imaginaba, y poniéndose torpemente de pie, se sacudió el pantalón y se marchó del lugar sin decir nada.

Chinen seguía sin moverse, Takaki trataba de comprender, quería preguntar, pero no sabía si sería buena idea ahora.
Así que lo único que pudo hacer fue abrazar a Chinen suavemente, pegándolo delicadamente a su cuerpo mientras le acariciaba la cabeza.
-Tranquilo, ya se fue-
Al sentir los protectores brazos de Takaki rodear su cuerpo, no pudo evitarlo más y todas aquellas lagrimas que había tratado de contener, salieron feroces, mojando rápidamente sus mejillas y el suéter de Takaki. Este sin poder hacer nada más, se dedico a acariciar tiernamente la nuca del menor para que se tranquilizara poco a poco, de alguna manera, el incesante y doloroso llanto de Chinen le causaban una punzada en el pecho que no lo dejaba respirar bien.
Minutos después Chinen logró calmarse y se separó un poco del cuerpo de Takaki, con la cabeza baja le dijo.
-Lo siento, he mojado tu suéter…-
-Eso no tiene importancia, será mejor que vayamos a casa-
-¿A casa?-
Preguntó Chinen ingenuo.
-Bueno… quiero decir… vayamos a mi departamento, anda-
Y abrazando de nueva cuenta al menor, esta vez por los hombros, se lo llevo a paso lento del lugar, caminando juntos rumbo a la estación.

Desde el salón de clase, Yabu pudo observarlo todo, mientras un tremendo dolor en el pecho lo mataba por dentro y una lágrima recorría su mejilla.
Rápidamente limpió su rostro, se dio media vuelta, tomo sus cosas y salió del salón, no había nada más que hacer ahí, así que ir a casa era lo mejor que podía hacer, pero de pronto, en el momento en el que abrió la puerta, se topó con su compañero de clase y mejor amigo, Hikaru Yaotome.
-¿De nuevo llorando?-
Le preguntó con una expresión preocupada mientras lo veía fijamente a la cara.
-No digas tonterias-
Respondió Yabu mientras fingía una sonrisa y hacía a un lado a Hikaru para poder pasar.
-¿Otra vez es por Takaki cierto? ¿Hasta cuando vas a entender que alguien como el-
-¿Puedes callarte? No quiero escuchar tus sermones ahora-
Hikaru comprendió la situación, Yabu no estaba de humor para escuchar lo que Hikaru siempre pensó de Takaki, así que solo se limitó a caminar a su lado sin decir nada más.

En todo el camino no se dirigieron la palabra, sin embargo Takaki nunca soltó a Chinen, aunque el vagón del tren iba lleno de gente, en lugar de soltarlo simplemente lo abrazaba con más fuerza.
Mientras que el menor llevaba una expresión vacía en su rostro, parecía ser una especie de zombi el que iba junto a Takaki, y esto preocupaba en demasía al mayor.
Cuando al fin hubieron llegado al departamento, Takaki sentó a Chinen en el pequeño sillón, después se dirigió a la cocina y regresó con un vaso con agua para el.
-Gracias-
Dijo con una sonrisa débil y comenzó a beber.
-Iré a comprar algunas cosas, no tardo-
-De acuerdo-
Respondió débilmente mientras volvía a tomar otro trago de agua, Takaki no quería dejarlo solo, pero no se atrevía a preguntarle nada aún, así que lo único que se le ocurrió fue ir a comprar los ingredientes necesarios para la cena.
Por otro lado, Chinen se encontraba en una especie de trance, en cuanto escuchó la puerta cerrarse, pudo darse cuenta de que estaba solo, Takaki se había ido, de pronto comenzó a sentir una desesperación y un vacío indescriptibles, y sin poder contenerse más, furiosas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, una tras otra, acompañadas de un sentimiento lleno de soledad que el mismo no lograba comprender, y de pronto, unos cuantos recuerdos del pasado se hicieron presentes en su mente.

-“Desde su primer día de escuela, Ryosuke se hizo su amigo con gran facilidad, aunque eso no era nada nuevo, Chinen tenía una facilidad enorme para hacer amigos en cualquier lugar, y cuando menos se dio cuenta, el y Ryosuke ya eran inseparables.
Toda su vida Chinen siempre había sido un mentiroso, siempre le mostraba a la gente una cara completamente distinta a la real, jamás decía verdaderamente lo que sentía o pensaba, todo eran siempre mentiras, no podía negar que con Ryosuke era así al principio, pero la amistad entre ambos comenzó a ser tan estrecha que Chinen no tenía necesidad de mentir, aunque este nunca notará su doble personalidad.
De pronto, una tarde todo cambio, fue tan rápido que no parecía real.
-No lo puedo creer de ti-
Escuchó decir a Ryosuke de pronto, no lograba comprender del todo el significado de aquel comentario.
-¿Qué quieres decir Yama-chan?-
Preguntó al mismo tiempo que se acercaba a el, pero este, con una mirada furiosa, lo alejó empujándolo lejos de el con fuerza.
Chinen se tambaleo un poco, miraba atónito la expresión fría de Ryosuke.
-¿Qué ocurre?-
-¿Cuánto tiempo pensabas burlarte de mi?-
Ahora lo comprendía todo, había sido descubierto, debía admitir que al principio de mostró totalmente falso ante el, pero eso había cambiado, ¿Acaso no lo había notado?
-Nunca quise burlarme de ti Yama-chan-
-¡¡¡Deja de llamarme así maldito mentiroso!!!-
Gritó Ryosuke lleno de rabia, Chinen no supo como reaccionar así que solo se quedó callado.
-Ahora se que solo deseabas jugar con mis sentimientos, eres una basura, no te quiero cerca de mi, me das asco-
En ese momento Ryosuke no midió el poder tan negativo en esas palabras, así que mirando a Chinen como si este fuese un delincuente al cual odiaba desde hace muchos años, se dio media vuelta y se fue, dejando al chico solo en aquella azotea.
-Creí que me conocías…-
Murmuró Chinen antes de que Ryosuke desapareciera detrás de aquella puerta.-"


Aquellos recuerdos eran dolorosos, ¿Cómo era posible que después de todo lo ocurrido ahora apareciera como si no hubiese ocurrido nada y le dijera que lo ama? Esto era una completa tontería.
Y sintiéndose aún peor, se llevo las manos a la cabeza y siguió llorando en silencio, por más que lo intentaba no podía dejar de llorar.

Minutos más tarde, Takaki entró al departamento, le había costado trabajo elegir los ingredientes adecuados para una cena capaz de levantarle el animo a cualquiera, se sentía un poco tonto, era la primera vez que pensaba así, pero el tan solo pensar en la cara inexpresiva de Chinen, se le oprimía el pecho, debía regresarle aquella sonrisa a como diera lugar.
Pero cual fue su gran sorpresa que al llegar, el departamento estaba vacío. Rápidamente entró, dejo las bolsas de compra sobre la mesa, corrió a su habitación y nada, buscó en el baño, la cocina, la pequeña terraza, y nada, Chinen se había ido.
Entrando de nuevo al departamento, cerrando la gran ventana que daba a la terraza, pudo ver una nota sobre la mesita de centro.

“Perdona, tuve que irme, no puedo estar contigo con esta cara, estaré bien.
Chinen”

“-¿Pero por que te vas?-”
Pensó Takaki mientras arrugaba aquel pedazo de papel y lo tiraba al suelo, resignado, decidió salir a tomar aire fresco a la terraza, deseaba saber lo que había sucedido con el otro chico y Chinen, no podía imaginarse lo ocurrido.
Justo le echaba un vistazo a la ciudad, cuando bajo la cabeza, ahí pudo ver a alguien tirado en el suelo, no muy lejos del edificio, agudizó un poco la vista, casi podía asegurar que se trataba de Chinen, pero no podía precipitarse, tenía que asegurarse primero, así que con calma, sacó su teléfono móvil del bolsillo del pantalón, buscó el número de Chinen, y marcó.
Sonó una, dos, tres veces y respondió.
-Takaki-
-¿Por qué te fuiste?-
“-Se que estas aquí-” Pensó.
Takaki podía observar como aquel chico que se veía no muy lejos respondía el teléfono al mismo tiempo que hablaba con Chinen, definitivamente era el.
-Lo siento-
-¿En dónde estas?-
Hubo un pequeño silencio y después respondió.
-En casa, no te preocupes-
Y sin decir nada más, Takaki colgó.

Cuando salió del departamento de Takaki no sabía a donde ir, no tenía ánimos de volver a casa, así que solo se dejó caer al suelo y se sentó recargándose en una pared.
Repentinamente su teléfono comenzó a sonar, tenía cierto temor de responder, pero al ver que era Takaki quien llamaba decidió responder.
Inesperadamente, después de mentir diciendo que estaba en casa, Takaki le colgó.
“-Tal vez se quedo sin batería-”
Pensó Chinen mientras volvía a guardar el aparato en su mochila.
Los minutos pasaron, no sabía a donde ir, no se atrevía a volver con Takaki, y mucho menos ir a casa. De pronto escuchó unos pasos acercarse, pero no les dio importancia, después de todo podría ser cualquier persona, pero una voz lo dejo completamente helado.
-¿A si que ahora esta es tu casa?-
Era la voz de Takaki sin duda, sorprendido levantó la mirada y efectivamente, ahí estaba el frente a el con su expresión de desagrado habitual.
-¿Por qué mientes? ¿Por qué te vas así?-
Chinen se quedó en silencio, no sabía que responder, entonces Takaki se puso en cuclillas para poder verlo de frente.
-¿No vas a responderme?-
Segundos después Chinen intentó hablar.
-Yo…-
No pudo decir nada más, todo el cuerpo comenzaba a temblarle, entonces, pudo ver como Takaki se ponía de pie nuevamente.
-Si vas a mentirme de nuevo mejor no respondas-
Y se dio media vuelta, dándole la espalda, de pronto, Chinen imaginó que se iría y lo dejaría solo, así de un solo movimiento, se puso de pie y abrazó fuertemente a Takaki por la espalda.
-Por favor no te vayas, no digas que soy un mentiroso… no me dejes solo-
Y aferrandose con fuerza a la cintura de Takaki, Chinen comenzó a sollozar débilmente.
Esta era la primera vez que Takaki escuchaba a Chinen suplicar tan desesperadamente, de pronto, algo le oprimió el pecho, sin saber porque comenzó a sentirse un poco culpable, tal vez había sido demasiado frío, así que tomó las manos de Chinen, se liberó de su agarre y giró lentamente, después lo abrazo gentilmente, pegándolo suavemente a su cuerpo y acariciando su cabeza con delicadeza.
-Tranquilo, no voy a dejarte, no te atrevas a imaginar ni a pensar algo así-
Le dijo Takaki con voz suave, Chinen solo movió la cabeza en forma afirmativa mientras se aferraba más al cuerpo de Takaki.
-¿No vas a preguntar?-
Logró decir Chinen con voz débil.
-Si no me lo quieres decir ahora esta bien, solo quiero que sepas que no me gusta verte así-
Escuchar estas palabras y la suave voz de Takaki era un alivio inmenso para Chinen, así que separándose un poco de el, le dijo con una sonrisa débil y con los ojos llorosos.
-Mejor regresemos, es una larga historia-
Takaki solo le dio unas palmaditas en la cabeza, tomó su mano y ambos caminaron de regreso al departamento, había mucho por contar y Chinen estaba dispuesto a decirlo todo, hasta lo ocurrido esa misma tarde

1 comentario:

Francesc Palacio dijo...

e.e ya no sé ni que comentar xDDDD Pero nada, continuo con la lectura!

Publicar un comentario

Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
¡Me encantaría saber tu opinión sobre lo que acabas de leer! ^O^ Así que no dudes en hacérmelo saber, así podré mejorar un poquito más :3
De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!